Partida Rol por web

La hija de Chronos

Jornada 3: El sueño del príncipe Tenji

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14/04/2017, 16:37
Dastan

—Vamos a ver si tenemos suerte, igual hay un túnel secreto, una ventana baja o algún pasadizo por el que podamos pasar.

Aquello era una carrera de obstáculos, Dastan se resistía a creer que el lugar estuviera vacío. ¿Alguien habría dentro, no? Nadie dejaba abandonado un castillo así. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Esta vez con un 9 espero sacar la tirada. 

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19/04/2017, 21:41
Bruja

Para Hamo se hizo un poco imposible remendar su ropa con Sasha moviendo los hilos y los jirones con su mano, pero al menos consiguió remendar lo suficiente para no llevar todo roto. Mientras la bruja aprovechó para enseñar el hechizo a Kivo y Detlef, pues eran los únicos capaces de aprenderlo.

El conjuro era algo avanzado para su nivel como magos, pero la ayuda de la bruja en la explicación quedó todo claro. El conjuro, llamando Espantabestias, era magia de encantamientos de nivel medio y lo que te permitía era invocar un muñeco de peluche mágico que permitiría a su grupo escapar cuando encontraran un monstruo que no pudieran afrontar. Aquel hechizo duraba doce horas, lo suficiente para huir de un monstruo y podía distraer hasta siete monstruos a la vez. Aunque, a veces, el conjuro no era efectivo y la bruja no sabía bien por qué.

Después de la lección de magia, la bruja empaquetó algo más de tarta para el camino de los viajeros y se la pasó. Así podrían tomar un tentempié si lo veían necesario, ella no iba a comerse toda esa tarta sola.

-Volved cuando queráis- dijo entregando el paquete a los viajeros. –Me gusta que los viajeros me visiten, siempre traen noticias. Además quizás la próxima vez pueda haceros mi famoso pastel de rábano, mucho más rico que el de zanahoria- asintió sonriendo.

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19/04/2017, 21:42
Rizzo

Rizzo se despidió de la bruja contento, siempre que iba le recibía de maravilla y era muy sabia. Además cocinaba unos pasteles de chuparse los dedos. Lástima que no todos los viajeros pasaran por su casa, pues temían adentrarse en el Bosque del Peligro y con razón.

-Vamos, yo puedo guiaros al cementerio de monstruos. Nunca he estado ahí, pero sé dónde queda- sacó de su bolsillo una brújula brillante y se la mostró a los viajeros.

Echó a andar y despidió a la bruja de la mano. –Solo espero que no nos encontremos al Matadragones… Dicen que en sus dominios ningún dragón puede hacer magia o ejercer su voluntad, ¿os imagináis? Que sitio tan triste si los dragones no pueden verter sus dones allí, ¿no?

Notas de juego

Kivo y Detlef aprendéis Espantabestias. Cuesta 10 PM, dura 12 horas y puede engatusar hasta 7 monstruos a la vez. 

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19/04/2017, 21:43
Tenji

Y tras mucho buscar y mirar, Dastan dio con una puerta. Estaba escondida, era pequeñita y se encontraba en un costado del edificio. Quizás en otro tiempo era la entrada de los criados.

-¡Ah! ¡Qué bien, Dastan!- dijo Tenji de buen humor, dando una palmada en la espalda para felicitarle. –Esta puerta es pequeña, si está cerrada quizás pueda forzar la cerradura. 

La puerta por suerte estaba abierta y ante ella se extendían unas pequeñas escaleras que descendían. El sitio estaba oscuro y polvoriento, pero sin lugar a dudas era una cocina.

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20/04/2017, 01:21
Hamo

- No... par... para... Sasha... venga... - decía el joven artesano mientras intentaba coser sus ropas lo mejor que podía. Su compañera no le permitía concentrarse mientras tiraba de los hilos y jugueteaba con los fragmentos de tela, pero tampoco tenía muchas ganas de discutir con ella. Finalmente, hizo un remiendo algo burdo, sin apretar del todo los hilos. Cuando tuviera tiempo - y estuviera a solas - terminaría el trabajo. O cuando tuviera dinero suficiente para pagar a alguien por otros ropajes mejores.

Cuando terminó, se relajó en el sillón mientras sus compañeros aprendían el hechizo, descansando los huesos doloridos y quedándose adormilado por el cansancio. Sin embargo, la primera vez que sintió que iba a dormirse, se incorporó de repente, asustado. ¡No podía dormir! ¿Y si caía en un sueño permanente?

- Vamos... no tenemos tiempo que perder - dijo a Rizzo, tras despedirse de la Bruja del Bosque con una suave reverencia y sus más sinceros agradecimientos.

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19/04/2017, 22:11
Dastan

—¡La entrada por la cocina! —dijo Dastan, sonriendo, mirando los contenidos de la sala. —Menos mal que sugeriste dar la vuelta, si no... no creo que pudiéramos haber conseguido entrar.

—Vamos, desde aquí seguro que podemos llegar a algún lugar más interesante del lugar.

Antes de seguir, miró los alimentos y cómo estaba la cocina, todo allí podría decirles cosas sobre quién vivía en el castillo.

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20/04/2017, 22:20
Sasha

Mi atención estuvo en los jirones de Hamo, sin importarme (o más bien, sin pensar) si realmente le estaba obstaculizando su labor. A mi me parecían graciosos los hilos, y los quería disfrutar hasta que finalmente fueran cosidos de cualquier forma y perdieran toda su gracia. Pongo cara mustia cuando finalmente consigue su propósito y le alejo de su ex-hilos con cierta decepción. 

Pero quien no se consuela, es porque no quiere. Así que me tengo que poner ultra contenta cuando la bruja nos empaqueta algunas porciones del rico pastel, que yo me encargo de recoger.

 - Mmm pastel de rábano - me relamo - A la vuelta... - decido, esperando a ver si estás listos el resto de compañeros. Porque yo llevaba la comida, todo listo por mi parte. 

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20/04/2017, 23:15
Kivo

La bruja, Detlef y Kivo se apartaron a un lugar tranquilo de la casa para aprender aquel conjuro tan curioso. Era un momento delicado e importante para Kivo, pues para los suyos la magia era algo especial, un vínculo atávico. En los Trece Reinos había mucha gente con afinidad mágica. ¡No era tan extraño! Cada cultura tenía su tradición mágica. Para algunos era cuestión de libros. Para otros, una herramienta, cosa de engranajes invisibles en otra dimensión. Pero para el pequeño y peludo pueblo del pequeño y peludo Kivo, significaba una unión especial con la naturaleza.

Kivo se sentó sobre sus propias piernas delante de la bruja. No sabía muy bien qué esperaba la bruja de él, y ella se puso a murmurarles cosas, detalles y misterios del conjuro. Como si fuera una receta, la fórmula de una de aquellas tartas que preparaba. A Kivo le costaba seguirla. No era así como él entendía la magia.

Asintió para sí mismo. Arrastró el trasero en el suelo para acercarse más a ella. Tomó con su patita peluda la regordeta y arrugada mano de la anciana y la observó. La acarició con delicadeza y cerró los ojos. Tomó con su otra mano la Semilla y la sintió tibia y amable. Kivo miró en su interior y se alejó, se alejó y se alejó como quien cae dormido, como cuando sueñas que caes en un pozo. Pero en ese sueño no había ni sensación de miedo ni alarma por la caída. Solo una agradable impresión de aire mullido y suave. Las palabras de la bruja fueron quedando más y más lejos, y de pronto, ¡plop! Ya no oía nada. Como sumergirse en un lago tranquilo, todo lo que había fuera se había contenido.

Al menos, dejó de escuchar palabras. Kivo estaba mirando en su interior, y en ese otro lado que los oobi conocen los sonidos son distintos. Los imperceptibles empezaron a llegarle, y sus orejas vibraron al notar un leve crujido, el crecimiento del musgo, el arrastrar de la vida abriéndose paso por la tierra húmeda, las gotas de rocío cayendo de las hojas y empapando el suelo, el agua filtrándose durante milenios por las rocas hasta verterse en un manantial, las raíces vitales en ebullición y las semillas germinando. Kivo escuchaba la naturaleza acercarse a él, rodearlo, susurrar sin palabras y preguntándole. No había una entidad, un yo, sino que era un todo, un continuo de verde, una red interminable, paciente, imbatible, que no tenía más sentido que ser ella misma, sin pretensiones ni búsquedas. El origen absoluto, el humus que alimentaba a todas las cosas. Olía a hierba, agua fresca, tierra húmeda y fruta de verano. Pero también a putrefacción, pantano, barro, lombrices y moho. Pero esto no era desagradable. Era el símbolo de la renovación constante de la vida.

Un suave brisa agitó sus bigotes. Abrió los ojos sin abrirlos y observo esa renovación perpetua, la floración y el decaimiento. Era hermoso. Se levantó sin levantarse. Su proyección caminó unos pasos entre las hierbas mojadas, y de pronto le llegó un rumor. Miró al cielo y supo que eran las palabras de la bruja, que ya venían. De un árbol cayó una nuez, que rebotó y rodó hasta sus pies. Se apartó un paso y esperó. Las palabras de la bruja se hicieron más y más intensas, pero Kivo no las entendía. Sabía que eran palabras y incluso sabía que fuera de esa burbuja las comprendería perfectamente. Pero allí dentro era como escuchar una lengua extranjera, con un sonido sordo, como si llegaran de muy lejos y a través de una columna de agua. Cada sílaba que llegaba alimentaba a la nuez, que se abrió, asomó un brote, se desperezó en tiernos cotiledones, y siguió y siguió creciendo, desarrollándose con hojas fuertes y tallo firme, fortalecida con cada letra de la bruja, hasta formar un capullo a la altura de los ojos de Kivo. Él sonrió con seguridad. Miró al cielo y vio caer las últimas palabras meciéndose como hojas, y con ellas se abrió el capullo en una gran flor de mil pétalos brillantes, gruesa, jugosa, repleta de vida y fragante. La naturaleza había respondido y le regalaba uno de sus dones. Estiró la mano, tocó un pétalo y la flor brilló, luminosa. Y todo se desvaneció. La burbuja explotó sin ruido, dolor ni drama.

Kivo volvió de su dimensión mágica oobi. Parpadeó. Se levantó despacito, hizo una respetuosa reverencia a la señora bruja, y se apartó unos pasos.

– Muchas gracias por sus palabras, señora –dijo, serio.

Kivo había aprendido un nuevo conjuro.

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23/04/2017, 19:57
Tenji

Tenji sonrió a Dastan y se atrevió a cruzar la cocina en primer lugar. No tardaron en llegar a un enorme pasillo, que concluía en una gran sala. La sala parecía las enormes salas del trono, con techos altos, mucha luz y donde debiera estar el trono encabezando la habitación, había un sillón cómodo y vacío.

El sitio estaba tan abandonado que el polvo había comenzado a depositarse sobre el suelo, dejando una fina película gris. Además los pasos de los tres jóvenes retumbaban en la estancia. Hacía mucho tiempo que no se usaba, o que no había gente en aquel lugar como para que fuera útil.

-Parece que el castillo está abandonado… Qué raro…- el príncipe no sabía si moverse de su sitio o no para explorar.

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23/04/2017, 19:59
Rizzo

El aprendizaje con la bruja fue una experiencia que seguramente no habrían podido tener por ellos mismo. Como un viaje místico que les llenaba de conocimiento y que solo seres de gran poder te podían ayudar a tomar. Un viaje al centro del conocimiento que un mago de bajo nivel no podía experimentar solo.

Rizzo había experimentado lo mismo en su momento, por lo que comprendía a sus nuevos compañeros de viaje. Bueno, en realidad a él le había costado mucho más, puesto que su conocimiento de la magia era muy poco. Es por eso que él nunca pensó en ser mago y prefirió dedicarse a la caza, era algo más fácil para él.

Tras la despedida el cazador les mostró el camino a seguir. Y tras un rato caminando, donde oían a los monstruos pulular a su alrededor, que no osaban acercarse para crear problemas.

Conforme caminaban los árboles eran más retorcidos y con menos hojas. Una bruma se levantaba e incluso el ambiente estaba cargado. Llegó un momento que la bruma era tan densa que el sol dejó de brillar con toda su fuerza. Ahí apenas crecían plantas, pues todo estaba muerto. Había huesos y esqueletos aquí y allá. Además unas sombras extrañas vagaban por el mismo sitio.

-No os preocupéis por las sombras, son ánimas. Son inofensivas aunque dan un poco de miedo- dijo el joven cazador, mirando todo. Sobre todo miraba donde pisaba con precaución.

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23/04/2017, 23:38
Hamo

A medida que el camino se hacía más complicado, las sombras más cercanas y la bruma más alta, Hamo se iba quedando más y más próximo a sus compañeros con su ballesta pegada a su cuerpo. Le dolían las manos de apretar el mango con fuerza, y jugueteaba con la cuerda para mantenerse ocupado y no pensar en el miedo que tenía.

Cuando llegaron a aquel lugar, tan muerto como un cementerio - imaginaba que era el sitio donde debían encontrar la Gloria Coronada, aunque no sabía dónde, si allí no crecía nada - y Rizzo intentó tranquilizarles hablando de las ánimas, en Hamo consiguió el efecto contrario.

De donde yo vengo, la gente que muere se queda muerta - susurró, mirando a uno y otro lado. ¿Esa sombra se había movido hacia ellos?

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24/04/2017, 18:18
Kivo

Rizzo intentaba tranquilizarlos, pero la verdad es que aquel paraje era cada vez más inhóspito y desagradable. Era el camino a la prímula albalila o, como la llamaban los demás, la gloria coronada de la mañana. Pero lo tétrico del camino no iba para nada de la mano de los hermosos nombres de esa flor.

Kivo notaba que había aprendido un conjuro poderoso y se sentía agradecido con la generosidad de la naturaleza, por concedérselo, y de la bruja, por abrir la nuez. Sin embargo, ni con ese nuevo conocimiento podía Kivo dejar de sentirse observado por ojos hostiles y la amenaza latente en el aire. Todo parecía triste y muerto, pero al mismo tiempo, tenso y atento.

Agarró firmemente su vara.

– ¿Está muy lejos, Rizzo?

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24/04/2017, 16:56
Dastan

—Vayaaaa —se asombró Dastan— este sitio es enorme e increíble. 

Dastan sí avanzó y comenzó a mirar por todas partes, quería encontrar algo que les dijera para qué servía el castillo, quiénes eran sus habitantes. 

—Vamos, está vacío, busquemos quién vivía aquí. Podemos movernos, no hay nadie. 

Así animó al príncipe para echar un vistazo. Le caía genial Tenji, era tan majo...

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25/04/2017, 17:02
Sasha

El paisaje que nos rodea se torna cada vez mas desagradable y me hace sentir nervios. Y... a mi los nervios me dan hambre, así que no puedo evitar ir picoteando del trocito de pastel que nos dio la bruja. Los compañeros parecían contentos después de haber aprendido el truco de la bruja, y eso me alegraba a mi también. Mi especie nunca había estado capacitada para la magia y aunque a veces me pueda fastidiar, lo cierto es que si ellos tienen el hechizo, también me puede servir a mi porque íbamos en grupo. 

Parpadeo un par de veces cuando comienzo a sentir la presencia de esas animas. Rizzo dice que son inofensivas, pero pego más a mi la comida por si me la queiren robar. El abuelo nos había hablado de ánimas, y me causaba curiosidad ver algunas por primera vez. No todos los míos tenían creencia en eso, pero de entre la minoria, el abuelo era uno de ellos. Él sabía muchas cosas.

Rápido... antes de que nos roben la comida... - musité. - ¿Cuanto queda?

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30/04/2017, 15:22
Tenji

El Castillo era realmente enorme, pero caminar por él solo les confirmó lo que ya temían. Ahí no había ni un alma. El polvo se acumulaba en los muebles y en los suelos. Las ventanas hacía tiempo que nadie las limpiaba y dejaban pasar la luz de forma débil, dejando parte de pasillos y habitaciones en penumbra. El lugar no tenía nada de amenazador tampoco, era como cualquier castillo de un reino próspero.

Tras deambular un rato encontraron en uno de los pasillos unas marcas de pasos sobre el polvo. Siguiendo los pasos llegaron al comienzo de una escalera, que parecía subir en caracol hacia una torre. El príncipe miró a Dastan antes de subir, puesto que Kon parecía muy callado durante todo el trayecto.

-¿Crees que deberíamos subir a comprobar?- susurró dudoso, mirando a todos lados. Quizás temía que hubiera alguien por allí y les viera u oyera.

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30/04/2017, 15:22
Rizzo

Había ánimas flotando sobre sus cabezas y escondiéndose entre las tumbas y los árboles. Eran como sombras que se movían de acá para allá, pero era cierto que no parecían hacer nada. Les rondaban y quizás les observaban, pero nada más. Pese a todo, el ver aquellas cosas lo hacía todo escalofriante. Aquel sitio estaba frío y daba miedo, mucho miedo. Incluso los árboles que habían crecido tiempo ha, habían empezado a morir, dejando solo siluetas negras retorcidas en su lugar.

Kivo sintió que los árboles no estaban vivos, desde hacía mucho tiempo. Aquel era un cementerio en todos los sentidos.

El joven cazador iba a la cabeza y se tuvo que aguantar la risa por el comentario de Hamo. No es que allí no siguieran muertos los animales, o los monstruos, es que las ánimas eran otra cosa. –Se podría decir que las ánimas rondan las zonas donde ha muerto algo o alguien, más que levantarse de los muertos. Nunca supe por qué, pero así es. A veces también están en otros cementerios, pero como suele haber humanos a menudo es como si fueran tímidas. Aquí hay muchas- siguió caminando, esquivando huesos acá y allá de monstruos de todas las formas. –No debería estar muy lejos, buscad por el suelo. Deberíamos ver ya alguna flor…

Notas de juego

Para encontrar tirad INT+DES dif. 7

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30/04/2017, 22:40
Kivo

¡Parecía que faltaba poco! Estaban en el lugar adecuado, ahora solo era cuestión de ignorar que era un sitio tétrico y centrarse en buscar la flor. Pero era difícil quitarse de encima la impresión de peligro y de estar siendo vigilados, y Kivo no era el que estaba más concentrado de todos ellos. Cada vez que se agachaba a buscar, se levantaba de inmediato pensando que se acercaba un monstruo.

- Tiradas (2)
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01/05/2017, 08:15
Hamo

Ya podían ser todo lo tímidas que quisieran, pero esas ánimas, esas criaturas que rondaban los cementerios, ponían a Hamo los pelos de punta. Ni siquiera la tranquilidad de Rizzo impedía que el artesano mirase de un lado a otro, incómodo. Esos ojos brillantes le resultaban intimidantes, como los ojos de un gato en una noche oscura. Así que decidió concentrarse en su objetivo, aislando sus sentidos de todo lo demás, como cuando trabajaba. Con la atención justa para no tropezarse con las ramas y arbustos circundantes, abrió bien los ojos y revisó a sus pies en busca de la Gloria Coronada. Tenía buena vista para los detalles, así que visualizando en su cabeza la forma de los pétalos y sus color, barrió la zona con la mano firmemente sujeta a su ballesta.

- Esperad, creo que he encontrado algo - dijo a sus compañeros. ¿No era aquello...?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Total: 11

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01/05/2017, 20:30
Detlef

El paseo por el cementerio estaba resultando de todo menos... edificante. Aunque Detlef ya sabía más o menos la diferencia entre ánimas y otros espíritus más peligrosos (e incluso entre ánimas de clase Ecto y de clase Psique, como los poltergeist de su región) y sabía que solían ser alarmantes aunque inofensivas, eso no era de especial ayuda cuando una estaba en un lugar oscuro, rodeado de ellas, con esos puntos brillantes que se movían alrededor como estrellas caídas. Te daba por preguntarte cosas como "¿Y si Tahar Ibn-Hayaf se ha equivocado, o se está refiriendo a algo distinto? Y si las ánimas evolucionan como los seres vivos y la descripición que conozco ya no es real? ¿Y si el entorno las cambia?

Como erudito, Detlef está acostumbrado a los "Y si...". Pero una cosa es planteárselos en una habitación cómoda, entre libros, a la luz de las velas y otra es planteársela en un bosque oscuro mientras el objeto de tus elucubraciones te está mirando. Por un momento piensa en convocar la luna de la cosecha con su magia, pero se lo piensa mejor. Todavía no tienen problemas de visibilidad, y si malgasta sus hechizos ahora, quién sabe lo que pasará si de verdad los necesitan.

Aunque más luz de luna desde luego que ayudaría a calmarle...

Para ocupar la mente en otros pensamientos, se dedica a buscar la Gloria Coronada. Una vez que recordó su taxonomía no le era difícil ya ubicarla mentalmente- es una planta inusual, así que es fácil acordarse. Siguiendo el rastro de otras plantas que habitualmente crecen cerca, ve que poco a poco va acercándose a un punto que Hamo también parece haber visto. Le parece entrever un destello de color que corresponde a la flor. El artesano se cruza con él: también la ha visto. Detlef asiente con la cabeza y le deja pasar. Tiene pinta de haberla visto mejor. Cuando ve dónde está parado y mira al suelo, empiezan a despejarse sus dudas. 

Chicos, por aquí. No estoy del todo seguro, la luz confunde un poco los colores, pero creo que lo que ha encontrado Hamo es lo que buscamos...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Total 10

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01/05/2017, 22:34
Sasha

¿Seguro que no nos robarán la comida? - insisto en preguntar, en vista del acoso a que nos someten las ánimas. Es que incluso podrían estar así por el pastel, para quitarme la merienda. Aquí debían estar solas y aburridas, y todo el mundo sabe que el aburrimiento de mucha hambre. ¡Para eso querían el pastel!

El cazador de graciosos rizos nos dice que ya podríamos ver la flor en cualquier lugar. Es por eso que abrazo mas la tarta y voy mirando el suelo, visualizando algo al fondo que hace que se me abran los ojos como platos. Y no, no es un ánima intentado robarme la tarda...¡la flor! Parece que no soy la única en atisbarla. No añado nada, pero sigo para esa dirección junto a todos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Total 11