Partida Rol por web

La Cripta de Larin Karr

El Mayor Tesoro de un Espadachín es su Espada

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14/07/2017, 08:50
Valentine U'lu

Sacando unos polvitos de su bolsa de conjuros, Valentine hace unos gestos y pronuncia unas palabras:

-Da fortitudinem deam spiritali!

Entonces, una espada larga de aspecto mágico, con un halo de color morado se forma de la nada y ataca al hombre de la cabaña.

Espero no matarlo.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo "Arma espiritual". Ataque+3 ataque base +3 por sabiduría, daño 1d8+1 por nivel.

Pregunta, ¿los siguientes turnos puedo atacar o tengo que estar concentrada en el conjuro? Es que no me queda claro.

No sé la CA así que tiro daño por si acaso.

Ataque: 14

Daño: 9

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14/07/2017, 22:19
Hombre de la cabaña

La espada mágica de Valentine acierta en el blanco, pero el golpe sólo parece enfurecer más al hombre de la cabaña. Se abalanza sobre Elsbeth, pero la mujer de cabellos de ala de cuervo esquiva el golpe y el mandoble corta furioso el aire. Si ese golpe le llega a pillar, le hubiera hecho un estropicio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

El ataque del arma espiritual de Valentine es golpe.

Cabañeitor entra en furia bárbara y ataca a Elsbeth, pero falla.

Pregunta, ¿los siguientes turnos puedo atacar o tengo que estar concentrada en el conjuro? Es que no me queda claro.

Puedes atacar y lanzar conjuros normalmente. No es un hechizo en el que necesites concentrarte.

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15/07/2017, 13:34
Aalis Dragomir

Aquel hombre estaba fuera de sí, y por mucho que estuviera convencida de que estaba siendo dominado, no pude evitar que un amargo sentimiento me inundara al escuchar cómo se refería a Elsbeth y cómo intentaba arremeter contra ella.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer nada, Valentine empleó su magia, haciendo que una espada de aquella índole atacara al hombre de la cabaña. Consiguió asestarle un golpe, pero aquello sólo pareció servir para enfurecer más a aquel tipo. Me había parecido un guerrero más, pero cada vez se mostraba más peligroso.

Fue entonces cuando continuó hacia su objetivo, viendo impotente cómo llegaba tarde y lograba lanzarse contra la nigromante, aunque esta hizo gala de su gracilidad, librándose de ser herida. Apreté los dientes, conteniéndome para no hacer ninguna locura, y acercándome a él me protegí con mi escudo y desenvainé mi arma; arremetiendo contra él dispuesta a desarmarle y acabar con aquello.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me muevo a L6 mientras me pongo el escudo.
Desenvaino la espada como acción rápida gracias al Cristal de Retorno.
Intento desarmarle, para lo que tiro Ataque.

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15/07/2017, 19:59
Hombre de la cabaña

El hombre de la cabaña ve venir a Aalis por el rabillo del ojo y soltando un gruñido animal, gira sobre si mismo a una velocidad endiablada. Pilla a la paladina por sorpresa, y el inmenso mandoble golpea con fuerza en su muslo. Aalis traba su espada con el mandoble, pero el arma le parece demasiado pesada y no se la consigue arrancar de las manos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

El opo es un éxito, Aalis recibe 22 puntos de daño (el +16 no es ningún error, está usando ataque poderoso). Cabañeitor pasa la tirada enfrentada de desarmar por los pelos (el +4 que le proporciona usar un arma a dos manos, de hecho).

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15/07/2017, 20:42
Elsbeth Bathory

No tuve claro qué fue exactamente lo que le hizo saltar, pero el rudo leñador, o cazador, o lo que diantres fuera aquel ermitaño desgraciado, no pudo soportarlo más. Puede que fueran mis preguntas acerca de la naturaleza mágica de su espada. Puede que fuera la insinuación de que le estaba afectando a la minúscula mente de alcornoque que albergaba su sesera. O puede que fuera algo tan sencillo como haberla señalado con uno de mis finos dedos.

Daba igual, aquel idiota pensaba resolver el problema en un duelo con mi amante predilecta.

A muerte.

Se lanzó sobre mí, espada en ristre, insultándome como si tuviera la capacidad de ofenderme o distraerle con ello. Tampoco me distrajo el arma espiritual que apareció flotando en el aire para enfrentarle. Había visto a Valentine emplear aquellos trucos, alguna vez.

Esquivé su envite inclinando mi cuerpo hacia un costado y dando un paso corto, con gracilidad. La espada sesgó algún mechón de mi cabello azabache, algo que pude sentir como el aire que acarició mi piel empujado por su hoja.

Empuñé con fuerza mi arma, preguntándome si era mejor opción lo que mi naturaleza me pedía, o seguir el dictado del corazón de la paladina. Ella y Valentine querían salvar a aquel hombre, y la paladina trataba ya de desarmarle. Sin embargo, poco éxito tuvo en su empresa, y a cambio recibió el duró mordisco de aquel arma encantada. Contemplé aquella sangre brotando a borbotones, y la decisión se tomó sola.

Que la clérigo le rescatase del frío abrazo del mundo que pensaba mostrarle, una ventana al más allá en cuyo quicio quedar a su suerte. Sin piedad. Si duelo a muerte deseaba, hasta los brazos de mi amante parca le acompañaría.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Acción: ataque con guadaña canalizando conjuro de toque Contacto Electrizante.

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16/07/2017, 00:19
Olplyn Draeval

Al escuchar las formulas de los conjuros clericales Olplyn volvió atrás a todo correr para encontrarse con la dantesca escena. Aquel orangután tenía la osadía de enfrentarse solo a sus tres compañeras, su primer impulso fue mostrar una maliciosa sonrisa de medio lado, pero entonces llegó el brutal impacto contra Aalis. Ese golpe bien podría haberle partido en dos a él mismo, por tanto se puso serio y reaccionó con rapidez, sus ágiles dedos trazaban lineas de energía mágica en el aire que poco a poco se condensaban en forma de hebras aglutinándose una tras otra en un densa orbe brillante que flotaba a la altura del pecho del drow. Al poco la energía se estabilizó llegando al tamaño de un grueso ovillo de lana, en ese momento el mano estiró el indice y al alzar el brazo la bola se siguió el movimiento situándose unos centímetros por encima de su dedo.-¡Trataré de frenarlo, retrocede a mi altura!¡El arma de Valentine lo acabará!-de pie con el brazo estirado se mantenía concentrando la energía magia en espera de la reacción de sus compañeras, sería problemático enredarlas a ellas junto con el enemigo.

Notas de juego

Muevo hasta H7 y me pongo el ready cuando Aalis y Elsbeth salgan de area de efecto hecho Telaraña para que cubra la parte de atrás de la casa y a Cabañeitor evitando así dar a mis compañeras. Puntos de anclaje paredes suelo y techo.

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20/07/2017, 11:32
Hombre de la cabaña

El hombre de la cabaña se convulsiona y lanza un rugido animal cuando la guadaña de Elsbeth, rodeada de una aureola de relámpagos, le impacta de lleno en el costado. La mujer de cabellos negros saca el filo de un tirón, deleitándose un momento del dolor infligido. El bruto trastabilla y mira a la nigromante con los ojos inyectados en sangre, agarra su mandoble con las dos manos, y le da cumplida réplica con un tajo circular de abajo a arriba, bastante más rápido que el anterior. Elsbeth no se espera un contraataque tan rápido, y el pesado filo negro le dibuja una línea de dolor en el muslo.

Las manos de Valentine se rodean de una circunferencia de runas doradas cuando descarga su conjuro de curación sobre Aalis. Las heridas de la paladina se cierran visiblemente. La reluciente espada larga conjurada por la sacerdotisa de Freya se clava con violencia en el hombro del bruto, que gruñe como un jabalí. Jadea, y la sangre le cae a chorros por la boca abierta, pero parece estar dispuesto a renunciar a su espada mágica a ningún precio.

- Tiradas (5)

Notas de juego

He movido a Valentine a K6 porque desde L6 no puede curar a Aalis. Le sana a ella y a si misma 12 puntos de daño. Su arma espiritual acierta por otros 9 de daño.

Cabañeitor lleva 9+18+9=36 puntos de daños. Se le ve tocado.

Ataca a Elsbeth sin poderoso esta vez y acierta, 15 daños.

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20/07/2017, 21:51
Aalis Dragomir

Había querido solucionar aquello de la mejor manera posible, pero estaba visto que no iba a ser así. Nada me estaba saliendo bien desde que comenzáramos aquel camino, pero aquello nunca había sido un impedimento para que continuara intentando algo. Sin embargo, ello no significaba tener que seguir con la misma estrategia.

La herida que me procuró el espadón hizo que de mi pierna comenzara a salir sangre a borbotones, llevándome a apretar los dientes con fuerza mientras trataba de mantenerme erguida. Pensaba en mi próximo movimiento cuando vi a la nigromante atacar al hombre. Con su acostumbrada fría elegancia, Elsbeth dio en el blanco, dejando al hombre mal herido.

Fue entonces cuando Olplyn nos pidió que nos alejáramos, diciendo que el arma mágica de Valentine terminaría con el hombre, pero la gran herida que recibía Elsbeth me impidió hacerlo. Además, el arma de la clérigo no conseguía por desgracia dejar al tipo fuera de combate.

Revitalizada gracias a la seguidora de Freya, volví a levantar mi escudo y mi espada larga, dispuesta a hacer que aquel enajenado soltara el espadón de una buena vez; con la intención de apartarme después por si Olplyn continuaba con la idea de hacer algo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataco y me muevo 5' a K7.
La segunda tirada es la de daño, se me ha olvidado cambiar el motivo.

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21/07/2017, 01:12
Elsbeth Bathory

Le había hecho daño. Lo sabía, yo siempre era plenamente consciente del sendero que un hombre recorría hacia el viaje de no retorno. Aquella herida en su costado era un escalón más en su descenso, y aquello me llenaba de regocijo.

No así como se desarrollaban las cosas. Era obstinado, y un gran combatiente, fiero al menos cono los orcos con los que había convivido años atrás, y se negaba a acudir a su cita con la dama del eterno final sin llevarse a alguien con él.

Lo había intentado con Aalis, pero en aquella ocasión sería yo quien probaría el frío sabor del acero de aquella espada encantada. El dolor me recorrió, no sólo el muslo, sino toda la pierna y parte de la espalda. Estaba convencida de que había llegado hasta el hueso, tan brutal había resultado su enrabietado ataque. Mis ojos rasgados se nublaron un instante, presa del intenso dolor, y tuve que apretar los dientes.

Ambos tenemos una cita con la parca, veamos quien la convierte en su amante en este día...

Apreté el mango de mi guadaña y cambié de estrategia. Emplearía otro tipo de hechizo, uno más oscuro, antes de dejar espacio a nuestro mago. Una gélida caricia antes de hacerle caer.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataco con la guadaña canalizando Toque Gélido (Filo del Ocaso nivel 1), y doy un paso de 5' hasta L8.

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21/07/2017, 22:37
DM Eärendil

Olplyn no tiene tiempo de lanzar su conjuro de telaraña. El ataque combinado de Aalis y Elsbeth envía al hombre de la cabaña de rodillas al suelo. El bruto boquea, tiene un arcada, vomita sangre y se derrumba en el suelo, inerte. Sus dedos aún están cerrados fuertemente en torno a la empuñadura de su mayor tesoro en vida: su espada. 

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22/07/2017, 22:06
Elsbeth Bathory

Fue una torpeza, fui consciente de ello más tarde, pero al ver caer al bruto, boqueando como un pez al que se negaba el sustento de su medio natural, mis labios carnosos esbozaron una desdeñosa sonrisa. Sólo se desvaneció cuando di un paso, al sentir el lacerante dolor en mi muslo impidiendo que avanzase como era mi deseo. Tuve que hacerlo mucho más lentamente, cojeando con cautela mientras apretaba los dientes.

Olplyn... -Llamé la atención del mago, golpeando la espada con el mango de mi guadaña en dirección al drow, para acercársela. Entendí que debía ser él quien la custodiase hasta que supiéramos más sobre ella. Entonces, con una fuerte sacudida, me agache apoyándome con fuerza en la guadaña a modo de báculo hasta susurrarle a nuestra víctima al oido- Parece que finalmente has decidido cruzar ese umbral... Salúdala de mi parte, dile que bailaremos más adelante... -Solicité a quien ya no estaba allí, besando mi mano para apoyarla en su nuca y ponerme en pie pesadamente.

Me dirigí a la silla más cercana, apartándola de la mesa con mi guadaña para aposentarme en ella con un gesto de dolor. Apoyé el arma en la mesa y dejé mi brazo a su lado, mientras mi otra mano se apoyaba sobre la herida. La sangre comenzó a liberar pequeñas volutas de un humo negruzco, que se disolvían en el aire dejando un ligero aroma a descomposición, muy tenue pero inevitable. Necesitaría tiempo, pero la herida sería remendada, cerrada por las energías de la muerte que me eran tan beneficiosas.

Una brillante victoria... -Afirmé sarcásticamente- El desgraciado precisaba nuestra ayuda, sin duda...

Notas de juego

Me voy aplicando Toque Carnal, curo 1 pg por asalto.

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23/07/2017, 01:58
Olplyn Draeval

Con expresión algo contrariada hice girar los dedos de mis manos en un vigoroso gesto para disolver en el ambiente la magia acumulada sobre mi dedo indice, dispersándola así forma inocua por el aire. Acto seguido me acerqué contraría al bruto tendido en el suelo, traté de recurrir a la esencia de mi cinturón arrodillándome junto a él. 

En cuanto pude comprobar que la magia no surgía efecto comprendí el fatal error de su condición, un muerto a nuestras espaldas era un gran inconveniente, especialmente para mi dado que tan solo por el color de mi piel y la reputación de mi raza yo iba a ser el culpable de esto. No importaba que hubiera sido un error cometido por mis compañeras, la culpa recaería sobre mí.

Giré hacía ellas y negué con la cabeza, nada se podía hacer. Me encogí de hombros e hice un aspaviento para mi mismo, ya nada se podía hacer, así que me puse o otros asuntos más importantes. Agoté la magia de mi cinturón cerrando la herida de Aalis, al fin y al cabo era cuestión de tiempo que la nigromante recuperase su vigor por si misma.

Mientras ellas se recuperaban cogí una sabana vieja del baúl de aquel desgraciado y una pequeña madera cercana a la chimenea, de una forma un tanto ridícula una vez envuelta la hoja traté de clavar el pequeño resto de madera en la punta, cosa que tuve que repetir varias veces dada a mi precaria condición física para por último introducir la entera con la mochila como si nada. Ciertamente no me daba miedo alguna manipular la espada¿qué era lo peor que podía pasar?que yo, tal vez el peor espadachín de todos los tiempos con la fuerza más miserable de mi grupo empuñara un arma apenas podía levantar contra mis compañeras. Sería una situación ridícula en la que mis compañeras no tardarían ni unos minutos en neutralizarme.

Estaba seguro que en breve Aalis se interesaría por la salud de Elsbeth, aquellas dos tenían un extraña simbiosis, en ese momento para evitar futuras discusiones introduje el camisote de mallas y las pociones en mi mochila. Más tarde entrarían los libros, todos y cada uno de ellos, lo que quedaba era basura pero ningún libro se merecía ese trato por muy inútil que fuera, solo por eso aquel orangután se merecía su destino.-Bueno, creo que todo el mundo me va ha echar la culpa de esto, así que hoy no es mi día de suerte.¡Bah, tranquilas!Suele pasarme con frecuencia. Por otro lado no se vosotras, pero yo me niego a creer que un mago de categoría viva en una pocilga como esta y más uno que tenía en su poder un libro tan peligroso como el que pensamos.Voy a poner la casa patas arriba hasta asegurarme de que no hay ningún maldita pasaje oculto, Valentine ayúdame mientras ellas dos descansan.-

- Tiradas (1)

Notas de juego

+4pv para Aalis. Detectar magia uso otro y voy a tomar 20 para Buscar en la casa.Total 26 si Valentin me ayuda 28.

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24/07/2017, 01:15
Aalis Dragomir

No, no, no… Esto no tenía que haber pasado…

Al ver al hombre caer de rodillas y echar sangre por la boca lo vi más que claro, aunque Olplyn se acercó a comprobarlo. El hombre había muerto. Un hombre inocente había fallecido por nuestra culpa.

Por mi culpa.

El golpe que le asesté no había sido demasiado duro, pero puede que fuera la estocada que le dejara ya a merced de la muerte. Realmente no tenía forma de saberlo, pues Elsbeth se había lanzado a por el de inmediato tras de mí. ¿Le habría dado ella el golpe de gracia? Daba igual. Nada de eso tenía que haber pasado, no tenía que haber dejado que pasara.

Retrocedí varios pasos hacia atrás, en shock, terminando por dejar caer mi escudo y mi espada. Miré brevemente hacia mis laterales, viendo que mis compañeras estaban bien, justo antes de que el drow me curara, una cura que no merecía. Me despojé del yelmo que vestía, sosteniéndolo entre mis manos y mirándolo unos instantes, hasta que de forma repentina, llena de rabia, lo tiré contra la pared de la cabaña; para acto seguido abandonarla de un portazo.

Necesitaba tomar aire. 

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25/07/2017, 21:26
Valentine U'lu

Apenada por la muerte, y cansada por el estrés del combate, ,me dirigí a examinar a mis compañeros, a ver si alguno requería de una cura rápidamente. 

Al ver que estaban bien, echo una mano a Oplyn a buscar. Esta situación es muy rara. Pero al menos tenemos ahora un lugar donde pasar la noche.

Pobre leñador.

Una vez Acabamos de buscar, me dirijo al hombre muerto y rezo una oración por su alma.

-Amalis slodin aamur tempus aeternam ánima est.

 

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25/07/2017, 22:44
Elsbeth Bathory

Olplyn comenzó con su retahíla victimista habitual, asumiendo que se le culparía a él de lo sucedido. Puse los ojos en blanco, y tomé aire, resoplando mientras le miraba negando con la cabeza.

Es más que evidente que la causa de la muerte han sido heridas profundas, Olplyn. -Le indiqué, con tono condescendiente- Eso excluye rápidamente como sospechoso a alguien tan enclenque como tú, por muy oscura que sea tu piel, ¿no crees? -El tono de humor ácido era evidente mientras le dedicaba una mirada cargada de complicidad- No, si necesitan culpar a alguien, tengo yo más opciones. Y no les faltaría razón.

A fin de cuentas, era yo quien le había causado las heridas más graves y evidentes, más allá de que mi aspecto y naturaleza despertase más suspicacias. Claro que la clave estaba en que realmente necesitasen culpar a alguien. Para ello, habrían de encontrar el cuerpo... Un cuerpo que sería sencillo hacer desaparecer, por otra parte, más aún en aquel desolado y aislado paraje, tan lleno de peligros...

Olplyn se centró en encontrar algo más oculto en aquella cabaña. Creía que eso ya lo había intentado antes, pero no me parecía mala idea hacerlo. Pensé en incorporarme y ayudarle en la tarea, cuando él mismo eligió a Valentine como compañera para que Aalis y yo pudiéramos descansar tras el combate.

Aalis...

La expresión en su rostro cortaba el aliento. Permanecí mirándola mientras Valentine se movía a su alrededor tratando de determinar si precisaba de más ayuda sanitaria. Ni se debió percatar de mi estado, pero eso carecía de importancia. De todos modos no podía ayudarme en absoluto, pues lo que sanaba los cuerpos de los vivos me era dañino. En cambio, las energías oscuras que les causaban tanto mal reparaban mis heridas. Que me ignorase era normal. La mirada de Aalis... también, dadas las circunstancias. Aunque no por ello era menos dolorosa, no por ello me hacía saltar menos cada estruendo a medida que soltaba y dejaba caer el metal que tanto simbolizaba para ella. Un escudo. Una espada. Un casco estrellándose contra la pared, rebotando varias veces al alcanzar el suelo. Tragué saliva, comprendiendo lo que aquello suponía para ella, y sentí un intenso frío al verla salir al exterior.

No... No vayáis tras ella... -Dije en voz baja, cargada de una cansada ironía. Ninguno de ellos había hecho el menor amago de hacer algo así- Dadla tiempo...

Tiempo. El tiempo lo reparaba todo, o eso decía mi padre, mi maestro, mi amo. Debía saber algo sobre el tema, siendo inmortal, pero costaba creer en aquellas cosas en momentos así. Aparté la mano de la herida de mi muslo, comprobando el color negruzco que adquiría la sangre alrededor de la herida que aún sangraba, y el modo en que se adhería pegajosamente a mi mano, y continué apretando y aplicando aquella circulación de energía oscura. Con pesadez me puse en pie, mostrando una mueca de dolor, y me dirigí hasta donde estaba su espada, recogiéndola del suelo. La deposité sobre la mesa y repetí la operación con el escudo y el yelmo, antes de sentarme de nuevo. Valentine rezaba por el muerto, como si le fuera a servir de algo.

Asumo que querrás darle una sepultura digna. -Le dije a la clérigo- En lo profundo del bosque iría bien con su naturaleza... y nuestros intereses. -Comenté con una mirada ladina, buscando la comprensión que sabía encontraría rápidamente en el drow.

Desvié mi rostro hacia la puerta, por la que Aalis había salido, preguntándome cómo se encontraría. No podía evitar preocuparme por aquella mujer, algo que sin duda mi maestro habría aborrecido. ¿O quizás no? Para eso me soltó en el mundo exterior, para que conociera, viviera, sintiera todas aquellas cosas que no encontraría en la Colmena. Y para que después viera como todo eso me traicionaba, y ennegrecer mi corazón. ¿Era eso lo que me esperaba con Aalis? ¿El gélido puñal de la traición?

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26/07/2017, 22:35
DM Eärendil

Olplyn busca en su mente mientras Aalis se marcha fuera a tomar el aire, pero no encuentra el familiar peso en él de su conjuro para detectar auras mágicas. Así lo confiesa a sus compañeras. Elbesth toma el relevo y lanza el sencillo conjuro. Los objetos mágicos de sus compañeros relucen ante su mirada. También el espadón, la cota de mallas doblada sobre la silla, y cuatro redomas entre las bebidas alcohólicas de la estantería. Nada más. Aunque uno de los límites del conjuro era que no podía atravesar paredes.

El drow empieza a pasear por toda la casa, obsesionado con encontrar puertas secretas que lleven a un alijo de Zarlag que el bruto de la cabaña no hubiera descubierto. Pero no tiene éxito. No parece haber ningún escondite en la casa.

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27/07/2017, 17:28
Valentine U'lu

Una vez juntamos todo lo mágico, deberíamos de ver para que sirve y repartirlo.

-Bien, ahora que hacemos con todo esto? ¿Alguna idea de para que sopn las pociones o los conjuros que tienen las demás cosas?

Asiento a Elsbeth. 

-Bien, pero no urge. Ha cerrado el círculo. Creo que deberíamos descansar primero. Aunque antes de eso curaré al que lo precise. Así con mis oraciones nocturnas repondré mis conjuros.

 

Notas de juego

No sé como se hace la identificación de objetos mágicos.

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28/07/2017, 00:31
Olplyn Draeval

El drow maldijo para sus adentros¿cómo podría alguien con el don y cierto potencial mágico vivir en un antro como este?. Empezaba a notar el cansancio a medida que sentía como su magia iba abandonando su cuerpo, el día de hoy no había sido en especial provechoso, pero tampoco un desperdicio. Mañana sería otro día, se levantó para ir a la estancia donde había visto la cama pasando cerca de Elsbeth se sirvió algo del cocido del difunto, total él ya no lo necesitaba.-Creo que te necesita más de lo que nosotros te necesitamos aquí.-hizo un ademán con la cabeza indicando que el estofado no estaba mal del todo.-Me iré a dormir pronto y prepararé los hechizos necesarios para identificar todo esto, eso si mañana espero llegar Pembrose sin muchos incidentes dado que no seré de mucha ayuda. No malgastes tu energías Valentine, el poder de mi cinto es cíclico mejor recurrir siempre a él antes que a tus recursos y ya puestos ¿qué dice el culto a la fertilidad de estas situaciones?aún queda algo de luz, seguro que los cuervos ya se han marchado podrías ir traer los cuerpos y amortajarlos con sabanas, mira no hay mal que por bien no venga.-el drow acabó de cenar con presteza. Cogió los ajados libros llevándoselos a la habitación, quitó las sabanas de la cama y tras quitarse las botas se tumbó sobre ella dejando salir a su familiar para que le hiciera compañía mientras canturreaba a la par que picoteaban frutos secos durante la frugal lectura.

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28/07/2017, 12:15
Elsbeth Bathory

La afirmación de Olplyn me pilló desprevenida. Mis ojos rasgados, habitualmente tan fríos y sibilinos, se llenaron de duda y remordimiento. ¿Me necesitaba? Había asumido que Aalis precisaba tiempo y soledad para superar aquel trance, no podía imaginar que pudiera necesitar... compañía. En las cavernas superábamos nuestros momentos más bajos huyendo de todo y de todos, a los rincones oscuros lejos de las hogueras y las antorchas. Beledhel nunca me buscó, ni yo a él; dejábamos que el otro superase su dolor y aguardábamos su regreso con expectación. ¿Quizás debería haber acudido a su lado? ¿Debí refugiarme en él en lugar de en la fría oscuridad? Tal vez no se habría prendado de aquella mocosa estúpida e inútil y seguiría vivo...

Dejad un plato de comida para Aalis. -Murmuré, poniéndome en pie de nuevo, con un gesto de dolor- Va a venir a cenar, aunque sea a rastras. -Añadí, eliminando la duda de mi mirada con un carraspeo, y una dura expresión.

Me dirigí a la salida, cojeando, sin apartar la mano de mi muslo, y salí al exterior en busca de mi amiga.

Notas de juego

Espero a saber cómo está la paladina antes de seguir.

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30/07/2017, 13:58
Aalis Dragomir

A pesar de las atenciones de mis compañeros, aún continuaba herida, aunque la mayor de las heridas se encontraba en ese momento en mi pecho. Una herida que aunque profunda, era imperceptible a la vista.

Me alejé algunos metros de la cabaña, paseando por los alrededores, caminando de un lado a otro mientras analizaba la situación, mientras determinaba todo lo que había salido mal y todo lo que debí haber hecho. Tras ver lo sucedido era sencillo. Con tiempo, resultaba fácil decidir qué había que haber hecho y cómo, pero en el fragor del combate, no era lo mismo. Pero aun así, a pesar de saberlo, no podía evitar que la culpa punzara mi corazón.

No sabía cuánto tiempo había pasado reflexionando, pero en un momento dado me acerqué al río, deshaciéndome también de los guanteletes para meter mis manos en la helada agua. Cogí un poco y me la eché en la cara, queriendo reaccionar de algún modo, volver a ser la que era. Y es que no dejaba de sentir que cuanto movimiento decidía hacer estaba resultando fallido. Mojé mi rostro, pero lo que realmente me pedía el cuerpo era abandonar mi armadura, y desnuda, sumergirme en la congelada agua para que mi cuerpo sufriera al menos un mínimo castigo por mis actos.

Sentada en un peñasco, me quedé observando cómo corría el agua, apoyando mi cabeza en mis ahora descubiertas manos.