Atala escucho lo que les explicaba la camarera y asintió cuando sus compañeros se ofrecían a ayudar. -Creo que he entendido el problema.- Afirmo. -Iremos a hablar con Harbuck y os ayudaremos en lo que podamos. Pero antes...- Miro los platos, todavía medio llenos, de sus compañeros. -Deberíais terminar ese cordero.- Y se bebió de trago lo que le quedaba de aguamiel.
Heskan observaba a unos y otros terminándose su cordero. Apura su comida con avidez y con rápida resolución acaba su bebida. Escucha con atención y comenta, más para si que para los demás: interesante, un tal Harbuck y unos bandidos. - ¿Qué sabemos de ese Harburr y cuál es su problema?
Distraídamente se hurgó los dientes con la uña del meñique de la mano derecha y arrojó sobre el plato un trozo de cordero que se había quedado entre los dientes. Luego emite casi sin ser consciente un enorme eructo que resuena con intensidad.
El gnomo disfruta el jugoso trozo de cordero mientras escucha toda la charla. –Poco hay que añadir, vayamos a ver al buen Harburk para que nos de los detalles que hacen falta. Comenta sonriente, mientras un hilillo de grasa le escurre por la comisura de sus labios hasta el cuero de su armadura.
Pero deberias aseaste un poco-digo mientra señalo el hilillo que se le ha caido- no vaya a ser que se crea que seamos que no somos. Bueno cuando digais vamos.
Fadrique estaba muy aseado. Dispuesto a ir a ver al tipo ese, Harbruck o lo que fuera. No pudo evitar, cuando ya todo el mundo estaba en la sobremesa, mirar los platos a su alrededor.
Heem. ¿Te vas a comer eso?
Era ya una situación tipo, ningún misterio. Fadrique, cuando ya todo estaba limpio y bien limpio, sofocó un eructo también, pero con discreción y saber estar. Se arregló la túnica azafrán, se aseguró de que la marca de Selune estaba clara en medio de su frente, agarró los símbolos de su fe (escudo y maza ceremoniales) y estuvo listo para ir a ver al menda ese.
Pues vamos todos a ver al menda ese.
Cuando terminó de repelar todos y cada uno de los huesos y sin dejar ni un solo gramo de patata en el plato, Galmor dio un largo trago de hidromiel, que se vio interrumpido cuando un sonoro y gutural eructo proveniente de las fauces del dracónido sonó en el comedor. Lentamente bajó su vaso y dejó a la vista una cara nada amable. El enano no pronunció palabra alguna, pero su mirada de desprecio hacia Heskan lo decía todo. Unas tupidas y fruncidas cejas bajo una frente arrugada rodeaban unos ojos pequeños pero de mirada profunda y desafiante. Sus pupilas oscuras y grandes no titubearon ni un ápice y se clavaron como un hachas en los ojos de Heskan. Nunca antes nadie le había mantenido la mirada al dragonato como en aquel momento y éste se dio cuenta que pocos motivos tenía para sentirse superior al enano. Quizás la evidente diferencia de altura sería lo único. Tras un instante de tensión y sin dejar de mirar a Heskan en enano pronunció - Os acompañaré a ver al tal Harburk
Y acto seguido se levantó de la silla y se dispuso a seguir a los primeros que se movieran.
Galmor se levanta para ir a la casa de los carniceros, pero no va el primero. Es consciente de que no es la persona más indicada para hablar, de modo que deja que sean otros los que vayan delante.
Atala espero a que todos terminaran el cordero. Cuando Heskan terminó, de su boca salió un sonoró eructo. -Qué fino.- Comento Atala, pero nadie le hizo caso, porque todos estaban atentos en la intensa mirada que mantenian Galmor y el draconido.
Tras un rato de tensión, al final el enano decide que hay que ir a ver al tal Harbuck y se levanta, por lo que Atala le sigue y se siguió a Galmor.
Una vez terminaron de comer, charlar y hacer una sobremesa, pagan la comida (que en total sumaba la cantidad de 1 moneda de plata y 5 de cobre) y se deciden a partir hacia la carnicería, donde supuestamente está el tal Harburk.
No les toma demasiado tiempo llegar... es cruzando la calle principal, y un gran cartel con una Res está afuera de un edificio. Lo llamativo del lugar es que al lado de este hay otro edificio idéntico, y atrás de cada uno de estos hay dos edificios más que copian a la exactitud los que están viendo delante suyo.
Adentro de la carnicería se ven todo tipo de cortes colgando. No hace mucho calor afuera, pero tampoco hace frío. Lo que sí notan y no saben muy bien el porqué, es que cuando entran la temperatura baja considerablemente, llegando en algunos casos a que puedan ver su propio aliento mientras respiran.
- Buenas Tardes. ¿En qué puedo ayudarles?
Que difícil es conseguir imágenes de mujeres que no sean elfas medio en bolas.
Esto es lo más cercano que encontré a lo que me imaginaba, es una enana, pero consideren que es una humana.
Sin prisa por ser el primero Galmor salió de la posada después de pagar su parte. Avanzaba a su paso con tranquilidad, pues la barriga la tenía bien llena, como hacía tiempo que no conseguía tener. No tardaron en llegar a la carnicería, en la que hacía un fresco agradecido, parecido, aunque mayor, al de las cuevas de su clan y eso hizo que el enano se sintiera bien. Pronto apareció la mujer preguntando... Galmor permaneció callado esperando que fueran otros lo que hablaran....A ver si es verdad que la jovencita ladronzuela y Fadrique saben tratar a la gente... porque lo que es Heskan....
Pues veras, Kaylessa nos ha comentado que su marido pudiera necesitar una ayuda con ciertos problemas, y claro esperabamos que pudieramos ayudarle en esos meresteres.- digo mientras doy un pequeño paso hacia adelante.- Aunque claro creo antes nos gustaria saber con mas detalle el problema en si, si es tan amable claro esta.
Motivo: persuacion
Tirada: 1d20
Resultado: 20(+4)=24
Dado que la tal Julianna había tomado la palabra, Fadrique se entregó a observar el lugar. ¿De dónde vendría este frío? Era, sin duda, apropiado para la actividad que se desarrollaba en él. ¿Qué tipo de persona sería el dueño? Para comenzar a saber, observó primero con detenimiento a la moza que estaba atendiendo.
Motivo: perspicacia
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+6)=18
Atala entró en la carnicería y noto como todo su cuerpo empezaba a temblar a causa del frío antinatural de la estancia. ¡Qué frío hace en este lugar! Yo prefiero un sitio más cálido. Este frío no me deja pensar con claridad. Tras decir estas palabras Atala comienza a caminar por la carnicería para entrar en calor, y de paso, ver si encuentra algo útil en los armarios del lugar.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d20
Resultado: 1(-1)=0
El dracónido actúa con normalidad sin ser consciente de la hostilidad del enano. Qué fino levantó la cabeza hacia la mujer.
- Lo dices por el eructo, no ha sido fino sino muy sonoro - responde no entendiendo la ironía - En mi tierra acostumbramos a ello y cuanto más sonoro mejor, pues indica que le ha sentado bien.
Heskan estaba a punto de levantarse cuando detectó la mirada del enano, no entendía que le ocurría y porqué todo el mundo lo miraba.
- ¿Ocurre algo? - susurró a la mujer - ¿Por qué todos me miran y esa enano parece matarme con la mirada?
Cada vez entendía menos a los humanos, enanos y su "civilización". Pensaba que sería más fácil de lo que era realmente, tenían unas costumbres muy raras.
El gnomo no hace gran caso al pequeño hilillo de grasa y se limita a distribuirlo con la mano sobre el cuero. Con tranquilidad se levanta de la mesa, paga su parte y sigue al grupo sin dar importancia alguna a la fúrica mirada del enano sobre Heskan. –No entiendo, en más de un lugar he escuchado los eructos como algo natural y que en ningún momento afecta las buenas costumbres, el cuerpo lo pide y no hay ningún motivo en hacerlo callar. Piensa sin externar su parecer. En la pequeña caminata el gnomo prefiere no agregar nada, lo mismo que al inicio de la charla con la carnicera, des pues de todo, Julianna parecía tener cierto don de gente, habría que ver como la recibían en algunos lugares debido a su sangre.
La mujer asiente con la cabeza al ver que están buscando a su marido.
- Sí, esperen aquí unos momentos y ya lo llamo. - acto seguido desaparece por una puerta lateral.
Fadrique nota que la carnicera es una mujer común y corriente, abocada aparentemente a su profesión y a su marido, no hay rasgos que digan lo contrario.
Por su parte Atala ve atónita ciertos cortes de carne colgados y a pesar de que recién comió solo se imagina hacerse un tremendo asado a la noche con un par de costillitas y vacío de por medio.
Cabe aclarar que el skill de "persuasión" lo uso muy poco en mis partidas, me gusta que los jugadores me convenzan con sus palabras y sus acciones, como así también yo lo hago con mis escritos.
no esta mal que Julianna lo haya tirado, solo quiero comentarlo para que lo tengan en cuenta.
Por otro lado, pido disculpas por el retraso, pero tengo examen el viernes y ando con mi hijo un poco enfermo y debo priorizar responsabilidades. igual voy a mantener actualizada la partida (el lunes si todo sale bien ya debería estar normalizado)
No pasa mucho tiempo hasta que la mujer aparece nuevamente acompañado de un hombre, bastante bien puesto y en un estado físico bastante bueno para la edad que tiene (entrado en los 40 fácilmente).
- Harburk Tuthmarillar a su servicio - dice haciendo una leve reverencia. - Me dice Jalessa que los ha enviado Kaylessa, aunque no logro imaginarme el porqué. ¿Han tenido algún inconveniente durante su viaje? ¿Les han robado o estafado de alguna manera?
Atala contemplo asombrada la calidad de la carne de ese lugar. A pesar de que acaba de comer un delicioso trozo de cordero, la carne tenía una pinta que la llamaba a que se la comieran. O esa fue la sensación que tuvo Atala. Pero el embrujo que las tiras de carne tenían sobre Atala se esfumo cuando entro Harbuck y Atala se acerca al mostrador para responder al hombre.
Bueno, -empieza a decir la joven- no hemos tenido ningún problema durante el viaje. De hecho nosotros 5 -dice señalando a todos excepto a la tifling- veníamos en la caravana que ha llegado hace un rato y no hemos tenido ningún problema que no pudiésemos superar. Por lo que no venimos para pediros ayudo. Al contrario, hemos venido a donde ti para ofrecerte nuestra ayuda. Kaylessa nos ha comentado que el pueblo está teniendo problemas con algunos bandidos y queríamos ayudarte en librarte de ellos.
Siento no haber respondido ayer, pero estoy en un congreso y no tuve mucho tiempo para entrar, aunque he podido mantener el tiempo de los post. Sin embargo, mañana termina y podré estar más activo.
Eso es. Venimos a ofrecer. En mi caso, los favores de la Diosa para curar las heridas que esta situación haya podido levantar. ¿Ha habido heridos? Soy un sanador con poca experiencia, pero la experiencia me indica que a veces eso es mejor que nada.
El enano permaneció callado y en segunda fila hasta que apareció el tal Harburk y los trató como si no pasara nada. En ese momento Galmor dio un paso para hacerse visible sin poder ocultar su cara de extrañeza Que raro, nos envían aquí porque este señor necesita ayuda y resulta que se preocupa por lo que nos haya pasado a nosotros... Aquí hay gato encerrado...
Los humanos pronto explicaron el motivo por el que estaban allí y el enano, con lo brazos cruzado y con su típico gesto serio y parco se limitó a asentir en señal de aprobación a lo que decían sus compañeros, esperando, no sin cierta curiosidad, la respuesta del carnicero.
El dracónido permanece discreto tras sus compañeros como mero espectador. No se ole daba bien las palabras prefería esperar que los otros cinco tomaran las riendas de la conversación. Todavía estaba aturdido por la reacción del enano y temía un poco hablar por no meter la pata. Se sentía un poco desubicado, suponía que necesitaba más tiempo para adaptarse a la "civilización".