Partida Rol por web

El tiempo había pasado muy lentamente con la oscuridad cerniéndose sobre mí, con todos los ruidos que parecen enemigos al acecho sin poder distinguir bien de qué lado provenían, casi paranoico ante el menor sonido espero con la espada en la mano y el escudo protegiendo el cuerpo.

Afortunadamente la oscuridad se disipa dejándonos casi como antes ya que sin mucho tiempo para asegurarme que estoy de una pieza escucho los sonidos de otra parte del túnel y las alarmas de los compañeros, mis ojos ven lo bien que pudieran ver en una situación semejante, no mucho, pero aun así hay que ayudar en lo que se pueda, me acerco junto al mago que es la persona más cercana para ayudar en la lucha.
-Voy en vuestra ayuda compañeros.

Las criaturas se lanzan contra nosotros, sus patas se agarran a la armadura y siento como el pico atraviesa la carne, la sangre empieza a manar. Estiro la mano e intento soltar a la criatura de mi cuerpo por pura fuerza, la criatura empieza a retorcerse, apenas la he atrapado cuando se suelta de mi y sigue en su alimentación. 

- Quita, pérfida alimaña.  

Atrus lanzó una daga a la Stirge que se le había prendido a Dark. Cortó la cabeza por completo y ésta cayó al suelo en estertores. Rápidamente y haciendo un giro para posicionarse, desenvainó el estoque. Con un giro de muñeca aprovechó el envión para clavar su hoja en el costado de otra estirge que se encontraba junto a él. Ésta también cayó, sin fuerza para agarrarse de su presa.

Espada larga +1 emisora de luz ( al desenfundar la espada esta luce como si de un conjuro de luz se tratase, radio de 20 pies de luz brillante y otros 20 pies de luz en penumbra )

El cuerpo de las criaturas comienza a hincharse a diferente ritmo de succión, conforme la sangre de nuestros héroes pasa al cuerpo de las stirges, absorbiendo la constitución y su vida lentamente.

Cuando desenfundé mi espada larga, esta comenzó a brillar como si fuese una antorcha.

-¡Guau! ¡Esta espada es genial!

Desafortunadamente, mi ataque sólo le hizo un rasguño. Mejor suerte para la próxima vez.

Siento como si el suelo se reblandeciera a mis pies, pero también podía ser cosa de la criatura que se hinchaba al alimentarse de mi. Esta vez agarro bien a la alimaña y de un tirón consigo separarla de mi.

- Quita mosquito ... Digo mientras doy un paso hacia atrás, esperaba que mis compañeros pudiesen eliminarla ahora que estaba suelta. 

El atontamiento no me deja actuar, así que pienso en pegar a la criatura, pero no logro mandar sobre mi cuerpo.

El comisario notó en sus carnes cómo su fortaleza menguaba a cada absorción del mosquito gigante. Todo lo que logró fue darle un pequeño rasguño mientras seguía removiéndose sin éxito.

Doflar lanzó a su halcón hacia la stirge que caía en picado hacia él, pero con un movimiento rápido, la criatura esquivó a su halcón y le atrapó entre sus garras. Doflar no comprendía cómo podía haber fallado, pero el dolor en su hombro al clavarse el pico de aquel ser fue horrible, aunque no menos horrible que la sensación de estar siendo devorado en vida.

Pudo ver como el pico, semitransparente, se ponía rojo conforme su sangre subía por el interior, y como sus fuerzas poco a poco le iban fallando. - ¡So....SOCORROOOO! ¡ME ESTÁ COMIENDO VIVO! - gritó, aterrado mientras su vista comenzaba a desenfocarse. Tenía las manos atrapadas, no podía moverse, y si ya era pequeño y débil, encima él no estaba hecho para la lucha cuerpo a cuerpo. Sus patéticos intentos por liberarse casi hicieron que el pico de la criatura se introdujera más en él.

Ésto era lo peor que le podía haber sucedido a Doflar. Estaba totalmente indefenso. Iba a morir.

Su halcón, chispeando en el aire con el poder eléctrico entre las garras, miraba hacia su amo sin poder hacer nada, pues necesitaba de sus instrucciones para canalizar el conjuro.*

Mientras intentaba ayudar al comisario, Doflar comenzó a pedir auxilio. Parecía estar en peores condiciones que el resto.

-!Aguanta, amigo, trataremos de liberarlos a todos!

Avanzo hasta Gardian al tiempo que la espada describe un arco de abajo hacia arriba para tratar de partir a ese bicho y que suelte a nuestro capitán que está como petrificado. El movimiento es armónico y la espada sube junto al cuerpo de Gardian alcanzando al bicho que aunque la profundidad que ha conseguido la espada ha sido considerable, nunca se puede estar seguro.

Atrus mata con una daga a la Stirge de Darck y luego con su estoque la stirge de Gardian. Ashrac se libera de su Stirge, Alfonso mata a la Stirge de Doflar matándola en el acto. Ahora solo quedan 3. Dos libres y una agarrada a Fulgur.

Fulgur igual dificultad presa 31

Apresados: Un personaje apresado no puede moverse, lanzar un conjuro, disparar un proyectil o emprender cualquier acción más compleja que atacar desarmado, con un arma ligera o intentar liberarse del oponente. Además los personajes apresados no amenazan área alguna ni gozan de bonificadores a la CA por Destreza ante los contrincantes que no están en supresa.

Asalto 3

Alfonso 22

Stirges 21

Gardian 20

Fulgur 15

Atrus 13

Fonkin y Bráedam 9

Ashrac 7

Darck 4

Afortunadamente, Alfonso se había encargado de ayudar a Doflar. Entonces pude concentrarme en terminar mi tarea inicial.

-¡Ya muérete de una vez! -le dije a la sabandija mientras descargaba otro golpe con mi espada

No podía dejar que la stirge que hacía poco se había estado alimentando de mi, se fuese de rositas como si nada, alzo la maza e intento golpear a la alimaña voladora. 

- Aparte de sangre, lleva un poco de hierro. 

Atrus le lanzó una estocada a la stirge que se le había prendido inexorablemente al Comisario. Ya quedaban pocas, pero no había que confiarse. Lanzó una estocada profunda adelantando su pierna derecha y extendiendo el brazo del mismo lado. El estoque traspasó al bicho, que tuvo que soltarse para intentar salir, pero el inquisidor corrió la hoja de costado, y lanzó al bicho al suelo, pisándole la cabeza.

-¿Está bien, Comisario?- preguntó Atrus mirando la sangre que había expulsado la criatura... y que no era toda de ella.

La Stirge absorbe más sangre del comisario, hasta que su cuerpo se hincha hasta alcanzar el doble de tamaño, ahora tienen un color rojizo por la sangre absorbida, ya saciado se desprende del comisario y hecha a volar hacia lo alto del muro, dando un ataque de oportunidad al sorprendido y exhausto Fulgur. Las otras dos Stirges, en el suelo debido a sus heridas, se abalanzan sobre las piernas de Ashrac y Fonkin, agarrandose una de ellas a Ashrac y clavando su probóscide de nuevo en su cuerpo. La otra trata de agarrase al cuerpo del bardo, pero este se destraba facilmente, tras ello clava su espada ligeramente en el cuerpo del insecto y al estar muy malherido, cae inherte al suelo. Atrus atraviesa con su estoque el cuerpo del mosquito por la cabeza, matándolo en el acto.

Solo queda uno, el que está agarrado al cuerpo de Ashrac.

Me acerco al inquisidor y ahora que estoy libre del insecto que se agarraba a mí, le doy una estocada al bicho que se agarra a su cuerpo. Limpiamente lo corto en dos, cayendo al suelo como si de un pequeño saco roto se tratase.

- "  Maldita sea ¿ que coño ha sido eso ?, unos malditos insectos nos han debilitado en un momento, ¡ guardias, eso no puede volver a pasar ! " - digo con voz seria, al ver a Darck, al comisario y a mí mismo, como parecemos más pálidos, más débiles. Esa rápida extracción de sangre nos ha dejado sin fuerzas.

- " Comisario ¿que hacemos, investigamos el otro lado del muro, atravesamos el muro invisible ? Usted dirá " - Digo mientras enfundo mi espadón, recojo mi ballesta y comienzo a cargarla de nuevo.

Fulgur finalmente había logrado defenderse de la stirge que lo atacaba, pero la distracción casi me cuesta caro. Otra intentó aferrarse a mi pierna. Apenas tuve tiempo para defenderme. Gardian se encargó de la que quedaba, y así nada más, el combate había finalizado.

-Eso estuvo cerca- suspiré