Partida Rol por web

Tras la falsa alarma del nervioso soldado os disteis cuenta de que ya había pasado vuestro turno de guardia cuando Hans avanzó con Albert, Valahuir y otro miliciano para hacer el cambio. Ahora podríais conciliar el sueño tranquilamente, pues esperaba un día de marcha forzada el siguiente.

Hans os asigna las posiciones y os detalla que os mantengais atentos, cualquier fallo podría ser mortal y los hombres bestia del bosque son muy astutos. Hace mucho frío, pero lo soportais pues es más inquietante la idea de terminar bajo la pezuña de uno de esos monstruos. Los sonidos de la noche os alertan, pero ninguno parece estar mas allá de lo normal...

El llanto de un niño rompe el silencio sepulcral de la oscuridad. Parece provenir de la carreta donde van los huérfanos.

Rápìdamente, desenvaino la daga y me dirijo corriendo hacia el carro de los huérfanos. Probablemente no sería nada, pero en las circunstancias que nos encontrábamos, no se podía dejar pasar por alto ninguna opción.

- ¿Nana? ¿Nana? ¿Donde está Nana?- pregunta una llorosa niña que acuna a un pequeño bebé que no para de llorar. Como puedes comprobar rápidamente tras la pregunta de la muchacha la anciana no se encuentra junto a ellos.

Me alerto un poco al ver que la nana no está en la caravana. Miro a mi alrededor buscando su arrugada cara, pero mis ojos no la encuentran.

-NANA? Levanto la voz diciendo su nombre para ver si está por las inmediaciones y oye mi llamada.

Mientras espero a que nana venga o se manifieste, cojo a la niña, y trato de calmarla cogiendola en brazos.

-No te preocupes corazón, nana ha salido ahora vendrá. Mientras tanto yo cuidaré de ti.

El leñador llega a la carreta que transporta a los niños y te encuentra junto a ellos, llamando a Nana, a lo que pregunta con un tono extrañado:

- ¿Qué ocurre, elfo?

- No encontramos a Nana. Los niños están nerviosos por que la anciana no está.- Respondo en voz baja al leñador mientras sigo intentando calmar a los niños.

- Yo marcharé a buscarla por el bosque, no voy a dejar que mi mejor sanadora se pierda en un día como este - Acariciándose la barba, pensativo y preocupado añade - ¿Algún voluntario quiere venir conmigo? - A pesar de ser el único que estás hablando con él se dirige en plural intentando que te des por aludido.

Mientras dormís tranquilamente sois despertados por varios niños llorando como si la vida les fuese en ello, tras unos segundos de confusión veis a Valahuir hablar preocupado con Hans Baumer mientras aquellos mocosos no paran de gritar "Nana, Nana!!"

Que demonios. Exclamo al oir algo que me despierta, eran los lloros de los crios. Tras comprobar que era eso me calmo, aunque no estaba muy contento, miro a izquierda y derecha "Total ya estoy despierto" Me digo y voy hacia los crios en busca de esa tal Nana.

Señora podria controlar a su tripulacion. Digo mientras me acerco al lugar de donde provenian los lloros. Dejar de llorar o vendra un Troll y os comera. Al menos eso era lo que nos decian a nosotros de crios.

Karl se despertó con los gritos de los niños pero permaneció tumbado con los ojos cerrados. Después escuchó lo que decía Ragnar. -Maldito enano... mira que decirle eso a unos niños...

Era inútil discutir con él. También era demasiado pronto para levantarse. Estaba cómodo por fin... -Espero poder dormir otra vez...

Sin pensarmelo dos veces y solamente imaginando la que se me caía encima con los niños si ella no estaba respondi afirmativamente:

-Si, yo te acompaño

Los tres forasteros que dormían se acercaron al escandaloso grupo de niños, Ragnar aún con los ojos a medio abrir buscaba a la anciana para pedir silencio pero esta no se encontraba allí y era el origen del problema.

Hans conversaba con Valahuir a cerca de la situación, y el leñador dispuesto a ir en su búsqueda fue apoyado por el elfo. Mientras los ojos preocupados de Baummer buscaban con suspicacia la decisión de los demás que se acercaron hasta su posición.

Alexander se despertó algo sobresaltado, los gritos y sollozos de los críos que viajaban con el grupo le habían despertado, y lo que era peor, habían despertado al malhumorado matador, el cual ya se dirigía hacia ellos "bueno, después de todo, no va mal tener al matador cerca por si hay problemas". Alexander recogió sus armas y enseres y salió tras Ragnar.

-Que es lo que ocurre??- dice Alexander dirigiéndose hacia el leñador.

-¿¿A que viene tanto alboroto??-

  Albert se giro en dirección a los gritos y mientras intentaba vislumbrar la razón entre las sombras ya un grupo había ido al socorro de las criaturas pero al parecer no había indicios de peligro en los alrededores... aun.

  Al ver que ya había bastante gente con los niños volvió su vista en dirección contraria mirando a los alrededores, no quería que de haber mas bestias en las cercanías aprovecharan esa distracción para atacarles.

Ni idea solo que los mocosos empezaron a gritar. Digo mientras miro alrededor en busca de la mujer, si no estaba con los niños juraria que apareceria muerta, normalmente las personas que hacian lo que esa mujer raramente abandonaban su lugar en plena noche sin dejar a alguien al cargo. No decia nada pero mi mirada y cara dejaban claro lo que pensaba.

Miro el suelo por si se ven huellas o algo. Los que estabais de guardia ¿No visteis nada?. La cosa no pintaba bien para la mujer y lo que es peor, si estaba en lo cierto queria decir que algo o alguien se nos habia acercado demasiado sin ser visto.

La gente se acercaba buscando explicaciones sobre el alboroto que causaban los niños.

-El problema es que la niñera ha desaparecido y por lo que dice Hans podría haberse internado en el bosque. Yo voy a ir a buscarla con él también.

Respondo sin adornar más la historia.