Partida Rol por web

-Hey! Señor Weicherster!... me alaga con su presencia... eso fue un detallazo para con la dama...- comento con un aire alegre, mientras le doy caladitas cortas a mi cigarrito; En parte trato de que me dure el cigarro, no se cuanto queden en esta cajetilla y despues de ella solo me quedaría una más para mi tristeza.

Resueltos en la marcha y esperando adelantar lo suficiente para que el carro no nos revace con suma ventaja; intento mantener una marcha acelerada, pero para hacerla mas amena se me ha ocurrido colar una fraterna conversación con mi compañero Percival -y cuenteme un poco de usted mi querido compañero Percival, además de ser un fan de los objetos caidos del cielo, las estrella y el espacio, ¿que historia interesante lleva a cuestas un sujeto tan distinguido como usted? digo sino es muy atrevida la pregunta, claro...-  le sonrio amigablemente...

Cuando llegó a su altura y escuchó la pregunta de su compañero pensó que al menos tendrían algo de conversación mientras durara la caminata.

- Bueno, Grayson - carraspeó Percyval - digamos que tengo un interés profesional por las cosas extrañas y lejanas que ha llegado a convertirse en una pasión. De tanto buscar, vender y comprar antigüedades desconocidas de otros tiempos y otras tierras se ha despertado en mí una especie de obsesión por acercarme a todo lo que no comprendo.

Oteó el horizonte intentando decidir qué dirección les convenía tomar mientras continuaba diciendo: - Y a usted... ¿qué le trae por aquí?

-Oigan ustedes dos- se oyó la voz de Camille entre cabreada y ninguneada gritando a la pareja que se alejaba ajena a lo que sucedía junto al coche -Yo prefiero ir andando, y con mas razón al ir acompañada por mi can, agradezco que piensen en mi, pero no me agrada que no se piense en que quiero yo-

Camille se quedó a la espera junto al coche, y sin hablar estaba bien claro que si bien pensaba ir el grupo que fuese a pie, no pensaba ir sola.

Por su lado James se había quedado solo en el coche bastante perplejo, a la espera que que alguien lo acompañara, o le dijera que fuese solo.

- ¡¡Haa Ha Ha!! - carcajeó Percyval cuando se dio cuenta de la situación - ¡Corra señorita Camille! ¡Seremos un grupo de lo más peculiar, dama y el perro incluidos! - gritó mientras esperaba que los alcanzara la joven.

- Señor Grayson, pues al final no irá usted sólo a ninguna parte - advirtió divertido - esperemos no perder el auto que nos queda. ¡James!- volvió a gritar el anticuario - tenga cuidado por los caminos, nos veremos en la entrada del pueblo o, si lo hubiera, en la mejor cafetería de la localidad. ¿Les parece?

-oh! que bueno, pues es muy fascinante todo eso caballero Percyval...- escucho entonces a la Señorita Camille venir con su adorable perro y de inmediato la reacción del señor Weichester me roba una sonrisa, es logico para nuestras vanales costumbre proveer de comodidad y facilidades a una dama, pero si ella gusta acompañarnos no le quita absolutamente nada ni a ella ni a la misión. probablemente tengamos que caminar mas lento pero eso no es problema alguno siempre que James pueda adelantarse seguro con el equipo lo mas al norte posible que le permita el camino.

Si cierto es que necesitamos tener premura en nuestra investigación porque obviamente el objeto podría ser encontrado por alguien más antes que nosotros, no hay que tentar la suerte -¡Señorita camille! es un placer para ambos que nos acompañe y debo disculparme si le hemos ofendido de alguna manera, supongo que la costumbre nos gano y solo queriamos permitirle un viaje más rapido y como al objetivo...- mis palabras solo buscan escuzarnos con respeto a la señorita.

En animos de tertulia y de continuar la platica iniciada habla abiertamente pero dirigiendome principalmente a la señorita Dorá -...En fin, no se si pudo alcanzar escuchar las palabras del Señor Weichester hace un momento, o si usted desea participar en la conversación; sin embargo la pongo al corriente, dialogabamos de nuestros intereses en la investigación, solo por hacer tertulia amena... el buen señor, nos comenta ser un excelente comerciante de antigüedades desconocidas y amante del misterio, algo muy interesante la verdad...-  me dirijo en palabras al compañero - lo dije bien, señor Weichester, debo disculparme con ambos porque no soy tan letrado como ustedes, supongo que entre todos nosotros, yo sea el más simple y mundano...-