Partida Rol por web

El edificio que veis que es más grande que el resto es, en efecto, la tienda del pueblo. La única que hay en todo Yokelville.

By Camember

La casita queda un cacho más lejos.

Por cierto, que cuando estáis parados ante la tienda, veis pasar al hombre corpulento de antes, agarrando firmemente de la muñeca a una dócil Anne, a quien lleva a paso rápido a lo largo del camino.

En la cara de Anne se vislumbra una marca roja en la mejilla...

Ni os mira al pasar, mantiene la cabeza gacha en todo momento. Pasan de largo.

En ese momento, mientras miráis hacia Anne, sale un cliente de la tienda con una bolsa de papel repleta de comida. Se gira y se encamina en la misma dirección que Anne.

Miras hacia el interior de la tienda. Hay ruido procedente del local.

By Camember

Hay dos mesas ocupadas por clientes, como aprecias desde el cristal. Mirando un poco desde fuera, percibes dos mesas ocupadas por dos clientes cada una. Todos hombres. Ríen con ánimo, y ante ellos muestran un par de vasos de espumosa cerveza.

Observo al hombretón arrastrando a Anne, pudiera ser su padre, o su marido

Vaya.... no solo no son hospitalarios

Ni viven ni dejan vivir

Observo la tienda y cojo aire, éste, entra por mi garganta clavando sus mil agujas de hielo en mi garganta

Resecándola haciendome llevar la mano al cuello con tal de tragar algo de saliba y hacerme pasar el dolor

Hacia mucho frío, y constantemente era recordado por las ráfagas de aire hivernales que se levantaban agitando la gélida atmósfera

Prepárese Alan, a saber como seremos recibidos

Doy varios pasos, abriendo la puerta de la tienda y guareciéndome en su interior

Con la esperanza de encontrar alguna respuesta

Alguna pista

Algun camino

Al ver la actividad interior, traspaso el umbral de la puerta y me adentro en el bar extrañamente lleno de alegria parece ser que alejarme de ese individuo a hecho maravillas en mi, incluso me da vergüenza sentirme tan alegre sabiendo que mi hermano se halla en paradero desconocido.

Segun me acerco a la barra, saludo con una leve inclinacion de cabeza a los clientes que se encuentran en las mesas muy buenos dias caballeros.

Buenos dias, me llamo Mycroft Mallard, ¿podria hablar un momento con Miss Maria? pregunto al llegar a la barra.

Cuando llegas a la barra, sorprendentemente, todos los presentes se levantan y se van, mirándote como si fueses el demonio. Uno a uno, sacan unas monedas y las arrojan sobre la mesa, y se van como alma que lleva el diablo.

Una mujer sale del cuarto de baño, mira la escena sorprendida, pues no te había visto llegar, pone los brazos en jarras, y suspira con desesperación. Cabreada, comienza a pronunciar palabras en lo que parece portugués, mientras que con resignación se dispone a recoger las tazas de café, algunas aún llenas, de los clientes que se acaban de ir.

Entráis en la tienda:

En estos momentos, no hay ningún cliente en ella. Veis a una pareja tras el mostrador. Son de mediana edad. El hombre está ojeando un libro de cuentas, mientras la mujer, encaramada a una escalera, limpia un poco el polvo con un plumero.

En las estanterías veis todo tipo de comestibles: panes, verduras, frutas, embutidos, algún trozo de carne sangrante...

También hay algún artículo de limpieza, sellos, jerseys de punto que parecen hechos a mano (posiblemente los haga la propia dependienta, la que se encuentra en la escalera), botes de mermelada casera...

Observo atonito como los clientes comienzan a abandonar el bar, lanzandome las mismas miradas que lanzarian a un ladron o un asesino jamas habia visto una escena tan surrealista en mi vida, ¿que pueden tener las gentes de este pueblo para huir de esa manera ante las gentes de fuera?

Aun estupefacto y sin saber muy bien que hacer, me acerco a la mujer que esta recogiendo las mesas disculpeme, ¿es usted por casualidad miss Maria, la dueña del establecimiento?

Me quito el sombrero y observo detenidamente la tienda

No sé como apañarmelas para conseguir sonsacar algo a esta gente pero algo habrá que probar

Buenos días tengan

Saludo distraído sin esperar una respuesta cortés

Mmmm

Ojeo unos jerseys de manufactura algo primitiva, pero sin duda me ayudarán a pasar el frío de Yokelville

Cojo un jesey morado de mi talla y me lo coloco en el brazo ojeando los comestibles

Si, disculpen, ¿Me cobrarían este jersey, y una bolsa de pipas por favor?

Mi intención es establecer una mínima confianza, un minimo lazo a través del cual preguntar por Charlie, pero primero necesito que me muestren un rostro confiado, una cara cotidiana, o hostil, necesito establecer ésa familiaridad a través de la que, consciente o inconsciente, surge la sinceridad

-Sí, soy yo- te dice, con un inconfundible acento portugués- ¿Y qué deseas corazón, además de espantarme a los cuatro que aún se acercan a tomar café? Brrr... ¡Maldito negocio de mala muerte! ¿En qué momento se le ocurrió a mi mariiido que en paz descanse montarme este tugurio para que no me aburriera?

Se ve que está de mal humor a causa de haber perdido toda la clientela de la mañana. Mira la pila de tazas por fregar, y suspira con desolación.

-¡Siento la bordería, corazón!- te mira, aún irritada, pero más tranquila- No estoy teniendo una buena mañana, como ves.

El hombre te mira con desagrado. La mujer deja de limpiar y se acerca a ti:

-No está en venta lo que tiene en la mano- te dice el hombre- Déjelo donde estaba.

Ninguno de los dos dice nada más, pero os miran fijamente.

Les mantengo la mirada al menos un minuto

Ya se me están empezando a inflar las pelotas

Y cuando a Jason Strawberry se le inflan demasiado, o es que una moza va a tener mucha suerte o es que va a arder Troya

Lanzo el jersey y las pipas con violencia donde los hubiera cogido

Vaya - Observo con una sobreactuada sorpresa el lugar

Pensé que habia entrado en una tienda, pero al parecer topé con la pocilga

Tal vez debieran pasar un poco de jabón por todo el pueblo, a ver si así consiguen que algo brille aquí

Desde luego vuestra hospitalidad da asco

Escupo al suelo de la tienda y me marcho a la calle

De nuevo tengo que colocarme el sombrero y abrochar la gabardina, hace un frío que pela

Doy un par de paseos rápidos e inquietos por la calle golpeando mi frente con el puño

Si solo fuera por la familia Mallard me iría de éste repugnante lugar

Pero ahora necesitaba satisfacer mi curiosidad

Habia algo misterioso y oculto en este pueblo o tan sólo eran todos rematadamente imbéciles

Mañana a primera hora me iré de este pueblucho, pero hasta entonces trataré de averiguarlo

Estoy seguro que estos locos le han hecho algo a Charles, pero ¿Como demostrarlo? ¿Como demostrármelo?

No podia contar con ningún informante, y el tal Alan no parecía tener demasiadas luces

Sigo mi paseo hacia la periferia del pueblo, pensando y alerta, no me gustaría pisar un geranio de tan amable gente

Di-di-di-dis-culpeme por las molestias causadas miss Maria, le juro que no era mi intencion causarle ningun perjuicio respondo aborchonado mi unica intencion era charlas con usted sobre ciertos asuntos de indole personal.

Mi nombre es Mycroft Mallard, encantado de conocerla me presente recuperando mi habitual tono de voz y me encuentro en Yokelville para hallar el paradero de mi desaparecido hermano Charles, del cual llevo dias sin tener noticias. Lo ultimo que se es que se encontraba en el pueblo recabando informacion para escribir un articulo. Pater Winthrop nos ha dicho que este es el mejor bar del pueblo, asi que he supuesto que mi hermano debio de pasarse en algun momento a refrescarse el gaznate o a obtener informacion. Se trata de un hombre de voz suave y buenos modales, cabello rubio ligeramente canoso, siempre corto y ojos azules, ¿no le sonara haber visto por casualidad a alguien que encaje con la descripcion?

Con una sonrisa tranquila y confiada sigo a Jason con la mirada mientras se aleja indignado abandonando la tienda, despues  me pongo serio. Finjo buscar algo en el bolsillo interior de la chaqueta, abriendola lo justo para que los dos tenderos puedan ver asomar la funda del revolver durante un instante. El suficiente tiempo como para que se preocupen. Luego pongo cara de haber recordado donde está lo que busco y me saco la foto de Charles Mallard del bolsillo del pantalon para despues dejarla sobre el mostrador. Pongo mi cara de tio duro, la que uso en las calles con los delincuentes.

- ¿Han visto a este hombre? Su nombre es Charles Mallard. Ha desaparecido. Su familia pagará generosamente por cualquier información a cerca de su paradero. Si le han visto o han oido algo haganmelo saber, descubrirán que tratar conmigo es mucho mas beneficioso y prudente que hacerlo con los federales.- Les clavo una mirada fría como el hielo.- Ellos hacen las cosas de una manera mucho mas brusca y ¿Saben? están al caer.

Quizá usar un buen farol, algo de intimidación y sacudir un poco el avispero nos de mejor resultado que indignarnos.

Cuando sales, furioso -y con razón- de la tienda, notas unos pasos que se acercan hacia ella. Ves a un hombre enorme, con cara alelada, y la boca ligeramente abierta, los ojos mirando al frente sin centrar la vista en nada en concreto, y un hilillo de baba deslizándose por su barbilla. Va especialmente andrajoso, y cuando pasa a tu lado te das cuenta de que tampoco huele especialmente bien.

El corpulento hombre pasa a tu lado, con la intención de entrar en la tienda, y antes de hacerlo, te mira por unos segundos, y te sonríe. l abrir la boca ves que le falta un diente, y que los presentes no tardarán en acompañar al que se ha caído, ya que se ven bastante negros. No obstante, al mirarte y sonreír, has visto quizás uno de los primeros gestos corteses desde tu llegada a Yokelville.

Te da la espalda y entra en la tienda.

-No sé de quién me habla- te dice el hombre, sin ni siquiera echar un vistazo a la fotografía. Tampoco se ha impresionado especialmente por notar que llevases un arma. Su mujer no la ha visto.

De pronto, escuchas pasos a tu espalda. Ves a un hombre enorme, con cara alelada, y la boca ligeramente abierta, los ojos mirando al frente sin centrar la vista en nada en concreto, y un hilillo de baba deslizándose por su barbilla. Va especialmente andrajoso, y en cuanto entra te das cuenta de que tampoco huele especialmente bien.

El corpulento hombre se acerca al mostrador, mirando los bollos de pan, y antes de hablar, te mira por unos segundos, y te sonríe. Al abrir la boca ves que le falta un diente, y que los presentes no tardarán en acompañar al que se ha caído, ya que se ven bastante negros. No obstante, al mirarte y sonreír, has visto quizás uno de los primeros gestos corteses desde tu llegada a Yokelville.

Vuelve a centrar la vista en los bollos de pan, y señala uno.

María te hace un gesto con la mano, como pidiéndote que cortes el rollo.

-No hase falta me cuentes tu viiida, corasón- te dice, mientras va a por un par de tazas de café- Que sé muy bien quién es el bueno de Charles. ¿Así que está desapareciiiido?- regresa al mostrador con dos tazas humeantes, y te tiende una- Cortesía de María- toma un trago, y continúa- Mejor tomarse un cafeliiito, corasón, si vamos a estar hablando un ratico del bueno de tu hermano. Bueeeno, si está desapareciiido, eso explica por qué no se ha pasao por aquí más. ¡Ya me extrañaba a mí!

Muchisimas gracias por el cafe miss Maria le digo mientras me acerco al mostrador. Una vez en el, le doy un trago al cafe y prosigo con mi relato me temo que asi es. Hace varios dias que ninguno de sus allegados o conocidos tiene noticias de el, y al ser esto algo harto extraño en el, decidi venir a indagar su paradero por mi mismo.

Vuelvo a tomar otro sorbo del cafe por cierto miss Maria, es este un cafe en verdad exquisito. Dice usted que le extraña que mi hermano no halla pasado por aqui recientemente. ¿Significa eso que era cliente habitual de este establecimiento?

-Bueno, no todos los días, corasón, pero de ves en cuando sí. Aunque sólo fuera a pagarme o para tomarse un cafelito si hacía frío- te dice, mientras da un nuevo trago a su taza de café- Grasias por los cumpliiiios. Sí, no es mal café, no- mira al exterior,  uno de los que estaban en la cafetería antes de tu llegada mira a través del cristal y se aleja de nuevo- Bueno, al menos ya hay una excusa para su retraso, me extraña que no me pagase toavía.

No se preocupe miss Maria, yo me hago cargo cargo de su deuda, si no fuera asi no podria considerarme su hermano le indico sonriente mientras meto la mano derecha en un bolsillo del pantalon y saco una desgastada billetera y la dejo sobre el mostrador ya me dira usted a cuanto asciende la deuda de mi hermano.

Doy otro sorbo de cafe, y lo mantengo en la boca unos segundos paladeandolo ¿y no le dijo nunca por que se encontraba en el pueblo? La verdad es que sabemos que estaba escribiendo un articulo para el Boston Globe, pero su contenido nos es del todo desconocido. ¿Dijo tambien alguna vez donde se hospedaba? El caso es que me hospedo en casa de miss Stone, y segun ella mi hermano no ha pernoctado en ella.

Y por favor, no dude en detenerme si ve que la estoy atosigando, normalmente no suelo ser tan desconsiderado, pero este tema me tiene ligeramente mas alterado de lo normal me disculpo ligeramente ruborizado al darme cuenta cual cerca estoy de convertirme en alguien como ese juntaletras de pacotilla mientras doy un nuevo sorbo al cafe.

A mí no me la das con queso cara-fea

Alan aún no ha salido, este pueblo me pone de los nervios, definitivamente volveré a Boston mañana

Me alejo de la tienda, en algun lugar discreto donde apoyar la espalda y ver la tienda y la calle

Esperaré a Alan, no me hace ninguna gracia pasear por aquí yo solo

Además de la mala espina que me da este lugar, no me fio de que ese gordo no le haga daño

Ahí me quedo de vigilante sereno hasta que Alan salga o alguna otra cosa suceda