Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 12: la rata.

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07/06/2016, 11:10
Dominique Pickwell

Ya sabemos donde esta ese ser, en la sala de maquinas!! parece que ese hombre ha perdido la cordura al ver algo horrible alli, no se la jugaria a salir ahi fuera si no hubiera una razon temible!!

Debemos de bajar alli y encontar a esa malnacida semilla!! Vamos.

Notas de juego

para mi que la ha vistooo!!

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07/06/2016, 18:40
Aramiker Menez

De puntillas y dando saltitos Menez intentaba vislumbrar por el ojo de buey qué diablos estaba pasando. Tenía claro que cuando pisara tierra, si es que alguna vez lo hacía, iba a haber perdido su frondosa y rizaba melenita a causa del estrés.

- ¿Pero es que no vamos a tener ni un minuto de calma?- Clamaba al cielo. Esta ves fue Picwell quien atacó cabos inmediatamente. Debía conocer al tipo que gritaba desconsolado y que se paseaba tan tranquilo con poca ropa pro la cubierta, como si no hiciera frío ni nada.

- Ya han oído al Sr. Picweell. Reúnan a todos los que ya han visto esa cosa y que saben de qué se trata y tratemos de cazarla como hicimos con la otra.- Se palpó rápido la chaqueta para asegurarse de que llevaba el mechero.- Usted Drummond y ese tal Pacquere del que habló se vienen también. Necesitamos los extintores y los sopletes. ¿Hay alguno de camino a la sala de máquinas?

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07/06/2016, 19:18
Guardián de los Arcanos

White se había agarrado a uno de esos andariveles con más fortuna que habilidad, a pesar de que se estaba congelando los miembros. Justo a tiempo para que los dos marinos, hábiles en medio de la tempestad, llegaran a él aprovechando un cabeceo especialmente violento que puso al operario casi perpendicular al agarre que impedía que diera tumbos aquí y allá.

Vamos, vamos, compañero, decía uno de los marinos, Stokeley, mira que el agua está muy fría.

Agarró a White con manos recias y esperó a que llegara Almondale.

Notas de juego

Peabody, Menez, Pickwell: obviamente, vosotros estáis mirando por un ojo de buey. No es necesario que pongáis a White como destinatario, a no ser que os hagáis notar.

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07/06/2016, 19:29
(SS Gabrielle, 3º oficial) Lamont Quingley

¡Máquinas! ¿Qué pasa ahí? ¡Respondan! Si hay una de esas cosas. ¡No se acerquen! Esperó menos de un segundo a ver si le respondían. ¡Mandamos a alguien! ¡Pongan la máquina al mínimo para maniobrar!

Con un clunk, la rueda donde el puente señalaba al cuarto de máquinas la marcha que había que llevar bajó cuatro grados de potencia.

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07/06/2016, 19:33
(SS Gabrielle, 3º oficial) Lamont Quingley

Problemas en la sala de máquinas, señor, el tubo vomitó las palabras apresuradas de Quingley, voy a ordenar a radio que señale nuestra posición y lance un SOS. Si tienen algo preparado, háganlo de inmediato. La sala de máquinas no responde. He ordenado que pongan la máquina al mínimo para tomar las olas. Es por eso del calor que nos dijeron. Espero que haya alguien para responder.

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07/06/2016, 19:37
Maggie O'Connel

Como llovida del cielo, irrumpió en la sala Maggie O'Connel, escopeta en mano.

¡¿Qué está pasando?! ¡Los perros están histéricos! ¡Histéricos! ¡Y yo no aguanto más sin que me digan qué pasa!

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07/06/2016, 19:51
Guardián de los Arcanos

Montaigne se acercó al ingeniero y arreó con más furia que acierto a la cosa que se cebaba en el abdomen del desgraciado. Sin duda molesta, la cosa salió de ahí y trepó sinuosa por el motor hasta alcanzar una buena altura. En sus movimientos desmentía su apariencia orgánica. En vez de mover una pata, hacía ondular su cuerpo y hacía aparecer otra más adelante, de manera que su trepar era una constante adaptación de su forma. Esto lo hacía casi siempre, pero en una o dos ocasiones, se limitó a aquel repugnante movimiento ondulatorio.

Otro detalle inquietante: ¿desde cuándo tenían las ratas pulgares oponibles para agarrarse a las diversas irregularidades en su camino ascendente?

Su camino quedó marcado por pequeñas huellas de patitas que parecían quemar la roña que cubría el motor durante su marcha.

Wheeler estaba en el suelo, agarrando un horrendo agujero en su barriga, en un charco de sangre.

Alguno de los marineros, atento a la orden del puente, bajó la marcha de la máquina.

El otro ingeniero, echando pestes de Humphries, volvió a dar la llave de la calefacción mientras gritaba: ¡Pacquare! ¡Reacciona, joder!

- Tiradas (3)

Notas de juego

A ver qué hacéis ahora :)

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07/06/2016, 20:09
(Marineros del SS Gabrielle) Carford Montaigne

Carford, envalentonado por haber puesto en fuga a semejante aberración, no se para demasiado a pensar en las peculiaridades maneras de la misma y supone que será alguna variedad rara de rata, quizá un cruce de rata con anguila o vaya usted a saber que... todavía recuerda el burdégano que vió una vez cuando era pequeño en una feria agrícola y total, no parecía un ser demasiado peligroso, y también está el caniche aquel que se folló a un bulldog dando lugar a otra abominación...

- ¡Baja aquí si tienes cojones, rata de mierda!

Le lanza la llave inglesa a la rata, tratando de hacerla bajar a base de lanzarle herramientas de la que la agrede psicológicamente con una serie de sonrojantes infamias que atentan gravemente contra el honor, la dignidad y el árbol genealógico de la rata, quedando esta en muy mal lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Como crear una abominación.

Sumandos = Resultado.

Guardián: el que quiera imitarle, que tire por lanzar.

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07/06/2016, 20:56
(SS Gabrielle, capitán) Henry Vrendenburgh

El capitán no se dejó llevar por el pánico. No iba a dejar que todo el mundo corriera como gallina sin cabeza. Lo primero era organizar las cosas.

Bien hecho, Quingley, mantenga el rumbo si puede. El radio debe señalar que si vienen a socorrernos, no se acerquen hasta que se lo digamos. Aviso de peste, repito, aviso de peste muy virulenta. Otra cosa: mande al señor Blunt a por los dos sopletes de acetileno. Dígale que le ponga el arnés a las bombonas, para poder llevarlas a la espalda, como cuando tenemos que trabajar en un andamio y que los traiga aquí de inmediato. También debe traer dos extintores.

Luego se dirigió a los presentes. Cuatro personas deberían ser suficientes. Más se podrían herir en la confusión. Dos con sopletes, dos con extintores. Ustedes tres, por ejemplo -señaló a Menez, a Pickwell y a Peabody- ya que saben mejor que nosotros a qué se enfrentan. ¿Quién más?

Turlow, acompañe a la señorita O'Connel a su puesto. Parece que no sabe qué hay que hacer durante una emergencia. ¡Y retírele el arma!

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07/06/2016, 21:05
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Ya me dirás qué haces ahora :)

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07/06/2016, 21:40
(Marineros del SS Gabrielle) Bartholomew White
Sólo para el director

Notas de juego

Pues cuando me lleven dentro, taparme con una manta hasta que se me haya pasado el sofoco, o locura transitoria :p

Guardián: en realidad la locura transitoria te da cuando pierdes 5 puntos o más, y tú has perdido 4. Pero te he dejado hacer, porque da color. Que eres libre de hacer lo que te venga en gana, vaya :)

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07/06/2016, 21:59
(Marineros del SS Gabrielle) Tom Humphries.

Tom por su parte aprovechó aquel momento para ir a por su compañero y arrastrarle con el fin de alejarle de aquella rata. No tenía claro si viviría, pero si pudieron salvar al italiano, algo podrían hacer por aquel condenado.

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07/06/2016, 23:26
(Marineros del SS Gabrielle) Bert Pacquare

La determinación de Carford pareció por fin movilizar a Bert. O quizá fue el grito que le dedicó el otro ingeniero. El caso es que sudando y temblando, agarró una de las llaves de tubo más grandes y la lanzó con todas sus fuerzas hacia la Rata Negra, que parecía mayor que nunca.

-¡Ahhhh!

La herramienta le resbaló de sus manos regordetas y sudadas, y se estrelló en el suelo después de describir una parábola que ni siquiera rozó a esa cosa.

- Tiradas (1)
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08/06/2016, 12:01
(Marineros del SS Gabrielle) Richard Hartz

Aquello era una competición de tiro al pato, o más bien a la extraña rata de los cojones. Hartz no iba a ser menos, cogió una botella de whisky, apuró el culín que le quedaba (Valga Dios si la llega a tirar con líquido denro), y la intentó estrellar contra aquella cosa.

-Puto bicho, baiss baisss-

Falló como todos, y el cristal se estalló contra una pared.

-Oh, mierda, estamos jodidos-

- Tiradas (1)
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09/06/2016, 12:53
Alexander Peabody

Entre las emociones y el no parar anterior y la repentina aparición de Maggie Peabody se quedó aún más lívido de lo que ya estaba, como si le hubieran extraido toda la sangre del cuerpo de sopetón. Haciendo un visible esfuerzo por mantener la calma, reunió valor para dirigirse al Capitán:

Maggie..., ehhmmm, la Srta. O´Connel es valiente, Señor y, aunque a veces no lo parezca, sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión - tragó saliva - Por favor, le ruego que deje que nos acompañe; es una gran tiradora y podría hacernos falta... - el tono era un poco demasiado lastimero para lo que requería la situación, pero un enamorado es un enamorado, al fin y al cabo. Estaba claro que Alex pensaba que estaría mejor protegida a su lado, aunque sin duda no tenía ni idea de como iba a mantenerla a salvo.

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09/06/2016, 17:33
Guardián de los Arcanos

Los sopletes de acetileno consistían en dos bombonas con un juego de tubos y medidores de presión que iban a parar a un pequeño soplete donde los gases se mezclaban en la proporción adecuada.

Era un equipo peligroso. La llama, cuando se encendía, con ayuda de un mechero, salía a una temperatura suficiente como para cortar el metal. Sabíais todos que eso no era nada para las semillas del Dios, que más bien les gustaba, que se acercaban a tales fuentes de calor, y ahí estaba la cosa (y la idea, practicada con la ayuda de un mechero, había sido de Menez): que en la sala de máquinas no iba a haber cosa más caliente que la llama de vuestros sopletes. Por lo tanto, deberían atraer a las semillas hacia sus poseedores.

¿Los extintores? Pues los extintores bajaban la temperatura, ya que, por obra y gracia de las diferencias de presión igualándose, la temperatura del fluido (en este caso polvos) que salía disminuía bastante con relación a la temperatura ambiente. Así pues, los lugares por donde no querríais que pasara la semilla debían ser cubiertos por ellos dado que, seguramente, la repelerían.

El capitán consintió en añadir a vuestro equipo a O'Connel, que se calzó uno de los extintores con cara de dudar si eso serviría de algo. Con un gesto más confianzudo empuñó en la otra mano su escopeta recortada.

Notas de juego

A los que sabéis de mecánica os he puesto los sopletes, porque los que no saben no tienen ni idea ni de por dónde cogerlos :)

% básico con el extintor 30% lo del soplete es más fácil, pero más peligroso también :) Eso ya lo iremos diciendo según me digáis qué hacéis.

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09/06/2016, 17:41
Guardián de los Arcanos

La sala de máquinas tenía una altura tan grande como todo el barco desde la misma quilla hasta la cubierta de botes, donde dibujaba parte del perfil coronada con unos grandes tragaluces de grueso cristal, a prueba de pedrisco.

Era como la catedral erigida en nombre de un dios del fuego en los dominios de aquellos poderes que hacían del agua su carne y su sangre. Una catedral flotante cuyo altar alimentado con toneladas de diesel irradiaba un calor sofocante en medio del infierno helado. Era un monstruo de metal que, amen de mover el barco a través de un árbol de levas cuya pieza más pequeña era como una mesa de doce comensales, esclavizaba a su elemento contrario, el agua contenida en una gran caldera, para obligarla a transportar sus bondades a las cerca de ochenta almas que habitaban en derredor.

A la sala de máquinas se entraba por una escalera que había en la superestructura, cerca de las cocinas, que formaba cuatro tramos de bastantes escalones sujetos por sólidas estructuras de hierro para bajar al suelo, allá abajo, justo sobre la quilla. Entre el techo y el suelo de la sala de máquinas había una altura de unas cuatro plantas. El motor y la caldera medirían unas dos plantas (entre seis y ocho metros de alto), según dónde estuviera uno. Las luces halógenas producían sombras nítidas y crudas, mostrando el hollín, el aceite, la porquería en los rincones, las telarañas. Solamente, en lo alto, la desvaída luz de las vidrieras del techo suavizaba los perfiles industriales, pero nada más que para proporcionar un aire triste y gastado.

Al fondo del todo, desde ahí arriba, se veían las diminutas figuras de los operarios de la sala de máquinas como bailando una frenética danza imposible y absurda. Por un lado, debían luchar contra el movimiento de la mar. Por otro, miraban hacia arriba, gritaban y lanzaban herramientas hacia algún punto por encima del motor. Otros procuraban atender las muchas manillas, engranajes, diales e instrumentos que debían guiarles en su adoración por el fuego que vibraba en el motor. Uno de los operarios... un ingeniero, parecía, aunque no se veía bien, estaba tirado en el suelo mientras otro tiraba de él hacia un lado. Se sujetaba el abdomen. Iba dejando un rastro de una sustancia oscura tras él y se retorcía de dolor.

El único sonido que el tremendo ruido del motor dejaba oír eran sus gritos de dolor.

Por la entrada desde las cocinas aparecieron cuatro figuras. Dos de ellas tenían cada una dos bombonas de gas a presión sujetas a la espalda con un arnés, y conectadas a unos tubos y a un soplete con la llama encendida al mínimo. Otras dos iban apuntando un poco temerosas a todas partes con unos extintores.

Notas de juego

Ahora si: destinatarios todos menos Brunel y White.

Peabody, Menez, Pickwell y O'Connel: algunos de los operarios parece que están haciendo puntería con diversas herramientas contra algo que está encima del motor. Parece que deberíais verlo, dada vuestra posición desde más arriba, pero a simple vista es difícil. Por tanto, una tirada de descubrir por barba.

Los que estáis mirando para arriba para hacer puntería veis a los que entran a la primera, claro.

Todos: ¡acción!

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09/06/2016, 18:16
Maggie O'Connel

Ooooh... qué asco...

Maggie desdeñó casi al instante el extintor, con un gesto de desprecio. Empuñó con profesionalidad su escopeta, apuntó y disparó... a pesar de que en su linea de tiro había varios operarios.

¡PUM!

El tiro salió con tan mala fortuna que endiñó una dolorosísima perdigonada al pobre Girolamo, que cayó al suelo de inmediato, completamente inerte, y chorreando sangre como un cerdo.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Toma pifia. Un 100 redondo. Girolamo: 8 puntos de vida del tirón. Te quedas a 5

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09/06/2016, 19:37
Aramiker Menez
Sólo para el director

 

 

 

- Tiradas (1)
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09/06/2016, 19:38
Aramiker Menez

El calor del interior de la sala de máquinas pegó a Menez en la cara como si fuera una bofetada. Tardó poco su rechoncho rostro es ponerse rojo como un tomate y el sudo hacía que los rizos del flequillo se le pegaran a la frente. El caos que reinaba allí hacía difícil que la mujer localizara con exactitud a la semilla.

- Esta claro que está aquí, pero no la veo.- Lo que sí veía era a un hombre herido que un compañero arrastraba pro el suelo con muy mala pinta. Sin pensarlo demasiado, y a hasta que lograra ver el bicho, Menez se aproximó al herido para ver si podía ayudar. En su caminar escuchó los disparos y no dio crédito a lo que vio al girar la cabeza.

sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...sabe lo que hay que hacer en situaciones de tensión...

Las palabras de Peabody resonaban en su cabeza. Sabía que había sido una mala idea.  ¿Acaso Peabody no se acordaba de la fragilidad de Maggie? Pero ya no había nada que hacer.

- Oiga usted, traiga al herido por aquí. ¿Qué ha pasado?- Preguntó más para que el hombre hablara y la dejara trabajar.

- Tiradas (1)