Partida Rol por web

Las comadrejas son para el verano

Misión 1: Entregar el correo

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29/11/2017, 18:00
Quentin

Había sido un gesto instintivo. Si era sincero consigo mismo, no pensaba que la flecha fuera capaz de atravesar el ojo de la mortífera criatura, pero su cuerpo había reaccionado por su cuenta, liberando la cuerda tensada y haciendo volar el proyectil directamente hacia ella. La sangre había manado, manchado suelo, capas y pelajes, y de repente sintió nuevamente el aire fresco de aquella noche de primavera temprana. La asfixiante atmósfera de colores, escamas y silbidos se había perdido en las sombras.

Entonces, era momento de mirar alrededor y comprobar que todos estaban vivos. No, no todos. Baron yacía inmóvil, su cuerpo carente de hálito que llenara sus pulmones. Sus ojos abiertos en un rictus de miedo y sorpresa. Siguió a Robin, se inclinó sobre el cuerpo del compañero caído mientras el zarpatierna le honraba con esas dulces palabras, y cerró los párpados de Baron con delicadeza. No habían compartido apenas unas palabras y unas horas de viaje, pero era suficiente para sentir su pérdida.

Luego, cogió la capa, hecha jirones, y cubrió su cuerpo. 

- Lo has hecho bien - dijo, posando las manos en los hombros de Robin - En todos los sentidos. Estoy muy honrado de haber sido nombrado tu mentor.

Y diciendo esto, en un gesto paternal e inesperado, abrazó al zarpatierna para que pudiera llorar y desahogarse. Él ya había derramado demasiadas lágrimas.

- Tiradas (1)

Motivo: Voluntad ob.3 (ayuda +2D)

Tirada: 6d6

Dificultad: 4+

Resultado: 1, 4, 5, 2, 1, 6 (Suma: 19)

Exitos: 3

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01/12/2017, 00:08
Director

https://www.youtube.com/watch?v=XDWpE7jM0aY

El murmullo del frío viento sobre la hojarasca del bosque nocturno, contrastaba con la quietud del grupo de guardianes. Estos custodiaban el cuerpo sin vida de su compañero en unos interminables momentos de silencio. Se mantenían cerrando un circulo alrededor del cuerpo para, como era de buena costumbre, honrar a los caídos en combate.

Esa tradición se mantenía desde los albores de la guardia. El cuerpo sin vida debía custodiarse, para según decían los sabios, acompañar el alma del ser a ir hacía el umbral. Nadie sabía que había más allá de las puertas luminosas, pero todos querían estar acompañados en ese transito, hacía quizá, un lugar de descanso.

Los primeros rayos de sol dieron por finalizado el ritual de despedida. Era momento de enterrar a vuestro compañero. Los mercaderes que desde lejos os habían observado y respetado vuestro momento de introspección, al ver que finalizabais, se acercaron a echaros una mano en el entierro. Sobretodo por que tanto Dain como Robin que tenían el pelaje tieso de la sangre reseca vertida por la serpiente, no se habían percatado que parte de esas manchas eran de sus propias heridas.

En un momento dado, los pequeños, conocedores de lo acontecido se acercaron uno a uno a daros el pésame por la muerte de Baron. Incluso la pequeña Talin hizo un sobresfuerzo para dar unos pasos y besándose la zarpa acarició el rostro cubierto por la dorada capa. 

Entonces Dain, sacando su lira del hatillo, esta vez sí, con una melancólica tonada, despidió al ratón mientras era enterrado bajo el sepulcro.

- Adiós compañero...

- Tiradas (1)

Motivo: Voluntad Dain (4) +2D Ayuda -1D Herido = 5

Tirada: 5d6

Dificultad: 4+

Resultado: 1, 1, 2, 1, 3 (Suma: 8)

Notas de juego

Aprovechad si queréis decir unas últimas palabras antes de partir hacia Elmoss.

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01/12/2017, 08:54
Dain

Los pequeños dedos arrancaban lúgubres notas de las cuerdas. No era el momento de alegres tonadas, que eran las melodías que a Dain más le gustaba tocar, sino que esta vez les acompañaba en tan triste momento una melodía que exteriorizaba lo que sus oprimidos corazones sentían.

https://www.youtube.com/watch?v=f6dbZM1IJ2U

No es fácil decir adios. Nunca lo es, pero más aún cuando sabes que a quien se lo dices no volverás a verlo. Sacando fuerzas y ánimo, el ratón dijo unas palabras:

-La muerte es imparcial, pero también muy injusta. Baron formaba parte desde hace poco de nuestra patrulla y por ello era nuestro Hermano de Armas, pero en ese tiempo supo ganarse nuestro aprecio, y su valor fue más allá de lo imaginable al dar su vida por salvar a los demás. No hay honor más grande para un soldado, ni muerte más dulce para un Ratón de la Guardia. Serás honrado como te  mereces en nuestro cuartel general, y generaciones venideras conocerán tu historia para que inspire su valor. Me encargaré de ello... Ahora descansa, Hermano. Tu guardia ha terminado.

 

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01/12/2017, 11:05
Quentin

El veterano Guardia tomó la iniciativa para cavar la tumba donde reposarían por siempre los restos de Baron. Quizás se sentía culpable porque había sido su historia la que les había distraído del ataque de la serpiente. Quizás porque nunca había llegado a comprender de verdad los sentimientos y la actitud de Baron. Quizás era porque quería formar parte de una forma más activa en su despedida, dado que no había podido estar desde el principio en la batalla.

Las notas de la lira de Dain le sobrecogían el corazón, llegando a su mente otras muertes, otras despedidas y otros momentos que le habían marcado para siempre, haciendo que una tímida lágrima aflorase en su duro rostro peludo. No hizo amago de limpiarla y siguió cavando.


Cuando el funeral hubo terminado, se aproximó a los mercaderes y se despidió en nombre de la Guardia.

- Ahora nosotros debemos partir. Buen viaje y mucho cuidado - miró a la pequeña ratona, inclinándose para posar la mano en su cabeza - ¿Estás mejor? ¿Con fuerzas para seguir hacia Elmoss?

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01/12/2017, 14:04
Robin

Sorbía para evitar manchar el cuerpo de Barón, escuchaba la lira y veía pasar a los mercaderes. Que les diría a otros zarpa tierna cuando su primera experiencia estaba siendo tan dura? Seguramente ningún joven ratón esperaba tales inicios, pero de escucharlo él, no hubiera dado un paso atrás, puesto que una vez se decidía a hacer algo, procuraba solo avanzar.

Aun con un nudo en la garganta, no dijo nada más, se sentía incapaz de hablar anímicamente, un vviejo amigo de su padre a menudo decía que si no tenías nada bueno que decir, mejor no dijeras nada, tal vez se refería a la hora de criticar, pero esas palabras resonaban en su cabeza con un significado diferente, y es que no se veía capaz de decir algo mejor que lo que ya había dicho, o de lo que habían añadió segundas y terceras personas.

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02/12/2017, 00:22
Director

Música

La patrulla se despidió del grupo de agradecidos mercaderes que, apiadándose de su fortuna, les regalaron una carretilla que aliviara cargar el peso que portaban y provisiones para los siete durante 3 días. Tras defenderles del ataque de la serpiente y teniendo a dos miembros heridos escoltando a unos chiquillos escuálidos y enfermizos era lo mínimo que, según ellos, podían hacer. El precio, no sólo de las perdidas económicas en mercancía, sino de sus propias vidas era mucho más alto que aquello, pero los guardianes no eran mercenarios, sino paladines de la justicia.

Con el pesar sobre sus hombros, por la perdida de un miembro, continuaron caminando hacia el sur. La nieve, que prácticamente había desaparecido del todo el día anterior, con los primeros rayos de sol se derretía a su paso. La brisa fresca de la mañana batía los largos bigotes contra la cara. El sonido del arroyo les acompaña en su senda hacia la ciudad del musgo. 

Al subir una pequeña colina pudieron apreciar como a lo lejos, coronando una arboleda, se alza el más antiguo de olmo de todos los Territorios. Cubierto por capas de amarillento musgo se alza majestuoso como ningún otro y, bajo sus raíces, uno de las más importantes ciudades ratón, Elmoss hermosa y llena de vida. Vida que brota de su medicinal musgo curativo que sana variadas dolencias y enfermedades. 

Desde esa distancia los ratones calcularon que llegarían pasado el mediodía. Colina abajo apreciaron como, salpicados por aquí y allá, había campos de cultivo. Muchos granjeros trabajaban la tierra preparándola para la siembra que daría lugar en cuanto terminaran las heladas. Estos al verles pasar les saludaban con alegría, especialmente al ver que porfin llegaba el tan ansiado correo del otoño anterior. Los guardianes siempre eran bienvenidos en Elmoss, pero eso no quitaba el hecho de que dispusieran de ratones armados que protegieran a sus aldeanos y labriegos.

El tiempo de un merecido descanso, para reponer fuerzas y lamerse las heridas era próximo... 

       

 

Notas de juego

A UN OLMO SECO

 Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas en alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.

Antonio Machado

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02/12/2017, 08:32
Dain

Cada paso en el camino era esta vez más pesaroso que cuando partieron animados de Lockhaven. La pérdida de un compañero siempre es una losa que pesa en las mentes de quienes la sufren. 

Al ratón le preocupaba que un arranque de carrera de Guardián tan intenso como el que Robin estaba viviendo fuese demasiado descorazonador, y aunque el muchacho era más duro de lo que parecía, cosa que ya había demostrado, decidió hablar con él sobre el tema.

-Robin -comentó Dain al joven zarpatierna mientras los ratoncitos que los acompañaban estaban entretenidos-. Por desgracia, al ser más veteranos Quentin y yo, ya hemos pasado por situaciones como la vivida con Baron. Me preocupa cómo te ha afectado. No quepa duda que luchaste como el mayor de los valientes, y que nos salvaste la vida a todos. Baron cayó luchando, y eso es algo al que nos exponemos como Guardianes. El peor de los destinos, pero la mayor de las glorias, el dar la vida por salvar la de otros. Es normal sentirse apesadumbrado por la pérdida de amigos, pero cuando recuerdes lo ocurrido siéntete orgulloso, porque hicimos lo correcto a pesar de todo. Seguro que Baron te lo diría también. ¿Verdad, Quentin?

Poco a poco se acercaban a Elmoss por fin, destino ansiado. Las cartas serían entregadas a sus dueños y la misión cumplida en parte, pero le preocupaba más la salud y el destino de los pequeñuelos que les acompañaban. 

"Ojalá puedan quedarse juntos y a salvo" , pensaba.

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02/12/2017, 10:58
Quentin

Con la ayuda de la carretilla y las provisiones que, generosamente, les habían cedido los mercaderes, emprendieron el camino hacia Elmoss. El ánimo general era sombrío, y a veces se preguntaba Quentin si la última noche no habría sido una horrible pesadilla y Baron aparecería de repente entre los matorrales. Pero su rostro serio y mirada ceñuda no volverían a surgir de ningún arbusto, ni volverían a escuchar el sonido de su voz. Era la dura vida de un Guardia Ratonil.

- La Matriarca Gwendolyn te asignó a mí para que te formara, pero cuando volvamos a verla querré agradecerle su recomendación. Eres un valiente compañero, Robin, y tienes un prometedor futuro por delante - asintió, severo - Lo sucedido debe enseñarte, no dejes que la culpa o la duda te consuman. Sólo aprende para evitar que otro compañero caiga en el futuro.

El anciano olmo de Elmoss se alzaba ante ellos, imperturbable y eterno ante sus ojos. Aunque estrategicamente hablando no era el mejor lugar para Quentin, tenía un aire especial que siempre le había enamorado. Quizás fuese el musgo creciendo en su tronco, o el amigable espíritu de sus habitantes. Por supuesto, Sprucetuck siempre sería su hogar y lo preferiría ante todo.

- Debemos dirigirnos cuanto antes a la guarnición local - le dijo a Dain.

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02/12/2017, 13:40
Robin

Robín caminaba entre latigazos, ese era el dolor de cada paso herido en cuerpo y alma, tirando con afán y esmero de una carretilla que si bien aligeraba la carga no la hacía precisamente liviana.

Estuvo más callado de lo habitual, pensando para sus adentros, sobre lo ocurrido y sobre el porvenir del grupo, tal vez su silencio fue demasiado puesto que Dain y su mentor le ofrecían palabras que buscaban cuidar esas heridas con las que el musgo no podría pese a su majestuosa capacidad regenerativa y sanadora.

Sin duda agradecía aquellas palabras pero a él le preocupaban más unos niños que no necesitaban más penurias. Los miró forzando una leve sonrisa - está bien saber que hay cosas que escapan de nuestras zarpas, de no ser así dudo que la naturaleza permitiera a unos ratones vencer a un animal tan peligroso como ese, no existe muerte donde se ofrece para salvar la vida.

Sin duda eran palabras que buscaban la conformidad de los pequeños, si bien podían llegar a pensar "nosotros también perdimos a nuestras familias y nos aguantamos", Robín procuraba mostrarles que no estaba mal lamentar una pérdida, y en lugar de ello se debía honrar - ahora su maldición de perder a sus compañeros es nuestra, transformémosla en una bendición en la que cayeron pocos por el bien de miles, él se dejó consumir por su pena no sabiendo la afrontar, y ahora nos deja su misión para que la superemos por él. Perdonadme si os he preocupado, necesitaba pensar como conmemorar su vida, para no sufrir por su muerte.

Mientras caminaban seguía pensando, aun necesitaba ofrecer unas palabras justas para aligerar su propia alma, un adiós digno de la oratoria que había aprendido a usar para serenar su nerviosa naturaleza. Consejo de su antiguo mentor, "si puedes moldear piedra con las zarpas, puedes moldear tu futuro con palabras".

Susurrante, pero sin importar si era escuchado, comenzó su terapia de relajación, un adiós que prometía no despedirse, una oda a quien no se podía ir siendo ya parte de sus memorias.

De camino a Elmoss

No necesitan los rayos ser gentiles,
en sus dominios domados con pavor,
llenos de nubes grandes y grises,
luchando entre ruido y resplandor.
No terminará con cada estruendo,
la lluvia con vergüenza llegará,
transportando fugaces por el viento,
la luz que nos cegará.
Lo se, terminarán todos los días con aires renovados, comenzaran todas las noches con ánimos reforzados.

Las brisas serán nuestro aviso,
de la llegada del amanecer,
preguntando si querremos con atino,
nuestros ojos del mal tiempo guarecer.
El agua caerá con injusta acidez,
para castigar lo que no supimos hacer,
arrebatando por un suspiro una calidez,
que no pudimos proteger.
Lo se, si es rojo el horizonte al atardecer, será más limpio e iluminado el alba cuando el sol nos vuelva a ver.

Pero las nubes todavía duran,
y en espera a ser vistas quedarán,
nos advertirán si la insensatez nos apura,
para recordar que somos un catamarán.
Las grandes lluvias haran crecer las olas,
y necesitaremos ese apoyo ajeno,
se unirán entonces nuestras colas,
para superar cada momento.
Lo se, si los rayos nos amenazan en zonas boscosas, deberemos reconocer esas nubes borrascosas.

No es fácil ser una gota,
perdida en la inmensidad del mar,
intentar no disolverse toda,
es tarea imposible sin dudar.
Conociendo lágrimas entre borrascas,
combinando recuerdos y dolor,
cumpliendo las complejas tascas,
hayaremos el albor.
Lo se, cuando la pequeñez nos hace perder, ser una gran masa nos ayuda a aprender.

Notas de juego

Buh he modificado medio poema XD tenía pensado desde ayer ponerlo en "de camino a Elmoss", pero tras ponerme a Machado me resultaba patético y conformista el que hice ayer XDDD

No estar a ese nivel, pero al menos no quedar patético ^^U

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04/12/2017, 23:32
Director

Música

Andáis con paso firme mirando a un lado y a otro del camino. Muchos campesinos o recolectores se os quedan mirando en la lejanía. A medida que os vais acercando a la ciudad los olmos comienzan flanquearos en el camino y el sol que había llegado a su punto más alto comienza a descender lentamente. El aire de repente cambia de dirección, trayendo un olor distinto. Dain, que el es más celoso en lo concerniente al tiempo levanta su hocico presagiando que se acercan nubes de tormenta...

Cerca de la entrada empezáis a veros rodeados de ratones que os acompañan en el sendero. Algunos interesados en que nuevas traéis, otros preguntándose entre ellos, con voces indiscretas, el porque de vuestro pelaje cubierto de sangre reseca. Alguno incluso al veros pasar se apartaba algo inquieto por la imagen que presentáis.

El gran olmo por fin os abre sus puertas y como entrando en otro mundo, os transportáis de nuevo a la civilización. Lugares para descansar, reponer fuerzas y sentirse seguro de las amenazar exteriores, no eran despreciados por ningún guardián sensato.

Por todos lados veis ratones haciendo su trabajo. La mayoría llevando lo que han podido forrajear a campo abierto, otros con herramientas de cosecha, algunos con cajas llenas de musgo amarillento. Por los carteles que cuelgan, esta claro que está es una ciudad dedicada a trabajar la madera y exportarla. Talleres de ebanistería y carpintería, tiendas de muebles, sillas y carros por doquier. 

El lugar donde se conservaba el preciado musgo de medicinales propiedades, según se decía era subterráneo, para mantenerlo seco y fresco. Bajo tierra también era donde parte del producto era fermentado para distintos tipos de bebidas. La moneda de cobre que circulaba por las calles era acuñada en Copperwood y al igual que en Sprucetuck, era más apreciada que las hechas de hierro. Tanto a Dain como Quentin, que sabían del poco aprecio que en su tierra natal se tenía de moneda foránea, se les pasó por la mente pasar por un cambista. 

Finalmente llegáis a la plaza principal, desde donde decidiréis vuestro próximo paso a seguir...

 

       

Notas de juego

Comienza el turno de los Jugadores

En esta fase del juego sois vosotros quienes decidís que hacer y a donde ir. No todo tiene que ir directamente relacionado con la misión principal, este es un buen momento para retomar la ficha y mirar vuestras Creencias, Objetivos e Instintos. Es el momento de sacarlos a relucir si todavía no lo habéis hecho. Es hora de meterse en sub-tramas personales e incluso de cerrar cosas pendientes. Cuando terminéis esta fase os daré la oportunidad de cambiar (sólo si queréis) alguna de las 3.

Es el momento de decidir como cumplir parte de la misión principal ¿Entregaréis el correo que tanto habéis luchado por traer hasta aquí a las autoridades para que estos lo repartan o convocaréis a los lugareños en la plaza central e iréis dándolo a la gente?. También el de tomar un buen descanso, comer, recuperarse de las heridas...

Y el cerrar misiones secundarias como la de los pequeños huerfanos. ¿Encontraréis un sanador para Talin y vosotros mismos?¿Quien se hará cargo de estos niños?

De igual forma también podéis aprovechar para usar vuestras influencias y vuestro dinero para conseguir cosas o ayudas para vuestro viaje. Elmoss, como todas las ciudades y pueblos tiene sus particularidades, habrá cosas más fáciles de encontrar que otras...

Ejemplos:

Cosas MUY raras de encontrar (Ob.4): apicultor, cristalero, armero...

Cosas raras de encontrar (Ob.3): herrero, barquero, insectero, cientifico...

Cosas comunes (Ob.2): sanador, cambista, audiencia gobernador...

Cosas MUY comunes (Ob.1): grano, madera, musgo, posada, funcionarios...

 

Todos tenéis una prueba gratuita para buscar eso que deseéis. Pero, si queréis hacer más búsquedas o compras debéis gastar 1 Marca por cada cosa extra. Principalmente son pruebas de Círculos y Recursos lo que haréis. Circulos para encontrar a gente o conseguir que esta os ayude y Recursos para comprar o hacer negocios en general. 

 

Nota: En Elmoss se acepta todo tipo de moneda, aunque el cobre de Copperwood es la más apreciada. En cambio en Sprucetuck o tenéis vuestra moneda en cobres o tendréis un -1D en tiradas de Recursos en esa ciudad. Aunque quedaría en cero con el +1D por ser nativos Dain y Quentin... es mejor sumar que quedarse a cero. 

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05/12/2017, 13:24
Robin

El ambiente animaba al joven zarpa tierna que se moría de ganas de repartir el correo en mano a todo el que se pudiera, pero sentía que habían algunas cosas que hacer antes de eso, como buscar un lugar en el que acicalarse y pedir una audiencia con el gobernador del lugar.

No era su responsabilidad pedir aquella audiencia, pero pensó que con ella podrían hablar de todos los inconvenientes sufridos - no podemos mostrarnos ante el gobernador tan sucios ¿no? - dijo Robín no queriendo faltar al respeto a aquel que dirigiera el lugar - creo que él podría preparar un recate para nuestro anciano amigo y su posada y cuidar de ellos en espera de que llegue su protector. Asimismo, fácilmente podrá sanar adecuadamente a la pequeña... - ¿el correo debían entregarlo en mano o tal vez a la guardia del lugar? Sentía que no ofrecer tan esperado correo en mano y pronto, era como hacer un trabajo a medias, después de todo, ellos habían sido escogidos como carteros, y no sabía si era correcto que unos terceros hicieran lo que se les había pedido a ellos mismos.

- ¿deberíamos también reposar un día? En la academia nos decían que era importante partir fresco de cada ciudad que se visitara, puesto que de no hacerlo o no poder, podía poner en peligro toda una misión que bien podría llevarse a cabo sin inconvenientes con el transcurso de 24 horas.

Recorba bien las enseñanzas de las barracas en las que entrenaban - Lo más importante en una misión nunca es la misión muchachos, si no que los ratones responsables de ellas lleguen a salvo para cumplirlas - aquellas palabras un poco confusas tenían más lógica desde la caída de Barón.

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06/12/2017, 11:54
Dain

-Seguramente sí podamos quedarnos un día. Nos conviene, tras todo lo pasado, recuperar fuerzas, energías y repuestos de cosas. Quizás podamos comprar algo de medicina y comida, y también cambiar monedas en cobres para Sprucetuck, sin olvidarnos de nuestros eventuales pupilos que tan valientes han sido.

Mientras lo decía, Dain sonrió a los hermanos. Habían demostrado una entereza envidiable, pese a todo lo malo que les sucedió. Talin merecía las medicinas necesarias, y estaba seguro que apelando a la recta conciencia de los gobernantes de Elmoss la conseguirían.

Su misión estaba hecha en la parte más difícil, traer el correo. Dain estaba animado por poder conseguirlo todo. Aún así, notaba resquemor por la pérdida de Baron, pero era algo inevitable pensar que ahora serían tres de nuevo.

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06/12/2017, 19:50
Robin

Mientras caminaban el joven ratón miraba a ambos lados, por si viere una posada en la que asearse un poco, ya fuera el gobernador o el pueblo, no merecían recibir el hedor a serpiente, o recibir unas cartas con restos de sangre seca.

Cuando entre las multitudes vislumbró el cartel de madera cuidada y bien tallada de una posada, sujetó las capas de sus compañeros dando un suave tirón, seguro que los pequeños también agradecían abrigarse un poco bajo techo, y allí podrían dejar descansar a la débil ratoncita.

Les señaló la posada sonríendo por su hayazgo, entre tanta gente era complicado incluso ver los altos letreros, y dadas las circumstancias, mostrarse adecuadamente también era necesario.

- Tiradas (1)

Motivo: Recursos (ob.1) Posada

Tirada: 4d6

Dificultad: 4+

Resultado: 2, 1, 4, 1 (Suma: 8)

Exitos: 1

Notas de juego

Ya me tomo las confianzas de hacer la tirada obvia XDDD

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08/12/2017, 21:15
Quentin

Quentin se dejó arropar por la algarabía de una gran ciudad ratonil, cerrando los ojos durante apenas unos segundos para que las voces y olores familiares de la sociedad le inundaran. El Guardia había nacido para vestir su capa y enfrentarse al mundo exterior, de eso no cabía duda, pero también era un científico. Y sólo en una gran ciudad un científico podía desarrollarse plenamente.

- Buena idea, Robin - dijo, asintiendo firmemente - Tomad un buen baño en la posada mientras me quedo al cuidado de los pequeños. Luego Dain puede ir a pedir audiencia mientras nosotros repartimos el correo en la plaza central. 

Sabía lo que vendría entonces: lágrimas de alegría, numerosos rostros expectantes observándoles mientras recitaban sus nombres a medida que sacaban cartas de la saca, preguntas sobre el estado de los caminos... Sería mejor si se mostraban al pueblo con su mejor cara.

- Los pequeños pueden quedarse descansando en la habitación mientras nosotros hacemos las tareas. Hablaré con el dueño.

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08/12/2017, 21:47
Robin

Con calma se acercaron a la posada, solo poner su primera patita en ella notó la calidez de la chimenea, las paredes arropaban su pelaje y permitían que la frialdad se evaporara con lenta pero agradable naturalidad.

Se moría de ganas de tomar un baño y limpiar su pelaje, las cubas de baño esperaba que fueran fáciles de calentar y la leña desprendiera un agradable aroma. Quizás más que querer ese baño, lo necesitaba.

Notas de juego

Me he puesto el éxito en recursos de ver la taberna.

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08/12/2017, 23:16
Director

Música

Los guardianes erais muchas veces admirados y seguidos durante vuestra estancia en las ciudades. Pero al entrar en esta posada las miradas son en la mayoría de casos de indiferencia, incluso otras son de desprecio.

Os dais cuenta de que habéis entrado en el local donde se reune la peor calaña del lugar. Pero nada os hace pensar que sea demasiado como para daros la vuelta y después de lo que habéis pasado, agotados del largo viaje, esto os parece sólo un contratiempo menor...

El lugar no es precisamente el más confortable en el que habéis pasado la noche, pero tiene lo que necesitáis para recuperaros. La suciedad no se acumula en exceso gracias al trabajo de una ratona, ya entrada en años, que no para de barrer ni para miraros.

En una de las mesas veis a unos sucios obreros mascullando en voz baja. En otra a un borracho dando gritos sobre algo relacionado con los altos gravamenes que le estaban dejando en la ruina. Más allá, en una esquina a cuatro ratones jugando a las cartas...

Al acercaros a la barra, veis la cara del posadero. No parece muy contento con vuestra visita...

- No quiero lios guardianes. Si vienen a llevarse a alguien, aprésenlo fuera, en la calle. Si montan una bronca correrán con los gastos de lo que destrocen...

Al oir sus palabras, estaba claro que de ahí se habian llevado preso a más de uno en los últimos tiempos...

La tensión comienza a intensificarse cuando, de reojo, veis como uno de los ratones se os queda mirando desde su mesa. Este le dice algo a un segundo que se gira y al veros, se levanta de su silla y se marcha por la puerta...

Bueno ¿van a tomar algo o se van a quedar ahí plantados?

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09/12/2017, 01:56
Robin

- esto... Disculpadme buen señor, solo buscábamos donde hospedarnos, no me gusta demasiado el olor de la sangre de serpiente, y me gustaría quitarla de mi pelaje antes de visitar la plaza de vuestra bella ciudad - simple y directo, el joven zarpa tierna no creía que el ser guardias fuera un inconveniente, incluso se giró a saludar a quienes les miraban - disculpen las molestias buena gente, será un honor para mi dedicarles tiempo si lo desean al anochecer, pero ahora me gustaría disponer de un aspecto que no les incomode, perdonen si este tono rojizo es molesto, si luego van a la plaza puede que tengamos alguna carta para ustedes.

Robín no pensaba que la gente fuera mala sin motivo, e incluso un maleante, podía ser un agradable ratón que actuaba erróneamente por motivos mayores.

Dejó que sus compañeros terminaran de ultimar los trámites para el hospedaje mientras él se acercó a los obreros con una gran sonrisa y los ojos llenos de admiración - esto... Ho-hola, me parece que han debido hacer un trabajo magnífico - se agachó al lado de su mesa para disponer su cabeza al nivel de la mesa para ver los rostros de los obreros desde un nivel inferior - desde esta altura me recuerdan a los increíbles herreros y alfareros de quienes he aprendido algunas técnicas básicas, ¿son ustedes picapedreros? ¿Constructores? Si cuando obtenga mi capa soy la mitad de buen guardia que ustedes en su oficio, estoy seguro que sabré ayudarles cuando haga falta.

Para el pequeño, la guardia debía saber apreciar a todo ratón existente, incluso si ellos carecían de dicho respeto hacia la guardia, y sin duda el joven zarpa tierna amaba escuchar lo que sus mayores podían sabiamente compartir con él, conectar con todo el mundo siempre le parecía agradable, y su siseante cola un poco nerviosa por ver a tanta gente nueva lo demostraba.

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09/12/2017, 09:23
Dain

El buen carácter de Robin era admirable, pero Dain entró en la posada con un poco más de cuidado. Dejó hablar al muchacho, observando a quienes los rodeaban.

Quizás exageraba, pero nunca se sabe. Han sobrevivido mucho más ratones precavidos que ratones confiados.

-Necesitamos habitaciones. Pagaremos por ellas, por supuesto -añadió como colofón a las palabras de Robin-. Venimos de lejos, y sólo queremos descansar. También algo de beber y comer, por favor.

Realmente esperaba el momento en que todo el mundo volviese a sus asuntos y dejasen de ser el centro de atención, pero estaba claro que las novedades eran pocas en la ciudad, y eso iba a tardar en suceder.

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09/12/2017, 12:14
Quentin

A lo largo de su vida se había hospedado en sitios peores. Y sin embargo, la verdad era que Quentin hacía tiempo que no se sentía tan despreciado en el seno de una ciudad ratonil como en aquella taberna. Entrecerró los ojos y agitó los bigotes al escuchar las palabras del dueño del local y dejó que fuera su joven aprendiz y Dain quienes tomaran la palabra. Él ya tenía más que suficiente con llevar la carretilla donde la pequeña ratoncita luchaba por mantenerse despierta mientras sus hermanos le rodeaban como un enjambre.

- No os alejéis - les dijo en voz baja. No quería dar ninguna excusa a nadie para que se montara una trifulca.

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11/12/2017, 01:06
Director

Al sacar Robin la bolsa de dinero, resuena su contenido, cambiando ahora sí, la cara del posadero. Lentamente su semblante pasa del descontento a la cordialidad. Los clientes que pagaban y además por adelantado, sí parecían ser escasos en ese antro. Por lo que el trato para los primeros debía ser el adecuado y no tardó en demostrarlo.

- Disculpenme señores, pero ya ha habido varias peleas y quiero mantener mis muebles en pie al menos hasta el final del verano. Echando un vistazo por la sala os dais cuenta de que la mitad del mobiliario es nuevo y la otra mitad está destrozado, pero no precisamente por el desgaste de los años. Algo os decía que por estos lares el "deporte rey" era "destrozar silla en espalda ajena". Finalmente el dueño del lugar llama a la ratona que barría afanosamente. - Instala a los guardianes en la habitación de arriba.

- Acompañadme. Os pide ella con amabilidad. La mujer parecía ser mucho más apropiada para ese tipo de servicio.

Dain y Quentin, acompañados de los pequeños, suben un par de plantas. Mientras, Robin rodeado de fornidos obreros, se entretiene oyendo batallitas. Al principio sólo un par de ellos se animan a abrirse al joven. Pero tras un par de rondas de cerveza, todos sueltan la lengua. Unos le hablan de lo caro que está todo desde la guerra, que si los impuestos son abusivos, que si empieza a haber escasez de comida, que si las bandas tienen acojonada a la gente...   

El resto sube a la sala abuhardillada. Era amplia como para caber todos, pero con unos techos cómodos sólo para los pequeños. Vosotros tres tenéis que ir agachando la cabeza para avanzar sin daros un coscorrón. Cuatro camas individuales para cuatro guardianes, que era lo habitual y una tina al fondo. 

- Podéis bañaros en la tina. Os traeré agua caliente y jabón. A la pequeña... dice echandoos un vistazo por encima a todos, me la llevaré yo para dejarla en condiciones. - Creo que podría prestarte un vestido de mi hija de cuando tenía tu edad... está gastando y quizá te quede ancho, pues estás en los huesos chiquilla. Pero mejor que esos harapos... dice miraándoos sin saber bien si juzgaros o agradeceros que la hayáis sacado de donde fuera que la pobre estuviera pasando esas faltas.

Al darse cuenta de que los demás habéis subido, Robin corre escaleras arriba, temiendo quizá haber perdido su turno en el baño. Otra vez será... 

Notas de juego

Decidme si vais a hacer algo antes de la cena. La hora ideal para repartir el correo es o por la mañana pronto o al ocaso. Pues en ambas ocasiones todo el mundo está dentro de las puertas de la ciudad. Por el día muchos trabajan fuera de los muros y sería difícil entregar todo el correo y por la noche la gente está en sus casas cenando y durmiendo después.

Decidme también si dejáis las 3 sacas restantes en vuestra habitación o no. La carreta obviamente no la podéis subir arriba, ha de quedarse fuera ya sea en la entrada o en algún patio trasero (o similar) de la posada.  

Por lo demás si queréis algo preguntadme y os digo la Ob. de Círculos o Recursos (si no está en la lista que os puse). Por cierto, Robin ha gastado su acción gratuita de buscar. El resto sabed que podéis usar dados extra de Ayuda  (Cosa que no hizo Robin. +1 o +2, depende de cuantos le ayudéis y acompañéis). Podréis hacer más pruebas de buscar gastando Marcas, aparte de la gratuita.