Partida Rol por web

Iba corriendo tras los caballos y otro le adelantó el General parecía ir a ayudar también, en ese preciso momento escuchó disparos procedentes de a donde se dirigía, escuchó silbar las balas a su alrededor por inercia hizo como si esquivara una que sonó muy cerca de el pero que impacto a unos 5 metras en una casa, 

Avanzó unos pasos más cuando Eleanor caía del caballo, intentó cogerla al vuelo pero no pudo - Detrás vienen los demás!!. Al alcanzar la posición de Naya, se concentró y aprovechando toda la luz que había en su alrededor, sus pupilas de estrecharon y estiraron verticalmente, el que mirase a sus ojos podía asemejarlos como si un lago congelado se estuviera rasgando, colocándose a la espalda de Naya  estiró sus manos para los dos más próximos a ellos en dirección a sus tobillos  pero la luxina se perdió entre sus dedos. - Te cubro Naya, parecía enfadado por su tono de voz, debería entrenar más la magia si iba a usarla en estas situaciones.

Ya apoyado en la espalda de Naya giró un momento metiendo el brazo por debajo de la axila de esta un segundo para intentar clavar el arma en el muslo de quien tenía delante pero vuelve a fallar, gruño ante su fracaso y enseño los dientes.

Después de gritar a todo pulmón veo que sale medianamente bien. El general Danavis había comenzado a moverse, y por desgracia mis compañeros hicieron lo mismo. 

Con el cuerpo frío y abotargado después del pequeño descanso, tomo prestado uno de los caballos que estaban en barbando y me paro frente a Kid y Ren.

-Sube, no pelearemos. Alguien debe traer a los heridos. Y no puedo solo -trato de convencer a mí hermano de que era lo mejor en ese momento. 

No muy lejos veía a Eleanor en el suelo. Alguien tenía que llevarla al barco y a la relativa seguridad que ofrecía. 

Naya cabalga inclinada sobre el caballo pero en el último momento se yergue y sujetándose sólo con las rodillas saca su yatagán mientras extiende la otra mano y de ella salen disparados unos pequeños cristales que estallan al chocar contra uno de los Hombres Espejo que siente cómo el fuego se cuela entre el yelmo y el peto y suelta el mosquete mientras intenta arrancarse el yelmo entre gritos de dolor.En ese instante Secse salta a su espalda y le clava un katar en el cuello a la par que Puño de Hierro finta a su lado y clava en la barbilla de otro las garras que salen por encima de la cabeza.La sangre salpica a todos los que están cerca pero antes de que podáis reaccionar el comandante ya se ha girado para atacar a otro mientras la magíster Vena extiende una capa roja por la cabeza de otro soldado cegándolo por completo.Naya no se detiene y golpea con el yatagán a uno de los soldados que va a disparar produciéndose ambos sonidos de manera simultánea.El general Danavis lanza una bola roja desde el caballo que impacta en la cabeza de uno de los hombres haciendo que yerre el tiro que tenía preparado para Puño de Hierro.Tras él llega Garret también a caballo pero un disparo en el hombro le hace soltar las riendas y caer dolorosamente del caballo sobre el hombro herido

Al abrirse el círculo que les rodeaba podéis ver a Liandra blandiendo una espada azul contra uno de los Hombres Espejo que está recargando el mosquete para dispararla a pesar del espadazo que ella le ha dado,pero la fuerza de la mujer no es suficiente contra la armadura de aquel hombre.Un chico que está con ellos lanza una patada al soldado desviando el disparo mientras otra chica traza una lanza verde

Threkor llega hasta Eleanor que apenas tiene pulso y sangra profusamente por el costado,ahí donde la bala le ha atravesado.La mujer está inconsciente y Threkor sabe que si la mueve la muchacha morirá sin remedio...si no lo hace desangrada.Tras él llega Flit que en ese instante ve a Liandra

Elric es adelantado por los caballos de Flit y Threkor pero finalmente consigue llegar hasta Naya sin embargo no consigue realizar ningún ataque pues la carrera le desconcentra totalmente y la luxina se pierde mezclando su olor con el de la pólvora de los mosquetes

Lennart llega a caballo con Ren detrás y se detienen junto a Eleanor que parece más muerta que viva y mientras descienden del animal ambos reciben sendos disparos,Lennart en la espalda y Ren en el muslo por lo que ambos caen al suelo gritando de dolor y sangrando junto a Eleanor,Threkor y Flit 

-"¡NO!"-grita Aram bajando de un caballo sin esperar a que éste se detenga.Una bala silba sobre su cabeza mientras se agacha junto a Threkor y mira a Eleanor apretando la mandíbula con la furia pintada en su rostro-"No la dejes morir,vuelvo enseguida"-le dice a Threkor antes de levantarse y correr hacia los soldados comenzando a disparar luxina azul 

La última en llegar es Mescía aunque ella va a pie y pasa junto al pequeño grupo que rodea a Eleanor.Se arrodilla junto al inmóvil Garret y al ver que aún tiene pulso la joven le coge por las axilas y comienza a tirar de él para alejarlo de la zonade disparos

Me había agachado para recoger ayudar a Eleanor cuando escucho los disparos. Luego alguien me empujó, caí y rodé por la fuerza del empujón, y por alguna razón, comencé a sentir frío. Todo se movía en cámara lenta, y el ruido de la batalla a lo lejos se había acallado. Todo se volvía más claro.

Sentí dolor en la espalda, y la humedad de la sangre que empapaba el suelo y la harapienta ropa. En cierta forma, fue aliviador. El resto de golpes me dejaron de doler. Los cortes en el pecho, y la espalda, los hematomas de las piernas y los brazos. Y el sueño comenzaba a apoderarse de mí consciencia. Un sueño pacifico en un campo de batalla. 

No te duermas Lennart, no te duermas. Escuché decirme desde algún rincón al que aun le quedaba energía, pero en ese momento, ni yo mismo me prestaba atención. Cerré los ojos arrullado por el estallido de los cañones y el silbido de las balas. 

Precisamente por esto hacia falta un plan y no atacar a lo loco.- es lo que pienso mientras caigo del caballo ante el disparo que recibo, todo empezaba a sonar embotado: los relinchos de los caballos, los gritos de la gente, incluso el ruido de los disparos. Todo sonaba distante como sino estuviese allí sino fuese por el intenso dolor de mi hombro, apenas tenía fuerzas para gritar de dolor ya no habláramos de movernos.

En ese estado de casi inconsciencia noto como algo tira de mí y abro un poco los ojos para encontrarme con que Mescía me esta arrastrando lejos del frente, pocas veces la había visto así de preocupada y puede que incluso asustada, e incluso así era preciosa.

- Pareces un ángel...- es lo último que digo antes de volver a cerrar los ojos. 

Concentración. Rapidez.  El olor de la sangre se mezclaba con el del agua salada y estancada del puerto. Sintió a Elric a su lado y supo que su cuerpo reaccionaria solo. Muchos dias de entrenamiento juntos. La coordinación con su compañero era una de las cosas que habían practicado. - Yo también te cubro -

El estaba contra su espalda así que le dió en el talón con su pie, tal como tenian acordado, para que supiera que iba a agacharse para atacar a las piernas del hombre espejo que se avalanzaba sobre ella y así él pudiera hacer lo mismo. Su yatagán se insertó en la zona de la ingle desde abajo hacia arriba, pues era la zona más accesible debido a la armadura que reflejaba el rostro fiero de Naya.

Tras eso volvió a incorporarse dispuesta a lanzar otro ataque con su arma pero... no pudo evitarlo. Vió a varios amigos caer y su ataque falló.

- Comandante!! Están cayendo los nuestros!! - Necesitaba una orden clara y directa del hombre en quien más confiaba para resolver aquello. Él sabría que hacer. Él salvaria a sus compañeros.

La vio y el corazón le galopó como el caballo que tenía entre las piernas *. Su amada seguía viva y luchaba con una pasión que parecía imposible en una mujer de un carácter tan frío, pero allí estaba, luchando armada de una espada azul y regalando mandoblazos a un lado y a otro mientras otros compañeros le ayudaban. Le dolió en el alma no poder correr a su lado pero la palidez de la cara de Eleanor era una llamada mucho más acuciante que la de los labios de su amada, así que no desvió el rumbo de su caballo mientras se le encogía el corazón.

Saltó del caballo con poco estilo y cayó de rodillas junto a Eleanor de forma torpe, en una postura en las que más que atender sus heridas parecía que le estuviera pidiendo perdón.

Esta muy grave, si fallo morirá, no puedo fallar, debo curarla....Liandra tendrá que esperar....Orholam, permíteme curarla y dame fuerza para no romper el halo, solo un poco más, dame un poco de fuerza más....

Flit cerró los ojos y se dejó inundar por el color azul de la espada de Liandra y por el rojo de la sangre de Eleanor mientras reunía las pocas fuerzas que le quedaban. Hoy no moriría, no lo permitiría.....y en cuanto estuviera a salvo iría con Liandra...si es que seguía viva.

No tuve tiempo a pensar mucho. Eleanos sangraba profusamente y moriría si no hacíamos algo enseguida. Aram salió disparado después de pedirme que cuidara de ella mientras él se marchaba corriendo.

Me arranqué un trozo de la camisa e intenté taponar la herida de bala de Eleanor con el trapo. Enseguida se tiño de un color oscuro señal del rojo mezclado con el color de la camisa. La vida de Eleanor se escapaba junto con su sangre que manchaba mis manos y caía al suelo.

Flit cayó a mi lado y se arrodilló junto a ella.

Flit. Solo tú puedes sanarla. Yo no sé cómo hacerlo. Ayúdala.

Me levanto y preparo de nuevo la pistola para realizar un disparo a los Hombres Espejo que nos atacaban.

Bueno, al menos a lo que quiera que se enfrenta son aliados y no más enemigos que a estas alturas me lo creo casi todo.

Salto hacia atrás y cruzo mi mirada con el Comandante, una ligera sonrisa. Me agradaba tenerlo a nuestro lado.

Aún quedaban enemigos y nuestros aliados estaban comenzando a caer.

Me encuentro entonces en una gran dicotomía: luchar para acabar con las amenazas y no luchar pero tratar de estabilizar a nuestros amigos. Me queda sólo confiar, no hay más opciones en realidad. Busco con la mirada mi objetivo mientras avanzo, herido y cubierto de una sangre que por fortuna no es toda mía.

Caigo de rodillas al lado de Lennart.

No.

Mis ojos se ponen en blanco. Ya he fallado demasiadas veces. Comienzo a teñirme de un rojizo de la sangre del alrededor, un rojo que tejerá hilos y que creará agujas. Tengo que cerrar sus heridas y evitar que se muera. Confío en que alguien evite que nos ataquen y nos maten a ambos mientras trabajo. Había prometido intentar salvar vidas y eso manda sobre arrebatarlas.

Aram corre hacia el grupo que lucha cruzándose con Secse que va en dirección contraria,hacia donde están Flit y Threkor,el primero curando a Eleanor y el segundo intentando protegerlos disparando a uno de los Hombres Espejo que va tras Secse.El disparo de Threkor es certero y da en uno de los pocos lugares que la armadura no cubre,un pequeño trozo de cuello,suficiente para que la bala impacte y mate al hombre al instante

Lennart ha caído inconsciente al suelo y se está desangrando mientras que Ren,que también se ha caído del caballo se levanta torpemente gritando de dolor por el balazo pero sin que su vida corra peligro,al contrario que la de su hermano

Flit vuelve a realizar una vez  más su magia y la bala de Eleanor sale del cuerpo de la mujer envuelta finamente en luxina roja que Flit deja caer al suelo antes de reparar los daños internos de la chica,estabilizándola

Secse llega velozmente hasta ellos y cae al suelo de rodillas casi derrapando mientras pone las manos sobre la herida de Lennart.El rojo entra en el cuerpo del joven mientras Secse se concentra buscando el balín que finalmente encuentra.Los daños de Lennart son considerables tanto interna como externamente pues la bala en su entrada ha astillado el hueso y desgarrado músculos pero también ve el daño que el fuego le ha causado y que ha dejado parte de la piel en un estado lamentable por lo que Secse concentra toda su magia en restaurar todo aquel daño y en que Lennart deje de sangrar

Mescía llega hasta ellos y traza una fina capa verde sobre el agujero de bala de Garret para detener la hemorragia mientras pone un dedo en el cuello del chico.Apoya dulcemente la cabeza de Garret en sus rodillas mientras mira a Flit y a Secse

-"S-se muere...por favor..."-por primera vez la chica parece insegura mientras pide ayuda a los dos sanadores sin dejar de acariciar con dulzura la cara de Garret

Naya clava su yatagán en la ingle de uno de los Hombres Espejo que cae al suelo tratando de tapar la herida para que deje de sangrar sin éxito.El comandante se mueve con una rapidez asombrosa clavando sus garras una y otra vez en aquellos hombres,girando sobre sí mismo y dando patadas para apartarlos,protegiendo a los chicos y la magíster que tiene tras él aunque no puede evitar que una bala impacte en Liandra que cae al suelo desmadejada mientras la magíster se agacha a su lado tratando de cubrirla con su cuerpo.
El chico que está con ellas dos se interpone entre ambas recibiendo otro balazo antes de que Puño de Hierro seccione la garganta del Hombre Espejo.La joven que estaba junto a Liandra cae al suelo con una bala en la frente

El suelo está impregnado de los cadáveres que Puño de Hierro ha dejado y ahora sólo quedan tres en pie que intentan huir,dos junto a Elric y Naya y otro cerca del comandante y Aram que llega en ese momento

Ambos notáis un frío intenso y luego calor mientras la vida vuelve a vosotros.Vuestra espalda se arquea y una calidez y un vigor desconocidos hasta ahora inunda todo vuestro cuerpo antes de abrir los ojos.Los colores parecen más brillantes y el olor que os rodea es más intenso durante unos breves momentos antes de que vuestras pupilas enfoquen bien.Ante Eleanor se encuentra Flit y ante Lennart está Secse y sentís con ellos una conexión especial

Tenía frío. Cada vez más. Sentía la vida escapandose a chorros, corriendo por la espalda y empapando el suelo. ¿Así era como terminaba todo? Por intentar ayudar descuidadamente. ¿Asi terminaba?

No. Escuché. Y luego todo comenzó a cambiar. Sentía el mismo calor y la misma energía de cuando trazaba, volviendo a mí sistema. Sentía que los musculos de la espalda se tensanban y se rearmaban. Había dejado de sangrar. Pero seguia sin ver nada. Claro. Tenia los ojos cerrados. 

Al abrir los ojos, el mundo recuperó su vitalidad. Los sonidos se comenzaban a hacer fuertes de pronto y los cañones retomaron su faena. El suelo estaba pegostoso. Me giré y vi a Secse a mí lado. La espalda no me dolía para nada. Y los cortes del pecho me sabían a nada. 

-Gracias -le doy una palmada a Secse. Era poco por su trabajo, pero es lo unico que tenia en ese momento. 

Al sentir el golpe en el talón por parte de su compañera ya sabía lo que quería hacer, así que bailó con ella unos pasos acordes a lo entrenados, dejando el espacio justo para que la espada de Naya pasase rozando su pierna vio como esta conseguía su objetivo clavar el arma en la ingle del soldado espejo, podía haberla acompañado pero fue suficiente para detenerlo, vio como disparaban a sus compañeros y que varios se acercaban a socorrerlos, estaban separados y eso no debería ocurrir nunca. Gruño fuertemente al no poder ayudar a los que están lejos sin cubrir el lado que Naya tenía indefenso en ese momento.

Fue a girarse para continuar la lucha en su lado pero el comandante ya estaba lidiando con ello, los movimientos del hombre le recordaron a los de sus compañeros de manada, todos juntos en un solo hombre, la agilidad, la forma en la que lanzaba sus garras azules hicieron que se sintiera en el bosque, quedaron tres vivos y comenzaron a huir, pero esta vez no fallaría, sus ojos se rasgaron de nuevo y dejó que toda la luz se filtrara por ellos, apretó los dientes giró las manos sobre su cabeza para luego hacer un movimiento brusco y terminar con los brazos apuntando hacia los dos que huían de ellos, como si algo hubiera tirado de el cerró las manos y tiró hacia sí.

Sus ojos se rasgaron de nuevo y dejó que toda la luz se filtrara por ellos, apretó los dientes a medida que el violeta se formaba en lazos alrededor de sus brazos giró las manos sobre su cabeza mientras esos lazos se afianzaban para luego hacer un movimiento brusco y lanzar estos lados hacia los cuellos de los que huían terminando con los brazos apuntando hacia los dos que huían de ellos, sintió el tirón de los dos soldados cuando estos quisieron seguir corriendo pero agarró con fuerza las sogas y tiró de ellas como hizo el Oso purpura cuando les ayudó. 

Mientras estoy curando alguien me llama y sólo puedo dedicarle medio segundo. Los daños en mi paciente son realmente graves y debo concentrarme en que no se muera, lo cual es una tarea bastante complicada dada la facilidad que tienen de meterse en líos estos tipejos de la guardia. Quemaduras y balas.

Todo fuera. Todo cerrado. Al menos por ahora.

Tendrás que ver a un profesional cuando esto termine.

Le anuncio, aunque eso probablemente ya lo sabía. Sentir su palmada hace que le sonría, se sentía bien haber hecho lo correcto. Ahora sí miro a Mescia y mis ojos son fríos pese al rojo que me baña.

Si quieres que no muera: lucha y protégenos.

Me deslizo hacia Garret en una breve carrera y raspándome las piernas de nuevo, pero poco importa. Rojo, más rojo. Más trabajo. Ni siquiera soy consciente de cómo siguen las amenazas, sencillamente me centro en curar a un Garret al que no le quedan demasiados segundos de vida.

Notas un frío intenso y luego calor mientras la vida vuelve a ti.Tu espalda se arquea y una calidez y un vigor desconocidos hasta ahora inunda todo tu cuerpo antes de abrir los ojos.Los colores parecen más brillantes y el olor que te rodea es más intenso durante unos breves momentos antes de que tus pupilas enfoquen bien.Ante ti están Secse con el que sientes una afinidad inmediata y Mescía,ella mordiéndose con fuerza el labio inferior y las manos apretadas sobre su pecho observándote y Secse concentrado con las manos sobre tu herida de bala.El alivio en el rostro de Mescía es inmediato al abrir tú los ojos y una lágrima cae por su mejilla mientras una sonrisa se extiende por su cara

-"No se te ocurra volver a hacer esto"-te dice con la voz temblorosa mientras te ayuda a incorporarte secándose disimuladamente las lágrimas mientras mira a Secse-"Gracias..muchas gracias"-musita la chica 

Oía mucho ruido, pero amortiguado, lejos... Eleanor se sentía como si estuviese flotando sobre un mar tranquilo, helado y ardiente a la vez, doloroso y apagado. De pronto sintió cómo algo perturbaba esa calma dolorosa, como si alguien la arrancara de ese mar con un tirón de hombros. El mar había desaparecido y la sensación ya no le dolía.

Notaba el suelo duro, su cuerpo muy pesado y los sonidos de los disparos cada vez más cerca. Poco a poco, la joven abrió los ojos, distinguiendo mucha luz de pronto y oliendo la pólvora y la sangre que había a su alrededor. Había alguien a su lado y, aunque todavía no podía distinguirlo bien, Eleanor sabía que esa persona le había salvado la vida. "Sólo puede haber sido..." la joven sonrió, buscando torpemente con su mano el rostro de su salvador. Cuando lo encontró, con la otra se aferró a su cuello y tiró de él hacia ella, besándolo apasionadamente. 

Al separarse, Eleanor volvió a abrir los ojos, esta vez enfocando mejor. Su sonrisa inicial pasó a ser un gesto de sorpresa, mientras sus ojos recorrían todos los rasgos de aquella cara, como si algo no le encajase. 

- No eres... er... ¿Flit? - preguntó confundida, soltándole de pronto y tapándose la boca con ambas manos, como si hubiese dicho algo horrible que ni ella misma quería creer - Lo... lo siento. Pensé que eras... que estaba... N-no importa. - murmuró finalmente, incorporándose un poco y centrando su mirada ahora en el campo de batalla, buscando cuanto antes a Aram.

Ni el recuentro con mis compañeros son suficiente como para iniciar el proceso de cicatrizará mis herida, aquellas nacida del combate y la mas dolorosas, las emocionales que sin piedad ni razon de ser,lleva agotando mi mente desde aquel feydtin de sangre y muerto de lo cual, de suerte salir medio entero.

Ya solo queria dormir, para cuando los gritos de mis aliados, son suficiente como para volverme asustarme.-Mas peligros,mas enemigos-Pienso mientra corria a lado de mi hermano, ya importándome poco la valentía en actos de guerra, ahora solo era ser Ren el piernas locas.

¡De regreso a mi amor de alma! ¡El piso! Que con gusto,me besa toda la cara por cuarta vez seguida. Mientra la bala entraba mas en mi cuerpo,como serpiente venenosa-¡¿Lennart?! Oh,oh,oh,oh. ¡Ni un momento! ¡Despierta,marico,marico!-Le daba palmadas a Lennart. Hasta que por su falta de reacion,hace que me aleje de el. Gritando por un medico entre todo el fulgor--¡ahhh! ¡No se cansa nunca ustedes!