Partida Rol por web

Su vida como Exiliados apenas había comenzado y ya habían perdido a dos compañeros. Si eso no era suficiente, además ahora tenían como enemigos a otro grupo de Exiliados que les superaban tanto en experiencia como en poder. Las cosas desde luego no pintan nada bien para ellos, pero al menos ahora disponen de la capacidad de viajar entre las realidades a su antojo sin ser marionetas de otros.

Sus vidas no son fáciles, las heridas pueden sanarse, los huesos rotos arreglarse, pero si la moral del equipo cae y no son capaces de recomponerse, entonces todo estará perdido. A veces lo único que se necesita es tiempo y es precisamente tiempo lo que los Exiliados han buscado para sí mismos.

La exploración de la nave resulta un tanto decepcionante, existen compuertas selladas que no hay forma alguna de abrir. Ni tan si quiera las poderosas capacidades de los Exiliados son capaces de abrir tales compuertas o ver que hay en el interior de las mismas. Seguramente exista alguna forma de abrirlas, aunque parece que eso les llevará algo más de tiempo.

Las capacidades de Loki son solicitadas por Hank para ayudarlo a comprender los sistemas de la nave. En un primer momento, todo está en un dialecto totalmente desconocido. Pero gracias a la astucia de Loki y su dominio único para comprender cualquier lenguaje, logra guiar a Hank para que active un traductor universal que la propia nave posee. Una vez los mandos pasan a estar en inglés, la cosa se torna mucho más fácil.

Las nuevas capacidades de Lana la resultan tan naturales como respirar, su cuerpo, su equilibrio ha aceptado de forma tan natural su nueva capacidad para trepar por las paredes, que simplemente siente que ha poseído esa capacidad desde el día en que nació. Desde luego eso no evita que se desplace por la nave haciendo gala de su nueva capacidad, después de todo siempre resulta divertido saludar a otros de sus compañeros mientras avanza por el techo del pasillo.

Cable se retiró a descansar hasta una de las habitaciones situadas cerca del puente de la nave. No era algo muy acogedor, pues simplemente había un camastro que había visto días mejores. Pero algunas horas más tarde, Hank y Loki se presentaron en su habitación y le hicieron salir al pasillo junto con ellos. Tras lo cual cerró la puerta y sonrió como un niño.

Tomando una especie de tablet, la manipuló durante unos instantes y aguardó unos minutos a que una barra se completase en la pantalla. Cuando por fin lo hizo, la puerta de la habitación se abrió revelando que el camastro había sido sustituido por una gran cama muchísimo más cómodo y ahora disponía de un gran armario e incluso, un escritorio.

Entregando la tablet a Cable le explica el fácil funcionamiento de la misma. La nave dispone de la capacidad de reformar cada habitación para adaptarla a las necesidades y deseos de su ocupante. No puede cambiar las propias dimensiones de la habitación, pero puede decorarla como desease. La única pega, es que los cambios tardan algún tiempo en producirse y que deben permanecer fuera de la habitación. Hank no está muy seguro de si la nave simplemente teletransportaba objetos de otras realidades o si dispone de algún tipo de nanotecnología capaz de construir todo.

En cierto modo, es como jugar a un videojuego de esos en los que puedes decorar una casa. El sistema es tremendamente sencillo y las opciones prácticamente infinitas. ¿Quieren una habitación con Jacuzzi y con la cabeza de un dragón adornando la pared? ¡Hecho! ¿Quieren una decoración más propia de los años 20? ¡Sin problema!

Por supuesto aquella capacidad de la nave dispone de ciertas limitaciones, pese a que puede crear armas y munición convencionales, no puede crear nada que ser realmente extraño o demasiado poderoso (Nada de cabezas nucleares) Dispone también la opción de crear libros, aunque en su gran mayoría son novelas y libros de estudio de los que que usan los niños en primaria. 

Tras entregar una tablet a cada miembro del equipo, les hace reunirse en el comedor. El lugar es lo suficientemente grande como para que entren todos sin problema. Dos grandes "cajas" metálicas se encuentran sobre un mostrador. Cada caja dispone de una puerta, así como de una pantalla táctil con un sinfín de opciones tanto para alimentos, como para bebidas. Pueden usar también un comando de voz para solicitar la comida que deseen y sea lo que sea lo que se les antoje, apenas tarda un par de segundos en estar lista. Los "cocineros" como apoda Hank a las cajas, poseen la capacidad de escanear a los Exiliados y ofrecerles una amplia gama de productos que necesitan para tener una salud de hierro. Si los Exiliados tienen baja alguna vitamina o necesitan de alguna proteína, los "cocineros" les sugerirán los mejores productos para estar al 100%.

La cabina de la nave es el lugar donde Karolina pasa la mayor parte de su tiempo. Los mandos de la nave se adaptan casi al instante a ella, por lo que pilotarla pasa a ser un juego de niños para ella. Hay varias opciones de la misma que al igual que las habitaciones selladas, están desconectadas. Tal vez más adelante puedan activarlas o descubrir para qué funcionan.

Gracias a las indicaciones de Hank, realiza un salto a una realidad relativamente tranquila y posiciona la nave de tal forma, que el sol pueda alimentar y nutrir su cuerpo. Karolina, trasteando con los mandos de la nave descubre que la nave es capaz de saltar a cualquier realidad con una precisión milimétrica. El problema reside a la hora de usar la plataforma de transporte del interior de la nave. Todo parece indicar que la nave carecía de esa capacidad pero alguien manipuló a la propia nave para desarrollar esa función. Eso provoca que puedan usar la plataforma para viajar a diversas realidades, pero el lugar en el que aparezcan puede no resultar el elegido. También existe una remota posibilidad de que el viaje falle y los arrastre a otra realidad diferente.

Calavera por su parte, no cruza palabras con nadie a no ser que se dirijan a él directamente. De hecho pasa prácticamente desapercibido en la nave, llegando incluso a no encontrarse con nadie durante horas.

La nave dispone también de una sala con un equipo informático como nunca antes han podido ver. Posee una capacidad de procesamiento de información que convierte a los ordenadores de la Nasa en tristes viejos 286. También descubren que en la sala de la plataforma, los ordenadores muestran información sobre las diversas realidades, así como una especie de mapa sobre las realidades que están en peligro, marcando con diversos colores lo cerca que están del cataclismo.

No hay ningún tipo de información sobre viajes anteriores de la nave, quienes la usaron o quién la construyó.

Amparados bajo la protección que la oscuridad les otorga en la noche, los criminales han operado desde que el tiempo es tiempo. En ocasiones simplemente para adquirir bienes que no les pertenecen, pero en muchas otras ocasiones para causar algún tipo de mal a otros. La oscuridad siempre fue su aliada, pero todo ha cambiado desde hace varios años.

Una fuerza desconocida y sin rostro ha frustrado tal cantidad de crímenes, que los villanos rehuyen de la noche. Envuelto por un halo de misticismo, Sombra ha protegido su realidad llevando a terribles criminales ante la justicia. Nadie sabe quién es ni el motivo por el que lo hace, pero las sombras han dejado de ser temidas por los buenos ciudadanos, quienes ya no temen adentrarse en la penumbra de un callejón.

Grandes reyes y señores de la guerra que gobierna por la fuerza, han sucumbido ante lo que denominan "El hijo de Seth" Las burlas de Sombra y el desconcierto que produce a sus enemigos al no poder ser dañado ni percibido, provoca que sea considerado un demonio de las tinieblas.

Tan solo Shamán conoce la verdad sobre Sombra a quién dio forma para ayudarle a prevenir el cataclismo que veía en sus pesadillas. Durante años ha pensado que todo iba a suceder por la avaricia de los reyes que gobiernan el mundo. Pero la verdad es muy diferente, los actos de los Renegados han empujado su realidad al borde del precipicio y si no logra detenerlos, todo desaparecerá.

En un intento por doblegar a las fuerzas que están rompiendo el propio tapiz del multiverso, hace frente al hechicero supremo de otra realidad. Shamán, debilitado por su viaje a través de la realidad para dar con los Renegados es incapaz de vencer y rápidamente es apresado. En un último intento desesperado, crea un portal para traer a su lado a la única fuerza que sabe, será capaz de vencer a los Renegados.

El viaje debilita a Sombra, pero es la esencia del palacio de Cristal lo que más daño le provoca. El lugar está completamente iluminado, de hecho todo parece resplandecer con luz propia. Por lo que se ve obligado a buscar refugio hasta recuperar fuerzas. Es así como por pura casualidad, se oculta en el interior de una nave que poco después, realiza un despegue de emergencia.

Soldados de pies azul y armados con armas de energía recorren la nave buscando a alguien. Sombra se mantiene oculto observando y vigilando mientras recupera sus fuerzas. Minutos más tarde percibe la lucha que se desarrolla en la nave y llega a tiempo de contemplar el combate de los Exiliados contra el propio Juggernaut.

Por las conversaciones que escucha, no tarda en descubrir donde se encuentra y quienes son los ocupantes de la nave. Su misión es arreglar realidades estropeadas y sus mayores enemigos, son precisamente aquellos que tienen preso a Shamán. ¿Podrías ser aliados? Los ánimos de los Exiliados no están en su mejor momento y la gran mayoría son demasiado jóvenes, pero sus intenciones son puras.

La investigación de la nave Loki se la dejo a los demás centrándose con Hank en conocer el sistema informático de esta. Lo cierto es que era una maquina realmente increíble con muchas capacidades y muy útiles que podrían usar para estar más cómodos y para viajar. Tras algunas horas pudieron activar un traductor para facilitar el uso de los equipos a todos. Junto con Hanks fue viendo y usando las diferentes aplicaciones que tenía la nave, podrían modelar habitaciones a su gusto, crear comida y ropa, incluso armas para pasar desapercibidos en las diferentes realidades a las cuales ahora podrían viajar con cierto control y en donde podrían saber cuáles estaban más en peligro.

Para la Asgardiana fue algo frustrante no ser capaz de encontrar información sobre los anteriores viajes de la nave ni sobre los constructores de esta, sin embargo, era mejor no ser muy insistente con eso por el momento ya tarde o temprano lo averiguaría. Loki dedico un tiempo a su misma a decorar la que sería su habitación, trato de recrear su habitación en Asgard. Era un lugar con una cama bastante grande y con no mucha decoración, varias estanterías llena de toda clase de objetos extraños y libros, un escritorio grande con un ordenador en un lado y objetos que parecían sacados de películas medievales, era como juntar la mayor tecnología que podía crear con las capacidades de la nave con artilugios medievales, era toda una mezcla digna de ver, también había algunos cuadros con paisajes de Asgard.

Tras aquello decidió darse un paseo y termino en el comedor, allí observo a “los cocineros” y pidió algo de beber mientras se sentaba, tendrían que pensar que hacer y a donde ir, para lo cual camino con la taza de té que había pedido hacia la sala con el mapa de las realidades den peligro.

Cable se retiró a la habitación que le indicaron para descansar. Pudo dormir con tranquilidad unas horas y más relajado y descansado cuando se dispuso a comenzar su meditación, Hank y Loki le interrumpieron. Tener un poco de compañía fue agradable para él por lo que les acogió con una sonrisa. Curioso por lo que estaban pensando hacer salio de la habitación y espero a ver que ocurría. Cuando la puerta se volvió a abrir la habitación había cambiado por completo, no era el tipo de habitación que necesitaba su psique en estos momentos por lo que les pidió que les enseñaran como hacerla cambiar.

Tras trastear un rato, redecoró la habitación como si estuviera de nuevo en el templo (imagen en notas), buscar su equilibrio interno era su prioridad para él, entender la nueva situación y estabilizar su mente.

- Así sí que mola les dijo a ambos. - Os acompaño, iba a meditar pero creo que en estos momentos prefiero no sentirme solo tras lo ocurrido. ¿Llevas mucho tiempo como exiliado Hank? ¿Habéis podido hacer algo por el grandullón que quedó echo papilla?

Acompañó habitación tras habitación a sus compañeros y le pareció raro no encontrarse con Calavera, ¿Donde andaría metido? Hizo un escaneo de la nave y encontró todas las mentes en la nave y por los patrones de movimiento suyos respecto al resto parecía que solo pretendía evitarlos. Quizá fuera pronto para él mezclarse por lo que le dejo su espacio mientras el mismo se reencontraba dentro de su ser.

Cuando llegaron a la cocina, se puso las botas, realmente tenía hambre y parecía muy lejano ya la última vez que comieron en el restaurante de Remy en aquella tranquila dimensión. Pidió comida hasta saciarse y sonrió al resto del grupo llevandose las manos a la tripa, aún no estaba muy hablador pero estaba recuperando el buen humor.

Una vez terminado de comer se disculpó del resto y volvió a su cuarto a meditar. Durante su meditación recorrió cada uno de los momentos vividos como exiliados y estudio cada una de las palabras que había oido tanto las explicaciones de Morfo como las duras palabras de Ciclope. En su interior debía de encontrar la sabiduria para llegar a un termino medio en el que sus actuaciones fueran buenas para cada una de las dimensiones a las que aspiraban a salvar. Conquistar y dominar no era la solución y sabía que tarde o temprano deberían de volver a enfrentarse por lo que debían establecer un plan de combate.

Mentalmente se comunicó con Hank pero conectando a todo el grupo incluido calavera: ¬ Hank, soy Cable, perdonadme todos la intromisión. Tarde o temprano deberemos de enfrentarnos de nuevo a los Renegados. ¿Tienes información recolectada para ir preparando una base de datos sobre sus fortalezas y debilidades para preparar una estrategia para combatirlos, primero por separado y luego en diferentes composiciones? Debemos adelantarnos por si acaso. Calavera dispone toda la información sobre su último recluta y del Juggernaut sólo necesitamos quitar su casco para que me imponga sobre su mente. Este tipo de información es la que debemos recolectar. Si queremos derrotarles debemos poner en común toda la información de la que disponemos

Tras deambular un poco, Karolina no tardó en encontrar la cabina de la nave. Se paseó por ella, tanteando los distintos mandos de control con suavidad.

Justo mientras pasaba por el sitio del piloto, vio como los mandos se adaptaban a ella, transformándose en una versión parecida a los que usaba ella en su propia nave.

- Oh – musitó, agradablemente sorprendida.

Hacía tiempo que no veía su nave. La echaba de menos, habían vivido muchas cosas juntas.

Se dejó caer sobre el asiento, como quien se lanza a los brazos de un conocido de confianza, y se llevó las manos al rostro. Le habría gustado mantenerse fuerte durante el enfrentamiento contra Juggernaut, pero la frustración y la pena fueron demasiado para ella.

En medio del combate había llorado a desgana. Pero ahora que estaba completamente a solas, podía hacerlo en paz.

Duró menos de lo que pensaba. Cuando se sintió desahogada por completo, tomó los mandos de la nave y trató de gobernarla. Se le resistió un poco, aún no sabía del todo como funcionaba. Trasteando un poco le pareció descubrir un sistema de comunicaciones. Eso les vendría bien. Pero la nave seguía sin seguir sus órdenes. Bueno, lo dejaría para más tarde.

Cuando sus compañeros comenzaron a decorar sus habitaciones ella se limitó a convertir la suya en un espacio neutro. Una cama y algo de mobiliario básico. En aquel momento no deseaba nada más. Solo con estar en una nave ya se sentía como si estuviese en casa. Además, se veía pasando más tiempo en la cabina que en su propio cuarto.

Luego vino la reunión en el comedor. Karolina agradeció el hecho de poder disponer de comida y bebida a voluntad. También agradeció que nadie le preguntase cuál era el plan a seguir en aquel momento. La verdad era que no tenía ni idea. Comió algo sencillo, un arroz salteado con verduras como el que le hacía su madre. Ya no recordaba el sabor, pero se sintió mejor al pensar que sabría más o menos igual.

Después de la comida fue a buscar a Hank. Él podría ayudarla con los controles de la nave.

Unos pocos consejos e indicaciones fueron suficientes para que se habituara a tomar los mandos. Bien, aquella preciosidad ya estaba lista para seguir sus órdenes. Transportó la nave a una realidad tranquila – la que les quedaba más “cerca” – y se situó cerca de una estrella.

Mientras dejaba que la luz la bañase, se recostó en su asiento y comenzó a pensar. Se suponía que era la líder del grupo. Tendría que pensar en cuál era el siguiente paso.

¿Rescatar una realidad cualquiera? ¿Rastrear a los Exiliados Renegados? ¿Dónde estaba el Tallus cuando lo necesitabas?¹

Se llevó una mano a la frente, masajeándose las sienes.

No tenía ni idea de cómo proceder.

Entonces escuchó el mensaje mental de Cable. ¿Salvada por la campana? Aquello era un comienzo.

Pulsó un botón que, recientemente, había descubierto que conectaba un sistema de megafonía en la nave.

- Eh, hola a todos. Al habla Karolina… - no estaba acostumbrada a hablar a través de esos cacharros -. ¿Nos vemos en la sala de la plataforma de teletransporte? Es decir, para discutir lo que vamos a hacer ahora…

Eso era. Eran un equipo. Karolina no tenía que pensar sola en todo aquello.

Se dirigió a la mentada sala, esperando reunirse con todos. Menos con Calavera. No acababa de entender a ese tío, a penas lo había visto. No confiaba en que asistiese a la reunión.

Aquella nave, con todas sus habitaciones, salas y aparatos había dado lugar a una buena cantidad de resistencia alienígena, pero unos pocos Exiliados habían bastado para limpiarla de arriba a abajo. Aunque tampoco es que tuvieran una certeza absoluta, porque aquel lugar era enorme y cambiante. Además, la cantidad de energía que habían empleado en hacerse con ella no les había dejado al 100%. Muchos de ellos se retiraron a descansar tras limpiar de enemigos la nave.

Así que cuando Cable hizo un escaneo de la nave y encontró una mente más de las esperadas en su interior, dada su propia agitación mental pre-meditación, pudo fácilmente achacarlo a su agotamiento. Al fin y al cabo era sólo un humano, con poderes, sí, pero sujeto a error. Cuando volvió a "mirar" telepáticamente en el lugar donde había encontrado la mente "extra" allí no había nada. Necesitaba descansar.

Todos fueron relajándose, poco a poco haciéndose suyas sus habitaciones (un reducto de intimidad muy personalizable) y algún otro lugar con el que se sintieran más identificados (como el caso de Karolina y la cabina de la nave). El salto a una realidad alternativa pacífica les estaba ganando algo de tiempo para pensar y reponerse mientras no tenían que preocuparse de entrar en batalla con ningún nuevo enemigo. Pero sí tenían enemigos a los que enfrentarse, unos por los que preocuparse seriamente. Cable hizo un llamamiento a debatir, pero sería Karolina la que les convocase por megafonía a una sala concreta. El lenguaje corporal es a veces también muy importante.

La Sala de la plataforma de teletransporte era hoy un lugar frío y lleno de sombras, pero acogería un debate del cual dependía el futuro de la mismísima realidad, de todo el conjunto de realidades... todos debían asistir.

No sabía si la nave era más grande que el bunker que creó el Hank de su realidad, pero lo que si tenía seguro era que era un lugar inexplorado. Su otro "hogar" lo conocía como la palma de su mano, así que en la nave se entretenía buscando accesos que para mala suerte de la arquera estaban cerrado. Al menos era divertido pasearse por la nave por el techo, se veía todo desde otra perspectiva, ahora solo tocaba practicarlo con el arco.

Lana no cambió su habitación, acostumbrada a su otra vida, se conformaba con poco. Así paso los días, entrenando, reponiendo las flechas trucadas... No parecía que el equipo estuviese para ánimos, así que solo charlaba con ellos el tiempo necesario (menos con Calavera, ese tipo le caía mal). Tampoco quería ser una pesada. Cuando Karolina llamó para reunirse, fue hasta allí andando por el techo, ya hecha casi una costumbre. Desde su posición saludó a los presentes con una media sonrisa. 

Uno tras otro los Exiliados se fueron reuniendo en la sala de la plataforma. La sangre y los destrozos aún estaban presentes en la estancia, no habían tenido tiempo ni ganas de limpiarlo. Pero no había ni rastro de los Kree, Hank junto con Loki se había encargado de devolverlos a su realidad. Volstagg por otro lado, estaba en la enfermería recuperándose de sus heridas. Su estado, pese a estar fuera de peligro no era precisamente muy bueno. El demoledor golpe que el Renegado le había propinado lo había dejado gravemente herido y seguramente aún tardaría algunos días más en poder valerse por sí mismo.

Hank había traído varias sillas y una mesa para que la reunión fuese un poco más cómoda. No sería mala idea habilitar una sala de reuniones más tarde para encuentros de aquel tipo. En cuanto tuviese un rato se encargaría de ello.

-Bien, antes de empezar creo que sería conveniente que me presentase correctamente y así responder a la pregunta de Cable. Mi nombre es Hank Pym y llevo siendo un Exiliado cerca de un año. Fui reclutado por los originales para hacerme cargo de coordinar equipos y manejar los ordenadores. Pese a que dispongo de cierta capacidad ofensiva, no soy tan diestro luchador como podáis ser vosotros. Aunque soy capaz de defenderme si la cosas se complican. Se puede decir que lo mío es la tecnología y desarrollar toda clase de dispositivos que puedan ser de ayuda. Si os parece bien y puesto que llevo más tiempo siendo un Exiliado, me gustaría que resolviésemos varios puntos.

Su tono era amigable y estaba claro que quería ayudar, tal vez su elección de palabras no fuese el más indicado. Pero no trataba de imponerse ante sus compañeros por ser el más veterano, simplemente deseaba resolver cuanto antes algunos problemillas técnicos.

-Antes de nada, tenemos que hablar del Tallus. Lo ideal sería que Karolina portase uno, así podría ponerme en contacto con ella en cualquier momento y puesto que es la líder, sería la primera en ser informada de cada misión. Existe la posibilidad de que cada uno de vosotros porte un Tallus también, las ventajas son varias. En primer lugar, la capacidad de comunicarme con vosotros, de localizaros prácticamente al instante estéis donde estéis y el que pueda sacaros de una realidad sin necesidad de que estéis cerca de Karolina. Pero existe un pequeño problemilla...al igual que yo puedo localizaros, cuantos más Tallus estén en activo, más posibilidades hay de que Cifra os localice. No será una tarea sencilla y le llevaría bastante tiempo, pero existiría esa remota posibilidad.

Usando las ruedas de la silla en la que se encontraba, se deslizó hasta los ordenadores de la sala y tras unos instantes tecleando en ellos, un Tallus apareció en el brazo de Karolina.

-Punto número dos, los polizones. Debemos decidir que hacer con el tío de las armas y el dios asgardiano. El primero puede resultar un arma de doble filo. Por lo que he podido averiguar sobre él, lleva más de media vida combatiendo. Es experto en infiltración, armas de fuego, armamento pesado, explosivos, táctica, sabotaje y bueno, en resumen, es todo lo que se puede esperar de un soldado de operaciones negras. El número de enemigos abatidos es...es...bueno, desproporcionado. Ese hombre mata sin remordimiento alguno, aunque debo decir que todas sus víctimas siempre han sido criminales. Respecto al dios asgardiano, su fuerza y resistencia nos vendrían bien, pero no estoy seguro de que podáis mantener el engaño mucho más tiempo. Controlarlo podría ser complicado y dudo que desee salvar realidades, pues su mayor deseo es ocupar el lugar de Odín. Yo votaría por devolverlo a su realidad y que Odín le castigue como crea oportuno.

Volstagg no le agradaba lo más mínimo, era una fuerza demasiado peligrosa con la que no podían jugar. Ahora se encontraba hecho papilla, pero aquello era lo habitual al enfrentarse al Juggernaut. Si Volstagg despertaba y no lograban mantener el engaño, se volvería rápidamente contra ellos. Respecto a Calavera no opinó, la experiencia y capacidad marcial que poseía podía venir genial al grupo. Pero Karolina no era una líder experimentada y hacerle cumplir las órdenes podía volverse una tarea complicada. Así que deberían de decidir que hacer.

-Respecto a los Renegados, dispongo de bastante información sobre ellos. Pero no es tan sencillo como me gustaría, Cable. Quitar el casco al Juggernaut puede resultar de lo más complicado. Es un ser prácticamente invulnerable con una fuerza titánica. Dispongo de los archivos de quienes eran en sus respectivas realidades, pero de eso hace toda una vida para ellos. Sus poderes y capacidades se complementan a la perfección, llevan mucho tiempo siendo un equipo y Cíclope ha logrado convertirlos en un verdadero equipo. Eso me lleva al punto tres, debemos decidir que hacer, si centrarnos en ir a por los Renegados o continuar nuestra labor como Exiliados y salvar realidades. Siempre podemos tratar de hacer ambas cosas, pero eso significaría no poder invertir el 100% de nuestras capacidades y dividir nuestras fuerzas.

- Gracias por traer las sillas y la mesa, Hank – agradeció Karolina mientras se dejaba caer sobre uno de los asientos. A pesar del tiempo de descanso, se sentía derrotada.

Había sido de las primeras en llegar, así que aguardó en silencio a que llegase todo el equipo, tamborileando la mesa con los dedos.

Una vez estuvieron reunidos Hank tomó la palabra. Suerte que lo tenían, a Karolina ni se le hubiese ocurrido como encauzar la reunión.

- Creo que nos las podemos apañar con un Tallus. Normalmente somos capaces de comunicarnos gracias a Cable. No me apetece tener a esos renegados pisándonos los talones mientras nos partimos el espinazo salvando realidades.

Era extraño sentir aquella cosa en su brazo. Bueno, tendría que acostumbrarse.

Con lo de Volstagg, no tenía duda alguna de cómo debían proceder.

- Por mí lo devolvemos a su realidad. Ya nos ayudó lo suficiente en su momento, ahora no será más que una carga – afirmó convencida. No podía estar siempre actuando para él, ni Loki. En algún momento los descubriría, sobre todo cuando comenzasen a salvar realidades en lugar de conquistarlas.

Por lo que a ella respectaba, todos los que no fuesen Exiliados podían irse yendo ya mismo. Pero el asunto de Calavera… parecía algo más complicado.

Karolina se llevó las manos a rostro, frotándose la frente en un gesto de concentración.

- El tío Calavera no me cae demasiado bien, la verdad. Pero reconozco que nos puede ser útil. Yo lo devolvería a su sitio también, pero si creéis que nos podría ayudar es el momento de decirlo.

Y finalmente los Renegados. Karolina había reflexionado largo y tendido sobre aquello, a solas en la cabina de la nave.

- No creo que nos podamos enfrentar a los Renegados. Al menos no tal como estamos ahora. Apenas somos cinco – contando a Hank, que Karolina no estaba segura de si debía contar con él o no, para misiones de campo – y nos acabamos de conocer.

La majesdaniana apoyó los codos sobre la mesa, y el rostro sobre las manos. A pesar de que acababan de comenzar, ya parecía abatida. Se la veía abrumada por todos los frentes abiertos.

- Y esos tipos no solo son muy poderosos, sino que, como dice Hank, llevan mucho tiempo trabajando en equipo.

Apenas habían podido hacerle cosquillas a Juggernaut. Imaginar de lo que era capaz el equipo al completo aterrorizaba a Karolina.

- Creo que lo mejor es centrarnos primero en salvar las realidades.

Entonces paseó su mirada por los presentes, pidiendo su opinión a todos ellos. Ella en el fondo quería unas vacaciones, pero convertirse en líder del grupo le había insuflado cierta responsabilidad. 

Y ahora sentía que, de algún modo, cargaba con el peso del equipo a sus hombros.

Aquella sala no era acogedora, escasamente llegaba a utilitaria. Un lugar frío u umbrío, sólo con algo de calor proviniente de los reunidos. Hank Pim dio un estupendo discurso, largo pero clarificador, dejando patente que rebosaba de buenas intenciones, tanto que fue inevitable que apareciera un aro de santidad en su sombra.

Las sombras, había que reconocerlo, no se comportaban exactamente como debieran en aquella sala. Danzaban al son de los movimientos de sus propietarios, cierto... pero sólo la mayor parte del tiempo. Karolina, por ejemplo, tenía puesto un manto de liderazgo, de estilo realesco, con corona y cetro a juego cada vez que abría la boca para hablar. Volstagg, no estando en la sala, no debería proyectar sombra alguna, pero lo hacía, en un costado de la misma, como si una proyección de una película de dibujos animados se tratara, cubierto de cadenas y con paso apesadumbrado, de condenado, caminando hacia un Odín, cuervos incluidos, que se disponía a ajusticiarlo... Calavera también estaba allí, en otra pared alejada, sentado en un trono de calaveras humanas, riendo sin emitir sonido alguno, las mandíbulas desencajadas como sólo un dibujo animado podría, empuñando un fusil automático y con una calavera blanca dibujada en su pecho como un pequeño hueco en su pecho negro.

Pero eran sombras, sólo sombras, y había gente hablando, reclamando la atención de los oyentes, apartando su atención de las paredes. Aquellos juegos de sombras pasaría desapercibido a buen seguro.

Loki permaneció en silencio mientras Hank hablaba asintiendo a lo que este decía, tenía razón en lo que iba planteando y Karolina añadió algo más de su opinión, cuando nadie hablaba fue ella la que hablo:

Conozco demasiado bien a Volstagg para saber que hagamos lo que hagamos da problemas… así que lo mejor es mandarle a su realidad y que padre se encargue de el… si se merece un castigo debe cumplirlo.

Sobre el tema de varios Tallus no opino ya que opinaba lo mismo que Karolina, era lo mejor, cuantas menos posibilidades de localizarles mejor. Sobre el tema de calavera se quedó unos segundos pensando y dice después:

Sin duda es alguien que puede sernos útil… pero va a ser difícil controlarle, por lo que vimos en su realidad no tiene ningún escrúpulo y parece que no le interesa demasiado integrarse… quizás el mismo no quiera unirse a nosotros, me dio la sensación que solo le interesa acabar con Kinpin… que ahora es una renegada y hablando de estos

Mira a todos sus compañeros durante unos segundos para después añadir:

Queramos o no ahora mismo no podemos hacer nada contra ellos… el hecho de perder a Coloso ha supuesto que perdamos a por decirlo de cierta forma nuestro miembro más fuerte físicamente y más resistente… y eso es un problema y sobretodo eso… ellos se complementan perfectamente y nosotros no… y solo hemos podido medio aguantar luchando con uno a la vez

Se sentó en una de las sillas que había traído Hank, cruzando las piernas sobre esta y apoyando ambas manos en sus tobillos. Miró a los presentes, con una especie de nervios y emoción. ¡Era la primera vez que le tocaba estar en una mesa para hablar cosas importantes y que tenía que hacer! Lana se sentía una de las tías más importantes de la nave y eso que solo eran 4 gatos como quien dice. 

Así que se esforzó en escuchar todo lo que sus compañeros tenían que decir, mientras fruncía el ceño seria. El tipo desagradable, el pozo sin fondo de hidromiel, los Renegados, varios Tallus... Se rascó la cabeza, sin saber muy bien como empezar a dar su opinión. Lo único que atinó a hacer al principio fue carraspear. -Hmmm creo que deberíamos devolver a esos dos a sus realidades. Volstagg no creo que se trague mucho tiempo la farsa y el tipo ese... Calavera. -Arrugó la nariz a disgusto- También deberíamos llevarlo a su realidad y que se líe a tiros con quien deba. No me da buena espina y sobre todo después de lo que ha dicho Hank... Creo que dará más quebraderos de cabeza que otra cosa- se encogió de hombros, sin miedo a opinar que no quería ver a ese tipo ni en pintura. -Sobre los Renegados o salvar realidades... bueno... después de que Juggernaut nos haya perdonado, ha dejado claro que son superiores a nosotros de momento. Creo que es mejor que vayamos salvando realidades y formarnos mejor como equipo.

Ahora tocaba los Tallus. La verdad es que ella no era muy entendida en eso, pero la tecnología podía ser, desde su experiencia, una salvación como una condenación- Los Tallus... estoy de acuerdo con Karolina si cree que es mejor con uno. Confío en ella- le sonrió a la rubia mientras cruzaba los brazos. Entonces reparó en que la mujer estaba alicaída o algo así, tampoco es que fuese la chica más empática del mundo -Eeeehh... Hank, ¿y si probamos a ir a un sitio donde no se vaya todo a la mierda? No sé, un día de vacaciones y buena comida que no sea "espacial"- alzó las cejas mirando al hombre. 

No terminó de saltar su consulta mental cuando Karolina activo al parecer la megafonía de la nave convocandolos para una reunión, estaba claro que no les gustaba la comunicación mental, aún siendo de lo más útil.

Escuchó las palabras de Hank con atención, por lo visto llevaba más tiempo en esto que ellos pero parecía que no iba a ser una de sus bazas de cara a salvar realidades sino más bien un guía dentro de este multiverso. Quizá ere el tipo de hombre que necesitaban para no estar perdidos en este multiverso y acabar donde no debían.

Asintió a su propuesta de exponer varios puntos y estuvo totalmente de acuerdo en la existencia de un solo Tallus, lo último que necesitaban es que acabaran siendo rastreados por los Renegados sin estar aún preparados. Mientras estaban allí reunidos volvió a sentir que allí había una mente más de las que deberían estar, miró confundido la sala de conferencias sin encontrar ni rastro de nadie. Seguía cansado de los viajes dimensionales y sus capacidades aún no estaban repuestas por lo visto. Cuando hablaron tanto de Volstagg como de Calavera estuvo de acuerdo con el grupo en que el primero era demasiado peligroso que se quedara con ellos. Lo mejor sería enviarlo de vuelta y que cumpliera su destino por las fechorías realizadas. En cuanto a Calavera, el tío era distante pero en combate era una maravilla, no sería apto para realizar las misiones de campo en las que tuvieran que salvar diferentes realidades ya que el trabajaba con un sólo objetivo pero si querían acabar con los renegados tácticamente, al igual que lo fué su padre, es una maravilla en el campo de combate.

- En cuanto a Volstag estoy de acuerdo, sin Coloso hemos perdido el músculo pero Volstagg no es el tipo de persona que necesitamos entre nosotros. Sin embargo Calavera aquí presente tácticamente es un fuera de serie, su visión del campo de batalla, del estudio de su enemigo y el aprovechamiento de sus vulnerabilidades no tiene límite. Sin embargo, su interés reside en la destrucción de un sólo renegado y no creo que salvar realidades como Exiliado le satisfaga. Ahora nuestro grupo es incapaz de hacer frente a los Renegados, apenas nos hemos unido como grupo y ya hemos perdido a dos personas. Las misiones de exiliados por lo que hemos podido comprobar y escuchar pueden llegar a ser desde proteger a aquel que más puedes odiar de tu realidad hasta asesinar a tu mejor amigo siendo un infante. Este es el juego en el que nos hemos metido y no sé si mientras llegamos a estar preparados para enfrentarnos a los renegados podrá esperar con paciencia y ceñirse a lo que cada realidad necesite que se haga cueste lo que cueste, aún no sé si podría hacerlo yo, pero es el camino que he elegido finalmente. Por lo que le propongo lo siguiente: Tienes la oportunidad de que te mandemos de nuevo a casa e intentes poner en orden tu mundo ahora que Kinping atiende a las órdenes de Cíclope y no se puede centrar en tu mundo como necesitaría. Nosotros seguimos salvando el multiverso tal y como nuestro destino nos ha designado y en el instante en que estemos preparados para acabar con la amenaza de los renegados te llamemos para que completes tu venganza. Sé que has medido la posibilidad de derrotarles cuando aparecieron y entiendo que como nosotros sabes que nos superan. Sabía que estaba en la sala por lo que de exponerlo como si no estuviera fue pasando a dirigirse a él directamente. - O si prefirieras, necesitamos un tío con una visión del campo de batalla como la tuya y sé que según vayamos recopilando la información que necesitamos nos podrás dar las claves y ventajas para acabar con todos ellos, no hace falta que nos ayudes a salvar el multiverso, simplemente a preparar al grupo primero para hacer aquello que se necesite para nuestras misiones y segundos prepararnos para luchar contra los renegados.

Tomó un respiro y recordó la sala de peligro que usaba el equipo de sus padres, esas simulaciones de combate les vendrían genial para prepararse para un encuentro contra ellos.

- En mi mundo el equipo de mis padres tenía una sala llamada Peligro. Donde se generaban mediante una programación campos de batalla y enemigos para entrenar al grupo, tanto como equipo como personalmente, ayudandoles a mejorar sus capacidades e incrementando sus posibilidades de victoria exponencialemente. Si dispusieramos de algo así y bajo la tutela de Calavera, creo que como grupo en una semana de sesiones podríamos vencer a los Renegados por separado. Mientras lo decía proyectaba una ilusión sobre su funcionamiento y los recuerdos que tenía del grupo que lideraba su padre entrenando en su interior. - Si podemos hacer algo como esto en la nave te facilitaré toda la información que necesites mentalmente Hank. ¿Qué opináis? Por eso te pregunté si podíamos reunir información sobre los Renegados, para trasladarla a un lugar así y batirnos contra ellos cuantas veces sea necesario. Miró a Calavera. - Si el resto del grupo está de acuerdo la elección de permanecer en el grupos y darnos apoyo táctico sería todo tuya. Perder a Calavera podría ser negativo para el grupo y debían ser capaces de aprovechar sus capacidades y mantenerle entretenido.

Ante la decisión de Karolina de seguir salvando realidades no pudo más que asentir y sonreirla, no estaban preparados para enfrentarse a los renegados.

Todos parecían estar de acuerdo en la mayoría de los asuntos planteados. Bien, aquello era buena señal.

Cuando oyó la sugerencia de Lana sonrió. Ella misma había pedido también unas vacaciones mientras estaban tomando el control de la nave.

- Un solo día no estaría mal – admitió tras el comentario de Lana, mientras miraba a Pym con una expresión de lo más sugerente -. Siempre que no interfiera demasiado con nuestras responsabilidades.

La idea de que los Renegados podrían barrer el suelo con ellos seguía molestando a la majesdaniana. No le gustaba ni un ápice que unos enemigos tan poderosos fuesen pululando por ahí, rastreándoles. Su reacción más natural sería huir, y tener que luchar cara a cara la frustraba en cierto modo. Quizá por eso le gustó tanto la idea de Cable.

- Eso que dices no suena mal. ¿Qué opinas, Pym?

Practicar. Aquello era lo que necesitaban. Se la veía bastante convencida.

- Y respecto a lo de Calavera… A ver qué dice él.

Karolina no estaba segura de si el tipo ese estaba por ahí, oculto entre las sombras, o no. De hecho, hacía un tiempo que no lo veía.

Sombra estaba indignado. Pese a todos sus esfuerzos por comunicarse, los "Exiliados", el grupo que había tomado el control de aquella nave en la que él mismo se había refugiado, ni se habían dado cuenta de cómo sus sombras habían tomado vida propia para mostrar una serie de sugerencias. Más aún, ni se habían dado cuenta de su presencia. Y él quería intervenir, opinar, dar consejos, un poco de todo.

La impaciencia por fin le superó y, ni corto ni perezoso, se acercó a la sombra de Cable, el psíquico despistado incapaz de darse cuenta de que una mente de más estaba *junto a ellos* y le propinó un puntapié en la pantorrilla. Tal vez así por fin le hicieran caso.

Cuando se girara Cable hacia él se lo encontraría tocándose la sien con un dedo, en un gesto universal que venía a decir "utiliza la cabeza". Y si no le hacía caso empezaría él mismo a tocársela. Ya estaba bien de sutilezas.

Se alegro cuando Karolina dió por buena la posibilidad de una sala en la que poder prepararse, solo faltaba que Calavera estuviera dispuesto a colaborar con ellos. Se encontraba relajado mientras debatían absorto en sus pensamientos y la conversación como para darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor.

De repente, sorprendido de un ataque inminente desplegó su escudo telequinetico sobre él con el que siquiera llegó a notar el impacto, no sentía maldad en el peligro pero el entrenamiento lo activó instintivamente sorprendiendo a los allí reunidos cuando comenzaron sus dos ojos a brillar y un aura de fuerza le rodeó No solo desplegó su campo de fuerza sino que escudo tanto físicamente como mentalmente a los allí reunidos como medida de precaución.

Su mente se puso en marcha escaneando la nave, algo ocurría pero no sabía el que y de pronto volvió a notar una mente más de las que debiera de haber en la nave y además estaba a su espalda. Se giró sorprendido y solo vio ante una sombra. "Una sombra" tocándose así mismo la cabeza, en el estado de alerta en el que se encontraba comenzó a ver las variaciones en la sala. Las sombras de todos ellos, incluso de los que no se encontraban allí estaban presentes. Vió la sombra de Volstag encadenado como un preso, la sombra de Karolina era majestuosa, la sombra de Calavera era sin duda terrorífica y las del resto no habían variado demasiado pero sin duda danzaban en la sala.

- No estamos solos comunicó al grupo señalando todo aquello que había ido detectando en variación de sombras y finalmente señaló a aquella que no disponía de cuerpo que la proyectara y sin embargo allí estaba intentando comunicarse con él. Sólo tenía que abrirle la vía ya que al parecer no podía hacerlo mediante su voz.

Con los escudos mentales aún desplaguedados como precaución, abrió una comunicación mental entre todos los presentes y aquella sombra.

- ¿Hola? preguntó Cable confuso y extrañado.

Los demás miembros estaban dando su opinión, por lo que veía todos más o menos opinaban de la misma manera salvo en el detalle de Calavera, lo dicho por Cable le pareció una muy buena idea, incluso ella dijo algo más:

Bueno… él quiere acabar con un renegado en concreto, siempre podemos decirle que le vamos a ayudar porque a fin de cuentas eso nos beneficia, pero él tiene que ayudarnos a nosotros antes…

En ese momento ve como Cable parece reaccionar y crea su ya conocida barrera, y ella siente como su mente también es protegida, rápidamente mira hacia Cable cuando este dijo que no estaban solos, rápidamente se pone de pie atenta a mirar y escuchar, en un susurro pronuncia un conjuro que le permite ver y oír a distancia con el que intenta hacer una especie de escáner a la nave.

Hank aguardó a que sus nuevos compañeros expusiesen sus opiniones y prestó especial atención a sus sugerencias. Todos ellos tenían mucho que aportar como Exiliados, habían pasado por un mal momento, pero estaba seguro que los presentes eran de esos que crecen ante la adversidad.

-Creo haber leído algo sobre la sala de peligro. Es bastante probable que pueda desarrollar algo que se ajuste a nuestras necesidades. Pero debo advertir que me llevará algo de tiempo. Emular las capacidades de nuestros adversarios y crear un sistema que sea capaz de mostrar inteligencia y capacidad de adaptación será algo complicado. Una vez logre sortear esos pequeños inconvenientes, construirla no debería de ser muy complicado, después de todo, disponemos de los recursos del multiverso. Y hablando del multiverso, parece que queréis ir a un lugar más relajado. Trazaré un rumbo hasta una pequeña isla paradisíaca donde podremos reponer fuerzas. No es una realidad carente de peligros, pero no debería de pasar nada mientras nos encontremos allí. La isla es un complejo vacacional para las personas de alto nivel económico, por lo que seréis tratados como reyes y reinas. 

El asunto sobre Calavera era algo completamente diferente y muchísimo más delicado. Calavera era alguien bastante extremista que se negaría a pactar o colaborar con un criminal. Era sencillamente un hombre que hastiado por la cobardía y ceguera de la justicia, había optado por impartirla por sí mismo.

-Debemos tener en cuenta que Calavera ha estado solo desde que era un niño. Con dieciséis años falsificó su documentación para poder alistarse. Ese hombre ha estado librando una guerra contra el crimen organizado durante años y siempre lo ha hecho en solitario. Sus métodos pueden parecernos radicales, pero debemos de admirar su determinación y voluntad. En un primer momento es fácil subestimarlo al carecer de poderes, pero ha logrado acabar con varios enemigos que sí tenían. Su experiencia podría ser un valioso recurso para nosotros, pero tal vez lo más acertado sea preguntarle cuales son sus planes. Sin duda podemos aprender mucho de él, pero Calavera también podría hacerlo de nosotros. Tal vez podríamos suavizar sus métodos y enseñarle a trabajar en equipo. Supondría un gran reto para todos, pero dudo que se vaya a marchar de la nave sin luchar. Estoy seguro que ya habrá contemplado esa posibilidad y se habrá preparado para ello. Desea acabar con la vida de Kinping y dudo que permita que alguien se entrometa en su camino. Aunque me avergüence admitirlo, ninguno de nosotros nos hemos molestado en acercarnos a él y conversar. Tal vez Karolina o Cable sean los más adecuados para hacerlo ahora. Karolina es ahora quién nos dirige y posee experiencia tratando con figuras como Calavera. Cable por su parte, es quién posee mayor experiencia en el campo de batalla, algo que podría hacerle ganar el respeto de nuestro invitado. No aconsejo que Lana o Loki sean quienes se encarguen de ese primer acercamiento, la primera debido a su juventud, la segunda por ese aura de inocencia que la rodea.  - Alzando las manos tratando de apaciguar a las Exiliadas, prosiguió.    -Vuestras capacidades y valerosos actos han dejado muy claro para los presentes de lo que sois capaces, pero en una primera conversación con Calavera, vuestra apariencia podría ir en nuestra contra. Solo quería decir eso.

Llegados aquel punto, la sombra que se había adueñado de la oscuridad de la sala decidió revelarse por fin. Sorprender a un telépata no es sencillo y mucho menos a alguien con el potencial de Cable. Pensamiento y acción fueron uno, cuando un escudo de energía telekinética envolvió de pronto a los Exiliados, quienes a su vez sintieron como sus mentes eran escudadas antes algún posible ataque.

Tras unos instantes de incertidumbre y comprobar que sus mentes estaban a salvo y pese al espectáculo dantesco de sombras que se extendían por la sala, Cable bajó su escudo y abrió su mente para tratar de contactar con aquello que acababa de golpearlo. Su mente era...extraña, estaba claro que poseía una aguda inteligencia pero había algo raro con ese ser...fuese lo que fuese.

Las palabras de Cable fueron más que suficientes como para que Loki decidiese comprar el estado del resto de la nave. Sus sentidos viajaron a través de la distancia llevándolo en primer lugar a la sala de mando. Todo estaba en orden allí, así que comenzó a comprobar el resto de la nave.

Logró localizar a Calavera en una sala no especialmente amplia, pero que disponía de una docena de monitores en los cuales se podían apreciar diversas áreas de la nave. Había también un gran equipo informático, así como diversos sistemas que no logró identificar. Calavera estaba siguiendo el curso de la reunión de los Exiliados desde aquella habitación y tras escuchar las palabras de Cable y ver con sus propios ojos el espectáculo de sombras, estaba tomando su arma dispuesto a acudir junto a los Exiliados.  

-¡Loado sea Unkulunkulu, creador de la humanidad! -exclamó mentalmente la sombra- Si hubiera sido un Renegado ya habría acabado con vosotros... Bueno, puede que con ella -dijo señalando a la majesdaniana- y contigo -dijo señalando al psíquico del grupo- hubiera tenido algún problema. Pero, en cualquier caso, dejad que me presente: soy Sombra, la sombra de la humanidad desde que los humanos son humanos. Shamán, el Hechicero Supremo de mi realidad, me dio cuerpo y desde entonces he estado sirviéndole para liberar a la Tierra de los cobardes que osan usar las sombras para esconderse y cometer fechorías. Yo les enseñaba una lección. Pero recientemente hubo un ataque a nuestra realidad y el Hechicero Supremo acudió a protegerla, rastreando el mal hasta el Palacio de Cristal. Fue allí pero fue vencido, capturado por esos Renegados. Con sus últimas fuerzas me convocó a su presencia desde nuestra realidad, pero aquel lugar me debilitó y tuve que esconderme para reunir fuerzas de nuevo. Me refugié en esta nave. Yo llegué antes, así que se podría considerar que es mía, os podría echar, os aseguro que podría… pero os he elegido como aliados. Tampoco es que tuviera mucho donde escoger, jeje. No, en serio, vais contra los Renegados, así que estamos del mismo lado.

La sombra, mientras “hablaba”, gesticulaba como si de un mimo se tratara, acostumbrada como estaba a comunicarse sólo a través de gestos y sombras.

-Es cómodo hablar así, explicar todo esto me hubiera llevado un buen rato –valoró- Ummm, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! ¡Decisiones! Veamos, el grandote que se comió la carga de Juggernaut, a parte de merecerse la convalecencia, por tonto, también se merece regresar a su realidad y afrontar las consecuencias de su traición. No tenemos ningún objetivo en común con él y manipularlo para que siga los nuestros no sólo sería peligroso, sino también impropio de alguien que se hace llamar “héroe”.

Sin duda Sombra sabía mucho de cómo descender a la oscuridad, tanto del corazón como físicamente, seguro que a lo largo de su existencia había conocido mucha gente así, que comenzaba con un pequeño acto y acababa haciendo grandes barbaridades.

-Calavera, por otro lado –continuó- sí tiene un objetivo común con nosotros, acabar con una de los Renegados. Sus métodos pueden incomodarnos un poco, pero es un aliado interesante, con recursos. No debería haberle caricaturizado como hice, aunque si le dejáramos en su realidad sin duda acabaría “limpiando” de malvados y ensuciando, y mucho, con su sangre.

Antes había puesto a Calavera sentado en un trono de calaveras humanas, con un fusil automático y riendo con la mandíbula desencajada. La imagen, pese a ser una síntesis algo metafórica de lo que podría pasar con él, no mostraba su intenso mundo interior, su sufrimiento o el de su realidad. Era injusto retratarlo así.

-Finalmente, respecto a qué hacer ahora, yo voto por ir arreglando realidades mientras buscamos las debilidades de los Renegados. O aliados contra éstos, alguien que pueda acabar con ellos. Tal vez sus archienemigos. Puede que haya alguien en sus realidades originales que quiera una revancha. O podríamos buscar a sus contrapartidas de otras realidades y enfrentarlos a ver qué pasa. ¿Qué sucedería si alguien imparable chocara con alguien imparable? –preguntó haciendo referencia al encontronazo entre dos juggernauts.

Sombra paseaba por la pared de la sala mientras daba su discurso, obligando a los Exiliados a ir girando para seguir sus movimientos, aunque su “voz” no perdería potencia a pesar de estar de espaldas a él, dada la naturaleza mental de la comunicación.

-Ah, y podéis considerarme parte del grupo, el destino lo ha querido así, pero el Tallus creo que no lo voy a poder llevar…

Karolina asentía continuamente mientras Pym hablaba. Vaya, el Calavera ese no le acababa de caer bien, pero quizá era porque aún tenía que conocerlo.

- Está bien, yo puedo ir a hablar con él – anunció la majesdaniana.

Aunque estaba segura de que aquella podría ser una de las negociaciones más difíciles de su vida.

Cuando Cable activó de pronto su escudo, Karolina se levantó casi de un salto, derribando la silla en la que había estado sentada. Su cuerpo se encendió al instante, iluminando la sala con un fogonazo multicolor.

La danza de color, luces y sombras se fue desvaneciendo a medida que Karolina comprendía lo que estaba sucediendo. Acabó apagando su luz, justo a tiempo para que el extraño ser de sombras comenzase a comunicarse con ellos gracias al vínculo telepático.

La fugitiva siguió con cierto recelo los movimientos de las sombras. Eran, de un modo muy primitivo, seres antagónicos. Ella se podría considerar un ser de luz, y sombra estaba hecho de… sombra. Y aun así la dulce ironía lo había dispuesto todo de forma que Sombra fuese un héroe nato, mientras que Karolina era más bien… una criminal buscada por la galaxia.

No importaba lo que pensase o cómo fuese en aquel momento. En el pasado la había cagado, y aquel era su recordatorio. Una sombra noble y una luz impura.

Se sentó lentamente mientras acababa de oír las palabras de Sombra. Parecía un tipo – o cosa – simpático. Estaba de acuerdo con ellos y parecía haberse unido al equipo por voluntad propia. En el fondo tenían los mismos objetivos, lo cual era bueno.

- Después de nuestras últimas pérdidas… Creo que poder contar contigo es una buena noticia – dijo, más cansada por las circunstancias que contenta por la incorporación -. Bienvenido, Sombra.

En ese momento advirtió que su propia sombra mostraba una apariencia más “regia” que su propia imagen. El detalle le hizo gracia y, como por arte de magia, descargó toda la tensión que había acumulado hasta aquel momento.

Seguía formando parte de aquella familia. Además, se suponía que era la “líder”.

- Parece que estamos todos de acuerdo en que deberíamos seguir salvando realidades – dijo con voz firme, la que se espera de un líder -. Como dice nuestro nuevo amigo, encontrar nuevos aliados también sería beneficioso para el equipo de cara a nuestro inevitable enfrentamiento con los Renegados. Así que salvar realidades será nuestra prioridad de momento.

Se levantó de la mesa.

- Primero descansaremos en esa isla. Hace muy poco que hemos tenido nuestros últimos enfrentamientos, y tenemos que reponer fuerzas. Pero luego… - miró el Tallus en su brazo, y luego a Pym -. Iremos a la próxima realidad que nos necesite.

Entonces dirigió su mirada hacia Cable.

- Deberíamos ir a hablar con Calavera – le dijo al psíquico, convencida.

Ella y Cable eran las dos personas que Pym había propuesto para la tarea, pero ¿por qué no ir juntos? Quizá tenían más que ofrecer si unían fuerzas.