Partida Rol por web

Cojo a Richy de la mano y le pongo el dedo entre los labios para pedirle silencio mientras lo arrastro hacia debajo de la mesa del profesor, donde nos escondemos. 

- Espero que no venga por aquí...- Le susurro. 

-¿No te das cuenta que eso es lo que quieren? Nos estan cazando, y probablemente correr es lo que esperan que hagamos.

Apoyandose en el brazo de Sabina el chico se levantó de nuevo.

-Ademas todas las salidas están cerradas, y aún no sabemos si los chicos nos siguen buscando o no.

Martin en verdad estaba cagado de miedo, pero ver a alguien en la situacion de impotencia en la que Sabina se encontraba reavibaba su espiritu de lider y le ayudaba a concentrarse en lo que mejor se le daba. Buscar soluciones.

-Primero tenemos que saber el número de perseguidores que van tras nosotros, y aunque no sea su numero exacto, al menos el aproximado. Y escondiendonos tenemos mas probabilidades que corriendo de preparar una defensa.

Y mirando a la puerta añadió: 

-Ahora ayudame a abrir esta puerta.

Parecía que el plan había cambiado, Hellin se acerca a mi y hace que me calle enseguida y nos metamos debajo de la mesa. Me cercioro de que no queda ninguna parte nuestra a la vista. 

- Ojala tengas razón, le susurro, mientras intento poner atención al ruido externo. 

Por una vez en tu vida deja de actuar como si tuvieses metido un palo por el culo—recriminó Sabina mostrándose irritada con el chico por primera vez en la noche. Y es que salvo cuando apareció Beatriz, la chica podía haber estado mas o menos contenta, pero nunca enfadada ni negativa. Martin. Usa el cerebro, que no eres idiota. El tiro que hemos oído no es de la misma arma que la que hemos oído amartillar. No hubiesemos podido oírlo desde aquí. El conserje nos está intentando asustar...Eso si no es Beatriz y Ainoha susurró ahora ¿De verás no te pareció raro que apareciese de pronto?Sin tener nada planeado... La chica entreabrió la puerta que decía Martin antes de cerrarla con cuidado. Quería comprobar si había o no alguien tras la misma. Después de hacerlo hizo un gesto a MArtin para que se acercara.  Escucha, entiendo lo que dices, comenzó a modo de disculpa pero si tienes razón y nos persiguen nos vigilaran con las cámaras o algo. Ya te dije que si corremos vamos listos, pero si nos escondemos también... tenemos que salir despacio, con calma...Estamos cerca de la salida

Martin jamás había reparado en las camaras de la universidad. Asi que eso le pillo un poco de sorpresa, lo que le distrajo un poco. Pero Sabina no parecía haber escuchado lo mismo que Martin. Y no comprendía que en ese momento alguien les estaba observando y el tiempo apremiaba.

Había tratado de todas maneras que no cundiera el pánico del todo, sobre todo por la chica. Pero a la mierda. El sonido de el arma detonando fue el "pistoletazo de salida" para que Martin acabase con las delicadezas y la empatia. Esta gente tenia armas y ahora quedaba claro que no tenian ningun reparo en utilizarlas. Tomo a Sabina por el cuello de su jersey de manera un tanto brusca y con un tono totalmente imperativo y hastiado le susurro al oido.

-Sabina, he intentado por todos los medios intentar ocultarnos antes de darte "la feliz noticia", para que te lo tomaras con un poco mas de filosofia. Pero he oido a alguien hablando, y lo que decia no iba a gustarte, porque viene a encargarse de nosotros. Esta cerca y nos esta acechando. Es probable que hasta nos este observando en este momento...

Y sin tener muy clara la reaccion de la chica, ni tampoco darle mucha importancia dijo:

-Así que abre la puta puerta y deja de actuar como si no tuvieras un palo metido en el culo, porque no es que nos esten observando, es que los tenemos en el cogote. Y por si no te has dado cuenta, ademas de estar armados, no tienen ningun reparo en hacerte un par de piercing nuevos.

Y soltó a la chica empujandola un poco hacia la puerta. Probablemente se sentiría mal despues por estas palabras que había pronunciado pero mejor sentirse mal que un funeral y mas si era el suyo.

Ojalá la botella que había lanzado con anterioridad hubiera distraido a su perseguidor el tiempo suficiente para que estos contratiempos no supusieran su defuncion.

Sabina parecía haber olvidado que no estaban solos. La chica no era tonta. Pero parecía inmadura, sobre todo a la hora de trazar planes. Pero aunque todo estaba saliendo un poco mal o no quizas como Martin esperaba la verdad es que todo se ajustaba perfectamente al plan que Martín estaba trazando en su cabeza.

Con seguridad podia decirse que no estaban solos. Alguien les estaba observando. Quizas estuviera buscando el momento perfecto, o aparecería con una jeringilla y los sedarian pues los necesitaban vivos para experimentar con ellos. Sea como fuere su persegidor se sentia lo suficientemente confiado como para encargarse de ellos sin ayuda. Y esa seria su perdición.

Tenían que preparar una trampa. Y para ello tenían que hacer que su perseguidor les siguiera hasta ella. Y por lo que parecía la distracción de Martín había funcionado.

Por el momento tres cosas estaban claras.

1- No estaban solos

2- Su perseguidor confiaba demasiado en si mismo

3- Eso sería su perdición.

Martin rezó por no equivocarse en sus decisiones, pero dadas las probabilidades de supervivencia que había vistas las circunstancias. Tampoco tenía mucha importancia.

El qué se encontrarian detras de la puerta también tenia al chico en ascuas. Pues no era lo mismo un aula magna que un laboratorio de química. 

¡Pum, pum... pum, pum!... El latido de vuestro corazón era lo único que podíais escuchar... Más y más rápido... Parecía que iba a salir de vuestro pecho para no volver jamás...

Beatriz, presa de la adrenalina, comenzó a correr más y más deprisa, dejando a Ainhoa cada vez más atrás. El pánico las guiaba, el miedo las dictaba el camino... Pero no podían estar seguras, no podrían estar a salvo...

Frente a ellas, unas escaleras, tanto de subida como de bajada. Y a su derecha, continuaba el pasillo
 

El disparo podía traer el silencio absoluto pero, sin embargo, arrastró desde la distancia el grito aterrado de una chica. ¿Ainhoa, Beatriz, Sabina? ¿La habrían dado? ¿La habrían matado? La presión de ese grito os torpedeaba el cerebro, haciendo que sólo pudieses escuchar un leve pitido en vuestra cabeza...
 

Tras la puerta, sólo había una clase normal. Sillas y mesas, una gran pizarra y poco más. Si no fuera por lo que estaba sucediendo fuera, todo hasta parecería normal...

Y esa tranquilidad se rompió. El grito de una chica rompió el silencio que había dejado la bala. ¿Ainhoa¿ ¿Beatriz? ¿Helllin? ¿La habrían dado? ¿Habría muerto? La presión de ese grito os torpedea el cerebro, haciendo que sólo pudieseis escuchar un leve pitido en vuestras cabezas...
 

Ainhoa gritó a Beatriz para que no la dejara atrás. Estar en silencio de nada servía ya. Las habían visto y descubierto y fuera quien fuese el que estuviese allí sería mejor salir corriendo. Al encontrarse con las escaleras se quedó dudando. Con tanto movimiento ya no sabía hacia donde tenía que ir. De hecho no sabía que hacer, por un lado, si bajara, era más que probable que encontrase la salida, pero si subía, seguramente aún estaría a tiempo de obtener el examen. Aunque, ¿tenía sentido seguir jugándose la vida por aquello?

Ainhoa estaba loca, pero aún podía pernsar con normalidad, así que, decidió salir corriendo escaleras arriba. Si alguien conseguía el examen, al menos que fuese ella.
 

¿Tiros? Aquello era demasiado,Beatriz estuvo a punto de echarse a llorar.De milagro pudo contener una necesidad innata de parar en seco en mitad del pasillo y agacharse en un rincón como si fuera un bebé asustado.
Sin embargo no se paró, siguió corriendo, tenía que escapar de allí.¿Que clase de persona se deja matar por un exámen?Desde luego ella no.Estaba claro que había obrado mal, y que a partir de ahora no volvería a tratar de huir de sus reswponsabilidades en la vida. Pero antes tenía que salir de aquel maldito edificio.
De pronto ante sus ojos se materializó la respuesta a sus plegarias, una escalera. Bajó tan rápido como pudo pensando que al final de estas se encontraría la salida.