Partida Rol por web

Ari ha permanecido en silencio todo el rato. No hay nada que decir, y además le duele la cabeza. La magia de Selune ha curado todas las heridas y la ha ayudado a ver la luz del nuevo día, que no es poco; pero Ari siente como si alguien hubiera abierto su cráneo, hubiera soltado un ratón dentro, y hubiera cerrado... y ahora el ratón estuviera intentando salir por entre los ojos.

Los enanos no han aparecido, como era de esperar. Está la zona como para que haya una pandilla de enanitos paseando por la zona mientras cantan el "ahivó, ahivó". La humedad de la noche parece haber atascado un poco las ruedas del carro, pero Ari ayuda  a sus amigos a poner el carro en movimiento y les acompaña a casa de Linene. Hace ya varios años que no se ven, desde antes de que... Ari se esfuerza en no pensar en ello. Maldito dolor de cabeza.

El carro llega delante de la puerta de la comerciante y el pequeño soldado vestido de verde da el "so" a los brutos. Linene sale a recibirles y no ve a Ari inmediatamente. Se sigue conservando estupendamente, la muy perra. En el fondo es buena chica, aunque algo egoísta y muy manipuladora, sobre todo con los hombres. Alguna vez tuyo el cuajo de flirtear con el marido... bueno, con el ex-marido de Ari, la muy putón desorejado. Todos estos recuerdos se amontonan a gran velocidad en la cabeza de la mujer junto a imágenes de borracheras en las fiestas del gremio de comerciantes. Instintivamente, la sacerdotisa mira a Lilene de arriba a abajo buscándole defectos, empezando por esos tobillos tan gordos que parecen cubos de fregar la cubierta de un barco.

- Menuda noche, eh? He oi... Ari? ---Lilene por fin ve a Ari.

- Que me lleven los Dioses para nunca volver! Pero si es la gran Linene Graywind! Cómo estás!?

Las dos mujeres se dan un gran abrazo lleno de sonrisas. Parece que se adoran mutuamente. Con una cara radiante, Ari presenta a la comerciante a sus amigos.

- Chicos, os presento a la mejor comerciante a este lado de las Montañas de la Espada...

Y la más zorra.

- ...Esta mujer sería capaz de venderle un amuleto de Selune a un zelote de Bane ---se vuelve a Lilene---. Y bueno, tú cómo estás? Estás igual, estás guapísima, estás estupenda...

Tienes la cabeza con unas cuantas canas ya.

- ... por ti parece que no pasan los años!

- Tú también estás divina! Cuándo habéis llegado? ---responde Linene.

- Llegamos ayer, y vinimos a traerte este cargamento. Seguro que tú le das buen uso, ja, ja. Sin embargo, puede que ya te hayas enterado de que hemos estado, cómo decirlo, algo liadillas con unos asuntillos de nada...

Salvando tu pueblo, nena.

- Y qué tal está la pequeña Elbe? ---pregunta Lilene---. Estará ya hecha una mujercita!

La cara de Ari pierde la sonrisa mientras responde:

- Elbe murió.

El silencio se apodera del grupo. Lilene responde tímidamente:

- Lo siento.

- Gracias. No pasa nada. Hace ya dos años de aquello... pero no es el momento de pensar en cosas tristes! Como ves, ahora me dedico a los asuntos de los dioses. Podemos pasar? Tenemos muchísimas cosas que contarnos!

Entrais en la tienda de armas tras Linene que, teoricamente, tiene la misma edad que Ari pero aparenta ser mucho mas joven. Los dioses no parecen demasiado interesados en dar conjuros de belleza, parece ser.

La comerciante os explica que ha tenido problemas ultimamente con los cargamentos y los bandidos. En nombre de su compañia, os ofrece parte del cargamento para vosotros. Al fin y al cabo lo daban por perdido. Se la ve muy contenta de que hayais acabado con los bandidos

Estoy segura de que estaban a punto de venir a robarme en la tienda, en cuanto se sintiesen fuertes. Me negaba a venderles armas - explica - No tenian derecho a tratar a la gente del pueblo como lo hacian. Y claro, el idiota del alcalde no hacia nada. He oido que capturasteis a su lider? Ojala se lleve lo que merece.

Después de la vigésima vuelta a la habitación Trul decide dar un paseo por el campo.

Mucho Trul héroe, mucho Trul grande, pero mejor paseo por las afueras no vaya a ser que recuerden de repente que soy un goblin.

Y sin pensarlo, coloca su espada envainada en su cinturón y se encamina a las afueras de la aldea

El joven druida aparenta seguir el interesado el cambio de pareceres entre las mujeres, pero en realidad se pasa el rato mirando el escote de Linene.

Cuando esta les ofrece parte de la mercancía ve por fin su oportunidad de intervenir.

- Repartid mi parte con el pueblo - dice Calethos señalando al carromato - Por desgracia los opresores raramente se rinden tan pronto y son dados a utilizar la violencia. Es mejor estar preparados.

Encantadísimo mi señora Linene. Lo cierto es que si Ari nos hubiera dicho que era alguien de su porte y belleza la que se hacía cargo de ese cargamento hubiéramos venido mucho antes.

Zeljko coge la mano de Linene y si ella no se opone le besa el dorso.

Ha sido un honor ayudar al pueblo a librarse de esos bandidos, nunca sospechamos cuando los enanos nos contrataron que terminaríamos siendo de ayuda, pero así somos, gente de noble corazón siempre dispuesta a echar una mano.

Zeljko pone la mejor de sus sonrisas mientras deambula por entre las armas probando varias, siempre de la manera más aparente y lucida mientras canturrea algo que saca a la luz su melodiosa voz.
 

Trul se da un buen paseo por los alrededores del pueblo. A parte de ayudar a hacer la digestion y disfrutar del sol otoñal, no descubre nada de interes. Tampoco se cruza con nadie, aunque eso puede que sea porque los campesinos le evitan.

Por desgracia los opresores raramente se rinden tan pronto y son dados a utilizar la violencia. Es mejor estar preparados.

Claro, claro, por supuesto - Linene asiente a las palabras del druida sin hacerle mucho caso. Darselo a la gente? Es evidente que no sabe lo duro que es ser un pequeño o mediano empresario en Faerun. Ni que el dinero cayese de los arboles. Siendo druida, deberia saber que no es cierto

~~Encantadísimo mi señora Linene. Lo cierto es que si Ari nos hubiera dicho que era alguien de su porte y belleza la que se hacía cargo de ese cargamento hubiéramos venido mucho antes.

Muchas gracias - le responde con la mejor de sus sonrisas. Mientras Kulenov mira las armas, Linene se gira hacia Ari y le hace un gesto como diciendo "partidazo". 

Alton abre los ojos sorprendido ante las palabras de Calethos, ¡¿qué hacía ese tirado repartiendo el dinero que tanto les había costado ganar?!

Deben ser los continuos golpes en la cabeza, como la tía Wendy decía que le pasó al abuelo después de que aquel pony le coceara la sesera...

No tengo problema en aceptar monedas grandes o gemas. - indica Alton, no vaya a pensar a aquella humana larguilucha que Calethos hablaba por todos...

https://es.wikipedia.org/wiki/Palomitas_de_ma%C3%ADzblabla
blabla
https://es.wikipedia.org/wiki/Palomitas_de_ma%C3%ADzblabla

Con disimulo, sin que ninguno de sus compañeros la vea, Ari responde a los gestos de Linene haciendo una mueca que quiere significar que hay mucho más arroz que pollo en este ídem. Al mismo tiempo, continúa la conversación hilvanando sin esfuerzo temas irrelevantes con preguntas para obtener inteligencia tanto sobre el presente del pueblo como sobre el pasado de su amiga:

- Y bueno, cuéntame cómo te van las cosas...? Parece que no te ha ido nada mal desde que viniste al sur. Vives sola? Y el alcalde este tan incompetente (y cuál no lo es, en cierto modo? Dale un cetro a un hombre, y tener algo largo y duro en la mano hará que deje de pensar con claridad), cómo es que no lo habéis largado a gorrazos? Quién le apoya?

Cita:

Pues si te acuerdas, se me eligio como representante del gremio de Neverwinter en Yartar asi que estuve alli varios años. Una monada de ciudad, con casas colgadas sobre el rio Dessarin, un mercado central super exotico que nada tiene que envidiar a Neverwinter... Una pasada. Deberias ir. - se pone el pelo detras de las orejas - Una nobleza muy simpatica, tambien. Me estuvo cortejando el propio Baron - dice con una media sonrisa - pero no era mi tipo. Se puso pesado y me di cuenta de que mi tiempo en Yartar habia acabado. Hombres. - aclara, como si no necesitase mas explicacion - Asi que hable con el lider del Escudo del Leon que nos habiamos hecho amigos con los años, y me consiguio esto. - mira alrededor - No es particularmente espectacular, pero oye, este pueblo tiene posibilidades. Mientras los orcos no vuelvan, el pueblo puede convertirse en un centro de comercio... Y tendremos la ventaja de estar aqui los primeros. - termina con una sonrisa

Cita:

Linene se rie ante el comentario

Ari, Ari... Siempre igual. - le pone la mano en el hombro - Te hubiese necesitado en Yartar. Harbin no es tan malo. Tenia contactos en Leilon y ayudo mucho a crear el pueblo. Simplemente es un calzonazos. En cuanto empezaron los problemas, se escondio como una rata y se nego a ver la realidad: Los bandidos aterrorizaban a la gente. No se si es simplemente miedica o le pagaban. De todas formas, tampoco hay mucha gente que fuese capaz de dirigir el pueblo. Hay que tener los contactos adecuados para que las grandes ciudades cercanas no nos fagociten en cuanto empiece a salir oro de esas minas. Se que Halia quiere el cargo, pero no me parece de fiar. El hombre que vino con vosotros conto a la gente anoche que es miembro de la Alianza de los Lores. Pero un extraño de alcalde? No se si es la mejor idea. - se encoge de hombros - Supongo que mejor goblin conocido que orco por conocer.

Ciertamente, mi señora. El gobierno es algo que no está hecho para todas las espaldas. Por ejemplo las mías están hechas para viajar, conocer lugares, regalar sonrisas y conquistar corazones. Ni por todo el oro del mundo me sentaría en la silla de un alcalde...

Aunque si fuera alcaldesa de buen ver no me importaría usar la silla para...

Zeljko sonríe para sí después de lo que ha dicho.

En cualquier caso, por lo que contáis, vuestra vida ha debido ser apasionante. Si tenéis más tiempo cuando regresemos de nuestra misión, me encantaría poder conversar con vos y que me relatarais los capítulos más singulares de tan florida aventura que es la existencia.

Siempre que tal conversación fuera de vuestro agrado, por supuesto...

El joven bardo pone la mejor de sus sonrisas.