Partida Rol por web

 Me alejo de la puerta mojado y me quito la remera. Al menos no tendria frio con ella y la comienzo a estrujar. Me quite la ropa completamente y la empece a estrujar. No iba a decir nada. No me importaba que lo mojaran a Alex al fin y al cabo estabamos cada uno en su problema. 

Raúl era un cabrón, por "h" o por "b" acaba mojandome a mi también, no grito ni digo nada.... De momento, pero esta se la guardo...

Aguanto de forma estoica su "gracia" cagandome mentalmente en su puta madre, tiritando de frio, pero mi mirada se centra con furia y rabia sobre él, con mis dientes castalleantes de frio, pensando en como tenga los cojones de entrar en la celda voy a entrar en calor a base de darle ostias.

-Genial... Me ha tocado la celda con atracción aquatica....- Le escupo con un sarcásmo bien marcado en mi voz...

Escucho como a sebastian tambien lo mojan. Y para no morirme congelado comienzo a ejercitarme. Tal vez eso me levante un poco el calor corporal. Y empiezo a hacer sentadillas y flexiones.

Ante el comentario de Alex, Raúl entrecierra los ojos y mira con el odio más abyecto al muchacho. Le da a una pequeña palanca que tiene la manguera y el agua sale con mucha más presión.

Alex siente como miles de agujas le golpearan haciéndole retorcerse de dolor. - ¿Quieres atracción, hijo de puta? - Le dice el guardia levantando la manguera y golpeando con el agua en el rostro del muchacho. Finalmente, tras un rato divirtiéndose con ambos, corta el agua y escupe en el suelo.

Sale del lugar, apagando la luz y dejando las celdas en la más completa oscuridad... Hace mucho frío, y por mucho que intenteis encontrar algo de calor, las mantas están empapadas y vuestro cuerpo tiembla... Ni el ejercicio que intenta hacer Sebastian consigue hacer que entre en calor...

El hijo de puta le pone más presión al agua, y esta vez debo morder mi labio para no gritar, pero no le voy a dar ese placer.

Cuando dirije el chorro a mi rostro, trato de interponer mis brazos, mientras me rio... por no gritar.

Parece que por fin se cansa, en lo que se me hace una tortura interminable, y se va apagando todas las luces y dejandonos helados y empapados, tiritando de frio.

No hay nada que haga que me ayude a entrar en calór. Me quito la ropa y la escurro, mis dientes castañean y mi cuerpo tiembla, trato de moverme, no estar quieto, pero cada rafaga de viento que entra me hiela la sangre, asi que me voy a una esquina y que quedo ahí como encogido, en posición fetal, y parece que muy poco a poco, voy recuperando el calor, o al menos en mi cabeza....

 Me acurruque en la celda. Ya no sentia los dedos de las manos. Las horas eran momentos convertidos en cenizas. Recorde lo que me decia mama. Si tu quieres encontraras la manera la encontraras. Pero mama nunca paso por lluvias de fuego como estas.. 

Y mojado simplemente tiritando me quede alli esperando que algo me rescatara de esa tortura.. 

El frío todavía te deja entumecido, pero poco a poco te va entrando un sopor al cual finalmente terminas cediendo y dejándote mecer por esa tela negra que suele componer los sueños...

Te encuentras en una sala blanca, completamente acolchada. Estás sentado en una silla, en el centro. Intentas mover las manos y preocupado compruebas que no puedes. Al bajar la cabeza tu sospecha se hace realidad. Una bata de hospital te cubre, de esas de manicomio, con las mangas atadas atrás y evitando cualquier movimiento. En una de las paredes hay una puerta también acolchada. A través de la pequeña ventana que hay en medio de dicha puerta puedes ver el rostro de Erika. Está mirándote mientras las lágrimas corren por sus mejillas. La ves pálida, muy pálida... No entiendes qué haces aquí, y por qué ella se encuentra al otro lado, sin hacer nada...

Gritas llamándola por su nombre. Ella te mira, una mezcla de odio y tristeza marcan sus oscuros ojos. Sigues sin entender qué ocurre... Sientes frío, y de repente un pitido estridente empieza a sonar por toda la sala.

Pasa un buen rato, has gritado llamándola a ella... Suplicando que te saque de aquí, rugiendo desesperado... El pitido finalmente se detiene, sientes tus músculos agarrotados, y un fuerte dolor en la espalda.

Tras lo que te parecen horas, la puerta se abre y entra un hombre con bata blanca. Su rostro te recuerda al señor Güttam. Te mira con ojos fríos e inexpresivos y se hace a un lado para dejar paso a Erika.

Cuando la ves no puedes evitar que el corazón te de un vuelco. Entra en una silla de ruedas y puedes ver como le faltan las extremidades supeririores e inferiores. Quieres gritar, preguntarle quién le ha hecho eso, pero antes de llegar a expresar el horror que sientes despiertas con el sonido de su voz... - Mira lo que me has hecho... -

Te encuentras en la misma celda, encogido en un rincón y completamente congelado...

Casi sin darte cuenta, el sueño empieza a apoderarse de ti y caes en una especie de sopor intranquilo.

Te encuentras en medio de la montaña, es de noche y un manto blanco lo cubre todo. Hace mucho frío y te encojes, comprobando horrorizado que estás completamente desnudo.

Empiezas a caminar, buscando algún refugio en el que poder descansar y protegerte de ese frío cortante. Caminas durante lo que te parecen horas, al mirar al suelo, ves como tus pies descalzos van dejando surcos de sangre. Preocupado compruebas que el color de tu piel empieza a pasar por un extraño morado. Tu corazón late con fuerza, si no consigues un refugio sabes que terminarás congelado en medio de la nieve.

A lo lejos ves una cueva en medio de la montaña, una luz cálida, el que produce una hoguera, sale del interior. Parece un milagro, alquien ha escuchado tus súplicas, y allí te dejan ese pequeño espacio protegido.

Al llegar a la entrada de la cueva, miras el interior. No dejas de temblar, te cuesta evitar que tus dientes paren de castañear... Horrorizado ves a dos niñas pequeñas, una tendrá unos 4 años, y la otra como mucho 6. Ambas tienen el cabello rubio, despeinado y se encuentran completamente desnudas. Las ves levantar algo entre sus dedos y reirse... Parecen unos intestinos, horrorizado apartas la mirada y ves lo que debió ser una mujer, con el estómago abierto, y todo lleno de sangre.

De repente cesan las risas, vuelves a mirar horrorizado a las pequeñas, y compruebas que te estan mirando con una dulce sonrisa en sus labios manchados de sangre.

- Sebastian... Te estábamos esperando... - Dice la mayor mientras se levanta del suelo y empieza a caminar hacia a ti. Lleva un cuchillo afilado en su mano. Intentas alejarte de allí, pero compruebas que no puedes moverte. Algo te retiene y evita que huyas. La más pequeña te mira, tiene los ojos en blanco y parece estar diciendo una retahíla de palabras incomprensibles. Cuando la mayor llega a tu altura no puedes hacer nada. Ves como levanta el cuchillo y sientes un dolor atroz en tu vientre.

Abres los ojos... Te encuentras en la misma celda, y sigue haciendo mucho frío...

-Noooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!! Nooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!! Noooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-

Me despierto gritando a todo pulmón, con los ojos bañados en lagrimas, y una sensación asquerosa en todo mi cuerpo, estoy intranquilo, temblando, pero ya no sé si de frio o de puro terror; Una desesperación me recorre la espina dorsal..

-Dejadme salir de aqui hijos de puta!!!! Erika... Erika!!!!- Grito corriendo hasta la puerta y golpeandola, intentando en vano abrirla... -Dejarme salir....-

Cualquiera diría que me he derrumbado, y me importa un huevo, solo quiero verla, saber que esta bien... Parece que ha sido un sueño, más bien una pesadilla, la peor de toda mi vida, pero me ha desquiciado un poco.... bastante.

Lo pienso friamente, si estoy en ésta celda de mierda esque no ha pasado nada, solo me he quedado dormido, pero no quiero soñar con eso más veces, no podría ni querría soportarlo de nuevo...Ahora mismo tengo una sensación de vacio en el alma, y para llenarlo, solo tengo que ver a Erika, saber que esta bien y que me regale una sonrisa o un beso...

 Despierto sobresaltado. Y me alzo de la cama. El sudor frio me hace sentir extraño. Como si el mundo estuviera en degrade con mi sueño. Cuantas pesadillas tendre que tener para poder olvidar lo que sucede. Me sente. Mientras me abrazaba a migo mismo en la celda. Me acomode aun mas tratando de acaparar algo de calor. Tiritaba y las pesadillas no ayudaban en nada. Respire hondo esperando a que me sacaran de alli. Queria darme una ducha de agua caliente. 

Cuando Alex corre hacia la puerta e intenta en vano abrirla. Sorprendido, comprueba que ésta cede, y se abre perfectamente....

Se encuentra en calzoncillos, ya que la ropa mojada se la quitó y la dejó en un rincón para que se secara...

Me quedo sentado en el suelo los gritos de Alex me despiertan. Pero no me molestan. La verdad no tenia apuro en irme. Preferia cumplir mi tiempo antes de volver a quedar en este augero de ratas nuevamente cuando me atraparan.

Miro a alex desde mi puerta esperando a saber que eleccion tomara.

Me sorprendo al ver la puerta abierta, corro al fondo de mi celda y cojo la ropa echa un burruño, y me acerco a la puerta de la estancia, a ver si también esta abierta...

Me fijo en que Sebastian me observa a traves de sus barrotes, pero mantengo mi atención en la nueva puerta que me separa de Erika mientras tiriteo de frio...

Hace mucho frío... No es un frío natural, sentis como se mete hasta vuestros huesos, haciendo que vuestros movimientos sean lentos y torpes.

Alex llega a la otra puerta, y ocurre lo mismo que con la de su celda, también se encuentra abierta, invitándole a que salga de aquel horrible lugar.

Tiritando, temblando, termino de abrir la puerta y salgo, aunque un poco mosca por el frio "antinatural", me dirijo a las habitaciones, quiero ponerme ropa seca, voy todo lo rápido que pueda...

Qué es éste juego? Sigo soñando? Erika... Pienso mientras voy a la habitación.

Me sente en la celda y no sali de ella. No queria que me dieras mas tiempo del que me habian dado. Y escapandome no iba a ganar nada asi que cerre la puerta de la celda y alli me quede. Esperando a que por fin se terminara el tiempo.

Sebastian se había quedado en la celda. Tenía mucho frío. Todavía no había conseguido entrar en calor tras la "broma" de aquel guardia. 

Hacía ya rato que Alex se había ido. Allí dentro había perdido la noción del tiempo, podían haber pasado minutos como horas, pero el joven todavía no había regresado.

Algún sonido lejano llegó hasta sus oídos. Escuchó el sonido de alguna puerta al cerrarse con fuerza. Voces muy lejanas, y después silencio... ¿Cuánto tiempo habría pasado? Allí dentro era casi imposible calcularlo. Intentó volver a dormir, pero el sueño no venía. Tras aquella horrible pesadilla, parecía que la noche iba a ser muy larga...

Alex no tuvo ningún problema para regresar a la celda de castigo. Extrañamente no se encontró ningún guardia. Iba caminando, atento, escondiéndose cuando algún sonido le alertaba. Hasta que finalmente regresó a la celda. Allí se encontraba Sebastian. Sentado en el suelo y medio encogido, intentando que no se notara mucho el tembleque que recorría su cuerpo. Allí abajo hacía mucho frío y vuestras mantas estaban empapadas...

Afortunadamente llego sin ningún percance de nuevo a la celda de castigo, otra vez a la fria y asquerosa celda, pero llego con una sonrisa idiota de enamorado, había visto a Erika, y aunque al final vinieron unas chicas, pude estar con ella.

Miro a Sebastian antes de meterme en mi celda, y justo antes de entrar me quito mi camiseta seca y se la lanzo. -Esta limpia y seca, entra un poco en calor...- Le digo ahora si entrando en mi celda y cerrando la puerta, esperando a que lleguen y nos saquen de aqui me encojo en una esquina, pegando mi pecho desnudo, pero seco a mis pantalones secos, abrazandome las piernas y notando nuevamente el frio de la celda poner de gallina mi piel....

Ehh?.. fue lo unico que alcance a decir cuando me cayo la camiseta ensima..

Esta bien... Yo no la necesito... digo mirando tratando de disimular aunque en vano la mano me temblaba devolviendote la remera y hacia todo mi esfuerzo por mantener mis dientes sin chirriar...

Podria enfermarse el tambien.. Yo ya no tengo remedio.. He ocacionado demaciados problemas como para hacer mas... Tengo que aguantar esta carga yo solo..

Me meresco estar mojado... Fue mi culpa que nos mojaran a ambos.. Golpie al guardia.. Porque le pego a una chica... Se que no te importa.. Pero, solo intentaba ayudar a esa chica.. Al igual que trate de ayudar a tu novia.. me daba pena que estuviese tan cansada.. Solo queria que no la golpearan por correr tan despacio.. Se que parece cualquiercosa... Pero no soy una mala persona.. dije tratando de demostrar mi inocencia. Por ayudar lo unico que habia recibido de ese lugar eran maltratos. Maltratos de alex. Maltratos de raul.. Era mi culpa acaso?... Yo era un mal tipo?.. Me merecia eso?.. Habia hecho tantas cosas mal.. Solo lograba que el mundo le condenara a un instituto, le diera mas que golpes, insultos y chorros de agua fria..

-Si lo necesitas, no seas orgulloso...- Le digo de forma afable. -...Y no, no te merecias estar mojado, yo hubiese hecho lo mismo, también hubiese pegado al guarda.- Le comento con respecto a sus primeras palabras, cuando habla de Erika le contesto tambien afable. -...Se que lo hiciste por buena voluntad, pero ella no tenía que correr. Las chicas hacian flexiones, los chicos corrian. Pero tranquilo, eso ya es agua pasada.... Jejejejeje... Agua pasada, no es irónico?-