Partida Rol por web

Las comadrejas son para el verano

Misión 1: Entregar el correo

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24/01/2018, 06:14
Quentin

Seguidos por el grupo de pequeñuelos, los Guardias eligieron un lugar lo suficientemente céntrico y amplio para que las gentes pudieran congregarse sin apreturas. De un carácter taciturno en lo habitual, este tipo de tareas animaban a Quentin, que no tardó en encaramarse a un lugar elevado mientras sujetaba un puñado de cartas en la mano de forma que los curiosos supieran qué iba a suceder. Luego, con ayuda de sus compañeros, se repartieron las tareas:

Como no sabemos qué contienen los mensajes —explicó a Robin— no siempre repartimos el correo de la misma forma. Lo más cómodo para todos es gritar el nombre del destinatario y que sean ellos quienes vengan, y así evitamos además que alguien coja la carta o el paquete que no le corresponde.

Se acercó a los pequeños, se agachó y puso las manos en los hombros de dos de ellos, haciendo que formaran un corrillo.

Voy a necesitar de vosotros un trabajo especial: mientras repartimos el correo, no podremos controlar las otras dos sacas, ¿seréis nuestros Vigilantes del Correo? —preguntó, guiñando un ojo cómplice a la pequeña Talin. Después, se reunió nuevamente con Dain y Robin. El pueblo empezaba a acumularse y se veían rostros expectantes y ansiosos— ¿Qué os parece? ¿Separamos en tres montones y vamos llamando?

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24/01/2018, 06:34
Robin

Dado que tuvo que recoger bastantes cartas del suelo cuando el matón las trió al suelo, Robín tuvo oportunidad de separar y colocar algunos paquetes y cartas por orden alfabético,, aunque no muchas si un pequeño montón de ellas.

Cuando Quentin explicó el proceder, el joven zarpa tierna se colocó a su lado, pero dejando margen suficiente para poder entregar las cartas en tres filas, que dado el desorden parcial de las entregas, no servirían de mucho hasta que cada persona fuera llamada. Cogió un primer manojo de cartas asegurándose de no doblarlas y subió al pedestal no muy alto que contenía una bonita estatua del lugar.

Esperó el consentimiento de Dain mientras aclaraba la garganta con algo de saliva y tomó aire con fuerza, era importante no solapar el nombre a llamar con el que tuvieran que llamar sus superiores. Pero estos miraban al emocionado ratón que miraba a su vez a los presentes. Una ciudad atenta a las voces de los guardianes, en esta ocasión incluso quienes habitualmente les evitaban estaban pendientes de escuchar su nombre.

Al ver que Quentin y Dain seguían mirándole, supuso que querían darle el honor de entregar la primera carta. Robín nervioso pero no por ello titubeante, dijo el primer nombre mientras su cola siseaba más rápida que su corazón - ¡A-Anderson Matius! - su voz sin duda llegó a toda la plaza, pero elmseñor Matius no aparecía, tras unos segundos de silencio, un señor no muy mayor apoyándose en una larga vara de metal a modo de bastón llegó hasta el pequeño zarpa tierna estirando su brazo musculado y abriendo su mano para recoger su mensaje, no dijo nada, pero se podía intuir el motivo, una visible cicatriz, cruzaba todo su cuerpo desde la garganta hasta la rodilla izquierda.

Tanto silencio era un poco incomodo, hasta que un susurro hizo entender que aquella mudez era provocada por respeto, los susurros decían algo del hombre que quedó cojo y mudo tras lograr matar él solo a un zorro que a punto estuvo de invadir aquella ciudad del árbol. Aquel murmuro hizo que a Robín se le iluminaran los ojos, la primera carta era ni más ni menos que para un héroe. Pese a pagar cara su hazaña, estaba claro que aquel hombre se había ganado el respeto de todo el lugar.

Las cartas posteriores fueron más ruidosas, la gente volvió a hablar y celebrar otras caras parecían algo tristes pero agradecidas. Para Robín aquel momento no estaba teniendo precio, era hermoso, triste, alegre y melancólico todo mezclado.

- ¡Yaya Julieta Polasky! - algunas risas se escucharon con aquel extraño nombre, y aunque Robín no entendió el motivo, pronto se percató de que era la carta de algún niño o niña y que lo de "yaya" podría habérselo ahorrado.

Una ancianita sonriente se acercó al joven ratón que se disculpó por la mención, aunque la anciana dijo que no importaba y que se alegraba de tener un joven guardia como nuevo nieto, las risas se duplicaron y el zarpa tierna avergonzado rió rascando su nariz agradeciendo que no se hubiera molestado.

Al parecer la mujer veía poco y pidió a Robín si podía leérsela, a lo que encantado sabiendo que con sus superiores no se estancaría la entrega se sentó en el pequeño pedestal a leer en voz menos fuerte para que de ser privado la señora no se molestara con él. De hecho no le importaría si Dain y Quentin le mandaban alguna persona porque esta no pudiera leer.

- yayita yayita se... - frenó al empezar a leer avergonzado, aquello realmente parecía de un ratón muy muy joven, y la letra era difícil de entender. La mujer dijo que no se preocupara y que leyera lo que pudiera, y aunque a Robín le daba algo de vergüenza leer algo tan infantil, se dispuso a seguir - yayita, yayita se ma caído mi pimer cincisivo... - las faltas ortográficas ¿debwería corregirlas? En última instancia pensó que no, pues en ellas estaba el vocabulario de alguien importante para aquella mujer, y Robín quería ofrecerle aquella carta en su plenitud - y lo ponío ebajo la cama, y ha veníu la pulga dos dientes y ma dejau un huete asíiii de grande y me lo he ñamñamñam y mmmmm y jijijiji, te chero mucho yayita con lo grande querés cuantos huetes ta dau la pulga dos dientes? Seguro que por eso eres tan uena y wapa porque comer huetes te hace súper guaaaaa y ooooh jijiji, te chero yayita en verano dicen los papas que iremos a visitarte mua y requetemuá.

La anciana rió bastante, y al zarpa tierna le gustó eso, mientras recibía su sobre, le pidió a Robín que algún día le escribiera él, recibir alguna carta siempre le aportaba alegría...

Notas de juego

Quería dar encantos al reparto, si alguien quiere traducción infante-lectura sin faltas avise XDDD

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24/01/2018, 19:48
Dain

Ser quien entrega el correo era algo que a Dain no se le había ocurrido. Cuando les fue otorgada la misión pensó en ello, e imaginó el momento de repartir tantas buenas (y quizás malas) noticias a quienes las habían esperado por meses a lo largo del frío y nevado invierno.

Asintió cuando Robin comenzó a leer los nombres y repartir las cartas, todo un honor. Ahí sí vio recompensados los esfuerzos que habían pasado, en los rostros anhelantes de los ratones que esperaban oír su nombre y conocer sus noticias.

Aquellos a quienes el joven zarpatierna iba nombrando se retiraban hacia el fondo, y Dain pudo adivinar en los restantes caras de ansiosa espera. Alguno parecía esperar noticias tristes, que el ratón esperaba que no se produjesen. Otros se adivinaban simplemente nerviosos, y algunos niños tiraban de los ropajes de sus padres con ganas de saber qué estaba pasando allí realmente.

La ciudad paralizada contenía la respiración, y Dain también quería participar en su felicidad. Al fin y al cabo, era la misión que tenían, y su orgullo.

Mirando el montón de cartas que aún quedaban por repartir, se fijó en un sobre que destacaba entre los demás, en su mayoría humildes y con caligrafías dispares. Éste era más abultado, de pergamino de calidad excelsa, y escrito con una letra de trazo firme y hermoso. Una letra que a Dain no le resultaba desconocida.

No pudo evitar cogerlo entre sus zarpas, y leer el destinatario. No era para una persona, sino para Jocken, apicultor de Elmoss. Eso le hizo cerciorarse de que esa rúbrica tan bien cuidada fue hecha por la persona que Dain sospechaba: Julius, el maestro insectero de Lockhaven.

Desde sus años de aprendiz en Sprucetuck, donde él mismo aprendió los secretos de los curiosos insectos de la mano de su bienamado maestro Darrow, siempre anhelaba aprender más de esos fascinantes animales. En los ratos que la Guardia le dejaba libres en la ciudad los dedicaba a la lectura y a aprender más cosas cultivando la sabiduría y amistad de Julius. 

No pudo evitar preguntarse qué consultas le haría al apicultor de Elmoss, y tuvo ganas de conocer a la persona a la que Julius le escribía. Seguro que, si tuviese tiempo, aprendería muchas cosas del cuidado de las abejas.

También deseó volver a ver a Darrow, su maestro principal. El que hizo que amase los estudios  y respetase a los seres vivos que tenían cosas buenas que ofrecer.

Sprucetuck era su siguiente destino, ¡ojalá pudiesen encontrarse!

Y mientras tanto, la entrega de cartas continuaba.

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26/01/2018, 03:49
Quentin

Robin parecía especialmente emocionado con el reparto del correo, e incluso se permitió detenerse unos minutos para leer su misiva a una ratona anciana. Quentin dejó que el joven zarpatierna se tomara esos lujos, recordando cómo era él cuando era joven y ambicioso. Ya tendría tiempo de endurecerse con el paso del tiempo y las misiones.

El científico, subido en una caja de fruta, se dedicaba a cantar los nombres rápida y metódicamente, acabando los puñados de cartas de sus manos mucho más rápidamente que sus compañeros. Quizás lo hacía así porque tenía ganas de salir de Elmoss y cerrar ese capítulo de sus vidas que tanto dolor les había ocasionado.

Siguiente... ¡Austin o´Brian! —anunció. Un leve murmullo surgió entre las gentes y nadie parecía ser el receptor, así que decidió repetir el nombre por si se había despistado— ¿Austin o´Brian? ¿No está?

Entonces el arquero percibió por el rabillo del ojo cómo alguien llamaba su atención y se agachó para ver lo que tenía que decirle.

Verá, Guardia. o´Brian murió durante el invierno por unas fiebres —dijo un ratón de largos bigotes que asentía con gravedad— Una pena.

Vaya, sí que era en verdad una pena. ¿Dejaría mujer e hijos? ¿Sería un ratón solitario? ¿Un cobarde? ¿Un visionario?

Los pensamientos de Quentin fueron interrumpidos por la presencia de una ratona de voluptuosa figura que se acercó a él con rostro compungido y extendió la mano pidiendo recoger la carta.

¡Eh! —resonó una voz entre el público. Era otra ratona, algo más entrada en años y con expresión cansada. Se abrió a codazos entre el público para llegar hasta el estrado— ¿Y quién eres tú para recoger la carta de mi marido?

El murmullo empezó a hacerse más y más fuerte. La primera ratona miró a la recién llegada con cara de sorpresa y puso los brazos en jarras.

¿Tu marido? ¡Llevábamos viéndonos varios meses! ¡Y nunca mencionó que estuviera casado! —respondió altanera, a lo que la otra se aproximó con los puños cerrados y dispuesta a plantarle cara— Seguro que estaba pensando en dejarte porque no le dabas lo que necesitaba...

A sabiendas de que eso podría desencadenar en una trifulca, Quentin cogió a ambas mujeres del brazo y alternó una mirada fija en cada una.

Éste no es el momento ni el lugar para este tipo de cosas. Siento la pérdida de Austin, pero será mejor que os vayáis a un lado a discutir— se apartó un paso, pareció recordar algo y volvió a ellas— Civilizadamente, si no queréis que llame al destacamento local. Está claro que ese ratón os engañó a ambas, no vale la pena llegar a las manos por él.

El Guardia regresó al reparto de correo, ignorando los gritos de ambas ratonas que se alejaban agitando las manos y pegándose empujones.

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26/01/2018, 21:11
Director

Tras entregar todo el correo sólo os quedan las que tienen el sello oficial. Lacrados y de una apariencia más cuidada en general, quedan apenas un puñado al fondo de la saca. Como era habitual, debían entregarse en mano al gobernador de la ciudad o a alguno de sus archivistas.

La masa de ratones se va disgregando volviendo a sus quehaceres. A medida que van quedando huecos pueden verse algunos que se quedan esperando con cada vez menos esperanza de saber de sus seres queridos. Finalmente se dan por vencidos marchándose realmente preocupados. Conmovidos por vuestra mente pasan muchas cosas.

¿Esperarían buenas nuevas que no llegaban?¿O quizá malas noticias que necesitaban para despejar la incertidumbre y poder pasar página en sus vidas?

Una vez terminada la principal carga de la misión os encamináis a la casa del gobernador de Elmoss. Callejeando hasta llegar a la parte más alta de la ciudad, pasáis cerca del gremio del musgo. Este era el más preciado de todos, es ahí donde guardaban los secretos para conservarlo en cámaras bajo tierra. Para que el preciado material amarillento llegara a  Sprucetuck en condiciones de ser transmutado en brebajes y pociones sanadoras.

Los ratoncitos al pasar husmean el aire atraidos por el inconfundible aroma. Marvin y su hermana pequeña, que ya parecía haberse recuperado físicamente de su enfermedad, comenzaron a rememorar anécdotas del pasado. Pasado que les parecía muy lejano en el tiempo. Obviando que se trataba de dos críos, teniendo sólo en cuenta sus palabras, podría tratarse perfectamente de la conversación entre dos ancianos hablando de sus tiempos mozos.

Todo esto es trae a la memoria por lo que han pasado estas criaturas...

Llegando por fin a las puertas del gobernador no tardan en daros audiencia. Sólo por delante vuestro hay un grupo de comerciantes, que pese a hablar tras la gruesa puerta de madera labrada que daba a la sala de audiencias, os costaba no perder detalle de lo que allí se decía.   

- ¡No pensamos tolerar más estos gravámenes excesivos! gritaba uno de ellos ofuscado. Llevamos meses subsistiendo sólo con las migajas mientras que vos seguís manteniendo vuestros lujos.

- Mi familia ha gobernado Elmoss durante generaciones y jamás hemos dejado de ser la ciudad del musgo. Muchos allende los Territorios dependen de nosotros y si los ciudadanos deben apretarse el cinturón, será un sacrificio que deberemos asumir. Manifiesta una voz altanera que costaba mucho más seguir por su frío y desapasionado tono.

- Desde que acabó la guerra nunca hemos vuelto a ser los mismos. No podemos hacer frente a los mismos pagos siendo la mitad que antaño. Si seguimos así la ciudad desaparecerá y vuestro legado no será más que un recuerdo en los pergaminos de historia... vocifera antes de dejar unos sonoros pasos tras de si y empujar la puerta que os separa de la sala, sin dejar replica alguna al gobernador.  

El comerciante entrado en años se detiene y os mira por encima. Su mirada es de enojo, pero no lo paga con vosotros. Simplemente se marcha, seguido de dos comerciantes más que le acompañaban.

La puerta queda pues entreabierta tras golpear contra el tope y volver casi a su lugar original. Al fondo podéis ver a un joven ratón, de apenas 30 años, para desempeñar un cargo que quizá le quedara grande...

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27/01/2018, 20:59
Quentin

Habían terminado su trabajo en Elmoss y ahora tocaba rematar el día, encontrar un buen lugar para esos muchachos - además de ofrecer ayuda al anciano y su taberna - y al día siguiente podrían salir temprano y dirigirse a Sprucetuck. Tenía ganas de volver a ver su hogar, y estaba seguro de que su amigo Dain también. 

¿Tienes algún plan cuando lleguemos a casa? —le comentó mientras recorrían las calles en dirección a la casa del Gobernador— Será un momento ideal para avituallarnos y visitar a nuestras familias.

Su conversación se cortó cuando llegaron a su destino y comprobaron de primera mano que la situación en Elmoss era bastante precaria. Ahora comprendía por qué había visto menos gentes de lo habitual en la entrega del correo. La población disminuía y las agresivas medidas económicas no ayudaban a solventarlo.

Gobernador —dijo, inclinando la cabeza. Dejó que fuera Dain quien hiciera las presentaciones.

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28/01/2018, 08:29
Robin

Robín acompañaba a los pequeños y se frenó fuera de la estancia, en espera de que le llamaran o no, por tal de permitir a sus superiores hablar con calma sin la presencia de los niños.

El era demasiado joven y prefirió no comentar nada respecto a lo que se escuchaba, pasaron algunas ideas por su despierta mente, pero seguramente eran tonterías de un joven sin experiencia. Si le preguntaban tal vez diría algo, o si lo veía necesario, pero no pretendía parecer molesto.

Lo clásico, el musgo de Elmoss era importante, pero podían hacer otras cosas. Incluso él entemdía eso. Con solo aumentar los impuestos no se arreglaban las situaciones tensas. Obviando que todo comerciante pretendía poseer más y pagar menos, no podían subsistir de solo rocío, y si ellos desaparecían la situación también empeoraría. Rendirse a una época difícil no era bueno, necesitaban innovar.

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29/01/2018, 08:36
Dain

La sala era imponente respecto a lo que estaban acostumbrados últimamente. Accedieron en silencio, casi de tapadillo, para no interrumpir lo que allí estaba pasando. Aún así la presencia de los Guardianes y los niños hizo que acabasen todos centrando la mirada en ellos haciéndose el silencio, muy a su pesar.

-Gobernador, saludos. Lamentamos interrumpir vuestros asuntos, pero urge una solución a un caso que nos atañe. Os habla Dain, y me acompañan Quentin y Robin, tres miembros de la Guardia de Lockhaven, cuya misión es repartir el correo retrasado por el invierno tanto aquí como en otras ciudades. Como sabréis por nuestro cargo y juramento, las misiones que se nos encomiendan tornan a ser el objetivo prioritario de nuestra existencia. Éramos cuatro cuando partimos, pero un Guardián dió su vida para que las cartas pudiesen llegar a salvo tanto a aquí como a las otras ciudades.

Dain dejó unos segundos para que sopesasen toda la información aquellos que le escuchaban, y por si alguien quería intervenir. Ahora era cuando venía lo complicado, presentar a los niños y sus pretensiones. Por lo que escuchó al entrar, la ciudad estaba devastada por los impuestos. Unas cuantas bocas más que alimentar no serían fácilmente aceptadas.

Ojalá se equivocase.

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29/01/2018, 13:00
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Las Ob. al ser enfrentadas, no son fijas. El gobernador será más fácil de convencer si sólo le pedís trasporte para los gemelos hasta Barkstone, donde tienen familia y pueden ser acogidos.

Si queréis convencerle de dar asilo a Marvin y Talin tirará con un +2 pues sus consejeros le apoyarán con argumentos antes de que ceda tan fácilmente.

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29/01/2018, 23:31
Director

https://www.youtube.com/watch?v=sXTUYWtuAAM

El gobernador de Elmoss pertenecía a la familia Pendelton, una de las más influyentes de los Territorios. Por diversas causas Erik, que así se llamaba, había asumido el caudillaje de una de las ciudades principales ratón. Un insólito y cuidado pelaje rojizo, característico de su linaje, contrastaba con el oscuro color de la madera de la que estaba hecho su sillón.

Todo en la sala eran señales inequívocas de ostentación de poder y posición social. Algo en todo esto no acababa de encajar, pues se suponía que la ciudad del musgo estaba entrando en una espiral de decadencia. Y cuando el poder y las posesiones se acumulan en muy pocas manos en una situación así, no es señal más que de aparentar cuando en realidad no se tiene nada.

A ambos lados de la sala varios centinelas velan por su seguridad. Acompañado además de un séquito de consejeros que permanecían en un segundo plano. Mientras Dain se presenta uno de ellos se acerca para musitarle algo al oído... Tras oír vuestra presentación toma la palabra.

- Sed bienvenidos a Elmoss Guardianes. Como bien sabéis siempre os agradecemos la encomiable labor que desempeñáis. ¿Que noticias traéis de Lockhaven tras este largo invierno? Imagino que traéis misivas del este. Por favor, entregádselas a uno de mis asistentes. dice haciendo una señal a uno de sus ayudantes para acercarse a recogerlas como era costumbre. Mientras el paje se acerca a recoger las cartas oficiales, él continua hablando...

- Aunque por vuestras caras... - se notaba que pese a su aparente inusual edad para el cargo, sabía ver con antelación cuando alguien venía a pedirle algo. - ...entiendo que venís a hacer una petición. ¿Que puedo hacer por vosotros? procuraré ayudaros en aquello que me sea posible.      

A todo esto Erik juguetea con una pieza de ajedrez en sus dedos. No muy lejos de donde se sienta hay una mesa con un tablero a medio jugar...

Notas de juego

Hacedme una tirada de Persuasivo. Si queréis apoyar al que haga la tirada, aparte de rolearlo, para obtener ese dado extra debéis tener o Embaucador (con su roleo acorde) o Conocimientos apropiados (me vale el de "duros de mollera" de Quentin) 

Las Ob. al ser enfrentadas, no son fijas así que vais un poco a ciegas. El gobernador será más fácil de convencer si sólo le pedís un trasporte para los gemelos hasta Barkstone, donde tienen familia y pueden ser acogidos. Esto os quita a la mitad de la "carga" de encima. Digamos que es "jugar sobre seguro".

En cambio si os la queréis jugar y convencerle además de dar asilo a Marvin y Talin (en Elmoss) tirará con un +2 pues sus consejeros le apoyarán con argumentos antes de que ceda tan fácilmente. No es fácil "endosar" a dos críos cuando las cosas pintan negras.

 

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30/01/2018, 03:17
Robin

Robín hizo un gesto de saludo - no pediremos para nosotros señor - una vez Dain le dio entrada, el joven ratón vigilaba a quien tomó las cartas, no sabía como se hacían la cosas de altos cargos, pero le molestaba no dar aquel mensaje de forma directa - pero otros necesitan vuestra ayuda, y nosotros hemos accedido a ser el puente entre el problema y su solución. Y aunque ya está mejor, una joven necesitaría además de hogar, descansar y cuidados - no sabía si sería correcto preguntar o proponer algo, solo era un ratón falto de experiencia.

Por el momento dejaría al líder hablar, no quería crear problemas por no saber escoger las palabras, pese a que estaba orgulloso de su oratoria, no quería caer en el error de parecer un charlatán.

Miraba a su alrededor, queriendo averiguar algo que pasaba por su cabeza, si pudieran aguantar un año, el propondría algo que hicieron en su cuna de origen cuando las armas y las piedras no bastaron para mantener a una gente que vio en el final de la guerra, el pedido de armas menguado, uno de sus principales sustentos. No porque el lo hubiera vivido, o sido consciente de ello, era solo una de tantas historias contadas a los más jóvenes.

Notas de juego

Ayudo en esa tirada con persuasivo. Aunque si nos quieren echar, quiero preguntar, mal por mal nos echarán igual XDDD

yo arriesgaría, pero en vuestra decisión lo dejo XD

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30/01/2018, 07:07
Quentin

El taciturno guerrero observó a su alrededor con el ceño fruncido a medida que caminaban por el salón y no le gustaba nada de lo que veía. Su actitud era más propia de un gran soberano que del Gobernador de una ciudad ratonil. Sí que entendía las responsabilidades que debía afrontar en su puesto, pero allí había ostentación de un tipo que no encajaba con lo que Elmoss necesitaba: ¿a qué venía tantos guardias y consejeros? ¿A qué tenía tanto miedo? A ojos de Quentin, parecía evidente que tenía miedo de no dar la talla, como si hubiera recibido el cargo prematuramente.

La pobreza y el abandono campan a sus anchas más allá de la corteza de Elmoss, Gobernador —anunció— Como Guardias, es nuestro deber abrir de nuevo los caminos y enfrentarnos a los peligros que amenazan a la población, pero hay problemas que se escapan de nuestro control.

Quería esperarle que era responsabilidad del Gobernador procurar cobijo y alimento, pero Erik Pendelton aparentaba ser de esos ratones con posición que se enfurecían cuando le decían qué hacer, y quiso dejar que las palabras amables de Dain fueran como miel sobre sus orejas.

Notas de juego

Apoyo a Dain con Persuasión. Creo que lo ideal sería asegurarnos de que llevan a los gemelos a Barkston y luego intentar lo de Marvin y Talin. No quisiera que por fallar, todos se quedaran sin nada.

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30/01/2018, 19:50
Dain

Apelando a su creencia profunda en que la razón es la mejor guía a la hora de actuar, Dain dejó tiempo para que sus amigos se expresasen, sopesando las palabras que diría a continuación.

De todos los formulismos que se le pasaban por la cabeza, triunfó finalmente el más honesto. Presentaría a los niños y sus circunstancias actuales sin mucho más adorno. Otra ocasión quizás mereciese algo más rimbombante, pero no quería alargar en vano el sufrimiento de los pequeños ante la incertidumbre de su futuro destino.

-Como véis, hasta Elmoss no hemos llegado solos, pues unos valientes compañeros nos surgieron en el camino. Aquí los tenéis... Son Marvin y Talin, hermanos, y también Jacob y Matt. La pequeña Talin no se halla bien de salud. Desgraciadamente perdieron a sus familias, y ante la imposibilidad de cuidar apropiadamente de ellos el anciano que los ayudaba nos los encomendó encarecidamente para traerlos aquí a vuestra presencia. Se trata de Gilbert, otrora posadero bien conocido que regentaba su negocio en pleno camino a Elmoss. Estaba convencido de que los ayudaríais, y nos dio este colgante para que supiéseis que la historia que contamos es cierta. Se sabe valorado en esta ciudad, y confió en el buen corazón de sus habitantes. Solo pidió que cuidáseis de los niños.

Hizo de nuevo el silencio mientras habló, y extendió su zarpa para dejar caer de ella el colgante que Maese Gilbert le había dado en la posada:

Casi sin respirar, sintiendo el apoyo de sus amigos y los nervios de los pequeños, esperó la respuesta a su petición.

- Tiradas (1)

Motivo: Persuasión

Tirada: 4d6

Dificultad: 4+

Resultado: 6, 1, 5, 3 (Suma: 15)

Exitos: 2

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30/01/2018, 20:12
Director
- Tiradas (2)

Motivo: Voluntad

Tirada: 4d6

Dificultad: 4+

Resultado: 2, 6, 1, 3 (Suma: 12)

Exitos: 1

Motivo: Voluntad +2 (consejeros)

Tirada: 6d6

Dificultad: 4+

Resultado: 4, 1, 4, 4, 1, 6 (Suma: 20)

Exitos: 4

Notas de juego

Dejo las tiradas a la vista.

EDIT: Hice dos dependiendo de lo que que eligierais. Por desgracia os la habéis jugado demasiado.

 

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31/01/2018, 09:20
Robin

- esto,... - se aventuró a decir Robín - si la ciudad está en apuros... Tal vez podríamos acercar a los gemelos a su hogar. Lo importante sería obtener asilo para la pequeña aun algo pachucha y su hermano, quienes han quedado huérfanos.

Robín miró a los lados una vez más, ya que había visto oportunidad de hablar, diría lo que había pensado - en cuanto a esa situación de dificultades económicas... En mi aldea de origen según me contaron, cuando la petición de armamento se derrumbo, y siendo un lugar que se mantenía con ese bélico sector, vieron la imposibilidad de mantenerse adecuadamente. Un anciano pidió un año de reducción de impuestos, asegurando que a cambio levantaría la economía con una nueva rama comercial.

Miró a los presentes para ver si les interesaba y prosiguió sin saber si era correcto seguir hablando.

- Provengo de Barkstone, ciudad de piedras, armas y serpientes, dada la cantidad e serpientes que matamos cada año, al anciano se le ocurrió hacer el afamado licor de Barkstone, yo no lo he probado aun, y eso sucedió antes de que yo naciera, pero tras ese año el anciano abrió nuevas rutas comerciales con aquel licor de serpiente. Licor cuyas ganancias se reparten en ayudar al lugar y los comerciantes adquieren un 10% por su comercialización más un 2,5% para cada uno de los cuatro guerreros que escolten al carromato comercial. Vosotros poseéis ese famoso musgo, no se puede ajustar el impuesto para ayudar a la gente e iniciar la fabricación de un licor tal vez incluso medicinal? Bastaría con esperar a media primavera para que hubiera más musgo quizás, eso no lo se, pero se podría preparar una primera remesa de baja graduación.

Luego hizo una reverencia de respeto y se disculpó por si su idea no fuera aplicable allí.

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31/01/2018, 12:33
Quentin

Quentin miró a su pupilo y arqueó la ceja disimuladamente, sin saber a qué venía ofrecerse a ir a Barkston a acompañar a los muchachos. Esa opción les desviaba mucho de su destino, aumentaba el tiempo de viaje y también estaría el inconveniente de cargar con las sacas de correo. Posó la mano suavemente sobre el hombro de Robin y le asintió con una leve sonrisa. Sabía que lo hacía impulsado por su noble y amable corazón, pero si ellos solos intentaban solucionar todos los problemas del bosque, no acabarían nunca. 

Gobernador —dijo, adelantándose— Lo que venimos a pedir es transporte para los gemelos hasta su hogar en Barkston. Seguramente podrían ir con el primer grupo de mercaderes que se dirija allí después de que se hayan limpiado los caminos, son obedientes y silenciosos, se han portado como unos valientes todo el camino. Por otro lado, Marvin y Talin no tienen a nadie y necesitarían ser acogidos en Elmoss. Sé que la situación actual no es la mejor, pero mi compañero Robin ha ofrecido una posibilidad de comercio para la ciudad que creo que deberían valorar. El musgo de Elmoss podría ser una fuente de intercambio importante para Barkston.

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31/01/2018, 22:48
Director

Mientras hacéis uso de vuestra palabra, el gobernador en más de una ocasión frunce el ceño. En un principio no parece estar muy contento con la cantidad de rodeos que dais. Parece que le gustan las cosas claras y directas, especialmente cuando es para hacer una petición. Si ya de por si lo visteis reacio a ceder ante las exigencias del gremio del musgo, ante vuestra peticiones directamente niega con la cabeza.

Una vez más los consejeros le susurran cosas, pero el directamente, con un gesto de desprecio les da a entender que no necesita que le digan en este caso que decisión tomar.

Terminada vuestra exposición se levanta de su silla y empieza a caminar hacia los pequeños...

- Me alegro de que hayáis encontrado a tan buenos custodios. Para vuestra fortuna os seguirán haciendo mucha falta. Pues aquí en Elmoss no podemos dar asilo a nadie más. Pasamos por una dura época y nadie puede hacerse cargo de más bocas que alimentar

Una vez llega a vuestra altura se inclina para ver de cerca a la pequeña, que parece estar mucho mejor. - Seguro que con unos pocos días de reposo, estará como nueva, no creo que necesite las atenciones de un sanador. Hay otros muchos ratones que la precisan antes que ella. El invierno no perdona, especialmente a los más mayores... dice dando a entender que la pequeña era joven y se repondría rápidamente.    

Al incorporarse de nuevo se pasea por delante de los tres, revisándoos uno a uno. - Mmm... si algo puedo hacer por vosotros es dar orden de que sean indulgentes con vosotros y no abusen de vuestra necesidad. Por esa razón uno de mis asistentes os acompañará y se asegurará de que en el transporte de estos dos pequeños hasta Barkstone, no haya ninguna irregularidad. 

Cuando llega hasta Dain, que con pesadumbre en el rostro todavía sostiene el colgante de Gilbert, se detiene a mirarlo detenidamente. - Lo siento, pero eso es todo lo que puedo hacer por vosotros... aunque quizá.... espera, reconozco este colgante. 

Cogiendo el colgante y examinando el grabado, cae en la cuenta de quien era su portador. - Sí, los conocíamos en Elmoss. Cayeron en desgracia después de la guerra y nunca volvimos a saber de ellos ni de su posada. Creo recordar que acabó siendo pasto de las llamas y ahora no es más que un refugio para ratones que escapan de la ley. Los bandidos que asesinaron al dueño nunca fueron juzgados. Hubo rumores de que eran de Sprucetuck, pero poco más se supo...

Volviendo a su silla finalmente sentencia en tono de despedida - Que tengáis suerte en vuestra misión Guardianes. Encontrad para estos pequeños un lugar más próspero donde vivir.

Los asistentes os apuran a salir de la sala. Habéis perdido una oportunidad. Al menos uno de ellos se ofrece a acompañaros siguiendo las ordenes del gobernador. Este, sin poner ni un sólo cobre de su bolsillo, al menos se aseguraría de que el pago por el transporte fuera justo.

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01/02/2018, 09:18
Robin

Robín estaba un tanto molesto con aquel tipo, pero que podía hacer él? No creía apropiado criticar a alguien alguien cuyo poder le debía haber caído como un jarro de agua fría. Pero algo pasó por su cabeza...

- ¡disculpad! - se apresuró a decir - podría ayudarnos a que el viaje a Barkstone sea para los cuatro ¿por favor? Allí viven mis padres, estoy seguro que se sentirán encantados de recibir a ambos. Puesto que parece que andarse con rodeos por respeto no os agrada, os lo pediré de forma directa. Decís que en Elmoss no hay comida para dos bocas más, en mi hogar son comunes los artesanos, por lo que trataré el tema como un comercio, si un carro de comercio lleva a los cuatro muchachos, hasta su hogar a los gemelos y a mi hogar a los dos hermanos restantes, pediré a mi familia que cargue dicho carro con útiles que faciliten vuestras cosechas, puede no parecerlo, pero bastantes personas respetan a mi padre en mi tierra madre, Los pequeños llevaran una carta de mi puño y letra.

Notas de juego

Si se me permite, quisiera tirar por recursos +1D de un punto de carácter, más ayuda si me la ofrecen XDDD

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01/02/2018, 10:54
Dain

Dain intentó no transmitir su sensación de decepción a los niños. Ellos estaban presentes, y una vez más, aunque de modo distinto, había que ser valientes.

La sensación de que eran una carga, y que nadie quería hacerse cargo de ellos era algo desolador.

Antes de que pudiese replicar, Robin ofreció una alternativa bastante viable, que al ratón le pareció un rayo de esperanza. Además, así no se separarían de momento, cosa que seguro les alegrará. Los cuatro ya habían llegado a ser como hermanos, todos ellos.

-Es una gran idea, y si el Gobernador lo permite, aún escasos de dinero intentaremos que los cuatro viajen juntos de ese modo. No negaré que esperaba que las cosas fuesen distintas aquí, pero supongo que la ciudad ya tiene sus propios problemas. Ellos saben que solo buscamos lo mejor para los cuatro. Si os parece bien, intentaremos que la idea de Robin se lleve a cabo. Seguro que algunos comerciantes irán en la dirección que necesitamos.

Notas de juego

¡cuenta con mi ayuda!

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01/02/2018, 16:08
Quentin

El arquero chasqueó la lengua, visiblemente molesto por la reacción del Gobernador. Si bien la idea de Robin era extremadamente buena - ante lo cual le dedicó una mirada de reconocimiento - tenía ganas de coger a ese ratón insensible de la pechera y recordarle cuál era el deber de un dirigente. No era estar sentado en un sillón tras gruesos muros, engordando y manteniéndose ajeno a los problemas de su pueblo, desde luego. Pero esa reacción sería contraproducente y se recordó a sí mismo que debía tener una mente analítica y reflexiva. Su mentor no le habría perdonado explotar de esa manera.

Todos saldrían ganando y el Gobernador de Elmoss sería reconocido por su generosidad —añadió, apelando a la soberbia de Pendelton.

Aunque no tenía claro qué pasaría con Talin y su hermano en Barkstone, probar suerte en otra ciudad sería mucho mejor que abandonarlos a su suerte allí.

Notas de juego

Me apunto otro Fallo en Persuasión Conocimiento de los Duros de Mollera por el apoyo en la tirada de Dain :(

Apoyo a la tirada de Robin con mi "Conocimiento de los Duros de Mollera"