Partida Rol por web

La gema de Willem

Capítulo III: Continente de Karst

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15/02/2011, 08:53
Director

El grupo reanudó la marcha con una nueva motivación al descubrir que la desazón de las últimas jornadas había sido provocada por aquellas criaturas y a medida que se alejaron de aquel lugar, fueron recuperando las fuerzas y la armonía. Llegaron al final de aquel día notablemente cansados y descansaron en un lugar algo incómodo y húmedo.

A la mañana siguiente, caminaron en una zona dominada por grandes rocas entre los charcos y el lodo. Medían desde un metro de alto hasta unos cuatro o cinco, todas ellas con una extrañamente regular forma esférica, formando una curiosa imagen. Cuando pasaban cerca de una de las rocas más grandes, una voz los sorprendió.

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15/02/2011, 08:56
Wintbard

- ¿Qué ven mis ojos? ¡Vaya! ¿Qué oscuros propósitos traen a un grupo tan dispar a arrastrar sus pasos por el Sobremundo?

La figura hablaba desde lo alto de una roca, donde había permanecido oculto hasta encontrarse a escasos metros del grupo. Parecía tratarse de un desaliñado humano. El desconocido echó una ojeada a cada uno de los presentes y con un par de ágiles saltos bajó de la roca y se posó en el suelo con gracilidad. Pareció no hundirse en el barro para la sorpresa de los presentes.

- Mi nombre es Wintbard, pero podéis llamarme Wint, Vin o como gustéis -se inclinó en una reverencia.

Cuando alzó la vista pareció reparar en la presencia de Nae. La miró fijamente y habló dirigiéndose a ella.

- Resulta de una asombrosa casualidad que os hayáis encontrado conmigo antes que con una partida de orcos o trasgos, -apartó la vista de la elfa y fue observando a los demás -y permitidme el atrevimiento, pero creo que en ese sentido habéis salido ganando -el hombre mostró una gran sonrisa -Soy un Vadeador del Sobremundo y me dedico a orientar a los osados que se aventuran en estas tierras, llevándolos hasta el otro lado evitando criaturas y desafortunados encuentros. Por supuesto todo ello a cambio de una irrisoria suma de monedas. Estoy convencido de que os valdríais por vosotros mismos en estas tierras, pero ¿para qué pelear si podemos evitar el encuentro? -dirigió una mirada en redondo analizando sus respuestas -¿Qué me decís?

Antes de que nadie pudiera contestar, el hombre añadió.

- He de decir que mis clientes tienen un gran porcentaje de supervivencia, muy por encima de los que prescinden de mis servicios.

Instintivamente, todos dirigieron al colgante de Nae una escueta mirada y comprobaron con cierto alivio que su brillo no había crecido con la aparición de aquel hombre.

Notas de juego

Tenéis hasta el viernes para postear. Cuanto antes lo hagáis todos. Antes actualizaré :)

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15/02/2011, 12:05
Oliver Trastel

Mientras Oliver seguia el rumbo estipulado junto a sus compañeros de fatigas, una voz llamo toda su  atencion. Dicha voz, hizo que alzara su mirada, ya que esta se encontraba en lo alto de una de las piedras que adornaban el paisaje. Para sorpresa y asombro de Oliver, vio como tras un par de certeros saltos, se poso sobre, lo que parecia tierra firme, sin apenas mancharse lo mas minimo los ropajes que llevaba. En ese momento, el paladin dirigio su vista hacia abajo, viendo que todavia estaba metido en el barrizal del camino y no daba credito a lo que sus ojos le mostraban en aquel humano. ¿ Como es posible que no se hunda en el lodo, al igual que nosotros, penso el paladin.

Tras presentarse como Wintbard, osa prestarse como guia para cruzar el sobremundo, a cambio de unas monedas. Jura y perjura, que sin su ayuda correriamos serio peligro al cruzar las tierras que estan por venir. Oliver miro a su alrededor, intentando ver si mientras estaban manteniendo la conversacion con aquel hombre, alguien mas estubiera tomando posiciones a su alrededor, para un posible ataque. Wintbard, bien podria ser un bandido, y estar ganando tiempo con su palabreria mientras sus compinches toman posiciones para rodearnos.

Cuando ese pensamiento, asomo por la mente de Oliver, este dirigio rapida y disimuladamente su vista hacia el colgante de Nae, que con alivio vio como este no aumentaba su brillo.

Oliver quedó a la espera de que Sigmund se pronunciara ante las palabras de Wintbard.

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16/02/2011, 12:48
Sigmund Belmond

Desde que Liozard se deshiciera de las sombrías criaturas, el camino se había hecho más tranquilo, pero no por ello menos pesado, pero el destino tenía deparado un nuevo encuentro para la compañía.

Al cruzar un tramo bastante extraño de los pantanos, el grupo se topó con un hombre peculiar y su oferta de acompañarlos fuera del pantano a salvo.

Tras escuchar al hombre y bajar las armas, Sigmund cruzó sus brazos y se llevo la mano al mentón, rascando la descuidada barba que le surgía tras días de camino.

"No me gustan los golpes de suerte" - Pensaba el guerrero, era una situación muy extraña el encontrar a un humano tan lejos de la civilización y en un lugar tan remoto como aquel.

-Bien... "Wint" No termino de entender que hace un hombre esperando en medio de estas tierras desoladas, y más si estabais esperando a alguien por trabajo, no creo que pase mucha gente por estos lares.

El guerrero giró su cara y miro a Liozard con cara interrogante, el cual se había ganado su confianza desde hacía tiempo y de todo el grupo, parecía el más indicado para saber distinguir si aquel ser era en realidad humano o una trampa sobrenatural.

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16/02/2011, 13:01
Wintbard

Wintbard se sitúa frente a Sigmund cuando este habla y se dirige hacia él como líder del grupo.

- Lo cierto es que estas últimas semanas los "males" del pantano han estado especialmente activos, y eso ha hecho que la clientela escasee. Además, tengo entendido que una guardia de Karst vigila las fronteras y disuade a los viajeros que se encuentra de cruzar los pantanos ¡Me quieren matar de hambre! -exclamó en voz baja -Hace unos días custodié a dos caballeros que decidieron atravesar el Sobremundo dirección Sur. Estuve varios días en Karst buscando clientes, pero nadie tenía intención de pisar estas tierras. Ahora me dirigía de nuevo al norte, a Port Drofo, a ver si allí cambiaba mi suerte. Al parecer lo ha hecho antes de lo esperado.

El hombre colocó los brazos en jarra sonriendo ampliamente.

 

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16/02/2011, 13:09
Liozard

Liozard escrutó al extraño con la mirada arrugando el ceño y bajando sus pobladas cejas de forma que casi ocultaban sus ojos. Tras unos instantes analizando al hombre, dirigió su mirada hacia Sigmund, que lo miraba interrogante.

Como respuesta, el mago asintió, dando su aprobación al recién llegado.

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16/02/2011, 13:14
Naedunëa Elwing

Desde que los extraños bichos habían salido del cuerpo de Nae, la joven se sentía mucho más alegre y con la fuerza renovada para llevar a cabo la misión que le había unido a sus compañeros de viaje. Pero pronto un nuevo imprevisto se cruzó en su camino, y este se llamaba Wintbard. Decía ser un guía para los viajeros que deciden cruzar los pantanos pero a la elfa no le acaba de convencer del todo. Al igual que a sus compañeros, o eso parecían delatar sus caras, les extrañaba tanta casualidad. Sin embargo, la mirada de Liozard a Sigmund dándole su visto bueno acerca de aquel hombre y que su colgante no brillara con más intensidad relajó levemente a Nae, que desde su aparición se había mantenido en alerta y tensión agudizando todos sus sentidos ante una posible emboscada.

Aún así y pese a que en un principio no parecía ningún tipo de malhechor, Naedunëa no podía evitar sentir cierta reticencia hacia él, especialmente después de la mirada que le echó. No se sentía cómoda, creia que se las arreglarían igual de bien sin él y que un miembro más podría traerles más problemas.

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16/02/2011, 21:04
Áran Piedra

La clama había vuelto a la compañía, pero por desgracia había durado mucho menos de los esperado. A Áran no le había gustado desde un principio la idea de atravesar el pantano, aunque hasta el momento no había tenído nada de que quejarse a aparte de la humedad, la niebla, la falta de caminos, las babosas chupa-ánimos y el mono que reaparecía pegándole un susto cada cierto tiempo.

En fín -pensaba el pícaro-, al menos nadie ha intentado matarnos ni engañarnos por ahora. Puede que al final sea la etapa más tranquila del viaje.

Un hombre misterioso que decía llamarse Windbart apareció ante ellos y les obligó a detener la marcha. Esto molestó bastante al pícaro, que había encontrado por fín un entretenimiento para no desgastar sus ánimos mirando todo el rato a la pútrida charca que els rodeaba: mientras caminaba sujetaba una daga con una mano y con ella hacía dar vueltas a otra como si fuera un diábolo improvisado. No era un malabar muy vistoso ni complicado, más bien un juego de habilidad, pero le ayudaba a mantenerse relajado y que no se le agarratoran los brazos por la humedad.

Lo que faltaba: ¡Otro desconocido que se unirá al grupo! Si vamos recogiendo a cada mediano que nos pone ojitos, mono inmortal, mago chiflado y bandido que encontramos por el camino acabaremos llegando con un maldito ejército.

El pícaro guardó sus dagas y descolgó lentamente su arco mientras se aproximaba a Thorin. Con un rápido vistazo a sus alrededores y las balsas de lodo y agua cercanas para comprobar que Windbart estaba solo, Áran tensó el arco apuntando hacia abajo.

-Thorin, esto me huele a emboscada. Cúbreme las espaldas.

Con un gesto de la cabeza le hizo una seña muy clara a Sigmund: "¿Me lo cargo?"

En este páramo de bestias y bandidos nadie echará en falta uno menos...

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16/02/2011, 22:58
Aeldar Tinúviel

El grupo avanzaba por el pantáno con fuerzas renovadas hasta que de detrás de unas rocas apareció ante ellos un humano queriendo guiar al grupo por aquel lugar. Aeldar observaba al hombre con desconfianza, en aquel paraje no podía haber nada bueno y a pesar de que Liozard diera el visto bueno asegurando que no era peligroso el elfo se mantenía alerta.

¿Qué te hace pensar que necesitamos un guía? Si estas tierras son tan peligrosas como dices no estarás sólo, ¿no? Inquirió el elfo mirando al lugar del que había salido el hombre.

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17/02/2011, 03:24
Thorin

Thorin se colocó tras Áran a la vez que éste se acercó a él. Antes de que su amigo hablara el enano, hacha en mano, posaba sus ojos tras cada arbusto o malrtrecho árbol que podia avistar desde su posicion. Le daba la espalda al desconocido, pero todos le prestaban atención. Thorin agarró con fuerza el hacha esperando un ataque en cualquier momento.

-Hm...Cubreme las mias, amigo.-Dijo en un susurro mezclado con un gruñido.Aquello no pintaba nada bien, pero no debía anticiparse com ode costumbre. El hecho de estar espalda contra espalda con el pícaro imbuia una extraña seguirdad en el enano. Se sentia bien, nervioso, pero agusto.''Camaradas...hasta en la cienaga mas profunda''Pensó sonriendo el guerrero.

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17/02/2011, 08:51
Wintbard

El hombre empezaba a perder la relajación y la jovialidad que había mostrado al percatarse de la desconfianza del grupo. Varias miradas alrededor en busca de posibles enemigos ocultos y otras de desconfianza hacia él le bastaron para advertir la situación. Aún así no dudó en responder al comentario del elfo.

- De hecho, sí, voy solo. Lo más práctico para sobrevivir en este lugar es pasar desapercibido y saber hacerse invisible cuando una amenaza se cierne sobre ti, y sin duda es más fácil hacerlo solo.

Dirigió una mirada alrededor y no encontró más que gestos de desconfianza. Comenzó a caminar entre el grupo para empezar a alejarse en dirección norte mientras hablaba.

- Hacéis bien en desconfiar de lo que os encontréis en el sobremundo, y según parece no necesitáis un guía. Es una lástima -dijo ya alejándose de ellos - Si me permitís un último comentario, dentro de dos días os encontraréis un terreno escarpado, evitad el desfiladero. Si hacéis un pequeño rodeo por el oeste podréis bordear las montañas por una llanura. No os retrasará más de medio día y os evitará algún encuentro desafortunado ¡Suerte en vuestro viaje!

Wintbard se encontraba ya a unos diez metros del grupo y se giró despidiéndose con la mano.

Notas de juego

Wint se va. Si alguien quiere comentarle algo antes de que se vaya aún estáis a tiempo. Aviso por si lo intentáis: a estas alturas no será fácil convencerle de que os acompañe :)

Mañana a primera hora actualizo con la continuación del viaje. Si no queréis decirle nada podéis hacer un post corto poniendo cómo lo veis marchar y reanudáis la marcha, así quedará constancia de que estáis conforme con que se vaya.

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17/02/2011, 09:35
Sigmund Belmond

Viendo como se alejaba el vadeador, Sigmund sintió que se desvanecía una mínima oportunidad de salir de aquel lugar de forma más rápida, algo que necesitaban. Además, Liozard, en quien tenía confianza no parecía haber encontrado nada extraño en él.

-Esperad Wint! - Gritó el guerrero con calma mientras echaba a andar tras él, alejándose del grupo.

Parecía que el extraño había marchado sin mucho impedimento a través del pantano, pero a Sigmund le costaba avanzar y los pies se hundían en su camino.

Cuando estuvo cerca del hombre, Sigmund empezó a hablar poco a poco y sin elevar la voz, mientras sus compañeros miraban los gestos de la conversación a lo lejos.

 

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17/02/2011, 09:43
Sigmund Belmond
Sólo para el director

-Debeis perdonar a mis compañeros, estos lares son peligrosos y hacen bien en desconfiar - Le decía el guerrero en voz baja - Agradecería vuestra ayuda si aún quereis prestarla.

Sigmund tranquilamente hizo además de llevarse la mano a un costado para sacar dinero - ¿Que tarifa teneis?

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17/02/2011, 09:47
Wintbard

Wint se detuvo cuando el guerrero llamó su atención y esperó pacientemente a que Sigmund se acercara hundiendo sus pies en el lodo.

- Creo que no es buena idea. Por experiencia sé que no me conviene guiar a un grupo como el tuyo, donde mi presencia no siembra más que desconfianza.

El hombre echó una ojeada hacia el grupo percibiendo sus miradas preocupadas. Su rostro se relajó durante un par de segundos al observar a Nae. Se agitó un instante y recuperó su expresión anterior.

- Una sombra, se cierne sobre tu compañía. Leo en sus ojos ese aire de desconfianza. De miedo a ser descubiertos. Miedo a encontrar un mal al que deben hacer frente. No sé a qué os enfrentáis, pero estoy seguro de que no me conviene involucrarme lo más mínimo.

Notas de juego

Vamos a hacerlo bien. Sigmund, última oportunidad para convencerlo. Expón tus argumentos y haz una tirada de 1d20 + bono mental para convencerlo. Dificultad 14.

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17/02/2011, 09:57
Lihem Elitzur

Sigmund se acercó a Wint y mantuvieron una breve conversación en voz baja. El diálogo no duró más de uno o dos minutos, pero mientras se desarrollaba, el grupo esperaba incómodo y expectante. Lihem rompió el silencio en uno de esos escasos momentos en los que decidía hablar.

- Parece demasiada coincidencia que nos hayamos encontrado a este "vadeador". Si a alguien le interesa mi opinión, creo que nos estaba esperando. No me gusta. No me gusta nada...

Wintbard dirigía miradas de soslayo hacia el grupo cada tanto.

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17/02/2011, 10:02
Sigmund Belmond
Sólo para el director

Os entiendo, pero necesitamos de vuestra ayuda- Sigmund miraba directamente a los ojos de aquel hombre y su voz era calmada, no utilizaba el tono que solía utilizar, con aires marciales, cuando daba órdenes o hablaba con un extraño.

-Nuestros enemigos están lejos de aquí, así como nuestro destino, estamos dispuestos a sacrificar nuestras vidas por un bien mayor pero no pedimos que nadie se nos una - era el corazón de Sigmund el que hablaba y no su razón, como solía hacer - Hace poco perdimos a uno de los nuestros contra los piratas y las sombras de esos acontecimientos aún sobrevuelan nuestros pensamientos, y más... - Su brazo hizo un gesto abarcando parte del pantano- en este desolador paraje. Cualquier posibilidad de poder proseguir sin excesivas dificultades es bien recibida. Dios sabe que el camino más adelante, fuera de este pantano será ya lo suficiente difícil.

Mientras hablaba, Sigmund veía como el extraño empezaba a evitar su mirada mirando al suelo, poniendo en orden sus pensamientos.

-Veréis Wint, no os pido que es unáis a vosotros, además nuestro grupo está mejor cuantos menos seamos. Solo os pido, que nos ayudéis a vadear este pantano para que podamos proseguir nuestro camino. - Una sonrisa se asomó en la cara del guerrero mientras elevaba un poco su voz - Ni siquiera tenéis que compartir una pinta con nosotros al finalizar todo para celebrar que hemos salido del pantano y podemos continuar sin lamentos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Convencer
Dificultad: 14+
Resultado: 20(+1)=21 (Exito)

Notas de juego

Mmmm creo que además de convercerlo, me hace un masage y no nos cobra no? xDDD

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17/02/2011, 10:02
Director

Nae advirtió en una de las miradas de Wint hacia el grupo que sus ojos se cruzaban un instante. La elfa no percibió el mal en aquella mirada, ni siquiera la interpretó como una mirada amenazadora ni lasciva. Solamente detectó una expresión de admiración. A pesar de ello, no dejó de resultar incómodo para ella.

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17/02/2011, 10:18
Wintbard

El hombre escuchaba las palabras de Sigmund sopesándolas y manteniendo en su fuero interno una dura batalla. El guerrero terminó de exponer sus argumentos con una sonrisa. Wintbard lo miró percibiendo su sinceridad y echó una nueva ojeada al grupo deteniéndola en Nae unos instantes.

- Creo que me voy a arrepentir de esto, pero de acuerdo. Suelo cobrar 25 monedas de oro por atravesar los pantanos, pero ya que no haremos el camino completo, lo dejaremos en 20 -hizo un gesto con la mano al guerrero -No me paguéis ahora, lo haremos cuando alcancemos el límite del pantano.

Comenzaron a andar hacia los demás.

- No sé si ellos se lo tomarán muy bien...

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17/02/2011, 10:27
Sigmund Belmond
Sólo para el director

Mientras anda con Wint hacia el grupo, Sigmund le responde:

-Cuando aceptaron el trabajo, aceptaron mi puesto, deberán acatar órdenes.

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17/02/2011, 10:26
Wintbard

Sigmund y Wintbard volvieron con los demás. El experimentado guerrero pareció querer decir algo, pero Wintbard se le adelantó.

- Os acompañaré hasta el límite sur del pantano y una vez allí, no me volveréis a ver. No tenéis por qué desvelarme vuestros nombres. Simplemente os guiaré a través del sobremundo evitando encuentros indeseados. No puedo garantizaros que no nos encontremos algún escollo, pero os aseguro que serán menos de los que os encontraríais sin mi. Y ahora, en cuanto el jefe lo ordene, partiremos en dirección suroeste.

Wintbard puso los brazos en jarra y esperó algún comentario.