Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 36: Sfantu Gheorghe. - Tirsa de Covasna.

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24/01/2008, 14:04
Meru el Receptor.

El mes pasó sin muchas nuevas, aunque todo era muy extraño, sin embargo parecía que hoy iba a haber algo nuevo que contar, unos cuantos soldados a caballo acababan de llegar, y el revuelo era general.

Queriendo evitar problemas decidió no investigar, y para evitar toparse con ellos fue a su casa a paso rápido para quedarse dentro, observando desde la ventana.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10
Motivo: Carisma (1/2)
Dificultad: 8
Resultado: 9

Tirada: 1d10
Motivo: Carisma (2/2)
Dificultad: 8
Resultado: 5

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24/01/2008, 15:36
Dimitri el Recaudador.

- Mi señor Andru parecía más animado antes de hacer el viaje, ¿no seria por algún motivo en concreto? Pero os daré un consejo, no subestiméis un libro de su portada, si estamos aquí es por que necesitamos aliados comerciales, y este es sin duda uno en potencia. –

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24/01/2008, 17:33
Caballero Andru de Bran.

No sé como mi tío pretende sacar algo bueno de un Szantovich, digo mirando con odio haci el frente, pero si el destino nos envía aquí, por algo será, y relajo mi mirada.
Buen Dimitri, habrá que usar mucha diplomacia y sangre fría para poder sacar algo positivo para la casa Bran.
Mi buen Schaar, que no digan que no tenemos modales, tratémosle a ellos como nos merecemos que nos traten. Cuidemos nuestros modales ...
, digo lanzando una sonrisa hacia Schaar, ... y nuestras palabras y me río miranto a Dimitri.

Notas de juego

Lo mismo de antes. Supongo que en la escena solo estamos los 5 que hemos venido de Bran y pueblerinos.

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24/01/2008, 18:30
Capitán Varsk.

Varsk estaba en su habitación del castillo tumbado sobre su camastro con una jarra de vino en la mano cuando uno de sus soldados entró rápidamente de forma abrupta en sus apostentos.

- Mi Capitán, cinco hombres a caballo han entrado en la ciudad como si el diablo les llevara preso. No se han detenido más que para preguntar por el Conde, que dónde estaba el castillo y que querían verle. Uno de ellos, el más importante de los cinco, se ha dado a llamar Andru de Bran. El soldado parecía tan excitado que no acertaba a hablar con claridad y soltura. El Capitán Varsk intuyó que algo raro se tramaban esos cinco personajes.
Varsk mandó al soldado a buscar al resto de la soldadesca de castillo y que formaran en la puerta principal para defender la entrada en el caso de que fueran asaltantes. "Que no se olviden de ir a caballo. Recordó el Capitán al soldado segundos antes de que éste saliera disparado de sus aposentos.

El Capitán cogió su espada y se preparó la armadura para salir al encuentro de la "visita". Llamó a una cortesana y le pidió que le dijera al Conde que tenía a cinco caballero que esperaban verle. Mientras él iba a darles la "bienvenida" a la ciudad, a la antigua ausanza.

Salió al patio de armas del castillo y se montó en su caballo, que por costumbre siempre estaba medio listo para poder salir cuanto antes en caso de necesidad.

Los soldados ya estaban preparados ante la entrada del castillo. Miró a uno y le hizo un gesto para que se acercara a él.

-Ve, soldado y busca al jefe de la milicia del pueblo. Dile que prepare a los milicianos y que se coloquen a ambos lados de vosotros, justo frente a la entrada del castillo. Yo voy a darles la bienvenida a nuestros amigos.

Acto seguido, Varsk se dirigió hacia donde se encontraban los cinco hombres montados a caballo. Justo en ese momento uno de ellos escupió al suelo y escuchó sus palabras sobre la ciudad y mientras otro de ellos estaba cuchicheando con otro caballero.

- Caballero, no son buenos modales, incluso para un esclavo, el escupir al suelo cuando se visita una ciudad en la que vos sois extranjero. Si no os gusta el suelo que pisáis, os invito a marchar por donde habéis venido.

Miro detenidamente a cada uno de ellos y después continuó.
Mi nombre es Varsk, Capitán de la Guardia de Knezi Radu Szantovich el Menor, Conde de Covasna. Y después del Conde y la Condesa, yo soy la persona con mayor autoridad en esta ciudad y en todo el Condado. Os doy la bienvenida a los cinco, especialmente al Caballero Andru de Bran.
Su caballo en ese momento relinchó.
He oído que deseáis ver al Conde de Covasna. Habéis de saber que el Conde es un soberano muy ocupado y no dispone de mucho tiempo que perder en cuestiones sin importancia. Así pues ¿qué asuntos os traen a Sfantu Gheorghe?.

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24/01/2008, 18:49
Dimitri el Recaudador.

Dimitri hace un gesto con la mano a Andru para pedir palabra, después suelta las rendas y hace que el caballo se mueva un par de pasos hacia delante, reclamando atención.

- Agradecemos el gesto y los respondemos con las buenas intenciones del Conde Bran. Sentimos enormemente el comportamiento de algunos de nuestros hombres, son gentes de armas leales aun así el termino de diplomacia les cae un poco grande - Señala a Andru `- Este es mi Señor Andru de Bran, y vuestra merced me disculpara si yo me presento como Dimitri, diputado de las finanzas de mi conde. Venimos con una proposición de alianza con el conde de Cavasna -

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24/01/2008, 19:07
Capitán Varsk.

-Acepto las disculpas Dimitri. Varsk bajo la cabeza en signo de saludo a los cinco. Había escuchado las palabras de Dimitri muy atentamente, intentado encontrar alguna actitud de desconfianza que pudiera dar a entender que estaba mintiendo.

-Informaré de inmediato al Conde sobre vuestra proposición y os haré llegar su decisión en cuanto el Conde la tome. De todos modos, ustedes son ahora mis invitados en la ciudad. Les ruego que vayan a la taberna de la ciudad y allí hagan noche. Mañana les diré lo que haya decidido el Conde.

Recuerden que desde este mismo instante están bajo las Leyes del Condado de Covasna y que cualquier incumplimiento acarreará las mismas consecuencias que a cualquier ciudadano de esta ciudad.

Disfruten de nuestra hospitalidad y nuestra tierra.
Acto seguido y sin decir nada más, Varsk dio media vuelta con su caballo y se dirigió hacia el castillo para informar al Conde.

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24/01/2008, 19:14
Capitán Varsk.

Notas de juego

- Informo al Jefe de la Milicia de lo sucedido, que los milicianos no se disuelvan y que permanezcan vigilando la ciudad toda la noche.
- Informo a los soldado que esta noche habrá refuerzo especial en el castillo y que desde el mismo instante en que yo entre, las puertas se cerrarán y no se dará paso a nadie.
- Me acerco a ver al Conde y le informo de todo lo sucedido, absolutamente todo y de las sensaciones que he tenido al verles. (no sé si tengo que hacer alguna tirada para averiguar sus verdaderas intenciones)
- ¿Qué significa el éxito buscando a los ladrones?, me refiero a cómo vas a hacer para terminar esa parte de la historia...

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24/01/2008, 19:22
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

Radu se encontraba en su dormitorio, pensando, maquinando planes que le permitirían alcanzar el poder que tanto ansiaba y la venganza que deseaba pero antes necesitaba verdaderos aliados, verdaderos cultistas. Andaba inmerso en sus cavilaciones cuando unos leves golpe en la puerta lo despertaron de su letargo.

- ¿Quién es y por qué me molesta?- dijo con severidad.

- Lo… lo siento señor. El Capitán Varsk me mando buscarlo.

- ¿El Capitán Varsk?- remedó Radu a la cortesana.

- Sí, sí señor. Unos forasteros, cinco para ser correctos están buscándole. El mismo Capitán ha ido a darles la bienvenida.

- Bien, bien... – sus pasos poco a poco sonaban más cerca de la puerta de sus aposentos. La inquietud inundaba el corazón de la sirvienta que conocía perfectamente el temperamento impulsivo de su Señor y más todavía desde el último mes. Jamás podía saber si una de sus sonrisas, o una de sus caricias era ira contenida que en el momento menos esperado soltaría en un torbellino de incontrolable furia.

Abrió la puerta lentamente, los goznes giraron y el rozamiento del metal produjo un quejumbroso sonido agudo.

- Muy bien, pero necesito que hagas algo por mi.- las sombras danzaban a su alrededor, un ambiente opresivo e inquietante oprimía el corazón de la criada que nada más aparecer su señor había hincado la rodilla en el suelo y bajado la barbilla casi hasta tocar su pecho.

- Se, señor, haré cualquier cosa que me pida…- farfulló. Tenía intención de continuar pero el Conde la mandó callar tapando sus labios con un dedo.

- Silencio, no hace falta que lo digas. Como te he dicho antes de que tú, impertinentemente me interrumpieses. – Radu marcaba todas y cada una de las sílabas que pronunciaba, parecía que salían de sus labios con violencia como dardos que buscaba clavar en el corazón de la plebeya. La mujer elevó su rostro y con mirada lastimera intentó ver la reacción de su maestro pero nada más toparse con sus ojos negros, profundos y misteriosos bajó de nuevo la mirada. – Busca a tu señora y mi esposa y dila que se vista con sus mejores galas. Dila también que tengo que hablar con ella sobre un asunto de vital importancia. Eres libre de marcharte.

Al ver como corría a cumlir la tarea que le había encomendado volvió al cuarto donde después de cerrar la puerta se preparó. Vistió su armadura, ciñió el cinturón, abrochó la daga y la espada y colocando su capa negra sobre sus hombros bajo las escaleras en dirección al vestíbulo. Allí esperaría las noticias del Capitán.

Debía intimidar con su presencia a los que llegaban y su esposa sería el contrapunto, la dulzura de sus palabras y su belleza los embaucarían.

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24/01/2008, 23:09
Condesa Dubieta Szantovich.
- Tiradas (8)

Tirada: 1d10
Motivo: Intimidación (1/5)
Resultado: 2

Tirada: 1d10
Motivo: Intimidación (2/5)
Resultado: 7

Tirada: 1d10
Motivo: Intimidación (3/5)
Resultado: 8

Tirada: 1d10
Motivo: Intimidación (4/5)
Resultado: 2

Tirada: 1d10
Motivo: Intimidación (5/5)
Resultado: 5

Tirada: 1d10
Motivo: Buscar (1/3)
Dificultad: 6
Resultado: 9

Tirada: 1d10
Motivo: Buscar (2/3)
Dificultad: 6
Resultado: 6

Tirada: 1d10
Motivo: Buscar (3/3)
Dificultad: 6
Resultado: 6

Notas de juego

Tiradas:

- Intimidación: 2 éxitos
- Buscar: 3 éxitos (y con tres dados XD )

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25/01/2008, 00:16
Caballero Andru de Bran.

¿Que hospitalidad es esa que mandan a unos nobles vecinos que vienen a traer riqueza y gloria para esta comarca a que duerman en una vulgar taberna? Miro desafiante a Varsk unos momentos.
Espero que tu señor sepa enmendar tan burdo ofrecimiento. Venimos a tratar con él y creo que no estas preparado para tomar decisiones más allá de las defensas de estas tierras, digo esto haciendo gestos de sentirme muy ofendido.
Esperaremos aquí a que el señor o la señora vengan a recibirnos como debemos y disponer de nuestro alojamiento como nos merecemos., tras lo que me busco algo que cuelga en mi cuello bajo la armadura, podeis ver como se trata de una pequeña cruz de plata aparentemente sin ningún tipo de valor más allá del que tiene el precioso metal.
Su tacto parece un bálsamo para mí, el mero hecho de acariciarla hace que mi rictus se relaje, bajo del caballo y hago un gesto para que el resto me acompañe.
Sereno el gesto un poco más y acabo diciendo, Capitán Varsk, ¿así se llama?, creo que hemos empezado con mal pie. Venimos en representación directa del Knezi Dumastru de Bran, y creo que me merezco un trato igual al que a él se le daría.

Os ruego que vaya a avisar a sus señores, decidle que venimos a ofrecerle una alianza entre nuestras comarcas que nos traerán prosperidad a todos, tras lo que sonrio hacia el Capitán y le hago un leve movimiento de cabeza a modo de ruego.

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25/01/2008, 00:48
Condesa Dubieta Szantovich.

En aquel momento, cuando la criada fue en busca de su Señora, Dubieta se encontraba bordando un paisaje que había comenzado hace poco. Curiosamente había cambiado las tonalidades anteriores por algunas más rojizas y violáceas, incluso el negro aparecía con más asiduidad de la habitual. Era un atardecer sombrío, inusual para un bordado. Aún así se sentía a gusto haciéndolo, mucho más que con los antiguos diseños.

Dejó el trabajo a un lado y atendió a la doncella que con nerviosismo se presentó ante ella. La solicitud de su esposo era curiosa, pero obviamente se debía a algún motivo en particular. Lo que más le interesó era aquella petición de máxima importancia, sin duda algún acontecimiento importante se estaba desarrollando.

Tomó un escueto baño para perfumar su piel y aparecer resplandeciente. Después se vistió y Ernieta se tomó el tiempo necesario para acondicionar su cabello.

Al llegar a las puertas de la alcoba de su Señor tocó suavemente la puerta. Cuando entró el Conde comprobó que, efectivamente, se había puesto la mejor de sus galas, incluso no recordaba habérsela visto antes.

De un rojo bastante oscuro el vestido estaba confeccionado con una seda exquisita, en un corte de caída perfecta y vaporosa, que al caminar danzaba como si vida propia tuviera. Las mangas estaban abiertas a la altura del codo, por la parte delantera, dejando así sus antebrazos al descubierto mientras la tela caía con soltura. En su cintura, elegantemente entallada, destacaba un fino cinto bordado en hebras de oro. Se trataba de unas magnolias enlazadas unas con otras por los tallos de la misma flor, cayendo en la parte delantera del traje. No obstante, en la parte superior, todo el mérito se encontraba en el sinuoso escote que dejaba a la imaginación lo que bajo él se encontraba. Como toque final su cabello, negro azabache y suave como la seda, estaba adornado por una fina tiara de oro herencia de su madre a juego con el collar que lucía; sujetaba por los lados parte del cabello, dividiéndolo así en dos y dejando con gracia algunos finos mechones sueltos.

- Mi Señor... –inclinó la cabeza esperando que hablase.

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25/01/2008, 03:32
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

Una verdadera diosa había llamado a su puerta. Sí, siempre había sido bella pero ahora le rodeaba la exquisita aura que proporcionaba el misterio. Este la envolvía como una capa negra que ocultaba el corazón. Toda alma débil buscaría respuestas en aquel ser de divina luz y una vez cayesen en sus garras dejarían de vivir, dejarían de sentir pues no serían libres para actuar. Sus profundos ojos verdes eran peores que beber de “Lethes”, con una mirada olvidabas. Su cálida y candorosa piel era suave y tersa, invitaba a perderse en sus oscuros secretos. Era una hechicera y la había dado más poder del que nunca podría haber alcanzado. Le sería muy útil para cumplir sus deseos.

Radu iba vestido completamente de negro con esporádicas salpicaduras de plata y metal. La armadura le daba un aspecto imponente, podría intimidar a cualquiera con aquel aspecto y la severidad de su mirada. Parecía un cuervo de plumas negras elegante pero portador de terribles noticias. La melena rizada color el azabache caía desordenada hasta sus hombros y cubriendo parte de su frente. De su uniforme de guerra solo le faltaba el casco y el escudo pero no eran necesarios en absoluto para lo que quería.

Cubrió sus manos con unos guanteletes de metal y se acercó a su esposa después de cubrirse por completo con la capa que estaba sujeta en su hombro izquierdo por un broche de plata y rubíes.

- No te esperaba tan pronto querida.- dijo con una sonrisa - Pero mejor así. Bajemos al vestíbulo donde esperaremos la llegada de Varsk y nuestros invitados y si nos da tiempo podremos hablar…- Cogí con delicadeza su mano y después de besarla tiré levemente para que me siguiese.

Bajé con tranquilidad las escaleras y recorrí los pasillos que separaban mis aposentos de la entrada a mi hogar. Una vez abajo y sin nadie que nos escuchase o nos viese me limité a preguntar. - ¿Qué tal?-

Notas de juego

Bueno mi esposa y yo te esperamos en el vestíbulo, es para que sepas donde estamos cuando llegues... si llegas :P.

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25/01/2008, 06:52
Capitán Varsk.

Varsk se alejó de donde estaban los cinco caballero escuchando las últimas palabras de Andru de Bran. Ingenuo eres si piensas que aquí te vamos a tratar como a un Conde cuando eres únicamente un simple mensajero pensó Varsk mientras cabalgaba hacia el castillo.

Al llegar allí dio instrucciones oportunas a los soldados y la milicia, dejó su caballo en el patio y subió rápidamente hacia el vestíbulo.

Allí le esperaban el Conde y la Condesa. Ambos estaban radiantes ese día, su aura era... cómo decirlo... poderosa.

Varsk se acercó al Conde se arrodilló frente a él y le pidió permiso para hablar.

Tras concedérselo el Conde, el Capitán habló.

- Mi Señor, como bien sabéis, esta mañana ha llegado uno de nuestros soldados a mis apostentos para avisarme que cinco hombres desconocidos habían entrado en la ciudad armando revuelo. He apostado nuestros soldados a la entrada del Castillo y he formado a la milicia para que esta noche permanezcan alerta por lo que pudiera pasar. Varsk tomo un poco de aire y continuó.

-Cuando llegué allí, uno de ellos no se le ocurrió otra cosa más que escupir a nuestro suelo y decir que nuestra ciudad era un estercolero. Le avisé para que moderara sus formas o abandonara la ciudad pero uno de ellos, uno que se hace llamar Dimitri diputado de finanzas, se disculpó por él.
Según ellos traen una proposición de alianza. El emisario es Andru de Bran, un tipo despreciable, altivo y poco dado, según mi humilde punto de vista, a los tratos diplomáticos.

El Capitán miró a la Condesa para observar su reacción y después al Conde.

-Mi Señor, les invité a que disfrutaran esta noche de nuestra hospitalidad y la rechazaron. Incluso al marcharme me exigió el Caballero Andru de Bran que el trato que habría de recibir en estas tierra habría de ser el mismo que el que recibiría su Señor. ¡Qué atrevimiento para un simple caballero el intentar hacerse pasar por Conde!.

-Mi Señor Conde - se acercó un poco más a él hablándole co confianza - algo me huele muy mal en todo esto. ¿Usted enviaría a unos lobos a discutir una alianza con las ovejas?, yo no lo haría y si lo hiciera, mi intención no sería formar una alianza. Yo únicamente le doy mi humilde consejo, mi Señor, tenga mucho cuidado con esta gente, no es trigo limpio. Ahora están esperando dónde les dejé para llevarles su respuesta.

De todos modos Conde, la milicia sigue patrullando ahora mismo y el castillo está cerrado a cal y canto con nuestros guardias dentro.

Varsk se cuadró esperando la opinión del Conde y la Condesa.

Notas de juego

- Te he dado toda la información relevante. Aún así estoy esperando a que el MasTer me diga que tipo de tirar habría de hacer para averiguar sus verdaderas intenciones, o al menos para saber si me están mintiendo o no.

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25/01/2008, 12:53
Condesa Dubieta Szantovich.

A veces le resultaba difícil alejar los pensamientos de cuatro años de convivencia con su esposo al verlo. No era él, eso era cierto, pero la mente aún se estaba resignando a desechar tal idea. Quería aprender de aquel ser el cual le había proporcionado poderes, y no los que como Condesa tenía. Eran poderes de verdad, los que muchos llamaban brujería. Sin embargo, ¿no se encontraba exultante con su nueva condición? Por su puesto, desgraciadamente había un pequeño fallo...

- Todo lo bien que vos podéis estar. Si mal os encontráis yo también lo estaré, mi Señor –dijo con un tono un tanto apagado por la revelación que iba a realizar- Espero que mis largas noches de inquietud no se hayan reflejado en mi semblante. Sueño con el Abismo, con vuestro sufrimiento al estar allí –recalcó con pesadumbre.

No era un sentimiento falso puesto que cada noche sentía el ansia que su, ahora esposo, sufría al sentirse atrapado en el Infierno. Tenía demasiadas preguntas que hacer y mucho reparo en realizarlas. Tal vez fuese el momento adecuado, pero no justo ahora. “Cada cosa tiene su momento”, le recordaba su apreciada madre.

- Permitidme preguntaros a qué se debe tales galas, amado esposo.

.

Notas de juego

Como estoy relevando datos comprometedores esa breve conversación la tengo a parte, ¿os parece?

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25/01/2008, 13:08
Condesa Dubieta Szantovich.

Con acierto se había preparado para los planes que su esposo tenía en mente. Era evidente que poco le hacía falta a Dubieta para estar hermosa, pero la elección del traje había sido muy adecuada. Tenía un halo de elegancia inaudito, mezclado con una sensación que despertaba el anhelo de conocer más a cerca de esa mujer.

Se sentó a la izquierda de su esposo, en una silla menos elaborada que la de su él, aunque toda las miradas se posaban instintivamente en ella.

Cuando Varsk se fijó en Dubieta tras relatar aquellas primeras palabras, sus párpados se cerraron ligeramente para que al alzarlos nuevamente su mirada fuera realmente especial, seductora. Era como una encantadora de serpientes, un papel asumido que sin embargo era lo poco que podía hacer. ¿Acaso no se deja a un niño jugar cuando lo es? Dubieta se regía por la misma norma, era una seductora nata.

Sólo hubo un problema a su modo de ver, y era que Varsk había caído en el mismo error que en la mañana en que su vida cambió. Era un hombre muy entregado a su marido, al anhelo de hacer cumplir sus deseos, pero aún debía ser más prudente en la elección de sus palabras. Se recordó hablar con él con detalle, después de todo le gustaba su compañía puesto que le mostraba amabilidad, y en tiempos en los que el Conde había sido realmente cruel fue de mucho agradecer.

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25/01/2008, 15:47
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

Asintió a las palabras de Dubieta. Le parecía perfecto que sintiese el sufrimiento del infierno así podría comprobar cual era la verdadera cara del Dios al que los hombres adoraban. Un mentiroso que castigaba a los que en el pasado le habían ayudado a crear al mundo, un tirano que se había puesto de parte del problema… pero se lo haría pagar no tenía duda alguna.

- Tales galas se deben a que tenemos invitados, esposa mía. Pero dentro de no mucho el Capitán nos lo explicará todo… En verdad tenía intención de hablaros de otro asunto pero debido a esta agradable sorpresa habrá que aplazarlo- añadió con ironía. - La cuestión es que necesit…- en ese preciso instante el Capitán Varsk entró y después de darle permiso escuchó con atención todo lo que le tenía que contar. Escuchó con frialdad, ni una sola emoción apareció en su rostro aunque sabía perfectamente lo que debía hacer.

Era en verdad algo inesperado, Andru de Bran en nombre de su tío Dumastru Bran… No comprendía que podía llevar a alguien que odiaba a los Szantovich a relacionarse con uno de ellos. La casa de Bran estaba en decadencia y Dumastru era el único que quedaba de su estirpe. En verdad debía estar desesperado para solicitar un pacto, fuese el que fuese, con Radu.

Todavía el pobre Varsk no terminaba de comprender lo que era la diplomacia, el arte del engaño y la mentira. Además seguía en su actitud de dar los consejos cuando no se le pedían… esta vez se contuvo, debía mostrarse afable para lo que en un futuro le esperaría.

- Capitán Varsk, guíelos hasta aquí. Les recibiremos como desean- dijo con una sonrisa maliciosa. - Pasarán esta noche en el castillo y les ofreceremos una copiosa cena.

Seguramente Varsk en aquel momento mostrase su descontento ante las palabras del Knezi pero Radu se adelantó y sin esperar prosiguió.

- La muerte no tardará en reclamar al viejo Dumastru y entonces su sobrino será el heredero. Si es tan imbécil como me comentas, si hace gala de su soberbia será fácil tenerlo controlado. No hay más que alabarlo y como un triste perro moverá el rabo. Lo trataremos bien, como dice que se merece… acerquémoslos a nosotros porque si se creen lobos las ovejas de nuestras tierras les van a sorprender. – se acercó a su vasallo y acercando su cara a la suya le susurró- ¿No conoces la expresión “in vino veritas”?

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25/01/2008, 15:47
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

. - La cuestión es que necesit…- en ese preciso instante el Capitán Varsk entró. El conde finalizó la frase que estaba dedicando a su esposa bruscamente. Después de darle permiso para hablar escuchó con atención todo lo que le tenía que contar. Escuchó con frialdad, ni una sola emoción apareció en su rostro aunque sabía perfectamente lo que debía hacer.

Era en verdad algo inesperado, Andru de Bran en nombre de su tío Dumastru Bran… No comprendía que podía llevar a alguien que odiaba a los Szantovich a relacionarse con uno de ellos. La casa de Bran estaba en decadencia y Dumastru era el único que quedaba de su estirpe. En verdad debía estar desesperado para solicitar un pacto, fuese el que fuese, con Radu.

Todavía el pobre Varsk no terminaba de comprender lo que era la diplomacia, el arte del engaño y la mentira. Además seguía en su actitud de dar los consejos cuando no se le pedían… esta vez se contuvo, debía mostrarse afable para lo que en un futuro le esperaría.

- Capitán Varsk, guíelos hasta aquí. Les recibiremos como desean- dijo con una sonrisa maliciosa. - Pasarán esta noche en el castillo y les ofreceremos una copiosa cena.

Seguramente Varsk en aquel momento mostrase su descontento ante las palabras del Knezi pero Radu se adelantó y sin esperar prosiguió.

- La muerte no tardará en reclamar al viejo Dumastru y entonces su sobrino será el heredero. Si es tan imbécil como me comentas, si hace gala de su soberbia será fácil tenerlo controlado. No hay más que alabarlo y como un triste perro moverá el rabo. Lo trataremos bien, como dice que se merece… acerquémoslos a nosotros porque si se creen lobos las ovejas de nuestras tierras les van a sorprender. – se acercó a su vasallo y acercando su cara a la suya le susurró- ¿No conoces la expresión “in vino veritas”?

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25/01/2008, 18:13
Capitán Varsk.

Mi Señor, como vos digáis, ahora mismo parto a buscarles. Sin más dilación Varsk salió del vestíbulo en dirección a donde había dejado hace tiempo a los cinco caballeros.

Allí le estaban esperando, tal y como había dicho Andru de Bran. Se detuvo frente a ellos y les dijo...

Caballeros, el Conde de Covasna os recibirá esta tarde. Acompañadme al Castillo, por favor. Acto seguido dio la vuelta a su caballo y espero a que los demás iniciaran la marcha para ponerse delante de ellos y guiarles al castillo.

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25/01/2008, 23:27
Caballero Andru de Bran.

Doy órdenes de que vuelvan a montar y seguimos al Capitán Varsk. Mi figura resalta entre la de mis caballeros y avanzo lo más cerca y al lado que pueda de él.

En el trayecto no desvío la mirada del frente.
Aunque en una posición orgullosa y altiva, no puedo disimular el cansancio después de tan largo viaje sufriendo las inclemencias del tiempo y descansando lo justo para que se repongan las bestias, que no pueden mantener ya una imagen elegante y noble como me gustaría.
Parece que lo que nos trae a la ciudad es algo de suma importancia para merecer un esfuerzo similar.

En un momento que relajo mi pose, acaricio a mi caballo y le susurro algo que queda entre él y yo.

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27/01/2008, 01:02
T35: Caballero Schaar Dvy.

Mira orgulloso hacia uno y otro lado.

Susurra sólo para su amigo Andru de Bran:

- "¿Pero has visto qué pocilga de ciudad? ¡Y la milicia! Sólo nosotros cinco podríamos eliminarla por completo. El único que parece levemente peligroso es ese maleducado capitanzucho." -