Partida Rol por web

Caminas hacia tu local mientras te quedas pensativa, es muy extraño todo. Los ataques comenzaron al poco de que...no es una tonteria, solo una tonteria es mas ni conoces en demasiado al resto de los vastagos de la ciudad, pero todo esto es rarisimo. Pesadillas, espadas que sirven para proteger, esto es demasiado extraño hasta para ti y si al menos pudieras hablar con alguien de ello, pero no conoces a ningun mago que pueda ayudarte.

Después de todo vuelvo a estar sola, cómo tantas otras veces. Sin embargo ésta es algo distinta debido al contexto que me rodea.
Parece que podemos estar envueltos en un momento histórico importante y decisivo, y aunque me siento algo responsable respecto al asunto de las espadas celestiales nadie parece dispuesto a escuchar. ¿De verdad están todos tan ciegos? La avaricia y el egoísmo parecen haberles dejado incapaces de razonar de verdad. Si de verdad un antediluviano o criatura similar está caminando por la tierra... En fin, de anda sirve que me atormente, creo que empiezo a saber cómo se sienten los malkavian.

Observo la entrada de mi querido local con una leve sonrisa, hace varias noches que no lo visito y me vendría bien un buen trago. Sé que no puedo aspirar a algo lo suficientemente fuerte, pero sin duda Liam siempre ha sido un excelente manjar.
Entro en Manthys y observo cómo está el ambiente antes de tomar asiento en uno de los taburetes junto a la barra.

HOy esta muy tranquilo, demasiado tal vez. Muchos de los habituales no estan en la sala tal vez se hayan reformado, no, eso es imposible o al menos eso parece que sea....

En un rincon junto a la barra hay un hombre bebiendo en un vaso por el aspecto posiblemente vodka y la verdad es que con el aspecto tan maqueado que lleva desentona en el local demasiado. Crees que ese no es su lugar a menos que se haya equivocado de sitio.

Al entrar a mi querido Manthys me quedo tan extrañada cómo decepcionada.
-¿Dónde se han metido los habituales?- pregunto a Liam mirando el conjunto de mesas del fondo, habitualmente casi "reservadas" ya que siempre las ocupan los mismos sin embargo hoy apenas hay tres o cuatro de ellos.
-No se os puede dejar solos...- comento medio en broma y medio en serio, algo frustrada, moviendo los dedos sobre la barra hasta que alguien llama mi atención. Y no precisamente por ser atractivo.

Es precipitado relacionar el hecho con él pero al fin y al cabo últimamente recibo más visitas de vástagos en mi local de las que me gustaría y quizá mis amigos importunaran su tranquilidad, qué se yo.
Ni corta ni perezosa me acerco hasta él, apoyándome con un brazo en la barra, de pie y mirándole.
-¿Busca a alguien?- pregunto con una ceja visiblemente arqueada. Algo no cuadra, está claro, y además tengo que retrasar mi "trago".

Liam se encoje de hombros mientras sigue limpiando algunas jarras limpias, demasiado limpias para lo que suelen ser. Los que hay te saludan de lejos mientras siguen bebiendo y cuando te acercas, te mira extrañado mientras hace una leve reverencia y te besa en la mano

Solo estoy de paso, me ire en cuanto una amiga salga del baño, parece que tuvo una urgencia que no podia esperar y nuestro coche nos espera fuera. Esperaba mas de un local de este estilo pero no siempre todo es como se espera

La que se queda extrañada soy yo cuando besa mi mano, pero de todas formas le dejo y no hago comentarios al respecto.
-¿Más qué?- le espeto de forma descarada antes de separarme de la barra y mirar la puerta del baño.
Vuelvo a observarle a él pero la verdad es que no me atrae ni me llama suficientemente la atención, al menos por el momento.
-Disfrute de la música...- me giro y vuelvo hasta el taburete donde me había acomodado nada más entrar.

-Esto está muy aburrido, no lo entiendo- frunzo el ceño terriblemente molesta por ese detalle -¿Cuánto lleva ese calvo ahí?- pregunto a Liam, que al fin y al cabo no está muy atareado.

Lo siento, pero es que este maldito vestido no me dejaba salir replico mientras sonrio echandome un poco el pelo hacia atras con gesto distraido. Espero no haberte echo esperar mucho

Me acerco al hombre y le cojo del brazo sonriendo mientras miro a Liam y luego a ti. Bonito local, ¿esta en venta? me han encantado los baños, lo malo toda esa ceniza que habia en uno de ellos, deberias llamar a otro servicio de limpieza

-Lo lamento, no está en venta ni creo que lo esté durante bastante tiempo- replico mirando a la mujer de arriba a abajo. Joder, ¿qué coño hacen estos pintas aquí? Y encima hace mención especial a los lavabos, los pijos son los más raros de todos...
-Bien, gracias por la información- niego con la cabeza y miro a Liam cómo si la chavala se hubiera vuelto completamente loca pero ese comentario me lo ahorro y una vez la pareja ha salido del local me dirijo a los baños.

Un montón de cenizas... Si han matado alguna vampira aquí dentro es que el tipo en cuestión debió de ser muy sutil y rápido.

Se marchan los dos, parece que no la ha gustado lo de que no estaba en venta pero bueno al menos se han ido. Cuando entras, hay cenizas en uno de los baños, en dos pequeños montones separados, alguien ha tenido una fiesta y en tu casa sin invitarte. Una decapitacion tal vez, entre las cenizas ves una punta metalica, no sabes de que puede ser, pero esta caliente y al tocarla, la sueltas reprimiendo un gemido de dolor.

-La pareja del año...- murmuro mientras entro al lavabo y me detengo mirando el pequeño montón de cenizas aturdida. ¿Qué diablos?
Las sacudo un poco con el pie y aprecio un destello extraño así que me agacho para comprobarlo y enseguida lo suelto ahogando un grito y sacudiendo la mano enérgicamente. Reconozco este escozor... al menos eso creo.

Miro alrededor un momento y salgo hasta la barra, donde recojo un par de trapos gruesos para volver al baño y envolver el arma causante de la muerte de... "quién sea". Yo me limito a observar la hoja por si me diera "datos" cómo otras antes de esta.

No se parece a ninguna que hayas visto nunca y en la superficie parece que hay algo escrito pero no es un idioma que conozcas, es mas no sabes que pueden significar esas cosas en la hoja y aunque ha pasado un rato sigue caliente, demasiado caliente

-¿Qué mierda...?- me pregunto a mí misma mientras acabo de envolver el objeto con los trapos todo lo que puedo y me quedo un rato allí plantado y dubitativa.
Finalmente salgo del baño indicándole a una de las chicas que limpie el "estropicio" antes de irme a casa, donde guardo y escondo el extraño objeto envuelto y aprovecha para tranquilizarme y serenarme, al menos dentro de lo posible.
Me encargo del cuidado de los dos preciosos gatos y le doy su dosis a Kesha, sentándome con él y acariciándolo para relajarme.

No estoy muy segura de a quién podría preguntarle al respecto puesto que no confío en Jackius pero no conozco a más vástagos que puedan...
Emito un suspiro hondo. Creo que voy a tener que volver a las apestosas alcantarillas, es lo único que se me ocurre. ¿Cuál era su nombre? ¿Isabella...?

Ambos gatos terminan por quedarse dormidos, podrias bajar, los nosferatu no te harian nada si no les haces nada. Lo que puede ser divertido es no perderte en las alcantarillas, bueno al menos en ella si parecia que podias confiar, pero por lo que se dijo en... bueno no lo recuerdas es una giovanni y esos comercian con informacion, pediran algo a cambio seguro.

Bueno bueno... Cuidó bien de Quentin y de Iván, al menos todo lo que pudo, y parecía bastante lista... Doy una última caricia de despedida a los gatos pero finalmente meto a Kenshin en una de las cestas de transporte de Kesha procurando que no se despierte. Es probable que Quentin se quede ahí abajo una temporada, estoy segura de que se pondrá contento si se lo llevo, sólo por eso valdrá la pena.
Me cambio de ropa, me pongo algo cómodo y digamos que "prescindible", con una sbotas altas que me ayuden a andar por allá.

Bien, al cabo de unos diez minutos ya estoy lista, dejo el colgante por debajo de la ropa y meto la supuesta flecha o lo que sea en uno de mis bolsillos bien envuelta, dirigiéndome a la primera tapa que encuentro algo apartada de miradas indiscretas.
Espero tener comité de bienvenida...

Te deslizas a las alcantarillas con cuidado, caminas un rato entre chapoteos sorteando ratas y algunas cucarachas y en un rincon tras doblar una esquinas ves un bulto, es un nosferatu que te mira y te hace una señal para que te acerques.

¿que haces en nuestra humilde morada? nadie sin el permiso de nuestro lider y del principe puede pasear por estos tuneles. Habla antes de irte

Notas como la flecha comienza a calentarse en tu bolsillo, lo notas hasta con la tela, esto no es bueno, nada bueno.

-Necesito hablar con Isabella, es importante... Soy Irina, creo que me conocerá- noto el ardor en la falda y me muevo ligeramente, inquieta y molesta aunque intento disimular todo lo posible. ¿Es posible que queme la tela? No esperaba algo así la verdad, pero tampoco es que tenga muchas más opcioneso ideas.

-También he traído a Kenshin- añado levantando un poco la pequeña caja -Es la mascota de Quentin, tengo entendido que va a quedarse aquí una temporada y... Te aseguro que si no lo tiene lo echará muchísimo de menos- sonrío y le pongo ojitos tiernos, no me gustaría tener que emplear presencia con él pero si es necesario...

Murmura algo entre dientes mientras asiente y te hace un gesto para guiarte hacia donde quieres ir. Tras un rato en que das mas vueltas que una peonza llegas a la famosa puerta y tras ella esta Isabella con Quentin que esta sentado a sus pies escuchando una historia mientras se abraza a un peluche. La voz que destila es suave, armoniosa a pesar de que habla en italiano, alza levemente la mirada antes de continuar y se cierra la puerta detras de ti. Quentin gira la cabeza y se levanta con un rapido gesto acercandose y abrazandote con un sonoro beso en tu mejilla.

-Gracias...- murmuro al nosferatu que me guía, a pesar de que cómo siempre toma la precaución de hacerme dar las suficientes vueltas para que me pierda completamente y no recuerde por dónde hemos pasado.
Espero silenciosamente, contemplando la escena con una sonrisa hasta que el propio Quentin se levanta para abrazarme. Toda una mole de hombretón de tan sólo cinco añitos.
-Isabella te cuida bien, ¿verdad? Mira a quién te he traído- le devuelvo el beso cariñosamente y le tiendo la caja en cuyo interior sigue su peludo y querido amigo.

-Necesito hablar contigo, Isabella...- espero a que no haya ningún nosferatu más, al menos visible para mí, antes de sacar el bulto envuelto en trapos -A solas...- concreto por si cree necesario irnos a otra sala.

Te hago un gesto para que te acerques mientras Quentin comienza a jugar con su gatito. Te miro a los ojos y cojo el paquete dejandolo caer sobre la mesa con gesto de dolor y con unas marcas en las palmas Esto es... solo me paso cuando toque aquella cosa y por que tenia algo extraño, fe o algo asi no estoy segura digo mientras vuelvo a mirarlo y comienzo a desenvolverlo. Muy interesante, ¿Donde lo has encontrado?