Partida Rol por web

La flecha del elfo vuela sobre el claro del bosque hasta penetrar fuertemente en el lomo del animal (-6pg). El animal se retuerce de dolor y mas agresivo que antes intenta soltarse de la cadena que la mantiene aprisionada.

La comadreja consigue liberarse y nerviosamente empieza a correr hasta toparse con dos árboles que cubren la mayor parte de su cuerpo. Querelar intenta disparar de nuevo hacia el nervioso animal, pero maldice para sus adentros cuando ve que el proyectil se clava en uno de los troncos que cubren al animal. Es entonces cuando ve como todos los Kobolds que se habían "escondido" en sus tiendas salen dispuestos a defenderse hasta la muerte. Portan armas cuerpo a cuerpo y ballestas.

El reptil que aún permanece en lo alto del árbol, ve como uno el único kobold vigilante se acerca al elfo. Intentar alertarlo por todos los medios, pero parece que va a ser un poco tarde. -¡INTRUSO, ¡INTRUSO!-

Grita desde lo alto, intentando avisar al elfo de que van a atacarle...

-Rhiakaaajjj-

Este kobold, que permanecía escondido entre la parte mas frondosa del claro sale de la nada, armado con una lanza. La punta de la misma se clava en un costado del elfo salvaje, sacándole una mueca de dolor.

El elfo siente como la punta de una lanza se introduce sobre un costado suyo que no cubre del todo su armadura de calidad. Al volverse para ver el agresor, ve como una de esas pequeñas e insignficantes criaturas le han herido de gravedad. (-5pg)

Ahora es su turno..

El elfo desenvaina su espada, con un rápido movimiento, cruza el aire hasta impactar sobre el kobold, al cual hiere de gravedad en su pequeño torso, herida que le llega hasta la cintura.

Jaal, estúpido, que diablos haces!!!

 Querelar siente como un kobold ha aparecido y atacado a Mink. Podrá hacerle frente. Con cuidado apunta de nuevo a la comadreja. Esta es enorm, es como un caballo. La flecha sale disparada surcando el aire hasta que encuentra el cuerpo de la bestia y la hiera. Sí!

 Después el valletano se desliza entrela espesura, buscando cobertura en dirección a Minsk, para apoyarlo.

 - Aguanta que vengo.

El elfo, tras sentir la punta de la lanza como le daña un costado se gira en torno a si mismo para divisar al culpable de dicho ataque. Misk aprieta los dientes y descarga un fiero golpe sobre la criatura, el Kobold muere al instante con un raja que empieza desde su pequeña cabeza hasta alcanzar la mayoría de su torso (muerta).

Acto seguido la comadreja empieza a dar alaridos y rugidos pero sin moverse de su sitio.

Querelar aprovecha ese momento y falca una flecha en su arco. El proyecil vuela, se cuela entre los dos árboles y daña al animal que ya tiene tres flechas incrustadas en su lomo (-3pg). Tras su éxitoso ataque vuelve un poco hacia tras para cubrir a su compañero.

El resto de kobolds corren hacia vuestra posición, aprovechando los distintos árboles y las distintas rocas para cubrirse y esconderse tras esos obstáculos. Un último kobold se ha subido hábilmente encima de la comadreja.

Jal se mantiene cogido por las ramas para sujetarse desde esa altura, desde allá arriba observa como si estuviera en primera fila el transurso del combate. De pronto, vuelve a gritar. -¡¡INTRUSOS!, ¡INTRUSOS!. VIENEN. YA. ¡¡INTRUSOS!!-

El reptil empieza a ponerse nervioso, pero señala en una dirección.

La dirección que señala es la contraria a la que se encuentra el campamento, es decir, por donde penetrásteis a este claro del bosque. Quizá aún esten algo lejos, o quizá es que Jaalask simplemente ha visto un movimiento extraño por los alrededores. En cualquier caso el pequeño dragoncillo sigue gritando y alertando, oteando en esa misma dirección.

Nosotros somos caballeros de justicia, y ninguna criatura inferior podrá pararnos, venid aqui malditos bastardos Minsk sale de su covertura tras las rocas, y se pone al descubierto... haré que se descubran... no falles... mi vida está en juego

El elfo camina hacia delante 10 pies, con su arco en una mano, y una flecha en la otra*

Un kobold sale a la luz tras la provocación del elfo. Apunta con su ballesta y... *

Por otro lado, el jinete y su comadreja avanzan con paso rápido hasta la posición del elfo. Allí se detienen y el jinete reptiliano alza su espada oxidada en alto, intentando intimidar a los intrusos que le han aguado la fiesta.

Con presteza, el elfo carga la flecha que portaba en la mano, que atraviesa el arire como una exalación, y se va a clavar en el tórax del kobold, provocando una profunda herida

 El combate de verdad se acerca. Ahora es el momento de hacer un golpe de afecto!

 El valletano deja caer su arco en el suelo y avanza presto junto a Minsk, mientras empieza a recitar unas palabras que algún kobold cercano puede llegar a entender. Una vez llegado a la altura de Munsk, y con las manos unidas por las muñecas y pulgares, con los dedos abiertos hacia afuera en forma de abanico, estas expulsan un chorro de llamas hacia la peluda y herida comadreja y el kóbold que está montada encima de ella.

-Vaya, han acabado con todos en un periquete, cuando Oppol se entere de esto nos cortará el cuello a los que quedemos con vida. Creo que no me han visto, será mejor que me esconda aquí detrás. No tardarán en venir los refuerzos..-

El Kobold, se saca un cuerno y sopla para hacer sonar un tipo de alarma. Acto seguido se esconde, aprovechando el terreno.

-¡LAGARTOS! ¡¡ACERCAN!! ¡¡LAGARTOS VIENEN!!-

En lo alto del árbol, Jaalask salta emocionado al detectar a los intrusos, como si hubiera cumplido su misión en esta parte de la historia. El pequeño dragoncillo, desenvaina su pequeño alfanjón oxidado.

Con presteza, el elfo carga la flecha que portaba en la mano, que atraviesa el aire como una exalación, y se va a clavar en el tórax del kobold, provocando una profunda herida. El reptil clava ambas rodillas al suelo y muere.

El valletano deja caer su arco en el suelo y avanza presto junto a Minsk, mientras empieza a recitar unas palabras que algún kobold cercano puede llegar a entender. Una vez llegado a la altura de Minsk, y con las manos unidas por las muñecas y pulgares, con los dedos abiertos hacia afuera en forma de abanico, estas expulsan un chorro de llamas hacia la peluda y herida comadreja y el kóbold que está montada encima de ella.

Las pequeñas llamas impactan contra el animal, pero gracias a su velocidad y sus ágiles movimientos de cuatro patas consiguen evadir la mayor parte del fuego (-2pg cada uno).

Unas pequeñas y conocidas criaturas invaden la retaguardia del claro del bosque.

Gritan desesperadamente.

Unas veces se le ven muy agresivas y, en cmabio otras se escabullen como ratas de cloaca en comabte. Son cuatro y van armadas tanto con ballestas como con armas cuerpo a cuerpo.

Malditos Asabis, maldice Minsk mientras se camufla entre la espesura, del bosque con el carcaj ya a la espalda Querelar, retirémonos, estamos flanqueados

Minsk dispara hacia el asabi más cercano, al que le impacta en pleno costillar, asentando la flecha en uno de sus pulmones.

Minsk, derrota a una de esas lagartijas sin demasiadas dificultades.

La comadreja tiene el hocico completamente ensangrentado, y la mayor parte de su cuerpo está quebrado y chamuscado. Aún así, su instinto animal la mantiene con furia y trata de derribar al Valletano con su dentadura, pero este le ve venir y se deshace del ataque, presto para contraatacar.

Antes de que pueda dar un solo paso más, siente como un virote se clava en la parte baja de su hombro, sacándole un pellizco de carne y sangre (-4pg)