Partida Rol por web

Arrodillado sobre el marine caido Brian ejercita su puño izquierdo. La potencia muscular del novato impulsada por los servos de la armadura se combinan en un terrible directo que hace saltar en pedazos el visor de su adversario, salpicando de sangre su puño y el casco. Retira el puño preparado para descargar otro golpe, pero el soldado caido no se mueve.

De pie junto a él, el sargento Connor acribilla por la espalda al cobarde oficial que ahora huye de ellos. Los efectos de la munición de agujas deplegables U-238 son devastadores sobre un cuerpo sin armadura. Las balas atraviesan la carne perforando hasta el lado opuesto y las laceraciones son de tal magnitud que parece que una bestia hubiera afilado sus garras en él. Con espasmos agónicos, cae al suelo para sumarse a los varios cadáveres que la reyerta está dejando en la sala.

Una vez caido el cuerpo del oficial de mando puedes ver una puerta, y por ella están escabulléndose dos de los intrusos que habían apresado los fantasmas, aprovechando la confusión del momento. No llegarán mucho más allá, no saben que se trata del despacho del coronel y que no tiene otra salida.

Abres fuego con ambos lanzallamas contra el guardia. El tipo debe ser muy duro o muy tonto, porque afianza su posición y comienza a dispararte a corta distancia. Notas como tu armadura se ve sometida a la presión de los impactos al tiempo que las llamas se estrellan contra el soldado. El tipo mantiene el dedo en el gatillo inútilmente mientras empieza a gritar. El calor hace sobrecargarse los sistemas de refrigeración de su armadura y la barbacoa que debe haber dentro de esa lata estará lista en unos momentos.

Por el rabillo del ojo mientras terminas de cocinar, ves como los guardias del EScuadrón Alpha que estaban vigilando la parte exterior del pasillo no se han marchado, pues uno de ellos está cubierto contra la pared exterior y parece estar manipulando algo a toda velocidad.

Con un pequeño salto evitas un cadáver del suelo, y deteniéndote en seco permites que la ráfaga de balas de un veterano soldado pase ante ti sin rozarte. Al parecer el veterano disparaba contra un oficial que huía de él, y la munición perforante lo ha hecho trizas sin apenas perder impulso. Agachado a su lado, de rodillas sobre una armadura con el visor reventado y salpicaduras de sangre hay otro con el puño rojo de restos. Los soldados son burdos en sus métodos, pero hay que reconocer que resultan eficaces.

Pasados los escasos segundos en que la ráfaga tarda en pasar ante ti reinicias tu persecución, entrando en la sala justo tras el rehén de G-26749; Coogar cierra la puerta tras vosotros dos sin haberse percatado de que has pasado tras sus dos camaradas.

Herido y sangrando, mostrando el castigo recibido en su rostro, Coogar no pierde el tiempo. Tras haber cerrado la puerta tras sus amigos, se lanza hacia el despacho, buscando algo en el ordenador.

- No os preocupéis, saldremos de este manicomio. Venga nena- apremia al ordenador casi con ternura mientras teclea apresuradamente- muestrame la puerta de atrás de Huge, vamos...

Joel y el otro hombre parecen estar recuperando el aliento, sin saber muy bien que hacer aparte de vigilar la puerta. No parecían esperar encontrarse en una habitación sin salida, pero al menos el técnico parece aliviado de no encontrarse en mitad del tiroteo que continúa tras la puerta cerrada.

El juguete debe ser bastante complejo, pues el guardia continúa manipulandolo todavía un rato más. No sabrá bien de qué se trata, como sería de esperar.
El que se encuentra en el mismo lado de la puerta que tú, parece decidido a ignorarte, con el arma preparada para cubrir a su compañero.

Viendo que no representan una amenaza inmediata para ti, caes en la cuenta de que los pasos que provenían del pasillo por el que llegaste no se dirigen hacia vuestra posición.

Un resplandor y unas lenguas de fuego acarician el umbral devolviendo tu atención a la puerta. El firebat debe estar friendo al guardia confederado que que todavía estaba apostado en la puerta disparándole.

- ¡Joder! ¡Maldita freidora con patas! - digo mientras me quito del umbral de la puerta.

Miro a los guardias y les hago un saludo militar con la mano.

- Señores, ha sido un placer conversar con ustedes y tú, chaval, lee el manual de instrucciones antes de venir con ese trasto a que te den ...

Una nueva llamarada avisa de la presencia cercana del Firebat. Rápidamente recompongo la figura y camino por el pasillo donde no oí los pasos de los marines.

Tras dar un golpe a la armadura del marine muerto me giro hacia el sargento Connor.

-Eh, jefe, sargento ¿que cojones hacemos ahora?

Las caras familiares son las que estoy decidido a seguir. Aun mantengo en mi cuerpo los retazos de a operación y la colocación de la armadura, asi que me ceñiré a lo que ya conozco, sea seguro o sea un suicidio, me da igual.

Te pillé... Mucho parece saber de estas instalaciones...

Piensa, despacio e incluso con voz baja en su mente, igual que se mueve lentamente aprovechando los estruendos que se oyen en la sala adyacente para camuflar aún mas su sigilo innato. Se desplaza como una mantera en la noche, seductora, letal e invisible, hacia Coogar lo justo para tenerle a un par de metros y sus dos compinches estén en su campo visual.

Veamos que me descubres y luego, sólo tal vez, te capture a tí... Los otros dos son prescindibles.

Me dirijo rápidamente hacia uno de los guardias del escuadrón Alpha que se encuentra, silenciosamente para no crear alertas, manipulando algo sospechoso. Éste parece encontrarse tan inmeerso en sus labores que me da la impresión de que es ajeno a mi presencia.

- ¿Perdona puedo ayudarte? -le digo apuntándole a la cabeza con uno de los lanzallamas en actitud amenazante, mientras me cubro la retaguardia con el otro lanzallamas. 

Observo al soldado Brian y su mueca furiosa mientras acaba con el rebelde. Sin duda es de los buenos, y encaja perfectamente en el equipo que estamos dispuestos a formar, ahora más que nunca. Me recoloco el fusil al hombro y mi rostro salpicado de sangre se turba al ver que no queda nadie en la sala.

- Pues deberíamos salir de aquí, para empezar. Dónde coño está el resto ? Abrid bien los ojos muchachos, recordad que había una jodida fantasma a la que seguramente le guste gastar "bromitas".

Así que eso, Connor sale al exterior a ver qué diablos está pasando en la base.

Me levanto de mi posición y recojo mi arma dispuesto a seguir al Sargento Connor.

-¿Donde cojones estan los fantasmas?

Miro de un lado a otro intentando encontrar algo que me muestre su posición, pero no es lo mio asi que me contento con estar alerta y con mi arma dispuesta para responder a cualquier ataque lejano o cercano.

Justo en el medio de un jodido motin me he ido a meter...jaja, buena surte la mia.

Sonrio desde el interior de mi blindaje.

-¿Alguien tiene un puro por ahi? El aire no esta muy contaminado aquí dentro jaja.

Es la primera vez en los ultimos dias que he tenido una muestra de libertad verdadera, siento que no me llevaran otra vez a la jaula, almenos hasta que se solucionen las cosas y eso me da animos.

Con cara de incredulidad ante lo que estaba ocurriendo, Connor saca un puro bien pulido de una cartuchera y se lo tiende al bravo soldado con una mueca de pocos amigos (la del avatar xDD).

- Tu nombre, soldado ?

Antes de que puediera responderle, Connor advierte a otro soldado, al parecer de los que estaban formando el grupo, amenazar con sus fuegos celestiales a un moribundo tirado a sus pies. Sin prisa pero con decisión, se acerca a este pidiendo explicaciones.

- Qué le ocurre soldado? Explíquese

La acción se traslada al umbral de la compuerta ahora abierta, mientras prosigue el combate cerrado entre los pocos supervivientes de la veloz masacre en que ha degenerado el motín.

Según te lanzas a la carrera en dirección al pasillo que se abre frente a ti, suena por fin un chasquido bastante particular y el artilugio que el Alpha sostiene entre manos empieza a hacer bip-bip mientras varias lucecitas empiezan a parpadear siguiendo la estela de sus circuitos.

- ¿Perdona puedo ayudarte?- Son las pocas palabras que según cruzas la puerta frente al soldado del juguete escuchas antes de notar una ráfaga de tremendo calor.

La acción se traslada al umbral de la compuerta ahora abierta, mientras prosigue el combate cerrado entre los pocos supervivientes de la veloz masacre en que ha degenerado el motín.

Al cruzar dicho umbral y dirigirte al guardia Alpha, ves que tiene una especie de granada hipertecnológica entre las manos. Y acaba de empezar a hacer bip-bip mientras unas lucecitas recorren cada vez más deprisa sus circuitos internos tras la fibra transparente central contenida por dos semicúpulas metálicas que la conforman. Ante la situación de peligro, con tu lanzallamas izquierdo arrojas fuego líquido sobre el desprevenido guardia.

Te distrae de tu entretenimiento el piloto que debía llevaros durante vuestra misión, el cuál aparece súbitamente por tu derecha corriendo en dirección al pasillo que en estos momentos estás inundando de llamas.

La acción se traslada al umbral de la compuerta ahora abierta, mientras prosigue el combate cerrado entre los pocos supervivientes de la veloz masacre en que ha degenerado el motín.

De los fantasmas no percibís ni rastro, pero solo hay dos lugares por los que puedan haber abandonado la sala, si es que lo han hecho. Una lleva al despacho del coronel Huge, la otra es la puerta en donde el firebat la está liando bien. Dejando atrás dos cadáveres incinerados a su izquierda y a otro marine de rodillas envuelto en llamas a su derecha, el tipo la acaba de emprender con el lateral izquierdo de la salida. Quien esté ahí, ya puede ir espabilando.

Y entonces, veis lo increible: el piloto que iba a transportaros en la misión se ha lanzado a toda correr desde el lateral opuesto contra el muro de llamas que acaba de brotar del soldado de asalto pesado.

- ¡Ahí estás!- exclama Coogar confiado mientras observas sus acciones.

La pantalla muestra un protocolo que solo has visto en enormes salas con turbinas de generación de kristalis pulido. El suelo comienza a emitir destellos en cuestión de centésimas de segundos.

Un latido y ves en una pantalla de adquisición de sujetos a vista de pájaro, que inmediatamente identificas como una visión cenital de esta sala con los tres sujetos presentes en ella y el escaso mobiliario que contiene. Un segundo latido y CUATRO recuadros aparecen desde los bordes de la pantalla y empezando a parpadear febrilmente. En el tercer latido giras la cabeza preparando un golpe, ya que por el rabillo del ojo ves como Coogar alzando las cejas con sorpresa ha comprendido el significado del cuarto recuadro.

Un cuarto latido de la habitación os disuelve en un estallido de luz que surge de las paredes dejando el cuarto vacío, tal y como estaba antes de entrar vosotros.

- ¡Ahí estás!- exclama Coogar confiado desde detrás del monitor de Huge-

Levantáis la vista hacia él. Un latido de corazón y notáis algo extraño en la sala. El suelo comienza a emitir destellos.

Un segundo más tarde y con un latido de energía proviniente del cuarto os disolvéis en un estallido de luz que surge de las paredes dejando el cuarto vacío, tal y como estaba antes de entrar vosotros.