Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

La Gran Sabana: Caminos de tierra.

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20/11/2011, 23:26
Ojopocho.

Golpeo el escudo de Jabalí con el arco - Coincido - Pasan horas caminando, y de nuevo, como en la mañana que fueran a buscar leña, Ojopocho no encuentra ni una sola alimaña a la que disparar, no es raro, lo raro sería toparse con una madriguera en el camino esperando ser hurgada, pero era una posibilidad.

La noche se echa encima, y parece acamparemos... en territorio de los caimanes negros... conocía bien esta zona, muy bien, de nuevo hace frío, y parece que tendremos el mismo problema que la noche anterior, los enfermos no van a tener un descanso apacible, cuando el grupo se detenga, aprovecho que conozco bien la zona para buscar en unos metros alrededor algo que valga la pena - Jabalí guarda la posición voy a pasearme por aquí

Estaba cansado, un descanso de unos minutos no me vendría mal, pero si me sentaba ahora no iba a volver a levantarme en unas horas, era mejor aprovechar

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20/11/2011, 23:31
Ojopocho.
Sólo para el director

No sé si tengo que esperar a que pidas tiradas, o ir tirando conforme me vaya pareciendo

Te he hecho un par de tiradas por todo el viaje, tal como he ido narrando

La de Conocimiento es para buscar hierbas que ayuden a curar la herida de campaña y la de Supervivencia era para encontrar alguna alimaña pequeña que entretenerme despellejando y curtiendo en los ratos libres.

- Tiradas (2)
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20/11/2011, 23:36
Dedos.

La noche, aunque fría y húmeda, parecía tranquila. Nada divisó y oyó que la pusiera más alerta de lo que estaba. Miró brevemente a sus compañeros de retaguardia y habló:

-  Hablaré con Lengua Negra para saber si haremos guardia. Estad alerta –sin perder tiempo se acercó al jefe del pelotón para recibir nuevas órdenes. Era evidente en su rostro, o al menos algunas veces, que la joven no estaba acostumbrada a recibir órdenes; era demasiado independiente y le costaba lo suyo adaptarse a la Compañía.

- Señor, ¿qué turnos para mantener la vigilancia tendrá la Retaguardia? –esperó su decisión.

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20/11/2011, 23:51
Reclutas de la Compañía Negra.

- Ojopocho encuentra una acacia. Cree que sus hojas son curativas, por lo que se acerca a Campaña y se las mete debajo del vendaje del pecho, manchado de sangre seca.

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21/11/2011, 00:01
Caracabra.

Cuando se detienen, muchos de los que forman el grupo empiezan a ir cada uno por su lado, Caracabra se los queda mirando sin ocultar su sorpresa, aún no ha acabado el viaje y muchos de los presentes parecen haber olvidado que hay que permanecer alerta, no estamos en el campamento. Permanece al lado del carro, algo más relajado apoya el escudo a una de las ruedas pero mantiene la lanza en la mano esperando ordenes o permiso para abandonar su posición.

Alza la vista unos instantes pensativo, no se ha pedido que buscaran huellas ni rastros recientes de animales, y por otro lado, todo eso del peligro a ser atacados, defender a la pitonisa y el transporte del bulto solo puede significar que ellos son la presa y el depredador o está al acecho o nos sigue el rastro. Espera pacientemente a que Lengua Negra se pronuncie.

- ¿Necesitais algo? - Se dirige escuetamente a los del carro, la noche será larga y es mejor que se formen grupos en lugar de ir cada uno por su lado. Ha sido un día movido, heridas, viajes, la recolecta de leña, desmontar el campamento. Aún resfriado, el K'Hlata ha tenido un rato de reposo por la tarde, pero muchos de los demás no han parado. En cuanto el jefe de mando se pronuncie lo mejor será asegurar el descanso de quienes lo necesiten. Mientras tanto, solo puede seguir vigilando, algo que ha hecho desde que se instaló en las ruinas y que se le da bien. Sigue oteando al horizonte, pero ahora en todas direcciones.

 

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21/11/2011, 00:18
Ojopocho.

Tras andar mascando hierba un buen rato Ojopocho se dirige al centro de la comitiva y camina hasta Campaña, se escupe en la mano una bola verde y arrugada - Mira grandullón, no he encontrado nada mejor, ya sabes, ir contínuamente caminando no me deja mucho para alejarme o detenerme, siéntate ahí un momento - Ojopocho, coloca las hojas bajo el vendaje de Campaña si éste se lo permite - Son las hojas de la acacia, me hubiera gustado detenerme a coger las más tiernas, pero como seguíais caminando he cogido un montón y están un poco secas. Igualmente creo te vendrán bien - El K'hlata cierra el vendaje que le hizo y le da unas palmadas mirando de reojo que Jabalí siguiera cubriendo el puesto, quedando en cuclillas junto al venerado guerrero, y dirigiéndose a él un rato después de escuchar el plan de LenguaNegra

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21/11/2011, 00:19
[RIP] Jabalí.

Jabalí había respondido con la cabeza a Ojopocho y se guia vigilando, atento al exterior y preocupado de que pese a que el sitio era bueno, el mando una vez más s retrasaba para ordenar algo con sentido, unas guardias y otros descansando, sobretodo tras dos largas marchas en un solo día, claro que el oscuro no había participado en la de la mañana y probablemente cuando no lo miraban había montado en el carro.

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21/11/2011, 00:27
Campaña.

Acababan de finalizar la caminata cuando Ojopocho se acercó a Campaña. Como le había prometido previamente traía unas hierbas para tratar su herida, que ya tenía mucho mejor aspecto. Campaña se sentó en el suelo unos instantes y dejó actuar a Ojopocho, que parecía desenvolverse muy bien. Tras aplicar el ungüento, Campaña experimentó una agradable sensación, sintió como la zona de la herida se humedecía y estaba más fresca. El gigante sonrió cuando Ojopocho le palmeó la espalda, si se curaba pronto se terminarían todos sus problemas.

- Campaña te da la gracias, Ojopocho - dijo palmeándole la espalda en respuesta

Ojopocho volvió a su puesto y Campaña decidió ir a refrescarse en el estanque. Bebió grandes tragos de agua hasta saciarse y después se limpió un poco el sudor y el polvo del camino. Por último, se sentó en la orilla y se quitó el casco. Con mucho mimo mojó su bien más preciado para quitar el polvo y sacarle brillo. Echaba el aliento sobre la superficie del caso y después lo frotaba con el antebrazo. Tras unos minutos de esmerado trabajo Campaña pudo ver su rostro reflejado en el casco, así que se lo puso de nuevo y, sonriente, volvió a su puesto junto al carro.

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21/11/2011, 00:44
Lengua Negra.

Las horas que avanzamos hasta que cae la noche son como un bálsamo. Por fin estamos en marcha y todas las dificultades que vendrán simplemente dejarán atrás las que hemos tenido. 

Dejo que cada uno haga su trabajo, confío en la vigilancia de los exploradores y en la habilidad de Uro para determinar cuál es el mejor lugar para acampar. Solo cuando Dedos me pregunta directamente me veo obligado a intervenir.

Haremos cuatro turnos de guardia. Mentiroso, Ponzoña y Uro vigilarán en el primer turno. R'Gaa, Guepardo y Pelagatos en el segundo. Ojopocho, Jabalí y Attar en el tercero. Dedos, Loor, Sacorroto y Caracabra en el cuarto. Yo compartiré el primer turno, Rastrojo el segundo y Serpiente el tercero. Por esta noche Peregrino y Campaña se dedicarán a recuperarse de sus heridas y enfermedades.

Haber cabalgado también cansa pero mucho menos que caminar así que dejaré que otros reposen esta noche completa.

Después de todo lo que ha sucedido solo Khadesa, Sicofante o Caracabra podrán estar en el carro o al lado. Rastrojo podrá guiarlo cuando estemos en marcha. Si alguien quiere algo del carro que lo pida a alguno de ellos. Para prevenir males mayores podemos disponer de la madera más grande que haya en el carro y montar una improvisada tienda común donde dormirán los enfermos y los que no tengan tienda propia, con permiso de la pitonisa puesto que suyas son las telas que llevamos.

Una vez que las cuestiones más básicas están establecidas es momento de ir con otras menos urgentes así que me acerco al carro y a la pitonisa.

Khadesa, debo pedirte un favor. Revisa la carga y comprueba cuanta comida nos han proporcionado. Necesitaremos alimentarnos lo mejor posible para recuperarnos y para eso debemos calcular cuanto tiempo podemos estar fuera con lo que nos han dado.

Luego voy hacia Campaña, aún tenemos palabras pendientes.

Campaña, hoy descansarás pero mañana caminaremos juntos y empezaremos a hablar sobre lo sucedido. Hasta que no aceptes tu castigo no podrás ponerte junto a la pitonisa ni ella podrá enseñarte nada. Y no podrás aceptarlo hasta que entiendas que has hecho algo malo. Mañana hablaremos, ahora descansa.

Le dejo puesto que Ojopocho ya se ha encargado de revisar su herida.

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21/11/2011, 01:20
Ojopocho.

Ojopocho busca unas rocas, o un árbol, junto al que colocar su petate y dormir, lo más resguardado del viento que pueda, lo ideal sería debajo del carro, pero seguro que el Oscuro no lo permitirá y lo reservará solo para los de su raza.... Jabalí tenía mucha razón, era cuestión de tiempo que la Compañía Negra... se diera cuenta, a Ojopocho poco le importaba, el liderazgo no era algo que él codiciara, con estos pensamientos, algo atormentado en pensar alternativas, Ojopocho quedó tumbado, esperando su guardia, esperando el día, y tratando de dormir.

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21/11/2011, 06:30
Uro.

- Aquí no. Seguir un poco más. – había dicho URO cuando ya todos se disponían a hacer un alto en el camino. Aquellas habían sido las primeras palabras que el Cazador de Cabezas había pronunciado desde que abandonaran el campamento. Por su tono grave e irreductible, estaba claro que el guerrero no tenía por costumbre desperdiciar su aliento en vanos comentarios intrascendentes. Y menos aún en consejos que pudieran ser desoídos.

- URO oler agua. No muy lejos. – había dicho justo a continuación, mientras señalaba con su poderoso brazo en dirección Nor-Oeste. El camino indicado por el inescrutable recluta parecía desviarse un poco de la ruta que habían venido siguiendo durante toda la tarde, y la creciente oscuridad que empezaba a reinar en la sabana hacía imposible dar crédito a sus palabras.

A pesar de ello, el líder de los “Hostigadores” había decidido confiar en la corazonada del guerrero, y había dado indicaciones de continuar la marcha. Pronto, el silencioso URO había abandonado su posición frente al carro, para adelantarse junto a los exploradores a investigar el terreno.

Con el furtivo salvaje abriendo la marcha, el grupo se había alejado tan solo unos pasos del camino, internándose silenciosamente en la semi-penumbra del crepúsculo. A los pocos minutos, y guiados casi exclusivamente por el agudo olfato de URO, habían llegado a una pequeña depresión que se abría en medio de la nada, un insignificante pozo de humedad en pleno desierto. Justo en medio de aquel inesperado refugio, un plácido estanque reflejaba los escasos destellos que aún caían desde el cielo.

Incluso a plena luz del día, hubiera sido bastante difícil dar con aquel extraño paraje. Encontrarlo en plena noche, había sido un verdadero milagro.

La suave hondonada estaba rodeada de una serie de colinas bajas, que la ocultaban casi por completo de los ojos de cualquier paseante ocasional. Era casi imposible descubrir aquella depresión recortada en el horizonte, y lo más probable era que hubieran pasado a su lado sin siquiera notarlo. Pero los Dioses Oscuros parecían entretenidos con el lento peregrinar de los “Hostigadores”, y habían decidido darles una mano. Al menos de momento, podían contar con su bendición…

Un rato después, cuando ya todos habían comenzado a acomodarse en el confortable paraje, el recluta se dirigió con paso resuelto hacia el carro con las provisiones.

- URO querer tienda. – le dijo con voz grave y profunda a la PITONISA, a la vez que le señalaba con el dedo un voluminoso bulto que sobresalía de entre el atiborrado caos de pertrechos que tenían sobre el carro.
 

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21/11/2011, 09:00
Caracabra.

Caracabra se interpone entre Uro y el carro lanza en mano, pero en una pose relajada, las palabras del líder son claras y no puede dejar acercarse a nadie. El cazador de cabezas debe hacer la petición algo alejado del carro. Y es el mismo Caracabra quién le trae la tienda.

Mientras espera a que los del carro comprueben si necesitan algo va hacia Sicofante, manteniéndose algo alejado por miedo a que Recio le de por encabritarse, antes de partir había visto su genio cuando coceaba al caballo de Lengua Negra, y no tiene intención de correr la misma suerte.

- Sicofante-Bwana, Lengua Negra ha dicho de hacer turnos para vigilar la zona, pero no ha dicho nada de hacer turnos para vigilar el carro. ¿Como lo hacemos? - Se queda mirando al jinete presuponiendo que encontrará lógico su punto de vista. - A mi me toca el último turno - Añade a modo informativo.

Deja que Sicofante decida como llevarán a cabo la vigilancia del carro, puesto que nadie puede acercarse. Prefiere dormir menos horas profundamente, que dormir muchas pendiente de los demás. Cada vez resulta más fácil darse cuenta de su personalidad sumisa, sin poner nunca en duda orden alguna, tomándose las cosas al pie de la letra. Tratando que los demás tomen las decisiones y limitándose a acatarlas.    

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21/11/2011, 10:25
Campaña.

Campaña estaba de nuevo en su puesto cuando Lengua Negra les volvió a dar órdenes. Le alegró que hubiera pensado en él y le dejara descansar por aquella noche, entre eso y los cuidados de Ojopocho su herida pronto estaría curada, tal y como le había dicho su padre. Sin embargo, a Lengua Negra no se le había olvidado lo de Escarabajo, a pesar de que Campaña ya no pensara mucho en ello, y seguía insistiendo en castigarle. A Campaña le inquietaba la incertidumbre, era evidente incluso para él que el castigo físico estaba descartado así que no se imaginaba que retorcida idea se le habría ocurrido a su primo.

Pese a ello, había otra cosa que preocupaba más a Campaña, así que cuando Lengua Negra comenzó a alejarse el gigante dio unos pasos hasta alcanzarle y le posó la mano en el hombro para llamar su atención.

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21/11/2011, 10:33
Rastrojo.

Rastrojo bajó del pescante y quitó las correas que ataban los mulos al carro. Por mucho que los animales tuvieran sed después de la larga travesía, seguían siendo animales domesticados por el hombre. Guardaban la lección aprendida de no hacer cosas por su cuenta. Así que el mestizo se dispuso a guiar a los mulos hacia el estanque para que abrevaran.

Sin embargo, los mulos de Rastrojo y Serpiente salieron disparados hacia el agua y empezaron a beber sin instrucción alguna. Haber juntado a esos dos mulos fue una muy mala idea. Juntos formaban una malévola alianza de cuadrúpedos odiadores de magia y con apetencia a morder carne humana. Las mulas de Khadesa eran más mansas, seguramente por estar mejor entrenadas. Pero dales tiempo y cogerán los malos hábitos de los otros dos.

Rastrojo guió entonces a los indecisos hacia el estanque, y así todas las mulas se pusieron a beber juntas.

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21/11/2011, 10:58
Khadesa.

Todo estaba siendo llevado a cabo con prontitud y eficiencia. Caracabra había dado a Uro su tienda, y Khadesa le dio instrucciones para que añadiera también palos y telas de su propia tienda, los que no estaban formando parte de la cubierta del carro. Ella dormiría en él, así que por ahora no los necesitaba. Deberían ponerlos a disposición de Lengua Negra para que se pudiera levantar esa tienda colectiva.

Rastrojo había llevado a las mulas a abrevar, o mejor unas habían casi arrastrado a las otras. La quinta se lo miró con curiosidad, parecía que las dos mulas de los mágicos eran más díscolas. Sin embargo, la del chamán había dejado que la pitonisa le acariciara la testuz, y se había mostrado cariñosa con ella. Puede que sólo fuera el malhumor que da la costumbre del trato. Había que reconocer que tanto Rastrojo como Serpiente tenían un trato algo... seco, por no decir bastante.

Después se bajó del carro, y se acercó a su primo, Lengua Negra. Deseaba hablarle, pero éste estaba con Campaña, que al parecer también quería decirle algo. La Quinta sonrió. Esperaría.

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21/11/2011, 11:15
Campaña.

Campaña posó su manaza sobre el hombro de Lengua Negra para llamar su atención, tenía un asunto que tratar con él cuanto antes.

- Primo, Campaña aceptará cualquier castigo - dijo en voz baja y con tono serio - pero Campaña juró proteger la carga y ahora está preocupado porque ellos no saben nada - señaló al carro, refiriéndose a Sicofante y Caracabra - Alguien puede tocar el bulto y Campaña no estará allí para evitarlo... Además ¿y si necesita comer o beber?

Campaña se imaginó teniendo que viajar metido en un saco y un escalofrío le recorrió el cuerpo.

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21/11/2011, 11:43
Sicofante.

Había pasado buena parte del viaje ensimismado en sus pensamientos, sin mucho que decir y únicamente atento al camino. Tras un buen rato viajando, pararon para descansar. Lengua Negra dio sus órdenes y dividió sus turnos de vigilancia. 

Yo haré la primera guardia para el carro- responde a la pregunta de Caracabra.

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21/11/2011, 11:58
[RIP] Jabalí.

Jabalí se acercó al carro donde estaba su tienda y sus cosas.
Quiero mi tienda y mi petate.-dijo al acercarse al carro, no quisiera que confundieran sus intenciones más de lo que ya era costumbre.
Sus ordenes incluían una tercera guardia, una de las peores, ya que implica que cuando mejor estas durmiendo te despiertan y luego vuelves a dormirte cuando ya clarea el sol.

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21/11/2011, 12:07
Pelagatos.

El viaje no había tenido sorpresas ni peligros aparentes. Pues qué jeugo más aburrido.

Cuándo finalmente paramos en un claro para acampar, desmonté a orgullo, bajé mis cosas al juego y lo acerqué al pequeño estanque a que bebiese. Yo también aproveché para beber de ahí sin gastar el agua de los petates. Echñe un vistazo por encima del hombro a Rastrojo , quién estaba cuidando de las mulas. Tal vez era el mejor lugar para un mestizo.

Cuándo volví a acercarme a la multitud, Lengua Negra daba los turnos. Me tocaba con la negrita desmemoriada y Guepardo. Bueno, al menos el compensaría las deficiencias de ella.

- Tssk.

Comencé a montar mi tienda en un hueco, no queria que nadie me molestase (sobretodo ese lengua bifida de Serpiente y sus acertijos, no me apetecía escuchar sus sandeces de cerca) pero era absurdo colocarse alejado del campamento central.