Partida Rol por web

Modera tu lenguaje Humano,  sigamos las huellas a ver a donde nos lleban.

Minsk aguarda a que el Humano siga las huellas y continúa detrás de él.

Pero que se ha creido, acaso no le han esnseñado a ser respetuoso?

 Te recordaré tus modales cuando otra rata se abalance sobre ti, elfo. Piensa Querelar mientras prosigue con la marcha, siguiendo los rastros. Lo má rápido que puede sin perder la pista.

Seguís el rastro..

Tras seguir el rastro un par de horas por un camino bastante transitado, os percatáis de un humo que otea el horizonte. Guidaos por las huellas, os dais cuenta de que os conducen hacia ese mismo humo. En un claro del bosque divisáis como se alza un torreón en ruinas.

Ya empieza a caer la tarde, y el pobre Valerio necesita el vino para la noche..

 Querelar mira al espadachín.

 - Los rastros conducen hacia la torre, y pronto oscurecerá, si tenemos que hacer algo es mejor darse prisa. Estás conmigo Minsk?

 El rostro de Querelar refleja determinación.

Estoy contigo, vámos, el elfo sigue corriendo hasta la torre y se para justo en la puerta, con el estoque desenvainado dispuesto a saltar sobre cualquier enemigo.

 Querelar avanza a la par que el elfo, sin más armas en las manos que os guantaletes armados y el broquel, preparado por si tiene que usar sus aptitudes arcanas.

 Mientras se aproxima mira por los alrededores en busca de centinelas o monturas, para tener una idea de la cantidad de residentes tiene las ruinas.

El Torreón, tiene siete metros de diámetro, y el muro está intacto hasta los cuatro metros, donde está completamente destruido. -Hay rocas grandes, restos del muro por todas partes-. Decidís ir con cautela. Desde vuestra posición ventajosa, podéis ver a un Gobliln haciendo guardia, y a dos mas junto a una fogata.

Parecen que no hos han detectado.., pero un paso en falso, podría haceros descubrir.

 Querelar hace señas  al espadachín, de forma que se apoximen a la torre desde dos lados opuestos, para poder atacar por los flancos desde el primer momento, y tal vez dsorientarlos un poco.

El elfo asiente a Querelar y seguro de sí mismo avanza con cautela. -Malditas ramas secas..- Minsk se da cuenta de que ha podido hacer mucho ruido, sin embargo gracias al trono de un árbol es posible que pueda evadir los ojos de los Trasgos.

Véis como el Trasgo que está cuidando el Torreón se gira hacia la senda, recoge su arma que descansa en una gran roca, y enfoca sus pasos hacia vuestra posición. Es evidente que ha escuchado algo, sin embargo, cree que se debe de tratar de algún animal por que no trata ni de esconderse.

Mientras este Trasgo se acerca... Hacia el fondo de bosque, se puede apreciar una montura atada al tronco de un árbol y varios Goblins más que deben de estar descansando.

 Querelar mira a Minsk cuando escuchala rama uebrarse y luego mira al trasgo. Mierda, nos ha jodido la estrategia, esperemos que no avance mucho... no son famosos por su valentía.

 El valletano hace un gestoa Minsk para que se mantenga atento, pero sin avanzar. Mientras él desenvaina la cimitarra, tapando elposible ruido acolchando la hoja con la capa.

Esta criatura, porta una maza en su mano diestra y un escudo descansa en su espalda. Sus patas son demasiado cortas y eso no le permite moverse con demasiado sigilo. Por lo tanto escucháis, y véis al Trasgo entre las ramas de los árboles.

-Hujjjmmm- Refunfuña.

Se le ve muy desorientado, echa miradas entre los árboles, pero finalmente decide poner pie en el sendero y mirar hacia ambos lados instintivamente.

Minsk, vuelve a asentir al humano.

Este se desenfunda el arco. -Prepárate, ya viene..- Coge una flecha, que la mantiene con los dientes para tenerla más a mano.

-Sal a por él- Susurra. Acto seguido, dejando ese Trasgo para Querelar, el elfo gira su cuerpo para obtener un buen resultado de visión.

 El valletano asiente y sin más emprende una corta carga contra el trasgo, empuñando la cimitarra con las dos manos para efectuar un poderoso ataque.

El Trasgo se ve sorprendido por la acción del humano. Su acero, perfora el hombro de la criatura, haciéndole un tajo considerable. -Ajjjjj..hhh. Poco a poco se va dando la vuelta, para ver quien es el traidor que le ha atacado.

Al darse cuenta de que es un intruso da la alarma en su idioma. -¡Álakj tri'um, fik ri'um!-. Después, la criatura empieza a sangrar abundantemente y ataca a Querelar con su maza. Tras el esfuerzo, la criatura cae moribundo (-1) al suelo.

Los Trasgos que estan alrededor de la fogata, susurran algo entre ellos. Avisan al resto y cogen sus armas. Con cautela avanzan.

Dos de ellos avanzan hacia la Torre, parece que van a ver que ocurre.

Otros dos intentan pasar desapercibidos..

- Arrrghhh.

 Querelar maldice cien veces al trasgo, casi partido que se desangra a sus pies...

 El humano avanza hasta la parte posterior de la torre mietras saca una poción de su bandolera, mientrs la descorcha. Una vez medio cobijado ingiere el valioso tíquido de la redoma. Sintiendo como su herida deja de sangrar tanto.

 Tengo que estar más atento, sinó no llegaré a ver otro día...

El Trasgo, respondió de una forma inesperada. Su maza golpeó con brutalidad el brazo de su oponente, tanto que le hizo dar un grito revelador. Los otras criaturas del campamento, han sido alertadas, y como consecuencia han cogidos sus armas para ir a investigar.

Cuatro criaturas feroces intenta esconderse entre la maleza, otras dos, intentan avistar la zona. Una última criatura pulula por los alrededores de la fogata.

Agazapado en un árbol, ve como esos Trasgos avanzan hacia ellos. -Eh, Querelar, ya vienen. Preparaté, creo que nos han visto- La flecha pasa de su boca a sus dedos para ser tensada, cuando el valletano de la orden.

-Venga, son escoria. No vayamos a rendirnos ahora- El elfo, parecía estar hablando solo, pues no se había dado cuenta de que Querelar ya había tomado su decisión.