Partida Rol por web

Xweto y Yash, paralizados por el estridente chillido de las cabezas, se quedan mirando a sus enemigos, incapaces de hacer nada. Por su lado, la última de las cabezas, viendo que ha llamado la atención, os dedica una sonrisa maligna antes de desaparecer de nuevo.

Pixy, viendo que las cosas se complican, conjura un dardo ácido que, sin embargo, no logra acertar al demonio. Y Nico, normalmente tan arrojado como cualquiera, esta vez se queda también inmóvil, congelado en el sitio.

Auren, cuyo objetivo se ha esfumando en sus narices, no tiene más opción que atacar a quien tiene a su alcance; consternada, observa como la criatura se ha lanzado a por su compañero, pegándose a él y revoloteando sobre su cara. Algo asqueroso que intenta evitar con su arma. Aunque no consigue herir al monstruo, parece que ha sido suficiente para que se aparte, así como para que el semidemonio reaccione.

Por el lado contrario, Nico parece estar sufriendo el mismo destino por parte del otro bicho. El animal rápidamente despierta, furioso, y la cabeza se aparta un poco.

Pixy, agarrando el frasco, lanzó otro dardo de ácido, esta vez hacia el bicho alado que tenía más arriba. 

Nico continuó hecho un arrebato de furia, asaltando a su atacante con colmillos y garras pero tan sólo su espolón acertó al demonio.

Viendo que Nico estaba al frente de una de las horrendas criaturas, Nefertari se movió para atacar a la otra y así llamar su atención, esperando que dejara tranquilo a Yash.

El tiflin notó la urgencia por actuar contra las cabezas voladoras por lo que se colocó a un lado de la enemiga y le atacó con saña, usando la alabarda y el mordisco. Había escuchado que estos seres eran peligrosos así que debían de derrotarlos cuanto antes.

La primera de las cabezas cae al suelo, sin vida, tras el duro ataque de Yash. Pixy, que ve como las cosas se pone algo más a su favor, lanza otro dardo que, esta vez si, da a la otra. Nico, siguiendo el ejemplo, logra también darle un golpe.

Darío se había quedado tieso como un árbol. No podía más que intentar determinar donde estaba la cabeza voladora que había desaparecido. Se centró en intentar ver cómo se movía el polvo o algún elemento de la habitación que denotara que su objetivo se movía

Es complicado detectar a una pequeña cabeza voladora que, al parecer, es invisible. Ni siquiera puedes decir si se ha movido o sigue en el mismo sitio dónde estaba al desaparecer. Está fuera de tus posibilidades encontrar a esa criatura si se propone esconderse de ti.

Auren se movió colocándose de tal forma que podía dar a la calavera alada por un lado de Nico, y lanzó el golpe usando el cuerpo del familiar de Pixy para que el enemigo no pudiera ver venir el ataque. 

Nefertari se movió para poder atacar a la aberraron alada que quedaba...

Intentáis golpear a la cabeza, pero ésta os esquiva con agilidad, moviéndose frenética en el aire. En cuanto cesáis los ataques y la dais un momento, centra la mirada y ataca al animal, aunque apenas logra acercarse lo suficiente antes de que Nico la espante.

Sin embargo, no todo son buenas noticias. La otra pequeña y bestial criatura* aparece sobre Dario y le propina un feroz mordisco que atraviesa la carne y le inyecta un horrible veneno.

Darío notó como se le clavaban los dientes de la puñetera cabeza voladora y notó como le hacía arder la sangre volviéndole aún más impulsivo. Pero no necesitaba ser calmado para hacer lo que tenía en mente. Había tenido unos segudos preciosos completamente quieto para preparar su estrategia y ahora que el dolor le había devuelto control sobre sus músculos, la llevaría a cabo.

Cogiendo con fuerza el estoque realizó lo que parecía un ataque directo, desde abajo, hacia las entrañas de la criatura; pero cuando esta se giro en el aire para evitar un ataque tan evidente, el muchacho dio una pirueta y se colocó a su espalda. Se colocó de tal forma que pretendía hacer un ataque justo hacia donde se había movido la repulsiva cabeza. Por muy rápida que fuera no podría esquivar un ataque directo a su posición... o eso esperaba Darío. Además confiaba en que sus compañeros estorbaran a la criatura lo cual le facilitaría el golpe.

Nefertari reaccionó con rapidez, al ver aparecer la criatura sobre Dario, posicionándose en su espalda y lanzando una fuerte estocada con su cimitarra de abajo a arriba.

- !!!Por los antiguos Faraones, te castigaré...¡¡¡

La cabeza parece despistada durante un instante, desconcentrada por la finta de Dario. Sin embargo, es lo suficientemente ágil como para esquivar la cimitarra de Nefertari, a la cual rehuye casi con temor.

La aparición de la cabeza volante provocó que Nico cambiara de objetivo y se centrara sobre ella. Sin embargo, sus ataque volvieron a fallar en su mayoría. El gnomo, por su parte, dio un pasito y lanzó de nuevo su ácido, que impactó pero apenas hizo mella en el demonio, 

Las malditas cabezas eran esquivas y traían algún tipo de veneno consigo además del truco del chillido. Tenían que acabar con ellas de manera rápida y por ello Yash fue hacia delante buscando a la más cercana. Saltó al llegar a su lado trazando un círculo desde su espalda hacia delante que logró dar de lleno en el monstruo.

El dardo de Pixy logra acertar a la criatura, atravesando su endurecida piel. Es apenas una punzada, pero logra que la cabeza se revuelva furiosa y mire al gnomo con odio.

Yash, por su parte, ataca por detrás, pero aunque logra enganchar el golpe, su alabarda rebota contra una de las óseas protuberancias parecidas a cuernos. Nico ni siquiera alcanza a rozar al vil ser, que sonríe ante los pobres intentos del animal.