Partida Rol por web

Halin pataleaba como podía, pues notaba como se estaba quedando sin aire por cada segundo que pasaba agarrado por esa bestia  Viendo que sus pequeñas piernas no conseguían nada, empezó a estirar el brazo para agarrar el garrote, o lo que pudiera para golpear a esa criatura.

A la vez, intentaba articular palabras, pero no le salía sonido alguno.

Nagredog corrio rodeando a la bestia, no queria tener a una delante y otra detras. En cuanto la rodeo alzo de nuevo el hacha y la descargo conta el mepwlin que sotenia a Halin. No tenia mucho que hacer y solo confiaba en que mientras estrangulaba a Sombragil no pudiese pretarle toda la atencion, o al menos que su compañero le entorpeciese mientras el hacha lo heria.

Nagredog intentó dar una vuelta para no tener a una criatura a la espalda y a otra enfrente, realmente no sabía donde estaba el mewlip del que se había librado ya que este se había internado entre las sombras y había desaparecido de su vista, pero el enano sentía que estaba allí.

Hacha en mano se lanzó contra el mewlip que sostenía en vilo a Halin y falló en su ataque. Aquellas criaturas, a pesar de ser grandes se movían como el viento, con silencio y rapidez. El hacha pasó bastante lejos de la criatura, que se había anticipado totalmente al movimiento de Nagredog. El enano se hubiera sentido inútil si no fuera porque su ataque sirvió como distracción suficiente para que Halin lograra escabullirse de aquellas manos frías y duras como la roca.

Batum por su parte, al ver la acción de Kâmdur, decidió hacer lo propio por su compañero Fingar, que estaba siendo estrangulado por otra de aquellas bestias. Batum ahora que había conseguido terminar con la vida de una de ellas se sintió más confiado y notó como la sangre le ardía en sus venas. Había descubierto algo muy importante: que aquellas malas bestias podían morir. Que pese a ser sigilosas y escurridizas como sombras, si les alcanzabas sentían dolor, y eso es lo que trató de hacer de nuevo.

Tomó impulso gracias a la carrera que había dado y golpeó con todas sus fuerzas al mewlip que sostenía a Fingar. Aquel terrible golpe hizo que el brazo del mewlip se partiera como una ramita seca y que a la criatura no le quedara más remedio que soltar a Fingar, que finalmente pudo respirar y llenar sus pulmones de aire tras caer al suelo entre toses y balbuceos.

Parecía que la situación, que al principio había estado para ellos tan oscura como la cueva, comenzaba a tomar algo de ventaja hacía su bando. Pero de pronto Nagredog recibió un fuerte golpe en la espalda, y es que el enano había cometido el terrible error de descuidar a una de esas criaturas y esta había aprovechado para escurrirse entre las sombras y aparecer de nuevo por su flanco armado con una especie de garrote. El golpe fue duro pero afortunadamente la cota de malla del enano absorbió parte del golpe e hizo que las consecuencias fueran menores. Ahora tendrían que estar más atentos.

Tosiendo como un loco y haciendo esfuerzos para llenar de aire nuevamente sus pulmones murmuró

- Gracias compañero... te debo la vida - y se recompuso como pudo y recogió su hacha, miró en derredor y localizó su primer blanco: Atacaría a la criatura que casi acaba con su vida. La remataría y la haría pagar aquella osadía. Levantó el hacha por encima de su cabeza y atacó a la bestia.

- ¿ No sabes que a los enanos no es prudente cabrearnos?

Halin se liberó del agarrón gracias al esfuerzo de sus compañeros, no habían defallido y habían peleado aún cuando parecía que todo se les giraba.

Una vez en el suelo, rodó para apartarse unos metros de aquella criatura y agarró el garrote de donde se le había caído y arremetió contra el mewlip que le había apresado.

- Sufre nuestra ira, engendro! - grito cuando se lanzaba al ataque.

Nagredog apreto los dientes al sentir el garrote golpeando su espalda. De inmediato se giro haciendo que su hacha describiera un enorme circulo para cogiese la velocidad suficiente para herir al infesto ser. No emitio ruido alguno, tan solo lanzo el filo contra la escurridiza piel del ser que lo acaba de atacar por la espalda.

Despues intentaria retroceder para formar junto a sus compañeros y buscar asi una mejor defensa para todos.

El enano quiso repetir ataque y volver a actuar con la misma contundencia sobre el mismo rival ayudando así a Fingar.

Las cosas al fin se igualaban un poco al poder enfrentarse de cara a los mewlip y aunque alguno de ellos estuviera herido, como Fingar que todavía tenía que luchar con el fuerte dolor que sentía en su brazo roto, se compensaba con que ahora los enanos superaban a las criaturas en número.

Fingar fue el primero en atacar pero el brazo roto le hizo perder su compostura a la hora de atacar y no tomó una buena posición por lo que su golpe con el hacha fue bastante débil y lento, suficiente para que el mewlip lo esquivara con facilidad aún a pesar de que este también tuviera el brazo partido por el golpe anterior de Batum. El enano fue el siguiente en atacar, y tras adivinar hacía dónde iba dirigido el salto de la criatura para esquivar el golpe de su compañero, Batum atacó hacía allí por puro instinto y acertó de pleno. Su maza fue directa y contundente y alcanzó al mewlip en el costado desestabilizando a la criatura y haciendo que cayera en una mala postura que le partió la pierna. Batum lanzó otro contundente ataque a su cabeza para rematar la faena y aquella criatura no volvió a darles ningún problema a los enanos.

En el otro lado de la zona apenas iluminada por las antorchas donde se estaba desarrollando el combate, Nagredog lanzaba un contraataque tras haber sido alcanzado en el anterior asalto. Su hacha era un buen arma, aunque fuera el arma secundaria de Kâmdur era de buena factura pero tal vez el enano estuviera acusando el no tenerle tomada la medida a la hora de empuñarla, ya que estaba acostumbrado a sentir el peso de su otra arma en el brazo. Su ataque fue algo precipitado y el mewlip lo desvió fácilmente con su garrote de madera y devolvió el ataque al enano, quien esta vez si logró esquivarlo con un desplazamiento lateral.

Por su parte Halin apenas se había recuperado del ahogamiento sometido hasta pocos segundos atrás y ya estaba cargando contra su enemigo tras rodar por el suelo para recoger el arma que había perdido cuando fue sorprendido por los mewlips. Su ataque fue rápido y directo pero el mewlip ya lo había previsto y lo esquivó y respondió con un golpe que Halin pudo evitar agachándose.

- ¡ Voy en tu ayuda! - dijo Fingar mientras se dirigía a toda velocidad a por el mewlip que luchaba contra Halin, y descargó su hacha contra la horrible criatura.

Halin se preguntaban en el fragor de la batalla, porque había seguido con su antiguo garrote, en vez de hacerse con un hacha. Varios de sus compañeros de expedición le habían comentado pero él era muy tozudo. "Así repiquetea menos y hago menos ruido" decía siempre.

Ahora echaba de menos su hacha, aún así intentó asestar de nuevo un garrotazo.

Nagredog, apesar de haber roto su martillo, no se daria por vencido. Armado con su hacha de mano, intentaba por todos los medio acabar con el Mewlip.

Con su escudo bien aferrado corrio hacia la criatura con el hacha en alto, pretendia hundirselo en la pierna, seccionarsela, dejarlo indefenso, y quien sabe, incluso podrian mantenerlo vivo para intentar averiguar sus puntos debiles...

Fingar, todavía aguantando el intenso y agudo dolor que sentía en su roto y maltrecho brazo izquierdo, se tragó ese dolor y atacó al mewlip contra el que luchaban Halin. Desafortunadamente ese dolor volvió a pesarle como en el anterior asalto para realizar un buen ataque con un movimiento natural y fluido. Sus movimientos eran extraños, descompensados, sin el equilibrio necesario que le proporcionaría tener ese brazo en buenas condiciones.

Ese mismo mewlip también esquivó el ataque de Halin, que fue alto lento y muy previsible, y justo cuando los dos enanos preparaban su defensa para recibir la contestación por parte de aquella infernal criatura, en lugar de atacarles se sumergió en las sombras y desapareció ante sus ojos como si jamás hubiera estado allí.

En el otro lado de la pelea, Kâmdur finalmente se hizo con el equilibrio de su arma y conectó un potente hachazo en el muslo del mewlip contra el que luchaba. El golpe le hizo perder bastante sangre y fue tal que la criatura no atacó y se retiró un par de pasos atrás cojeando y soltando un alarido de dolor que rechinó en los oídos de los enanos. Nagredog sabía que había hecho daño en esa ocasión, notó como el filo de su hacha desgarraba tejidos a su paso hasta dar con el hueso, pero no tuvo la fortuna de romperlo y continuar hasta seccionar la pierna.

Batum se unió a la pelea en ese momento y logró golpear al mewlip pero este aún tuvo el reflejo de interponer su garrote en la trayectoria del arma del enano y desviar los suficiente para mitigar las consecuencias del ataque.

Sin luz poco podrian hacer alli abajo, salvo esquivar golpes y ver como sus enemigos se escabullian entre las sombras. El enano habia herido a su enemigo, y sabia que lo habia hecho de gravedad.

Miro a su alrededor, el enemigo con el que luchaban Fingar y Halin habia desaparecido. Al otro lado Batum habia logrado mandar un buen golpe al ser que tenia delante, pero este lo paro sin ningun tipo de problema.

Creyendo mal herido al mewlin que habia herido Nagredog, este se abalanzo con su hacha sobre el enemigo que aun estaba intacto, y que luchaba con su compañero Batum. Si lograba darle quizas lo hiriese, y si no, al menos se enfrentaria con dos enanos cabreados.

Fingar no estaba muy acertado, algo por otra parte lógico. Lejos de desanimarse y al ver que su Mewlip huía, miró a un lado y viendo a Batum enzarzado en combate con otra bestia, se lanzó a por ella balanceando el hacha en el aire.

Halin rodó para prepararse a esquivar la nueva arremetida del mewlip, pero este desistió y huyó. Sin duda no era gracias a sus ataques, pensó algo desanimado el enano.

Mientras veía como se alejaba el mewlip, aprovechó para sacar su ballesta y cargar un virote, pues estaba viendo como su arma no era efectiva contra esos monstruos. Una vez consiguió cargar el escudo, se quedó preparado para intentar disparar al mewlip que quedaba, aunque estando enzarzado en combate con sus compañeros no veía un hueco demasiado bueno para disparar, pero aún así lo iba a intentar.

Todos los enanos se centraron en atacar al último mewlip que quedaba allí luchando con Batum, pero Nagredog fue el primero en llegar con un demoledor ataque.

Kâmdur finalmente se había hecho al peso de su arma y a su manejo, tan diferente al del martillo al que estaba acostumbrado usar. Llevaba mucho tiempo sin usar el hacha, y ese hecho le había pasado factura al principio con varios ataques perdidos que aquellas criaturas lograban esquivar, pero sus últimos ataques habían conectado bien y el enano se había hecho al arma justo a tiempo.

El hachazo fue directo y potente, y el filo de la hoja del arma sesgó la cabeza del mewlip desde encima de su oreja izquierda hasta aparecer por el otro lado en una imagen nada agradable a la vista de los enanos pero si eficaz para sus propósitos.

El espectacular golpe de Kâmdur, fue lo único que todos vieron durante unos segundos, cuando fijaron su atención en otra cosa para centrar el siguiente rival a batir se percataron de que estaban solos en el pequeño circulo de luz que se atrevía a combatir aquella negra oscuridad que les rodeaba.

El enano cargó rápidamente la ballesta esperando poder disparar al próximo objetivo, cuando giró para encararse, vio la tremenda pelea de Nagredog, sin duda parecía una aparición de un guerrero legendario, cuando corto la cabeza de aquel monstruo.

- Vaya.. - dijo asombrado, mientras miraba alrededor de la cueva, que se había quedado oscura y en silencio. - Estáis todos bien? Alguien herido?

Halin se miró la contusiones y pensó que eso no iban a retrasar su aventura.

- Digamos que necesitaré ir a ver al herrero- dice manteniendo al menos el buen humor mientras se mira el brazo roto que cuelga inerte-pensé que iba a morir sin haber dado si quiera un hachazo a un bastardo de esos -dice escupiendo en el suelo un enorme esputo -gracias a los Dioses estamos vivos.

Habia sido un gran golpe, sin duda, pero aun asi Turi seguia desaparecido, y Fingar tenia el brazo roto, el resto tenia algunas heridas mas leves. Tenian que tomar una decision, y no era facil, abandonar a Barbadeplata parecia lo mas logico, no podian seguir, no en esas condicines.

- Debemos volver, curar nuestras heridas y volver mejor preparados, necesitamos linternas y mas antorchas. Incluso mas enanos. - dijo Nagredog revisandose las heridas con la mano, sin dejar de mirar alrededor.

- Agrupemonos, cojamos la cabeza del mewlip y vayamonos - volvio a insistir - El resto nos creera y sabran que no hay que temer, pueden morir - La buscaba con la vista.

-¿Y mientras hacemos eso qué será de Turi?- Intervino Batum. - Cada momento cuenta, puede que entre que avisamos a todos y se preparan para venir hasta aquí la vida de Turi termine.