Partida Rol por web

Sonrío complacido ante las palabras de mi tío, -estoy de acuerdo contigo, así que si mis sobrinos no tienen problemas...- miro a los ojos a mi hermana con orgullo de que sea ella, -a partir de aquí la reunión es tuya hermana.-

Asiento con la cabeza aceptando el cargo.

- Sin embargo requiero que tu, hermano, tomes las decisiones conmigo. Tu energía y liderazgo es envidiable, además que mi estilo de vida es aislado de la sociedad. Mi marido me deseo una vida saludable y voy a cumplir sus deseos, y más ahora… Vosotras mí familia estáis en mi esfera, pero para con el exterior será Tora quien mantenga relaciones. ¿Estáis de acuerdo?

Akira se queda unos segundos pensando y dice:

- De hecho no es exdtraño que dos personas ostenten  el poder, uno de cara al publico y otro mas interior no es mala idea.

Da un sorbo al te y añade:

- Mientras se mantenga la comunicacion perfecta entre ambos no debe de haber problema alguno

-Hermana, siempre contigo, tío, ¿quieres venir a casa definitivamente?. Porque nos vendría bien tu presencia y conocimientos mágicos.- No tengo especial aprecio al tío, pero necesitamos unidad y mi hermana lo necesita.

Elevo una ceja y tuerzo el gesto ante la peticion de Tora.

-Hummmm ¿Quedarme aqui dices?-Mi primer impulso es negarme en redondo ¿Encerrado en estas cuatro paredes de forma definitiva con toda esta gente hasta que las estrellas se caigan? Antes las hago caer yo sobre la casa. No soporto el contacto continuado con mucha gente, las quisiera o no.

Luego medito la oferta seriamente uniendo las temas de los dedos. Yo que suelo viajar mucho y cambiar de domicilio con una regularidad bastante grande no acostumbro a tener trato cercano con otras personas que no sean clientes jueces o romances... Y hacia mucho que no venía a pasar unos dias con la familia. Finalmente sonrío

-Ya que me lo pides, Tora, estaré encantado de ayudar en lo que pueda a los lideres de esta familia.-Alzo el vaso- Disfrutaré vaciando el mueble-bar de forma totalmente descarada inpunemente, al menos por un tiempo.

No has detectas auras extrañas, pero no has conseguido abarca toda la mansión, es demasiado grande.

-Si no lo hemos vaciado aun, no seras tu el primero en hacerlo.- Alzo mi vaso también brindando con mi tío. Tras brindar me dirijo a mi hermana, -Sits se esta ocupando la seguridad, tío supervisa los conocimientos mágicos de Akira para evaluar su nivel y darle consejo, voy a supervisar y averiguar como evoluciona el señor Tsuki Masataka aprovechando que apenas ha pasado nada de tiempo, que continúen preparando todo para que presenten su respeto a la familia- me giro para ver a toda la familia, -si no os importa voy a hacer mi trabajo y me llevo a Yaeko por si encuentro un cuervo en el proceso.- Abrazo a mi hermana y le doy un fuerte beso, no necesitaba mas palabras por mi parte un abrazo era un regalo reservado para muy pocos.

Limpiar no era mi trabajo favorito, aunque hacerlo imitando algunos movimiento de espada lo hacía mucho más interesante. Ya había terminado de trapear el primer piso dejandolo bastante limpio aunque no dejaba de preguntarme donde demonios estaban el resto de las chicas. "Flojas, todas flojas" pensé suspirando con resignación y me dirigí a la cocina para limpiarla también, después de todo era una de las habitaciones más importantes de la casa.

- Debería haber aprendido a usar mi magia para hacer las labores del hogar en vez de para luchar.- me dije con una sonrisa leve.

Me levanto con un suspiro de cansancio.

-Vaya espíritu tiene el zagal...-Miro a Aimi y hago una formal reverencia con una sonrisa-. Felicidades Aimi-san... ¿O debería decir Aimi-sama? Voy a encargarme de un par de asuntos en mi habitación, si no hay inconveniente me gustaría que la señorita Shimizu me acompañara. Prometo devolvertela entera.

Sonrio amablemente dando a entender que estoy de broma.

-Entonces... ¿Eso es todo? -pregunto aún cerca de Aimi. Parecía que mi madre sería la siguiente líder de la familia cosa que no me importaba lo más mínimo. Para mí, todo eso de la mafia y demás era un extra con el que no quería relacionarme.

Me incorporo y al ver como la reunión se disolvía y Tora y Kahei decidían marcharse yo también me dispuse a hacer lo propio. -Madre, volveré a mi habitación. -digo esbozando una leve sonrisa antes de apartarme hacia la puerta con intención de salir de allí. No puedo perder más tiempo...

Durante la reunión, me he mantenido alejada y callada como corresponde, hasta que esta termina y el AmoKahei indica que quiere que me vaya con ella. Por lo cual miro a la Ama Aimi a ver si dicta otra cosa, sino es así acompaño al amo a su habitación, con una reverencia.

Voy a mi habitación a por mi arma y la meto en una bolsa de deporte, me pongo mi chaqueta de cuero  para después buscar a Yaeko. Una vez la encuentre sin importar el donde le digo con total frialdad. Prepárate que nos vamos al hospital a trabajar y puede haber problemas, la discreción es importante y te espero en el garaje que nos vamos en la moto. Inmediatamente después voy al garaje esperando en mi moto con los dos cascos.

Mientras limpiaba la encimera de la cocina, escuché pasos acercarse. Me voltée y resultó ser Tora quien me llamó quería que fueramos al hospital aunque por su manera de hablarme  noté que aún seguía molesto conmigo. No creía haber hecho nada malo pero aún así no toleraba decepcionar a ninguno de mis jefes. Asentí y acabé con mis labores para ir a mi habitación. Me puse un uniforme más cortito  ( el de mi hoja de personaje) y una chaqueta de cuero, ya que ir con la falda larga del otro uniforme no era ni cómodo ni seguro en la moto. Rapidamente bajé al garaje.

- Mi señor no quisiera contrariarlo- le dije con formalidad- pero el joven amo Akira hizo un hechizo ¿Recuerda? nadie puede salir o entrar a la mansión, podría intentar abrir una brecha con mi magia para salir pero no se si funcione.

Camine hacia la puerta del garaje, podía visualizar el escudo magico creado por Akira. Mis ojos y la cruz que llevaba en el cuello se iluminaron con un ligero resplandor dorado. Una espada hecha de magia pura color purpura semitransparente se formó en mis manos. La blandí dejando surcos en el aire y en un instante todo había desaparecido.

- Ya podemos salir pero que sea rapido pues no durará mucho.

Le di un casco y mi bolsa de deporte aprovecho el momento que me da para atravesar la barrera, fuera del garaje ya me pongo bien el casco y vamos al hospital aparcando cerca de la entrada mas discreta y menos transcurrida, una vez aparcado pongo el candado. Hablaremos con el director del hospital, si ves algo sospechoso me haces una señal discreta, por cierto la próxima vez que se este preparando una reunión familiar no te marches hasta que se te lo ordene.

Ponerme el casco fue algo muy sencillo considerando lo corto que usaba el cabello. La bolsa de deporte me la puse a la espalda asegurandola bien y me subí tras el amo sujetandome de las agarraderas que todo moto tiene. El viento en el rostro me encantaba definitivamente esto era mucho mejor que hacer las labores de la mansión. Al llegar no solo recibí nuevas ordenes si no que pude comprender el porqué de su cambio en la manera de tratarme. Hice una reverencia muy marcado quedando casi en un angulo de 90 grados.

- Lo lamento mucho, no fue mi intención fallarle amo.- miré a mi alrededor- esta vez si haré bien mi trabajo.

Me pongo detrás de él mirando a mi alrededor atenta a cualquiera que pueda ser un peligro para mi señor. Mi paso como siempre era tan pesado que si no fuera por el vestido parecería un chico.

Le hago un gesto a la joven y salgo al pasillo en dirección a mi habitacion.

-Hace mucho que no vengo a esta casa... Tanto que ni recuerdo donde esta la habitación de invitados- Sonrio la miro.- La verdad señorita Shimizu es que estoy un poco perdido. Comprenderás que no podia decirle eso a la familia, y agradeceria que tu tampoco lo hagas...

Me quedo congelado a media frase y tras un segundo de seriedad empiezo a caminar hacia el garage.

-¿A que demonios juega ese muchacho? ¿¡Acaso no había dicho el mismo que habia que quedarse dentro!?- Miro a la maid y mas tranquilamente le pregunto-. ¿Vienes o no?

Por supuesto Amo, le contesto ante su pregunta y no se preocupes esta casa es grande y es dificil ubicarse si no se está acostumbrado.

Dicho, esto procedo a caminar hacia la habitacíon de invitados, guiando al amo. Nunca lo habia tratado mucho, pues no venia casi nunca a la casa.