Algo de razón tenía el granjero.
Tanto usar fertilizantes que al final nos vamos a llevar veneno a la boca. Todo con tal de producir más y más... - se calló, tampoco quería parecer un simpatizante de todo ese caos y locura de la europa oriental - en eso puedo estar de acuerdo con usted, amigo.
Pero bueno - sugirió mientras echaba un vistazo por la ventana más cercana - ya me gustaría ver a todos esos urbanitas de ciudad manteniendo la lumbre toda la noche... - sonrió.
Para dormir, no se preocupe, aquí con cualquier cosa nos apañamos - miró a sus compañeros - podemos volver a la furgoneta a ver si allí hay algunas mantas o algo con lo que podamos taparnos.