Partida Rol por web

ACCION ESTRATEGICA
Consolidar Poder con Tribu ávara.

-Señor Sidor podría hablar con usted me gustaría exponerle unas cosas que vengo dándole vueltas a mi cabeza desde hace un rato si no le importa.-

Me aparto un poco del grupo para que no puedan escuchar la conversación

Que demonios tramara mi hermano....

quizas deberia hacer un esfuerzo a ver si consigo enterarme de algo...

Mientras que permito que el resto se adelanten dejo que mis apsos se acomoden a los de Dynnu y la mula.

- Habla - le digo breve y algo secamente a Dynnu.

Dynnu se acerca al Señor Sidor y empieza ha hablar en voz baja.
Pues bien señor queria exponerle.... blablablabla sbsbsbbsbsbsb

-Ha raíz de lo que dijo mi hermano sobre el conde de Bran... es una casa noble importante, parece ser que menor ya que solo tienen un feudo, y es un político muy astuto dado su avanzada edad ya sabe ese dicho "que el diablo sabe mas por viejo que por diablo", su enemistad con la casa Szantovich es mas que conocida ya que al morir su hermana desterró a su cuñado y sus dos propios hijos creo recordar que se llaman Dimitri y radovina y por otra parte más extraña se quedo a cargo su sobrino no se porque extraña razón obro de tal forma, y claro desde este suceso entre las dos casas existe un odio que nada puede mitigar excepto la muerte de una de las dos casas, lo cierto es que su hijo dimitri es el legitimo heredero.
No se que estará pasando por su mente señor pero si planea alguna maniobra para con el conde de Bran yo lo descartaría mi intuición me dice que seria muy arriesgado entrar en su territorio y salir indemnes de allí... y creo que podríamos sacar mas beneficio si visitáramos a la casa Szantovich con el fin de emprender alguna maniobra contra el conde de bran creo nos brindarían encantados toda la ayuda posible y quien sabe si podríamos obtener una alianza sólida de cooperación, Se dice que son una familia de pescadores rusos de buena casa y que pescan peces de oro en el volga y que al casarse quisieron darles peces de plomo en lugar de oro de ahi la enemistad. No estaria demás que a nuestra llegada investigara husted a la casa Szantovich y el paradero de los dos hijos desterrados señor.
Bien señor habiéndole expuesto mi parecer usted me dirá, cuando crea oportuno que medidas ha decidido tomar. Nada mas señor eso es todo, gracias por escuchar ha un humilde campesino.

Vaya, desde aqui no oigo bien...tendre que acercarme un poco mas.

Las palabras de Dynnu, me daban en que pensar. Las deducciones que había extraido de la información ya me daban un modo de proceder, no hacía falta que nadie me lo tuviera presente. Pero..., los hijos exiliados, eran una nueva baza a tener en cuenta. UNa baza que sin duda debía ser obtenida y jugada con autela, como toda baza ganadora.

Al igual que el resto del grupo, he oído a Dynnu dirigiéndose al caballero Sidor solicitando un momento de su atención para hablar a solas con él. Es cierto que puedo sentir curiosidad por lo que puedan estar hablando pero me parece un tanto patético el papel de vieja cotilla que está jugando mi cuñado Dimitri. El disimulo no es lo suyo, desde luego.

- Dimitri, deja de hacer el ridículo actuando de este modo. Te estás poniéndo en evidencia - le digo de buenas maneras y tomándolo del brazo -. Deja de espiar a tu hermano. Si quieres saber lo que ha hablado con nuestro señor, pregúntaselo directamente. No creo que se niegue a responderte y en caso de que prefiera guardar silencio, te dará algún tipo de razón acerca de su proceder. Mira, parece que ya ha acabado. Así que si tanto te pica la curiosidad, ve y pregúntale ahora pero no actúes como una trotaconventos- concluyo sonriéndole.

Un día más nuestros pasos nos acercaban más a nuestro hogar, la brisa comenzaba a amaninar por unos instantes, la lluvia parecía respetar sólo por breves momentos a estos pobres viajeros. Los pensamientos pasaban por los cientos de puntos a desarrollar una vez alcanzaramos Slobozia.

Con cierto desaire de importancia requeiero a Durius ante mí. Procurando hablar de forma pausada, clara y discreta.

- Es necesario que hablemos Durius, necesito de tu opinión. - digo al aparentemente sorprendido aprendiz por mi requerimiento.

- Deja esa cara de botarate aparte. Dime, ¿quién de estos tres te parece más indicado para una misión diplomática? - mascullo indicando a lostres de delante.

- Seguramente Dynnu - responde Durius tras pensarlo durante unos instantes - Dimitri parece demasiado impulsivo, y tampoco creo que le interesase ese papel. A Lisander, sin embargo, probablemente le encantaría, pero...

Obvia el final de la frase y se encoge de hombros. Interiormente se sente algo sorprendido por la consulta, pero también satisfecho de ser tomado en cuenta.

- El único problema a tener en cuenta es que podría ser un viaje de no retorno para el enviado. Quiero realizar un presente a un noble para demostrar mi buena predisposición hacia él. Pero es famoso por sus arranques de cólera y necesito de alguien medianamente instruido y capacitado, además de discreto y respetuoso. Te enviaría Durius, pero no es trabajo para un mago, ni tan siquiera para un aprendiz. Todo mago vale más que eso; aunque puedes decidir lo contrario. -

Durius se mordisqeua el labio inferior mientras medita, una costumbre que tiene desde niño.

- Por supuesto que no desearía exponer mi vida demasiado - responde finalmente - Pero si la situación lo requiere puedo hacerlo si se trata de un riesgo asumible. ¿Tan peligroso puede resultar presentarse a ese hombre para entregarle un obsequio?

- Por lo que tengo entendido requiere de mucho tacto y es evidente que una vez en el interior de sus tierras el emisario estaría a su merced. Por suerte parece ser bastante inteligente y si su guardia no te causa problemas el contenido de la misiva podría depararte cierta protección frente a su carácter. Además careces de la habilidad de defenderte y desconozco hasta que punto podrás desenvolverte en tal situación. Por lo pronto debes saber queel receptor de la misiva será el Knezi de la Casa Szantovich. Si aún sabiendo esto aceptas actuar como mi representante, pasaremos los próximos meses preparandote lo mejor posible, así tal vez obtengas una ventaja. Durius, preparate porque serás adiestrado en ciertas "habilidades" de las que careces. -

Días y noches se suceden en nuestro caminar, parece que la famosa frase es aplicable a los inexpertos viajeros. Es el camino el que hace al viajero y no al revés. Con el paso de las noches sus cuerpos y mentes parecen acostumbrarse a aprovechar los cortos descansos que ofrece el viaje, a mantenerse alerta en las cerradas noches transilvanas velando el sueño de los demás, en reconocer un poco mejor los lugares más apropiados en donde establecer un campamento. Mi satisfacción crece por días, no si crecer a la par mi preocupación; pendientes en el aire colgaban muchas cuestiones. Pese a tener contratados los servicios de los tres hombres para el resto del año, me enfrentaba a decisiones dificiles que trascenderían en la marcha de las tierras de Slobozia, en la vida de Durius y en la mía propia. La satisfacción de poder cumplir la palabra dada ante Dagu era importante, le devolvía a salvo a su familia, aunque tal vez hubiese hecho una excepción en el caso de Lisander. Pero dada la situación, la tensión del viaje y el peligro quenos acechaba por momentos durante la expedición, el "hábil espadachín" había sido una pieza clave, aportando la chanza y la relajación en los momentos de angustia. Era un grupo que reflejaba poco, sin duda no más que su apariencia de campesinos, pero funcionaban bien como grupo. Lo que me llevaba a otra cuestión que se había tornado preocupante durante estos días de soledad; su contrato los ataba hasta el fin del año presente, pero más allá de eso no debían mostrarme más deferencia que la que se le puede mostrar a un extranjero en estas tierras, si bien uno de noble cuna. Se imponía una conversación con ellos, pero wala cuestión no era tan simple omo en un principio se planteaba, las circunstancias se habían desatado hasta el punto de obligar al uso del arte. El problema no era leve, si no que se podía tornar en una devastadora riada que barriese por completo mi crdibilidad ante los habitantes de Slobozia; de hecho, los rumores en estas tierras eran como una plaga, debían evitarse en la medida de lo posible.

Con estas preocupaciones, la lógica guía el siguiente paso a tomar.

- ¡¡Dynnu!! Deja la mula a uno de los demás y acercate - solicite del mayor de ellos esperando a que se acercase mientras trataba de dar forma a las palabras en mi mente.

Mientras el hermano mayor cedía las riendas del arreo a uno de los otros, mi mente se convencía de que no sería necesariamente difícil convencer al granjero para que se prestase a servirme como siervo de forma permanente. Era lógico pensar que influido por el carácter de su padre, erra la opción más lógica y viable por el momento. Las palabras de Durius acerca de la capacidad del mismo, parecían convertirlo en la elección más acertada. Tal vez pudiese viajar con el aprendiz hasta las tierras de la Familia Szantovich, sus aptitudes hablarían por él en los próximos meses.

- ¡¡Dynnu!! Deja la mula a uno de los demás y acércate.

El tono y el volumen no dejan lugar a dudas sobre lo imperioso de la llamada del señor Sidor a Dynnu.

- Dynnu, tranquilo, ya me encargo yo de la mula. Ve, no le hagas esperar - le digo mientras tomo las riendas de la mula que agita sus orejas algo nerviosa -. Y tú, mulita mía, relájate o esta noche no te cantaré a la luz de la luna.

Siento cierta curiosidad por la situación. El señor Sidor en pocas ocasiones se dirige a nosotros si no es para darnos órdenes y aún menos mantiene conversaciones con nosotros, los varones de la casa de Dagu. Me pregunto si esto tendrá algo que ver con la charla privada que ya mantuvieron días atrás. Supongo que sí, pero Dynnu no nos ha contado nada acerca de lo que hablaron en aquella ocasión y siempre he respetado los silencios ajenos. Pero Dimitri ya es harina de otro costal. Dynnu es su hermano y no creo que le haga gracia ver cómo este hace migas con el caballero germano y no saber nada de lo que se cuece. No por nada le llaman el impaciente. Así que para evitarle mayores vergüenzas intentando espiar sus palabras, le llamo a mi lado:

- Dimitri, buen cuñado, vente para acá que te necesito. Mira, estoy componiendo una canción un poquito subida de tono acerca de una doncella y una anguila y ando escaso de inspiración. Necesito algo que me rime con...

A pesar de que he oido a Lisander me quedo un rato remoloneando a ver que quiere el Señor Sidor de mi hermano.

Pero visto que no van a discutir nada si no les dejamos algo de intimidad me voy a pasear con Lisander para intentar componer esas tonadas. Siempre son divetidas.

-Algo que rime con que?

Al alejarnos unos pasos del resto y estar a una distancia prudencial comento.

-Que crees que quiere el Señor Sidor, desde que emprendimos la vuelta a estado bastante extraño. Crees que tendra que ver con el fraile, o quizas con el Conde Bran. A parte, no me ha quedado muy claro el motivo de todo este viaje. Vamos hasta ahi solo para volver. Tu que piensas.

-Y ahora anda a los secretos con mi hermano, que se traera entre manos. No se, los Señores siempre me parecen demasiado....no se, distantes. Es como si sus cosas no fueran con nosotros, pero lo malo es que sus cosas somos nosotros.