Partida Rol por web

El paladín deja que sea Elara la que lleve las negociaciones en esta ocasión, le preocupa la extraña actitud del posadero y aunque mas tranquilo al no descubrir intenciones malévolas en el humano, su instinto le advierte que las cosas no son todo lo claras que deberían... Vaya, primero esperaba una pujante comunidad y luego un pueblo fantasma, ahora no se que esperar...

Amenazas en lo cart...AH! Ya entiendo, por eso es que sabes mi nombre eh? murmura inquieto el viejo posadero. El hombre se tranquiliza un poco, solo un poco, cuando Zenram se aproxima.
No...no deben darle importancia...son...solo son carteles...titubea. Ahora, van a comer o solo los guío a sus habitaciones?

El hombre, habiendo asegurado la puerta, no solo con llave sino también con un viejo y robusto candado, se acerca al hogar y encendiendo una lampara se presta a guiarlos por las escaleras...

Les recuerdo...que son cinco lobos de plata cada uno. Treinta lobos de plata en total.
En eso, ya con el primer pie en las escaleras, una sonora campanada retumba en el poblado....
....gooonggggg...

El hombre, sumamente inquieto y temeroso, tomando un trapo de su cintura y secando con el su sudado rostro...
Chst! Grita pidiendo silencio...

....gooonggggg......las campanadas se suceden, una tras otra...

A medida que las campanadas se acercan a la docena, ustedes logran observar como Duncan estruja con fuerza el trapo que lleva en la mano, como esperando algo. Con la llegada de la duodécima campanada todo queda en silencio, pero tan sólo dura unos segundos, pues es en ese momento cuando la quietud de la noche se ve quebrada por un agónico y desgarrador grito proveniente del poblado, que hiela la sangre de sus corazones!!!.

¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHRGGG!!
Tras esto solo queda el silencio.

Estremecido por la tensión del momento, el desgarrador grito del exterior sólo incrementa la sensación de terror que se vive en la posada. El dueño parecía saber lo que iba a pasar, y sus nervios son más que evidentes mientras suenan las campanadas. Sin duda para ellos cada gong es un sufrimiento.

- Pero qué... !! - Exclama el semiorco mientras es capaz de sentir como se erizan los escasos pelos de sus brazos.

Da media vuelta y corriendo se acerca hasta la puerta de la posada, dispuesto a abrirla para salir de nuevo a las calles de aquel extraño lugar y averiguar de donde procede aquel grito estremecedor.

Prag corre hacia la puerta y al ver el candado y la cerradura recuerda que fue doblemente cerrada. Por otro lado, las ventanas tienen también un candado que las asegura.

No! No es momento para salir! tiembla el hombre.

A Elara no parecía importarle aquel grito, se limitaba a observar, como había dicho, esperaría a los demás.
Por supuesto, todos notaron las ganas de bolar aquella puerta con una bola de fuego y correr a ver que es lo que estaba pasando, pero el viaje había sido largo y mañana a la noche parecía que pasaría lo mismo.
Después de todo, un muerto más o menos no cambiaría nada. Dijo en voz baja, mientras tomaba un trago desde su mesa.

Prag, déjalo, ya no podemos hacer nada, será mejor que comamos y descansemos, por el día podremos averiguar que ocurre con más seguridad y nos encargaremos de que lo sucedido esta noche no se repita. Ahora que las cosas iban encajando el elfo estaba recuperando su seguridad, al fin y al cabo no hay cosa que de más miedo que lo desconocido, pero visto lo visto ahora tenían algo a lo que atenerse. Tenían 24 horas para averiguar que aterrorizaba y mataba a los aldeanos cada noche, probablemente algún tipo de vampiro, y a ser posible para averiguar donde se ocultaba por el día. Si eran capaces de cogerlo durmiendo esto sería pan comido...

Elandris, que habia entrado con la intención de alegrar el ambiente y hacer vibrar el lugar con su musica, se queda callado y horrorizado ante la situación, no hay nada que le deprima mas que la poca disposicion de la gente a la hora de pasarselo bien, pues es algo a lo que no esta acostumbrado, el profundo grito oido en el exterior le estremece y sorprendentemente, quiza por el cansancio del viaje, quiza por la situacion del momento, es uno de los primeros en meter prisa para acostarse.

-Mañana sera otro dia, otro dia en el que la luz ilumine este lugar, ya que como bien es sabido cualquier noche puede salir el sol, y prometo que asi sera y hare lo posible por erradicar el mal que aqui se cierne, pues no hay imagen mas dolorosa que la de una posada carente de hermosas mujeres y ebrios viajeros bailando al son de la musica, no se puede tolerar... -Dicho esto y con una leve lagrima a punto de caer por su megilla el rojo se retira  a descansar.

El posadero rebusca en un pesado llavero y tras la dificultad dada por su constante temblar, logra escoger una de las llaves.
Bien...vamos, les mostraré sus habitaciones. La...la posada esta vacia ahora, pero como aventureros que parecen ser...quizás quieran dormir en la sala...sala común...

El hombre sube las escaleras, y abriendo una puerta con la llave, les muestra una gran habitación con ocho catres dispuestos ya para ser utilizados...

El paladín observa al posadero como si no creyera sus palabras... Pero es que no os interesa lo que pueda estar pasando a alguno de tus vecinos haya afuera?, luego se gira y observa a sus compañeros. Si vosotros no pensáis hacer nada yo lo haré, no pienso quedarme impávido luego de escuchar este grito, algo ocurre haya afuera y lo voy a averiguar... Zenram se detiene delante de la puerta... Abrid ahora mismo...

Al ver que te dispones a salir de la posada, el hombre se inquieta aun más si cabe....
Espera!, Voy a cerrar puertas y ventanas, y no pienso abrirlas hasta la mañana siguiente!...
El posadero parece muy poco interesado en volver a abrir los cerrojos...

Cita:

Ninguno de mis vecinos se atrevería a andar a estas horas de la noche...El susurro de la medianoche ha vuelto a actuar, no les recomiendo salir, pero si lo haces, no digas que no te lo advertí... murmura el aterrorizado hombre...

El tiempo transcurre, y ningún sonido, ni campanada, ni grito, parece estar interesado en interrumpirlo

Elara se acerca al paladín y poniendo suavemente su mano derecha sobre su hombro le dice:
Ha muerto alguien Zenram, durmamos, ya no podemos hacer mucho, tal vez mañana evitemos que mueran más personas.
Mañana cambiará el destino de este pueblo, hoy? Descansemos como si no estuviésemos aquí.
Al menos yo estoy cansada y no quiero meterme en lo profundo de la noche, pero si quieres salir por supuesto no dejaré que vayas solo. Se que tu misión es defender del mal a todo inocente, así que no trataré de convencerte de nada.
Luego lo suelta y espera a ver su decisión.

El paladín escucha las palabras tanto del posadero como de la maga, algo en sus razones le suena inteligente y sabe que el hombre debe saber mas de su propia comunidad que el mismo, sin perder el temple pero algo mas sereno agrega...

Muy, bien, pero explicadnos que sucede?

Hay cosas que no conviene discutir de noche...susurra acercando intuitivamente la mano a uno de los collares de ajo.
Será mejor que los guíe a la sala común...
luego, completa en apenas un susurro imperceptible....
mañana...sabremos quien ha muerto ahora.

Ante la insistencia de sus compañeros y del posadero, abandona la idea de salir al exterior a averiguar qué ha sucedido. Por un momento el paladín parece decidido a hacer lo mismo, pero finalmente también accede a escuchar a Duncan y pasar la noche en la posada. Al parecer, nada hay ya que hacer ahí fuera.

Encamina sus pasos hacia la sala común ansioso por escuchar a Duncan, siguiendo al resto de sus compañeros

- Prag también quiere saber que pasa, así que cuéntalo sin dar rodeos

Alguien está asesinando a la gente en las calles, justo a la medianoche, cuando repican las campanas.
No quiero hablar más sobre el asunto hasta que la mañana despunte. Ha llegado la hora de acostarse, si lo desean pueden quedarse en la posada, pero tienen que decidirse ahora.
El hombre les señala los ocho camastros y estirando la mano abierta hacia Elara y Zenram agrega... Son 30 lobos de plata...

Toma cinco monedas de oro Duncan, supongo que cubrirán los gastos de este día.
Elara da las monedas al hombre y se acuesta, su gata Agüilda duerme a su lado.

El posadero recibe las doradas monedas, y tras examinarlas sorprendido le entrega a la joven maga una llave de la sala común.
Bueno, se agradece señorita, con esto cubre unos cuantos tragos para mañana. los mira por ultima vez, y se aleja hacia otra habitación, al fondo del largo pasillo...
Antes de entrar, el hombre se vuelve nuevamente hacia el grupo, y murmura calladamente...
Que...que tengan una buena noche viajeros.

Aunque Duncan haya dicho que lo que sea que aterroriza a este pueblo solo mata a medianoche, me sentiría más seguro si hiciesemos guardias como cuando pasamos la noche a la interperie, yo mismo me ofrezco a hacer la primera. No están las cosas como para confiarse y sentirse seguro a pesar de estar en una posada, y menos en una con la publicidad de aquellos carteles, pero al menos ya saben algo, Duncan no es el asesino, mañana tendrían que averiguar el resto...

Sharp deja su equipo junto al sitio en que dormirá esta noche, comprueba puertas y ventanas para asegurarse de que están bien cerradas, y por último busca un sitio cómodo cerca de la puerta donde sentarse a hacer la primera guardia.

- A Prag le parece bien. Prag hará la última guardia y despertará a los demás.

Otro trabajo más. Cada día suponía un nuevo reto o misión para el grupo, de tal forma que al semiorco ya le costaba acordarse de cual era el motivo por el que había emprendido aquel extraño viaje.