Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Tienda de Mando de la Compañía.

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12/03/2013, 05:43
Matagatos.
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Al entrar en la tienda de mando junto a Serpiente Matagatos se quedó algo sorprendido al ver que los presentes se le quedaban mirando. Al principio creyó que las miradas se dirigían a Serpiente, el recién llegado, pero se equivocaba, por alguna razón que desconocía le miraban a él. Quizá solo fuera porque había sido el último en entrar hasta el momento, pero a Matagatos nunca le había gustado ser el centro de ninguna atención.
Saludó con respeto a los presentes, al igual que fue haciendo con todos los que fueron llegando posteriormente hasta que finalmente todos hubieron llegado a la tienda, la reunión comenzaría de un momento a otro y por fin sabrían los planes a seguir para los próximos días y también la situación actual en la que se encontraba la Compañía Negra.
Se sentía reconfortado al verse acompañado de Ponzoña y sus dos primos, aunque una mirada de tristeza se dibujó en sus ojos al mirar a Piojillo. Allí a su lado debería estar su primo Cochinillo, pero nunca más estaría entre ellos. Suponía que aprovecharían la reunión para darle órdenes al actual jefe de los Campamenteros de escoger a un segundo a su mando y reorganizar de nuevo el pelotón tras estas primeras batallas.

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12/03/2013, 13:32
Piojillo.
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Piojillo entra en la tienda de mando y recorre con la mirada la estancia, reconociendo a todos los altos mandos y saludando con una inclinación de cabeza. No puede evitar sentirse ajeno todos ellos pues de los presentes es el único recluta y ni siquiera puede llevar la capa oficialmente, no es un Hermano, es un extraño.

Mira a Ponzoña y le saluda en silencio, pues hasta ese instante es su mentor. Espera hasta que este ocupe su lugar y se coloca a continuación, pero dejando algo de espacio, tal vez el hueco que debería ocupar el difunto Cochinillo. Como no sabe muy bien que hacer con las manos, cruza los brazos frente al pecho y espera acontecimientos, pues la presencia de magos, chamanes y oficiales le ponen nervioso.

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13/03/2013, 00:00
Teniente.
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Tras unos momentos, el Teniente dice:

- "Bien, ya estamos todos." -

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13/03/2013, 00:01
Analista.
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- "Bien, el primer asunto son las pasadas batallas contra los Grupos Operativos del Triplete, aunque todos hemos oído informes parciales, nos gustaría empezar con el informe oficial final de lo sucedido.

Soldado Novato Matagatos: informa." -

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13/03/2013, 00:20
Serpiente.
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Silencio y miradas. Eso era todo lo que uno podía encontrar en una tienda con una compañía de lo más aburrida. Lo de negra debía ser por el ánimo de los que la poblaban, tan tristes y meditabundos. De entre todo lo que había en la tienda tan solo merecía la pena el mapa y el gesto en la apergaminada cara de Caratótem cada vez que le miraba… Y Matagatos, por supuesto, que parecía incómodo cuando las miradas se dirigían a él.

- Cuidado con lo que dices- susurré al líder de los Hostigadores.- No metas la pata. Todos te están mirando…- Sonreí.

 A mí, al contrario que a él, no me importaba nada. Incluso había estado a punto de romper el silencio. Aunque al final, por dudar, no me había dado tiempo. Y de haberlo hecho, ¿a quién le habría importado?- “A Matagatos.”- Seguro. Pero no al resto. Al fin y al cabo qué razón de ser tenía aquel mutismo autoimpuesto más que la del temor a decir algo a destiempo cuando al entrar en la tienda ya estaban todos callados. Era absurdo, ridículo y de cierto modo... Divertido.

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13/03/2013, 06:24
Matagatos.
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Matagatos hizo un gesto afirmativo y se dispuso a informar tal y como se le ordenaba cuando en ese momento Serpiente le susurró una advertencia con la intención de ponerlo nervioso. Miró a su primo pero no dijo nada, tan solo le dedicó una sonrisa forzada esperando que con aquello hubiera terminado su intervención. Después comenzó a informar.

-Siguiendo las órdenes dadas nuestros pelotones -dijo señalando a sus dos primos a Ponzoña y Piojillo- se mezclaron y nos dividimos en tres grupos para abarcar una mayor franja de terreno y poder así batir eficazmente el territorio y encontrar la presencia enemiga. El pelotón central iba a mi mando y los flancos a mando de Ponzoña y Peregrino. Un cuatro grupo nos seguía en la retaguardia con los heridos y los reservas. El enemigo intentó una maniobra de distracción atrayendo hacia el centro nuestras fuerzas de los flancos y así poder atacar los laterales de la formación. Rechazamos con éxito estos primeros ataques, aunque no sin alguna baja. Mientras esperábamos la llegada del 4º grupo para que se hiciera cargo de los heridos el Teniente alcanzó nuestra formación y gracias a los exploradores localizamos este campamento enemigo. Las circunstancias hicieron que tuviéramos que realizar un ataque sorpresa en plena noche para poder compensar el mayor número y la ventaja defensiva de nuestros enemigos. El ataque fue un éxito y conseguimos hacernos con el campamento y que las tropas enemigas que quedaban se dieran a la fuga con la muerte del que los comandaba. Los grupos de los flancos también tuvieron otros ataques de los que salieron victoriosos, aunque el grupo de Peregrino lo consiguió a duras penas y gracias a la audacia y las capacidades de Serpiente que montó una operación de rescate de algunos que habían sido hechos prisioneros. Si necesita alguna información adicional estoy seguro que cualquiera de ellos podría responder satisfactoriamente a sus preguntas. Matagatos señaló a Ponzoña, Piojillo y Serpiente, pues Lengua Negra había estado con él en todo momento y la información que tenían de lo que había pasado en los otros grupos era la misma. En este campamento Lengua Negra encontró un valioso mapa que revela la posible situación del resto de tropas enemigas, es lo más destacable de nuestra victoria.

Matagatos también relató la lista de muertos y heridos que habían sufrido durante esa pequeña campaña y el estado más o menos grave de cada uno. Tras eso creyó suficiente su intervención y se calló esperando a ver si alguno tenía preguntas para él o para sus compañeros.

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13/03/2013, 15:59
Analista.
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Analista se sienta y toma algunas notas sobre un pergamino, mojando primero una pluma en la tinta de un tintero.

- "Piojillo, ¿cuál es el recuento de bajas entre los Campamenteros?" -

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14/03/2013, 16:33
Analista.
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Analista mira a Lengua Negra y a Matagatos con extrañeza:

- "¿Qué le pasa, por qué no habla?" -

Dice, refiriéndose a Piojillo.

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14/03/2013, 16:48
Matagatos.
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Matagatos miró extrañado hacia Piojillo que guardaba un extraño silencio. Se encogió de hombros en respuesta a la pregunta de Analista y luego se volvió hacia el actual líder de los Campamenteros.

-¿Piojillo? ¿Estás bien? ¿No has oído la pregunta de analista? Le preguntó mientras lo zarandeaba por el hombro suavemente.

Quizá la presión lo había sobrepasado o la responsabilidad. A él también le había costado comenzar a hablar la primera vez que lo habían convocado, pero era la responsabilidad de cualquier líder de pelotón informar cuando se le preguntaba.

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14/03/2013, 16:48
EL TIEMPO SE AGOTA.
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AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 11.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

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14/03/2013, 17:18
Lengua Negra.
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-Analista, Piojillo no ha tenido tiempo material para recabar datos de todos los grupos -dijo Lengua Negra-. Su llegada ha sido hace poco y las noticias de la muerte de su líder, Cochinillo, han sido... Yo puedo encargarme de proporcionarte algunos de esos datos -señaló para a continuación proceder a una enumeración de los caídos en los diferentes grupos y que pertenecían a las filas de los Campamenteros.

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14/03/2013, 17:22
Seguidores de Campamento de la Compañía.
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- Khadesa entra en la Tienda de Mando. Su llegada pasa casi inadvertida, pues todo el mundo parece estar pendiente de Piojillo, quien guarda un hosco silencio.

- La Tienda es alargada, hacia la mitad hay una mesa de madera con algunos mapas. El Capitán, el Teniente y Analista están tras la mesa.

- Entre la mesa y la entrada de la tienda están todos los demás. A la izquierda: Sargento Vientos, Sargento Falce, Cabos Lemur, Barril y Berrinche. Al centro: Cabo Cortaplumas, Soldado Ballestero. A la derecha: Matagatos, Ponzoña, Lengua Negra, Piojillo, Serpiente.

Notas de juego

// Entra en escena: Khadesa. - Procede de: Tierras de Cho'n Delor: Grupo I.

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14/03/2013, 23:34
Serpiente.
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¡Por todos los demonios! Lo último que faltaba en aquel festival de circunspección y voces graves, un Piojillo alelado. Por lo menos podía hacer honor a su nombre… Pero no, allí donde se esperaban que incordiase con mordiscos o picotazos para que en aquel funeral se viese algo más que rostros largos, a lo único que hacía honor era a su fama: La de tonto.

Cuando vi a Matagatos zarandear con gentileza a Piojillo me entraron ganas de gritar “Más fuerte” para poder presenciar cómo se le desencajaba la cabeza en uno de los meneos. Pero aunque ni yo lo dije ni él lo zarandeó más fuerte la escena que formé en mi mente fue suficiente para que sonriera. Una sonrisa que duró hasta la llegada de Khadesa y que fue sustituida por otra nueva y más altiva nada más apareció en la tienda.

- Y el tremor sin temblores se presenta inadvertido- intervine.- ¿Qué importancia tiene lo que nadie ve pero ha sucedido?

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15/03/2013, 00:25
Piojillo.
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Piojillo por fín reaccionó, separando despacio con las palmas de las manos a Matagatos de sí. Aun así la mirada parecía ida hasta que tras unos instantes los pequeños ojillos se enfocaron en el Analista. Se le había hecho un nudo en la garganta al recordar a sus compañeros, le inmovilizaba el peso de la responsabilidad. El de saber que tantos habían vertido su sangre por La Compañía, por un miserable tazón de gachas.

Son los que ha dicho Lengua Negra. Nuestro líder Cochinillo, Codorniz, Pulga, Meera, Pesadilla, Malamente, Mongowa, Buscasol y Mogimba. Un tercio de Los Campamenteros muertos y otros muchos heridos. No estábamos preparados para la guerra de verdad, ni bien pertrechados, esa es la realidad.

La frente del K´Hlata estaba brillante por el sudor incipiente bajo las rastas desordenadas, los brazos aún cruzados sobre el pecho y en la mirada endurecida por las palabras, se podía ver un rastro de acritud.

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15/03/2013, 08:14
Khadesa.
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Khadesa se quedó junto a la entrada, mirando, sin intervenir. Pero fue muy consciente de lo que vio. Y de la lista y las palabras de un azorado Piojillo.

Sonrió a Serpiente, a su vez, aunque su sonrisa fue fría. No altiva. había respeto, asentimiento. Pero nada más. Y con los labios, casi con el pensamiento, le respondió una palabra sin voz.

-Ninguna.

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16/03/2013, 18:00
Analista.
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- "Grandes pérdidas, sin duda.

Está bien, Piojillo. Puedes retirarte." -

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17/03/2013, 12:10
Matagatos.
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Con el suave zarandeo Piojillo pareció reaccionar y apartó a Matagatos, para acto seguido responder a la pregunta de Analista y comunicarle todas las bajas que había tenido el pelotón de Campamenteros, uno de los que había sido más duramente golpeado. Piojillo se vería avocado al mando de un pelotón roto por las bajas y que habría que reorganizar lo antes posible. En el otro lado, la mayoría de supervivientes ya había pasado su bautismo de sangre y podrían ser nombrados hermanos juramentados.
La entrada en la tieda de Khadesa le hizo apartar momentáneamente la atención de las palabras de K'Hlata, que por otro lado se sabía desgraciadamente de memoria. No se le olvidarían esos nombres, de aquellos que habían sido sus compañeros durante los meses de instrucción.
Le hizo un gesto a su hermana para que se colocara a su lado y se apartó un poco para dejarle sitio. Le sonrió y le guiñó un ojo contento porque estuviera allí con ellos, ya recuperada del susto que les había dado por la visión que había tenido antes. Ciertamente había acertado en todo lo dicho.
Con Khadesa al lado volvió la mirada al frente y siguió atento a las palabras que allí se decían, aunque no dejaron de sorprenderle las de analista, que despedía a Piojillo.

Parece que solo lo han invitado a la tienda para decir las bajas.

A su juicio el pelotón de los Campamenteros necesitaba más atención que esa, pero quizá fuera un asunto que los mandos querían discutir con Piojillo más adelante, en un ambiente más reservado.

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17/03/2013, 12:34
Khadesa.
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La Quinta aceptó la invitación y la sonrisa de su hermano, y su guiño, aunque no lo devolvió, Khadesa era algo distinta desde su vuelta. Siguió atenta a lo que el Analista y a lo que posiblemente el resto del Alto Mando de la Compañía tuvieran que decir. Tampoco se le pasó por alto que al despedir a Piojillo sólo quedaban allí los Hostigadores, y no los Campamenteros. 

Sus bajas y su desastroso resultado ante la batalla deberían hacerlos pensar, aunque habría que analizar bien cual era la causa.

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17/03/2013, 15:14
Ponzoña.
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El Hiena escuchaba imperturbable. Su gesto no se había alterado ni ante el prolongado silencio de Piojillo ni ante la presencia de Khadesa. Cada cosa tenía su lugar y su momento en el universo y Ponzoña procuraba respetarlos. Su segundo necesitaba un periodo de duelo, de asunción de lo ocurrido con muchos de sus compañeros. De hecho, exigirle un informe de bajas cuando otros podían haberlo hecho igualmente, le pareció que no respetaba esa máxima de la sabana en cuanto a la oportunidad. Y cuando Piojillo fue despedido sin más, su impresión solo fue confirmada.

Dio unos pasos hasta ponerse a la altura del joven K´Hlata y colocó una férrea mano sobre su hombro. El calor y firme presión de la mano sobre la piel de su segundo era cuanto podía hacer en aquel momento por aquel hombre marcado por el dolor de las pérdidas. Una comunión breve en la que el Hiena transmitía su presencia, su camaradería, su compañerismo.

-Vamos, Piojillo. Tus compañeros te necesitan. Cuando el león macho cae, otro ha de ocupar su puesto. Es la ley de la sabana. Es nuestra ley. Necesitan de tu fuerza, de tu guía. Habrá tiempo para el dolor. Ahora, es un lujo que no te puedes permitir. Ve.

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17/03/2013, 15:23
Lengua Negra.
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Lengua Negra pestañeó al escuchar la poco sutil crítica de Piojillo. Falta de preparación y de pertrechos en el grupo de Campamenteros. Por ello, la rápida respuesta de Analista, lamentando las pérdidas y su orden de que Piojillo abandonara la tienda de mando, no le sorprendió en exceso. La Compañía no era amiga de tales actitudes por más que fueran absolutamente comprensibles. Y él lo comprendía y, de hecho, era la razón por la que había intentado promover con ayuda de su primo una especie de fondo común entre los Hostigadores de cara a mejorar la infraestructura de su grupo. Un trabajo que acababa de comenzar y que deberían seguir llevando a cabo en un futuro próximo si es que deseaban tener éxito en las batallas que estaban por venir.

Ante la intervención del Hiena, solo pudo sonreí. Una vez más, aquella masa de músculos negra extraía de la naturaleza uno de sus extraños paralelismos. Acertado o no, quizá fuera lo que Piojillo necesitara escuchar para reaccionar y poder hacer frente a su situación. No le envidiaba. La muerte de Cochinillo le había dejado, aparentemente, en la posición de heredero de su puesto. Algo de lo que probablemente se hablaría allí, en la tienda de mando.

Echó un vistazo de reojo a Khadesa, ahora junto a su hermano. Mostraba un semblante serio. Y más allá, Serpiente, con su sonrisa burlona flotando sempiterna en sus labios. Recordaba lo dicho por Matagatos. El informe de Pelagatos. Mucho era lo que Serpiente debería decir si se molestaba en hacerlo. Ahora bien, ¿lo haría?