Partida Rol por web

La fortaleza móvil número 4 (+18)

Capítulo 1 - ¿Somos prescindibles? - La Ryugujou inicia su viaje

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10/09/2018, 18:28
Kabane no Omo (Zombie Master)

Palacio del emperador. Estación Kongoukaku

Mogami Tomohiro, prestigioso ingeniero de la noble familia Mogami y dueño de la hayajiro llamada Ryugujou, se dirige con paso firme al salón del trono del emperador Aragane flanqueado por su guardaespaldas Yuki Koizumi y su vidente Arisa Furuhashi. Han pasado dos semanas desde aquél desastroso viaje en el que la hayajiro se quedó varada en un territorio infestado de kabane debido a un fallo del motor, lo que los rivales comerciales de la familia Mogami han aprovechado para hundir al máximo su reputación. Parecía que el destino de la Ryugujou iba a ser quedarse criando polvo en los andenes de la Kongoukaku, pero el destino ha dado un giro inesperado cuando Tomohiro ha sido llamado por el mismísimo emperador.

Los cuatro soldados que vigilan la puerta de la sala del trono obligan a Yuki a dejar sus armas mientras permanezcan en presencia del emperador, lo que pone a la guardaespaldas de mal humor pero no le evita tener que entregar su preciado rifle de vapor personalizado.

El salón del trono se diseñó copiando diseños occidentales. En el centro de la sala hay una plataforma elevada en la que se se sienta el emperador Aragane Kojuro. Es un hombre joven vestido con ropas más funcionales que elegantes pero que aún así consigue irradiar un aura de sobria autoridad. A su lado se encuentra su consejera, Amatori Kaede, una joven psíquica que se ha ganado una injusta mala fama por ser la hija menor del shogun Amatori Okimasa, quien tomó el control del país tras obligar al emperador a suicidarse, y hermana del traidor Amatori Biba, quien en su afán de venganza no tuvo reparos en sacrificar la estación más importante de Hinomoto y entregársela a los kabane. Es una chica hermosa y llamativa, de pelo plateado y ojos de color rojo pálido. Las malas lenguas dicen que por sus venas corre sangre kabane, lo que no deja de ser una estupidez para cualquiera que realmente haya visto uno de cerca.

Aragane-sama - Tomohiro se arrodilla a los pies de las escaleras que suben hacia el trono - Perdonad que os haya hecho esperar. Su llamada ha sido una auténtica sorpresa.

Usted y sus acompañantes pueden levantarse, Mogami-san - replica el emperador - Le he hecho venir porque tengo una misión que encargarle a la Ryugujou ¿Han resuelto ya ese fallo mecánico?

Lo hemos arreglado pero aún no sabemos qué lo provocó, Alteza. Seguimos investigándolo.

Pero ya puede moverse ¿Verdad?

Sí, Alteza. Si la misión es urgente la Ryugujou puede salir ahora mismo si es necesario.

¿Y sus soldados? ¿Están listos para salir?

Tomohiro mira de reojo a Yuki. Normalmente esos asuntos le aburren soberanamente y tiene la mala costumbre de delegar en ella todo lo relacionado con el personal de la hayajiro, sea militar o no. Por lo que ella sabe, el jefe de la guardia Shimazu Kuma ya ha estado tres veces en el calabozo por meterse en peleas estando borracho. Está aburrido y deseando acción. El resto del personal también está bastante harto de estar parados en la estación y de las maledicencias que se dicen sobre la Ryugujou. Es algo que Tomohiro sabría si no se hubiera pasado todo el tiempo con la nariz metida en el motor de la hayajiro...

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10/09/2018, 18:58
Amatori Kaede

Arisa descubre que los ojos rojos de la consejera del emperador están fijos en ella. Parece sentir curiosidad por ella, pero no va a interrumpir la conversación del emperador. Pero eso no le impide hablar por otros medios.

Tú perteneces a la familia Furuhashi ¿Verdad? - oye Arisa en su cabeza - ¿Qué tipo de talentos utilizas para tu señor?...

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10/09/2018, 19:02
Natori Kagura

Sala de máquinas de la Ryugujou

¡Jooooooooo! - protesta Natori-san, conductora de la Ryugujou al jefe de ingenieros, Fukui Takeshi, y el jefe de mecánicos, Asano Hideo - ¿Cuándo vais a descubrir qué le pasó a la Ryugujou? Estoy harta de los rumores sobre nosotros ¿Sabéis que nos llaman "el tren de la muerte"? ¡Es injusto! Mogami-sama es un genio y la Ryugujou es la mejor hayajiro en la que he trabajado nunca. Aquél fallo del motor no pudo ser un accidente. Demasiado oportuno que fallase justo cuando pasábamos por aquella llanura infestada de kabane, pero claro ¿qué territorio no está infestado de kabane?

La verdad es que la tarea sería mucho más fácil sin todo el parloteo de Natori-san, pero la conductora está obsesionada con sacar a la Ryugujou de la estación y paga su frustración con Takeshi y Hideo. A lo largo de varios días han revisado el motor de arriba abajo buscando las causas más probables del fallo. Ahora sólo queda mirar las menos probables...

Notas de juego

Hideo: Tirada de Inteligencia + Mecánica con modificador -5 para localizar la avería

Takeshi: si repasas con Natori-san la secuencia desde que el motor se paró hasta que consiguieron reiniciar el motor puedes hacer una tirada de Inteligencia + Ingeniería con un modificador -3 para deducir qué parte del motor es la que pudo fallar.

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10/09/2018, 19:17
Shimazu Kuma

Andén 7 de la estación Kongoukaku

Kotaro Zweihänder se remueve en el suelo de la jaula por enésima vez intentando en vano encontrar una posición cómoda para sentarse. Al menos ahora el terreno que pisa el camión transporte es liso y eso significa que Kotaro y los otros nueve prisioneros que se hacinan con él en la jaula no sufren en sus carnes cada condenado bache o piedra que pasa bajo las ruedas. Kotaro está bastante seguro de que aunque esa basura de Hoshi-san, el jefe del transporte, no va buscando los baches a propósito (la reparación saldría de su miserable sueldo) tampoco hace mucho por evitarlos, no vaya a ser que sus prisioneros se sientan demasiado cómodos.

Cuando los guardias del segundo camión retiran la tela que cubre la jaula Kotaro descubre que se encuentran detenidos en un andén junto a la hayajiro más grande y pesada que haya visto nunca, hasta el extremo que resulta difícil de creer que semejante armatoste sea capaz de moverse.

¡Salid fuera, escoria! - grita Hoshi-san. Los guardias utilizan ganchos para tirar de las esposas que atan las manos de los prisioneros y sacarlos a la fuerza. A duras penas logra Kotaro no caer de cabeza. Takashi-san, por otro lado, no tiene tanta suerte y el chasquido que producen sus dientes al partirse cuando se cae del camión le provoca escalofríos a Kotaro y un odio renovado hacia los crueles carceleros.

¡Tened cuidado, imbéciles! - brama una voz profunda y potente - ¡Necesito soldados, no lisiados!

Incluso Kotaro se sorprende al ver al dueño de la voz. El joven no está acostumbrado a encontrarse con personas más grandes que él, pero el gigante que está hablándole a Hoshi-san le saca media cabeza y un palmo de puro músculo por cada lado. Su barba blanca le da un aspecto descuidado y salvaje, a juego con la coleta recogida en la parte superior de la cabeza. En su mano porta una no-dachi con la misma facilidad que un hombre normal llevaría una katana.

No se preocupe, Shimazu-sama - intenta calmarle Hoshi-san - Éstos son los peores delincuentes que pueden encontrarse en Hinomoto. Asesinos, bandidos, saboteadores, violadores - intenta obligar a Takashi-san a levantarse dándole fuertes patadas - ¡Levanta, montón de mierda! A nadie le importará si se los echa de comer a los kabane.

Los pies del pequeño y amargado carcelero pierden contacto con el suelo cuando el gigantesco soldado lo coge del cuello del kimono con una mano y lo levanta hasta poner sus caras a la misma altura - ¿Sabes? Me gustaría saber si serías tan valiente de no estar estos hombres esposados y rodeados de soldados armados. Ahora quítate de mi vista - lanza al hombrecillo sobre el capó del camión con tanta fuerza que agrieta el parabrisas. Sin hacer caso de sus quejidos se encara con los prisioneros esposados y arrodillados a sus pies, vigilados por media docena de guardias armados con rifles de vapor.

¡Escuchadme! Soy Shimazu Kuma, el Oso de Ezofuji. Soy el jefe de guardias de la Ryugujou - algunos prisioneros intercambian rápidos murmullos sobre el llamado "Tren de la muerte". Incluso en prisión Kotaro escuchó que esa hayajiro sufrió algún tipo de fallo mecánico y se quedó varada en medio de una llanura infestada de kabane, quienes mataron a la mitad de la tripulación antes de que lograran volver a ponerla en marcha - Ya habéis oído a vuestro carcelero. Habéis sido condenados por los crímenes más aborrecibles y vuestro destino es pasaros lo que os queda de vida en la cárcel o la ejecución. Yo os ofrezco hoy una segunda oportunidad. La Ryugujou ha recibido un encargo del mismísimo emperador y necesitamos soldados que la protejan mientras cruzamos el país. Tendréis comida caliente, un techo sobre vuestras cabezas, armas y un enemigo contra el que todo vale con tal de sobrevivir ¿Qué me decís? ¿Deseáis uniros a nosotros?

Uno a uno los compañeros de Kotaro se van levantando y volviendo a la jaula. Prefieren soportar la dura vida en prisión o la horca antes que enfrentarse a los demoníacos muertos vivientes que aterrorizan al imperio. El soldado los observa con una mueca de disgusto y decepción, pero no intenta convencerlos. Pronto ya sólo quedan él y Kotaro, a quienes dos guardias mantienen encañonado en todo momento.

¿Y tú qué dices, chico? ¿También quieres volver a esa jaula?...

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10/09/2018, 21:19
Hideo Asano

LLevaban casi una semana con esto y aunque en el fondo Kagura me caía bien, al fin y al cabo era una de las pocas personas de toda la hayajiro que no salía corriendo en cuando me veían por algún pasillo, me estaba crispando los nervios. Así que, en un intento más por calmarla y de paso intentar conseguir un poco de paz, vuelvo a mirar esquemas para seguir chocandome con la misma incógnita sin conseguir siquiera una ligera idea de donde podía estar la dichosa avería.

Lo siento Kagura pero a este ritmo va ser más fácil que te cases a que encontremos el fallo...- le contesto algo frustrado.

- Tiradas (1)

Motivo: ¿Avería donde estás?

Tirada: 4

Resultado: 4+2+4 -5 = 5

Fracaso

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10/09/2018, 22:15
Takeshi Fukui

Apoyado tranquilamente en uno de los paneles de control miro con los brazos cruzados cómo nuestra conductora tiene una pataleta. Creo que es la cuarta de hoy, y no es mediodía todavía. Es una muy buena conductora, mucho mejor que el anterior, y siente verdadera pasión por su trabajo, pasión que ahora mismo estamos pagando el mecano y yo. En el fondo la entiendo, a mí también me gusta que las cosas funcionen, pero su voz resulta un poco estridente cuando se exalta.

Con gesto resuelto me aparto de la consola de mando y me giro, encarando los controles en los que hasta hace un par de segundos tenía apoyado el c...la parte baja de la espalda. O solucionamos ésto rápido o la muy-excitable-pelirroja va a colgarnos por los pies, al jefe de mecánicos y a mí. Ella sigue con su diatriba, lo que no debe de estar ayudando al técnico...tengo que hacer que se calle. Justo entonces el técnico menciona la palabra que empieza por “M”, lo cual siempre es una idea divertida con la piloto. Ahora él va a ser el único al que va a colgar de los pies.

-Ignore los rumores, Natori-san, no ayudan a reparar el trasto.- Me acerco un poco más hacia ella, de manera que estoy más o menos a su nivel para poder hablar sin que tenga que levantar la voz (todavía más). Además necesito estar todo lo cerca que pueda para no perderme detalle.- Repita para mí la secuencia que siguió desde que el motor se ahogó hasta que lograron reiniciarlo, a ver si encuentro la zona en la que pudo fallar.

Apoyo ambas manos en la consola y sin siquiera pestañear espero a que la joven pelirroja haga su trabajo, a ver si de una vez yo puedo hacer el mío, arrancamos la tartana y puedo volver a mis libros. En un lado de la estancia el jefe de mecánicos parece liado en un plano que, por lo que a mí concierne, podría estar escrito en cirílico.

- Tiradas (1)

Motivo: A ver dónde pulsó el botón equivocado

Tirada: 9

Resultado: 9+5+5 -3 = 16

Éxito

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11/09/2018, 00:39
Arisa Furuhashi

Tras seguir los movimientos de su nuevo jefe, si es que podría llamarlo así, Arisa permanece atenta a la conversación entre Tomohiro y el emperador, hasta que se percata de la mirada de Kaede. No tarda mucho en oír en su mente la "voz" de la psíquica, igual que otras veces había escuchado la de su madre. Deja que entre en ella, sabiendo que aunque se negase, podría atravesar sus defensas mentales sin problemas. Su nombre había sido mencionado en su familia, varias veces, tanto con odio por su ascendencia, como con admiración por sus capacidades psíquicas. Para Arisa, lo que realmente importa es esto segundo.

- Así es, Amatori-sama. No dudo en que habréis oído hablar de ella. - asiente imperceptiblemente, desviando la mirada de nuevo al frente para no resultar maleducada ante el emperador - Presto mi visión futura a Mogami-sama, sabiendo que es mi destino hacerlo, al igual que me ofrezco a sanar a cualquiera que lo necesite en la Ryugujou. Los demás son pequeñas ayudas durante el viaje, advertirle sobre grupos de kabane o apartar simples obstáculos del camino... Ayudo en lo que él necesite. - Arisa vuelve a echar un rápido vistazo a Kaede, esperando saber qué quiere de ella.

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11/09/2018, 23:18
† Kotaro Zweihänder †
Sólo para el director

La incomodidad del viaje no fue ninguna sorpresa, pero ello no quitó que cada segundo en el que barras y cadenas se clavaban contra Kotaro en cada bache, sus ganas de estrangular al conductor no hicieran más que aumentar. Sin embargo permaneció en calma, consciente de que no estaba en una posición desde la que hacer y deshacer a su antojo.

Poco después, el tirón de cadenas que casi lo arrojan al suelo al sacarlo de la jaula, por una fracción de segundo le hizo salir de su estado de simulada sumisión a uno de depredador, un depredador muy enfadado: lanzó una mirada asesina al guardia responsable, estando a punto de invadir su espacio personal de no ser porque las cadenas le recordaron en qué situación se encontraba. Rápidamente bajó la mirada y siguió adelante, tratando de disimular y llamar la atención lo menos que su tamaño le permitía.

A pesar de la primera impresión, poco le importó lo que le ocurriera al pobre desgraciado de Takashi. Si no era capaz de sobrellevar la vida en prisión, debió habérselas ingeniado mejor para no acabar ahí.

Pronto su atención se dirigió a Shizuma Kuma, el jefe de guardias. Pocas veces había visto a alguien más grande que él, y cuando ello ocurría siempre se trataba de bobos manipulables y patosos. En este caso le superaba en tamaño, pero además tenía la capacidad de llegar a jefe de guardias, si bien que lo fuera de la hayajiro con peor fama de la estación no sabía si era algo bueno o malo: ¿había llegado a jefe de guardias de la Ryugujou porque nadie más quería serlo, o lo es porque es el único capaz de poner algo de orden en ese armatoste metálico? La duda se despejó algo cuando escuchó el trato y respuesta que le dio a Hoshi-san –Supongo que es jefe de guardias porque tiene cojones.

Ante la propuesta de Shizuma y la reacción del resto de prisioneros, todas las alarmas del instinto de supervivencia de Kotaro saltaron con total intensidad. El corazón empezó a latirle a toda velocidad y las pupilas se le dilataban; estaba a punto de tomar una decisión que podía suponer, con alta probabilidad, el principio del fin, además de ir en contra del instinto que lo ha mantenido con vida hasta hoy.

Manteniéndose con la mirada hacia el suelo, el escuchar al resto de prisioneros volver al camión le obligó a encerrar con llave los gritos que en su interior le espetaban que se fuera con ellos.

-- …Todo hombre capaz de empuñar un arma debería salir fuera de las murallas para proteger a su gente; de lo contrario no merece ser considerado hombre –responde con su voz grave, aparentemente calmado, hablando casi de manera autómata mientras hace un titánico esfuerzo por contener su instinto más básico. Kotaro busca las palabras que cree que mejor pueden calar en el jefe de guardias--. Es deber de todo ciudadano de Hinomoto honrar los deseos de su emperador, de lo contrario no merece estar bajo su sagrada protección y sabiduría –sigue diciendo, en un alarde de auténtica hipocresía y cinismo; si le escuchara alguien que le conociera bien, habría soltado una auténtica carcajada.

Pasan unos segundos de silencio hasta que logra calmar su mente, momento en que al fin deja de tensar su cuerpo, consciente de que su destino ya estaba decidido. Su respiración vuelve a la normalidad y el esfuerzo que contenía sus ganas de dar una negativa a la oferta propuesta se volvía ahora para clarear el carácter de Kotaro, recuperando poco a poco su verdadero “yo”.

--Además… –estira las manos para que le quiten los grilletes tras dejar claro que aceptaba— necesitaré la libertad para ajustar cuentas… –Su mirada se vuelve a los carceleros, clavándola en todos uno a uno y en especial en Hoshi-san. El ambiente se tensa tanto con esa última frase que se hace fácilmente palpable el instinto asesino que rezuma el prisionero; o quizá sea mera imaginación, podría pensar alguno.*

Vuelve la mirada a Shizuma, y si bien de ella ya no se puede leer el deseo de muerte que dedicó a los carceleros, queda muy lejos de la sumisión que se podría esperar. La mirada es desafiante, nunca bajando más allá de los propios ojos del jefe de guardias. El punto de vista ante la vida que ofrece el estar tan cerca de la muerte a manos de kabane hace que cualquier posible represalia por parte de humanos no sea más que un juego de niños.

Cuándo tenéis pensado quitarme las cadenas –pregunta de manera seca y fría, sin apartar la mirada de Shizuma-- ¿O necesitáis ventaja para que no se corra la voz de que un prisionero ha sido capaz de destrozar más kabane que los veteranos de la Ryugujou? –vuelve a preguntar, esta vez con una pequeña sonrisa burlona, desafiante y cargada de confianza.

Notas de juego

*Quiero intimidarles (¿carisma 5 + influencia 1?), así de paso sé cómo van las tiradas de habilidad. Puedes tirar por mí ahora que no sé cómo va el asunto, para la próxima intentaré tirar yo.

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12/09/2018, 09:49
Yûki Koizumi

La mujer iba vestida con sus ropas más cómodas y sus armas encima. Pero en contraste con su sobria apariencia, su cabello negro recogido a ambos lados saltaba sobre sus hombros al compás de sus pasos animados. Casi parecia que fuera a comenzar a bailar en cualquier momento. Parecia feliz de estar al lado de su protegido y de aquella chica pelirosa tan mona. En su rostro lucia una perenne sonrisa hasta que le arrebataron su más preciada pertenencia.

Casi le arranca la cabeza a uno de los soldados, pero tuvo la suerte de que estuvieran en el palacio del emperador. No podia comenzar una masacre allí.

Al llegar al trono se arrodilló un paso por detrás de Tomohiro con la boca abierta y la mirada clavada en la mujer que había sobre la plataforma. Su malhumor se había esfumado por completo.

- Que guapa - susurró mientras la admiración titilaba en su rostro. Luego sus ojos viajaron hacia el emperador al percatarse de que Tomohiro la estaba mirando. sus labios se sellaron de golpe mientras componia una sonrisa sincera y apretaba el puño delante de su pecho para poder enfatizar sus palabras

- Estamos preparados su alteza*. - respondió con enfásis. - Por cierto.... - no pudo evitarlo, tenía que decirlo - ¡el adorno de su pelo es realmente monisimo! - sus ojos semicerrados se habían centrado en la consejera del emperador mientras juntaba ambas manos en el centro.

Notas de juego

* No se cual es el tratamiento adecuado a un emperador japonés, sorry    v.v

 

Nunca he llevado un personaje bipolar, así que pido disculpas de antemano. También porque no se que tal saldrá mi interpretación del lado más.... exasperante de los animes, jejejeje. No veo muchos, así que casi que me baso solo en personajes como Sakura cazadora de cartas, saylor moon o nana, jejejejeje.

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12/09/2018, 12:14
Arisa Furuhashi

La joven llevaba el mismo tipo de ropa que estaba acostumbrada a llevar en la hayajiro. Elegante, pero cómoda y ligera. No había tenido problemas ante los guardias, ya que lo único que necesitaba allí estaba en su cabeza. Había permanecido en silencio y con la misma expresión seria todo el camino, al igual que mientras Tomohiro y el emperador hablaban. Echaba breves vistazos a la psíquica Kaede y movía la cabeza un poco de vez en cuando, como si estuviese pensativa. 

Pero en el momento en el que Yûki alaga el adorno del pelo de Kaede, Arisa se gira hacia ella, con gesto sorprendido. "¿Es esta una forma correcta de dirigirse a ti, Amatori-sama?" piensa algo molesta, mirando después a la consejera pero sin decir nada más. Está segura de que quien debe decirle algo es Kaede y no ella.

Notas de juego

De los que has mencionado, todos son "antiguos" y buenos, así que tranquila. Aunque Yûki sea exasperante te puedo asegurar que no lo va a ser tanto como algunos personajes de animes actuales xD

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13/09/2018, 09:23
Amatori Kaede

Me han llamado cosas mucho peores - responde ella soriendo - Me cae bien tu amiga. Yo también tengo a veces retazos del futuro y cuando ayer se decidió que la Ryugujou partiría en misión para el imperio tuve una visión: un joven grande luchando contra una ola blanca. La lucha entre ambos traerá la desgracia a la Ryugujou. Tened cuidado con ambos...

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13/09/2018, 09:27
Aragane Kojuro

La consejera del emperador sonríe complacida ante el halago de Yûki, pero el emperador no está interesado en conversaciones triviales - Mogami-san, su tarea consiste en ir a la isla-estanción de Gunkanjima y traer al doctor Kuroda Sachi-san. Es el mayor experto en kabane de Hinomoto y lo último que sabemos es que podría haber dado con una cura para tan terrible enfermedad.

Como usted ordene, Alteza - responde Tomohiro.

Soy consciente de que Gunkanjima está en el otro extremo del imperio y muy cercana a Ryotsu, así que dispondrá de una dispensa especial para repostar armas y munición en cada estación en la que se detenga.

Es usted muy generoso, Alteza - Tomohiro suelta un suspiro que ni siquiera él mismo había estado conteniendo. Ciertamente las finanzas del noble no están en su mejor momento. - Si se diera el caso de que el doctor Kuroda no estuviera con vida...

Deberán traer todo cuanto puedan recuperar de su trabajo - aclara el emperador - Ahora pueden retirarse...

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13/09/2018, 09:40
Natori Kagura

¿¡QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEE!? - señala a Takeshi con un dedo acusador - ¿C...c...c... cómo te atreves a llamar "trasto" a la Ryugujou? - de la funda de su cadera saca una llave inglesa tan grande como su antebrazo y por un momento parece que va a usarla para romperle la cabeza al ingeniero. Pero termina por darse cuenta de que eso sólo retrasaría la reparación, así que con muchos aspavientos y muchos "¡Idiota!" intercalados les relata a los dos hombres la historia exacta de la avería y lo que vio en los indicadores.

¡No se te ocurra volver a llamar "trasto" a mi hogar, idiota! - suelta cuando termina. Después se marcha dando un sonoro portazo y volviendo a llamar "idiota" a Takeshi.

Aunque bastante subido de tono y con muchos insultos, el relato de Natori-san le sirve a Takeshi para deducir que el fallo tuvo que producirse en el compresor McRuky, el compresor de vapor que aún hoy es poco comprendido por los vaporeros de Hinomoto. Fue uno de los últimos adelantos tecnológicos que llegaron del imperio anglosajón antes del bloqueo de Hinomoto...

Notas de juego

Hideo: Tirada de Inteligencia + Mecánica con modificador -2 para localizar y reparar la avería.

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13/09/2018, 09:50
Shimazu Kuma

Las palabras de Kotaro no afectan a Hoshi-san, quien en estos momentos está ocupado desincrustándose del parabrisas del camión-transporte. Pero los soldados que lo rodean sí que se ponen nerviosos. El de la derecha dispara contra Kotaro. A tan poca distancia, el proyectil de plomo diseñado para reventar la coraza cardíaca de un kabane habría hecho desaparecer la cabeza del prisionero, que se salva sólo porque Kuma tiene los reflejos suficientes para darle un golpe en el cañón con la tsuba de su no-dachi. El disparo hace un pequeño boquete en el suelo muy cerca de la rodilla de Kotaro.

Ya es suficiente - dice el gigante - Vamos, chico.

Se arrepentirá de su decisión, Shimazu-sama - le advierte Hoshi-san - Lo que se está llevando no es un hombre, sino un perro rabioso que no dudará en pagarle su generosidad asesinándolo y dejándolo como comida para los kabane.

Todos tenemos derecho a comer ¿no? - se burla Shimazu - ¡Volved a vuestro cuchitril, ratas!


Una vez dentro de la Ryugujou Shimazi desenfunda su no-dachi, hecha de un extraño acero negro con vetas de brillante color rojo. Con ella corta la cadena que une las manos de Kotaro como si fueran de papel.

Hierro kabane - le explica - Tienes que matar a varios de esos engendros y arrancarles el corazón. Hazlo y podrás tener una como ésta. Ven conmigo. Vas a conocer tu nuevo hogar.

Los soldados con los que se cruza la pareja se cuadran rápidamente y saludan a Shimazu con el respeto del que sólo pueden disfrutar los mejores guerreros. Para Kotaro, en cambio, sólo hay miradas que van desde la suspicacia a la abierta hostilidad. El paseo acaba en un camarote con dos literas en cada lado.

Ésta será tu habitación. Luego vendrá un mecánico a quitarte esas esposas ¿Cómo te llamas chico? Y lo más importante ¿Tenía razón Hoshi-san? ¿Voy a arrepentirme de haberte sacado de la cárcel?...

- Tiradas (1)

Motivo: Kotaro intimidante

Tirada: 4

Resultado: 4+5+1+2 = 12

Éxito

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13/09/2018, 10:09
Natori Kagura

Arisa, Tomohiro y Yûki vuelven a la locomotora de la Ryugujou donde encuentran a la conductora, Natori-san, muy enfadada y rezongando maldiciones.

Mogami-sama - dice ella quejumbrosa - Ese... ese... ¡IDIOTA! de Takeshi-kun se ha atrevido a llamar "trasto" a la Ryugujou.

Tranquilízate, Natori-san - a pesar de sus palabras tranquilas, Yûki y Arisa se dan cuenta de que la información no le ha sentado nada bien a su patrón - ¿Han conseguido arreglar la avería?

No lo sé, señor. Me hicieron contarle tooooooooooooooodo lo que pasó otra vez y los dejé trabajando.

Takeshi-kun es...

Uno de los ingenieros. Y el otro es ese mecánico paliducho. Asano-kun, creo.

Bien. Natori-san, el emperador ha ordenado que partamos cuanto antes, así que empieza a hacer los preparativos como si no fuéramos a contar con las partes defectuosas del motor.

Sí, Mogami-sama ¡señor! - dice ella encandilada.

Yûki-san, por favor. Ve a la sala de máquinas y pregunta por el progreso de las reparaciones - sigue ordenando Tomohiro - Arisa-san, tú y yo iremos a mi camarote para trazar la ruta hacia Gunkanjima...

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13/09/2018, 10:58
Takeshi Fukui

Me parece graciosa la piloto haciendo aspavientos y rugiendo mientras jura como un camionero y me insulta, pero sé que como me ría va a terminar lo que empezó amenazándome con la llave inglesa. Cuando pierde los papeles está curiosamente atractiva, y me cruzo de brazos mientras lucho para no sonreír y atender a sus explicaciones.

Justo cuando está cerrando la puerta no soy capaz de evitarlo. Me ha llamado un par de cosas bastante dudosas para salir de la boca de una señorita, y mi voz se rompe en una sonora carcajada. Con todo lo que me ha llamado, no voy a tratarla de "usted".

-Gracias por tu paciencia, Kagura.- Me quedo un par de segundos esperando por si acaso se le ocurre volver a entrar para asesinarme y luego me giro hacia Hideo.- Por fin un poco de silencio...- comento con voz neutra. Cuando me dijeron que el jefe de mecánicos era un kabaneri me importó lo justo para producirme cierta curiosidad, pero aún no he tratado mucho con él, así que seré cauto y haré lo que hago siempre: si me trata bien dpm, si no...me comportaré como un imbécil, eso lo bordo. - Se ha fastidiado el McRuki, si quieres puedo echarte una mano para ver si arreglamos el...la tartana.

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13/09/2018, 11:42
Hideo Asano

Ante el estallido de Kagura no puedo hacer otra cosa que sentarme y sonreír mientras paso la mirada de uno a otro. Fukui llevaba poco con nosotros pero no había que ser un experto para saber que la pelirroja le hacía ojitos. Así que cuando este llamo trasto a la Ryogujou todo lo que estaba pasando era de esperar.

Una vez ella se marcha y estamos en calma asiento al comentario del ingeniero. Un poco de calma ayudaría a replantearme el problema con más facilidad. Lamentablemente el error tenía muchas probabilidades de estar en el compresor McRuky. Ese diabólico trasto parecía más magia que una pieza de ingeniería.

Conmigo puedes llamarla como quieras, pero tartana no le va ponerla de mejor humor que trasto.- le comento de manera neutra aunque se puede notar cierto brillo divertido en mis ojos.- Pues la verdad es que ese compresor siempre me trae de cabeza. Voy a echarle un vistazo y si necesito ayuda ya te aviso.

Una vez me meto entre la maquinaria y estar durante más de 20 minutos repasando concienzudamente cada una de las válvulas del compresor termino soltando un suspiro.

Disculpa pero al final si que voy a necesitar tu ayuda...- termino por comentarle algo molesto más por mi negligencia que otra cosa.

- Tiradas (1)

Motivo: Avería McRuki

Tirada: 4

Resultado: 4+2+4 -2 = 8

Fracaso

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13/09/2018, 12:48
Takeshi Fukui
Sólo para el director

Jefe, debería tirar algo para echarle una manita al mecano? 

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13/09/2018, 17:37
Arisa Furuhashi

En realidad no es mi amiga, apenas hemos hablado... - le aclara a Kaede, sin querer. Después repite para sí misma - Un joven grande contra una ola blanca... Gracias, Amatori-sama. Lo tendré en cuenta durante el viaje, y espero que Mogami-sama también. - echa un breve vistazo a Tomohiro - Ha sido un placer para mí conoceros en persona, y más aún vuestro consejo. Hasta que nos veamos de nuevo... - añade esbozando una leve sonrisa, al ver que la conversación llega a su fin.

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13/09/2018, 17:39
Arisa Furuhashi

Mirando de vez en cuando a Tomohiro, Arisa permanece inmutable ante las órdenes del emperador. Finalmente esboza una pequeña sonrisa, que sólo ella parece entender, antes de abandonar la sala. Durante el camino de vuelta a la Ryugujou, la joven anda cabeceando, como si estuviese pensando o recordando algo. Levanta las cejas al ver a Natori-san así, más extrañada que sorprendida, aunque suelta un leve suspiro cuando explica lo ocurrido. 

"Es que ES un trasto." casi siente la tentación de decirlo, pero se lo guarda cuando se da cuenta de lo poco tranquilo que se encuentra Tomohiro. Espera a que dé las órdenes pertinentes y finalmente asiente con la cabeza.

- Sí, Mogami-sama. - le responde en tono tranquilo - De hecho, hay algo más que me gustaría comentarle... - añade, esperando a que se queden solos.