Partida Rol por web

No puso pegas para el nombre de la nave, si a los demás le parecía bien... total era una nave, tampoco le quitaba el sueño el nombre de esta. Asintió a las palabras de Karolina de acompañarla a tomar algo y como Cable también le parecía bien, guió a su compañero hacia su destino, aunque con algo de torpeza al principio. Eso si, no podía que era hasta divertido. Cuando llegaron, dibujó una sonrisa traviesa al mutante -Te has ganado un azucarillo- bromeó para después bajar de sus hombros.

Se sentó con los demás y tomó un té helado, desde que lo había descubierto (hace apenas... ¿horas?) cada vez que tenía sed bebía uno. Por la noche no iba a dormir de ninguna forma. Prestó atención sobre los niveles, y definitivamente el nivel 3 no era una opción, así que se estaba planteando realizar el 2 o el 1. El charlatán de sombra hasta tenía razón, podían hacer aliados para poder ayudar en futuras misiones -las misiones de nivel 1 pueden realizarlas pequeños grupos de exiliados, si, pero nada dice que podamos ir todos. Así, en una situación sencilla, podremos aprender a trabajar en equipo como dice Cable y sin liarla demasiado- se encogió de hombros y le dio un buen sorbo a su té usando una pajita -también, un ejercicio de confianza es como nos ha pasado ahora. Separarnos y sin Tallus un equipo, no ha pasado nada. De todas formas si nos dividimos en dos grupos no será tan significativo llevar dos ¿no?

-Esto... -Indicó Hank   -Cable tiene razón respecto al Tallus, pero solo debido a que en mi anterior explicación no fui muy claro. Veréis, portar un Tallus es como arrojar una pequeña piedra en un lago. Genera ciertas ondas que pueden rastrearse. Si portáis varios Tallus en una misma realidad, sería como arrojar varias piedras a la vez al lago, por lo que las ondas que se producirían serían mayores. Ahora bien, si os dividís en dos equipos y cada equipo porta un Tallus, volveríamos al primer ejemplo. Es decir, la piedra y el lago, salvo que ahora serían dos piedras y dos lagos completamente diferentes.     -En su cabeza todo sonaba en armonía, pero Hank no era precisamente alguien con el don de la palabra. Por ello le costaba tanto transmitir todo lo que se le pasaba por la cabeza.    -Bueno, en resumen y para no liaros, es más peligroso llevar varios Tallus en una misma realidad, que portar dos o tres Tallus en distintas realidades. Digamos que la resonancia que producen varios Tallus en un mismo punto es mucho más fácil de localizar que la que produce un solo Tallus en una realidad.

Respecto a la idea de Sombra, Hank arrugó la nariz y negó con la cabeza. No le gustaba lo más mínimo lo que proponía y no puedo evitar dar su opinión.

-Parece que estáis pasando por alto un pequeño detalle, la situación en la que nos encontramos es debido precisamente por haber reclutado a nuevos Exiliados. Por no mencionar, que cuantos más conozcan la existencia de nuestro grupo y de nuestra capacidad por viajar entre realidades, mayores serán los retos a los que debamos enfrentarnos. Todo ello por no mencionar que siempre habrá héroes que crean que el poder de arreglar realidades estaría mejor en sus manos. Tampoco debéis olvidar que la presencia de los Exiliados en una realidad tiende a ser bastante corta, eso da tiempo a forzar lazos de compañerismo con los nativos. Pero no debéis de caer en el error que por luchar con alguien durante dos o tres semanas, esa persona va a ser vuestro mejor amigo. Ser un Exiliado es una carga muy pesada que puede arrastraros a la desesperación. Debéis de ser muy cuidadosos a la hora de depositar vuestra confianza.

Hank tomó su propia tablet y lanzo un vistazo a las misiones que tenían disponibles. Se preguntó cómo diablos había hecho Calavera para que el ordenador de la nave dividiese las misiones según los parámetros establecidos por le justiciero. Le había tomado como un bruto armado hasta los dientes, pero parecía que el justiciero también sabía de ordenadores.

-La buena noticia, es que programé el ordenador de la nave para que descartase las operaciones que pudiesen ser de interés para los Renegados. Por lo que en principio, debería de ser improbable que nos cruzásemos con ellos. Aunque claro, todos sabemos que la palabra improbable carece de verdadero significado para nosotros.

Sombra asomó por encima del hombro de la sombra de Hank Pym, echando un vistazo a lo que ponía su tablet. Lo hizo, por supuesto, en el mayor de los silencios, pues al fin y al cabo ¿cón qué iba a tropezar que pudiera hacer ruido?

Asintió, Dios sabe a qué y luego empezó con su habitual cháchara:

-Entonces descartamos lo de reclutar a otra gente para acabar con los Renegados. Bien. Pero hay poderosos artefactos mágicos y de otro tipo en cada realidad, seguro. Tal vez sí pudiéramos aprovecharnos de eso. ¿Tendría consecuencias lo de llevarnos algo así? Supongo que dependerá del artefacto. Puede que si lo consideran perdido, no. Lo que me recuerda dos cosas: ¿podemos coger souvenirs? y ¿tengo derecho a habitación propia? No necesito descansar (La Sombra nunca duerme), pero me gustaría un sitio donde tener mis cosas.

¿Cosas? ¿Qué cosas podía tener? ¿O tendría sombras de cosas? Definitivamente Sombra debía tener en su naturaleza la del ser humano, porque hay pocas cosas tan propias de la humanidad como el gusto por coleccionar cosas.

-Me gusta la misión de -LA SOMBRA DE LA MANO-, una sencillita para empezar, enfrentándonos a ninjas que se ocultan en las sombras. Eso mola. O sea, puede ser entretenido, ¿no? Y es una cabronada que a una persona le engañen de esa manera, con la muerte y resurrección maligna de su amado y todo eso... Creo que es la opción más romántica, tengo debilidad por esas cosas. En las sombras no sólo se refugian los malvados, ¿sabéis?

Loki permaneció en silencio escuchando, lo que decían de buscar aliados en un primer momento lo pensó, pero desecho esa idea, suponía que no sería buena idea meter a demasiada gente en esos asuntos, además, más gente, más posibilidades de que se unieran al otro bando. Las explicaciones dadas le sirvieron ya que en esencia pensaba igual, mientras se hablaba permaneció atenta al ordenador mirando las misiones que habían seleccionado, fue cuando Sombra hablo que ella lo hizo:

Opino igual… lo ideal sería empezar por algo sencillo y eso es una buena forma de empezar, así evitamos la aparición de un ser bastante complicado de tratar… pero también podemos dividirnos en dos y que otro grupo actúe en otra realidad también sencilla, no sé, por ejemplo, con lo del cazador ese o la de los zombis… aunque a mí los zombis no me gustan mucho… esas películas me dan bastante cosa

Decía poniendo cara de asco

Aclarado el tema de los múltiples Tallus, a Karolina ya no le parecía nada mal que se dividiesen para abarcar más terreno. Lo de no poder reclutar más aliados era una pena, pero la majesdaniana ya se había esperado algo así.

- Si podemos dividirnos, creo que lo más efectivo será hacer dos equipos. Habría que tener en cuenta nuestras capacidades a la hora de apuntarnos a una u otra misión.

Dio un sorbo a su cóctel. Qué rico estaba, por las estrellas. 

- Por ejemplo, Sombra podría ser de mucha utilidad en esa misión de los ninjas. Y parece que hay rollos místicos en medio, así que Loki también podría ayudar. 

A decir verdad, no tenía claro en qué misión encajaría mejor ella misma. 

- Lana y Cable, ¿tenéis vosotros alguna preferencia? - preguntó, esforzándose por organizar al grupo -. ¿Quizá dar caza al cazador ese en medio de una ciudad?

Pensándolo bien, quizá el tema de los centinelas tocaba más de cerca al psíquico. Karolina se mantuvo a la espera, a ver qué decían. Ya se uniría ella después al grupo que pareciese necesitar refuerzo.

Un poco confuso con el tema de los Tallus volvió a preguntar ya que no quería que el grupo corriera riesgos al dividirse y acabar siendo localizados sin estar preparados.
- Aún así, Hank, esos Tallus antes y después de hacer el salto a diferentes multiversos van a coexistir allí donde esté la nave y una vez se genere un nuevo Tallus, ¿Se puede hacer desaparecer así como así? No me acaba de convencer que se acaben generando varios Tallus y que nos detecten antes de marcharnos y acaben encontrando la nave mientras estamos fuera. dijo aún dudando que fuera buena idea separarse, son solo por el tema del Tallus sino también por aprender a luchar como un equipo, pero sólo tenía una carta que jugar.

En cuanto a lo de reclutar otros aliados o recoger artefactos ahí si que lo tenía claro. - Sombra, no vamos a disponer de tiempo suficiente para crear lazos ni buscar objetos místicos. Estamos en realidades con una misión, no de turismo, para cuando quieras celebrar con tus nuevos aliados la victoria el Tallus ya te habría mandado de vuelta. sus palabras fueron directas y quizás algo cortantes, pero con la experiencia que tuvieron en la primera misión le bastaba para saber que no daba tiempo a realizar nada del otro mundo. - Somos nosotros los que tendremos que endurecernos e incrementar nuestro poder para hacer frente a los renegados.

Se paró a mirar la tablet y las misiones de nivel 2 parecían laboriosas puede que complicadas de abordar, pero les harían actuar como equipo. Parecía que la decisión de dividirse estaba tomada por lo que cuando Karolina le preguntó por que misión prefería hacer, imaginaba que lo preguntaba en cuanto a efectividad más que por afinidad.

- Tanto en la del cazador como en la de los centinelas puedo ser de utilidad. En la primera mis poderes psíquicos brillarían para localizar al cazador y convertirle en una presa. No se exactamente que clase de criatura es ese Carnage pero si piensa y tiene ansia de sangre será el detonante para identificarle entre el resto de población. Se paró unos segundos a reflexionar. - En cuanto a la misión de ayudar a mis hermanos mutantes contra los centinelas es una misión de localización y protección. Aquí la telequinesis jugaría un papel importante en cuanto a protección y escolta mientras los compañeros derribáis a esos colosos de metal. Para cualquiera de ambas misiones estoy preparado. La dijo sonriendo.

De nuevo el más veterano de los Exiliados tomó la palabra. Sus compañeros tenían un gran cantidad de dudas y haría todo lo posible por ayudarles a comprender cual era ahora su nueva condición.

-Verás Sombra, el asunto de los artefactos es un tanto...especial. Los más poderosos siempre tienen su repercusión en su propia realidad, puede que pasen mucho tiempo perdidos, pero antes o después siempre se ven involucrados en algún gran evento. Tomar un objeto y sacarlo de su realidad sería posible, pero si no lo devolvemos a tiempo, corremos el riesgo de causar un nuevo fallo en el miltiverso. Por otro lado, debo aclarar que no todos los objetos son útiles fuera de su propia realidad. Por ejemplo, las gemas del infinitivo se convierten en meras piedras fuera de su realidad. Así que en resumen, sí, podemos coger objetos o artefactos de otras realidades, pero debemos de ser muy cuidadosos si lo hacemos. Si lo perdemos en una realidad diferente, podríamos provocar un buen jaleo.

Respecto a la petición de Sombra de una habitación, Hank arrugó la nariz.

-¿No dispones de una? Pensé que todos habíais elegido ya vuestro pequeño espacio. Bien, cuando volvamos a la nave te enseñaré a utilizar la tablet para que puedas amoldar la habitación a tu gusto. Lo cual me lleva a tu otra pregunta, puedes traerte lo que quieras de las realidades que visites, pero actúa con cabeza. Aún así, las posibilidades de poder crear prácticamente cualquier objeto y alimento que nos proporciona la nave, te otorga la capacidad de cambiar cada día la decoración y posesiones que tengas en tu habitación.

Hank no prefería inmiscuirse sobre las misiones que debían o no de cumplir, él prefería quedarse en la nave controlando todo desde allí. No era bueno en el trabajo de campo y estaba seguro de que tan solo estorbaría. Pero lo que sí hizo, fue intervenir para ayudar a resolver las dudas de Cable.

-Gracias a la nave, ahora poseemos la capacidad de crear tantos Tallus como deseemos, así como la posibilidad de retirarlos. Mi intención es que Karolina siempre porte uno y después, en caso de que os dividáis en dos grupos, otorgar al segundo grupo un Tallus temporal, el cual obviamente retiraré al regresar a la nave. También tengo la intención de que la nave salte de una realidad a otra cada poco tiempo, así no seremos un blanco fácil de encontrar.

El rostro de Calavera estaba marcado por la seriedad. No le gustaba lo más mínimo lo que estaba escuchando de los Exiliados. Tenían buenas intenciones y en general, disponían de un conjunto de recursos, capacidades y poderes que los podían convertir en una fuerza muy letal. Pero les faltaba experiencia y confianza. Si no se andaban con ojo, pronto comenzarían a sumar bajas a la lista.

-Primer punto, parece que pensáis que las misiones de nivel 1 son un juego de niño comparadas con las misiones de nivel 3. Ese es vuestro primer error. Si os confiáis en el campo de batalla, moriréis. Que esto se os quede grabado a fuego en vuestras cabecitas, preparaos para lo imposible y quizás sobreviváis un día más.

Sí, Calavera era hosco y directo. El haber perdido un día en aquella playa le tocaba bastante la moral. Él habría aprovechado todo aquel tiempo en comenzar la caída de los Renegados. Pero le gustase o no, ahora debía de combatir junto con los Exiliados y eso implicaba que en ocasiones, debería de someterse a la decisión del grupo.

-Segundo punto, si Karolina va a liderar a los Exiliados, que comience a comportarse como un líder. Discutir que misión quiere realizar cada uno es una pérdida de tiempo. Si la habéis elegido como líder es por uno de estos dos motivos.   -Indicó alzando dos dedos.    -Confiáis en ella o sois demasiado cobardes como para tomar las decisiones duras por vosotros mismos. No me importa lo que hayáis elegido, pero si vais a seguirla, tendréis que acatar sus órdenes sin rechistar. Ella por su parte, deberá dejar atrás sus dudas y comenzar a liderar. Bien, dicho esto estáis demasiado verdes para una misión real. Así que reuniros conmigo en una hora en la sala de guerra, prepararé una simulación y veremos de qué estáis hechos. Os llevaré al límite y veremos si tenéis madera de soldados o si quizás deberíais de regresar a vuestros mundos. 

No hacía falta ser un genio para saber que Calavera diseñaría un escenario infernal y que sin duda los llevaría al límite. Sus modales no eran los apropiados, pero en cierto modo y a su manera, no deseaba que ninguno de los Exiliados muriese en el campo de batalla. Por eso mismo mientras el resto revisaba la nave o descansaba, él trazaba un perfil de los Exiliados. Les haría enfrentarse a sus mayores temores donde bien saldrían fortalecidos o...se hundirían. Pero tal y como Calavera lo veía, era mejor que se hundiesen allí, que no en un campo de batalla.

-Una hora, os aconsejo que os preparéis. Veremos de qué estáis hecho. Aunque claro, siempre os podéis negar a aparecer, en ese caso cuando os maten, espero que no me salpiquéis con vuestra sangre.

-Si es que es lioso esto de las realidades, sí. No, no tengo habitación propia, cuando las asignásteis todavía no me conocíais. Por otro lado, tú no coleccionabas insectos o tazas o algo así, ¿verdad? Si lo hubieras hecho sabrías que no es lo miso conseguir algo uno mismo a que te lo den hecho. Todavía no sé qué querré, pero a lo mejor es una moneda o un billete de cada sitio que visitemos. Sería gracioso. Y sí, lo de permanecer en movimiento es una norma básica si te están buscando, e imagino que lo están haciendo.

Hank Pim era un humano con intelecto privilegiado y muy buena disposición a colaborar, razones ambas que hacía que Sombra le tuviera en alta consideración. Pero entonces intervino Calavera. sombra frunció el ceño -gesto que pasó desapercibido- y cruzó los brazos. En el mundo de la interpretación de lenguaje corporal eso significaba que se ponía a la defensiva. Y no hay mejor defensa que un buen ataque.

-Primer punto: nuestras cabecitas no están sobre hombros de soldaditos comunes. La precaución está bien, actuar con miedo o lentitud, con nuestros poderes, sería casi un delito. Segundo punto: si sabes tanto de liderar, ¿por qué no te has ofrecido como líder? Ah, que eres un asocial. Los líderes también deben tener carisma para mantener el grupo cohesionado y con buena moral, lo que implica también hacer preguntas para tenerlos en cuenta. Si el líder de este grupo va a ser un tirano y/o un soldado, yo me voy desapuntando. Y tercer punto: nos vemos en una hora en la "sala de guerra", a ver si entiendes de una vez que no somos soldaditos ni necesitamos serlo. Umf.

Sombra estaba de mal humor. No le gustaba la violencia, luchaba contra ella y aún así había visto suficiente para un sinfín de vidas, mientras que Calavera, bueno, Calavera provocaba la violencia, más que muchos criminales, seguro.

Sin más que decir, la entidad de sombras desapareció en la más cercana sin un solo ruido.

Lo cierto era que las palabras de Calavera le habían dolido a Karolina. Ella no se consideraba una líder muy apta, precisamente. Había aceptado el Tallus porque sus compañeros habían decidido confiar en ella, pero lo cierto era que jamás había liderado nada.

Ser responsable de tu propia vida era mucho más fácil que ser responsable de las vidas de un equipo.

Creía que teniendo en cuenta las opiniones de todos haría bien su trabajo, pero Calavera lo cuestionó. La verdad era que Karolina sentía respeto por el justiciero, y algo de miedo.

No se atrevió a cuestionarlo, ni siquiera cuando propuso lo de la simulación. Karolina se lo tomó con bastante filosofía, decidió que sería una buena manera de medir la fuerza del grupo.

- Muy bien - dijo, tomando la iniciativa por primera vez -. Nos vemos todos en una hora allí.

Sus últimas palabras habían sido al fin una orden. Esperaba que los demás la cumplieran.

Sintió ganas de abandonar el lugar, tal como había hecho Sombra. Pero no quería parecer contrariada delante de Calavera y del resto del equipo. Quería dar una imagen firme de sí misma, una figura sobre la que el resto del equipo se pudiese apoyar.

Permaneció en la tumbona, dio otro sorbo a su cóctel y dejó que la luz del sol la siguiese bañando. Iba a necesitar toda la energía de la que pudiese disponer.

Leyó todas las misiones con curiosidad mientras los demás hablaban de nuevos exiliados, como evitar a los renegados o sacar objetos de poder de sus realidades. Fue entonces cuando Karolina pidió opinión sobre que misión coger e incluso como deberían dividirse los grupos. Arrugó levemente el ceño, volviendo a leer las que proponían sus compañeros. La verdad es que no estaba muy segura de donde podía servir, ellos tenían poderes y ella un arco con flechas trucadas. 

Entonces Calavera comenzó a hablar y a soltar gilichorreces por la boca, como si el fuese el jefazo o el dueño de la nave o el más antiguo miembro del grupo. Leches ¡si hasta estaba de acuerdo con Sombra! Y como no, con toda la impertinencia que pudo sacar de su padre, miró mal al mercenario que le caía como una patada en el estómago .- ¿Por qué no te callas?- le dijo de mala manera. -Acabas de llegar al grupo y te crees que nos conoces. Nos llamas soldados ¿crees que somos iguales que tú, tío duro? Deja que Karolina mande como quiera, lo está haciendo bien porque eso es ser un líder, ¿entiendes? No es un sargento ni nada por el estilo. - Se cruzó de brazos visiblemente irritada - Deja de pavonearte como un gallito, como si fueras el más rudo y peligroso del lugar. ¿Qué nos vas a poner a prueba? - bufó, ¿pero de que iba este tipo? - demasiado arrogante para alguien que nada más vi estaba necesitando que le curasen las heridas- chasqueó la lengua, se le iba la fuerza por la boca ¿y qué?

Loki escucho lo que iba diciéndose y sobre todo cuando Calavera intervino para esa especie de bronca al grupo. Ella no era una líder o al menos no se lo consideraba ni tampoco quería serlo, por eso no se metería en el papel que estaba haciendo Karolina como líder, sin embargo, sí que tenía que darle la razón a Calavera en algunos aspectos, ya que ella no lo era, pero su padre y hermano sí que lo eran y su forma de actuar era muy diferente, mas similar a lo que estaba expresando Calavera.

La idea del mercenario de hacer un entrenamiento no era algo que le agradase demasiado ni le apetecía, sin embargo, era consciente que no era para nada mala idea hacer algo así ya que al igual que con los estudios cuanto más estudiabas e investigabas era mejor con el entrenamiento físico sucedía lo mismo, de hecho, su hermano estaba siempre entrenando y posiblemente por eso era tan buen guerrero como era.

Lana se lanzó a increpar a Calavera rápidamente, conociendo el temperamento del hombre podría esperarse cualquier cosa, así que intervino:

Bueno cada uno tiene su opinión, Lana déjale… pero en algo si tiene razón, el entrenar es bueno… demostrémosle que se equivoca… así con nuestras acciones puede ver que está equivocado… es como dicen en La Tierra, dar un puñetazo sin manos o algo así.

Ella estaba dispuesta a ir al entrenamiento, no sabía cómo lo haría, pero pensaba que era una buena idea.

- Entonces no hay problema porque nos dividamos. le contestó con una sonrisa a Hank. - Me preocupaba que pudieran encontrarnos antes de que estemos preparados para enfrentarlos. Gracias por las aclaraciones, esto sigue siendo muy nuevo para mi.

Como no, Calavera igual de agrio que en su encuentro anterior atacó al grupo y a la inexperiencia de estos como equipo. El hombre era puro temperamento y su lengua como cuchillas afiladas. Atacaría al grupo sin cesar hasta transformarlo a su voluntad, algo que no iba a conseguir con los personajes que allí se habían juntado. Por suerte, les lanzó un reto y Cable tenía ganas de aquel reto, entrarían a la sala de peligro para enfrentarse a aquello a lo que Calavera se le hubiera ocurrido. Sabía que se las iba a hacer pasar canutas pero era un mal necesario para estar preparados para lo peor, al igual que hacía el equipo de su padre. Aceptó el desafío con una sonrisa, cosa que sabía que enervaría a Calavera pero el resto de sus compañeros ya estaban haciendo un buen trabajo en tocarle las narices.
- En una hora nos vemos en la nave. les dijo a su compañeros y alzó el vuelo a su máxima velocidad para ir calentando motores.

Hank se mantuvo en silencio evitando así entrar en cualquier posible conflicto. Estaba claro que Calavera no encajaba bien allí. Era tremendamente hosco y tan sutil como una apisonadora. Estaba claro que pese a todo, tenía buenas intenciones, aunque costaba mucho verlas. No estaba muy seguro de cómo iban a acabar las cosas en ese entrenamiento, pero algo le decía que no iba a ser buena meter a todos los Exiliados en la sala de peligro con Calavera.

Calavera por su parte, hizo caso omiso de las palabras de los Exiliados. Podían quejarse cuanto quisiesen, pero eso no iba a cambiar en absoluto lo que pensaba de ellos. Unas pocas palabras habían bastado para que la mitad del grupo se desmoronase cuando se cruzaron los Renegados y uno de ellos, les había traicionado. Si querían vencer, deberían de endurecerse y comenzar a actuar como un verdadero equipo.

-Mis heridas eran más peligrosas para vosotros que para mi. Especialmente para uno de vosotros.

Con aquella extraña respuesta, Calavera se alejó dispuesto a regresar a la nave y comenzar los preparativos de lo que les tenía planeado.

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Una hora más tarde, Calavera les aguarda en la sala de peligro. El enorme espacio que componía aquel lugar mostraba ahora una representación de una gran ciudad. Era un día soleado, el trafico era denso y las calles estaba abarrotadas de civiles. No muy lejos podían ver un hermoso parque donde varios niños se divertían haciendo volar cometas. Un puesto de Hot dogs se encontraba a escasos metros de los Exiliados y el olor de la cebolla era tan intenso, que casi parecía que todo aquello era real.

-Actualmente no sois nada, me importa una mierda los poderes que tengáis o las hazañas de vuestro pasado. Os derrumbáis con facilidad ante la presión y rompéis a llorar cuando las cosas no marchan como os gustan. Esta sala será vuestro infierno personal. Aquí vais a tener la oportunidad de eliminar las impurezas que os hacen ser lo que sois. Tenéis dos minutos para preparaos, después sellaré las compuertas de la sala de combate y no las abriré pasa lo que pase. Usaré fuego real, si la cagáis saldréis heridos o moriréis. Si alguien se acojona, ahí tiene la puerta. Tiene dos minutos para largarse, después comenzarán los juegos de guerra.     -Alzando una ceja lanzó una mirada a Lana.   -¿Habéis traído a la mascota del equipo? Como queráis, pero no me hago responsable de lo que la pase.

Lana era fácil de provocar y hacerla comenzar todo aquello enfadada era solo uno de sus planes. Si la joven reaccionaba ante sus palabras, seguramente más tarde trataría de lucirse para hacerle callar la boca, lo cual sin duda podría hacerla cometer un error en un momento crucial.

-Te dejo con tu equipo para que trates de inspirarlos, lo necesitarán.   -Indicó refiriéndose a Karolina.   -Estaré en la sala de control observando la simulación.    - Alzando una mano señaló al reloj de una torre en el cual faltaban apenas dos minutos para las 18:00    -Dos minutos para la hora cero.

Karolina llegó a la Sala del Peligro relajada y preparada para lo que fuese que Calavera tuviera preparado. Había asumido que tenía que hacer aquello. No solo para hacer callar a calavera, sino para demostrarse a sí misma que estaba preparada para algo más que “engatusar y huir”.

Calavera los recibió de la forma esperada. La majesdaniana no dejó que sus palabras la afectasen de nuevo. Cuando los dejó a solas, se giró hacia sus compañeros.

- Sé que este tío ya nos cae mal a casi todos. Pero tiene razón en una cosa, tenemos que demostrar de lo que somos capaces.

Miró a Lana, con quién Calavera se había metido específicamente. Posó una mano sobre el hombro de la arquera, conciliadora.

- Confío en todos vosotros. Sé que somos capaces de mucho.

Luego miró a sombra.

- Bueno, a ti te acabamos de conocer.

Se encogió de hombros.

- No sé a qué nos vamos a enfrentar, pero seguro que será jodidamente injusto. No pasa nada, haremos lo que podamos como un equipo. ¿Entendido?

Loki observaba el lugar que había elegido Calavera para la prueba, una ciudad normal y corriente con mucha gente, eso no le gusto y más por las palabras de Calavera, y la forma de provocar de este, la Asgardiana se queda mirando a sus compañeros unos momentos y dice:

Seguro que por lo que ha dicho… es algo donde toda esta gente va a morir o algo así… seguro que va a utilizar nuestra empatía con las personas contra nosotros

Decía seria, eso era algo que no le terminaba de gustar, pero en cierta forma estaba bastante segura de que Calavera haría eso y sabía que era algo que no le iba a gustar demasiado. Mira a Lana y dice:

Vaya… parece que alguien se ha fijado en ti eh

Decía mientras le guiñaba el ojo tratando de relajar la posible tensión que podría ocasionarle el comentario de Calavera.

A la hora acordada Cable volvió a la nave rras un largo vuelo en el que habia estirado sus músculos neuronales.

Se reunió con el grupo expectante, sabia que lo iban a pasar muy mal pero a la vez comprobarian tanto los limites de la sala como los limites del equipo.

Se sintio aludido ante las palabras de Calavera pero no les dió mayor importancia sabía que era un juego psicologico previo al entrenamiento de pesadilla que les esperaba.

Cuando llego el momento de descuento puso en comunicacion mental al equipo y les pidio qur hablaran mentalmente para que Calavera no tuviera mas ventajas de las necesarias, estaba seguro que les estaría espiando e improvisando según actuaran o planearan.

La simulación era un lugar perfecto para explotar sus debilidades, tendrian que proteger a los inocentes y acabar con los enemigos.
- Si es necesario podria proteger a los civiles con mis poderes kineticos. Podria minimizar las bajas siempre, que es por donde nos intentara dañar en esta sesión pero hacer eso me sacaría del clmbate. Por otro lado mis poderes mentales poco uso tendrán en la simulación si no existen mentes. estaba un poco molesto ante esto, no sabía si la sala seria capaz de simular las mentes para poder entrenar su facultades psiquicas.

Se paró unos segundos, cerro sus ojos y comenzó a ver el mundo desde otro plano el mental. Buscando tantas mentes como pudiera haber a su alrededor. En este mismi ejercicio aprovecho para detectar si las mentes de Hank y Calavera estaban al alcance o si la sala de peligro les llevaba a otro lugar que no era dentro de la nave.

Cable no esperó a que los problemas comenzasen para establecer un vínculo mental entre los miembros de su equipo. Ahora Calavera no podría anticiparse a los planes que los Exiliados pudiesen desarrollar. Era una gran jugada, pero también limitaba el potencial de Cable para realizar otras acciones. Así que deberían de actuar con cautela, después de todo estaban seguros de que Calavera no les pondría las cosas fáciles.

El malestar de Cable se desvaneció rápidamente al extender su poder y tocar las cientos de mentes que les rodeaban. La sala de peligro, tal y como les había dicho con anterioridad Hank, estaba situada en una especie de plano de bolsillo. En cierto modo, cada vez que cruzaban las compuertas de la sala, viajaban a un mundo privado donde podían recrear lo que se les antojase. La simulación que les rodeaba era un claro ejemplo de ello, todo era tan sumamente real que casi resultaba imposible diferenciarlo con la propia realidad. ¡Incluso era capaz de simular mentes y pensamientos! Pero pese a ser capaz de todo ello, parecía disfrutar de algunos fallos. Cuanto más elaborada y amplia era la simulación, los recursos de la sala parecían mermar.

Aunque en un principio la ciudad parecía gozar de vida propia, ciertas escenas se repetían una y otra vez en un bucle constante. Con un primer vistazo eso sin duda pasaría desapercibido, pero conforme se iban fijando en los detalles, esas pequeñas escenas se volvían más y más evidentes. Todas esos pequeños bucles se reproducían lejos de los Exiliados. Al ser detalles destinados más bien a dar color a la escena que a ser un elemento importante, parecía que Calavera no había querido destinar muchos recursos a ellos. Así que podían ver a un perro saltar y recoger una pelota que le arrojaba su amo una y otra vez o ver como el mismo hombre compraba el periódico en un pequeño kiosko diez, quince o mil veces.

La mente de Calavera fue percibida por Cable hasta que el justiciero se adentró en la sala de control. Desde allí podría ver las acciones de los Exiliados y controlar la simulación, pero una vez cerró la puerta, quedó aislado del grupo. La que logró sentir también y mucho más cerca de lo que llegó a imaginarse, fue la de Hank. El genio del grupo se encontraba sentado en el hombro de Karolina, el pequeño hombrecillo apenas llegaba al centímetro de altura y se había medio ocultado con los largos cabellos dorados de la líder de los Exiliados. Cuando Cable extendió su conexión mental con él, Hank sonrió tras su máscara y saludó al grupo.

-Lamento haberme colado en la fiesta. Normalmente no suelo ir a las misiones y aunque no sea tan bueno como vosotros, dispongo también de algo de experiencia en el combate. Después del discursito de Calavera, pensé que os vendría bien una pequeña ayuda. Así que aquí estoy, juntos seguro que le hacemos cerrar la boca de una vez por todas. ¿Todos preparados?

Tal y como se había acordado, llegó al sitio acordado en la hora acordada. Con el semblante serio, escuchó a Calavera, mirando a su alrededor y poniendo atención en todos los detalles de aquel lugar. Aunque fuese una recreación, la verdad es que no tenía nada que envidiar a la realidad (a la realidad que supondría que sería la normal). Escuchó las palabras de Calavera, que se dirigían obviamente a ella. Simplemente alzó una ceja y dibujó una sonrisa ladeada. Se iba a enterar el capullo ese.

No tenía mucho más que prepararse, ya venía lista con su arco y sus flechas trucadas. Asintió agradecida a Karolina, cuando apoyó su mano sobre su hombro. Después se encogió de hombros como respuesta a Loki -Creo que debería decirle que no es mi tipo, a ver si se va hacer algún tipo de ilusión.

Ante las "palabras" de Cable, simplemente se encogió de hombros -No sé que hará, pero posiblemente sea como dice Loki. Solo haz tu mejor esfuerzo Cable, porque habrá que prepararse para las cosas más inesperadas con ese tipo.

Entonces escuchó la voz de Hank, buscó rápidamente con la mirada, para después fijarse que estaba en el hombre de Karolina. Le sonrió cuando dijo de cerrarle la boca al tipejo este. Asintió convencida -Yo estoy lista.

- Parece que la sala de peligro es capaz de emular mentes, aunque no parece que la simulación de para muchos más. les dijo proyectando mentalmente algunas de las secuencias que se repetían por el lugar. Como había imaginado parecían estar en un plano separado de la nave y lo asombroso era que disponía de una sala de control que se podía aislar por completo. Una pena, había pensado en dejar inconsciente a Calavera en cuanto empezara la simulación para dejarle claro que ni él era infalible, pero la sala iba más allá de lo que habría esperado. Lo que si que le sorprendió es notar a hank entre ellos cuando no le había visto entrar con ellos, dirigió su mirada hacia la posición de Karolina y divisó un pequeño punto sobre su hombre. No tardó en conectarlo mentalmente con el resto del grupo.
- Por supuesto que eres bienvenido Hank, tenemos que librarnos de todo lo que nos eche Calavera. le dijo sonriente. - Nací preparado respondió a la pregunta de Hank elevando el vuelo y proyectando su escudo telekinetiko.