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La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

El Lago Verde.

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08/12/2019, 23:27
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


¿Cuánto dura pasar por el infierno?

Para Caracabra el infierno no era sino el reflejo sombrío de una vida sin tribu, sin familia y sin amigos. Tan grandes eran las carencias del guerrero tribal despojado de tribu que las había paliado con el propio sentimiento de pertenencia que, poco a poco, se había instaurado en su corazón tras ser aceptado en la Compañía Negra.

Sin embargo tras la caída los presentimientos, el miedo y las visiones habían ido golpeando, como si de la marea se tratarse, su débil psique. El fuego, el aterrador fuego, que él mismo había creado y que, sin embargo, había causado la muerte de su señora bruja.

Caracabra, el deforme y abyecto guerrero, se había quedado mirando el fuego con el terror de quien observa, entre las terroríficas llamas, las sombras de un destino o un pasado de una crueldad inenarrable. Para Caracabra, de hecho, significaban la destruccción de la única familia que había tenido. La muerte horrible, entre alaridos bestiales, de la bruja que, desde que había sido expulsado, le había enseñado y cuidado.

La muerte de su única familia.

¿Cuánto dura el infierno? En realidad la pregunta era absurda, porque el infierno era eterno. Y para Caracabra ese infierno empezaba por su incapacidad de despedirse. Tal vez si su voluntad hubiera sido más fuerte hubiera logrado cerrar los ojos y conjurar a la mujer que aparecía en su vigilia. Pero no era tal el caso. Las llamas, el olor de la carne quemado, los alaridos, estaban allí. Bailaban en las llamas de la hoguera que el mismo Caracabra se había esforzado por encender.

Como quien escucha las peticiones de los fantasmas, el guerrero tribal recordó las necesidades de Khadesa, y se levantó, torpemente, avanzando hacia la misma, con el propósito de ayudarla, y ayudar a Campaña, a acercarse a la hoguera de los Hostigadores. Era evidente que no había, siquiera, escuchado a Guepardo, al que, a pesar de todo, quizás por la cercanía, lanzó un asentimiento.

Eran hermanos a pesar de todo. Y a pesar que era evidente que Caracabra solo estaba a medias en el plano de existencia que ahora pisaban.

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09/12/2019, 18:11
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

—Puedes vigilar con tu lanza, Reyezuelo, pero no salgas de la barrera. Yo me acercaré también—, aunque solo fuera para calentarse un poco las piernas.

—¡Desastre! Pregunta si en el carro hay sitio para llevar a Piojillo, y algo de equipo.

Miró al Capitán, por si añadía algo. Lombriz y Tarado, cuando terminéis de poner una barrera detrás de Piojillo, Chamán, Reyezuelo y Capitán, aseguraos de que Piojillo tiene una estera bajo el cuerpo, y poned todas las cosas que tengamos que transportar a punto para ello, excepto las tiendas, que será lo último.

Se encargó de asegurarse de que todos los que se habían refugiado en el fuego estaban bien juntos, pegados el uno al otro.

Frontera: ve con Keropis, toma la herramienta que se necesite de entre las que tengan tus camaradas. Si no hay, ayuda trayendo tú la leña que extraiga Keropis, para que así no deje de cortar. En cuanto tengáis un buen montón de leña, nos prepararemos para marchar.

Chamán Rojo: tú tienes una misión muy importante. ¿No dices que aquí hay malos espíritus? Indaga sobre eso, y dinos qué podemos hacer para protegernos.

Se acercó al fuego mientras hablaba. Nadie, jamás, había escuchado a Ballestero hablar tanto. Parecía que había desayunado lengua. De cuando en cuando, parecía prestar atención a alguna voz, pero ahora estaba mucho más centrado. Casi hiperactivo.

Hizo un gesto de reconocimiento a Keropis en sus viajes yendo y viniendo.

Tomó el camisote de mallas y se lo comenzó a quitar. —Voy a usar el camisote de mallas para intentar transportar brasas cuando nos movamos. Si alguien tiene una idea parecida para mover leña ardiente, que no se lo guarde.

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09/12/2019, 19:29
[RIP] Instrucción: Soldado Novato Desastre.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Las palabras de Ballestero resonaron como un resorte en Desastre quien, ya empezando a regresar con los Campamenteros y se giró, agachando los hombros en un gesto de resignación y regresando donde se encontraba el campamento de Hostigadores. Inspiró profundamente y alzó la voz.

¡Cabo Ponzoña! ¡El líder provisional de Campamenteros Ballestero quiere saber si hay hueco en la carreta para Piojillo y algo de equipo! ¿Lo hay, Cabo Ponzoña?

Preguntó alzando la voz con la esperanza de ser escuchado así, pues parecía que era lo único que algunos entendían. Incluso dijo su nombre, dos veces, a ver si así entendía que el mensaje era para él. Si nadie respondía su sencilla pregunta él mismo se encargaría de comprobar el carro. Quería, necesitaba hacer algo. Ya.

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09/12/2019, 20:25
Capitán.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

El Capitán estaba aparentemente ausente, aunque sus ojos no se apartaban del yaciente Piojillo. Tanto era así que no respondió apenas a nada de lo que se le comentó, demasiado concentrado en lo que sea que estuviera mirando, y apenas dedicó un débil comentario ante la idea de Ballestero.

-Nada permanente, nos moveremos pronto...-pero su atención no estaba en ellos. Estaba en el inconsciente K'hlata. Al principio, pensó que podía tratarse del fuego y las sombras, o de sus ojos cansados o su mente aterida por el frío y golpeada por el trauma del extraño viaje. Pero pronto comprendió que no debía ser eso, y se acercó para comprobar personalmente que no estaba imaginando cosas. Efectivamente. Se estaba volviendo más negro. 

-Mierda-masculló entre dientes, dejando rápidamente su odre cerca del fuego para que se calentara, y empezando a masajear las extremidades del convaleciente, con delicadeza pero con decisión. Había que reactivar el flujo de sangre en su cuerpo. Si no lo lograba, pronto a Piojillo se le pasaría a llamar por otro nombre mucho más directo y menos inocente.

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09/12/2019, 20:41
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

A pesar de que apenas había entrado la tarde, oscuros nubarrones surcaban el cielo. Aquello no pintaba nada bien para 'Kalatas' y los pocos 'Oscurecidos' que aún estaban en aquella maldita playa.

Gracias a Ballestero, Lombriz al menos sabía cómo se llamaban unos cuantos de aquellos que parecían ser sus compañeros, era de agradecer, pero continuaba pensando que aquella idea de hacer parapetos con lonas era una soberana estupidez. La noche se acercaba, y de noche sería una locura avanzar por el bosque en el estado actual de la compañía.

Pensó en hablar con aquel que llamaban Capitán, pero lo desechó por el simple motivo de que al ser una compañía con cierta estructura militar, él no sería apenas un soldado y el hecho de romper la cadena de mando sería prácticamente un sacrilegio. Si, al menos recordaba esa parte de ser soldado, porque lo había sido, no recordaba el tiempo ni el lugar, pero Lombriz había sido un soldado.

-Señor de la ballesta- Comenzó acercándose a Ballestero. -Los nubarrones amenazan lluvia, o puede que no, pero quedarnos aquí es malo- Señaló con su lanza corta las negras nubes. -El suelo ya está húmedo, los parapetos no van a ayudar nada, y si llueve se apagarán las hogueras y el muro de lona no servirá, morirá gente de frío, ¡Oh, eso si que lo sé!-

Señaló de nuevo con su lanza, pero esta vez al bosque. -Se que aquí no mando absolutamente nada, pero me preocupo por el bienestar de...Uhm...Eh...- No sabía bien como referirse a los miembros de la compañía -...Compañeros, sí, eso, el bienestar de los compañeros- Clavó el palo de la lanza en el suelo húmedo y se rascó el cogote.-No sé si tendrá que ir a hablar con al que llam...Uhm perdón, no se si tendrá que hablar con Capitán, o algo, pero en definitiva, si se hace la noche, morimos seguro, al menos si nos quedamos aquí- Agarró de nuevo la lanza -Y si vamos por el bosque de noche, ¿Quien sabe que podría pasar?, es oscuro y peligroso, no me gusta nada-

Cuando vio como Ballestero se quitaba la cota de mallas para coger brasas, se echó la mano a la frente.

-No, no, señor de la ballesta, te vas a quemar las manos, hay que usar cántaros de barro, y deberíamos de hacer antorchas por si marchamos, algunas en el carro, vigilando que una brasa no lo incendie, y algunos de los muchachos delante y atrás, para que nadie se pierda-

—Y para ahuyentar al zombu, ese maldito hijo de puta seguro que sigue por ahí—

-Pero hay que hacer algo ya, o la noche nos envolverá y algunos como Piojillo...- Ya sabía su nombre gracias a haberlo pronunciado Ballestero con anterioridad -...No despertarán jamás-

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09/12/2019, 20:57
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

—Nada permanente, a la orden señor.

Se estaba quitando la cota de mallas.

No te preocupes por eso—, dijo, cuando Lombriz le habló de cómo llevarse el fuego a no ser que tú tengas una cántara de barro—. Pensaba atravesar la malla por los bordes con una flecha para agarrarla, y luego hacer un saco con ella, pero lo del barro era mejor. —Yo tengo tres antorchas en la mochila. Reúne todas las que encuentres y ocúpate de que se enciendan cuando llegue el momento. Te acabo de nombrar encargado del equipo, y Tarado es tu segundo.

Su cabeza asomó por debajo del camisote, se lo acababa de pasar, y se estremecía por el frío: todo el cuero de debajo goteaba agua. Tiritaba, pero parecía que se mantenía en pie a base de mala leche.

—Y te he dicho que cuando Piojillo tenga su esterilla debajo, recojas todo lo que no sea necesario para cuando nos vayamos. La leña que haya, esas mochilas. ¡Encargado del Equipo Lombriz! Quiero todo empaquetado. Esto está hecho un desorden. Y no veo que Piojillo esté cómodo.

A todos, en general:

—Cuando el Capitán lo diga nos marcharemos. Mientras, todos a hacer sus cosas. Cumplir órdenes es bueno. Da calor. ¡A moverse!

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09/12/2019, 21:23
Instrucción: Recluta Reyezuelo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

Tras asentir a las órdenes de Ballestero y colocarse tal como indicaba, agradeció en silencio que sus instrucciones no incluyesen alejarse del círculo protector de la hoguera. 

Reyezuelo se arrebujó un poco más en su capa, revisando verdaderamente por primera vez su entorno. Pero había algo más que buscaba. ¿De verdad se ha ido?

Su mente estaba demasiado embotada como para terminar de razonar lo que estaba pasando, pero un quedo - Gracias - se escapó de sus labios igualmente, junto a una sonrisa de renovado orgullo hacia la nada. 

Al momento se centra, poniendo oídos al resto de instrucciones. Se rasca la cabeza un instante. Él hubiese pensado en usar un escudo, pero uno como el suyo de madera era impensable. - Pues un tablón grande. O corteza. Están cerca. Si somos rápidos, ni perderemos la brasa encendida ni se prenderá el resto de la madera ¿no?. - No era ningún experto, pero Ballestero quería opciones, así que...

Las antorchas puede que las necesitemos más tarde - Y cuando decía "más tarde" quería decir "por la noche". - Tengo dos - Señalando a su mochila, sobre la cual descansaban sus ropas y armadura, invitando a que las tomasen.

Entonces mira a Piojillo y la forma de moverse del Capitán, preocupándose de su estado. Aún era un Campamentero cualquiera. La diferencia de rango con el Capitán era abismal, pero meter más manos inexpertas sin estar muy seguro de lo que hacía cuando el sanador estaba trabajando resultaba casi risible, de manera que solo se movió en torno a él hasta un punto en el que no molestase, para preguntar al sanador - ¿Cómo puedo ayudar, Capitán? - Usó el tono más diplomático del que fue capaz. En aquellos casos nunca se sabía.

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10/12/2019, 09:40
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Mientras sacaba las tiendas enrolladas para preparar la empalizada, Tarado y Lombriz se unieron a la tarea, que manejaron con cierta rapidez. Sin embargo, viendo que Frontera era uno de los menos afectados por el frío y que se movía con soltura, Ballestero le lanzó nuevas órdenes, mandándolo a recoger leña con Keropis, al que no parecían importunar los elementos.

Si, señor. -dijo simplemente Frontera incorporándose. Allí quedaron Tarado y Lombriz montando la empalizada. Esperaba que lo hicieran bien, parecían los dos algo idos.

De un par de zancadas se plantó donde estaba Keropis y empezó a recoger la leña que este iba creando a machetazos, además de lo que Frontera lograba encontrar por los alrededores.

Keropis, compañero, dice Ballestero que sigas cortando sin parar, yo me encargo de coger la madera.

Con pasos ágiles empezó a ir y venir entre el bosque y el montón de leña sin prender junto a la fogata, que poco a poco iba creciendo gracias a los esfuerzos de Frontera y de su silencioso e inquietante compañero.

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10/12/2019, 12:09
Hostigadores: Pitonisa Khadesa.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.


La oscuridad se cernió implacable sobre Khadesa, mientras sus manos se cerraban ya en las empuñadoras de Noche y Día. Ahogada por la rabia y el dolor, su mente cedió. Como una presa que ha mantenido durante demasiado tiempo la corriente a raya, finalmente su cordura se resquebrajó al embite constante de la locura que llevaba tanto tiempo rondando y empujando. Fuera la maldición de su sangre, fuera la oscuridad que azotaba a la Compañía; quizá fueron ambas. Por fin la locura se impuso al férreo control que la Quinta había impuesto durante las últimas semanas. En su retina quedó impresa para siempre la imagen de su padre, Portaestandarte, devorado por el que otrora fuera el Capitán. Ahora ya no era más que una cáscara, un remedo de disfraz usado por el Señor del Dolor para intentar gobernar a la Compañía. Justo cuando Yamila había revelado finalmente el verdadero origen de Khadesa, desaparece ante sus ojos.

Y la oscuridad no dio paso al reparador olvido de la inconsciencia. Al contrario, sumergió a la joven Pitonisa en un océano de pesadillas, en el que se ahogaba incapaz de escapar. Se vio a sí misma ante un demonio que escarbó en su psique, buscando sus anhelos más profundos: magia, familia... Resultaba imposible resistirse a semejante violación y justo cuando pensaba que sería imposible soportar un instante más, el demonio le ofreció lo que más ansiaba a cambio de entregarle su alma, de convertirse en portadora de magia. Vio a sus padres con ella, reunidos en torno al fuego mientras Ponzoña cargaba en su regazo a un pequeño de piel tostada y grandes ojos verdes. La desesperación anidó en su ser, retorciendo sus entrañas, aún vacías de vida. Tibias lágrimas de sangre mancharon sus mejillas cuando comprendió que sólo era una ilusión. Y su naturaleza rebelde surgió con fuerza, igual que lo había hecho siempre cuando le habían tratado de imponer lo que era correcto y lo que no. 

Los últimos recuerdos se cernieron de nuevo con inusitada fuerza: Portaestandarte entregando a su Matagatos, su hermano completo, su misma sangre, la Lanza. En un último momento de cordura antes de que su mundo comenzara a retorcerse y destruirse. Giró el rostro hacia Zol Khuton, ardiendo en rabia y odio, dispuesta a enfrentarse a todo en un último arranque de cordura, igual que su padre. Y al igual que su padre sintió como su carne se desgarraba, en un continuo tormento, calculado y lento; sintió que parte de su alma era desgajada, despojada de cualquier resquicio o atisbo de magia de manera tan concienzuda que apenas podía tener conciencia de nada que no fuera dolor y desesperación. Pero aún así resistió. Aferrada al recuerdo de sus padres y a las palabras proféticas de Yamila en las que le prometía que la magia le sería devuelta. Aferrada al amor por su marido, por ese pequeño que era su futuro. Apeló a todas sus fuerzas, a su espíritu rebelde y nadó hacia la superficie.

Con un vahido, una inhalación agónica, emergió en medio de un lago de aguas cuasi gélidas y miró a su alrededor. Vio a su amor, a su vida: Ponzoña estaba allí. También su hermano, ahora Capitán; y Dedos; y Serpiente; y Campaña; y Lagrimita; y Caracabra... Allí estaban todos. Miró a su alrededor y se abrazó a sí misma mientras avanzaba hacia la orilla, presta a cumplir las órdenes de su marido y conseguir un poco de calor para su aterido cuerpo. 

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10/12/2019, 14:03
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. ¿O ES DE NOCHE?- NUBLADO. ¿O MÁS BIEN OSCURO?

Guepardo frunció el entrecejo y suspiró cuando Caracabra, ido, corrió al carro de Khadesa, alejándose del fuego. Se encogió de hombros y esperó que su evidente pavor fuera aminorando, volviendo él al fuego. Entonces una de las sombras, desde otra hoguera donde se habían masificado muchos de aquellos seres sombríos, comenzó emitir sonidos estridentes. El joven expiró profundamente, cerró los ojos y se concentró. Volvió a abrirlos y pudo ver cómo ahora las sudarios de negrura eran solo jirones que envolvían a los miembros de la Compañía. Podía ver detrás de ellas e identificar a sus compañeros. A excepción de Khadesa y de Dolor, pues carecían de las mismas al igual que él. Ya a penas le costaba hacerlo. Tuvo que esforzarse mucho en el pasado para lograrlo, pero en la actualidad no le suponía especial esfuerzo.

Volvió a centrar su atención a quien hablaba sin parar en la otra lumbre, dentro de toda la cháchara reinante. Era Ballestero. Parecía haber tomado el mando de los campamenteros. Matagatos parecía muy indispuesto. Ya sin sonidos estridentes pudo entender cómo el ballestero hacía llamamientos para que los hostigadores se unieran a ellos en su fuego, para tener más calor. El explorador no pudo evitar enarcar una ceja de incredulidad.

¿Calentarse? ¿Donde? El perímetro de su fuego está copado por gente. Ir allá supondrá quedarse en segunda fila y pasar frío igualmente, pensó el jaguar como algo evidente. Afortunadamente Ponzoña dio órdenes en otro sentido, haciendo que los hostigadores se reunieran en el fuego que Caracabra y él habían encendido. Allí habría sitio para que Campaña, Caracabra, Khadesa y su carro obtuvieran calor de la lumbre, imposible en el otro fuego.

Entonces advirtió cómo los campamenteros se disponían a levantarse ya, recoger los petates, portar si podían el fuego y acercarse a las ruinas del templo donde Barril, Analista y otros se habían aventurado a explorar. No creía haber oído orden al respecto pero el joven jaguar sonrió, en cierto modo satisfecho: el resto también comenzaban a percibir el crecimiento de las sombras. Se sentía comprendido en cierta manera.

Aquel lugar era anómalo. Las sombras no solo permanecían con los miembros de la Compañía. También se expandían en aquel lugar, de manera autónoma e independiente. Era como si ese paraje tuviera sus propios Sombríos. Quizás abandonar ese sitio y buscar otro no fuera tan mala idea.

- Las sombras crecen, Ponzoña. Y no es que anochezca - comentó a su cabo. Escuchó el tenso murmurar de Uro y asintió, internamente más aliviado de que más y más compañeros pudieran captar algo de lo que él llevaba viendo durante tanto tiempo -. Tienes razón, Uro. Te sorben las fuerzas y finalmente el alma, dejando de ti un cascarón vacío - confirmó, recordando lo que tantas y tantas veces había contemplado e incluso sentido él mismo en sus sueños -. Por mucho que alimentemos el fuego no las evitaremos - opinó.

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10/12/2019, 18:15
Hostigadores: Cabo Ponzoña.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Ponzoña acabó sentándose, incapaz de permanecer más tiempo tumbado, con los gritos y el movimiento circundante. Un fuego lento y rabioso empezaba a arder en sus entrañas.

-¡Basta! No quiero más tonterías -dijo en general, pero mirando a Guepardo y con un tono de voz que se extendió por las dos hogueras-. Hay una cosa peor que el frío que nos atenaza. Propagar el miedo. Es como el fuego que devora la hierba seca, alimentado por el viento. Hemos acabado en este lago, nuestra situación es la que es y lo único por lo que debemos preocuparnos es por lo que hay, por los problemas reales y por cómo solucionarlos y no por lo que nos imaginamos. Estamos vivos y debemos seguir estándolo. Así que el que vuelva a hacer mención de algo que mine la moral de los presentes, estará cavando letrinas hasta que se le caigan los dientes. ¿He sido claro, hostigadores? -preguntó para acabar poniéndose en pie, manteniéndose junto al fuego.

Miró en dirección a Ballestero. Se había erigido en la cabeza de los campamenteros. Mala cosa dejar que su ambición se hiciera tan evidente con la enfermedad de Piojillo, como el buitre que se alimentaba del animal aún no muerto. Y aquella vorágine de órdenes...

-Desastre. No soy sordo. Y si tienes algo que decirme en un futuro, ven hasta mí y dímelo -dijo secamente-. ¿O acaso te has convertido en una prostituta reclamando atención al tiempo que ofreces tus servicios? Eres un soldado. Compórtate como tal y no avergüences a Piojillo. Habrá lugar para él y para quien lo necesite cuando hayamos de partir, igual que para el equipo. En cuanto a la leña, que se hagan haces si contáis con cuerda y se colocarán en los laterales del carro.

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10/12/2019, 22:46
Capitán.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

Capitán estaba aterido por el frío, pero no por eso cejaba en su empeño. Piojillo estaba mucho, pero mucho más crítico de lo que cabía esperar. Casi colgando de un hilo, al borde de quedar mutilado e impedido, o algo peor. Por eso, en ese momento, no podían moverse. No si el peligro no se cernía sobre ellos, y con ese sol frío en lo alto, aún deberían tener algo de margen. Probablemente, el suficiente. Aunque desde que todo se fue por el sumidero, las seguridades habían dejado de existir. 

Cuando Reyezuelo le habló, interrumpió momentáneamente su actividad para señalar el odre que había dejado junto al fuego, sin desviar la mirada de su convaleciente paciente. 

-Que se caliente, pero sin quemarse. Va a necesitar beber algo caliente para salir adelante... Todos, en realidad, pero podemos esperar aún-replicó, reanudando de inmediato sus tareas. Sin embargo, a pesar de su concentración, era inevitable escuchar lo que ocurría a su alrededor. Algo que requeriría su atención en aquel mismo instante, de no encontrarse en peligro una de las pocas vidas que quedaban a su cargo. Sin embargo, volvió a hablar, procurando controlar el castañeteo de sus dientes.

-Puede que haya sombras, pero Piojillo necesita ser tratado. Una hora. Una hora, o poco más, y estará lo bastante bien para que le movamos. En ese momento, a no ser que algo nos fuerce antes a marcharnos, nos iremos. 

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11/12/2019, 17:36
Infantería (P): Soldado Novata Palomita.
Sólo para el director

DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

MEDIODÍA.

El crujir de la madera resonó en su cabeza como si un millar de trompetas hubieran estado esperando ese justo momento para sonar de forma simultánea. La mano izquierda fue de inmediato a la sien, tratando de acallar todo el ruido y sus ojos, apretados con fuerza, fueron abriéndose poco a poco y buscando ese sonido que la había hecho daño.
En las manos de Matagatos descubrió lo que creía que había sido el origen, la Lanza de la Pasión.

Casi de inmediato, todo el ruido cesó, de repente, como si nunca hubiera sucedido. Todo a su alrededor se sumió en un silencio agobiante, trató de gritar, pero no llegó ningún sonido. No sabía si todo había salido bien o mal, pero se lanzó en un alocado galope hacia su apadrinado, tratando de llegar hasta él lo antes posible, pero su montura tropezó y vio a cámara lenta como todo se desmoronaba a su alrededor.
Un terrible portal, con luces a sus ojos de colores violáceos, apareció de la nada y los miembros supervivientes se vieron arrastrados hacia él.

Algo tiró de ella, una voluntad superior, una promesa por cumplir o un intento de algo maligno de poseerla definitivamente, y con sus ojos llorosos, vio como era su propio hermano quien tiraba de ella. Con una sonrisa, palomita se dejó caer en el portal…

Su cuerpo fue estirado y contraído en la caída, su mente agujereada por un centenar de agujas mientras una voz, melosa y a la vez cauta, susurraba que todo acabaría, mejoraría y el dolor desaparecería para siempre, pero ella lo negaba, se resistía a que otros la gobernaran y simplemente, se negó a todo y cayó en la inconsciencia, dejando su cuerpo flotando a la deriva, pero protegiendo su mente.

Abrió los ojos de repente, aterida por el frio y aterrada por lo que había ocurrido. Sus ojos no reconocieron nada del lugar, pero si a algunos de sus compañeros – ¿Dónde estamos? – es lo único que pudo susurrar con apenas aliento.

Notas de juego

lo pongo solo para los directores por si acaso, ya que mi pasado aun está un poco difuso para mi y no quiero meter la pata en el primer post.

Si decidis que es correcto, borrad estas notas y hacedlo publico, please

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11/12/2019, 17:48
Hostigadores: Soldado Nuevo Tarado.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Tarado continuaba con su tarea de forma metódica, aquello le estaba despejando un poco la mente y ayudando a no pensar en el frío que hacía lejos del fuego. El resto de compañeros de la compañía que seguían cerca del fuego se estaban dividiendo en otras tareas. Tarado se alegró internamente por que hubiera compañeros alejándose del campamento a buscar fuego pues ellos harían de vigías por si hubiera enemigos cerca.

Colocando las telas lo más tensa posibles para evitar el aire e intercalando entre medias palos clavados al suelo para sujetar el parapeto, iba comprobando que estuviera firme. Junto a él estaba Lombriz, entre los dos debían terminar la tarea cuanto antes o no serviría para nada si moría alguien. - Lombriz tira de esta tela mientras coloco este palo - Intenta coordinarse con su compañero, aunque sabía que no le caía bien por no querer derramar sangre como la gran mayoría del grupo debían hacer bien su tarea si no querían ver a gente morir.

La lanza le servía para cavar un poco el agujero donde insertar el palo, la manta le servía para no helarse mientras estaba lejos del fuego y sus manos se quejaban pues querían volver al calor del grupo. No estaba siendo algo divertido pero se sentía agradecido de no estar en el grupo de avanzada pues seguro que si encontraban cualquier cosa querrían matarlo sin pensar en consecuencias posteriores.

Cargando editor
11/12/2019, 20:50
Instrucción: Recluta Reyezuelo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

Tal como se había supuesto, aquel hombre llevaba mucho más tiempo siendo Sanador que Capitán, por lo que le pesaba más la vida de uno de sus hombres a que otro sin rango se dirigiera a él directamente. Eran buenas noticias para todos. Asiente con un breve - Me encargo - Antes de ir a vigilar el pellejo, colocando una mano para comprobar que su temperatura era segura - y agradeciendo el calor directo de la hoguera en sus dedos insensibles esos breves instantes - Si estaba demasiado caliente un lado, le daría la vuelta para que el contenido pudiese seguir cogiendo temperatura sin que su contenedor prendiese. Una hora debería ser suficiente como para recuperar el calor.

Las palabras de Uro y Guepardo lo hacen levantar la mirada con un pinchazo supersticioso - ¿Sombras? - Se yergue nuevamente, mirando más allá del círculo protector que empezaban a marcar las cabañas, hasta el límite que trazaban los árboles más allá hasta desaparecer de la vista, tratando de localizar si éxito aquello de lo que hablaban. A pesar de la corrección de Ponzoña, al menos a él acababa de recorrerle un escalofrío la espalda. Con los dedos ateridos de frío y la cabeza medio-ida por la hipotermia, de poco le servía apretar su lanza para buscar seguridad. Y es que cuando un viejo tutor y tu hermano de capa se ponen de acuerdo en dar malos augurios, un soldado sensato presta oídos.

Chamán Rojo. ¿Cómo debemos actuar para ahuyentar esas sombras?

Cargando editor
11/12/2019, 21:14
Infantería (P): Soldado Nuevo Keropis.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

Keropis apenas se había internado unos pocos pasos en el bosque. El cielo encapotado poblaba de siniestras sombras la floresta; el viento, frío y cortante como una guadaña, ululaba entre las ramas como el aullido lastimero y quejumbroso de una bestia agonizante. Unos pasos a su espalda y el ermitaño detuvo el machetazo que estaba a punto de asestar.

—Keropis, compañero, dice Ballestero que sigas cortando sin parar. Yo me encargo de coger la madera —dijo una vacilante voz. 

El Guardián de los Muertos volvió la cabeza lentamente. El yelmo chirrió siniestramente y los brillantes ojos verdes del asceta se clavaron en el recién llegado. Un k'hlata se arrodillaba en ese instante unos pasos más allá, recogiendo con parsimonia los fragmentos de madera que habían ido cayendo desperdigados por el suelo. Sus manos temblaban ligeramente, pero no parecía estar en muy malas condiciones comparado con algunos de los que habían quedado atrás. Su nombre... ¿Quién es...? El soldado alzó el rostro por un segundo, esbozando una temblorosa sonrisa. Los ojos a media asta le daban a su expresión un aire aturdido.

—Frrronterrra... —murmuró Keropis, con su acostumbrado tono de hastío.

Sin mediar más palabra, el ermitaño reemprendió su tosca tarea, lanzando secos tajos a los arbustos.

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11/12/2019, 21:31
[RIP] Instrucción: Soldado Novato Desastre.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


La réplica del Cabo Ponzoña hacia Desastre consiguió que, por un momento, en éste último centellease la rabia bajo sus ojos. En aquellos momentos, de haberse dejado llevar, le hubiese golpeado con toda su fuerza y le hubiese explicado que es, al menos, la segunda vez que intenta hablar con él y que, hasta que no alzó la voz, no se dignó en escucharle. Pero en su lugar ya había conseguido su objetivo: una respuesta.

Bien.

Es toda la respuesta que le otorgó al Cabo Ponzoña antes de girarse hacia el resto de Campamenteros con un paso raudo, dispuesto a reportar a su líder en funciones, Ballestero. Al llegar a su altura me pongo firme.

Hay hueco para Piojillo, y para quien lo necesite cuando partamos. El Cabo Ponzoña sugiere atar en los laterales de la carreta la leña.

¿Ayudo a mover o recojo leña?

Y esperó las instrucciones.

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11/12/2019, 22:58
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL DIA. - NUBLADO.

Tenía órdenes claras, así que decidió no tentar la suerte y se puso a ello -No sé quién es ese tal Tarado, pero hay que ponerse manos a la obra-. 

De pie cerca de la hoguera, Lombriz se puso a gritar. -¡Tarado, Tarado!-. 

Pero su compañero ya estaba a su lado, comentándole algo sobre aquel parapeto inútil. Al darse cuenta de quien era Tarado, le cayó mal, de repente, muy mal y sin saber porqué. 

-El señor de la ballesta me ha nombrado encargado de los chismes de todos, pero lo primero es Piojo... Perdón, Piojillo, ponle una estera debajo, para que no toque el suelo húmedo, aunque creo que no va a valer de mucho, yo mientras centralizaré antorchas por si nos marchamos, y cuando hagamos todo eso, empaquetamos el resto- Suspiró -Eso es que nos iremos más pronto que tarde, y no quiero que me den varazos por no cumplir-. ​​ ​​​​​​

A su mente llegó un episodio que le pareció muy lejano en el tiempo, demasiado, uno en el que todos ellos apaleaban por turnos a una pobre muchacha... 

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11/12/2019, 23:35
Instrucción: Recluta Piojillo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL DIA. - NUBLADO.

Algo me mueve, algo me sacude. Miro lo que es y le veo, Cochinillo, mirándome. Pero de pronto la visión cambia. Aterrorizado, ceo como se transforma en una de esas horribles criaturas en que se convirtieron los hermanos corruptos. Empieza a devorarme, introduciendo ambas manos en su boca. ¡Noooo!

En el campamento, junto a la hoguera, por un momento me retuerzo, tratando de escapar. El sudor frío sigue perlando mi frente.

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12/12/2019, 17:49
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL DIA. - NUBLADO.

──¡Desastre!: Lombriz está organizando todo, sigue sus instrucciones, pero que sepáis que hay cuerda en mi mochila──. Era una hermosa cuerda de seda, esperaba que Desastre no la destrozara. De todos modos, ya bastante paliza tenía con las palabras de Ponzoña. No le pareció bien cargar al soldado Desastre con más información, que no por nada llevaba ese nombre.

Ballestero estaba entrando en un curioso mundo de color: jamás se hubiera pensado con esta actitud. Se regodeaba en el tono militar y exclamativo de sus frases.

Había visto a su patrón, Cortaplumas. Fue el cabo que mandó en el pelotón de Arqueros, y después, antes de que Falce lo tomara, en el de Exploradores. Él había sido su único valedor en la Compañía, y tampoco es que Ballestero se hubiera encariñado mucho con él. Pero es que hasta el presente momento, no se había roto en él esa pequeña fibra que se tiene que romper si se quiere uno dar cuenta de ciertas cosas ajenas a tu experiencia.

──¡Lombriz!: la esterilla viene bien para moverlo más rápido, y para que se le pueda envolver una vez esté en el carro.

Y para que tú estés en movimiento, quizá hubiera añadido.

No sabía si hacía bien, o si hacía mal, pero le daba lo mismo. Recordaba al Cabo Cortaplumas y, de pronto, le pareció muy importante ese recuerdo. Tan importante que era vital.