Partida Rol por web

El corazón casi se me sale del pecho al oír el grito de Joe y verle desaparecer hacia abajo. Por suerte ha sido una pequeña caída, me aventuro en la zanja con cuidado mientras pregunto:

- ¿Te has hecho daño?¿estás bien?

Ya me quedó yo arriba vigilando.- Dijo el anticuario desde la superficie a sus compañeros de la zanja. El hombre era lo suficientemente mayor como para andar metiéndose en profundas zanjas que dan acceso a una red de túneles subterráneos.- Silbaré si veo venir a alguien.

- Sólo ha sido el golpe, no se preocupe Harper. - comento mientras sigo escudriñando a mi alrededor. - Tenga cuidado al bajar. -

La red de túneles parecen estar excavados a mano y no conducen aparantemente a ninguna parte concreta, parece una especia de tela de araña que parte en todas direcciones. En el hueco en el que debería estar el ataúd del Padre García, halláis marcas de lo que podría ser la "caja" al ser arrastrada.

Tenéis la posibilidad de seguir las marcas, pero para ello tenéis que internaros en la red de túneles, una abertura de apenas metro y medio de alto, por lo que habría que ir agachados y con las linternas prestas. Vamos que la peor de las situaciones: de noche, en un cementerio y además, bajo tierra.

Alumbro las marcas que ha dejado la caja de pino del Padre García y miro luego a mis compañeros.

- ¿Qué me dicen? ¿Seguimos el rastro del difunto Padre? ¿O vamos a ver a esos criadores de cocodrilos? –

No se dan las mejores condiciones para seguir un rastro y seguramente muchos de mis compañeros no tengan los redaños suficientes para avanzar por esos túneles. Quizá sea más sensato salir e ir todos a visitar a esos tipos.

- Esto es interesante. Ya que estamos aquí abajo, podríamos echar un vistazo, a ver hasta donde nos conduce -comentó Konrad mientras iluminaba las marcas que recorrían aquel pasaje subterraneo

Seguís el rastro a través de un túnel subterráneo, os dáis cuenta de que hay tramos muy regulares en los que la anchura y la altura apenas cambian y otros en los que tan pronto estáis casi tumbados como estáis de pie y os sobra altura u os quedáis encajados para tener que hacer maravillas (sobre todo Harper claro) para poder pasar, pero a pesar de todo, no son impracticables y no tenéis que dar media vuelta en ningún momento.

Los rastros se pierden algo más de media milla más allá en una bifurcación de varios túneles, a primera vista todos parecen iguales y no detectáis una corriente de aire o un aire limpio en ninguno de ellos.

Ambos os dáis cuenta de que uno de los túneles en concreto, parece tener la tierra más oscura, como si estuviese húmeda, lo cual podría significar que ha sido excavado recientemente y que la tierra removida de una capa inferior, más húmeda, aún no se ha secado.

Es la única particularidad de alguno de los túneles.

- Este tunel ha sido excavado hace poco -comentó Konrad, cogiendo algo de tierra del suelo en la boca de uno de los túneles- La tierra está húmeda. Si queremos saber a donde fue a parar el cuerpo del sacerdote, lo más probable es que lo hayan llevado por aquí

- Konrad tiene razón. - me apresuro a corroborar. - Sigamos por ese túnel. Hay que dar con esos ladrones de tumbas y cuanto más tardemos más ventaja nos sacarán. - Gruño un poco debido a la incomodidad del lugar.

En cuanto demos con los tipos que se han llevado el cuerpo del sacerdote pienso dejarles un regalito de mi parte, para que se acuerden de mí la próxima vez que quieran hacerme arrastrar bajo una condenada tumba.

Algo magullado y con rozaduras debido a los estrechamientos del túnel asiento ante las palabras de Dillinger.

- Si han traído un cadáver por estos túneles no tendremos problemas en avanzar por ellos. Cuanto antes mejor, hay que liberar a Colin cuanto antes.

Enfilásteis el camino excavado recientemente hasta avanzar un buen trecho que calculáis que podría tratarse de un cuarto de milla o algo menos quizás. El túnel termina de sopetón frente a una robusta pared de piedra, palpáis la superficie sin encontrar un sólo resquicio por el que poder colaros.

- Maldita sea. – mascullo entre dientes al toparnos con el fin del camino. - ¿Un jodido muro? – pregunto incrédulo. ¿Qué hace una pared robusta ahí enfrente?

Miro alrededor y comienzo a palpar en los laterales de la pared intentando buscar algún mecanismo que accione una apertura. – Vamos, ayúdenme a buscar. No pueden haber desaparecido, tiene que haber otra salida, la pared debe ser falsa o algo así. En mi negocio acostumbramos a usar este tipo de coberturas mucho. –

Busco con detenimiento, no quiero que se me escape ningún detalle.

Resollando llego hasta la pared y miro con extrañeza a mis compañeros, por ahí deben haber pasado así que algo raro oculta. Comienzo a mirar por el lado contrario donde Dillinger realiza sus pesquisas en busca de algo que no me cuadre con la disposición del muro.

Es inútil, es un muro de piedra SIN revestimiento de ningún tipo, pero no son piedras duras sino más bien parece algún tipo de ropa calcárea "blanda", podría rasparse con algún elemento cortante aunque tiene pinta de ser gruesa, lo que podría llevaros horas o quizás días.

No hay trampa ni cartón, al menos no véis nada fuera de lo normal, tan sólo la pared. Parece que no hay salida por ahí...

Konrad suspiró tras palpar la pared

- Es un punto muerto. Tal vez sea un bloqueo que solo se pueda quitar desde el otro lado. ¿Creen que podríamos hacernos una idea de donde nos encontramos en la superficie?

- La verdad es que con tanto recoveco, tanto túnel, tanta bifurcación y tanta vuelta, yo me encuentro un poco perdido. - Comento mientras sigo mirando la pared incrédulo.

- O encontramos otro rastro en la última bifurcación, o salimos con Bangs y vamos a hacer una visita a los del criadero de cocodrilos. - No se me ocurren muchas más opciones.