Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - Bienvenidos a Westworld - Sweetwater

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18/04/2017, 13:06
Ray

-Tenemos nuevo sheriff en la ciudad- remarcó de forma evidente y tras acabar de limpiar el vaso que secaba, lo puso delante del mismo. –La primera va por cuenta de la casa, Sheriff. Espero que tenga más suerte que el último. Habíamos oído que llegaría hoy en el tren, me place saber que tiene prioridades y sus pies han venido a parar a este lugar primero.

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18/04/2017, 13:06
Declan Harp

El cazarrecompensas había decidido seguir al grupo que iba al saloon, pues entre ellos estaba el nuevo sheriff y el que le pagaría el dinero que le debían. Con él había arrastrado todo el camino a su presa, al fin y al cabo era "vivo o muerto" pero se le necesitaba como prueba para cobrar nada.

Soltó el cadáver al lado de la puerta del saloon -cargar con él fue fácil debido a su condición física y corpulencia- y dio un aviso a las señoritas de la puerta, de que nadie tocara lo que era suyo. Las mujeres le respondieron con una sonrisilla nerviosa, que trataba de disimular una muestra de repugnancia ante el cuerpo sin vida del bandido.

Al cruzar el umbral miró de forma directa y dura al sombrero negro con una meretriz en sus rodillas. No tardó en acercarse el sheriff a cuchichear. -No os fiéis de Hector, donde va trae problemas. Ten el revólver a mano, sherifftras lo cual se apoyó en la barra y dio un golpe sobre ella, significado de que estaba seco y alguien debía remojarle el gaznate.

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18/04/2017, 13:30
Narradora

El resto de visitantes comenzaban a mezclarse entre la gente y alejarse. Muchos de ellos parecían fascinados por ir a un lugar u a otro, aunque otros parecían tener reservas y querían ir explorando poco a poco el entorno.

La mujer pelirroja decidió que deseaba descansar y la mujer de pelo rubio cuasi blanco pensó que lo mejor sería hacerse con un recuerdo antes de partir. Al fin y al cabo la estancia en el lugar era limitada, aunque ellos no supieran por cuánto tiempo limitada.

El resto tenía claro cuál eran sus prioridades, ir al saloon Maripoosa. Hasta el cazarrecompensas parece conforme y les sigue, arrastrando en el proceso el cadáver que tiene que cobrar y dejando tras de sí un rastro característico en la arena.

Notas de juego

Tú eliges dónde vas.

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18/04/2017, 13:46
Narradora

Era cruzar el umbral del pequeño edificio y sentir un olor extraño, como a químicos sin llegar a ser nada de eso tampoco. Quizás la diferencia de olor con el exterior -a estiércol y polvo seco- potenciara aquel cambio de atmósfera al entrar en el pequeño local del fotógrafo. El causante eran los vapores de mercurio, necesarios para aquel trabajo y perjudiciales a su vez.

El sitio no es muy grande y nada más entrar podías tomarte de frente con el señor David Jones, indicando a uno de sus distinguidos clientes que debía intentar de no moverse hasta que él le dijera. Los daguerrotipos, como se llamaba entonces a aquel tipo de foto, necesitaban un tiempo de exposición de diez minutos, donde lo mejor era no mover ni un músculo. Algo impensable hoy en día con el tipo de cámaras que hay, que pueden hasta captarte en movimiento. Antes ser fotografiado era caro y requería paciencia. Sin embargo, lo que obtenías a cambio era una pieza única. No podías conseguir una copia al no existir un negativo apropiado. En realidad, un daguerrotipo era a la vez negativo y positivo, pudiendo verse de una u otra forma según los ángulos de observación y de incidencia de la luz que recibe.

Sobre una de las paredes había un mosaico de fotos de lo más pintorescas, seguramente hechas por el fotógrafo para su colección privada o por el placer de la fotografía. La mayoría de los protagonistas de esas imágenes parecían ir en caravanas, como esas que en la época cruzaban aquellas tierras peligrosas en busca de fortuna y un futuro mejor. Gracias a aquellos pioneros, el oeste pudo ser conquistado.

  

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18/04/2017, 13:47
David Jones

-En seguida estoy con usted, señorita- dijo el señor Jones, tomando de nuevo la foto a su cliente y deseando que esta si fuera la buena. Llevaba perdida buena parte de la mañana, todo porque el señor Nichols no paraba de hablar en el momento más inoportuno. 

Diez minutos después por la puerta salía un cliente satisfecho y la joven tenía todas las atenciones sobre ella. -¿Qué se le ofrece a esta bella dama? Supongo que viene de visita, últimamente Sweetwater está empezando a ser un punto de comienzo para aquellos que buscan comenzar en esta zona. 

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18/04/2017, 13:59
Narradora

Aparte del saloon hotel Maripoosa, donde no solo podías hacer noche sino que podías elegir no pasarla solo, en Sweetwater se encontraba el Grand Palace. Era un hotel lujoso, cuyo magnífico exterior prometía lo que un interior acogedor aseguraba. El olor a madera y cocina casera llenaba el lugar, dándole un ambiente hogareño pese a tratarse de un hotel.

Tras la pequeña recepción, que era más bien una especie de escritorio de madera, había una mujer bien vestida. Casi se podría decir que era una huésped más que una trabajadora del lugar. En realidad el hotel Grand Palace era suyo, herencia de su difunto marido. El señor Garret era un visionario que supo cómo gastar su fortuna de tal forma que pudiera ser alimentada con los años, en forma de hotel. Lástima que un tiroteo fortuito se lo llevara cuando trataban de robar la caja fuerte, dejando a la señora Garret viuda y sin hijos de los que ocuparse, solo aquel hotel.

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18/04/2017, 14:24
Alma Garret

La mujer sonrió a la recién llegada, levantándose incluso para recibirla.

-Buen día, joven. ¿Desea alojarse en el hotel Grand Palace?- su tono de voz era suave y sedoso, tratando de complacer al público.

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18/04/2017, 14:30
Narradora

El salvaje oeste era para gente con estómago y no todo el mundo lo tenía. No parecía ahora tan buena idea andar de acá para allá con un arma, jugando a indios y vaqueros. Las consecuencias podían ser fatales. Podían volarte la puta cabeza. Al resto les gustaba la idea, incluso uno de ellos se había nombrado sheriff y se había ido al saloon a celebrarlo.

El tren parecía parado, pero un señor pululaba, sacando una pequeña bolsa de la máquina que encabezaba la procesión de vagones. Era el mismo maquinista, Thomas, padre de tres y contento de poder llegar a casa por fin ese día. Al ver la cara del recién llegado tomando su dirección, ya supo lo que pasaba y simplemente negó.

-Lo siento, "amigo". Ningún viaje más hasta dentro de un par de días, no pienso mover la máquina de ahí. Si quiere marcharse de Sweetwater tendrá que buscar otra forma- y con esas palabras se encendió una pipa y se marchó a reencontrarse con su familia.

 

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18/04/2017, 22:22
Rick Hyung Adams

Rick no se entretuvo mucho en estudiar el bar. Sí, bien ambientado, como se podría prever. Hasta olía a lo que se suponía que debía oler: alcohol, madera, polvo, serrín, barro, estiércol, sudor...

Fue directo a la barra y saludó al barman.

Hola, buenas. Un whisky, por favor –le iría bien para calmar el disgusto–. Dígame, ¿cuándo sale el próximo tren, por favor?

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19/04/2017, 06:52
John Smith (Vicente Navarro)
Sólo para el director

Observar a la gente era algo que me gustaba. Y en este caso no fue menos para intentar adivinar que intenciones tenían cada uno de ellos.

Tras el shock de la muerte de mi breve compañero de tren me tomé un momento para pensar que hacer a continuación. Suspiré mirando a mi alrededor.

Final decidí ir hacia el saloon. Al fin y al cabo debía de tratarse de lugar más social del lugar, pues no dejaba de ser un bar. Eso sí, de camino a allí me fui fijando con lo que me iba cruzando. En los detalles, en las gentes. Tal vez algo llamara mi atención o pudiese encontrar algo que si me resultara atrayente. Si nada me llamaba a atención, entraría en el Mariposa y pediría un buen y merecido trago, para olvidar las visiones amargas que acababa de tener.

Notas de juego

oki

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19/04/2017, 14:17
Narradora

Quizás fuera casualidad, o quizás fuera el destino, pero en su camino hacia el saloon alguien había cargando sus alforjas para comenzar un duro viaje. Alguien que sin darse cuenta perdió una lata que fue a rodar el camino que faltaba hasta tropezar con el pie del policía. Sí, quizás era casualidad, o tal vez las casualidades no existían.

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19/04/2017, 22:00
Ruby Rose Petterson

Las "señoritas" de la puerta sonrien sin filtro a todo aquel se pasa. Cosa normal, claro, interpretaban muy bien su papel. Eran putas. Diría que fingían serlo, pero algo me decía que si alguno de nosotros deseaba algo mas que una sonrisa, algo más nos sería dado.  Eso no quita que no me apetece devolver cierta sonrisa con picardía y entrar al lugar, contemplando los decorados y el ambiente. En eso parece que no soy la única, apreciando además que alguno de mis compañeros de viaje acepto el puesto de Sherrif finalmente. 

A mi no era ese juego el que me apetecía jugar. Estaba claro que esto iba de meterse en un papel y evadirse un rato, liberarse de uno mismo. Como una buena sesión de BDSM. El pape que decido adquirir me hace llevar mis pasos hasta la barra, entre el cazarecompensas y el asiático.

Tres copazos, invito a la primera ronda - digo entre nos.

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19/04/2017, 23:38
Douglas Merry

Me sitúo en la barra de manera que el tal Héctor quede siempre dentro de mi ángulo de visión. Haciendo caso al cazarrecompensas, que ha demostrado ser un experto en lo suyo, me aseguro de que la funda de mi revolver esté abierta por si tengo que desenfundar rápidamente. Parece que la estrella de sheriff incluye una diana en la espalda. 

- Gracias.- saludo al camarero - Sirve otra por cuenta de la autoridad. Mi abuelo decía que si quieres conocer una ciudad debes visitar primero su Salón. Muchas veces las cosas más importantes tienen lugar entre sus paredes. Mi predecesor tuvo una carrera fulgurante y no me gustaría seguir sus pasos, así que me lo tomaré con calma. 

 

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20/04/2017, 03:35
Sarah Winters

En cuanto entré en el local y noté el cambio de atmósfera me alegré de haber venido. Lo miré todo con los ojos bien abiertos, asombrada con lo bien que habían ambientado todo. Mis pupilas se detuvieron un poco más sobre los dos hombres presentes y la verdad es que me alegré de no notar por su parte ningún tipo de insinuación. Hice un gesto de saludo a ambos, aceptando las primeras palabras de quien parecía el fotógrafo, y pronto me puse a mirar las imágenes de las paredes.

Al principio el tiempo se pasaba volando, aunque no tardé en impacientarme un poco al pensar en qué estarían haciendo los demás mientras yo, simplemente, esperaba. A lo mejor había sido una mala decisión empezar por aquí, después de todo. Por otra parte me gustaba que lo hicieran tal y como lo habían montado: se notaba que querían que la experiencia fuera inmersiva. Tanto, tanto, que hasta tenías que esperar de verdad. Eso sí era raro en juegos como este.

Para cuando el cliente se marchó yo empezaba a valorar si volver más tarde. No estaba acostumbrada a esperar tanto para que alguien me atendiese en una tienda, eso estaba claro. Sin embargo sonreí de manera amable al tipo, más dispuesta ahora que ya tenía su atención.

—Pues verá... —empecé, dudando de hasta qué punto inventarme una historia—. Acabo de llegar a la ciudad y en el lugar de dónde vengo no había ningún establecimiento como este. Tiene usted un buen equipo —elogié—. ¿Sería tan amable de decirme cuánto cuesta tomarse una fotografía? Seguro que es un recuerdo único.

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20/04/2017, 06:27
John Smith (Vicente Navarro)
Sólo para el director

Había estado en parques temáticos del oeste, y sin lugar a dudas esto lo superaba a todo. Era como estar de verdad. Las gentes del lugar era el mayor de los espectáculos. Cómo se comportaban, como interactuaban entre ellos. Cada uno parecía tener una razón de ser.

En ese momento como medio despistado por todo, noté como algo tropezaba con mi pie. Era… una lata. Me agaché a cogerla y examinarla, aunque no tenía muy claro de donde había salido. Paré para buscar el origen del objeto.

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20/04/2017, 10:23
Ray

El camarero comenzó a poner vasos delante de los presentes, sirviendo whisky dentro de ellos y comenzando por el nuevo sheriff del lugar. Repartió el resto del contenido de la botella entre los otros vasos.

-Lo siento, caballero, supongo que el próximo tren no saldrá hasta dentro de un par de días. Se dice que Thomas, el maquinista, lleva semanas sin pisar su casa y ya sabemos cómo se descontrolan las mujeres cuando no hay un hombre para echarles un ojo…- insinuó lo que era simple. Una mujer sola y desprotegida en aquel lugar hostil se buscaría la forma de proteger lo suyo, aunque fuera ofreciendo favores a hombres a cambio de otros favores.

Sobre la mesa puso una pequeña cesta con unas galletitas para el grupo. Esto era a razón de que en la mayoría de salones del salvaje oeste la comida era gratis. A razón de comida “gratis” con la consumición mínima de una bebida, se atraían clientes. Además, nadie iba a un saloon a tomar SOLO una bebida, por lo que la oferta era más que rentable.

-¿Son todos ayudantes del sheriff?- miró a los acompañantes, sin poner filtro en si llevaban placas o no para demostrarlo. –Tú no, señor Harp, lo que me recuerda que me debe algunos servicios sin pagar de la última vez que estuvo aquí…- de debajo de la barra sacó una pequeña libreta, manchada de salpicones de bebidas varias y de a saber qué.

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20/04/2017, 10:24
Declan Harp

-Es tu día de suerte, tengo lo que te debo aquí mismo- dijo el cazarrecompensas señalando al sheriff. –El jefe va a pagarme por el cadáver que dejé en tu puerta, espero que no te moleste, Ray- dio un trago largo a su whisky. Tan largo que lo acabo y golpeó con el vaso la barra. Indicó con un gesto que le volvieran a rellenar el recipiente, mientras miraba de reojo a Héctor también.

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20/04/2017, 10:28
Narradora

Solo había que seguir el rastro que la lata había dejado sobre la polvorienta calle para encontrar a la dueña de la misma. Una mujer rubia, con un sombrero y con ropas claramente masculinas estaba de espaldas cargando las alforjas de un par de caballos. Seguramente ni se había dado cuenta de ello, pues su ocupación se debía a que no parecía entrar un pequeño paquete en una de las alforjas. La situación le había desesperado llegando a resoplar mientras recolocaba el interior de aquella bolsa de cuero atada a la silla de montar de su caballo.

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20/04/2017, 10:35
David Jones

El hombre era todo amabilidad y buenos modales, nada insinuante por su parte. Al oír la petición de la joven su cara se iluminó. La verdad es que era difícil encontrar modelos tan bellas para posar para un daguerrotipo. Pocas mujeres de excepcional belleza pedían algo así, porque los protagonistas de los retratos solían ser hombres.

-Oh, señorita. No podría cobrarle por algo así, solo quisiera pedirle un favor- tomó la mano de Sarah, como si fuera un objeto delicado a punto de romperse. –Lo único que deseo pediros es que me permitáis tomar dos imágenes de vos. Me gustaría quedarme una para mi colección personal- señaló su pared, para explicarle lo que quería decir. –Seguro que con una imagen de una mujer bella como vos mucha gente se animará a entrar a mi local. ¿Qué me dice?

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20/04/2017, 10:44
Rick Hyung Adams

Gracias, Ruby –respondió a la invitación. Agradeció también al camarero cuando les sirvió la bebida. Escuchó sus explicaciones y suspiró, hastiado ya del teatro.

Rick quiso pensar que lo que decía el camarero era parte del guion «vida en la frontera», y que se refería al «tren-decorado», no al auténtico tren de servicio que efectivamente debería ir y venir del pueblo para llevar a los visitantes y devolverlos al mundo real. Porque eso era lo que él quería. Salir de allí y volver a lo que le interesaba.

Chocó su vasito con el de los demás, es un brindis desganado con media sonrisa. Al menos tenían algo para lubricar el humor. Se mordió el labio. Bebió de un golpe. Hizo una seña indicando al camarero que dejara la botella a mano. Estaba claro que todos iban a repetir al menos una vez.

– No, a ver... quiero decir, ya sabe: cómo salir de aquí. Del pueblo. De todo esto, por favor.