Partida Rol por web

Loz zombies entran por la puerta. Parecen más duros y ágiles que los anteriores.

El Caballero, aunque sin su casco ni sus brazales, desenvaina su espada y empieza a cortar miembros mientras grita oraciones de guerra.

Los Campesinos agarran fuerte lo que tienen entre las manos (tamburetes, jarras, y algún que otro cuchillo) y saltan a la lucha. Esta vez el miedo no les ha sobrecogido.

El Viejo avanza con un tamburete entre las manos, pero al primer golpe recibido cae inconsciente.

El Pelegrino se pone detrás de la mesa y empieza a rezar.

El Posadero está atónito y se queda quieto.

Nooo!! Elena ahoga un grito al ver como la puerta se rompe dejando abierto el paso a una horda de muertos. La mujer no entiende mucho, pero para desgracia suya puede comprobar como éstos parecen más fuertes y ágiles. Sabe que si no les plantan cara terminarán de todas maneras muertos. Por su cabeza pasa como algo fugaz, la idea de salir corriendo, de huir hacia arriba, pero algo le dice que no sería muy buena idea. Estos muertos no descansarán hasta que terminen con todos ellos, inclusive ella.

Vuelve a coger el cuchillo con el que les plantó cara hace un rato, y se lanza contra el que ha tumbado al anciano, intentando evitar que el zombie que lo ha tumbado empiece su festín. Una oración empieza a salir por sus labios, suplicándole a Dios que les ayude. Elena siempre ha sido creyente, aunque se había desviado del camino ahora lleva tiempo intentado enmendarse y encontrar la paz de espíritu que tanto ansía. Quizás eso sea una prueba de Dios...

Cuando ya parecia que Luis se calmaba, ve a los zombis destrozar la puerta y entrar sin ninguna dificultad.-Socorro- grita desesparado a pasar de que sabe que nadie puede acudir a su recate. Tenia ganas de echara correr pero se contuvo. Tengo que ser un hombre- se decia para si mismo así que anunció: -No nos queda mas remedio que luchar así que: ¡A la carga!- coge su espada corta y un cuchillo y espera hasa que los zombis los alcancen, en lugar de ir a su encuentro.

Rodrigo empezaba a cansarse de la situación actual. Un pueblo de paletos, un invocador oculto en la niebla, zombis cada vez más fuertes y... misteriosamente nadie sabía nada.

Desenfundó su espada corta de nuevo, manchada de sangre coagulada de los muertos vivientes. Avanzó enfrentándose a ellos con una expresión de mal genio, furia y frustración, ya que él lo que había querido desde el primer momento había sido irse a la cama.

-¡No!-grita sl ver entrar más zombies por la ventana-Otra vez no, por favor.

Se acerca al anciano que está rezando y le imita. "Si conseguimos salir de esta lio de zobies e invocadores prometo que aprendere auntodefensa"piensa para sus adentros.

Los muertos avanzan ávidos de vuestra carne.

Se nota que son más recientes que los anteriores porque conservan más trozos de carne encima. Quizá por eso parezcan más ágiles.

El Caballero ya está en refriega, y los Campesinos le cubren los flancos como pueden.

Ha llegado vuestra hora.

Rodrigo, empuñando su simple y corta espada, aparece en medio de la refriega, blandiéndola como si no hubiera mañana, en un trance que asustaría al guerrero más experimentado. Con una precisión de un entrenado asesino, es capaz de asestar un par de golpes mortales. Está claro que eso es resultado de la furia desatada junto con una dosis de suerte...

-No permitiré que esas cosas me toquen con sus asquerosas manos- pensaba para sus adentros- Son repugnantes-Luis intenta desgarrarlos con su espada corta dejando el cuchillo encima de la mesa, hace un movimiento con su espada peero desgraciadamente falla su ataque-¡Oh , porras!-Al observar que son mas ágiles que los anteriores, Luis camina hacia atras despacio, intentando escapar pero sin bajar la guardia.

Luis obserba como Rodrigo se carga a todos los zombies el solito, -tengo que  ayudarle pero necesito un plan...

El combate se demuestra más duro que el anterior.

Elena, Rodrigo y Luís avanzan hacia los muertos y les atacan, pero sólo Rodrigo consigue dar un golpe, que demuestra ser muy certero, pues rebana el cuello de su enemigo. Aún así, este sigue en pie.

El muerto que atacaba al anciano se gira hacia Elena y le ataca, pero falla, y el tajo de Rodrigo ha sido suficiente para que su muerto también falle el golpe.

Lamentablemente, Luís estaba demasiado preocupado observando a Rodrigo y no ha podido ver como su aberración se movia peligrosamente y hacía un corte profundo en el pecho con sus garras.

Mientras, un muerto se acerca peligrosamente hacia Cristina y el Pelegrino.

Rodrigo, a pesar de estar concentrado en sus adversarios, ver por el rabillo del ojo como Luis es alcanzado por uno de ellos antes de poder siquiera avisarle.

Ver a Luis llevarse las manos al pecho con una mueca de dolor hizo que Rodrigo abandonara su sitio para ayudar a su compañero. Cargó contra el zombi que había herido a Luis, derribándolo de una patada y, una vez en el suelo, le clavó la espada en el pecho varias veces.

Luis tira de nuevo pero vuelve a fallar, o no.