Partida Rol por web

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE. - CLIMA: CIELO DESPEJADO, SE VEN LAS ESTRELLAS. HACE FRÍO.

Aparté la tela que hacía las veces de puerta de la tienda y entré en su interior. Comparado con el frío exterior, el ambiente era más cálido y, en otras circunstancias, hubiera sido también acogedor, pero los rostros de los presentes contribuían con la ardiente pasión de ceños fruncidos y tensas mandíbulas a un viciado clima que prometía no ser especialmente tranquilo o benevolente.

Había muchas cosas que se habían quedado sin decir, y aunque Matagatos había podido liberar parte de la rabia que no pocos sentían, unas cuantas voces no apaciguarían el voraz fuego que había nacido tras lo ocurrido en el exterior. Aquel tipo de sentimientos no podían guardarse, reclamaban con gran insistencia atención. Pedían acciones y respuestas, aunque sería importante y conveniente cierto grado de reflexión.

Me aproximé a uno de los laterales de la tienda y sonreí.

Aquella reunión prometía ser interesante...

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE. - CLIMA: CIELO DESPEJADO, SE VEN LAS ESTRELLAS. HACE FRÍO.

Entro en la tienda de mandos mirando un poco con curiosidad antes de cuadrarme ante el Capitán y hacer el saludo de la compañía de forma más o menos aceptable. Capitán, le agradezco que haya aceptado recibirme digo, esperando alguna señal suya para empezar a hablar.

No voy a negar que la presencia de Serpiente y Rastrojo me resulta incómoda en el mejor de los casos, pero son quiénes saben de magia. Aunque creo que por ahora el único con cargo de mago es Serpiente, no comprendo muy bien que hace Rastrojo aquí. Pero es cosa del Capitán, así que no voy a meterme en sus decisiones.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE. - CLIMA: CIELO DESPEJADO, SE VEN LAS ESTRELLAS. HACE FRÍO.

-Un encanto de mujer-comentó Capitán, una vez todos estuvieron reunidos. Por supuesto, aquellas palabras destilaban sarcasmo y un enfado que aún sentía. Que les hubieran manejado de aquel modo era totalmente indigno, pero poco remedio tenía ya. 

-Habla, Piojillo. Cuéntanos lo que sabes. 

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE. - CLIMA: CIELO DESPEJADO, SE VEN LAS ESTRELLAS. HACE FRÍO.

Hubiera sido mejor esperar a que las aguas se calmaran, antes de seguir hablando. Podía percibir el enfado de su primo y tampoco hubiera estado de más analizar el extraño comportamiento de Seldocha. Los argumentos que había empleado para marcharse a las bravas, no se sustentaban así que algo mas debía de haber queexplicara aunque no justificara, aquel comportamiento. Sobre la mesa estaba la cerveza calentándose y la comida enfriándose, un desperdicio que no podían permitirse. No obstante, comenzaba el interrogatorio a Ernestol. No era cuestión de interrumpir aquello con algo tan baladí. 

Asi que se dedicó a escuchar lo que el Campamentero o mejor dicho, su inquilino, tenía para decir. 

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA NOCHE. - CLIMA: CIELO DESPEJADO, SE VEN LAS ESTRELLAS. HACE FRÍO.

La presencia de Piojillo le era tan cómoda a Ponzoña como la de una garrapata en sus testículos. Era muy consciente del peligro que encarnaba y recordaba perfectamente la imagen de las cuerdas cortadas por aquella daga invocada. Nada particularmente tranquilizador. Así que con la mano apoyada en la maza y listo para dejarle inconsciente a la menor amenaza de peligro, el Hiena se mantuvo alerta y atento no solo a lo que decía, sino a cualquier movimiento.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Tras constatar que todos estaban dentro de la tienda de mando, Barril se quedó en la posición que había elegido: Detrás de Piojillo, esperando que éste atendiera las preguntas del Capitán. Se mantuvo a su espalda de manera deliberada, prestando especial atención a sus manos. Habían comentado que podía hacer aparecer un cuchillo, y el grueso Oscuro no le daría la oportunidad de utilizarlo de ser el caso.

Dirigió una mirada breve a las viandas y bebida que se encontraban en la mesa, justo al lado del saquillo que Seldocha había dejado allí. Podía contener oro o una bosta de caballo, tanto daba ahora mismo. Las cajas se hallaban apiladas a un lado y Barril deseó que la mujer hubiera incumplido su palabra del todo para así quedar retratada de manera definitiva. Aunque algo le decía que no sería así. Esperó a que Ernestrol, Piojillo o quien quera que fuera esa noche se dispusiera a contar lo que había dicho que sabía.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Afirmo al Capitán con un nuevo saludo. Antes que nada quisiera disculparme por lo sucedido antes con la mujer esa envuelta en joyas. Parece ser que los dos hombres que la acompañaban eran sacerdotes del Señor de la Medianoche, lo que provocó que el tío Samuel aprovechara el enfado que estaba empezando a sentir para salir y pronunciar unas palabras del todo inadecuadas. Aunque conseguí retenerlo rápidamente, me disculpo por ello.

Sin embargo, al salir el tío Samuel me contó cosas sobre Zon-Kuthon y su historia, y creo que de ella podemos extraer algunas lecturas interesantes. Con su permiso, primero les contaré la historia en cuestión y luego me permitiré comentar ideas personales propias que no quiero en ningún momento que asuman como algo que quiero imponer.

Lanzo un suspiro sabiendo que quizá no es el mejor momento, o quizás sí lo es, pero los nervios de no estar seguro permanecen dentro de mí. Para empezar diré que, si alguno albergaba alguna duda al respecto, estoy completamente convencido de que Zon-Kuthon y el Señor del Dolor son dos entes completamente distintos. Más que nada porque la historia no se parece a ninguna que hubiera escuchado antes.

Zon-Kuthon se llamaba originalmente Dou-Bral, hijo de Thron y medio hermano de Shelyn, dos de los espíritus-dioses más poderosos de esta realidad. Sin embargo, por motivos que no estoy seguro de si Samuel no conoce o no me ha querido contar, viajo más allá de las estrellas.

Deben saber que, según las historias de este mundo, existen dos tipos de dioses: los dioses digamos creacionistas, los más nuevos y que fueron los que crearon la realidad y a las distintas razas, y otros muy anteriores cuya mentalidad les es completamente alienígena incluso a los dioses y que desde luego no tiene ningún aprecio por los mortales. Parece ser que estos dioses habitan más allá de las estrellas, el sitio a dónde viajo Dou-Bral, y que una de esas entidades le poseyó convirtiéndolo en Zon-Kuthon. Aunque no hay certeza sobre esto, parece bastante probable. También existe la posibilidad de que solo fuera una simbiosis aceptada por ambas partes, eso tampoco importa demasiado.

Al volver portaba una poderosa guja dorada, y su medio hermana Shelyn creyó que era la que le había poseído y se la arrebató. Pero el cambio era demasiado interno como para que solo eso revertiera el proceso, pese a perder la guja siguió siendo el Señor de la Medianoche.

Tras terminar esta parte del relato me quedo un momento callado, pensando, antes de seguir. Ahora me gustaría, con su permiso, explicarles qué reflexiones me han llevado a pensar que era importante que lo supieran. La primera y más evidente es que, si Zon-Kuthon está poseído por un Dios que no aprecia en absoluto a los mortales, realmente todas las zonas que le adoren van a ser así. Los sacrificios humanos, el miedo ante el poder de los sacerdotes, el engaño, el robo... Cualquier cosa que se les ocurra es posible en un sitio donde su creencia es que los humanos son prescindibles. Deberíamos asumir pues, y como digo es un pensamiento propio, que todos los habitantes de estas zonas son desconfiables por defecto.

Por otra parte, y quizá más importante, está el asunto de conocer por fin a una enemiga del Señor de la Medianoche, Shelyn. Ella intenta recuperar a su hermano, pero es enemiga de en lo que se ha convertido Dou-Bral. Luego podemos asumir que cualquiera que adore a esa diosa podría ser un aliado potencial. Desconozco si alguien todavía adora al padre de ambos, Thron, pero si es así podría ser otro aliado. En ambos casos quizá sus templos o zonas que les adoren podrían llegar a convertirse en nuestro refugio. Quizá se podría preguntar al leñador si hay algún templo de alguno de ellos en las cercanías o si existen países que los tengan como sus deidades. Me parece que esos sitios serían más confiables para nosotros que donde estamos ahora.

Una vez digo eso, me quedo callado por un momento recordando y finalmente afirmo. No hay nada más que tenga que contar, Capitán digo, añadiendo el saludo de la compañía.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Al situarse Barril en la posición que estuviera ocupando él, detrás de Piojillo, Ballestero había fluído como el agua: se deslizó sin que se supiera muy bien cómo hacia un lado en sombras de la tienda de mando. Ahí escuchó con atención las palabras de Piojillo sin hacer comentarios.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Rastrojo miró a Piojillo con gesto serio. No había esperanza de encontrar mucha información sobre Shelyn y sus seguidores, o por lo menos era lo suficientemente residual como para no haber salido a colación en ninguna información previa. Tal vez era ella la adivina viajera que se oponía al Señor de Medianoche.

Piojillo... ¿Qué puede decirnos Ernestol del Espíritu de las Tormentas?-tanteó para poner a prueba.

Según la información que había recopilado hasta el momento, el Espíritu de las Tormentas era el padre de Zon-Kuthon. Si era correcto, Ernestol podría identificarlo como uno de los nombres por los que se conoce a Thron. Rastrojo no preguntaría por el dios Aroden hasta que Piojillo superase la prueba, pero había otras entidades por las que debía preguntar...

¿Cómo supo Ernestol que el explorador de Zon-Kuthon se acercaba? ¿Y qué historia hay detrás del Caracol Gigante?

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Me quedo pensando durante un buen rato, incluso moviendo ocasionalmente los labios aunque sin pronunciar palabra. Por fin levanto la cabeza y hago una inclinación dirigida hacia Rastrojo. Quiero disculparme contigo por haber dudado de tu poder en alguna ocasión. Que conozcas esos nombres solo puede significar qué tienes más poderes de los que pensaba.

No estoy seguro de que lo que vaya a contar sean todos los conocimientos que tiene Samuel, pero al menos será una aproximación. Para empezar quiero aclarar una cosa, Ernestol y el tío Samuel no son exactamente la misma entidad. No sé exactamente cómo se combinan ambos pero me parece algo similar a lo que podría ser un heraldo y el poder de origen, o quizá un maestro y un alumno. En cualquier caso solo estoy seguro de que no son exactamente la misma entidad, aunque tienen similitudes y quizás estén relacionadas entre sí.

Por otra parte, el tío Samuel es una entidad con poderes que no comprendo y que en cierto modo me asustan. Supongo que debe tener el poder de detectar a sus enemigos, por eso supo que el explorador de Zon-Kuthon venía hacia nosotros. Eso es lo que me ha intentado explicar, o al menos lo que yo he entendido.

Respecto al caracol gigante del que hablas, Samuel no tenía mucha idea al respecto, pero me ha señalado la posibilidad de un espíritu chamánico. Aquí sí que dudo entre los conocimientos de Samuel y los míos, quizá entremezclados para dar una respuesta a algo a lo que Samuel no puede responder. O quizá realmente tenga que ver con espíritus chamánicos, no lo sé.

Me he dejado para el final la pregunta más interesante, la pregunta sobre el Espíritu de las Tormentas. El Espíritu de las Tormentas era un Espíritu ancestral de origen incierto, el cual puede que en algún momento representase a todas las tormentas del mundo como una fuerza primordial. Fue esclavizado y horriblemente torturado, atormentado y transformado por su hijo tras ser liberado al finalizar el pacto con Abadar. Si no me equivoco, ahora mismo es uno de sus heraldos. Ahora lo comprendo mejor, ese no es uno de nuestros aliados ni posibles ni probablemente futuros sino otro de nuestros enemigos.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Escuchó atentamente. Realmente, lo que el espíritu residente de Piojillo venia a decir no era mucho. O al menos, no parecía clarificar gran cosa acerca de Seldocha y su naturaleza. Su intervención fuera de la Tienda de Mando y por lo que él mismo había reconocido, venia de la ira que la presencia de los dos hombres de la mujer joya habían provocado en él. El resto, era una clase de historia religiosa local.

-Por lo que dices y por hacer un resumen, pese al evidente paralelismo de nuestras dos realidades, la del plano del que procedemos y de este en el que habitamos, quizás indefinidamente, el dios del Dolor y el de la Medianoche son dos entidades distintas. Dentro de la tradición oral o escrita local, nos encontramos con dos categorías de dioses. Los digamos dioses originales y los dioses cosmogónicos que dieron origen a este planeta y la vida que lo puebla. Y ambos tipos de dioses están enemistados. Podemos pensar que Dou-Bral, Thron y Shelyn pertenecen al grupo de dioses creadores aunque también han sido definidos como espíritus. Dou-Bral, posiblemente ansiando más poder, y esto no es sino una interpretación mía, entró en contacto con los dioses originales y fue poseído por uno de ellos, surgiendo así la figura de Zon-Kuthon, quien asimiló el odio hacia la humanidad que caracteriza a los viejos dioses. Asimismo, el hijo tortura y transforma al padre, convirtiéndolo en su Heraldo. Entra aquí en juego, además, un objeto místico, un arma poderosa y posiblemente mágica, una guja. Algo muy asimilable a la Lanza de la Pasión y quizá el objeto que pudiera devolvernos a nuestro lugar de origen -aventuró Analista-. Por otra parte, Ernestol y Samuel funcionan, de algún modo, de igual forma que Dou-Bral y la entidad que lo poseyó. Fuente de poder y portavoz de la misma. 

No dudó en coger su jarra de cerveza y darle un trago, para mojar su seca boca.

-De todo este conjunto de dioses, espíritus y demás solo hay una figura, la de Shelyn, poseedora de esa guja que robó a su hermano,  digamos que amistosa. Piojillo, una pregunta. ¿Hay algún culto local adorador de Shelyn? ¿Quizá la Cábala de Brujas?

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

El prolijo relato de Piojillo plagado de dioses, espíritus, idas y venidas, como pulgas en el lomo de un antílope, obligaron al Hiena a prestar atención a cuanto decía. Pese a ello, no se le escapó que la segunda parte del pago de Seldocha permanecía intacta y que la comida servida aún estaba caliente y la bebida fría. 

Por un instante, miró a Rastrojo. El Hostigador había cambiado. Al menos en parte. Seguía siendo alguien capaz de sacar de quicio a cualquiera, un personaje capaz de eludir sus obligaciones con la facilidad con la que un ñú espantaba moscas con su rabo, y un embaucador de mentes que sabía manipulables. Pero allí, hablaba con propiedad y hacía preguntas que demostraban que poseía un conocimiento que jamás hubiera esperado de él. Asintió mudamente para sí, satisfecho.

Llegó entonces Analista, dando orden y forma a todo lo dicho, simplificando el relato. Lo que había sido un torrente se convirtió en un cauce tranquilo. 

-¿Sabes cuál es el poder de esa arma, de la guja?

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Niego un poco a las palabras de Analista. No creo que estén enemistados, o no me pareció que lo dijera en ese sentido el tío Samuel. Me quedo callado pensando un momento antes de seguir hablando. Supongamos que hay un Dios, o varios en este caso, que crean el firmamento y la bóveda celeste. Crean planetas, estrellas, lunas...

Estos seres son poderosos y crean unas entidades algo más débiles que ellos pero igualmente poderosas que serían los dioses que crearon a los humanos y otras razas. Yo al menos lo entiendo así. Algo así como los espíritus normales y los espíritus elementales.

Ante su pregunta medito un rato y luego vuelvo a asentir antes de responder. Samuel no me ha hablado de ningún culto local, pero sí me ha contado una historia de amor triste en el que los dos amantes terminan muertos y de la cual acusan directamente a Shelyn. En este país, y no sé si será así en todas partes, tienen a Shelyn como una diosa del amor y la belleza maligno y manipulador. Eso me induce a pensar qué es oculto en este país, si bien puede darse, probablemente sea escaso. Aunque esto es solo conjetura.

Respecto de la guja digo, girándome hacia Ponzoña, salvo que es un artefacto divino de inmenso poder, Samuel no tiene mucha más idea sobre sus poderes concretos ni sobre el arma en general.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Capitán escuchó con atención a Piojillo, y aunque su gesto seguía siendo agrio, se relajó en alguna medida conforme el relato se desenvolvía y unos y otros tomaban la palabra. Aquello, en el corto plazo, no les servía para nada. Sin embargo era información. Una información que necesitaban desesperadamente, y que quizás podría ser útil en el futuro. Incluso tenía cierto interés, de cara a comprender un poco en qué pensaban aquellas personas y qué había en aquel mundo. Basándose en la percepción retorcida que parecían tener los nidaleses y las mentiras que parecían medrar en aquella tierra, puede que Shelyn no fuese una divinidad maligna... Y, tras todo lo vivido a lo largo de los años, aquel concepto le resultaba casi alienígena: un dios que no fuera cruel y mezquino era casi un anatema. En ese momento reparó en Analista y la jarra que sostenía, clavando los ojos en ella, y después pasándolos por la mesa. Con un gesto de la mano que la abarcaba, dijo:

-Por favor, comed. Yo no tengo apetito en estos momentos.

Aún había tensión y cierta ira de fondo en la voz de Capitán, pero ésta parecía haberse ido diluyendo en los últimos minutos, siendo ya apenas rescoldos. 

-Shelyn... No creo que haya nadie adorándola en este maldito país, pero ella y la diosa de esos caravaneros parecen ser bastante más amigables que el condenado patrón de Nidal. 

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Más allá de lo verídica o no que pudiera ser la historia compartida por Piojillo, no había duda alguna de que resultaba ser tremendamente interesante. Una curiosa exposición sobre la naturaleza de la divinidad en aquel mundo y, suponía, que de algún modo también sobre los peligros de esa ambición desmedida que tantos denostaban con sus advertencias pronunciadas alzando hacia el aire el dedo índice.

Matagatos acababa de intervenir, y Piojillo, y aquel que le acompañaba en su interior y con el que compartía oídos, seguían demasiado presentes en la Tienda de Mando. Aquello podía resultar ser un inconveniente para hablar con la libertad que ciertos temas exigían.

- "Qué le vamos a hacer"- pensé encogiéndome de hombros.

- Pero si hay alguien adorándola quizá se convierta, tarde o temprano, en un objetivo en una próxima misión - intervine, sonriendo, tras las palabras del Capitán.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

-Podría ser... Piojillo, gracias por la información, puedes retirarte-dijo Capitán. Después de la frustrada reunión con Seldocha, lo cierto es que tenían bastante que decidir, entre esas cosas ver qué iban a hacer con el contrato que debían cumplir. 

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Un leve gruñido sirvió como afirmación en respuesta a la declaración de Serpiente, y nada más. No tenía demasiada hambre, más bien sueño. Ah, si pudiera dormir. Comió un poco y se quedó ahí, como si fuera a desarmarse al primer soplo de viento.

VIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 21, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. HACE FRÍO.

Me pongo firme y hago el saludo de la compañía. A la orden, Capitán. Si puedo ser útil de alguna otra forma, no tiene más que decirlo. Dicho esto me doy la vuelta para salir de la tienda a menos que alguien diga algo más.