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La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Verdín: La Granja Maldita.

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05/09/2020, 11:14
- El Pulso de la Sangre.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

La Compañía Negra llevaba tres días y medio entrenando duramente en el terreno alrededor de la Granja Maldita, desde el alba al día siguiente de la noche de los nombramientos, las degradaciones, el castigo a Desastre, y la disolución de los Campamenteros.

Las tareas de recogida de leña, agua, y caza habían quedado relegadas al mínimo, priorizando el duro entrenamiento, sobre todo por Pelotones, pero en algunos casos también individual, y la vigilancia.

Desastre había pasado los dos primeros días en la Tienda de Mando, siendo atendido casi continuamente por el Capitán. Al tercer día, ambos habían abandonado la Tienda de Mando y se habían incorporado, cada uno por su lado, a los entrenamientos.

Desastre seguía estando herido, pero sus heridas ya eran lo suficientemente moderadas como para permitirle unirse a los ejercicios del Pelotón de Instrucción de Palomita, eso sí, sin demasiados sobreesfuerzos. Las heridas y lesiones entrenando estaban resultando muy comunes, algo normal con este frío, y estas condiciones tan duras de entrenamiento.

Capitán había evaluado someramente las lesiones. En general no revestían gravedad, y fundamentalmente habría que aflojar un poco el ritmo una vez completada esta última tanda de entrenamientos. El camino a Carnonegro sería relajado, Gobaldet había asegurado que dos días eran tiempo de sobras para llegar. Después habría que establecer un campamento en ese pueblo, y eso sería duro, pero siempre podía destinarse a los lesionados a las tareas de guardia.

Cosa distinta era el tobillo de Ponzoña, volvía a estar gravemente lesionado, y Capitán creía que seguramente habría que operar de nuevo, pero no hoy, pues eso supondría no poder contar con el Cabo del Pelotón de Hostigadores para nada en varios días. Habría que esperar a una ocasión más propicia.

Esa mañana se había producido un hecho extraño, aunque a nadie había extrañado demasiado entre tantos sucesos extraños en las últimas semanas. El Mago Serpiente se había internado a solas en la linde del Bosque Sombrío la pasada noche, y al alba había regresado con una víbora sobre los hombros. Lo más extraño de todo es que ambos, humano y animal, tenían los mismos ojos verdes de reptil, ligeramente luminiscentes.

Poco antes del Mediodía, Capitán ordenó una breve pausa para beber y lavar las heridas. Temprano a la mañana siguiente habría que realizar una nueva aguada para el viaje, además de recoger todo el equipamiento útil de la Granja que pudieran transportar en los dos carros y medio de los que disponían.

Entonces los centinelas avisaron de que se veía algo por el camino del Sudeste. Eran dos grandes carros abiertos con cuatro caballos. Les acompañaba un caballero noble, seis siervos, y lo que parecían seis fanáticos siniestros. Probablemente se tratara de la comitiva tributaria de Ridwan. Los carros llegaban vacíos y esa misma tarde seguramente se marcharían llenos de alimentos para la ciudad de Ridwan.

Notas de juego

// Se incorpora a escena: Desastre.

 

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05/09/2020, 14:16
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Habían mandado un alto en las tareas y entrenamiento, y un totalmente sudado Lombriz, se cargó el escudo a la espalda y su hacha al cinto para asearse un poco.

Muy lejos en el tiempo quedaban para él la fiesta propuesta por Ponzoña, el ascenso de Dolor y su transvase a la infatería. Para él, es como si llevase ya toda la vida en dicha escuadra, y los Campamenteros se difuminaban en las brumas del olvido como si nunca hubieran existido.

Totalmente empapado tras echarse un par de cubetas de agua por encima, escuchó el pesado traqueteo de aquellos carros y su comitiva. No le gustaba, absolutamente nada, todo en aquella tierra tenía trazas de oscuridad y maldad, una maldad como aquella que los amenazaba desde tiempos pretéritos, aunque para Lombriz aquella maldad siempre estaba oculta tras las sombras, la había sentido pero no tan de lleno como sus compañeros, un mecanismo de su fracturada mente para seguir adelante. Lo que para muchos eram amargos y dolorosos recuerdos, pesadillas oscuras y sentimientos de zozobra, para el K'Hlata era más bien una amenaza sutil que permanecía escondida, como el monstruo debajo de la cama o dentro del armario, el que se esconde en oscuras esquinas esperando el momento para saltar sobre su presa.

Y ese mal campaba a sus anchas por aquella tierra de mierda. Tan solo hacía falta contemplar la comitiva que llegaba al pueblo, con aquellos fanáticos desquiciados como escolta, con su jefe, un noble subido en su ego y prepotencia que seguramente se sentiría orgulloso de expoliar a esos desgraciados de Verdín.

Escupió al suelo mientras los contemplaba, y tras esto buscó a su amigo Sabueso con la mirada, pues no tenía un cálculo hecho de cuanto tiempo había pasado tras hablar con él por última vez.

¿Meses? ¿Días? ¿Horas? Se encogió de hombros, pues no importaba el tiempo, si no la necesidad de hacerlo.

Se dirigió a Grito en la pausa ordenada por el Capitán, con su armamento ya sobre el cinto.

-Jefe de pelotón Grito, con su permiso iré a hablar con mi amigo el aspirante Sabueso en esta pausa para el descanso, si es que está libre de los entrenamientos de Palomita-

Señaló la comitiva, no de manera demasiado expresiva, para no dar la nota de manera evidente.

-No me gustan- Comentó al León Hambriento. -Apuesto mi soldada que ese noble embutido en lujos no ha doblado el lomo en su puta vida, salvo para castigar a los que considera inferiores, maldito perro de mierda- Bufó -Y esos tipos fanáticos, menuda impresión que dan, van avasallando con el miedo por bandera, así no deberían de ser las cosas-

Esperó a que le dieran o no permiso para hablar con su amigo Sabueso, mientras se alisaba el pelo mojado hacia atrás.

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05/09/2020, 14:53
Capitán.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Allí estaba la comitiva que debía llegar, según tenía entendido. Colecta de impuestos... Por algún motivo, estaba seguro de que aquello, en aquel país, iba a ser algo más que el normal intercambio de monedas y sacos de grano. Y, por la experiencia que habían tenido hasta el momento, aquello podía desembocar rápidamente en un incidente si no hacía algo para impedirlo. La diferencia fundamental es que, esta vez, sí que estaba allí, listo y atento para que no volvieran a meterse en un pozo de mierda hasta el cuello. 

-¡Cabos!-dijo, llamando a ambos, mientras estiraba un poco sus articulaciones. Había entrenado, aunque pocos días, a niveles casi demenciales, y sin embargo parecía fresco como una rosa. Si la pátina de sudor no estuviera sobre su piel, cualquiera diría que se había dedicado a dar un paseo. Una vez ambos se presentaron, bajando la voz, les dijo:

-No se va a repetir lo del señor de Malar. Esa gente está aquí para hacer un trabajo, y no nos incumbe entrometernos ni buscarnos problemas. Ninguno de los soldados o de los aspirantes le dirá absolutamente nada a la comitiva. Que procuren ignorarles y no atraer su atención sobre nosotros. 

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05/09/2020, 15:46
Instrucción: Recluta Piojillo.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Al escuchar el traqueteo y la orden del Capitán para parar los entrenamientos, levanto brevemente la cabeza. Con una mueca de dolor por las quemaduras que tengo en la planta del pie, aprovecho para sentarme en algún sitio y revisar cómo van las ampollas. Mientras tanto comento al resto del pelotón lo que sé de quienes se acercan.

La comitiva de Ridwan, la ciudad que no debería existir. No es que sea un nombre oficial, pero me pregunto quién construye una ciudad en un sitio donde no tiene suministros para hacerlo. El único modo que tiene de sobrevivir es expoliar los pueblos de alrededor.

Recomiendo no prestarles atención, jefa Palomita añado, si todo va bien se marcharán enseguida. Es mejor no inmiscuirnos y dejar que las cosas sigan su ritmo.

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05/09/2020, 17:09
Infantería (P): Soldado Nuevo Keropis.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Keropis dejó de correr en el instante en que percibió la traqueteante llegada de los carruajes. Había perdido la cuenta de las vueltas que había completado en su marcha alrededor del campamento de la Compañía. Su nuevo cabo no había escatimado esfuerzos en mantener preparada y bien engrasada la máquina de lo que iba a ser el nuevo escuadrón de infantería de la Duodécima: maniobras como unidad, combates simulados, marchas con armadura y todos los pertrechos a cuestas...

El ermitaño había cumplido todos los ejercicios con ese estoico e inquietante silencio que los antiguos campamenteros ya conocían. Cuando realizaba combates simulados con sus compañeros, los mandobles que recibía eran respondidos por el crujido de su escudo y un somero gruñido. Ni siquiera parecía jadear después de las carreras. Con el paso de los días, la herrumbrosa armadura había ganado nuevos rasponazos y abolladuras, fruto de la dureza de los golpes del enorme Campaña y del orondo Barril. El estilo de lucha de Palomita y Lagrimita, a pesar de pertenecer también a la nueva unidad de infantería pesada, era algo más sutil que el de los otros dos oscuros; algunos de sus ataques habían dibujado nuevas marcas en el desastrado yelmo del ermitaño. Más allá de esas señales externas, los tres días de entrenamiento intensivo no parecían haber hecho mella alguna en el Guardián de los Muertos.

Con paso tranquilo, se dirigió hacia la granja, atento a las posibles órdenes de su superior.

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05/09/2020, 22:38
Instrucción: Aspirante Sabueso.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Sabueso detuvo el entrenamiento cuando escuchó los avisos de los centinelas y recibió la orden de parar, y poco después, los carros de los recaudadores. También escuchó a Piojillo, ahora su compañero de instrucción, hablar con gran atrevimiento sobre Ridwan.

—  Si Maestra Palomita permite hablar a Sabueso... Sabueso escucha a Piojillo hablar de Ridwan, pero cree que Piojillo no sabe qué representa Ridwan. — dijo con una voz tan fría como la escarcha que cubría los charcos del campamento por las mañanas — Ridwan existe donde Ridwan debe existir, ni una legua más allá. Los pueblos cercanos deberían sentirse honrados por dar su alimento a Ridwan. Ridwan es un lugar muy importante en Nidal.

Contempló los enormes carros acercarse y los hombres que los ocupaban.

— Pero Piojillo tiene razón en que es prudente guardar silencio. — dijo Sabueso, preocupado de que en algún momento delicado asomara algún mercenario menguado con alguna irreverencia. Le vino Chamán Rastrojo a la mente. — Suele ser lo más seguro. — dijo casi en un susurro, con la cabeza levemente ladeada, muy atento a los sonidos de los hombres que llegaban y a los olores que la brisa fría le traía.

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06/09/2020, 11:32
Infantería: Soldado Novato Cielo.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Días de entrenamiento se habían sucedido, días en que se había sumado su mal dormir habitual, a la fatiga propia del ejercicio. No obstante, se sentía fuerte y listo para lo que fuese necesario. Ello no evitó que se sorpendiese ante la comitiva que llegaba, encabezada por un noble. Se quedó mirando, especialmente, a unos tipos de aspecto extraño... no le gustaban; tal vez por su aspecto, tal vez por su forma de moverse, tal vez porque oliesen a algo que no le gustaba, pese a la distancia y estar a contraviento.

Asió la lanza; entrenaba con equipo completo, como de costumbre, para no perder el hábito de la impedimenta que pudiese llevar en combate, y se dirigió hacia la granja, con paso tranquilo; quería estar cerca por si se requería actuar a la tropa, o si esta era llamada a formar, o para vigilar a esos tipos... o todo a la vez.

Sea como fuere... parecía que la estancia en la Granja podía tocar a su fin. En breve, partirían, en esa compañía, y empezarían su misión con el tal Inquisidor. Pudo observar como el resto de compañeros miraban en dirección a los recién llegados, y poco a poco se iban moviendo de modo similar al suyo; era de esperar que llegasen órdenes pronto, y había que estar listo para cumplirlas, sean cuales fuese, a la máxima velocidad posible.

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06/09/2020, 12:56
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


 

No había suficiente cerveza en aquel barril para que el grueso Cabo Barril tuviera que recordar una de sus resacas. Había bebido, hablado y observado, mientras se daban bienvenidas y despedidas en aquella noche hacía tres días ya. La camaradería parecía surgir entre los diferentes miembros de la Compañía, les arropaba como una manta sedosa, oscura y cálida en la noche. Siempre había alguna arista disonante, pero el orondo Cabo esperaba que el tiempo y el entrenamiento terminaran de pulirlas.

Por cierto que empezaron los entrenamientos, y como nuevo Escuadrón de dos partes diferenciadas, entre Grito y él mismo crearon una rutina de entreno grupal. A base de carrera con impedimenta, entrenamiento con estafermos, calistenia diversa y prácticas con diferentes armas, consiguieron que la mayoría de ellos aprovecharan bien el tiempo. Hubo algunos heridos de poca o media consideración, pero Barril lo achacó al óxido que como una pátina sobre la que había que aplicar un constante frotar, debían quitarse de encima desde que habían llegado a Nidal. Aquello funcionaba, no tan rápido como Barril hubiera querido, pero ya se veía brillar algo debajo.

La llamada del Capitan el pilló en medio de uno de los entrenamientos. Estaba golpeando el escudo de Romo desde diversos ángulos y fuerza (sin daño para el mismo) en orden de que el ya veterano infante se acostumbrara a golpes de una fuerza superior a lo normal, cuando tuvo que dejar a Grito a cargo del entrenamiento, y se dirigió rápidamente a la vera del Capitán. Iba más rápido de lo habitual, ya que estaba entrenando en una modalidad que había lucido a menudo estos días: Había retirado parte de los brazales y grebas de su pesada armadura, optando por vestir sólo el casco y el peto, lo cual le daba un aspecto no menos amenazador, ya que el fornido Cabo se movía tan rápido así como un K'Hlata con armadura ligera, tal era su fuerza.

Asintió a las palabras del cabeza de la Compañía, saludó a Ponzoña interesándose por su reciente lesión para luego desearle una pronta recuperación, y luego volvió a la carrera hasta el lugar donde entrenaba su Escuadrón.

— Parece que tenemos compañía. Los tipos de Ridwan que vienen a chupar la sangre a los de Verdín finalmente se han presentado. No nos incumben y nadie les debe prestar más atención que a una mosca que pasa cerca. El Capitán ha dado orden de no interaccionar con ellos. Si alguno se dirige a vosotros, avisadme, nada más. —

El gigantón Oscuro ni siquiera había perdido el aliento en su paso ligero de la ida y venida hacia el Capitán y pronto se puso a entrenar de nuevo con Romo, si bien antes, como por casualidad, recogió su mandoble de donde descansaba y lo colocó a su espalda. Nunca sabía uno qué podía necesitar tener a mano en un momento dado.

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06/09/2020, 15:02
Infantería: Soldado Novato Romo.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Había disfrutado de la celebración que realizaron tras las nuevas que transmitió el capitán a los miembros de la CompañÍa. Pero esa situación de festejo y relajación terminó en la noche y al día siguiente volvieron a la rutina habitual, aunque esta vez con los nuevos cambios asignados para la escuadra de hostigadores e infantería -las únicas que existían en estos momentos dado el número de miembros que tenía actualmente la compañía-. 

El entrenamiento durante este tiempo fue duro, pero necesario para que todos se adaptasen con los nuevos miembros asignados a la escuadra de infantería. A pesar de las prácticas, algunos de sus compañeros de escuadra tuvieron alguna que otra lesión menor. Romo en ese sentido tuvo bastante suerte. Le tocó entrenar con el Cabo Barril, el cual lanzaba poderosos golpes con su arma al escudo del guerrero que tenía que aguantar sus embestidas. Era una forma de aprender a luchar contra un enemigo que era a todas luces más fuerte que tú, y si bien era cierto que el Cabo Barril no estaba utilizando toda su fuerza en esos golpes, no podía negar que estaba esforzándose para poner en aprieto las defensas de Romo. Desde luego, el brazo que sujetaba el escudo estaba sufriendo a base de bien esas embestidas. 

En uno de los días llegó una nueva comitiva  de Ridwan pero por orden del capitán y del cabo, ninguno de los presentes debía interaccionar con ellos. Estaban allí para hacer su trabajo y no era de nuestra incumbencia entrometernos. Y así iba a actuar Romo, que iba a seguir en esos momentos entrenando con el Cabo Barril. 

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06/09/2020, 18:36
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Habida cuenta de que ahora estaba en el mismo cuerpo que Khadesa, y teniendo en cuenta que habían acordado que le enseñaría el manejo de la ballesta, Ballestero acordó con ella los momentos en los que tiraría al blanco, practicaría la carga rápida o limpiaría y pondría a punto su arma.

Participó en los entrenamientos grupales rápido y siempre a punto. Estaba ágil, andaba listo, aparecía en el momento oportuno, trabajaba en las aguadas, hacía guardias, se multiplicaba y en algunos momentos daba la sensación de que estaba en todas partes.

Tal era el efecto de dos cosas: no tener la pesada responsabilidad del mando, una. La otra fue que logró dormir un par de noches. Aquello había sido como el agua para el viajero del desierto.

Ya se encontraba buscando y cargando el arma, cuando escuchó las ordenes de Capitán a los cabos. Se detuvo medio segundo. Destensó la cuerda un poco desilusionado. Guardó el arma y siguió dando vueltas al campo de entrenamiento con su mochila cargada de piedras.

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06/09/2020, 20:21
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

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AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Lombriz asintió a las palabras de su nuevo cabo y dejó de mirar a escondidas a la caravana. Tenían razón los jefes, aunque el Capitán siempre tenía sus particulares maneras de ordenar las cosas, como si tuviera un palo dentro del culo, aunque pensándolo mejor, era la manera apropiada, pues tal y como andaban las cosas antes, estaba seguro de que alguno metería la pata de mala manera. En sobreaviso estaban.

-Casualidad, mi cabo- Comentó Lombriz divertido -Que han llegado justo cuando se ordenó el descanso, jaja- Rio el K'hlata. Respiró profundamente antes de volver con los entrenamientos.

Desde que lo habían transferido a la infantería, se notaba a sí mismo más...Feliz y contento podía decirse. Y todavía faltaba la reunión de la infantería, momento el cual esperaba Lombriz con ansias.

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06/09/2020, 21:29
Instrucción: Recluta Reyezuelo.

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AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

El camino hasta aquí no había sido fácil, pero Reyezuelo al fin comenzaba a notar que estaba recuperando sus antiguas habilidades como guerrero. A lo largo de los últimos entrenamientos le obsesionaba la idea de demostrar ante todos su valía, su superioridad innata. Tal era así que se esforzó por destacar y lo consiguió.

Su cambio no solo era espiritual y mental, sino que también en el plano físico había entrenado exigiéndose mas allá del máximo que había demostrado hasta aquellos días, solo detenía su entrenamiento infernal cuando se lo ordenaban. No se sintió nunca exhausto ni sufrió heridas algunas.

Prometí expectativas, y las cumplo. Que se sepa que soy de confianza.

Vió al caballero noble y la comitiva que lo acompañaba a lo lejos, no pudo evitar pensar que sus conocimientos diplomáticos y nobiliarios serían de utilidad para los mandos en estas situaciones, aunque aún no conocía las costumbres nobles de esta cultura.

Eso cambiará. Me adaptaré.

Reyezuelo continuó entrenando arduamente, pero listo y preparado por si los mandos dictaban alguna orden ante los nuevos visitantes de Verdin.

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06/09/2020, 22:43
Cuadro de Magos: Rastrojo, Segundo Mago.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Ajeno a la llegada de los recaudadores de impuestos, Rastrojo se palpó el brazo.

Creo que me está saliendo bola. ¿Me está saliendo músculo? Si pliego mucho el brazo, casi se nota-dijo a nadie, porque a nadie le importaba-. ¿Por qué con los entrenamientos de los Hostigadores nunca conseguía nada y en tres días con el Cabo Barril me estoy poniendo buenísimo?-porque en los Hostigadores Rastrojo nunca había entrenado en serio.

Se puso la palma sobre el pecho. El tórax tenía el mismo perfil huesudo de siempre, ahí no había pectorales desarrollados ni se les esperaba.

Sí... estoy muy cachas... yeah.

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06/09/2020, 23:52
Infantería (P): Soldado Nuevo Campaña.

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AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Campaña andaba muy callado.

Los entrenamientos habían sido más que satisfactorios. El enorme oscuro estaba recuperando claramente sus pasadas habilidades. Realizó en aquellos días varias hazañas de fuerza que impresionaron a quienes las vieron. Un golpe de Campaña era tan devastador que a menudo sólo hacía falta uno para derribar, completamente malogrado, a su adversario. Las carreras cargado con la impedimenta y armado hasta los dientes no representaban un gran reto, pues eran algo que él ya hacía antes por propia iniciativa. El coordinarse con el resto de sus compañeros de Infantería pesada, bajo las retumbantes órdenes de su Tío, el Cabo Barril, ya era harina de otro costal. El soldado parecía cada día más fuerte y capaz.

Ahora que no le veía a todas horas, no hacía más que pensar en el Cabo Ponzoña. ¿Y si se quedaba cojo para siempre? Su pie no sanaba, aunque los días iban pasando. ¡Pero si el Hiena se curaba con rapidez de las heridas, raspones, cortes, mordiscos, cualquier cosa que le pasara! ¡Tenía una gran resistencia y estaba acostumbrado a la dureza de la vida al aire libre! Él le había visto recuperarse de un día para otro de golpes y heridas. No lo entendía.

El entrenamiento era bastante intenso, pero los escasos momentos en los que quedaba libre aprovechaba para darse una vuelta y ver cómo iba su amigo.

Sólo pensar en que podía fallarle el apoyo que, espalda contra espalda, siempre tenía en la batalla del Cabo Ponzoña... todo ello le hacía sentir inseguro, extraño.

Cuando llegaron aquellos hombres, apenas se fijó en ellos. Eran como parte del paisaje para él.

Al menos, por ahora.

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07/09/2020, 00:17
Instrucción: Aspirante Gobaldet.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Aprender era una parte continua de la vida, y Gobaldet aprendió que a veces darlo todo no era lo mejor. No estaba preparado físicamente para esfuerzos tan grandes, y el sobreentrenamiento terminó por pasarle factura. Todo el cuerpo le dolía, cada músculo, grande o pequeño. Aquello había terminado por mermar su rendimiento de gran manera. Ojeroso, sub recuperado, incluso algo desganado en los pequeños espacios en los que se le permitía descansar.

Palomita era una gran maestra, sumamente estricta. Gobaldet estaba a casi nada de la devoción absoluta a su instructora. Entrenó con Sabueso, Piojillo, y Desastre. Clava contra lanza, clava contra espada, clava contra lanza. No estaba claro aún si llegaría a ser un gran guerrero, pero la firmeza de su carácter, y su disposición de seguir órdenes daba cuenta de que sí llegaría a ser un excelente soldado.

Observó a la comitiva de recaudadores de Ridwan. ¡Cuánto sufría el pueblo por aquellas garrapatas! Pero así eran las cosas. Esos hijos de puta no habían movido un puto dedo para acabar con los Capas Rojas, y aún así, ahí estaban, listos para llevárselo todo. Cada año morían varios niños de hambre producto de la rapaz depredación de sus alimentos por parte de la autoridad central.

Antes de darse cuenta, se encontró apretando la clava hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Ya no es tu problema. El razonamiento le llegó como traído por el viento, y se llevó la rabia que sentía. Respiró profundamente, y se giró para seguir concentrado en el entrenamiento, obligándose a ignorar la caravana.

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07/09/2020, 03:17
Hostigadores: Soldado Nuevo Dolor.

TRANSCURREN TRES DÍAS Y MEDIO DE INTENSOS ENTRENAMIENTOS.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Tres días de intenso entrenamiento transcurren sin mucho más que sobrevivir y luchar contra nosotros mismos por mejorar en nuestras capacidades. Cuando ya no somos tantos integrantes como para vencer por superioridad numérica, debemos esforzarnos en que nuestras capacidades individuales destaquen muy por encima de la normalidad. Esa es la única forma de ser un elemento a considerar en un enfrentamiento, la única manera de que valga la pena contratarnos para un conflicto.

Es por ello que luchamos por mejorar cada día, contra el dolor y el agotamiento, contra la pereza y el cansancio, contras mentes y nuestras voluntades. Nuestros propios límites son puestos a prueba para terminar siendo los mejores y conseguir destacar como debemos.

En mi caso, me llevó hacerme un par de heridas con mi propia lanza, lo que me causa extraña lesión con un aspecto horrible, como si estuviera infectada con magia de la más oscura mas creo que sanará normalmente si consigo mantenerme lejos de mi lanza por un tiempo. Es por ello que apenas la sufro, continúo entrenando con otras lanzas que pueda conseguirme y también sin ellas, enfocándome en exigir el máximo de mi físico y mis condiciones.

Así pasan los días mientras entreno todo lo que me permiten, ignorando a veces mis propias necesidades, las que cumplí solo lo indispensable para que mi salud no decayese. Entonces, poco antes del mediodía de la tercera jornada, vemos como llega al pueblo un grupo que claramente parecen ser fanáticos del Señor de la Medianoche, algo así como cobradores de Ridwan, para llevarse recursos del pueblo. Me parece una mierda pero he visto mierdas mayores así que me da lo mismo.

Lo importante es que los mandos ordenan que ni siquiera les dirijamos la palabra, por lo que estoy decidido a cumplir mis órdenes y no acercarme ni de lejos a esos hijos de puta.

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07/09/2020, 09:46
Infantería: Soldado Novato Grito, Segundo de Infantería.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Los entrenamientos empezaron sin más dilación, en apenas cuatro días partirían a su nuevo destino y no había mejor manera de invertir el tiempo que restaba en entrenar, sobre todo teniendo en cuenta el movimiento de efectivos entre escuadras los cuales debían ser integradas.

El ejercicio físico fue intenso durante los días, trabajando según lo dispuesto por Barril, la mala suerte o quien sabe que otros factores hicieron mella en algunos miembros de la infantería entre los que se incluía el propio Grito.  Un movimiento forzado hizo que su codo derecho se resintiera, necesitaría algunos días de reposo en la articulación para que volviera a estar a pleno rendimiento. 

El león entablillo el codo con ayuda de Plumilla, recién incorporada a la infantería que tanta falta hacía.  Aunque no estaba impedido para el combate, esto serviría para no forzar el codo, teniendo que dejar a un lado su lanza por unos días y pasando a entrenar con el machete y su mano izquierda.

Al fin los entrenamientos del tercer día dejaron paso a un merecido descanso, Lombriz se acercó para solicitar permiso y retirarse cuando apareció la comitiva que estaba por llegar a Verdín.

Por supuesto Lombriz, no hace falta que pidas permiso para disfrutar de tu tiempo libre como desees, el entrenamiento ha acabado por ahora.

En aquel momento el cabo intervino para trasladar las ordenes de Capitán de no relacionarse con los recaudadores.  Entendido cabo, bastantes enemigos tenemos ya en esta tierra para buscar más sin una buena razón.

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07/09/2020, 17:43
[RIP] Instrucción: Soldado Novato Desastre.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.


Aún duraban en el cuerpo maltrecho de Desastre las secuelas de las terribles heridas que había ocasionado la vara (que los dioses o los espíritus debían haber convertido en acero) y que había desollado la piel, casi llegando al hueso. Afortunadamente las curas de Capitán habían reducido la gravedad de las heridas, y desde hacía un día y medio, ya en pie, se veía al k´hlata del tigre recuperando poco a poco la coordinación, tratando de cazar alguna pieza, pero por ahora, quizás por estar aun convaleciente, sin conseguirlo.

Esa mañana ya se encontraba con su escuadra y, al escuchar las instrucciones, asintió, poniéndose cerca de la jefa de instrucción, y esperando que no hubiera nuevos problemas. Escuchó las intervenciones de Piojillo y Sabueso, pero sin pronunciarse. De lo que sí se dio cuenta fue del gesto de "Carapan", que era como había empezado a llamar a Gobaldet para sí, a la espera que le pusieran un apodo en la compañía. El gesto de odio y rabia. Podía comprenderlo.

- Alégrate. Ya no eres de esta tierra. Ahora tu tierra y tu familia son la Compañía Negra- le dijo en un susurro mientras le ponía de forma amistosa la mano en el hombro.

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07/09/2020, 18:01
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

Constancia, sacrificio y esfuerzo estaban demostrando ser tres pautas útiles en el progreso físico y marcial. Gracias a que las lesiones le respetaron, Pelagatos pudo adaptarse a un ritmo de trabajo óptimo. Cuidando la alimentación y dando los estímulos pertinentes a su cuerpo, éste reaccionó de manera adecuada. Poco a poco su manejo de la espada larga se volvía más digno, su cuerpo se endurecía más e incluso algunos músculos comenzaban a mostrar relieve. Sus entrenamientos como jinete estaban siendo especialmente fructíferos, lo que en parte le preocupaba pues en muy pocas ocasiones había tenido opción de combatir a caballo. Confiaba en tener más suerte en ese aspecto en el próximo contrato.

Las preocupaciones sobre el nuevo papel del pelotón de los hostigadores aumentaban, temía que dejaran de ser la unidad de élite para convertirse en los nuevos campamenteros pero con un nombre nuevo. La nueva lesión de Ponzoña en el tobillo no ayudaba a la situación. El pelotón era obviamente más débil y no tenía muy claro que se esperaba de ellos en momentos de acción. Confiaba en que el paso del tiempo les permitiera colocarse en una situación digna.

La llamada de atención de Capitán sirvió para que Pelagatos ni se molestara en aparentar que prestaba atención a los recaudadores de impuestos. Realmente no era un tema que le preocupara, no buscaba salvar a los oprimidos, no era esa clase de soldado con aspiraciones a héroe de cuento infantil. Su senda era diferente y por eso no le preocupaba demasiado aquella situación salvo que influyera de alguna forma en uno de sus contratos.

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07/09/2020, 20:30
Infantería: Soldado Novato Preocupado.

VIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 24, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: DESPUÉS DEL OCASO. - CLIMA: CIELO NUBLADO. HA DEJADO DE NEVAR

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Preocupado levantó su jarra tras el brindis de Lagrimita y, tras sus siguientes palabras, su piel se tornó algo más rojiza de lo normal.

-B-bueno para qué mentir, es lo mejor que me ha pasado desde que llegamos... -respondió sonriente y tímido a la vez, mientras se rascaba ligeramente el cuello. 

 

VIGÉSIMO SÉPTIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 28, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: POCO ANTES DE MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. FRÍO SECO.

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Preocupado no estaba pasando por su mejor momento, eso estaba claro. No sabía muy bien qué le estaba pasando, aunque seguramente el nuevo reparto de escuadras y la preocupación por sus nuevos compañeros le estaba pasando factura. Debía centrarse más en el entrenamiento, pero le dolía todo el cuerpo. Por suerte, Capitán ordenó que descansaran y se lavaran las heridas. "Eso último me llevará un buen rato..." pensó.

Mientras se acercaba a donde se encontraba el agua, Preocupado escuchó en la lejanía algo que no encajaba. Algo se estaba acercando cada vez más hacia ellos y, antes de que pudiera temerse lo peor, los centinelas avisaron de la llegada de unos carromatos. 

"La comitiva de Ridwan", "... dar su alimento a Ridwan...", había escuchado decir a Piojillo y Sabueso. "No me gusta nada todo esto, no me fío de ellos". 

Cabo Barril les ordenó entonces no hacer nada y Preocupado obedeció, por lo que continuó su camino para lavarse las heridas. Sin embargo, su preocupación ahora era aún mayor.