Partida Rol por web

¡¿Qué?!

Polux se abalanzó para intentar capturar al general, pero este ya lo aguardaba, por lo que supo derribarlo en su embestida. Este terminó cogiendo a Polux prisionero y lo llevó con el resto del grupo.

El general llevó consigo a Polux tomado como prisionero. Este ya estaba con las manos atadas con cuerdas y, junto al  general, otros 7 soldados se acercaron a dónde estaban todos los demás.

Muy bien, tenemos a vuestro líder en cautiverio. Rindanse ahora todos, o acabarán mal.

Demonios, supuse que algo andaba mal. ¿¡Polux?! ¡¿Qué ha pasado?!

El general se limitó a golpear a Polux, de forma que si este buscaba responder, caería adolorido al suelo.

¡Olvidense de vuestro amigo! ¡Intentó atacarme en alta traición! ¡Pero yo soy un hombre justo, un hombre de honor y códigos bajo la antigua tradición de Lumen! ¡Solo quiero al bárbaro - dijo, señalando a Oktael - tras las rejas!

¡Entreguenmelo para hacerlo mi esclavo, y podrán irse con el hijo de Ussanos!

Esto es inaceptable. ¡Dejenmelos a mí!

Este tomo su espada y se preparaba para la pelea.

-Este cabrón pretendía matar a Oktael por ser negro, lo vio junto a los demás de los suyos llorando y lo ha descubierto, me negué rotundamente y me redujeron... -concluyó a modo de resumen, pero bastante eficazmente- no le hagáis caso, nos matará a todos, así que llevaos por delante a toda la escoria que podáis... -dijo finalmente para que los suyos no cayeran en la trampa, ya era demasiado tarde para él, pero quizás a los demás se les ocurriera algo.

Poco le importaba ya que le volvieran a golpear, había sufrido cosas peores, y si los dioses lo tenían a bien, quizás pudiera reunirse con su compañero Varen...

¡Solo dice delirios! ¡No me interesan vuestras vidas, debeis cumplir con vuestra misión! ¡Solo quiero al negro como mi esclavo!

Este hizo un gesto a los demás guardias para que se acerquen en modo de combate contra los mercenarios.

¡Última oportunidad! ¡Entreguenlo o todos morirán!

Sabía que algo como esto iba a suceder. Desde el día del torneo, las cosas siempre tornaban a peor, por lo que era nuestro deber acomodar las cosas. En cierto sentido, estaba molesto, ya que las cosas siempre tornaban a peor. Pero parte de mí se alegraba por el hecho de que tal vez esto era providencia divina, ya sea para morir por mis ideales, o para corregir a los injustos. Arrojé mi escudo a un lado, necesitaba moverme rápido. desenfundé mi espada, y miré al líder del fuerte.

-Me dices que quieres al negro como esclavo? Vaya... Verás, tenemos un inconveniente con ello. Ése hombre.- Apunté a Oktael.- Es bastante diestro como soldado. Me temo que no podrán tenerlo, ya que aún lo necesitamos. Ahora, son ustedes ocho.- Señalé a Ottavius con la espada.- Contra nosotros 6. Debería haber doblado la cantidad de soldados si quería evitar bajas, general.

Miré al cielo, suspiré, y le dije a Charles: Tal vez hoy descubramos quien es el verdadero dios, Charles.

Odin, padre de todos, se demostrará hoy. Quizás puedas convencerte de su poder, querido amigo. ¡Disfrutaré esto y todos lo saben!

¡Por Odin!

Se arrojó de forma violenta a la batalla.

¡Soldados, cargad!

Y yo que esperaba algo un poco más sencillo... suspiraba.

Vamos allá.

Lucas solo negaba con su cabeza al ver que Charles iba solo de forma suicida a la pelea. Tomó su espada, como ya era costumbre para él, y solo se acercó a la batalla. Con calma, con disciplina. 

Oktael no podía creer lo que había pasado. Todo se había salido de control y ahora era demasiado tarde para solucionarlo. Observó la jaula donde estaban el resto de los esclavos y pensó en liberarlos en aquel momento. Quizás así, tendrían más manos que los ayudaran.

Al ver como todos entraban en batalla, tomé mi espada y me arrojé a ella también. 

El choque fue violento y sangriento, muchos murieron aquella trágica noche.

El primero en caer fue Charles, llevandose primero a un guardia que se le enfrentó. No pudo evitar, aun así, una puñalada trasera de parte de otro. Cayó de forma rotunda hasta desangrarse.

Oktael, de forma inteligente, logró romper la cerradura de la jaula liberando así a todos los esclavos. Estos eran alrededor de 15, pero mal alimentados, sin protección ni armamento. Lograron entorpecer la batalla, pero murieron todos. Ureko fue de los primeros en morir en la pelea.

En su enorme furia, Oktael logró aniquilar a varios guardias, sobre todo al que había matado a su hijo.

William se unió rápidamente, logrando liberar también a Polux. Estos pelearon con astucia, salvando incluso a Bertram, quien había caído al suelo.

Polux se incorporó con gran destreza a la pelea, logrando abatir al general.

La pelea había finalizado, y lograron la victoria, pero el costo fue altisimo. Lucas estaba muy gravemente herido, pero aún se mantenía con vida. Charles y el hijo de Oktael cayeron, al igual que todos los esclavos. Parloq se mantuvo alejado de la batalla, pero espectante y temeroso.

Logramos derrotarlos... pero aún no hemos salido de aquí.

Este respiraba muy agitado, la batalla le fue muy díficil, y casi ve morir a su hermano.

Perdimos a varios... pero tenemos que concentrarnos en salir de aquí cuanto antes. Pronto los demás guardias se unirán a la batalla para vengar a su general. 

Vayanse, ahora. Yo me quedaré, quizás pueda atrasar un poco a los guardias. No estoy en condiciones de salir escalando ni nada parecido...

Este tosía repetidamente, dejando mucha sangre en cada escupida.

¡Vayanse!

Pólux escupió con odio al cadáver del general del castillo, a la vez que le propinaba unos fuertes patadones, ensañándose con aquel cabrón que lo había torcido todo. No obstante, visto lo visto, dio gracias a Dios, a los dioses o a quien quiera que lo escuchara por seguir aún de una pieza.

Tras ello, y echando un rápido vistazo dirigió unas leves palabras de despedida a sus hombres caídos, habían luchado bien, y esperaba que en la otra vida fueran recompensados por ello. Cuando se dio cuenta de la pérdida de Oktael, supo con sólo mirarlo el enorme dolor que debía estar atenazándole su corazón, optó por guardar silencio a la vez que le ponía la mano en el hombro y alcanzaba a decirle en tono solemne:

-Lo siento... al menos murió como un hombre libre... -concluyó aportando cierta calma a su corazón o al menos intentarlo, pues pocas palabras se pueden decir en momentos tan tristes como este.

Acto seguido, se arrodilló junto a Lucas, y negó con la cabeza diciéndole:

-No tiene por que ser el fin para ti, ponte la armadura del enemigo, y cuando vengan le explicas lo que ha pasado y te haces pasar por uno de los suyos, cuando entren Nikómedes y los suyos, lo más probable es que se rindan todos, entonces te buscaremos y podrás salir, ¿entendido? -dijo negándose a aceptar la muerte de otro de los suyos y ofreciéndole una salida plausible sin que arriesgara demasiado su vida.

Finalmente, y dirigéndose al resto les dijo:

-En cuanto a los demás, debemos marcharnos, atad las cuerdas a una zona que no se vea a simple vista y comenzad a descended, no podemos dejar que el sacrificio de Charles y los prisioneros sea en balde, vayámonos -expuso repitiendo las palabras de Lucas, para acto seguido mirar a Parloq y decirle- ¿puedes bajar por una cuerda muchacho? ¿o te atamos y te bajamos a pulso? -le preguntó pues no sabía si su estado era tan grave como parecía.

Honestamente no creo que sea capaz de bajar por mi cuenta, apenas consigo mantenerme de pie si no es con vuestra ayuda.

Efectivamente Parloq ahora estaba sentado en el suelo, adolorido. William era quien le ayudaba a cargar.

Un grupo de 3 guardias lograron divisar al grupo. Vieron a su general caído y empezaron a correr con la intención de hacer sonar alguna alarma.

¡No nos queda mucho más tiempo!