Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Verdín: La Granja Maldita.

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07/09/2020, 23:20
Infantería (P): Soldado Nuevo Campaña.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Primo Pelagatos, ¿Ayuda? ¡Campaña ayuda!

el gigante estaba detrás de Pelagatos, mirando cómo comía el caballo. Claramente le gustaban, aunque Campaña tenía realmente difícil llegar a ser nunca un jinete. Como sin darse cuenta, a veces observaba desde lejos cómo cuidaba de los animales, mientras estaba haciendo alguna cosa repetitiva y monótona.

El oscuro estaba hacía bien poco sudando la gota gorda, corriendo por el campo de entrenamiento cargado hasta la coronilla. Iba dándose de empujones a la par con Lagrimita, a ver quién desequilibraba al otro.

Pero ahora, todo sudado, estaba allí. La verdad era que la presencia de los caballos le tranquilizaba. No estaba bien, últimamente, en sus sentimientos. Le parecía, a veces, que el mundo se le le echaba encima, y que tendría que estallar para equilibrarse. Y eso Campaña no lo quería. Sólo se dejaba ir por completo en su furia en los momentos más críticos de la batalla. Cuando hacía falta llegar a los extremos para sobrevivir. Y además estaba preocupado por el Cabo Ponzoña, cuyo pie estaba cada vez peor.

Había decidido que iba a ir a hacerle al menos un poco de compañía cuando tuviera tiempo libre. No iba a hacer que su pie mejorase, pero al menos se sentiría algo reconfortado.

Miraba con los ojos grandes, ladeando la cabeza, esperando emocionado el permiso de su primo.

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07/09/2020, 23:46
Nidal: Caballero Mercenario.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

La última jornada de entrenamientos intensivos de toda la Compañía Negra en verdín transcurrió tan sólo con los incidentes que ya se habían ido produciendo. A saber, una buena cantidad de lesiones fundamentalmente menores, excepto la del Cabo Ponzoña, que era el retorno de una lesión obtenida en el Bosque Sombrío durante la Caza de los Capas Rojas.

Durante horas en el pueblo de Verdín, el caballero noble que dirigía la comitiva tributaria no paró de mirar hacia los mercenarios que entrenaban. Entretanto, sus fanáticos entraban en cada casa, en cada granero, en cada dormitorio. Los habitantes de cada vivienda entregaban sacos de harina y otros alimentos, que eran cargados en los carros del tributo por los siervos que acompañaban a la comitiva.

Después se producía un extraño suceso con tintes ritualísticos: los doloritas golpeaban a cada aldeano, incluyendo mujeres y niños, con cuerdas de nudos. Sin duda debía de doler, aunque se escuchaban pocos gritos. Fringilda era ahora la nueva Alcaldesa, al parecer, y como tal recibió más golpes, bofetones, y empujones que nadie, pese a que el cadáver quemado de su marido todavía se balanceaba colgado a la entrada del pueblo. De alguna manera, parecía que los lugareños miraban a aquella macabra efigie quemada y les daba fuerzas para soportar su ordalía mensual.

Hacia el Ocaso, cuando los recaudadores se dieron por satisfechos, se marcharon por la carretera. De regreso a Ridwan. Resultaba extraño que viajaran de noche, pues algo así parecía atentar contra todos los fundamentos de la lógica y del sentido común. Pero así era, no parecía que tuvieran especial interés en disfrutar de la hospitalidad de Verdín. No pasarían allí la noche, no comieron nada, y no parecía que hubieran violado a nadie. Tan sólo se llevaban dos carros llenos de comida después de maltratar y acosar a todos los habitantes durante horas.

Durante buena parte de ese tiempo, el caballero noble había seguido observando fijamente a la Compañía Negra. Al final, había escupido con desprecio, y se había alejado al trote, para encabezar su comitiva tributaria de regreso a su ciudad.

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08/09/2020, 15:37
Infantería: Soldado Novato Cielo.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


En vista de que la comitiva de recaudadores no parecía que fuese a tener contacto alguno con ellos, Cielo se relajó y volvió a sus quehaceres, pero sin dejar de mirar de vez en cuando, discretamente, fijándose en que el líder, jefe, o como se catalogase, de aquellos, no les perdía de vista, sin importarle apenas el saqueo, que no recaudación, que tenía lugar a escasos metros suyos.

Estaba claro... le era indiferente aquello a lo que habían ido; para él era rutina, mera rutina... hasta los castigos físicos a los aldeanos parecían serlo. Solo le parecía interesar aquello que rompía la monotonía, la presencia de la Compañía mercenaria en la zona.

Esclarecedor... bastante, pensó Cielo, sobre el modo de pensar imperante en quienes pertenecían a la clase dominante en esas tierras. Tomaba buena nota, en silencio, como siempre. Aprender te hace más fuerte, y observando aprendía sobre las gentes y usos de ese país. Miró de nuevo alrededor... si bien aquel noble, o lo que fuese, no dejaba de observarles... la Compañía también le observaba a él, fugazmente, contínuamente. Esbozó una media sonrisa, indiferente al desprecio final que les había dedicado. Los camaradas también habían observado... y aprendido.

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08/09/2020, 16:40
Instrucción: Aspirante Sabueso.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


 

Sabueso volvió a entregarse al entrenamiento, aunque de fondo, en los escasos momentos de calma escuchaba los azotes a los pueblerinos. A Sabueso la gente del campo le parecía más olvidadiza con sus obligaciones para con el Señor de la Medianoche, pero la visita periódica de los recaudadores ayudaba a que las ovejas no se salieran del redil y permanecieran siempre fieles y temerosos. La grandeza de la vida no era sino llenarla de sacrificio y de dolor. Tal y como debía ser y como debía seguir siendo hasta el final del Tiempo. El monje no volvió a prestar más atención a lo que ocurriera en Verdín.

Los golpes recibidos por Palomita en el entrenamiento le estimulaban. El entrenamiento era duro, pero estaba lejos del despiadado adiestramiento al que había sido sometido de niño. Al menos de momento. Terminó el entrenamiento del día sintiéndose bien trabajado. Entonces, sin beber agua siquiera, aprovechó unos minutos para apartarse y meditar sobre la Oscuridad y sus Misterios, sintiendo aún el calor del ejercicio en los delgados músculos que tenía pegados a los huesos.

Sabueso nunca había pensado que sería un aspirante a mercenario, pero se dijo que no era mal lugar para cultivar su cuerpo y su espíritu. Cuerpo y espíritu labrados con sufrimiento. Sirviendo a la Compañía Negra podría administrar dolor y derramar sangre ajena y propia. Eso llenaría de gozo a Zon-Kuthon. Derramar sangre, dar y sentir dolor. La Oscuridad le ayudaría y le cuidaría hasta que llegara su final. Las Sombras me protegen. Y por ahora también la Compañía Negra le ayudaba y le cuidaba. Negra, como las Sombras de Nidal.

Sabueso no creía que fuera una casualidad. Era el camino que su cruel Dios había elegido para él. Un largo y glorioso camino de dolor.

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08/09/2020, 16:46
Instrucción: Recluta Reyezuelo.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO

¿Y ésta gente nos llamaba demonios negros a nosotros? Parecen abiertos a recibir esos azotes, ese dios y su mal yuyu les dobla la mente hasta un punto impensado. Maldita sea, que el inquisidor no traiga eso y avance sobre las mentes de mis hermanos, que dudo que sean tan fuertes de voluntad como la mía. Reyezuelo se llevó la mano a sus abalorios de noble, su amuleto, no vaya ser que atraiga a los malos espiritus con esos pensamientos.

¿Qué mira tanto éste? pensó al percatarse del caballero noble observando los entrenamientos. La orden de Capitán era clara, así que no se detuvo en demasía observándolo, se limitó a continuar con su entrenamiento infernal. De seguro lo estoy intimidando.

Eventualmente estaba finalizando la jornada la cuál fue muy fructífera para el noble castor, aunque no se podía decir lo mismo del Cabo Ponzoña quién sufrió una dura lesión en su tobillo. Esta es la diferencia entre quién honra las tradiciones y ganan el favor de los ancestros benévolos, y de quien rehúsa de ellas usando armaduras metálicas, y no es la primera vez que pasa algo así. Pensó el orgulloso y tradicionalista de Reyezuelo mientras lo miraba. Si así y todo te has ganado mi respeto y reconocimiento en la compañia, por los tres Castores donde estarías ahora si además tuvieras el favor de los espíritus. Lo saludó respetuosamente con la mirada a la distancia.

Había aprendido a montar días atrás de mano de la experimentada Palomita, lo que se consideraba un tabú en la cultura K'halta, y ciertamente tenía algo de miedo de que las desgracias le ocurriesen desde entonces y fuera como con el uso de las armaduras de metal. Pero o los espiritus pasaron la ofrenta por alto o lo bendicieron de igual modo el día que abrazó a sus ancestros cuando sucedió el castigo de Desastre y comenzó a usar sus abalorios de noble.

La comitiva se estaba yendo de Verdin con las arcas de los carruajes llenas de bienes.

-Tss.. eso ha distado mucho de la honradez de los regalos de mi cultura, hasta ha sido peor que comerciar con dinero.- pensó en voz alta. Y hablando de regalos, necesitaré conseguir ese objeto mágico que encierra el sonido de las palabras, como unos anales de la historia de estas tierras extrañas y su cultura si quiero aprovechar mi buen manejo entre la aristocracia. Le preguntaré a Maestro Analista en mi próxima lección.

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08/09/2020, 17:31
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Los nuevos integrantes accedieron oficialmente a la compañía, las nuevas restructuraciones de los diferentes pelotones fueron anunciadas y poco a poco se iba instaurando un orden y rectitud que durante las últimas jornadas se fue desquebrajando ante la separación y los acontecimientos que había vivido La Compañía en ese penumbroso lugar.

Caracabra decidió ponerse a entrenar, no podía malgastar más su tiempo ya se sentía más recuperado y no dudo en ejercer su cuerpo para mantenerse en forma. El ímpetu y las ganas fueron en aumento, pero un incidente perjudicó su entrenamiento obligándolo a parar. La frustración inundó al jorobado y no pudo parar de maldecir en murmullos, había sufrido una caída y uno de los costados lo tenía muy resentido, tanto fue el dolor que el hostigador empezó a dudar que pudiera tener alguna costilla rota. A regañadientes el K'Hlata se retiró del entrenamiento. 

- “Debo de descansar, si vamos a hacer una marcha larga lo voy a pasar mal con este dolor.”

El jorobado dedicó el resto de la jornada a descansar y no hacer esfuerzos físicos, se limitaba hacer las tareas de mantenimiento del campamento, sin esforzarse ni cargar peso. Caracabra sabía que debían de iniciar un viaje y para ello debería de descansar para reponer fuerzas, sabía que iba a pasar un viaje duro.

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08/09/2020, 18:53
Capitán.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

-Que te aproveche el viaje, cretino-dijo Capitán entre dientes cuando vio alejarse la comitiva. Ese payaso no les había quitado el ojo de encima, y habían dejado secos a los aldeanos, aunque desde luego los mandaban a dormir calentitos. Aunque adorando a lo que adoraban, sospechaba que aquello tendría algún componente ritual repugnante detrás. Al menos, esta vez no les había salpicado. Aunque con los heridos en el entrenamiento, bastante iban a tener...

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08/09/2020, 19:05
Hostigadores: Soldado Nuevo Tarado.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO

Tarado decidió dedicar las últimas horas del día a prepararse para la marcha del día siguiente. Mucho habían cambiado las cosas desde que montaron el campamento actual y mañana iniciarían un nuevo viaje.

Había llegado a Verdin como un integrante de la escuadra de Campamenteros... y ahora la escuadra había desaparecido... ahora era un hostigador...

Mientras preparaba sus escasas pertenencias notaba los músculos de la espalda tensos por el duro esfuerzo realizado en los entrenamientos. Afortunadamente, sólo eran molestias musculares y no había que lamentar ninguna herida que fuera a enlentecer su paso el día siguiente.

- Quizás busque alguien con quién tomar un odre de vino... - se dijo a sí mismo mientras abandonaba su tienda...

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08/09/2020, 19:56
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO

Lombriz completó el día de entrenamiento satisfactoriamente. Pronto marcharía hacia el pueblo ese del cual había olvidado el nombre, pero, ¿Qué más daba? El trabajo era el trabajo y seguramente, para no variar, sería duro como siempre.

Una vez que el cabo y el Capitán dieron las instrucciones pertinentes sobre como comportarse con la comitva, o lo que era lo mismo, no hacer nada, Lombriz los ignoró en sus quehaceres hasta que finalmente se marcharon.

El K'Hlata estaba sudado pero no cansado, se soprendió lo rápido que el día había transcurrido, como si en vez de veinticuatro fuesen dos horas. Se encogió de hombros, nadie le había reñido y notó como su desempeño, por poco que parecía en su cabeza en terminos horarios, surtía el efecto deseado.

Una vez terminado, se asesó por completo antes de ir a buscar a su amigo Sabueso. Tení algo importante que decirle.

Le importaba poco o nada que fuese recluta, era su amigo y hablaría con él cuando le diese la gana.

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08/09/2020, 21:02
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

El oficial se largó. A Ballestero también le habría gustado observar cómo hacía esta gente sus entrenamientos, la verdad. Siempre era algo instructivo. Todavía siguió corriendo con su mochila llena de piedras durante un rato, haciendo carreras con Keropis, a veces, o con quien se pusiera a su lado.

Le dio tiempo a ayudar en las labores, para traer agua a quien no había estado tan listo en los entrenamientos, y para lavarse él mismo.

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08/09/2020, 21:43
Cuadro de Magos: Rastrojo, Segundo Mago.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Si no llega a ser por algunos gritos que habían salido del pueblo durante la penitencia, Rastrojo ni se habría enterado de la presencia de los recaudadores. Fue entonces cuando observó el pueblo desde la distancia y los vio marchar.

Esos tipos sí que saben dar muestras de poder sobre los que están abajo. Me gustan.

Gran Grajo-dijo, dirigiéndose a su pájaro mágico-, sé que no siempre nos hemos llevado bien: tu aspecto me repugna, tu soberbia me asquea y en ocasiones he querido meterte en el puchero. Peeeeero... y ese es el punto, nos irá mejor si nos cubrimos las espaldas. Eso significa que yo vigilaré para que la mascota de Serpiente no se coma tus huevos, si es que algún día se te da por fundar una familia, y tú vigilarás para que nada a lo largo del camino me coma los míos. Mañana deberás volar por delante de nosotros, y regresar si localizas algún peligro. Como hiciste en el camino del templo hasta Verdín, ¿recuerdas?

Le dio espacio a réplica, porque sin duda el Gran Grajo podría reprocharle que todo aquel entrenamiento físico estaba descuidando su formación espiritual. Si el pajarraco quería quejarse, esta vez Rastrojo se lo permitía. Al chamán le gustaba pensar de sí mismo que era muy magnánimo.

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08/09/2020, 22:30
Infantería (P): Soldado Novata Palomita.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Palomita uso las dos últimas horas de entrenamiento para enseñar tanto a Gobaldet como a Sabueso a preparar los petates para el viaje. Lo cierto es que lo que tenían que preparar era poco comparado con lo que era un petate de un miembro de la compañía, ellos apenas tenían nada que preparar, pero era un buen comienzo. 

Ella recogió sus pertenencias, excepto la tienda y las mantas para pasar la noche, pero antes de acostarse se aseguro que todo estaba listo para partir cuanto antes y se aproximó a Desastre y Piojillo, sabían de sobra preparar todo, pero era su obligación como responsable del pelotón de instrucción, al cual estaban asignados.

¿Todo listo?

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08/09/2020, 23:16
Infantería (P): Soldado Nuevo Campaña.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Campaña se levantó cuan largo era al escuchar el sonido de los zurriagazos con los que los recaudadores "agradecían" a los pobladores de Verdín sus aportaciones a los recursos de Ridwan.

Miraba fijamente, tal vez tratando de adivinar o que sentían. Campaña era, tal vez debido a alguna extraña maldición de nacimiento, prácticamente inmune al dolor físico. Era una de las características que le hacían tan temible en el combate: podían estar literalmente haciéndole pedazos, que mientras tanto seguía atacando y destrozando como si nada.

Tras un largo momento, en el que advirtió la mirada fija del noble de Ridwan, se dio la vuelta para seguir con lo suyo, sin hacer gesto alguno.

Las horas previas a la partida revisó bien su equipo, su mochila bien aparejada, todo listo para levantarse al día siguiente con la diana y echarse al camino. Había ido con su cuenco a sentarse junto a Ponzoña para apurar su último rancho allí.

Ahora estaba con los ojos abiertos, mirando las desgastadas vigas de aquel cobertizo que les había cobijado ya hacía varios días. Podía observar el cielo negro, por los numerosos agujeros y derribos de la estructura.

Al día siguiente se irían de allí, y nuevas gentes y paisajes irían a su encuentro.

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08/09/2020, 23:42
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POR LA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Guepardo guió a Plumilla entre la espesura. Llevaban casi una hora siguiendo las huellas y por fin detectaron al joven ciervo en un claro, mordisqueando una hierbas. El jaguar sonrió satisfecho y preparó su lanza. Él iniciaría la cacería y Plumilla debería concluirla.

- Con sumo cuidado y movimientos lentos - susurró a su compañera mientras comenzaba a avanzar hacia la desprevenida presa -. Ten mucho cuidado donde pisas no vayas a hacer...

CRACK.

El sorprendido e incrédulo explorador observó la rama crujiente bajo su sandalia. Después observó al cervatillo alejarse entre las matas a gran velocidad.

Esto no puede estar pasándome, pensó el joven que se apoyó sobre un cercano árbol, cansado y cabizbajo. Era el tercer día de entrenamiento y no habían logrado cazar nada. Y principalmente por su propia incapacidad. Era algo inédito, vergonzoso. Y cuanto más pues Plumilla estaba con él y no le estaba enseñando algunas cosas primordiales, sobre cómo encontrar sustento en la naturaleza. Lanzó una mirada de disculpa a la joven pero esta siempre le devolvía una amable sonrisa quitando hierro al asunto y encogiéndose de hombros. Pero él sabía qué sucedía.

Los sueños. Los malditos sueños habían regresado. Lo hacían cada vez que algo malo iba a ocurrir. Veía de nuevo a los sombríos e intuía a su padre, advirtiéndole de algo que no comprendía. Y de paso no le dejaban descansar, perdiendo coordinación y concentración por las mañanas, durante los entrenamientos. Al menos una cosa llevaban haciendo bastante bien: moverse por la espesura, por los bosques, por terrenos accidentados, sin accidentarse, sin perderse y soportando muy bien la marcha. Algo era algo.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Retornaron a Verdín con las manos vacías. Plumilla parecía satisfecha de todos modos, aunque él se sentía decepcionado consigo mismo. Había planeado minuciosamente diversos entrenamientos en la naturaleza durante los cuatro días. Pero una cosa era la teoría y otra muy distinta llevarla a la práctica, especialmente si te encuentras turbado y cansado mentalmente.

Lo primero fue ver el carromato, el tipo arrogante y acorazado subido a caballo y los revuelos que unos esbirros, al parecer del jinete, hacían a los aldeanos del pueblo mientras los saqueaban. Aquello lo tensó. Lo segundo fue observar cómo la Compañía ignoraba por completo el suceso y seguía a lo suyo. El jaguar comprendió que nada debía hacerse, aunque no pudo evitar lanzar una mirada grave al tipo del caballo. Le recordó mucho a Korvald, el hermano de Lagrimita. Con su pose arrogante y cruel que miraba con desprecio y desdén a los mercenarios. Por un instante le deseó el mismo fin que al antiguo jinete de la compañía y aferró con fuerza su lanza hasta que sus nudillos se pusieron blancos. El momento pasó y más sereno hizo lo que se hace con un molesto perro ladrador: despreciarlo, ignorarlo y seguir el camino.

Plumilla pronto fue asaltada por diversos infantes, quejosos y doloridos de numerosos accidentes durante los entrenamientos. Con una cómplice sonrisa de ánimo se despidió de ella y fue a ver a los suyos. Cada día que volvía la pierna de Ponzoña empeoraba. Quizás debiera echarle él también un vistazo a los suyos.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Observó la pierna de Ponzoña y agravó su gesto. Miró después a su superior y con su cara le dijo todo. Aquello le superaba y Matagatos iba a tener que volver a hacer algo, pero intentaría ayudar en lo que pudiera. La herida no cerraba bien y seguía infectada, supurando. La limpió con infusión de ortiga, esperando que aquello desinflamara y ayudara a desinfectar algo la herida, mostrando cómo debía hacerlo a Khadesa, quien más estaba al lado del hiena.

- Reposo y descanso, Cabo - fue todo lo que le pudo decir por el momento. No forzar la pierna y esperar el momento adecuado para volver a ser intervenido. Tenía aprecio hacia Ponzoña, pero trató que aquello no le afectara en especial pues necesitaba no tener preocupaciones en mente para así intentar dormir mejor. Partirían al alba y necesitaría estar descansado y despierto. Pero sus pesadillas nunca auguraban algo bueno.

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08/09/2020, 23:53
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Frontera se había pegado el día "entrenando", aunque más bien había estado haciendo como que entrenaba y mirando con curiosidad a aquel noble cuya repugnante misión parecía ser expoliar y torturar al populacho. Ese hombre tampoco les había quitado ojo a ellos.

Terminó de dar unas lanzadas al monigote de entrenamiento y se dio cuenta de que estaba resollando. Algo le tenía que haber sentado mal en las comidas, o se había pasado de esfuerzo un par de días atrás, porque llevaba con este dos días en los que estaba agotado y tan apenas tenía fuerzas para hacer nada. Con la energía tan bajo mínimos no le estaba cundiendo mucho el entrenamiento.

Por si eso fuera poco, emprendían un viaje al día siguiente. Menos mal que los mandos ya habían avisado que el ritmo de marcha iba a ser suave, pues no tenían ninguna prisa. Frontera lo agradecía y esperaba recuperarse durante el trayecto.

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09/09/2020, 06:25
Instrucción: Aspirante Gobaldet.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


 Alégrate. Ya no eres de esta tierra. Ahora tu tierra y tu familia son la Compañía Negra

El gesto de camaradería recibió por toda respuesta una media sonrisa y un asentimiento rotundo de cabeza. Desastre tenía razón. Sin embargo, aunque se alegraba por él, no era un insensible. Esa gente, y él mismo hasta ese momento, pasaban por lo mismo al menos dos o tres veces al año. Aunque la religión oficial fuese un culto al sufrimiento, no significaba que todos los nidaleses fuesen masoquistas. Claro, siempre habían algunos locos fanáticos -pensó mientras miraba a Sabueso- pero el común denominador eran personas bastante normales que aceptaban el sufrimiento como el epítome de la experiencia humana. A nadie, excepto a esos locos, le gustaba sufrir. El tema estaba en que el sufrimiento te dignificaba a ojos de Zon-Kuthon.

En opinión de Gobaldet, ya bastante sufrían cuando se llevaban los alimentos antes del invierno, como para que encima los jodiesen a base de bien. Aquello era mero cachondeo. Esa gente se divertía golpeando a los indefensos nidaleses, por más excusa que el clero quisiera ponerle una justificación religiosa a esa práctica. Si Zon-Kuthon aprobaba esto, era un cabronazo.

Pero es el Dios de estas tierras. Tiene todo el derecho de ser un cabrón, ¿no?


FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

Gobaldet entrenó a media marcha. Estaba sumamente cansado de los días anteriores, y el espectáculo en Verdin que montaron los recaudadores lo distraía de vez en cuando. No era que lo viera, pero los sonidos le llegaban igual, aunque apagados. Necesitó de cada pizca de autocontrol que tenía para mantenerse mínimamente pendiente de las órdenes de Palomita, y lo consiguió a duras penas. 

Agradeció en el alma cuando su maestra les dio el alto y los enseñó a realizar los quehaceres previos a levantar el campamento. Ya había terminado la jornada, tanto para los verdineses como para la Compañía Negra, así que se dispuso a poner en orden sus cosas para el viaje del día siguiente.

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09/09/2020, 12:53
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


 

El entrenamiento se prolongó por un rato más, ya que el Capitán querría que los hombres estuvieran frescos para viajar al día siguiente. También había mucho que recoger y empaquetar, y es que el carro de Khadesa y la carreta que habían traído de la misión de los Capas Rojas tenían un espacio limitado. Barril esperaba hacerse con más impedimenta en su nuevo destino, además de poder disponer de la primera parte del pago por su nuevo contrato, un carromato y caballos de guerra.

Al poco paró el entrenamiento, pasó revista a las heridas que habían sufrido los hombres en estos días, que por fortuna eran de poca consideración, y pidió a Lagrimita y Plumilla que les echaran un vistazo.

— Los heridos pasad por los curanderos de Infantería, ya sabéis, Lagrimita y Plumilla. En cuanto a vosotros dos, si lo que veis sobrepasa vuestro conocimiento hablad con Guepardo o con el Capitán directamente. De ser esto último, que os lleve Grito. Sí, he dicho Guepardo; parece que el Jaguar sabe bastante sobre sanación, y nunca había hablado demasiado sobre ello, así que quizás os pueda enseñar un par de cosas.

Por lo demás romped filas y que todo el mundo prepare su petate, mañana salimos para Carnonegro. Serán dos días en los que trataré que las mochilas vayan en el carro para que podamos viajar con carga ligera. Iremos despacio pero mejor estar listo para imprevistos. Descansad, comed y bebed, estad preparados.  —

A pesar de que los ruidos de los azotes y desmanes que se producían en Verdín llegaban perfectamente hasta su posición, parecía que Barril no se veía alterado lo más mínimo por lo que allí acontecía. La ley en este país dictaba que la adoración al tipo del Dolor daba carta blanca a estos azotamientos rituales y los que vivían allí lo aceptaban como un evento más sin rechistar, así que no iba a ser él quien lo sancionara.

Era harina de otro costal el pagado de sí mismo noble que los dirigía. Sin duda pertenecía a la clase dirigente del país, y el máximo dolor que recibía era cuando se cortaba con una hoja leyendo en su cara biblioteca. Les observó como si fueran cucarachas, haciendo patente su desprecio de lo observado en su partida. Nada le pudo importar menos a Barril. Estaba claro que tendrían que tragarse el orgullo de manera continua tratando con estos estirados hideputas nidalenses, cuyo concepto de ser la raza superior era más que patente. — Bien, que escupan y agiten sus emperifollados culos, mientras nos quedaremos con su oro y luego veremos... —

Aún les quedaban por tragar carros y carretas en este nuevo país, así que este pequeño ejercicio de ignorar al noble de turno de los muchos que verían en el futuro le sirvió a Barril para empezar a practicar el no hacer aprecio, lo cual era el mejor desprecio. Aunque sí cayó en algo, algo que creyó oportuno comentar con el Capitán, a quien se acercó con paso largo y pesado.

Capitán, no he podido por menos que observar que los recaudadores ni se han acercado a comprobar nuestra identidad, ni se han preguntado el porqué de hombres armados en una de las villas de su país. Es de suponer que por algún medio, mundano o no, estaban apercibidos de nuestra presencia y puede que de hasta nuestro próximo destino.

Habrá que tener cuidado en el viaje a Carnonegro; si somos ya tan conocidos, hay varios frentes en estas tierras, y no todos nos tienen simpatía. —

Tras atender a cualquier posible instrucción del Capitán, Barril se retira soñando con el ataque nocturno a un par de carromatos llenos de comida. Gritos, sangre y verdadero dolor enseñarían a estos imbéciles algo sobre la vida antes de abandonarla. Si hubiera sido un cargamento de ron, quién sabe lo que hubiese pasado esa noche en la oscuridad del bosque.

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09/09/2020, 14:55
Infantería: Soldado Novato Grito, Segundo de Infantería.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

La comitiva se marchó por donde vino después de atormentar durante horas al castigado pueblo de Verdín, cuando volvieron a pasar por la altura del campamento el noble al mando de la comitiva probó la paciencia de Capitán, con lo que sin duda era una mirada provocadora que no obtuvo respuesta alguna por parte del líder de la compañía, sin duda había cosas más importantes en las que pensar.

La marcha empezaría al día siguiente y aunque no se esperaba un camino complicado había muchas cosas que ordenar y recoger, no llevaban en aquel campamento mucho tiempo, pero el suficiente como para haber esparcido muchas de las cosas que ahora tocaba acarrear, por suerte el carro y la carreta servirían para aliviar un poco la carga de heridos y pesos.

Grito escuchó las últimas instrucciones de Barril asintiendo por la parte que le tocaba, era hora de acelerar los últimos preparativos y recuperarse lo antes posible para estar al cien por cien a la mayor brevedad.

Sin duda la incorporación de Plumilla a la infantería sería de gran ayuda y sus servicios no se hicieron esperar después de los entrenamientos de los últimos días pues hasta Lagrimita, hasta aquel momento único sanador de la infantería, necesitaría de una buena cura.

Tan solo quedaba emprender la marcha a la mañana siguiente, era un camino conocido gracias a la presencia de Gobaldet, pero el movimiento de la compañía también era conocido por personas ajenas y aquello siempre añadía un poco de incertidumbre ante emboscada enemiga.

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09/09/2020, 17:00
[RIP] Instrucción: Soldado Novato Desastre.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Desastre era un soldado. Es más, un guerrero. El hasta cierto punto esperpéntico espectáculo de los golpes de aquellos dementes doloritas a esos otros dementes del pueblo que les había acogido, no le supuso ninguna tristeza, y tampoco demasiada preocupación. Cualquier guerrero que supera su primera campaña sabe que la gente, fundamentalmente, está tan loca como Campaña en sus peores momentos.

La idea hizo sonreír, levemente, a Desastre, quien apreciaba tanto la fuerza y amor a la compañía de Campaña como para considerar el pobre intelecto del gigantón como poco más que una nota colorista en el margen de su personalidad.

¿Qué era el insulto de quienes no son miembros de la Compañía? ¿qué importaba el desprecio de quien no conocía lo que era poner la vida en manos del capullo integral que te insultó hacía apenas unas horas y que, sin embargo, sabes que va a hacer lo posible por mantener la jodida posición?

Desastre era un soldado, pero también era fundamentalmente un hermano. Un hermano de idiotas como Campaña, de resentidos llenos de ego como Rastrojo, de listillos petulantes y crueles como Serpiente, de soberbios encegados por su posición como Ponzoña... ¿Para qué seguir listando? De todos y cada uno de los crueles idiotas cobardes y llenos de avaricia que componían la Compañía Negra.

- Que te den, cretino- pensó casi divertido cuando el jefe de aquella banda de payasos convertidos en torturadores se marchó con su magro botín- Cualquiera de esos que desprecias, con sus muchos defectos, son mejores que lo que tú y tu jodida estirpe seréis en mil vidas -una nueva sonrisa apareció en sus labios- Cualquiera de ellos puede llegar a ser un tigre, y tú no llegas ni a conejo.

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09/09/2020, 17:50
Infantería (P): Soldado Nuevo Keropis.

FINALIZANDO LA JORNADA: TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO

Cuando los recaudadores entraron a Verdín, la pequeña aldea se convirtió en un hormiguero. Idas y venidas, empujones, sacos y cajas amontonadas en las lodosas callejuelas... Desde la distancia, el ermitaño no podía llegar a descifrar las palabras que se pronunciaban entre las vetustas cabañas, pero no hacía falta ser un lince para deducir que el supuesto cobro de impuestos se asemejaba más a un pillaje que a otra cosa. Los aldeanos se arracimaban en pequeños grupos, contemplando impotentes y sumisos como sus reservas de comida y sus pertenencias eran esquilmadas sin contemplaciones. De vez en cuando, los recaudadores apartaban a uno o varios de los granjeros y los azotaban, sin embargo no hubo ningún intento de defenderse ni de protestar. 

Essstán rrrotosss... Vacíosss... Losss han pisssado tantasss vecesss, durante tanto tiempo, que ya ni sssiquierrrra sssueñan con alzarrrssse...

Tras un largo rato, Keropis perdió el interés y decidió volver hacia el granero. Ya lo hasss visssto demasssiadasss vecesss, viejo..., pensó, no puedesss sssalvarrr a quién no quierrre serrr sssalvado... Cuando iba a volverse, se percató de la presencia del jinete. El nidalita, posiblemente el jefe de la comitiva de recaudación, observaba sin pudor la granja que la Duodécima habían convertido en su cuartel general. Los distinguidos ropajes y esa petulante pose, le señalaban como miembro de la aristocracia local. O tal vez se tratara de un mando medio la jerarquía religiosa. Quizás incluso las dos cosas a la vez... Le recordó a otro joven noble que en un pasado olvidado, a un mundo de distancia, también había creído que el mundo le pertenecía por derecho de nacimiento. Negó con la cabeza y regresó sobre sus pasos hacía el campamento.

Pasó lo que quedaba de tarde transportando barriles de aguada y reforzando los estsfermos de la zona de entrenamiento, que después de cada sesión acababan cimbreando como borrachos, desgajados de sus bases por el ímpetu y la violencia de los mandobles de los mercenarios.

Al anochecer, regresó al granero. Las órdenes de Barril habían sido claras y sencillas: prepararse para la marcha del día siguiente, descansar, comer y beber. Las pertenencias del Guardián de los Muertos eran escasas y su petate estuvo preparado en unos pocos minutos. Keropis no tenía hambre ni sed y solamente había un lugar donde deseara descansar.

Comparrrtamosss una última muerrrte, Ungido...