Partida Rol por web

- "Sob..., snif, sniff." -

- "Lisander era un músico de Slobozia. Él y su señor Durius estuvieron aquí hace un año. El noble Durius quería una audiencia con el Voivoda, y al final la consiguió, aunque a lo mejor hubiera sido mejor para ambos que no hubiese sido así." -

- "¡Ah, Lisander! Él sí que animaba esta posada, e incluso intercedía para evitar las riñas y peleas. Un buen muchacho, sí señor. Con él daba gusto estar en este antro, no como ahora que está lleno de siesos y caras largas..." -

     -- Señor posadero y como consiguieron la audiencia con el voidova.?

El Posadero baja mucho la voz hasta ser casi un susurro:

- "A través de Uber Caprescu, uno de los Dedos, que a veces visita esta Posada en noches como esta..." -

     -- hablando casi en un susurro le pregunto: y ese Uber a que se dedica?

Mientras el mensajero habla con los "parroquianos", Gorax se despide con unas escuetas palabras y sale de la posada.

- Volveré más tarde.

Gorax camina por la ciudad desconfiado, mirando a su alrededor y detrás suya continuamente. El ambiente de la ciudad le disgusta y le pone nervioso, aunque habiendo pasado el invierno algo se ha acostumbrado.

Gorax camina hasta las puertas de la ciudad, buscando algún guardia para intentar sonsacarle información de los viajeros que pudieran haber salido. Probablemente, piensa Gorax, Durius siendo un noble se hiciera notar y el guardia le recordara.

- "Pues él... destruye a los enemigos del Voivoda." -

Al llegar a las puertas de la ciudad las encuentras completamente cerradas y un grupo de soldados patrullan en ellas vigilando dentro y fuera de la ciudad. Uno de ellos se dirige hacia ti en cuanto te ve.

-¿se puede saber que haces aquí? nadie puede salir de la ciudad por la noche! Además no es del todo recomendable recorrer las calles tras la puesta de sol, muchas personas desaparecen...

Se abre la puerta de la posada en mitad de la noche y una ráfaga de aire provoca un escalofrío en todos los presentes en la taberna. Aunque quizá no sea el aire sino la misteriosa entrada de un hombre, que hace enmudecer durante un instante a todos los parroquianos que todavía se encuentran allí.
Su presencia, aunque inquietante, no os es del todo extraña ya que suele aparecer alguna noche por allí. Se sienta solo en una mesa en un rincón en la penumbra y no habla nunca con nadie. El posadero le acerca siempre personalmente una jarra sin que el hombre tenga que pedir nada, algo extraño por otra parte ya que desde que Dimitri trabaja allí nunca le veis servir ninguna mesa que no sea esa. También habéis notado que cuando se encuentra dentro de la posada la gente suele marcharse antes de lo habitual y son mucho más comedidos cuando hablan, sin lugar a dudas su presencia les inquieta y procuran no meterse con él. Incluso los borrachos más parlanchines o bronquistas se cuidan de él.

Como siempre toma asiento en el rincón, pero antes de que el posadero le sirva llama la atención de Dimitri, que se encuentra limpiando una mesa cercana.

-Mozo, sirveme una jarra de cerveza.

El hombre sigue impasible, aparentemente ajeno a todas las miradas que se han concentrado en él y en Dimitri, mientras espera que el joven le acerque su bebida.

     --Me arrimo al posadero y en voz baja pregunto: es Uber?

No debí haber venido solo y sin dinero, me habría venido bien en esta situación. Y también sin saber por qué Lisander no "volvió".

Pero tenían que encontrar ya una pista sobre él, para poder abandonar la ciudad, con su opresiva atmósfera y la amenaza de los magiares. Tenía que hacerlo, y se acababa el tiempo.

- Vaya, no puedo creer que se me haya hecho tan tarde. ¿Por qué es tan peligroso? Bueno, seguro que con tu ayuda podré volver antes a la protección de un techo y un fuego. Vigilando las puertas sabrás quién entra y quién sale. Busco a un noble que abandonó la ciudad después de entrevistarse con el Volvoda, su nombre era Durius. ¿Sabrías decirme a dónde se dirigía?

- "¡Pero eso pasó por lo menos hace seis meses, si es que no son nueve! A duras penas lo recuerdo... ¿No tendrás alguna moneda que me ayude a recordar?" -

El posadero se ha puesto muy tenso y no responde a la pregunta de Dariu, aunque sus ojos parecen expresar que la respuesta es afirmativa.

"¿Qué podría ofrecerle?"

- Puedes quedarte esta daga. El acero es bueno, fue hecha para un noble.

El Guardia se guarda la daga al cinturón.

- "Recuerdo que hace más de seis meses partió una comitiva desde el Castillo de Bucarest. Una misión punitiva contra la Casa Krevcheski ordenada por el propio Voivoda.

En cabeza iba el noble Prato Szantovich, el heredero de la Casa Szantovich, a lomos de su caballo de guerra. Le seguían dos carruajes cerrados propios de la alta nobleza, en uno de los cuales se comentó que viajaba el Caballero Durius de Slobozia, aunque yo no llegué a verle.

Además llevaban unos cuantos carros de pertrechos, lo menos cuatro o cinco, y una fuerza de infantería de unos veinte milicianos de la ciudad.

Por lo visto en la Tirsa de Arges, hacia el Oeste, varios nobles Krevcheski llevan casi dos años en guerra por la sucesión. La misión punitiva debía imponer un gobernante y eliminar a los demás contendientes por el Señorío.

Eso es todo cuanto recuerdo." -

Sonrío satisfecho. "El coste ha sido importante, pero la información mereció la pena"

- Es lo que quería saber. Saludos oficial.

Me vuelvo a la posada. Rápido, vigilante, intranquilo.

- Tras una hora de ausencia, Gorax regresa a la posada con sus compañeros. Ya es de noche.

- El posadero parece algo nervioso, pero le ofrece cerveza del lugar.

Cojo la cerveza con un punto de desconfianza ante el nerviosismo del camarero, aunque pensaba por qué podía ser y lo vería cada vez más a menudo. Me voy a la mesa donde están mis compañeros. Ni siquiera me siento.

- He descubierto el paradero de Durius. Recoged, nos vamos a la Tirsa de Arges. Os contaré lo que he descubierto por el camino.