Partida Rol por web

La pálida luna descubría una lánguida belleza en el terreno que observaba por la ventana del torreón. En sus manos colgaba un bordado que se le antojaba ridículo, pero como toda noble dama estaba obligada a perfeccionar aquellas habilidades femeninas. Se volvió para dirigirse a la chimenea y, tras mirar el dibujo que bordaba, tiró la tela al fuego. Su doncella, Ernieta, miró el gesto con cierta preocupación pero sólo bastó una mirada de su Señora para acallar cualquier pensamiento. Dubieta sabía muy bien como tratar a la plebe.

- Estoy cansada. Ha sido un día más perdido, desperdiciado –comentó con hastío- Necesito relajarme un poco... péiname –ordenó a su doncella.

Se acomodó sobre una silla y colocó una manta en sus piernas. Ernieta sabía bien como cepillar el pelo de su Señora sin provocar ningún tipo de malestar en ella. Para Dubieta cerrar los ojos y sentir el cepillado la inducía a un estado relajante que la alejaba a su tranquila infancia.

- Me apetece dar un paseo antes de que mi amado esposo regrese –le ordenó con cierta diligencia.

Tras ponerse un abrigo salió escoltada hacia las murallas del castillo. Simplemente deseaba disfrutar de aquella noche y rivalizar con la hermosura de la luna, una en el cielo y otra en la tierra... envenenada por un odio injustificado.

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Al ver a Dubieta bajo la luz de la luna Svarog sonrió. A él también le gustaba mirar la luna.

- Oh, por favor, amigo mío, cesad ya en vuestras hostilidades - dijo al kenezi -. No haríais daño al padre de vuestros hijos ¿verdad?

Tu ad dexteram Dei sedes,
in gloria Patris.
Iudex crederis esse venturus

responde Severus casi en un susurro, como respuesta al Abad, mientras vuelve a sus estudios.

hola a todos, saludos compañeros, otro mas que se suma a las filas, para el bien, o el mal...

Al ver pasar a la Condesa, el capitán desvía su atención del resto de comensales.

Bajo su cabeza como gesto de revencia a su paso por la sala. "Bienvenida Condesa, un placer inesperado verla por aquí. No es frecuente en un campo de cardos encontrar una rosa negra."

La Condesa es sin duda alguna, la mujer más bella que jamás ha visto. Su pelo negro y su figura esbelta le recordaba a sus años más jóvenes a la hija del vendedor de telas de su ciudad.
Aquella hermosa jovencita con la que había compartido tantos momentos de sexo y de pasión. Su primera chica como el Capitán decía muchas veces, pero algo sucedió en su interior en ese mismo instante.
El Capitán apartó la mirada de la Condesa, por unos instantes pareció desaparecer de la sala y con una expresión fría volvió a retomar su posición tras el Conde.
Una mano bajó a la espada y la otra a su cantimplora, las dos únicas mujeres que sabía que no le fallarían nunca.

- Se presenta el Boyardo Cemnos Miceforos. Dumitru Basarab, hemos de marcharnos ya. Tenemos asuntos que atender...

Salve a todos, vástagos, buena gente, mundanos y sodalis de la Orden de Hermes. Esta es mi presentación formal: Soy Maserrak filius de Marcus, seguidor de Flambeau. Ahora que me conocéis, temeréis el poder de las llamas que mi casa domina. Abrid paso a mi maestro, Marcus el Poderoso, Dhaeva de la Alianza Flambeau.

Una expresión de asentimiento y...

Tienes razón Cemnos , hay demasiado por hacer como para continuar en este lugubre sitio con tamaña compañia... Andando

Tanto para hacer... Tanto para hacer... Tan poco con que... Tanto con que...

Hummmm... no me gusta demasiado el nombre de Aigor.

Estoy pensando en cambiarlo por Igor, Iagor, Feygor... o algo similar.

El relinchar de unos caballos se oye en el exterior. Pocos momentos después aparecen por la entrada 3 caballeros enfundados en su armadura de jinete. El caballero del centro esgrime el escudo de la casa de Bran en su armadura.
Con un único movimiento de su brazo, ordenó a los otros 2 caballeros que salgan raudos, como si les fuera la vida en ello.

Con paso firme y directo se aproxima a la posicíon del Knezi Dumastru Bran.
Quitándose el casco se desvelan unas facciones rudas y con cicatrices, dándose un aire al Knezi.

Haciendo una reverencia frente a éste dice, Señor, espero que la interrupción en los preparativos valga la pena, sabe lo nervioso que se ponen los hombres sin mi presencia en estas situaciones, hace un alto y observa a los presentes, no creo que este sea mi sitio, pero si así lo estima, seguro que sus razones tendrá, y acto seguido se sitúa a un flanco del Knezi.

Veo entrar al reluciente caballero y esboso una leve sonrisa, estoy orgulloso de mi sangre. Aunque sea de mi sobrino.

- Siempre es bueno tenerte cerca Andru, y ademas te servira para aprender de politica, conocimientos que algun dia necesitaras si has de seguir mis pasos. Ahora quedate cerca y afila los oidos, estas a punto de recibir una gran leccion...

De repente aparece en la puerta un hombre alto empuyando una gran hacha con el símbolo de Bran, con largos pasos se dirigió asta Knezi Dumastru Bran se arrodilló a su lado y le dijo al oído:
-Señor el prisionero me contó todo lo que necesitábamos saber antes de morir, se lo contare todo de regreso a nuestras tierras ya que no confiare de ninguno de los aquí presentes asta que les tenga cara a cara en mis preciosas maquinas.
Acto seguido se sentó detrás de Knezi Dumastru Bran, observando uno por uno a los presentes empezó a pensar que le contarían cuando estuvieran en sus manos.

¡¡¡Eh!!! ¡¡¡Yo he estado en Krondstadt!!! Menudo pozo de inmundicia, por cierto....

Ehm.... ¿a que venía yo? ¡¡Ah si!! Darkmaste, no se si este es el lugar adecuado, pero quería avisarte de que estaré de vacaciones del 22 al 30 de diciembre.

Una criada del castillo, de cara familiar por la cantidad de pecas que tenía en ella, avisó con acierto de la inminente llegada del Señor del Castillo, Radu "El Menor". Respiró profundamente con sólo escuchar su nombre, aunque aquel gesto podía tomarse como una última bocanada de aire que se llevaba como recuerdo de aquella estupenda noche.

Al llegar a la sala de banquete se encontró, entre otros, al lugarteniente Varsk. Con cortesía respondió al saludo, simple y formal. Antes de tomar asiento solicitó a su marido el permiso para sentarse a su lado. Solicitado éste se acomodó a su izquierda y se dispuso a probar unos escuetos bocados de los platos de la noche. Estaba algo desganada por haber abandonado tan maravillosas vistas para estar junto a su esposo. No obstante, aquella noche, era posible que su estado de ánimo mejorase con otro corto paseo.

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La cosa es muy preocupante. Hay seis Dhaeva sin comenzar a hacer la ficha. Uno ha sido expulsado esta mañana por mala conducta y otro (Zek) en dos meses a duras penas ha aparecido para hablar conmigo.

Digo yo que si en dos meses no ha tenido tiempo de apenas hablar... ¿Cómo podrá escribir un relato antes del 15 de enero y jugar una complicada partida de posteo diario?

Otro aspecto "preocupante", aunque menos, es que muchos Dhaeva no han pagado todos los puntos en el Trasfondo: Lugartenientes en su hoja de personaje. Eso implica que si los quieren los tendrán que reclutar una vez se inice la partida.

Seguramente esos Lugartenientes sin vincular a su Dhaeva se convertirán en Independientes próximos o afiliados a una Facción, pero que si pasa el tiempo y no son adecuadamente reclutados estarán libres para hacer lo que quieran, tal vez incluso marcharse y afiliarse a otra Facción.

Es importante notar que los Independientes, incluso los que se quedan orbitando cerca de la esfera de una Facción, por lo general no van a poder tener éxito en ninguna Acción Estratégica, les falta el vínculo de unión con su Dhaeva y el genuino respaldo (más allá de las palabritas) de su Facción.

Sin mutua confianza no se logra nada. Las Acciones Estratégicas, salvo circunstancias muy extraordinarias, fracasan automáticamente cuando las intenta un Independiente.

Saludos, mis dos sacerdotes eslavos.

Ya hemos empezado la ficha de vuestro señor, el Chamán Zelev, el Amo de los Espíritus, el Asesino de Druidas, Señor del Aquelarre de Invierno.

Tenemos su ficha tal y como era cuando era un chamán joven e inexperto, acompañado de su lobo-espíritu. Un chamán de una tribu bárbara magiar, los enemigos de vuestro pueblo transilvano, un invasor, un extranjero.

Cuando acabe su ficha podré empezar con la vuestra :)

Sonrio macabramente al ver a la figura entrar. Llega exactamente en el momento apropiado, para intimidar con su presencia y para contarme todo lo que necesito saber de mis prisioneros.

-Confio en tus habilidades Vladu, seguro tendras mucho para contarme.

Mi sequito ya casi esta completo, preparense para lo que viene....