Partida Rol por web

SUCESO:

- Una disputa cotidiana por una gallina entre dos granjeros vecinos en el pueblo de Vaslut degenera en una pelea en que uno de los dos resulta muerto, acuchillado por el otro.

- El Anciano Baserut no sabe qué hacer con este crimen. Finalmente opta por una forma de castigo que no se usaba desde hacía generaciones.

- Los aldeanos fuerzan al infractor a adentrarse solo en el Bosque de Vaslut y hacen sonar un antiguo cuerno de caza que cuelga sobre la chimenea de la casa del Anciano Baserut. El Anciano recuerda que su padre le dijo que ese cuerno sabía para llamar a los Ocultos. "Que lo juzguen los Ocultos", es la última frase que dice el Anciano, antes de volver, cabizbajo, a Vaslut.

SUCESO:

- Una disputa cotidiana por una gallina entre dos granjeros vecinos en el pueblo de Vaslut degenera en una pelea en que uno de los dos resulta muerto, acuchillado por el otro.

- El Anciano Baserut no sabe qué hacer con este crimen. Finalmente opta por una forma de castigo que no se usaba desde hacía generaciones.

- Los aldeanos fuerzan al infractor a adentrarse solo en el Bosque de Vaslut y hacen sonar un antiguo cuerno de caza que cuelga sobre la chimenea de la casa del Anciano Baserut. El Anciano recuerda que su padre le dijo que ese cuerno sabía para llamar a los Ocultos. "Que lo juzguen los Ocultos", es la última frase que dice el Anciano, antes de volver, cabizbajo, a Vaslut.

ZVRAI EL CAZADOR:

- Sale de Vaslut en dirección a Iasi, en busca del guerrero llamado Vasili el Robacabezas.

Tatiana se ha quedado en el boun. Zvrai ha ido tras su padre. Ojalá pudiera encontrarle...

Tatiana no está contenta consigo misma. No está lo suficientemente capacitada como para salir de expedición. Debería haber ido ella a buscar a su padre. Aunque reconoce que no se ha esforzado tanto como debiera en entrenarse. Pero eso iba a cambiar.

Tatiana busca a Svarog.

- Quiero ser más fuerte...

- Eres todavía lenta y torpe. Antes de aumentar tu fuerza física, es conveniente que mejores tu destreza. Puede que algún día llegues a ser una guerrera capaz de matar a un demonio de un sólo golpe, pero para llegar a eso, primero tendrás que poder alcanzarle. Si te escucha llegar a kilómetros de distancia, o si tus ataques no son capaces de sortear sus defensas, de poco te servirá la fuerza bruta. Como entrenamiento, deberás conseguir superar la prueba que te propuse antes de que Zvrai se marchase. Cuando consigas mancharme de grasa, sabré que empiezas a estar preparada para aceptar retos más serios.

No puedo negar que me gusta la actitud de mi pupila y tengo muchas esperanzas puestas en ella, pues tiene un gran potencial. Me dispongo a continuar hablando, cuando el sonido de un cuerno me interrumpe. Por un momento, me quedo desconcertado, preguntándome si he oído bien. Luego, el sonido se repite.

¿Se trata de un cazador furtivo que se ha introducido en el bosque, o de un reclamo de la gente de Vaslut? La llamada ha sonado demasiado cercana, no llega desde el pueblo, así que, sea lo que sea, está dentro de mi territorio y me incumbe.

- Vamos - digo a Tatiana.

Tatiana también lo ha oído. Agudiza sus sentidos y mira a Svarog que se ha quedado callado escuchando el sonido del cuerno.

Y sale tras él corriendo, cuando éste se dispone a ver qué es lo que pasa.

Tatiana y yo nos transformamos en lobos y recorremos el bosque a gran velocidad. Cuando nos aproximamos a la zona desde la que se escuchó la llamada, el aire trae un fuerte olor a humano, acentuado por el miedo.

A una distancia prudencial, hago un gesto a Tatiana para que se detenga, y volvemos a recuperar nuestras formas humanas, acercándonos con precaución a la fuente del olor.

Se trata de un hombre de aspecto asustado a la par que desafiante, que nos mira con el aire de quién acaba de ver cumplida una de sus pesadillas. Me pregunto quién será y por qué está aquí... y también se lo pregunto a él, pues imagino que es quién tiene la respuesta.

- ¿Quién sois vos? - digo sin más preámbulo.

Tatiana agudiza sus sentidos por si pasa algo. El hombrecillo está muy asustado, puede oler el miedo. Tatiana está atenta a los movimientos de Svarog, pendiente de su acción. No sabe si podría ser peligroso, aunque Tatiana confía plenamente en Svarog, en su astucia y en su fuerza.

Pero por si acaso, estará ella preparada. No baja la guardia.

No se qué esperaba encontrarse este humano, pero no debía ser algo mucho peor que lo que tiene delante, porque al vernos a Tatiana y a mi parece relajarse.

- Soy Oleg Olegovich, de Tirsa de Vaslut - dice, en tono un tanto insolente - ¿Sois vosotros los de la aldea oculta? ¿Los que van a juzgarme?

Su mirada salta de Tatiana a mi, y regresa nuevamente a Tatiana.

- ¡Ah! ¡Yo te conozco! ¡Tú eres la hija del Robacabezas! ¿se supone que debo ponerme a merced de una niña, de quien se dice que su madre era una bruja?

Al principio Tatiana se había alegrado un poco al escuchar el nombre de su antiguo hogar; al fin y al cabo era donde había nacido, aunque no es que haya tenido una infancia feliz en ese lugar. Pero tras ver la descarada actitud del tipo y además dirigirse a ella como una insignificante, a ella! que era parentela del mismísimo Svarog... Y cómo se atrevía a mencionar a su madre?

- Grrrrr....

Empieza a gruñir, pero mira a Svarog por si le dice algo. Pero como le muestre de que no tiene inconveniente, ella.....

Miro a Tatiana, que parece dispuesta atacar al humano. No me importaría permitir que lo matara aquí mismo, en este momento, aunque sólo fuera porque ha llamado "bruja" a una Garou, y también, de paso, para ver si la cachorra es capaz de quitar una vida. Sin embargo, antes de nada, me gustaría saber que hace aquí el tal Oleg.

- Más te valdría morderte la lengua y arrancártela antes que continuar diciendo necedades. Dime ¿por qué motivo te han enviado aquí? ¿Cual es la causa de que los aldeanos de Vaslut nos hayan hecho acudir para verte?

El estado de ánimo del hombre oscila de nuevo hacia el temor. Comprendo que en realidad no es que sea un insolente, si no que mostrarse agresivo es para él un mecanismo de defensa. El aire se llena con el aroma de su miedo.

- He sido injustamente tratado. ¡Pero esos malditos me odian sólo porque soy mejor que ellos! Hace unos días un hombre murió de gripe. Este hombre me debía dinero, de modo que al enterarme de que había muerto, fui a su casa y me llevé una gallina. Sin embargo, otro vecino me impidió llevármela, diciendo que en realidad la gallina le pertenecía a él, puesto que se la había dado al anciano en pago a un trabajo que finalmente no llegó a ser realizado. Discutimos y llegamos a las armas, y, durante la lucha, lo maté. ¿Que otra cosa podía hacer?

Me pregunto hasta que punto será cierta esta historia, o sólo una versión de lo que ocurrió en realidad. Es una decisión difícil, aunque yo ya he decidido cual es el castigo que debería imponer al hombre. Sin embargo, antes de pronunciarme, miro a Tatiana y le pregunto:

- Y bien ¿qué opinas?

Tatiana tenía la mirada clavada en el hombre cuando Svarog le pregunta.

Ha empezado a recordar de quién era el hombre. Era un hombre antipático, violento e insolente. Se creía superior a los demás, y nunca había tratado bien a nadie. Recordaba perfectamente cuando le dio una patada a un niño que jugaba en la calle, porque "le estorbaba en el camino". Y cuando ahogó a un perrito hambriento que le seguía porque "le ensuciaba los pantalones".

Tatiana vuelve a gruñir.

- Este hombre no merece vivir.