Cuando despertaron para afrontar el asalto a la Comandancia Gris, Aravashnial les entregó los objetos que había hallado en un compartimento oculto en la biblioteca. Se trataba de ocho pociones de curar heridas serias, cuatro pociones de restauración menor, 10 flechas +1 contra ajenos malignos, una campana de apertura, 20 virotes de hierro frío, una varita de misil mágico (31 cargas) y una varita de luz del día (24 cargas). Después les deseó la mejor de las suertes y les aseguró que confiaba en ellos.
El desayuno fue especialmente apetecible. Horgus había enviado provisiones y artículos de lujo que los cruzados aceptaron con alegría. Los mestizos de Neatholm, curiosos, parecieron encantados con la nueva comida y equipo. Lann y otros dos de sus compañeros manifestaron su deseo de unirse al equipo de asalto junto a Irabeth y Ioseph, poniendo sus arcos a su disposición.
Con las primeras luces del día, el regimiento de cruzados se dirigió al Viejo Kenabres e inició el asalto con energía y vigor renovados. Los guardianes, tiflins y otros demonios, respondieron lo mejor que pudieron ante el feroz ataque. Las líneas se atrasaron, buscando refugio y cobertura. Por todas partes había gritos y sonidos de lucha, de metal contra metal. Frente a ellos, escondidos tras una esquina, se erigía la Comandancia Gris.
El suelo del patio estaba cubierto de escombros y adoquines levantados. A la izquierda había un solar en ruinas que todos conocían bien. Días atrás había sido la Catedral de San Clydwell. Leliana había estado presente cuando había sido destruida. Del magnífico edificio no quedaban más que restos y un cráter en el suelo.
La fachada mostraba un edificio robusto de dos plantas completas y parte de una tercera. Las puertas de piedra estaban cerradas y eran vigiladas por dos hombres obesos e hinchados, desnudos y mórbidos como cadáveres de ahogados. Iban armados con guadañas. Todos reconocieron al primero: era Kandro Nyserian, el dueño de la mansión Nyserian, uno de los pisos francos de los cultistas. El otro, a pesar de lo cambiado que estaba, había sido en otro tiempo Lord Hulrun, el señor de la ciudad. Qué les había pasado era un misterio, pero seguro que nada bueno.
Tirada oculta
Motivo: saber local
Tirada: 5d20
Dificultad: 15+
Resultado: 58 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: saber local
Tirada: 5d20
Dificultad: 15+
Resultado: 19, 16, 18, 15, 14 (Suma: 82)
Exitos: 4
Tirada oculta
Motivo: saber local
Tirada: 5d20
Dificultad: 10+
Resultado: 18, 6, 11, 7, 8 (Suma: 50)
Exitos: 2
Los poderosos demonios que habían atacado Kenabres habían vuelto a sus fortalezas. Dejando a sus huestes para hacer el trabajo menor de corromper la piedra custodia y seguir hostigando a los ciudadanos y a la Resistencia en la ciudad.
O quizá no, quizá estaban dentro de la Comandancia, con sus rituales. Daba igual, los Cruzados tenían un deber, la Resistencia tenía un deber, tenían que evitar la corrupción de la Piedra Custodia, tenían que terminar de destruirla antes de que fuera utilizada por los demonios.
Habían lanzado ataques de distracción por el resto de la ciudad, ataques diseñados por Irabeth, que había dormido pocas horas, en los cuales esperaba que se minimizaran las bajas de los atacantes y volvieran locos a los cultistas, a esos miserables que habían salido de debajo de las piedras.
Ahora tenía a sus compañeros allí, como había planeado, para lanzar el verdadero ataque. —¡Vamos, es nuestro momento! No podría desear mejores compañeros. Avanzaremos Ioseph, Liliana y yo delante, los demás usad armas a distancia. ¡Adelante! ¡No vayáis muy juntos pero sin separarnos tampoco!
Irabeth bendijo su arma y avanzó con decisión.
Si puede ser, hemos distribuido los virotes de hierro frío para Kevveon (5) y 5 para cada uno de los mestizos.
Si puedo haber encontrado las flechas de hierro frío para Anevia mejor que las +1, si no, pasaremos con las +1.
Las varitas para Kevveon y Las pociones:
4 restablecimientos menores: Anevia, Kevveon, Liliana, Ioseph
8 Curar heridas serias: 1 cada uno (incluyendo los 3 mestizos).
Bendigo mi arma (Conjuro Bless Weapon) y avanzo.
Ioseph estaba preparado para el asalto final, aunque estaba algo decepcionado por no poder luchar mano a mano con su hermana. Pero al menos Kale iba a estar lejos del asalto principal, lo que sin duda era bueno.
Asintió a las palabras de Irabeth mientras se asomaba para mirar a aquellas criaturas. ¿Eran demonios, o muertos vivientes? Fuera cual fuera el caso tenían que acabar con ellos y darle la oportunidad a aquellos dos hombres de descansar en paz. Siguió a Irabeth y pasó a su lado haciendo girar a Resplandor en sus manos.
Uso dos acciones de movimiento y me preparo para hacer ataques de oportunidad si se me acercan de más.
Liliana se había despertado con una férrea determinación. Sabía que en un asalto al corazón de la corrupción que asolaba Kenabres nadie podía asegurarle que saliera con vida... pero Iomedae había velado por ella durante esos últimos días, y la había guiado hasta Ioseph e Irabeth. La Heredera había querido que la escritora estuviese ahí presente en ese momento exacto, y ya fuese para cumplir esa misión con éxito y regresar como héroes, o para dar la vida para asegurarse de que los demás lo lograban, a ella le parecía bien.
Estos últimos días habían sido algo surgido de una pesadilla horrible para la antigua y despreocupada Liliana, pero ahora ella se sentía ya parte de todo esto. Parte de la lucha contra los demonios.
Llegaron frente a la comandancia, custodiada por dos grotescos seres. Que hubiese tan pocos guardianes podía significar que eran lo bastante poderosos como para custodiar el lugar ellos solos... o que los sectarios no esperaban un ataque ahí. En cualquier caso, tras oir las instrucciones de Irabeth, asintió y avanzó. Hubiese preferido ser cauta y no adelantar mucho a la paladina, pero Ioseph cargó hacia las monstruosidades sin dudarlo, y ella se apresuró tras él para cubrirlo.
¡Maldita sea! ¡Deberíamos actuar como una unidad, no buscar heroicidades!
Doble acción de movimiento.
Aunque su cabeza le repetía una y otra vez que lo que estaban a punto de hacer era una hazaña impensable, había algo que le impulsaba y le daba el valor necesario para seguir adelante. Veía a sus compañeros motivados y entregados a la causa, cosa que le hacía sentirse bien.
Por la mañana se preparó a conciencia, repasó sus conjuros e hizo el equipaje. Estaba plenamente mentalizado para lo que podría ocurrir.
El camino hacia la Comandancia Gris era desalentador pero aun así siguieron adelante. Cuando llegaron a las puertas pudieron ver a lo que una vez parecieron personas, pero que ahora eran meras formas grotescas y retorcidas.
-P..Parece como si algo desde su interior hubiera estado creciendo, dando la carne de si, como dentro de ellos estuviese creciendo otra cosa mas horrenda, abriéndose paso a través de sus cuerpos- El cuervo graznó, fuerte.- ¡Eso es, acabemos con ellos y con el sufrimiento de esa pobre gente!
Se movió para encararse a aquellas monstruosidades y de la punta de sus dedos salió un rayo de fuego, directo al enemigo.
Motivo: Rayo abrasador
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+6)=23
Motivo: Rayo abrasador (daño)
Tirada: 4d6
Resultado: 10
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Nivel 1
Rociada de color.
Armadura de mago.
Protección contra el mal x2.
Nivel 2:
Rayo Abrasador x2 (gasto uno).
Invisibilidad.
Resistir energía.
Nivel 3:
Bola de fuego x2.
Las masas mórbidas de carne se rieron al ver que se acercaban con actitud hostil, murmurando entre sí como si bromearan. Mientras Anevia y los arqueros se colocaban en posición al tiempo que Irabeth y los guerreros avanzaban, los monstruos no hicieron nada más que sonreír. Pero tan pronto Ioseph y Liliana iniciaron la carrera y Kevveon atacó, se pusieron en movimiento.
El rayo abrasador de Kevveon impactó en una de las criaturas, cuya dura piel repelió todo daño. A cambio, el monstruo gordo de la izquierda pronunció unas palabras demoníacas y las pieles de Ioseph y Liliana comenzaron a agrietarse y a ulcerarse. El dolor se volvió insoportable; la sangre brotó de las heridas en una horrible agonía.
Mientras, la otra criatura se movió con considerable agilidad e hizo un arco con la guadaña que pretendió cortar a Liliana a la altura del cuello. La escritora dio un paso atrás para evadirlo sin complicaciones.
Motivo: iniciativa gordosº
Tirada: 1d20
Resultado: 16(-1)=15
Motivo: iniciativa arqueros
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+3)=16
Motivo: iniciativa irabeth
Tirada: 1d20
Resultado: 14(-1)=13
Motivo: iniciativa ioseph
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+2)=3
Motivo: iniciativa liliana
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+3)=6
Motivo: iniciativa kevveon
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+4)=17
Motivo: ts
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 2(+9)=11 (Fracaso)
Motivo: ts
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 10(+3)=13 (Fracaso)
Motivo: daño
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+3)=11
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+6)=19
Liliana y Ioseph sufren 11 pg de daño.
http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=144145
Orden: Kevveon, arqueros, gordos, todos los demás
-¡Maldita sea!- Kevveon levantó su ballesta cargada con los virotes de hierro frio y disparó, esperando que este material rompiese la barrera de protección que tenían los monstruos.
Motivo: Va yesta
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+6)=13
Motivo: Va yesta daño
Tirada: 1d8
Resultado: 7
El disparo de Kevveon no acertó. Una andanada de flechas brotó de los arcos de los mestizos y Anevia, que dieron en los blancos con éxito, irritando sumamente a las criaturas. La respuesta de los demonios fue redoblar las heridas de Ioseph y Liliana, aunque el primero pudo sobreponerse en parte a la acción impía. Liliana, tan distraída ahora, tuvo que confiar en la integridad de su armadura para quedar a salvo de un nuevo golpe de guadaña.
Motivo: arqueros
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+3)=20
Motivo: arqueros
Tirada: 1d8
Resultado: 6(+3)=9
Motivo: arqueros
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+3)=10
Motivo: ts
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 18(+9)=27 (Exito)
Motivo: ts
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 11(+3)=14 (Fracaso)
Motivo: daño
Tirada: 1d8
Dificultad: 16+
Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso)
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 20+
Resultado: 3(+6)=9 (Fracaso)
Ioseph sufre 3 pg, Liliana 6.
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Turno de todos menos Kevveon.
Ioseph giró sobre sí mismo y la hoja de Resplandor se encontró con la carne del cadáver de Nyserian. El paladín soltó una risa triunfante al tiempo que parte de sus heridas se cerraban con tan sólo un ligero toque. Mientras Shelyn velara por él, no importaba cuántas veces le abrieran las carnes.
Motivo: ataque poderoso
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+8)=23
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+11)=20
Motivo: tocamientos
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+11)=22
Motivo: tocamientos
Tirada: 2d6
Resultado: 6
Doy un paso de 5' y tengo a los dos a tiro. Me curo 6 pg.
Irabeth apretó los labios, se habían expuesto demasiado, su plan de ir avanzando todos juntos no había resultado muy bien al avanzar tanto el paladín de Shelyn, ella aprobaba la bravura, pero no tanto la insensatez... aunque si Ioseph atraía su atención, podría irlos atacando mientras se acercaban. Aún así, Iomedae le sonreía, uno de ellos se le había puesto a tiro, no dudó y cargó a por él con una plegaria en los labios.
Una plegaria que sonaba como un rugido y llenaba el corazón de sus enemigos de terror. Como su espada al golpear pesadamente..
Motivo: Carga con Power attack
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+11)=19
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 7(+8)=15
Full Round, cargar +11 de la espada +2 carga +13 -2 Power attack +11
Daño 1d8 +4 normal +4 power attack = 7 (dado) +4 (Fuerza) +4 (Power Attack) = 15
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Efectos activos:
-Bless Weapon: El arma se considera +1 (aunque no da bono) y buena a efectos de golpear ajenos o espíritus. Los críticos contra criaturas malignas son confirmados automáticamente.
Liliana aguantó el dolor como pudo hasta que Irabeth llegó a su altura y casi destruyó al demonio ella sola. Animada por la presencia de una amiga, la escritora golpeó con el escudo a la criatura antes de hacerle un corte transversal que lo derribó.
Motivo: ataque poderoso
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+7)=19
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+7)=17
Penejotizo, que es el primer combate de muchos.
-Estúpidas armas...- El mago guardó la ballesta, estaba nervioso y varios de sus compañeros estaban ya en combate cerrado contra los monstruos.
Sacó su varita con un gesto rápido y apuntó. De ella salieron disparados tres proyectiles de energía pura, esquivaron a Ioseph y golpearon a la mole de carne.
Motivo: Pro yectiles
Tirada: 3d4
Resultado: 6(+1)=7
Epa, de daño es 9, que pensé que sumaba +1 por dado.
Varita de proyectiles mágicos (nivel 5)
Cargas: 30
El proyectil mágico abatió al segundo monstruo. En los cuerpos de ambos hubo un temblor, como si estuviesen cerca de levantarse y volver a la lucha... solo para quedar tendidos mientras de ellos escapaban dos demonios con forma de gusano, gravemente heridos y derrotados. Dejaron de moverse por completo en cuestión de segundos. Los cuerpos de Kandro Nyserian y Lord Hulrun recuperaron en parte su integridad, pero seguían igual de muertos y mutilados.
Se acercó hacia los cuerpos y los observó por un instante. Es lo que había pensado con anterioridad.
-¡Parásitos!- Quiso inspeccionar los cuerpos de los gusanos, con mucho cuidado- No sabemos que tipo de contagio tienen, podrían todavía invadir otro cuerpo...
Le bastó un momento para llegar a una conclusión.
-¡Son vermleks! Demonios menores que se alimentan de cuerpos muertos. Consumen el esqueleto y las entrañas de sus víctimas y los reemplazan, dando lugar a... esto. Debía de haberlo sabido, son también resistentes al frío y al ácido, y como no, al fuego. Esperemos que no haya muchos más, ya que tienen cuerpos de sobra para invadir.
Motivo: Saber Arc ano
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+12)=23
Motivo: Recuperar virote de hierro frio
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 8 (Exito)
—Horrendos seres— dijo Irabeth cortando los gusanos en pequeños trozos con su espada. Pero no podían pararse ahora. —¡Buen combate todos! Anevia, echa un vistazo a esa puerta y mira si puedes abrirla, Lann, cúbrenos con tus arcos. Sigamos cuanto antes.
Lilianna e Ioseph habían sufrido algunos rasguños y daños de conjuro, a saber que heridas tendrían dentro. —Tomad una poción para recuperaros. Es más fácil ahora que en combate. Y tendremos que combatir mucho hasta llegar a la Piedra Custodia.
En combate, Irabeth no trataba con la familiaridad o cariño acostumbrados a sus compañeros o esposa, a pesar de que todos ellos eran seres queridos. Lo honorable, lo correto, era tratarles como compañeros de batalla, camaradas de armas, sin favoritismos o preferencias.
-A la orden, señora -dijo Anevia colgándose el arco a la espalda y acercándose a la puerta con cuidado. Se agachó y hurgó en la cerradura con sus herramientas durante un rato mientras Lann y sus mestizos vigilaban y ellos bebían las pociones. Frustrada, se irguió y negó con la cabeza.
Cruzada de brazos, levantó la vista y señaló al pequeño balcón que se hallaba a tres metros de la puerta principal. Anevia sacó sus materiales de escalada y, sin prisa pero sin pausa, se aupó hasta él. Luego ató una cuerda a la barandilla y la dejó caer para que ellos la siguieran.
Motivo: disable device
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+9)=21
Ioseph obedeció dócilmente a Irabeth y se bebió una poción sin apartar la vista de los cadáveres. No podían dejar así al señor de la ciudad. Mientras Irabeth cortaba los demonios en pedazos Ioseph arrastró los cadáveres hasta una esquina y los cubrió con su capa, escondiendo las horribles deformidades causadas por los demonios. De espaldas a los demás entrelazó las manos y canturreó, susurrando, unas oraciones por los dos hombres. Shelyn sabía que no importaba lo que les hubieran hecho a sus cuerpos, sus almas eran incorruptibles.
-Hay que dar noticia de que Lord Hulrun ha fallecido -dijo, volviéndose-. Tendremos que volver para recuperar su cuerpo. La ciudad querrá... darle una despedida apropiada, supongo.
Suspiró y se aferró a la cuerda. Empezó a trepar lentamente hasta el balcón. Irabeth tenía razón. Aquella sólo era la primera de muchas batallas.
Motivo: curar heridas leves
Tirada: 1d8
Resultado: 1(+1)=2
Me bebo la poción de curar heridas leves, que es pis.
A Liliana le pareció muy noble la consideración de Ioseph hacia esos hombres. Ella sólo había conocido a uno de ellos, a lord Hulrun, que junto a algún representante de los cruzados la habían recibido cuando llegó a Kenabres para documentarse y escribir otra novela. Había sido muy agradable y cortés, a pesar de que esa jovenzuela que tenía delante por aquel entonces no sabía nada sobre los verdaderos horrores de la guerra contra los demonios.
-Lord Hulrun -murmuró en voz baja-, pido a Farasma que le mande a los cielos, y que Iomedae le acoja ahí en su gloria por su fiel servicio en vida.
Se bebió una poción de curación como Irabeth le ordenó, y luego siguió a Anevia hacia el balcón. Si hacía falta, ella probablemente podía echar la puerta abajo, pero quizá el sigilo era una mejor opción ahora mismo.
Motivo: Curar heridas leves
Tirada: 1d8
Resultado: 3(+1)=4
Motivo: Segundo dado de la poti
Tirada: 1d8
Resultado: 3(+2)=5
Me bebo poción de moderadas y me cura unos míseros 9 pgs xD
Aunque desde siempre las gentes de Kenabres habían sido en general, hostiles a él debido a su raza, el paladín tenía razón. Nadie se merecía la plaga que azotaba a la ciudad y que menos, que honrar a sus gentes con al menos una plegaría. Pero eso se lo dejaba a los entendidos en la materia.
-Bien, un nuevo reto...- Agarró la cuerda y la miró con incertidumbre. La teoría, en teoría, era fácil.- Un pie tras otro ¿verdad? E.. Esto no se me da muy bien.
Atentos que tengo -1 a trepar xDDDD
Irabeth ya había tenido en cuenta la necesidad de un entierro digno para dos ciudadanos de Kenabres, pero por el momento debían continuar con el asalto. Colocó los cadáveres de manera apropiada, alejando los restos de demonios, y los cubrió con las mantas que llevaba en el petate. Participó en el rezo de Liliana e indicó a los mestizos que subieran por la cuerda antes de hacerlo ella.
Una vez arriba, Anevia pegó la oreja a la puerta e indicó que había un zumbido al otro lado. Probablemente algún tipo de alimaña de vigilancia, o tal vez mascotas de los cultistas. Fue inútil intentar forzar la cerradura. De nuevo frustrada, la mujer indicó la aparente fragilidad de la madera de la puerta, tan diferente de la de abajo, de piedra.
Motivo: lockpick
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+9)=18
Podéis forzarla con una prueba de fuerza CD 25 o derribarla a hostias. Haréis ruido de todas maneras.