Partida Rol por web

- El camino a seguir de momento está claro, hacia el oeste, hay una ilusión que nos hace ver una pared, pero el espectro me dice que la ignoremos y sigamos adelante. Los objetos están allí, aunque no sé si habrá alguna sorpresa más por el camino.

Mirando alrededor buscando lo que pueda haber hasta el lugar, me cuesta ver otra cosa que no sea la pared, que haya otra estancia tras ella me cuesta creerlo, pero necesitamos lo que nos depare esta búsqueda.

Mientras los líderes piensan que hacer, tomáis posición en la sala, mientras Atrus ilumina el lugar.

Fulgur escuchó con atención las palabras del guardia.

-Mmh... ¿Una puerta secreta eh? Me parece hasta normal. Espero que eso de la pared invisible no sea una trampa porque si no, ya te puedes ir despidiendo de ese espíritu... Creo que sería mejor que Atrus investigara primero esa pared por si hay trampas, no me fío del todo.

Luego se dirigió al grupo:

-¡Atención con esa abertura norte, es una buena posición para emboscar con arcos! No me gusta para nada esta sala... Demasiado abierta y demasiada peste a podrido. ¡Formación defensiva, vamos!

-Así que una pared ilusoria...

El truco parecía ingenioso, pero como decían mis camaradas, bien podría tratarse de una trampa.

-Ya oyeron -le dije a mis milicianos- Estén preparados. Hasta que Atrus vuelva y nos de el informe de la habitación, todos alerta.

Para quien se acerque a la pared indicada por Alfonso que realice una tirada de salvación voluntad dif 16, si se supera se ve que es un muro ilusorio si se falla a todos los sentidos delante hay una pared dura como una roca.

Doflar se acercó a la pared que indicaban, al supuesto muro ilusorio, manteniendose a la defensiva como había ordenado su Capitán-Comisario, caminando por detrás de su defensor y guardia al cargo, el paladín Joseph, el cual miraba izquierda y derecha vigilando el entorno pero prestando especial atención a la salida que Fulgur había mencionado. Dado que era un asunto mágico, él era de los más preparados para solventarlo, al menos en teoría, así que se ofreció voluntario para ayudar a Atrus en la tarea. Además, si saltaba alguna trampa, confiaba en sus reflejos para salir del paso. - Glups...espero - pensó mientras realmente tragaba saliva a la par del pensamiento.

Antes de llegar, cogió una piedra del suelo y razonó... - Si es un muro ilusorio, lo será para mí, pero no para ésta piedra. - y lanzó la piedra hacia el muro, esperando verla desaparecer.*

La piedra cruzó el aire y cuando parecía que iba a golpear la pared, Doflar vio como la atravesaba y caía al otro lado, justo en medio de un pasillo hasta ahora oculto. Se acercó con mucho cuidado y atravesó la pared con la mano, para mostrar al resto que allí no había nada. - ¡Es cierto, aquí no hay nada, sólo lo que parece un pasillo... - dijo mientras la ilusión se iba desvaneciendo ante sus ojos y el se esforzaba por ver lo que había al otro lado.

Se cuidó mucho de internarse en el pasillo, esperando que Atrus lo revisara y diera paso libre sin trampas.

Mis ojos intentaron ver lo que había más allá de la pared, pero era en vano.

-Mmm... no sé... se ve muy real... ¿Alfonso, estás seguro de que esa pared no existe? 

Miro como Doflar se acerca casi confiado a la pared, sus hombres lo ven con más preocupación.
Mis piernas flojean ligeramente al acercarme a la pared, la veo tan real que no puedo creer que sea una ilusión, pero el paladín me lo ha indicado y debe ser verdad.

Escucho murmullos de lo que puede ser, lo que podemos hacer y de pies arrastrándose sobre el suelo, miro para abajo y descubro que son los mios, a pesar de saber que es ilusoria la pared, mi mente no me deja cruzarla, no quiere un golpe contra el muro, maldición tan cerca de cumplir con la tarea del paladín y tan lejos.

- Si Fonkin es un muro falso. Mis palabras no suenan muy convincentes al ver que tampoco mi cuerpo responde para atravesarlo, con lo que hemos pasado y no puedo ser capaz de adentrarme por el pasillo.

Parecía muy fácil pensar "Oh, es una simple pared falsa. Solo hay que atravesarla", pero la realidad estaba siendo muy diferente. Solo Doflar había conseguido cruzar la pared. Ni el propio Alfonso lo había conseguido. La creencia de que una pared ilusoria era como cruzar una cortina se estaba desvaneciendo como una ilusión. ¿Será más fácil para los versados en la magia?, pensó Fulgur. Quizás los que lanzaban conjuros tenían más afinidad con la magia relacionada con las ilusiones. No quería pensar que un muro podría con él pero cuando se acercó a la pared, algo en su cabeza le decía que aquello no era normal. Era imposible.

-Malditas ilusiones... -se decía el comisario mientras se daba palmadas en su rostro, intentando concentrarse para cruzar.

Bráedam vio como Doflar atravesaba aquel muro ilusorio que ella veía con claridad, cruzando a través de él, girándose le indicó al resto de sus compañeros que cerraran sus ojos y siguieran sus pasos en caso de que no vieran la ilusión. Conocía el poder de la magia y como esta actuaba en las mentes de los mortales. Vamos compañeros! Cerrad los ojos y seguidme!

Atrus siguió las órdenes de Fulgur y se fue acercando a la pared norte, para buscar posibles trampas en su paso. Lo de la pared ilusoria le parecía de lo más extraño. ¡Si ahí había roca sólida! Casi le grita para advertirle de que no era una ilusión... y éste desapareció tras ella.

Allí, y sólo en ese momento, percibió que había algo raro. Se acercó hasta ella, y con cautela, como si estuviera por tocar algo caliente, hizo pasar la mano. Cuando no se encontró con ningún obstáculo, su respiración se hizo más tranquila, ya que había contenido el aire.

Cruzó, y comenzó a revisar el suelo, las paredes, y observar el techo del pasillo...

Atrus, Bráedam y Fonkin atraviesan la pared, dando a los demás la posibilidad de volver a intentar descreer el ilusorio muro.

Aquellos que lo atravesáis entráis en un pasillo estrecho, donde solo cabe uno de vosotros, lo que os obligará a ir en fila trasga ( así se llama vulgarmente cuando hay que ir de uno en uno ), ninguna luz delata vida más adelante, pero notáis enseguida que este lugar ha sido sacralizado, bendecido por los dioses del bien, ya que Atrus se encuentra incómodo, como si miles de hormigas recorriesen su cuerpo.

Fulgur vio ante su atónito cómo dos de sus guardias e incluso Atrus pasaban como si nada a través de la pared ilusoria. Apenas podía articular palabra ante aquél hecho. Aún no acababa de comprender la naturaleza de aquél fenómeno pero no daría por vencido. Siempre podría pedir a alguien que lo arrastrara dentro a la fuerza. Se concentró de nuevo, conjurando las imágenes de los demás cruzando el velo y con estas nuevas fuerzas, su cuerpo pasó a través de la pared. Se apresuró a seguir a los demás.

Por mucho que sus compañeros fuesen pasando, Gardian no las tenía todas consigo. Aquel muro parecía realmente sólido. Incluso podía ver los pequeños reflejos provocados por la humedad en su rugosa superficie e incluso escuchar el rebotar de sus voces en la pared rocosa... ¿Tan perfectas eran acaso la ilusiones?

Al acercarse cuidadosamente, extendió su mano y pudo notar perfectamente las irregularidades de la roca llenando su mano.

-Comisario Fulgur... Estoy notando perfectamente la pared...¿No será más que la pared es mágica y decide de algún modo a quién deja pasar y a quién no?- preguntó con la voz cargada de incertidumbre

La ilusión del muro, pues eso dicen que es, una ilusión nos mantiene retenidos por unos segundos al otro lado. Ahora bien con la suficiente voluntad, el muro no deja de ser una mera patraña para mantener a las mentes débiles lejos de tesoros u reliquias, si Alfonso tenía razón al otro lado se encontraban los restos del paladín fantasmal que lo acompañaba. Cruzo el falso muro y nada mas hacerlo, siento el picazón de los dioses del bien y como mi dios retira un poco su presencia.

- Mira que bien, esta sacralizado ... sonrío con media sonrisa ... Esta claro Atrus que aquí no somos bienvenidos. 

Al ver como Doflar y Braedam atravesaban la pared como si fuera de agua, me sentí más confiado.

-De acuerdo -dije cerrando mis ojos como recomendó Braedam- Si es como dices, no puede engañarme si no la veo. Así que aquí voy.

Caminé y caminé hasta que mi intuición me dijo que ya había recorrido más distancia que la que me separaba del dudoso muro. Entonces abrí los ojos denuevo y allí estaba, en una habitación que no había visto antes. El aire se sentía limpio y puro, como si nada malo pudiera pasarte allí. Los comentarios de Ashrac confirmaron mis sospechas. Sólo los sacerdotes del bien podían crear semejante atmósfera de paz y armonía.

Al ver pasar a varios de sus compañeros, se encogió de hombros y pasó al otro lado, siguiendo al resto.

Había esperado que Atrus inspeccionara primero el lugar por si habían trampas, pero ahora ya daba lo mismo. Una vez en el otro lado de la ilusión y mientras el resto de sus compañeros intentaban sobreponerse a la ilusión para poder acceder al mismo lugar que el resto, sintió el poder de los dioses del bien y se dejó bañar por aquella agradable sensación que le recorría la piel.

Al saber que estaban en lugar protegido, su mente empezó a intentar imaginar qué maravillas iban a encontrar guiados por el espíritu del paladín....

No podía pasar y miraba con perplejidad como otros compañeros lo hacían como si nada, mi cabeza tenía contradicciones enormes entre lo que veía y lo que creía.
Si algunos compañeros lo hacían, tenía que cruzar con ellos. Lo intenté otra vez pero aunque menos reacio que antes, seguía sin poder cruzar al otro lado.

Maldita sea, no podemos quedarnos a este lado.

[B]-Evidentemente es una ilusión. No tengan mucha fe en lo que ven o serán engañados.- [B]
Era fácil descreer una ilusión para un mago que trae los ojos carentes de fe y muy cansados.

El lugar no parecía ser un templo, una tumba sacra. Este lugar podía evitar que seamos poseídos y reduciría la probabilidad de que una criatura maligna nos ataque.

Otro más que cruzaba, el mago se adentraba en la pared como quien atraviesa una fina capa de lluvia, era inconcebible que no pudiese cruzar. Lo intento nuevamente sólo para ser detenido por un golpe contra la pared, sin duda que no era esta la tarea para mí. -Maldita sea, esta pared es un quebradero de cabeza importante.