Partida Rol por web

Los confines de la galaxia

El Cuervo

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05/07/2019, 04:29
Billy “Nueve Manos” Dee

Se alegró de que Rod prefiriese buscar uno de los comunicadores. Seguramente él, aunque hubiera podido agenciarse uno, no habría sabido como hacerlo funcionar. El trabajo con Kira era más peligroso, pero al menos sabía como enfocarlo.
—Hecho entonces. Tú te encargas de avisar a nuestros amigos y yo me encargo de la oleana. Si yo fallo, tú me cubres el culo, si tú fallas, yo te cubro el culo. Si fallamos los dos...—se encogió de hombros. Extendió su mano y palmeó el hombro de Rod —. Mucha suerte y ten cuidado. Procuremos volver de una sola pieza.
Tras aquello se ajustó el poncho y empezó a alejarse por uno de los corredores. Había sintonizado su mente para no perder el rastro de Kira, y vaya rastro, luminoso y todo, a pesar del laberíntico lugar y del grosor de la piedra.

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05/07/2019, 05:35
Billy “Nueve Manos” Dee

Comprobó que la tecnología "espejo" de su ropa estaba funcionando. Aquello le haría pasar desapercibido. Revisó todas sus armas y colocó la mirilla de ondas de calor en su arma bláster. Se colocó las gafas de visión nocturna. Si tuviera algún dios al cual rezar, hubiera rezado. Como tampoco venía mal un poco de providencia lanzó una pequeña oración al vacío cósmico de las deidades. Si allí había alguien receptivo, sin duda le escucharía. Su rezo era un grito.
Se detuvo unos momentos, respiró hondo. Controló la respiración e hizo disminuir su línea de pensamientos. O, bueno, era un truco que había aprendido en el desierto cuando no querías que alguien o algo te viese. O sencillamente cuando querías estar solo. Esperaba que Kira no le detectase aunque dado que no sabía que estaba allí, tenía esa ventaja.
Lo ideal era seguir a Kira desde arriba, por caminos secundarios, grutas o galerías, siempre manteniendo contacto visual, utilizando túneles sin luz. Iría marcando en su mente los posibles escondites y puestos de disparo; lugares altos con piedra que pudiera servir de parapeto. Tarde o temprano tendría que disparar a esa z... oleana. No dejaba de ser una señorita. Pero una señorita peligrosa. Además, no quería matarla. Quería ver si podía llevarle hasta su jefe.
Suponía que debía esperar el momento adecuado. Pocos soldados, un buen disparo, y escondites alrededor.*

Notas de juego

*Espero una posición óptima, o que algo pase antes de disparar. De momento se contentará con seguir a Kira.

Creo que mi compañero no se ha leído el turno que puse antes, habla de conseguir el comunicador en plural. En fin, como ha dicho que está de acuerdo, doy por hecho que se lo ha leído y está de acuerdo en que nos separemos.

Por supuesto, Billy activa su modo zorruno.

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05/07/2019, 09:37
Rod Grazemann

Asiento y sin perder tiempo me pongo en marcha. Trato de buscar un soldado aislado al que dejar noqueado o un par de ellos a los que pueda distraer de alguna manera. Manteniéndome aún en las sombras, en la medida de lo posible.

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10/07/2019, 23:09
Director

Echo descubrió algo poco halagüeño al intentar piratear el dispositivo de los Cuervos. Como todo comunicador militar, tenía capas y más capas de encriptación. Tantas capas que de hecho el equipo funcionaba más lento de lo que debería. Aún así no eran nada que el primer oficial de la Pegasus no pudiese sortear. A fin de cuentas el plazo de tiempo corría para los cuervos también. Le habían dado la ocasión perfecta de espiarles. Sin embargo no encontró demasiado. Pudo comprobar que tanto el teniente como los hombres que le acompañaban llevaban otros dispositivos de comunicación, y que habían transmitido datos al interior de la mina a través de un pequeño entramado de repetidores. ¿Qué datos? Un simple informe de situación. “Hemos contactado con la URI”. “Iniciada primera fase”. “Negociación en marcha”. “A la espera”. Nada más. El resto de dispositivos que pudo rastrear no le dieron mucho más con lo que trabajar. Guardaban silencio de radio. Los cuervos no eran simplemente una unidad militar. Eran una unidad de élite según habían leído en el informe de la Pegasus. Acostumbrados a trabajar tras las líneas enemigas, donde el mejor de los cortafuegos no va a protegerte demasiado tiempo. Cada transmisión era una oportunidad de rebelar datos sensibles al enemigo. Las fuerzas especiales de La Unión estaban entrenadas para evitar esa clase de errores. Un vez en zona hostil debían recurrir a la comunicación presencial.
Al menos consiguió un dato importante. Entre los cuervos había veintiocho comunicadores, por tanto se trataba de al menos veintiocho individuos. Visualmente tampoco obtuvo más datos. Los dispositivos debían estar cubiertos mientras no estaban transmitiendo. A juzgar por el modelo de armadura que llevaban, Echo pudo determinar que sus comunicadores iban incrustados en un antebrazo, normalmente el izquierdo, y siempre se tapaban con una pequeña pieza móvil de Ybrio. La apertura de la tapa no era electrónica si no manual, al igual que el resto de sistemas de las armaduras.
Cuando acabó el plazo que el teniente había dado dado para negociar, uno de los comunicadores del interior emitió un pequeño mensaje. “Listos”. El comunicador del teniente respondió con un “Reanudamos negociación”.

Notas de juego

No hace falta tirar. Echo tiene capacidad más que suficiente para piratear esos dispositivos.

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10/07/2019, 23:10
Director

Echo y James coincidían en que los Cuervos debían tramar algo, pero la capitana parecía dispuesta a cumplir con el protocolo de la URI, negociar para sacar a los prisioneros vivos. Después de todo, la Pegasus era seguramente la nave más rápida del sector, equipada con los mejores sistemas de seguimiento de largo alcance. Seguir a los Cuervos no debía ser un problema para semejante prodigio tecnológico. Claro que había un problema evidente. Los cuervos no tenían ninguna nave esperándoles allí. No parecía la clase de detalle que uno olvida cuando está negociando por su propia vida.
-Sería mejor volar el maldito túnel- comentó Garret. -Un par de cargas bien situadas y las rocas caerán por sí mismas-
Era evidente que semejante plan conseguiría matar también a los miembros del equipo de investigación, pero resultaba difícil saber si Garret bromeaba o lo decía completamente en serio.

Los ordenadores de la Pegasus trataban de detectar todas las posibles salidas de los túneles. Dado que ROAL no había podido cartografiar toda la mina, era imposible saber de cuantas galerías disponía. Tan solo podían confiar en sus radares, pero con ellos no iban a detectar nada si no se producía algún tipo de movimiento. Casualmente o no, el puerto espacial de Sima Z3 empezaba a estar muy activo. Era la hora a la que muchas de las grandes naves de mercancías llegaban al planeta, dando la oportunidad a sus tripulaciones de pasar la noche en alguno de los pueblos antes de llenar las bodegas a la mañana siguiente. Esas naves de carga emitían señales tan potentes que, cuando llegaban dos o tres a la vez, reducían considerablemente el radio efectivo de cualquier radar en la zona.
La Pegasus detectó la llegada de tres de esos grandes cargueros al sistema. Tenían programado su atraque en el puerto espacial en once, trece, y dieciséis minutos respectivamente. Los tres pertenecían a ROAL, lo cual tenía sentido pues era la compañía con más explotaciones mineras en Sima Z3. Debido al gran tamaño de los cargueros, el puerto emitió órdenes a muchas de las naves de menor tamaño para despejar el trayecto a las principales pasarelas de aterrizaje. No sería la primera vez que una nave de semejante tamaño aplastase a una más pequeña, porque una vez en movimiento esos aparatos no eran nada fáciles de maniobrar.

Con una puntualidad ridículamente exacta, el teniente de los cuervos volvió a asomar por la salida de la mina. Nuevamente alzó ambas manos para dejar claro que no empuñaba ningún arma.
-¿Hay trato?-
Greeny les comunicó a todos mentalmente que sí, había trato. Luego le solicitó a Garret que transmitiese sus palabras al teniente, quien asintió.
-Está bien. Así es como vamos a hacerlo. Vamos a sacar primero a dos de los investigadores. Luego mis hombres escoltarán al resto, siempre por parejas, mientras salen con el material que hemos recopilado. Si todos actuamos con cabeza, no tiene por qué haber heridos.-
Tras esas palabras volvió a adentrarse en los túneles. Tardó tan solo unos segundos en gritarles algo desde el interior.
-El primer par de prisioneros está empezando la ascensión. En catorce minutos y medio deberían estar aquí-

Notas de juego

Es un turno un poco soso. El próximo será mejor. Este tenía que ser de transición para comprobar si aceptabais la negociación.

También es el último turno de margen que le doy a Greeny. La semana próxima pasará a ser un PNJ de forma definitiva.

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10/07/2019, 23:11
Director

Billy realizó todas las comprobaciones que consideró pertinentes. Iba a adentrarse en territorio hostil, lo cual suele ser una idea terrible. Sin embargo contaba con varias ventajas. Los cuervos estaban pendientes de un ataque del exterior, no uno desde el interior. Eso no iba a hacerles bajar la rigurosidad de las patrullas, pero al menos la mayor parte de sus efectivos estaban a la entrada del túnel principal.
Alejarse para volver a los caminos elevados demostró ser una decisión acertada. Pudo ver que Kira se alejó del grupo de rehenes. Aún así los tenía controlados. Billy sentía el incremento de poder de la telépata. Tal vez sería capaz de controlarlos a kilómetros de distancia. De hecho sabía que cuando había transferido la consciencia de sus hombres a los hombres de Sanders, lo había hecho desde muy lejos. Sin embargo aquello era distinto. No estaba transfiriendo consciencia alguna. Simplemente les controlaba. Lo curioso era que cualquier otro oleano despreciaría semejante blasfemia. Billy había conocido algunos en los tugurios que solía frecuentar. Sabían divertirse, a veces transmitían sus pensamientos a los demás por error, lo cual los convertía en unos jugadores de poker horribles cuando llevaban algún trago de más. Precisamente por su comprensión de la telepatía, de lo que suponía comunicarse mediante pensamientos en lugar de palabras, despreciaban a los telépatas capaces de transferir consciencias y odiaban profundamente a los que también eran capaces de controlar mentes.
El incremento de poder tenía una inesperada ventaja. Sin duda ese tipo, Morkhaat, no contaba con que sus seguidores fuesen a encontrarse con alguien que dispusiese de las capacidades de Billy. Kira se encontraba tan sobrecargada que podía seguirla con los ojos cerrados. Además, sentía su euforia. El poder la hacía realmente feliz en el sentido más complejo y profundo de la palabra. Esa clase de sensación que uno solo experimenta dos o tres veces en la vida, si tiene suerte. O quizás no era solo la sobrecarga. Había algo fuera de lo normal en semejante euforia. Fue entonces cuando percibió que ni uno solo de los cuervos sentía miedo o nerviosismo. Ni uno. Cuando los guardias poseídos les habían atacado, también había notado lo mismo en ellos, solo que era distinto. ¿Por qué vas a tener miedo si estás entrando en combate con el cuerpo de otro?, los proyectiles no van a perforar tu piel ni a romper tus huesos. En persona era distinto. Los cuervos sentían aprecio por sus compañeros, tal como lo haría cualquier soldado. Sentían orgullo de la labor que estaban realizando. Incluso estaban contentos con el plan que iban a poner en marcha. En resumidas cuentas, profesaban todas las emociones positivas que uno asociaría a un buen soldado. Ni una sola de las negativas. Los veteranos suelen tener más miedo que los novatos. Lo saben controlar mejor cuando llega el momento, saben adaptarse a él, pero han visto demasiadas cosas como para creer que sobrevivir a una batalla es fácil. O bien los cuervos eran unos psicóticos altamente entrenados, o tenían algún medio para suprimir cualquier tipo de duda.

Kira se adentró en el edificio principal. El soldado que la había ayudado a mantenerse en pie fue con ella. No era momento para dejar a la jefa sin escolta. Billy iba a tener que encontrar un medio para entrar si quería seguirla, aunque era cierto que no iba a perder su posición en ningún momento. Se adentró de nuevo en los túneles, recorriendo la maraña de rocas y oscuridad durante al menos cinco largos minutos. Finalmente consiguió salir a cierta distancia por el lado opuesto a la entrada principal del templo. Las patrullas de los cuervos eran mucho más escasas allí porque se habían asentado al otro lado. Eso le permitió avanzar mucho más rápido. No era como si pudiese ir corriendo alegremente, pero tampoco encontró demasiados problemas.
Como todo templo, aquel había dispuesto de más de un acceso al interior. Billy encontró varios huecos por los que poder entrar. El primero fue un pasillo que a pocos metros se encontraba totalmente derrumbado. El segundo le permitió llegar casi veinte pasos más lejos. Para el tercero probó por lo que antaño debía haber sido una ventana. Atravesó corredores cuya utilidad había sido olvidada milenios atrás. Cruzó pequeños salones repletos de restos mal conservados de muebles. Los investigadores de la URI habían sacado cualquier cosa que pudiese tener algún valor. Finalmente llegó a una esquina tras la cual se encontraba el salón principal. Kira y el soldado estaban allí, aunque aún no los veía, para eso tendría que doblar la esquina.
-Coloca cargas en todo ese mural-
Kira estaba dándole indicaciones a su subordinado.
-Vuestro comandante no quiere que quede el más mínimo rastro de él. Cuando acabes, pon también un par de cargas en el material que no vamos a llevarnos-
-Si señora-

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10/07/2019, 23:11
Director

Notas de juego

Necesito saber lo que va a hacer tu personaje. Quiero decir... vas a buscar a un soldado al que dejar noqueado, o a un par al que puedas distraer de alguna manera.

Todos van por parejas ¿Cómo piensas distraerlos? Puedes intentar hacer ruido, puedes lanzar piedras, puedas buscar algo para provocar un incendio. Tienes tantas opciones como se te puedan ocurrir, pero necesito saber exactamente lo que vas a intentar. Incluso si quisieras noquear a dos a la vez, necesito saber cómo vas a hacerlo. ¿Vas a ir corriendo y saltar desde atrás?, ¿vas a acercarte e intentar estrangular a uno? Tienes libertad total para poner en práctica la maniobra que te parezca más efectiva, pero necesito saber cual va a ser para poder hacer tu turno.

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10/07/2019, 23:30
Rod Grazemann
Sólo para el director

Notas de juego

Es que no se que me encuentro

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11/07/2019, 04:11
Billy “Nueve Manos” Dee

Estaban rotos, todos ellos. Los soldados eran incapaces de sentir rabia, miedo o simplemente nerviosismo. Les habían lobotomizado una parte de sus emociones para convertirles en los soldados perfectos. Quizás mediante tecnología o cirugía psíquica, quizás habían sido obligados o quizás se habían ofrecido voluntarios para ello. Eran, creían, los soldados perfectos. El miedo podía ser un gran enemigo, pero era el miedo el que te mantenía vivo. El que te alertaba, el que te hacía medir los riesgos. "Quien no teme a los leones se lanza a sus fauces alegremente", decían en el desierto. Se alegró de estar totalmente acojonado por la perspectiva de enfrentarse a esa mujer o a uno de esos psicópatas sin emociones a solas. Al menos su miedo era natural.
Seguir a la mujer fue sencillo. Una posición elevada, túneles, grutas. Finalmente las ruinas. Menos patrullas, los mismos caminos. Una posibilidad. Y en la distancia, siempre presente en su "radar" , Kira. Kira, quien se sentía feliz al sentir todo aquel poder. La felicidad era tan profunda que parecía el fin último de la mujer. El poder. Absoluto y poder. Era una mente a la que no quería estar unida. El poder sin bondad era ego y tiranía. El poder sin mesura era un peligro para todos; como tratar de apagar un incendio con las manos impregnadas de combustible.
Y allá iba él. Tuvo que recordarse un par de veces cual era su posición allí. Servir a la URI no le ayudó nada. Él siempre había sido un lobo solitario. No solía encajar con la gente a pesar de que lo intentaba. Solo en el desierto, con sus gentes, se sentía cómodo. Quizás por eso bebía tanto. Echaba de menos el hogar. Y un rostro amigo. Aquel hilo de pensamientos no iba llevarle a buen puerto así que recordó su verdadera misión. Y nada tenía que ver con la URI.
Sentía que él tenía un don. Lejos de sentir euforia, como Kira, sentía la responsabilidad, el peso, oprimiéndole la espalda, y la tristeza, llenándole el corazón. Debía detener a Morkhaat y sus siniestros planes. O morir en el intento. Era normal tener miedo. Como siempre, justo antes de cada tiroteo, el pánico recorría todo su ser y le hacía imposible seguir. Por eso prefería empezar él los problemas, porque era más fácil cuando todo estalla, especialmente si estás borracho.
Pensó que no podía. Pero no estaba solo. Nueve manos. No era solo un apodo. Era un sentimiento. Nueve manos velando por él. Nueve manos que le recogerían si caían. Nueve manos que estarían esperándole si él moría. "Y entonces la muerte deja de tener relevancia".
Estaban solos, los tres. El soldado, Kira y él. Escuchó como pretendían destruir el mural. No iban a hacerlo. Si era importante para ellos lo era para él. ¿Así que tenían explosivos? Bien, ¿Por qué hacerlo sencillo? Aquello requería una acción medida y arriesgada, pero una buena acción. Porque Rod podía fallar en su intento y entonces alguien tendría que hacerlo bien. Necesitaban un buen plan. Pero él solo era un pistolero. Así que haría lo que mejor sabía hacer. Disparar.

Se quitó las gafas de visión nocturna. Aquellos dos estaban tan presentes en su mente que podría dispararlos a ciegas. Desconocía el entorno, pero eso nunca había sido un problema. Tomó aire, calmó su pulso, atenazó sus pensamientos. "Cuidad de mi, muchachos". Aclaró su mente, dejó que cada átomo del universo, cada brizna energía, cada gramo de polvo de estrellas, formase parte de su ser. Uno no puede hacer lo que tiene que hacer siendo un simple hombre. Debe ser algo más. O al menos, debe creer que lo es.
Con la espalda apoyada en la esquina, giró, seguro, y se mostró, los dos revólveres apuntando. El primer disparo iría hacia Kira. Una de sus piernas. Ella no llevaba protección, y aunque la tuviera, el calibre de sus armas era un calibre pesado. Dispararía a la rótula. Doloroso y le haría caer. Lo mismo hasta le arrancaba la pierna. Era un poco sádico, pero seguramente tendría problemas de concentración para usar su poder.
—¡Quietos los dos! —diría con voz firme mientras su mano izquierda apuntaba a los explosivos que habían mencionado, tanto si los llevaba el soldado encima como si estaban ya puestos en el muro —. Tápale la cara a tu jefa, cúbrela. Y por si estás pensando "Soy lo bastante rápido" —hizo bailar su segunda arma en su mano; la enfundó y la desenfundó más rápido que el relámpago, un espectáculo que solía encantar a los niños —. No, no lo eres. Soy el más rápido a este lado del universo.
¿Qué es más rápido que un pensamiento? Una bala. Una bala disparada a traición por un tipo que sale de la nada. Si eso no era más rápido que cualquier pensamiento entonces ya estaba muerto.

Notas de juego

Quería poner más acciones, más diálogo, quizás. Pero veamos si me escuchan. Si la bala que dispara a Kira es detenida, disparará todas las que tenga. Al soldado solo le disparará si va a hacer uso de su arma, y tratará de dispararle en las manos, para desarmarle. En todo caso, siempre se quedará con una bala en una de sus armas.

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11/07/2019, 16:57
Jack

- ¿aquí estoy seguro no? Quiero decir… si no me ve no pasa nada… nadie que no sea del equipo me ha visto aparte del tipo del interrogatorio – iba pensando mientras seguía sentado, mirando de reojo los avances que hacía James…. Pero cada vez me iba poniendo más i más nervioso… haciendo ruido con los dedos, moviendo sin parar primero un pie, luego la pierna entera… picores… hasta que finalmente no pude aguantar más.

- Tenemos un problema tio… ese mensaje codificado es para avisar a alguien de fuera, un pirata que se llama Oguru… bajito, cuatro brazos, pero un auténtico cabronazo al que no quieres tener en contra… ni a él ni a sus secuaces, unos dunguies… seguro que ya los conoces… un poco tontos, fáciles de engañar pero son como escarabajos de más de dos metros de altura… hay uno que va con Oguru que sería capaz de partirnos por la mitad solo con su fuerza. Seguro que aprovechan todo el movimiento del puerto para acercarse sin que los detectemos – en mi mente se empezaba a dibujar una pequeña masacre donde nosotros éramos los únicos perdedores – yo voto por el plan de Garret, un par de cargas y nos vamos pitando… - comenté más consciente que tanto Echo como la capitana me escuchaban por el comunicador. Sacarlo todo había ayudado a calmarme un poco, pero estaba seguro que la situación solo estaba apunto de empeorar aún más.

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11/07/2019, 22:55
Director

Ni Kira ni el soldado estaban esperando visita. Cuando Billy asomó por la esquina, ambos lo miraron. En el caso de Kira, la sorpresa estaba muy marcada en sus ojos, que se abrieron desmesuradamente, y en el resto del rostro. Con el soldado era más difícil decirlo porque llevaba el casco puesto, pero dado que se quedó mirando sin tiempo para reaccionar, cabía pensar que su expresión debía ser similar a la de su jefa.
Kira cayó hacia delante cuando su pierna se vio súbitamente impulsada hacia atrás. Tomó tierra con la cara por delante, dándose un feo golpe en la frente. Aún así tardó unos segundos en registrar el horrible olor en la rodilla. Billy no le había arrancado media pierna, pero la rótula iba a necesitar de mucha cirugía si la oleana quería volver a andar algún día. Profirió un agudo chillido de dolor con fuerza suficiente para causar dolor de cabeza a quien la escuchase. Luego se revolvió en el suelo, girando para acabar medio sentada y agarrando con ambas manos la pierna herida. A nadie le agrada recibir un disparo. En su caso era evidente que tampoco estaba nada acostumbrada al dolor físico. La otra pierna se sacudía descontroladamente en un vano intento de mitigar el dolor. Negaba con la cabeza mientras volvió a gritar.
Mientras tanto el soldado había hecho el intento de llevar las manos al rifle que colgaba de su espalda, pero el gesto de Billy le detuvo. Una cosa era no tener miedo, otra muy distinta buscar suicidarse. El soldado sabía que no ganaría ese duelo.
-¡Mátalo! ¡Mata a ese cabrón!-
El grito rabioso de Kira inundó la sala otra vez. No era solo una orden, también iba cargado del mismo dolor que hacía unos segundos. La respuesta del soldado tardó en llegar porque no habría forma de oírla mientras su jefa gritaba.
-No. Tiene ventaja. No tiene sentido intentarlo-. Centró entonces su vista en Billy. -¿Y con qué quieres que la tape?
Era una pregunta pertinente dadas las circunstancias. El uniforme del soldado estaba cubierto con la armadura. No había forma de rasgarlo sin quitar varias capas de protección. No era como si llevase un kit de secuestros, con su saco negro incluido, en la mochila.
-Deberías rendirte mientras puedas. Ese arma ha sonado fuerte-
El soldado tuvo la gentileza de no mencionar los atronadores gritos de su jefa. El templo era grande, sus paredes gruesas. Quizás el resto no hubiesen oído nada. Quizás sí. Solo el tiempo lo diría.
-¡He dicho que lo mates!-
Kira gritó con más firmeza. No hacía falta ser un adivino para imaginar que a continuación controlaría al soldado para que este disparase. El soldado, con la mente más fría, pulsó un botón detrás del casco. En lugar de esconderse en la armadura, el casco fue expulsado de forma más o menos brusca. El soldado lo cogió mientras aún estaba en el aire y se lo puso a su jefa.
-¿Y ahora qué?-

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11/07/2019, 22:55
Director

Notas de juego

Cita:

Es que no se que me encuentro

En realidad tienes la información de la zona que te rodea en los dos turnos anteriores. Tu personaje está oculto entre unas rocas. Hay más rocas en los alrededores, alguna que otra caja para cubrirse, un par de grietas en el suelo. Tu personaje sabe que hay patrullas y que cada patrulla está compuesta de dos soldados. También sabes cómo es el entorno que te rodea. Rocoso, lleno restos de varios milenios de terremotos, con una iluminación decente pero no buena. Los soldados no van a estar distraídos sin más. Son profesionales que están preparándose para entrar en combate.

La partida está pensada como una partida totalmente narrativa. Tienes información y tienes imaginación. Si tienes alguna duda concreta, algo del estilo "en algna de las rutas de las patrullas que veo, ¿Hay una grieta lo bastante profunda para esconderme?" puedes hacerla y la responderé tan rápido como el trabajo y la rutina me permitan.

Habitualmente mis turnos van a ser como este, doy la información desperdigada, pero es porque no espero que ninguno respondáis con un turno típico de un sistema más cerrado, en plan "tiro para ver si llego a esa roca, si llego tiro para ver si me han oído, y si no me han oído, como esa roca está a dos metros, tiro para ver si me avalanzo sobre ellos con éxito". Plantea la estrategia adornándote tanto como creas necesario. Solo necesitamos ser coherentes con el entorno. Si necesitas piedras las hay, si necesitas vehículos obviamente no. Simplemente pregúntate, con tu personaje dentro de una cueva realmente amplia, rodeado de patrullas enemigas, y contando con sus habilidades y sus armas, ¿qué crees que haría?

Creo que nuestros estilos chocan un poco, por eso he querido escribir esta aclaración. Pienso que entre los dos podemos sacar buenos turnos adelante mientras nos adaptemos... pero la partida es como es, la información de cada turno va a llegar siempre más o menos así.

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11/07/2019, 23:48
Rod Grazemann
Sólo para el director

Notas de juego

Pero si nos hemos adaptado bien siempre. Solo ha sido este escollo...

Bueno. Mi intención es localizar al soldado más aislado. Como has dicho van en parejas así que intento encontrar la que esté más apartada. Me acerco lentamente aprovechando las sombras. Tomo del suelo una piedra grande, lo suficiente para que sea contundente lo justo para que sea manejable; y una pequeña. Mi intención es usar la pequeña como distracción sonora; cuando se giren, coger el cuchillo que llevo sujeto en la boca con la mano y atacar al que esté más cerca en la garganta dejándolo clavado y después al que este más apartado golpearle con la piedra en la cabeza

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12/07/2019, 04:46
Billy “Nueve Manos” Dee

Kira había recibido lo que Billy llamaba una cura de humildad. Por mucho poder que tuvieras, un alto calibre siempre podía bajarte los humos. Chillaba como un cerdo, todo el atractivo que hubiera podido suscitarle había muerto en ese momento. Como había esperado no estaba habituada al dolor, a pelear, a perder. Seguramente podía destrozarle utilizando sus capacidades mejoradas, pero no era consciente de ello. El dolor era su horizonte.
El soldado fue cauto. Demasiado cauto para su gusto. ¿Es que no tenía agallas o qué? No estaba nervioso. "La lobotomía de sus emociones malas", recordó. Se mostraba práctico. Sus compañeros vendrían y solucionarían el problema. Eran más. Así de sencillo. Claro que vendrían. ¿Y ahora qué Billy? Bueno, su parte del plan había funcionado. Había inutilizado a la psíquica.
Se sorprendió cuando el casco del soldado salió despedido. Eso si que era tecnología. Reprimió un "Guau, tu casco salta mucho amigo".
—Póngalo con el visor en la nuca, lo que no quiero es que nos vea. Ya sabe que su poder mejora si mantiene contacto visual, y no quiero verme obligado a disparar a un soldado amigo por su culpa —advirtió —. Aunque sin ver y sin los chutes del comandante, ella no vale nada. Pero se tiene en gran estima, ¿Eh, Kira? ¿Pensaste que él no se enteraría? Pensaste que eras demasiado lista para Morkhaat, pero nadie lo es.
Cuando juegas al poker y tu mano es la mano del muerto, no tienes muchas opciones; o haces trampas, o lo dejas, o faroleas. Él era un jugador. Podía acabar con esos dos, pero eso no le salvaría el pellejo. Así que seguiría adelante. Sus armas seguirían apuntando al explosivo, y a Kira, pero no al soldado. Lo que no significaba que no lo tuviera vigilado.
—Ya no volverás a calentarle la cama a Oguru. Te creías lista en verdad, pero nada escapa de Él. No sé que pensabas hacer tú con los cristales y el pirata con el dilitio pero, no saldrá bien —no le quitó los ojos de encima a ninguno de los dos, se mostraba serio y profesional. Era evidente que ahora estaba hablando con el soldado —. Eres uno de los chicos de Lang, ¿No? Menos mal. Sois tipos competentes, deberías haber visto la chusma con la que he tenido que trabajar últimamente —aquello al menos era verdad —. Esto es lo que quiero que haga, soldado. Avise a TODOS sus compañeros, dígales que Oguru nos ha traicionado. El muy cabrón piensa bombardearnos desde arriba junto a los miembros de la URI. Dígales que sigan con el plan, pero que se preparen. Luego quiero que envíe otro mensaje, fuera, a la nave de la URI. Dígales que son idiotas, así, tal cual, y que tienen una nave pirata encima de sus cabezas a punto de bombardearles. Dígales que los Cuervos les apoyaran si así conseguimos acabar con los piratas, que les entregaremos a los rehenes, después. No me gustan, ¿Sabe? Pero su nave tiene la potencia de fuego que necesitamos ahora. Lo primero es salvar el trasero a nuestros compañeros, ¿No? —Los soldados se tenían bastante aprecio entre ellos, sobretodo esas unidades escindidas del ejército principal. Eran como una gran familia —. Dígales que lo dice Billy "Nueve Manos" y luego corte la transmisión. Nos harán caso, es el nombre de mi fachada aquí.
Joder, se mostraba tan razonable y simpático que hasta él se lo estaba creyendo. Suponía que debía de afianzar su posición.
—Me envía tu jefe, el comandante. Yo le llamo Morkhaat. Yo aparezco cuando las cosas están bastante jodidas. Soy su carta extra, su comodín. ¿Entiendes? Este no es mi aspecto y no suelo vestir así, se lo prometo. Pero no he tenido tiempo de adoptar otra forma. Los tipos de la URI son bastante raros. No se preocupe, haga lo que le digo y todo saldrá bien.

Notas de juego

Bueno, hemos venido a jugar...XD

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13/07/2019, 23:59
Director

El soldado hizo caso y le dio la vuelta al casco de Kira. Dado que el respiradero también estaba en el mismo lado que el visor, tuvo el efecto adicional de menguar considerablemente el volumen de los gritos de la telépata. También volvió bastante difícil entender sus palabras, pero aquello tal vez era lo mejor. Cuando Billy mencionó el nombre de Morkhaat, a través del caso pudieron escucharse algo parecido a quejas y protestas. Billy pudo entender algo similar a “no pronuncies su nombre”, seguido de una ristra de insultos e improperios tan larga que incluso el soldado puso cara de circunstancias.
Billy comenzó a dar instrucciones. Lo cierto era que resultaba difícil creerlas, pero la situación era bastante rara de por sí. Aquel pistolero sabia demasiadas cosas, entre otras los nombres de Lang y de Morkhaat. Esa información no era demasiado común. De hecho Billy estaba seguro de no haber escuchado a ninguno de los cuervos mencionar nombres. Sargento, teniente, comandante. Evidentemente era el procedimiento al que las fuerzas especiales estaban acostumbrados, lo cual significaba que tenía que Billy tenía que haber escuchado esos nombres en algún otro lugar.
El soldado miró a Kira mientras esta no dejaba de protestar bajo el casco.
-¿Tu también le traicionas? Después de todo lo que ha hecho por vosotros. Os enseña, os da un hogar, un propósito ¿y así se lo pagáis? Tras todo lo que insultaste a Holly vas y haces lo mismo que ella-
El único motivo para no escupir, fue la disciplina que se le presupone a un soldado. Billy notó que la respuesta emocional al hecho de traicionar a Morkhaat, era desmedida. Lealtad llevada al más absurdo de los extremos. Por supuesto Kira seguía protestando, pero por el momento sus palabras no llegaban a nadie. Literalmente, no llegaban a nadie, tan solo eran sonidos ahogados muy difíciles de entender.
Moviéndose muy despacio, el soldado tocó el antebrazo izquierdo. Deslizó una pequeña placa bajo la cual se encontraba su comunicador. Iba a dar las instrucciones. Entonces miró fijamente a Billy.
-Dime, ¿cómo se llama nuestra nave insignia?-

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14/07/2019, 06:24
Billy “Nueve Manos” Dee

Agradeció que el casco del soldado sirviera como barrera para diluir los gritos de Kira, aunque solo fuera un poco. Aquella mujer solo parecía saber gritar e insultar. O estaba fingiendo aquello para tomarlo por sorpresa cuando tuviera un descuido. Por eso mantenía sus armas firmes y el gatillo ligeramente tenso; uno no sabía cuando iba a necesitar la ayuda de una bala en presencia de una telépata. Convenía estar preparado.
El entramado de mentiras germinó en el odio del soldado hacia la telépata. Su comandante debía haber sido traicionado antes. Aquella lealtad tan vehemente se le antojó tan digna como artificial.
—¿Y qué puede esperar de una Oleana que ha roto las normas no escritas de su propia raza? Alguien que posee a los demás aunque eso sea contrario a su naturaleza —aquello iba en serio, Kira no era bienvenida entre los suyos —. Mujeres. Ya sabe, cuánto más calientes, más locas están.
Algún día alguien le haría tragarse todas las palabras absurdas y ofensivas que había pronunciado. Ese día moriría de empacho.
El soldado extendió el comunicador oculto en el antebrazo de su armadura y luego se detuvo para hacerle una pregunta*. No sabía si la idea de preguntar ese dato nacía de él mismo o de una idea que Kira hubiera podido colocar en su mente. En cualquier caso le había descubierto. Si esa información estaba en los informes, en esos que nunca leía y que se amontonaban tirados por el suelo en su camarote de la nave, no lo había leído o no lograba recordarlo. Dado que era un gran jugador, aquella pillada con la guardia baja no se apreció en su rostro. Tampoco en su voz.
—Los Cuervos, siempre tan eficientes. Queréis estar seguros de todo. Claro, soldado. Está bien, la nave insignia se llama "No quiero matar a un hombre desarmado" —así que ahora con un arma apuntaba a Kira y con la otra, al soldado —. Te diré la verdad. No trabajo para tu jefe, soy agente de la URI —aunque aquello casi podía considerarse otra mentira —. Lo que si es cierto es que Kira y Oguru os han traicionado. Van a matar a tus compañeros y a los míos, por eso inventé esa historia. Solo quiero salvar a mis compañeros, supongo que podrás entender eso —traba de empatizar, sin embargo sabía que las palabras tenían el mismo peso que un escupitajo —. No puedo comunicarme con mi nave desde aquí, así que haz lo que te he pedido que hagas o te vuelo la cabeza y luego lo hago yo.
No iba a matarlo, claro. Estaba desarmado ahora mismo. No era un asesino a sangre fría. Además, había empezado a desarrollar cierto tipo de misericordia por aquellos soldados; tan leales, tan perfectamente inhumanos, capaces de percibir todo el maravilloso espectro de sus emociones. No, no iba a matarlo. Por lo que él sabía ese hombre podía ser una víctima, estar bajo el control del comandante o haber sido lobotomizado para ello. Aunque no se le olvidó que los Cuervos eran, en sus orígenes, presidiarios. Ojalá hubiera respuestas sencillas.
Mantuvo el arma en alto, su rostro era una fachada que nada podía traspasar. No iba a matarlo, pero todo su ser decía que lo haría sin pestañear. Así eran los jugadores. Y los pistoleros. Y los pendencieros. Si, agente de la URI, seguro que estaban muy orgullosos de él.

Notas de juego

*Como diría John Macleane; veinte terroristas en el edificio y me tiene que tocar el único al que le gusta jugar al trivial.

Si no funciona, haré "algo" y entro en modo zorruno.

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15/07/2019, 04:11
James Dunn

Como Jim esperaba, comenzaron a sucederse una abultada cantidad de coincidencias negativas. De repente a su compañero se le soltó la lengua y perdió su estado zen de unos momentos antes. Jim lo miró con los ojos bien abiertos mientras decidía si era verdad o no, o mas precisamente si sus conclusiones eran correctas, porque podía no ser el tal pirata y lo de los cuatro brazos pudiese ser otra cosa, como cuatro unidades de los cuervos, o cuatro rutas de escape, cualquier cosa.

- ¿Estás seguro que se trata de ese pirata? -le preguntó. Aunque ya sabía la respuesta.

Se le escapó un insulto. Uno largo y soez, que de haberlo escuchado Sarah se hubiese ruborizado. No solía maldecir frente a su novia, ella pensaba que era un caballero.

Tampoco se le escapó el hecho de que la llegada de las naves mineras y la salida de los rehenes coincidían en un "timing" casi milagroso. Había que hacer algo y no podía esperar a que los circuitos de la tostadora hicieran sinapsis o la clorofila de la capitana hiciera fotosíntesis a tiempo, por lo que decidió improvisar.

Conectó un cable desde su campera a la computadora de la nave. Tecleó rápidamente en el sistema de datos y luego en el de comunicación. Emitió hacia el Puerto espacial y hacia todas las naves en el radio cercano, especialmente a los cargueros.
 
- Atención cargueros ZNTY67, ZNY104 Y ZNR553*, mi nombre es James Dunn, piloto de la Pegasus, identificación HD-1077/B de la URI. Se deniega el descenso al puerto espacial de Sima Z3 hasta nuevo aviso. En el caso de desobedecer esta orden directa estamos autorizados a abrir fuego, aparte de otras consecuencias económicas que se puedan ejercer con posterioridad a la Roal.

No iba a abrir fuego de ninguna manera, pero eso ellos no lo sabían. Además, esperaba que la mención de la URI ya fuera suficiente, aunque no estaba de mas reforzar los conceptos. Al menos de esa manera movía un poco el tablero que aparentemente tenían tan bien armados sus rivales. Y por otra parte estaba el pequeño inconveniente de los viejos colegas de Jack. La solución de bombardear todo con rehenes y compañeros incluidos no quedaría muy bien en su legajo. La corte marcial podía no ver con buenos ojos que hubieran asesinado deliveradamente a quienes venían a rescatar. No, mejor había que pensar en algo más.

En principio estaría atento al radar para ver si alguna nave se acercaba a la zona. Por otro lado, seguiría muy de cerca las comunicaciones de los túneles.

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17/07/2019, 09:39
Echo
Sólo para el director

Por desgracia, aquel grupo resultó ser considerablemente más cuidadoso que la mayoría de los orgánicos, pues aunque Echo pudo acceder fácilmente a sus sistemas, estos tan solo se activaban momentáneamente cuando se usaban, mientras que el resto del tiempo los mantenían en silencio, así como también parecían estar cubriendo los sistemas de grabación óptica, por lo que la información que Echo pudo obtener resultó ser bastante limitada… aunque no nula. Al fin y al cabo, el número de comunicadores le permitió conocer el número de miembros de aquel pelotón con una probabilidad del 83.47%

Aun así, no desistió en su intento por aprovechar la oportunidad… tal vez no pudiese obtener más información, pero si lograba hacerse con el sistema de repetidores sin que se enterasen, podía cortar sus comunicaciones en cualquier momento llegado el caso. O aprovechar su sistema para mapear su ubicación en la red de túneles y hasta marcarlos en los sensores… o para comunicarse con el grupo de infiltración.

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17/07/2019, 09:39
Echo

Entendido- le respondió Echo al teniente de los cuervos, mientras que, al mismo tiempo, conectaba con el canal privado de Garret y del resto del equipo.

Atención, he identificado con un 83.47% de probabilidad el tamaño de la unidad de los cuervos- les informó -Son 28 individuos como máximo, aunque desconozco de momento sus características y su armamento. También denotan un alto nivel de entrenamiento en sus protocolos de seguridad- añadió.

Jack, inicia una triangulación de la posición del receptor del mensaje- le ordenó al Jack tras escucharle, al tiempo que accedía a la base de datos de la URI para encontrar toda la información disponible del mencionado Oguru -James, extiende tu comunicado al resto de naves y contacta con el personal del puerto espacial para que inicien un bloqueo temporal- añadió.

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19/07/2019, 17:54
Director

Buscar el historial de Oguru les reportó bastante información. Varón de la especie Xind, aunque más que una especie, los Xind eran un conjunto de civilizaciones de la treintena de planetas que orbitaban la estrella Jannar. Sin excepción, todas esas civilizaciones habían evolucionado de lo que en otros planetas considerarían insectos. Incluso en un mismo planeta podía haber tres o cuatro especies distintas con cultura y tecnología avanzadas. Los Xind no formaban parte de la Unión, aunque mantenían buenas relaciones con esta.

En el caso de Oguru, los expedientes de la URI lo describían como un individuo de poca altura y de seis ojos en el rostro. Era un piloto experto, pero sobretodo era un excepcional combatiente cuerpo a cuerpo, un maestro en los que los Xind llamaban “el método”, que consistía en utilizar su propia energía para conseguir proezas físicas inalcanzables para la mayoría de seres vivos.
Los expedientes lo definían como implacable y temerario. No dejaba supervivientes en ninguno de sus golpes, por lo que las descripciones provenían de otros piratas a los que se había capturado e interrogado. En varias ocasiones sus naves habían entrado en combate contra la flota de la unión, emprendiendo la retirada solo cuando las circunstancias era extremadamente desfavorables, lo cual lo identificaba no solo como temerario, si no que también denotaba que era lo bastante inteligente como para saber cuando retirarse.