Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 24: Calarasi. - Tirsa de Calarasi.

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31/03/2008, 01:54
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Es curioso pero es muy irónico de una persona en tu estado afirmar que puedo ser el esclavo de alguien, al fin y al cabo yo domino mi mente; tu por lo contrario no pareces tener una relación de mutuo agrado con tu propio cerebro. - digo de forma jactanciosa en el eslavo más pulcro que puedo promunciar.

Ya entre aburrido por la situación entre cómica y dramática, sabiendo que o bien termina en un enfrentamiento infructuoso o bien puede sacarsele algo de provecho a la situación, y viendo por un momento la actitud tensa del resto de los presentes, opto por ladear la cabeza como el perturbado exige.

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31/03/2008, 02:04
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Esperando a la aprovación del despojo humano recién aparecido añado sin casi dejarle tiempo a pensar:

- Y ahora que ya he cumplido con lo pedido, cumple tu con lo que yo te pido. Suéltame, tranquilizate si es que tu mente te lo permite y relatanos a que viene todo esto. - pronuncio acumulando toda la paciencia que me es disponible.

Casi me divierte la pintoresca escena; un hombreen loquecido sujetando las solapas de mi capa y casi husmeando el aire como una vulgar alimaña, un cabrero agitando su honda con cara de circunstancias, un juglar agarrando un madero de la misma forma en la que una mujer agarraría una sartén y Durius, ¿apenas se había movido del lugar? Valiente muchacho, habría que enseñarle un par de lecciones adicionales.

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31/03/2008, 10:56
Lisander el Cantor.

En las extrañas palabras del loco vuelvo a escuchar un ¡Sí!¡Cuello! ¡Enséñame vuestro cuello!. Realmente lo suyo es obsesión.

Notas de juego

Efectivamente, lo único que habla Lisander es el eslavo. ;)

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31/03/2008, 12:42
Durius de Tremere.

Durius se había retirado un poco a tomar algo de aire para intentar despejar la presión que sentía en sus sienes, pero se había visto obligado a sentarse al verse asaltado por un violento mareo. Tal es su malestar que en un primer momento no consigue percibir la conmoción que se desata cerca de la hoguera. Finalmente su vista se aclara y desaparece el zumbido de sus oídos, y es entonces cuando escucha gritos en latín y eslavo mezclados con el firme tono de voz de su maestro.

Regresa a la carrera ("¡Vuestro cuello!¡vuestro cuello!") intentando sacar de entre sus ropas la daga que le entregó Sidor, que se obstina en enredarse en un pliege.

¡Maestro! - exclama al llegar y descubrir por fin la fuente de los gritos. El desconocido no parece haberle causado daños y la situación, por más que resulte extraña, no parece tan peligrosa como en un principio se había temido, pero por si acaso comienza una lenta aproximación mientras procura aferrar con fuerza la daga que al fin ha conseguido extraer de su funda.

Notas de juego

Lo siento, he estado semidesconectado por causas de fuerza mayor

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31/03/2008, 13:25
Bigun Tarigen de Tytalus.

Bufa ante el comentario de Sidus respecto a su mente, casi parece sonreir por un instante. Sin embargo, no dice nada al respecto, ignorando sus palabras mientras le hace girar la cabeza para contemplar su cuello a fondo.

-Agujero, agujeros, un hueco al alma -murmura para sí en polaco mientras mira a fondo su cuello- Agujero, agujeros... -termina con su examen y suelta al mago. Se gira y mira a los otros con desconfianza, aunque no parece preocuparle tanto el estado de vuestros cuellos.

-Y ahora que ya he cumplido con lo pedido, cumple tu con lo que yo te pido. Suéltame, tranquilizate si es que tu mente te lo permite y relatanos a que viene todo esto. - casi no parece necesario haberle dicho que te suelte, pues lo hace encuanto termina.

Encara a Sidus respirando ya con más de tranquilidad. Se aparta un mechón de pelo enmarañado del rostro y sonrie con algo que podría ser sarcasmo. No parece especialmente bestial ni salvaje. Viste ropas que, en algún tiempo, debieron ser de buena calidad.

-No echéis a mi mente la culpa de vuestra ceguera - dice en latín - Nadie cree al que ve porque no es profeta, pero el profeta es ciego y el cazador - duda unos segundos, ceñudo, y añade en eslavo: - un ciervo

Se queda en silencio unos instantes tras haber hecho esa declaración. Parece no tener muy claro por qué lo ha dicho. Está a todas luces algo más tranquilo.

-Hablar - dice al fin en latín - ¿Qué queréis que os diga? Decid vos. Decidme qué sois y de donde hacéis y...y... - mira ligeramente a sus espaldas, donde está el resto del grupo - Por qué vais a buscar que os maten en la torre donde no brilla el sol.

Notas de juego

Ya tengo idea de qué idiomas conoce mi personaje. Disculpad que me pase la vida saltando entre unos y otros y os obligue a estar atentos a cual uso XD

NOTA: Aquellos con algunos rasgos en Academicismo puede que noten que la alusión al profeta ciego y al cazador que es un ciervo pueden pertenecer a la cultura clásica. Pongo esto porque comprendo que el jugador no tiene por qué saber todo lo que sabe su personaje XD

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31/03/2008, 15:02
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Bien, parece que comenzarnos a entendernos - digo mientras aliso las arrugas de las solapas de mi capa y tranquilizo con un gesto vanal a los presentes.

- Así que lo que nos vienes a sugerir, es que esa torre está habitada por alguna especie de criatura, por lo que dices sombre un hombre pálido y las marcas que buscabas en mi cuello, terefieres al cazador nocturno de las leyendas oscuras; el "hominis nocturna" o como se le viene llamando desde tiempo antiguos, el vampiro.-
digo con tono meditabundo.

Una cosa era clara, la presencia de vampiros siempre había sido un posibilidad, pero sólo una posibilidad, pero ahora mismo, la cercanía de tal amenaza se volvía una clara prioridad en nuestros movimientos.

- Lo que me lleva a otra pregunta, si pensabas que nosotros podíamos ser su lacayos, craso error por tu parte, ¿no podrías ser tu uno de esos mismos lacayos? ¿Acaso has presentado alguna credencial además de tu evidente y palpable para mi conciencia, Don? ¿Que sabemos de ti? - avanzo interrogando hacia el hombre que desvaría.

Acto seguido en el latín más pulcro interrogo al aparecido.

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31/03/2008, 15:12
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Presentateante tu Praeco sodal, hiziste un juramento y todavía sigues atado por él, pese a las desgracias que se hayan abatido sobe tu destino. ¿A que Casa perteneces? ¿Cual es el nombre de tu Parens? ¿Donde está tu alianza? Responde sobre el Código, sobre su honor y sobre tu deber contraido. ¿Que te ha sucedido? ¿Acaso tu alianza a caido en desgracia y eres el único superviviente? ¿se abatió sobre ella esa oscuraamenaza sobre la que nos pones en aviso? -

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31/03/2008, 15:36
Durius de Tremere.

¿Sodal?¿Es este loco miembro de la Orden?

La apariencia del presunto mago no es la más adecuada para inspirar confianza, y es por eso que el joven sigue sujetando la daga con la esperanza de no verse obligado a utilizarla.

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31/03/2008, 16:17
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Durius, baja tu arma, este sodal es nuestro invitado y le debmos cierta deferencia a su posición. No receles de su aspecto, al fin y al cabo los hemos visto peores desde que llegamos a estas tierras. - le indico a Durius.

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31/03/2008, 16:20
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Tras el intercambio de inniteligibles palabras para mis hombres, me giro hacia los dos guías.

- Lisander, Dimitri, tranquilizaos; atended al fuego y dejad que mi sobrino y yo mantengamos una pequeña charla con nuestro invitado. -
solicito de los dos muchachos.

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31/03/2008, 15:39
Bigun Tarigen de Tytalus.

-Así que lo que nos vienes a sugerir, es que esa torre está habitada por alguna especie de criatura, por lo que dices sombre un hombre pálido y las marcas que buscabas en mi cuello, terefieres al cazador nocturno de las leyendas oscuras; el "hominis nocturna" o como se le viene llamando desde tiempo antiguos, el vampiro.

Conforme haces la deducción, el hombre parece ponerse más nervioso. Te hace un gesto conminándote a callar.

-Callad, callad -musita en latín- No habléis más de ellos. No en la lengua que todos sepan. Ellos escuchan, o sus esclavos, o sus mordidos o sus encantados... escuchan y no quiero que nos escuchen y nos sepan -respira hondo, mirando alrededor con nerviosismo.

- Presentate ante tu Praeco, sodal: hiziste un juramento y todavía sigues atado por él, pese a las desgracias que se hayan abatido sobe tu destino. ¿A que Casa perteneces? ¿Cual es el nombre de tu Parens? ¿Donde está tu alianza? Responde sobre el Código, sobre su honor y sobre tu deber contraido. -le interroga en latín.

-¿Praeco? ¿Casa? Sodal y Código... - responde, pareciendo un tanto confuso, en latín - Hace ya demasiado que no se escuchaba eso por aquí. Demasiado. De un demasiado que no es poco. -parece perdido en sus memorias. Mira a los ojos al mago y, con cierta reticencia, decide responder (más o menos) - Parens... era el nombre y no nombre del que me tomo de mi casa, en los tiempos del sol y los juegos. Era el que buscaba desafios y queria que yo los buscase y el que me llevó hasta aquí y el que tenía una sangre más roja del rojo que me había imaginado, una sangre roja, roja. Roja cuando la Mujer Pálida le dio un beso a su cabeza y el cuerpo estaba caido y yo me escondí al otro lado del viento. Roja... -se muerde ligeramente el labio inferior.

-¿Que te ha sucedido? ¿Acaso tu alianza a caido en desgracia y eres el único superviviente? ¿se abatió sobre ella esa oscura amenaza sobre la que nos pones en aviso?-continúa con su interrogatorio el mago.

-¡¿La oscura amenaza?! -grita en polaco para continuar en eslavo. -Está en todas partes, en toda esta tierra podrida y terrible y malvada. Pero hay una más oscura, de un oscuro de sangre seca sobre piedra y madera y son pálidos y duermen y amenazan y les busco. Si. -continua en latín- Les busco pero no saben que estoy hasta que es demasiado tarde y entonces, ¡zas! - suelta una risilla desquiciada.

Notas de juego

Si no te importa, prefiero responder de modo que lo vean también tus acompañantes mundanos, aunque para ello deba citarte :P No por nada, sino porque mi diálogo tiene que ir con muchas acotaciones de comportamiento raro y a veces pueden escapársele palabras en eslavo o polaco. Asimismo, voy a dividir tu interrogatorio en partes de modo que me sea más facil responder.

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31/03/2008, 16:43
Lisander el Cantor.

Miro a uno y otro y por un momento no sé quién está peor. Si el germano por dedicarle su tiempo a ese despojo o el desarrapado cuya locura es más que notoria. Sin embargo, obedezco y me dirijo a la hoguera a la cual arrojo el madero que tengo en mis manos. Me acuclillo y espero a que llegue Dimitri.

- Cuñado, esto no es ni medio normal. En el pueblo, a este tipo, lo hubiéramos echado a pedradas y mira tú por donde que el señor Sidor dándole al palique con esa piltrafa que muy bien no está - digo subrayando la afirmación con un movimiento circular de mi dedo en la sien.

El grito del loco me sobresalta y le lanzo una mirada furibunda al escuchar sus palabras.

¿La oscura amenaza?! Está en todas partes, en toda esta tierra podrida y terrible y malvada. Pero hay una más oscura, de un oscuro de sangre seca sobre piedra y madera y son pálidos y duermen y amenazan y les busco. Sí.

Tierra podrida, terrible, malvada murmuro malhumorado. Siento que la rabia crece en mí y si no fuera por el caballero que nos ha pedido no intervenir, le diría un par de cosas. Necesito concentrarme en otra cosa así que me dirijo al lugar donde hemos dejado el equipaje, cojo mi laúd y vuelvo al fuego. Me siento en el suelo y empiezo a rasguear las cuerdas buscando el tono adecuado para el soneto que me ha empezado a rondar la cabeza:

Alma de fuego y corazón con honor
que en negra silva la cuna ha,
en la Germania no le hay igual
en fe y valor al paladín Sidor...

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31/03/2008, 17:15
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Así que sigues la senda de la Casa Tytalus...no sé porque no me sorprende. Pero por lo que veo la Orden ya no significa mucho para ti, algo que no te puedo reprochar en esta tierra. Pero has dicho algo que me interesa, usas tu arte para acabar con ellos, por lo que has demostrado seguramente seas un maestro en el arte y ello te permite acercarte sin demasiado riesgo pero, ¿que haces para librarte de ellos?. ¿Cual es su debilidad?, se han descrito muchas, pero todos en la Orden sabemos que muchas son supercherías. Dime...- digo dejando en el arire la frase tratando de averiguar su nombre. - ¿cuales son su debilidades? ¿como lo haces para seguir vivo? - termino por preguntar.

- Y sobre todo, ¿cuantos son? ¿es esa mujer quien los dirige? Cuentanos todo sobre ellos y podremos actuar en consonancia compañero, tu lucha ya no es en solitario, pues me temo que todo lo que tengo ahora mismo, o más bien lo que no tengo, me fue arrebatado por uno de los mismos a los que persigues...estamos en la misma situación sodal...ayudémonos mutuamente.-

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31/03/2008, 21:46
Director

Notas de juego

OFERTA ESPECIAL DE VERANO:

- En esta escena hay 3 personajes que no postean y están inactivos en la partida.

- Sus muertes reportarán triple PX de lo normal a quien acabe con ellos.

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31/03/2008, 23:27
Dimitri el Impaciente, hijo menor de Dagu.

Aun confuso por toda la sucesion de eventos me acerco hacia el fuego pero sin quitar ojo del aparecido.

Su charla incomprensible me inquieta, aunque la comprensible inquieta todavia mas. La verdad es que desde que llego el señr Sidor y sali por primera vez del pueblo me pasan cosas raras.

-Cuñado. Yo no le tiraria piedras tan facilmente a semejante engendro y menos aun viendo lo que lleva a la espalda. Eso si, tampoco le dirigiria la palabra.

Me coloco de cuchillas al otro lado del fuego, sin soltar la honda ni la piedra.

Tras un rato me acerco disimuladamente a las mulas para buscar mi daga, sera mejor que la tenga a mano.

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01/04/2008, 00:37
Durius de Tremere.

Durius guarda la daga con palpable alivio y se acerca a su maestro. El hombre sigue desvariando, aunque sus palabras parecen contener retazos de información que el magister encuentra interesantes.

Gules bebedores de sangre... otra amenaza más que añadir a las que ya conocíamos. ¿Acaso estará realmente maldita esta tierra? - piensa.

Intenta hacer memoria acerca de lo poco que ha escuchado sobre esas criaturas, pero hay tantas historias confusas sobre ellos...

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01/04/2008, 15:53
Lisander el Cantor.

Veo las maniobras de Dimitri y tras regresar a mi lado y meditar cuanto me ha dicho respondo.

- Tienes razón cuñado. Lo que tiene a su espalda es un poderoso y cortante argumento, así que procura no hacer el tonto con ese cuchillo pues su filo no es enemigo suficiente. Lo que no alcanzo a comprender es la paciencia que el caballero demuestra con el pirado. Otro cualquiera ya le habría dado matarile. En fin, allá él. Sin duda, hay más de lo que nosotros, campesinos ignorantes, alcanzamos a entender. Pero insisto, ese tipejo no me gusta nada. Además, ¿cómo entró el cabrón en el almacén y recorrió la distancia desde la puerta hasta el señor Sidor sin que nos diéramos cuenta? - comento perplejo mientras toco distraídamente el laúd.

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01/04/2008, 15:43
Bigun Tarigen de Tytalus.

Bigun observa a Sidor durante un largo tiempo, pensativo.

-Así que os lo arrebataron todo, ¿eh? -masculla en latín - ¿Y cómo sé que no me mentis? ¿Cómo sé que sólo queréis arrebatarme mis secretos para saber más y más de lo que no quieren que se diga? Porque se algunas cosas. Cosas que los pálidos no querrían que supiesen -mira alrededor nervioso.- Tienen ojos en todas partes, y podrían estar mirándonos. Por eso es mejor este idioma viejo, porque no todos saben, no.

Respira hondo un par de veces mirando alrededor. Luego clava sus ojos en el Caballero Sidor.

-Pero sois de la Orden -retorciendo sus manos, nervioso- hacia demasiado, demasiado demasiado que no veía a ninguno de estos. Por eso me distraje de lo que debería haber hecho aquí, porque vi, os vi -baja la voz hasta un tono casi inaudible para continuar.- Pero creo, creo saber algo. Creo que hay tres en la torre donde no brilla el sol, tres pálidos que amenazan y esperan en las sombras. Por eso, por eso os salté al ver que queríais entrar donde no debéis, donde no deberíais si no sabéis nada -menea la cabeza. Parece especialmente tranquilo ahora, con el fuego chisporroteando y el sonido de las voces de los mundanos de fondo. -Y debilidades... ¿qué debilidades? Sé que ni un cuerpo muerto resiste muchos hachazos. Me muevo, me muevo sin ser visto porque me escondo tras el viento, porque el viento se maneja con Palabras. Y luego -suelta un risilla nerviosa- ¡zas! Con todo separado, hago dos hogueras y busco algo de comer y como nervioso mientras se hacen cenizas poco a poco en partes... cabeza y cuerpo lejos... Pero hay muchos tipos, si. Y la dama pálida... la dama pálida sólo fue una, solo fue la que besó a mi maestro. Se muchas cosas, se demasiadas cosas para gustarles a ellos -mira alrededor, intranquilo por momentos. - ¿De verdad vais a entrar en la torre donde no brilla el sol?-esto último lo dice en eslavo.

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01/04/2008, 17:35
Caballero Sidor de la Selva Negra.

- Todo depende amigo mío, tu tienes la capacidad y conoces la debilidad de la amenaza. Nosotros contamos con mi arte, pues mi aprendiz está todavía verde y estos dos...- digo refiriendome a los dos guías que se afanan recelosos con el fuego. - ...apenas podrían ser de utilidad.-
Mientras contemplo al alterado pero ahora más interesado hombre un brillo en mis ojos delata una nueva posibilidad.

- Existe...una forma. Es obvio que aunque eficaz, tu método no te permite enfrentarte sólo a tres de ellos pero, si otro más poseyese tu habilidad de ocultarse además de tus conocimientos, la desventaja se tornaría en nuestra ventaja. Supondría una preparación más minuciosa...- digo pensativo. -...tal vez lo que tarda una luna en tornarse plena de nuevo. Sería tiempo más que suficiente para aprender esa habilidad tuya y preparar la caza de nuestros "vecinos pálidos". A fin de cuentas, para bien o para mal estamos juntos en esto, ¿no es así sodal?-

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01/04/2008, 17:37
Caballero Sidor de la Selva Negra.

Las miradas de recelo de los hombres guardando el fuego no me pasan desapercibidas, pero es pronto para incluirlos en la conversación; sobretodo teniendo en cuenta el grado de nerviosismo que presentan tanto ellos como nuestro invitado. Pese a todo aguijoneo sus nucas entre frase y frase para acallar su temor.