Partida Rol por web

Conforme llegábamos, pletórico y gritando a pleno pulmón, despeinando aquel cabello mimético y sin valor por culpa del viento provocado por la velocidad, aquel característica aura amarilla comenzó a materializarse alrededor de mi cuerpo. Parecía inofensiva, y de cerca tenía la apariencia de una pequeña estela de estrellas que manaba de mi cuerpo, fundiéndose con el aire, en cada extremidad, una estrella de cinco puntos, amarilla, comenzó a formarse.

Y los tres aterrizaron. Las chicas se dieron cuenta de que los ojos estaban aparentemente vacíos, pues si bien seguían estando ahí, estaban cubiertos por dos pequeñas esferas doradas, que parecían evaporarse como llamas de color antinatural. Los ojos no ardían, pero daba esa impresión.

- Me encantaría ir juntos- dije con una voz gutural, antinatural, surgida del estómago. Al hablar, la boca había pasado a irradiar esa luminosidad, como si la fuerza se escapase por la boca, literalmente. Me llevé una mano, brillante y luminosa, al pecho-, pero siento que esto es algo que debo superar por mí mismo. Nunca he sabido andar, ni hacer las cosas solo, y va siendo hora de demostrar que he crecido.

Trece años, concretamente.

Plantó un beso en la frente a Alice, considerablemente más baja que yo, pues medía casi dos metros de repente sin saberse muy bien como. Probablemente hubiese pegado un estirón durante el vuelo.

- Te veo luego- giré la cabeza hacia Alice-. Un placer.

Guiñé un ojo, y decenas de pequeñas chispas brotaron. Era como ver la fusión de una lámpara humana, el hombre antorcha y una estrella.

Y sin más, echó a volar, envuelto en aquella extraña aura de color amarillo que parecía brillar más a cada momento, amenazando con explotar.

Entré, y escuché, mientras seguía concentrándome en prepararme.

Bien...

Primer Nivel: Nadar, claramente. Será fácil.

Segundo Nivel: Atletismo... lo daremos todo. TODO.

Tercer Nivel: Trepar. Tengo un plan.

Cuarto Nivel: Acrobacias... necesitaré suerte.

Quinto nivel: Nadar y Trepar. Algo inventaré. Soy creativo.

- Podría volar...- dije elevándome en el aire con aquella extraña forma ígnea, quizá fruto del Ki o quizá fruto de la metamorfosis-. Podría teletransportarme... pero no lo haré. Usaré sólo mi propia habilidad para superar las pruebas, sin trampas, únicamente con mi cuerpo y mi energía- una oleada de estallido amarillo golpeó las paredes-. E aquí mi energía... ya la conocéis.

Y eché a correr, saltando finalmente con intención de saltar al agua y echar a nadar. Justo al hacerlo, al tocar el agua, un estallido azul sacudió el aire y el agua, permitiéndome zambullirme con facilidad mientras mis manos y piernas, extremidades en genera, se movían dejando una estela corporal tras de sí. No era un simple aura de energía, era el propio cuerpo desdoblándose.

al terminar de nadar llega a unos escalones que llevan a una rampa en ligera pendiente, completamente llana

Me quité la ropa mojada para que no me pesase al correr que es lo que me había retrasado en la prueba anterior... además, no me podía permitir el lujo de volver a retrasarme si quería llegar la primera a la cima de la torre. Sabía que había otros que hacían las pruebas físicas mejor que yo, pero no me iba a rendir por eso.

Comencé a correr hacia el siguiente nivel, sin detenerme.

Salí del agua envuelto en aquellas llamas doradas como alma que lleva al diablo. Sin ojos ni garganta, irradiando luz, eché a correr cuan largo era el circuito de obstáculos. Sabía muy bien que acabaría quedándome sin energía, y que probablemente, al final, tuviese que volar, como siempre. Pero debía intentarlo, qué menos. Si la suerte estaba de mi lado y las células querían, conseguiría llegar allí a tiempo, y lo más importante... en menos de siete rondas. Lástima que mi energía mermase por momentos. No aguantaría ese ritmo siempre.

Pasas el llano en ligera pendiente sin ningún esfuerzo, terminando en los pocos escalones que llevan hacia el siguiente nivel

Sin recurrir al fuego espiritual que rodeaba al cuerpo, usando meramente el poder innato, cuatro palos, uno en cada extremidad, brotaron como estacas de crucifixión. Salté a la pared y clavé el primero, intentando trepar con su ayuda y la tensión de los músculos.

Aún caían algunas gotas de agua, de la piscina, pues el fuego no era real, pero ni me daba cuenta. Tenía un objetivo marcado y por el momento lo estaba consiguiendo. Era una cuestión de tiempo que me topase con el muro de la realidad.

Terminas de trepar el muro, que esta vez te ha costado algo más de lo que creías y llegas los escalones uqe llevan hacia el siguiente nivel, que esta vez parece que es más complicado que los anteriores.

Muro superado, aunque el aura se debilitaba. Las energías comenzaban a fallar, y se notaba, física y mentalmente. Hora de dar saltitos. No iba a ser fácil, pues era algo casi imposible para Trece, pero era cuestión de quemar todo lo que tenía dentro y rezar para que funcionase.

En uno de los saltos al caer te vas un poco hacia delante y tienes que parar el ritmo para equilibrarte, tras lo que continúas con éxito y terminas el recorrido, solo queda nadar y trepar, y ves aún el cofre en la cima, calculas el tiempo y crees que si no fallas en ninguna de las dos que quedan puedes conseguir el premio especial

Aquel nuevo estallido de poder enfureció el ambiente mientras el simbiótico cuerpo desfilaba entre las pequeñas plataformas como una sombra. Sus movimientos no eran sobresalientes, ni mucho menos, pero los decoraba de tal forma que parecían espectaculares. Era puro maquillaje, tanto así que se quedó a medio camino. Recurriendo a una nueva oleada de poder, consiguió llegar al final. Le faltaba poco para empezar a cansarse, muy poco, sobretodo a nivel espiritual.

Más agua... para eso no necesitaría energía interna, el cuerpo bastaría. Salté al agua brava y eché a nadar raudo cuando los músculos daban de sí. En cualquier momento parecía que pudiesen saltar los tendones o pinzarse los nervios. Era agotador... pero por suerte era resistente.

Y mientras tanto, las últimas gotas de energía vieron la luz. El cuerpo se volvió negro como la noche, pues no le quedaba ni una gota de luz. Toda ella estaba rodeándolo, como la farola al abrigo de la oscuridad.

Había llegado a aquella sala, si señor un poco de ejercicio no esta mal y ademas cuando la palabra premio salieron de los labios de Saisu, sus ojos rojizos se iluminaron y salió corriendo por la izquierda, preparado para pasar el primer nivel y saltar las tarimas, estaba empezando a motivarme y eso era bueno, era genial cuando el reto era suficientemente bueno como para llamarme y que me motivara.

Escucho los instructivos del profesor, el premio era motivante pero también lo era el hacer algo de ejercicio. Cosa que me parecía estupenda. Di una leve sonrisa al instructor antes que desaparezca por debajo de mi capucha, él seguro que la habría visto. Decido tomar el camino de la izquierda, saltar siempre fue un gusto para mi. Tomo vuelo y al saltar las tarimas lo hago velozmente, la capucha se baja por la velocidad, más que nada por el aire podría decirse, y se dejó ver de nuevo mi rostro con el cabello ondeando como olas de lava.

Al saltar de tarima en tarima pierdes un momento el equilibrio, pero luego te recuperas y estas listo para continuar

Consigues pasar las tarimas sin ningún tipo de problema y llegas a unos escalones que hay haciendo una curva, que al subirlos te llevan a una zona llana, en ligera pendiente ascendente y perfecta para correr.