Partida Rol por web

La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

La Oscuridad de Rosalía

Cargando editor
26/11/2013, 19:28
Rosalía Caeiro

Retiró su mano de la de Marcelo tratando de que la inquietud no se reflejara en su rostro y se volvió hacia Ricardo con gesto de aflicción y sorpresa.

-Oh, no, cuánto lo lamento. ¿Fueron los Anarquistas? -preguntó hacia el Príncipe con una voz cargada de inocencia. Seguramente sí habían sido ellos, pero por lo que había oído hacía un rato tal vez Olayo les había echado una mano. Y tal vez las vetas negras que había visto en el aura de Ricardo...

Después se giró hacia la mujer ocultando su incomodidad ante una pregunta demasiado directa.

-¿Es que no me conocéis? -replicó con una sonrisa y un ademán-. No me interesan demasiado los asuntos políticos... -cuanto más ignorante y neutral pareciera, menos recelo despertaría en ellos-. Como he dicho, tan sólo estamos de paso. Me gustaría regresar a Roma pero no sé si el bloqueo al que somete el rey los puertos me lo permitirá -añadió con un mohín antes de girarse hacia el Giovanni y componer de nuevo un gesto coqueto-. ¿Y vos, Marcelo? ¿Por casualidad no os dirigiréis también hacia Cataluña? Sería agradable compartir camino, como ha dicho el Príncipe las noches son aciagas y dos damas viajando solas... -no terminó la frase. Quizás estaba arriesgándose demasiado, pero no se le ocurría otra manera de obtener información sin generar sospechas.

Cargando editor
26/11/2013, 19:46
Marcello Giovanni

-A Cataluña y después a Nápoles -respondió con una sonrisa-. Mas como bien decís, la situación política es tensa y creo que aguardaré unos días a que las rutas sean seguras. Llegado el caso, será para mí un verdadero placer viajas acompañado por tan distinguidas miembros de la Estirpe -aseguró mirando a Oana y a Rosalía.

Cargando editor
26/11/2013, 20:08
Oana Radu

-Para nosotra también será un placer acompañaros -respondió la Ventrue lanzando una imperceptible mirada cómplice a Rosalía-. Yo también os felicito por el nombramiento. Siempre es grato ver a un Hermano de Clan como Príncipe pero más grato es aún ver a un hombre justo como Príncipe.

Cargando editor
26/11/2013, 20:11
Olayo

-Os lo agradezco. Pero me temo que no son buenos tiempo para ningún Principado. Son muchas las esperanzas de que la inciativa de Hardestat traiga la paz entre los nuestros. 

Cargando editor
26/11/2013, 20:12
Ricardo

-¿Esa organización que pretenden fundar? ¿La Camarilla, la Cábala, La Orden... o cómo sea que la estén llamando? Ya os lo he dicho, mi Príncipe, de nada servirá si se erige sobre los costados de un régimen agotado. Sólo le daréis a los Anarquistas algo más grande contra lo que luchar.

Cargando editor
26/11/2013, 20:15
Lucita de Aragón

-Mi buen Ricardo -dijo Lucita con una hermosa sonrisa-. Quien no os conociera tildaría vuestras palabras de felonía... La paz ha de llegar y llegará.

Cargando editor
26/11/2013, 20:16
Ricardo

-Bueno, yo defiendo mis convicciones. La división entre Altos y Bajos Clanes ha de llegar a su fin. La política de los mortales cambia, el feudalismo muere y nuestra sociedad no puede ser ajen a ello... Vuestro Sire lo sabe bien, Lucita.

Cargando editor
26/11/2013, 20:18
Lucita de Aragón

Lucita borró su sonrisa y dio la espalda a Ricardo con gesto furioso. Rosalía y Oana pudieron distinguir como sus colmillos salían a la luz..

-Dejad a mi Sire al margen de esto -murmuró la Lasombra tratando de reprimir a la Bestia.

Cargando editor
27/11/2013, 12:07
Director
- Tiradas (1)
Cargando editor
27/11/2013, 12:34
Rosalía Caeiro

Lucita. Así es como se llama. ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Ni siquiera teniéndola delante y conociendo su nombre se difuminan las sombras de mi memoria?

Desvió la vista de sus colmillos para no ponerla en evidencia.

Ya es bastante difícil manejarse en este mundo de poderes y ambiciones con los recuerdos intactos, ¿cómo se supone que voy a hacerlo sin ellos? ¿Cómo saber quién es amigo y quién enemigo? ¿A quién acudir en busca de ayuda?

Sola no puedo...

-¿Por qué no hablamos de cosas más agradables? -rompió el tenso silencio con una sonrisa colocándose entre Lucita y Ricardo para darle a la mujer unos instantes más de calma. No sabía cómo había sido su relación antes del Letargo pero creyó oportuno congraciarse con ella ahora-. He encontrado Zaragoza más hermosa que la última vez, me agrada ver que aun en tiempo de guerra los mortales no descuidan la belleza de sus ciudades. Quizás todavía nos queden cosas por aprender de ellos... -sus ojos recorrieron las paredes de la estancia y como intentando ocultar su desagrado se posaron finalmente en Olayo con una significativa sonrisa.

Cargando editor
27/11/2013, 13:09
Ricardo

-Sin duda es mucho lo que podemos aprender de los mortales.

Cargando editor
27/11/2013, 13:11
Lucita de Aragón

Lucita agradeció la intervención de Rosalía con una sonrisa.

-La belleza de la ciudad ha crecido con vuestra presencia. Y sin duda pocos conocen como vos el mundo mortal. Vuestros cantos y palabras han inspirado a muchos. Confío en que dispongamos de un momento para ponernos al día después. Podremos hablar de arte y podréis contarme las aventuras de vuestra singular cuadrilla.

Cargando editor
27/11/2013, 13:14
Marcello Giovanni

-Ahora que os referís a los mortales... Me intriga mucho Fernando, Príncipe de Aragón y Rey de Nápoles, mi hogar. ¿Es tan arrojado en batalla como se dice?

Cargando editor
27/11/2013, 13:15
Lucita de Aragón

-El cuerpo a cuerpo con las damas tampoco se le ha de dar mal, según he escuchado -dijo Lucita con sonrisa pícara-. Influís ya en él, mi Príncipe.

Cargando editor
27/11/2013, 13:17
Olayo

Olayo ignoró la pregunta.

-Creo que será un buen Rey si no muerte en combate.

Cargando editor
27/11/2013, 17:50
Rosalía Caeiro

Rió suavemente el comentario de Lucita y fingió poner atención a una conversación que no le interesaba. Lo que le agradaba de los mortales no eran sus políticas sino su ardor y, en aquéllos que la poseían, su efímera belleza, y eso podía encontrarse tanto en reyes como en aldeanos.

-No me importaría llegar a verlo alguna vez... -comentó distraídamente-. Príncipe, ¿me permitiríais abusar de vuestra hospitalidad? Quisiera pediros un refugio seguro donde poder pasar algunos días. No pensábamos detenernos en Zaragoza más de lo indispensable, pero puesto que Marcelo se ofrece a acompañarnos una vez los puertos queden libres... -sonrió al Giovanni un instante y volvió a mirar a Olayo para aguardar su respuesta con candidez.

Lo más probable era que ninguno de los presentes tuviera nada que ver con la desaparición de Thomas y que no sospecharan la razón de su presencia allí, pero debía asegurarse. Si alguien las atacaba o las espiaba, si ocurría cualquier cosa en el refugio que el Príncipe les cediera, entonces tal vez sí hubiera una relación.

Cargando editor
27/11/2013, 19:42
Olayo

Olayo sopesó la petición.

-Es mi obligación como Príncipe el garantizar la seguridad de los Vástagos en mi Dominio. Ya son muchos los hermanos que han perecido en el fuego de los Anarquistas o la Inquisición. Juzgo por tanto que vuestra demanda es justa. Podéis hacer uso del Palacio de los Plasencia. Es un refugio modesto pero cumplirá sus función. Sois libres también de Alimentaros en la Villa pero siempre con la máxima discreción. No podréis sin embargo hacerlo en los alrededores de la Aljafería, el Zoco ni la Basílica, por ser zonas reservadas a otros Vástagos... Ahn y tampoco en el Monasterio de Santa Engracia, Dominio tradicional de los Capadicio a los que Marcelo representa -dijo señalándo al Giovanni.

Cargando editor
27/11/2013, 19:52
Marcello Giovanni

-Si me lo permitís, Príncipe, yo no tengo incoveniente en que se Alimenten en el Monasterio -dijo mirando a las dos Vampiras-. Somos pocos y en situación de necesidad hemos de estar unidos. Yo mismo puedo mostraros las formas más seguras de hacerlo. 

Cargando editor
27/11/2013, 19:55
Olayo

-Concedido entonces, Marcelo, pero vos responderéis de los que en vuestra zona se haga mal.

Cargando editor
27/11/2013, 19:56
Lucita de Aragón

-Yo puedo acompañaros a vuestro nuevo refugio, pues no dista mucho del mío propio -dijo la Lasombra tomando a Rosalía por el brazo.