Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Campamento Principal: Zona de los seguidores de campamento.

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09/01/2013, 21:09
Manta.

Manta escucha todo el intercambio en silencio. Derviche, obviamente, no ha comprendido nada. La chiquilla que acaba de llegar, Plumilla, otra de las reclutas, y una del as pocas aspirantes que esforzó por ganarse el aprecio de sus compañeros, tampoco parece darse cuenta. Pulga sí. Es un chico espabilado, más que Manta. Aunque la falta algo que él sí tiene. No encuentra la palabra adecuada para describirlo en lengua k’hlata, pero el Gordo Wem utilizó en una ocasión un apalabra en su lengua. Apenas la chapurrea, pero recuerda bien esa palabra: Pragmatĭcus.

Derviche se aleja, y Manta aprovecha el momento para acercarse al muro y sentarse junto a su amigo. Pulga está encogido contra la pared, tratando de mantener todo su cuerpo en la sombra. Él, sin embargo, se pone cómodo bajo el sol. Ha vivido toda su vida bajo su fulgor, y disfruta con su abrasadora caricia.

Pulga prosigue su juego de dobles sentidos con la inocente k’hlata, y no tarda en estar de pie, jugando con ella.

—Creo que es Plumilla la que podría enseñarte a bailar a ti —exclamó alegremente, sonriendo a sus compañeros—. Se te da mejor la flauta.

La sonrisa de Manta se diluye cuando la silueta de Derviche entra en su campo visual, y por un momento, los giros de la alegre Plumilla le recuerdan a los de la taciturna fanática. También fuiste una chiquilla inocente una vez, ¿verdad, Derviche? ¿Te hicieron que tuviste que inventarte una amiga imaginaria y rechazar a las personas de verdad? Y tú, Plumilla, ¿qué ocurrirá cuando un día nos envíen a luchar, y tengas que matar o morir? ¿Te convertirás en otra Derviche?

—Plumilla — Manta abre la boca, casi inconscientemente, y las palabras se escapan antes de que pueda retenerlas—, ¿por qué te uniste a la Compañía?

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09/01/2013, 21:21
Plumilla.

Plumilla tomó la mano de Pulga, más áspera que la suya y más alargada, pero no mucho más robusta que la suya. Dio un par de vueltas alzándose sobre la punta de un pie y se impulsó con el otro, dejándolo apoyado sobre el empeine del que se servía para girar.

-¿Y ya está?-rió la joven  sacudiendo los hombros- es demasiado sencillo.

Plumilla se balanceó ligeramente, cambiando el peso de pie mientras Manta daba su opinión sobre lo que hacían, de buen talante.

-Si Manta dice que se te da mejor la flauta tendrá razón-opinó ingenua rascándose el puente de la nariz con el pulgar. Manta hizo una pregunta que hizo que Plumilla borrara la sonrisa de su cara despacito para adoptar una leve mueca de tristeza dejando los labios entreabiertos y agachando la cabeza.

-No tengo un hogar al que volver-dijo con sencillez, la musicalidad y alegría que daban sentido a sus palabras había dejado paso a un tono suave y aterciopelado lleno de serenidad dejando la melancolía y el dolor tras ese velo. Se miró los pies unos segundos más hasta levantar la cabeza con una nueva sonrisa, si bien podría ser que ésta no fuera tan amplia como las acostumbradas en ella.

-Os toca responder. ¿Cómo acabasteis en la Compañía?

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09/01/2013, 22:54
Derviche.

Derviche se quedó mirando y negó con la cabeza la inocencia de esa pobre chica bailarina. Pulga era capaz de vender hasta a su madre para conseguir lo que le apetecía. Derviche no era hábil como él y nunca consiguió nada con sus palabras. Con la fuerza sí, pero ya se le agotó esa posibilidad. Por eso prefirió mantenerse lejos de sus potenciales víctimas.

Brilló como un diamante negro en el sol. El calor secó las gotas de agua que recorrieron el moreno cuerpo de la k'hlata. Se volvió a acercar a la sombra, debajo de un árbol. No muy lejos de ella estaba sentado Odio. A él ni le temía ni le veneraba, solo era uno más, pero estaba entre los pocos que respetaba.

Empezó a escucharlos hablar sobre la razón de estar en la compañía. Era obvio, no había otro lugar. Derviche suspiró y empezó a jugar con un mechón de pelo. La mente la llevó de viaje por los recuerdos. Ignoró sus sentimientos y advirtió a la pequeña bailarina.

-Si este es tu hogar, cuídate de las ratas, miró a Pulga y lo señaló con un gesto. No seas tan confiada... No le hacía gracia ninguna el vago, pero ella ,por lo menos no era tan inocente y fácil de engañar como Plumilla. Luego miró a Manta, por lo menos este mantiene su boca cerrada, no siempre, pero... no le romperé los huesos en el próximo entrenamiento, mientras que a ti, sus ojos miraban fijamente a Pulga.

-A ti te voy a dar una buena paliza. No hacía falta decir más. Su voz como un gruñido dejó claro que Derviche no bromeaba.

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09/01/2013, 23:33
Odio.

- No creo que merezca la pena - sentenció con una voz ronca y rasgada el Hiena. No solía hablar, por lo que las primeras palabras solían ser bastante apagadas. La garganta y lengua resecas no ayudaban. El hombre miró a Derviche con cierta... ¿complicidad? Entendía lo que quería hacer, incluso le hubiese ayudado, pero realmente pensaba que no merecía la pena. Pulga, tarde o temprano, se ganaría un verdadero castigo por tener una lengua tan larga y afilada, pero aquél no era el momento, ni el lugar.. y posiblemente, tampoco fuese la razón adecuada para hacerlo.

Era raro que Odio hablase, normalmente no se dirigía a nadie, normalmente pensaba que las palabras estaban sobre valoradas y se usaban demasiado a la ligera, y normalmente nadie le hablaba, así que tampoco tenía que responder a nada. Su mirada se apartó de la de Derviche, volviendo a trasmitir esa furia y crudeza habitual, esta vez.. dirigida a la nada.

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10/01/2013, 06:24
[RIP] Pulga.

Plumilla giró un par de veces con más gracia y talento de lo que Pulga hubiera imaginado, estaba claro que no era la primera vez que lo hacía y por sus palabras Pulga se imaginaba que estaba acostumbrada a bailar y que aquello solamente era un juego para ella. Miró a Manta tras su comentario todavía con cierta cara de sorpresa, creía que por primera vez había tenido una sorpresa agradable desde que se alistara como recluta y eso solamente ya servía para alegrarle el día.

-Tienes mucha razón Manta, creo que es ella quien debe enseñarme. Pulga volvió a mirar a Plumilla con una gran sonrisa en la cara. Nos has engañado, estoy seguro que sabes bailar mucho mejor que todos nosotros juntos. Aquello tampoco era muy difícil viendo el elenco de brutos que les rodeaba. Siempre he querido aprender a bailar mejor, así que espero que puedas enseñarme. Volvió a mirar hacia Manta. Pues no se me da mal tocar la flauta, en cuanto tenga una os lo demostraré y Plumilla tendrá música para bailar todo lo que quiera.

Claro que no estaban en la tienda de Grog y sus momentos de ocio eran más bien escasos. Incluso estaba seguro que algunos de sus compañeros verían con malos ojos un poco de diversión. Algunos parecía que solo pensaban en matar, claro que eso podía ser lógico si estaban intentando entrar en la Compañía Negra. Por eso la pregunta de Manta tenía cierta lógica, ya que gente como él, Pulga, Plumilla y algún otro no encajaban allí dentro. Pero al final casi todos tenían el mismo motivo, la Compañía Negra era el único sitio a donde podían ir.
La respuesta de Plumilla fue sencilla y Pulga pensó que aunque seguramente había una historia fascinante detrás y muchas cosas que no contaba sus palabras habían sido sinceras. Normalmente nadie hablaba de ese tema, solía resultar incómodo.
Mientras pensaba una respuesta, fue Derviche la que se acercó para hablar, parecía que hoy estaba de buen humor. Cuando descaradamente lo llamó rata, Pulga le sonrió y contrayendo su labio inferior sacó los dientes frontales superiores mientras movía un poco la mandíbula e imitaba el gesto y los sonidos de las ratas.

-Que comparación tan desagradable Derviche, ¿Acaso se te ha olvidado mi nombre?
Gulg ya le había apodado como Pulga y así lo conocían todos los reclutas. Y si las pulgas no te gustan, cosa que comprendo, puedes llamarme Monito, así me conocen todos en el campamento. Todas las chicas dicen que soy muy mono. Pulga dibujó su mejor sonrisa para todos. Pero no es culpa tuya, has errado en tu comparación porque no me conoces bien, si me conocieras hubieras dicho otra cosa, lo se. Por eso podemos ser amigos si quieres y conocernos mejor ¿Que te parece? Puga le guiñó un ojo a Derviche esperando que aceptara su propuesta.

La propuesta no debió gustarle a la K'Hlata pues vino seguida de una amenaza, sería mejor no entrenar con ella nunca. Además a Pulga no le gustaba golpear a las mujeres y tan solo lo haría en un caso de vida o muerte. Odio, para sorpresa de todos, intervino intercediendo por Pulga. Seguramente no le importara lo más mínimo todo aquello y tan solo quería menospreciarle, queriendo indicar que él no merecía ni el gasto de las energías que conllevaría pegarle. A Pulga no le importaba, con eso le bastaba.

-Haz caso a Odio, un guerrero respetable donde los haya. No merece la pena que peleemos entre nosotros cuando somos compañeros. Te aseguro que no nos faltará gente contra la que pelear.

A diferencia de la mayoría, Pulga se había criado entre los seguidores de campamento desde que tenía uso de razón, La Compañía Negra ya era su tribu y otros habían sido los motivos que le habían llevado a alistarse, motivos que no podía ni quería explicar.

-Yo crecí en la Compañía Negra, así que aquí es lo más normal que un muchacho huérfano y sin familia se aliste, es la mejor opción si quieres tener una paga y comida a diario.

Es la mejor opción si eres un tarugo que no sabe hacer otra cosa, en el campamento podría vivir mejor y ganar más dinero, disfrutar en la tienda de grog por las noches y de compañías mucho más agradables.

Miró al resto. Como era de imaginar la mayoría habrían tenido que salir corriendo de sus tribus, demasiadas malas actitudes estaban allí reunidas como para que hasta sus propios familiares pudieran aguantarlos. Tan solo unos pocos intrigaban realmente a Pulga.

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11/01/2013, 12:57
Manta.

—Lo siento —se disculpa Manta, al ver el cambio de expresión de Plumilla—, lo estaba pensando, pero no pretendía decirlo en voz alta.

Todos llegan a la Compañía por las mismas razones. Exiliados, criminales, huérfanos, vagabundos. Gente que no tiene otro lugar al que ir. Cuando algo así le pasa a una chica como Plumilla, tiene que haber dolor detrás. Y ella aún no ha perdido la inocencia, a diferencia del resto de la presente compañía.

Derviche vuelve a intervenir de forma cortante y hostil, y Pulga, de nuevo, es incapaz de frenar su lengua. Plumilla, aparentemente algo más animada, devuelve la pregunta lanzada por Manta.

Pulga es el primero en responder, con su inagotable verborrea. Manta ya conoce la historia, pues no es distinta de la suya. Ambos, y no son los únicos, han estado siguiendo Compañía desde la infancia, malviviendo de lo que podían mendigar, u ocasionalmente robar.

—Pulga y yo crecimos con los seguidores de campamento —interviene Manta, con bastante más parsimonia que su compañero—. Habrás escuchado a los hermanos hablar de ellos con desprecio, pero sobrevivimos a la infancia gracias a su caridad. Cuando consideran que eres lo bastante grande para no necesitar caridad, tienes que buscarte la vida, y ser parte del a Compañía es fácil y seguro. Comida diaria, soldada si acaban enviándonos a pelear, cuanto más tarde mejor si queréis mi opinión, y un poco de seguridad.

Tampoco es que hubiera otra oportunidad. Quién iba a aceptar a un aprendiz que no fuera de su sangre y que quizás un día, cuando fuera demasiado viejo, le robar a la clientela.

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12/01/2013, 21:26
Derviche.

-No, no vale la pena, respondió Derviche tan malhumorada como siempre. Giró la cabeza y clavó su mirada en los ojos del hiena. Bien sabía que era mucho más alto y fuerte que ella, pero el aburrimiento la mataba más que la estupidez de los dos vagos juntos.

-¿Y tú? ¿Vale la pena medir nuestras fuerzas? Sabía que era más que probable que el guerrero la derrotara, pero perder delante de alguien como él no iba a ser humillante.

-No podemos luchar, pero ¿echamos un pulso? La lucha la iban a dejar para los entrenamientos. Ahora era un buen momento para hacer este tipo de cosas que no hacían daño a nadie. Derviche siguió mirando a Odio esperando una respuesta y deseó que el hombre aceptara el reto.

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13/01/2013, 01:40
Odio.

La mirada de Derviche, sin duda, era intensa y habría impresionado a más de uno. Pero Odio había sufrido, a lo largo de su corta vida, el peso de ojos cargados del mas profundo resentimiento y desprecio, por lo que ni se inmutó ante la brava guerrera. Lo que si le sorprendió es que quisiera retarlo y socializar algo con él, aunque fuese retándolo a un pulso.

El Hiena permaneció unos minutos mirando e inspeccionando a la joven, intentando averiguar si había alguna intención oculta tras sus palabras.  Sus ojos, siempre cargados de odio.. la miraban inquisitivamente, curiosos.

- No veo razón para no hacerlo, tampoco para hacerlo. Si así lo quieres, adelante - realmente le daba igual el pulso, incluso ganar o perder.. pero le vendría bien llevarse medianamente bien con alguien de la compañía, todos lo miraban con recelo.. y eso, en el fondo, no le gustaba nada.

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13/01/2013, 12:00
[RIP] Pulga.

Pulga asintió a las palabras de Manta. Eran viejos conocidos del Campamento, aunque se habían movido en distintos ambientes durante sus años de juventud. Ambos tenían versiones bien distintas de lo que significaba ser parte de la Compañía Negra, pero al menos tenían un objetivo común, estar lo más cómodos posibles allí dentro.
Cuando Derviche y Odio se propusieron a hacer un pulso Pulga giró su cabeza sin soltar en ningún momento a Plumilla. Vio una oportunidad de diversión y de negocio.

-¿Un pulso? ¡Que gran idea! Pulga miró a su alrededor y comenzó a llamar a todos los compañeros que tenía cerca. ¡Derviche y Odio van a hacer un pulso! ¡Se admiten apuestas! Los ganadores se reparten lo recolectado y el 5 por ciento se lo llevará el ganador, otro 5 por ciento para la casa. Añadió guiñando un ojo a Manta. Venga animaros. ¿Quien ganará, la chica bendecida por la Diosa o el poderoso guerrero?

Pulga esperaba que aquello despertara interés entre sus compañeros y sacar algo de beneficio de todo aquello.

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13/01/2013, 12:11
Plumilla.

Plumilla enarcó las cejas con las explicaciones de Manta y Pulga, a su mente acudió un recuerdo.
"-Es mono ¿no creéis?
-Sí, tiene rabo y salta. Ahora vuelve a tus quehaceres, niña"

Resopló por la nariz procurando ignorar ese pequeño retazo de recuerdo de una vida dejada atrás.
Derviche consideraba que debía tener cuidado con las ratas. Pero Pulga no parecía una rata... ni Manta, ninguno de los dos estaba cubierto de pelo.
Ni tenían los dientes largos y curvos en contínuo crecimiento.
Lo del rabo no quería ni pensarlo.

Parpadeó saliendo de su ensimismamiento con la voz de Derviche proponiéndole un pulso al hiena. Plumilla temía a Odio en su fuero interno de la misma forma que temía a Ponzoña. Afortunadamente no tenía que lidiar con ninguno de los dos, especialmente si Odio no reparaba en ella.
Apretó la mano de Pulga que seguía sujeta a la suya y dijo con voz clara mirando al suelo:
-Yo apostaría por Odio.¿Qué vamos a apostar?

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13/01/2013, 12:23
[RIP] Pulga.

Al menos Plumilla se había interesado por el asunto, seguro que el resto también. Y la pregunta era interesante, seguro que muchos de sus compañeros no tenían ni donde caerse muertos.

-Se puede apostar cualquier cosa. Dijo para que todos lo escucharan. Desde dinero, un arma, una manta, turnos de guardia... lo que se os ocurra. Claro que con la poca imaginación que tienen estos tarugos poco más se les ocurrirá. Clases de danza. Dijo mirando directamente a Plumilla. Luego los ganadores recuperarán su apuesta y recibirán del resto una parte proporcional a lo que hayan dado, cuanto más valor tenga lo que apuestes, mas recibirás si ganas.

Esperó que todo hubiera quedado claro, aunque seguramente sería mucho esperar de aquel grupo que todos lo hubieran entendido. Pulga sacó una reluciente moneda de plata y la mostró a todos.

-Yo apuesto una plata por la Diosa. Dijo mientras miraba a Derviche y le guiñaba un ojo. No me falles ahora preciosa. Dijo sin saberse muy bien si se dirigía a la moneda o a la muchacha.

Puso su moneda en el suelo.

-Quien quiera apostar algo que lo deje junto a mi moneda y que diga por quien apuesta.

Notas de juego

Aclaración: Podéis apostar lo que se os ocurra y que esté en vuestros inventarios. Nadie perderá nada, DarkMaste ha prometido que restaurará todo a sus dueños originales. Es tan solo una manera de hacer más creíble la escena.

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13/01/2013, 12:31
Keropis.

El ermitaño apareció prestando atención por las apuestas y por el combate que esto conllevaba. No había prestado mucha atención a las palabras ya que le sonaban a "blablablablabla". Esa manía que tenían de hacer ruido y comentar todo lo que hacían era algo que no acababa de entender Keropis.

-Apuesssto mi rrración de comida de una sssemana a que gana Derrrviche -dijo entrando a participar en la apuesta. Le encantaba ver las peleas y no le importaba intentar ganar algo con ellas. Bastantes pocas cosas tenían ya en la Compañía, pero al menos no tenía que pensar a donde ir o qué hacer.

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13/01/2013, 12:44
Plumilla.

La K'Hlata miró sorprendida a Keropis.

-¿De toooooda una semana?-Plumilla miró al ermitaño, inclinándose con el leve tirón del Pulga al dejar la moneda- vale, pues yo... mmm yo me apuesto... una semana de servidumbre. Completa.

La apuesta de toda una semana comiendo doble era fuerte y ella no pretendía quedarse atrás. ¿Qué era lo peor que le podían mandar? ¿Guardias? ¿Recados?

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13/01/2013, 14:06
Sabandija.

Sabandija encontró divertida la apuesta. Aunque no tenía muy claro quién ganaría, le parecía un juego como otro cualquiera.

Observó las apuestas de los demás, había quienes apostaban dinero y quienes apostaban servicios. Como no tenía ni dinero ni ganas de pasar hambre o vergüenza a manos de nadie, decidió que lo mejor sería dar algo que tuviese un valor apreciable en monedas.

Se quitó un abalorio de los que llevaba al cuello, un sencillo collar de piedras blancas, y se dirigió al lugar donde había depositado Pulga su moneda. Dejó allí la joya:

-Odio -dijo simplemente, sin dirijirse a nadie en particular, aunque sabía que al menos Pulga lo oiría.

Hecho se apartó de la zona de las apuestas, y aguardó en silencio pero con una sonrisa divertida en su rostro.

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13/01/2013, 19:38
Derviche.

Derviche miró expectante a Odio, le gustó su mirada cargada rabia. Ellos eran guerreros, no necesitaban tanta palabrería como los inútiles que les rodeaban.

Se levantó de su sitio y se acercó a un tablero que les servía de mesa. No tuvo prisa al andar y se estiró los brazos por el camino. El sol bañaba su cuerpo dando a su piel y cabello de color bronce, un extraño brillo metálico.

A su alrededor, Pulga organiza apuestas. No se sorprendió, es habitual en él aprovecharse de cualquier situación. Derviche no se interesó nunca por ese tipo de ganancias fáciles. Su propósito en la vida era de valerse por sí misma, su diosa lo exigía. Ignoró a sus compañeros y solo se fijó en Odio.

Colocó el codo en la áspera tabla de madera y levantó la palma de su mano en el aire. Se volvió para mirar a su contrincante y le hizo una señal con la cabeza para que se acerque. Estaba preparada para la derrota o para lo que venga.

 

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13/01/2013, 20:47
Manta.

Manta observa la conmoción generada por el pulso entre derviche y Odio, y alentada por la apuesta de Pulga. El campamento es un lugar aburrido, y no le sorprende que sus compañeros campamenteros aprovechen cualquier situación para extraer algo de emoción a la rutina. Él no tiene esa necesidad. Le gusta la monotonía. Disfruta sumido en sus propios pensamientos. No posee la agilidad mental de alguien como Pulga, pero tiene suficiente paciencia como para mantener las ideas en la mente durante tanto tiempo como le es necesario

A la moneda de plata de Pulga, que Manta se pregunta en el bolsillo de qué desafortunado la habrá encontrado, siguen apuestas que sobrepasan cualquier proporción razonable. Los campamenteros son aún reclutas, aparte de la escudilla y los derechos que lleva aparejados, por la que sufrieron el terrible adiestramiento, no poseen nada que no trajeran consigo a la Compañía. Y la mayoría llegaron con poco más que unos trapos para cubrir su desnudez y un palo para defenderse. A falta de algo de valor material, Keropis, que ha llegado en el momento preciso, no duda en apostar las raciones de una semana. Se puede sobrevivir una semana sin comer, pero hacerlo por una apuesta… ese hombre está loco. Plumilla, demostrando que efectivamente, el sentido común es el menos común de los sentidos, ofrece por su parte una semana de servidumbre. Por fortuna, los que han apostado contra ella son Keropis, que hasta el momento se ha mostrado inofensivo, y Pulga, que probablemente no la forzaría a hacer nada contra su voluntad.

El joven k’hlata se mantiene en silencio. Es poco lo que tiene, pero ha sufrido por ello, y no lo va a sacrificar al capricho del  azar.

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14/01/2013, 01:11
Odio.

La aceptación del desafío lanzado por Derviche pareció levantar una expectación mayor de lo esperado por Odio. No le incomodaba ser el centro de atención, aunque no estaba para nada acostumbrado, ya que la gente solía apartarle la mirada e ignorarlo por completo. Pulga montó una apuesta alrededor de todo aquello, se había convertido en algo más que un simple pulso, al menos para quién hubiese apostado algo, porque al hiena le daba exactamente igual.

La seguidora de la Diosa parecía ansiosa por empezar y se colocó en posición. Odio la observó en silencio, esperó pacientemente que ella se sentase. El sol golpeaba el rostro imperturbable del hiena, que permaneció quieto unos largos segundos. Después, con parsimonia, se acercó a la mesa, se sentó... y colocó el brazo en posición, su áspera mano asió la de su "contrincante".

- Suerte - pronunció

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14/01/2013, 13:54
[RIP] Pulga.

Pulga sonrió ante la buena aceptación de su idea por parte del resto de sus compañeros. No todos se había animado, pero si los suficientes como para tener jugosos premios que repartir. Hasta el estirado de Sabandija había apostado un collar.
Hizo un resumen mental de lo que había en juego hasta ahora. Su moneda de plata y una semana de comidas de Keropis si ganaba Odio, contra el collar de piedras de Sabandija y la semana de servicios de Plumilla si ganaba Derviche. Pulga sonrió con la apuesta de Plumilla.

¿Como puede ser tan inocente? Me cuesta creer que este fuera el único sitio al que podía ir, en la tienda de grog tendría mas futuro sirviendo mesas, o entre las putas, pero como guerrera...


-¿Una semana de servidumbre? ¿Completa? No puedo imaginarme que quieres decir con eso.
Dijo Pulga sarcástico, sabiendo que la inocente de ella no se podía ni imaginar lo que él o cualquier otro se imaginaría. Manta ¿Tu no te apuestas nada? ¡Vamos hombre anímate!

Tanto Derviche como Odio parecían dispuestos a comenzar la competición inmediatamente. Así que Pulga tiró suavemente de la mano de Plumilla y se acercó a ellos, no quería perderse la victoria de Derviche, ni soltar su futuro premio.

-¡Venga! ¡¿Nadie mas se anima?! ¡Que esto está a punto de comenzar! Ultima oportunidad de apostar algo.

Pulga pensó que quizá la sola confianza en Derviche y su Diosa no bastara para ganar, a veces los dioses no son favorables a los pequeños planes de los mortales.

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14/01/2013, 16:16
Odio.
- Tiradas (1)

Notas de juego

Menuda tirada... entre eso y que voluntad +0 y Ataque Base +1... si había pocas oportunidades de no ser provocado..

Cargando editor
14/01/2013, 17:02
[RIP] Pulga.
Sólo para el director
- Tiradas (1)