Partida Rol por web

-No! Espera mew!- Intento decir Lumina pero era demasiado tarde. El intentar detenerte de la velociprey no funciono, fue fácilmente esquivable por ti que efectivamente le diste un buen golpe a la velocidrome, la cual ya parecia herida.

Pero en tu burla, había un hueco en tu defensa, hueco que la criatura aprovecho. Te cogió del tobillo y te tiro contra el suelo de forma dolorosa antes de que se tirara a por ti, sus garras se clavaron en tu espalda y apenas había espacio de reacción, no podías coger tu espada para atacarla porque te tenia de tal manera que no había angulo para hacerle un corte, como mucho podrías forcejear con tus piernas pero no sabias quien de las dos ganaría, su tu fuerza o su agarre.

Sus dientes se acercaron peligrosamente a ti, si no te deshacías de ella, no le costaría esfuerzo alguno el clavártelas

Alay estaba aporreando a la Velocidrome con ganas, pero parecía qu la bestia aun tenía más que dar de si. Antes que la muchacha se pudiera dar cuenta la tenía cogida del tobillo. Alayne cayó de espaldas de forma brusca y el impacto produjo un sonido como si sus huesos se reacomodaran. - ¡Auch! 

El aturdimiento aun no se le había pasado cuando las criaturas se le arrojaron en encima. Apenas si pudo rodar para esquivar a la cría, pero la madre volvió a darle alcance, clavandole las garras. Una queja de dolor salió de su garganta, pero no podía darse por vencida, de modo que alzó el cuerpo y empujó hacia atrás, usando sus brazos como punto de apoyo. Cuando notó los senos de la velociprey presionando contra su espalda, empujó con fuerza para librarse de ella.

Tan pronto como consiguió su libertad fue corriendo hacia su espada mientras que trataba de detectar la posicion de Lumina - ¡Necesito curación! - Le pidió con voz ronca mientras que realizaba un medio giro a la par que balanceaba su arma, pero la Velocidrome estaba lejos y era imposible que la alcanzase. 

-Mew! Deja de hacer tonterías!- Un poco enfadada por lo que habías hecho antes y te habías salido mal, volvió a alzar el cuerno hacia arriba y el sonido te envolvió. Ambas dos, tanto tu como la Velocidrome no pudisteis llegar la una a la otra, vuestros ataques apenas llegaban a lo lejos y era como que atacabais al aire.

Pero una olvidada, se acerco por detrás y salto con un buen zarpazo hacia ti que corto un poco la curación de Lumina, la velociprey seguía rondando por allí. La velocidrome te miro de lo mas enfadada. -Molestia...- Empezó a inflar un poco su pecho.

Grr...  - Otro ataque por sorpresa de la cria le había dejado una vez más en mala posición. Y ahora la madre parecía a punto de planear otra estratagema. ¿Para que inflaba el pecho? ¿Estaba intentando distraerla con sus senos? Eso no funcionaría. Al menos no demasiado. Alay comenzó a correr en su dirección con la espada lista. - ¡Lo que sea que intentes no te dejaré!

Lumina tenía razón, debía concentrarse. Trato de dar un buen tajo, pero no resultó ser de los más fuertes. Al menos la Velocidrome se había distraído un instante y al menos había conseguido impactarle. 

El golpe no había sido muy potente, pero la velocidrome no parecía tener ya mucha mas vitalidad, tus golpes estaban haciendo mella en ella y si aquello seguía por ese camino, la criatura caería.

Pero no todo era bueno, la criatura dio un paso hacia atrás después de tu golpe y con una sonrisa malévola empezó a hacer un ruido muy sonoro, un gorgoteo que empezó a retumbar por el lugar y te obligo a taparte los oídos por unos segundos, segundos que la velociprey aprovecho para morderte una vez mas, haciéndote ya algunas heridas importantes, poco a poco el combate se estaba alargando y cuanto mas se alargara mas peligroso seria para ti.

Del gorgoteo empezaron a surgir varios mas y escuchabas el sonido de pisadas rápidas, al mirar podías ver como tres velocipreys se estaban acercando a gran velocidad, no tardarían nada en llegar porque estaban corriendo todo lo que podían correr y eran tremendamente ágiles.

Aquel sonido Hastiante comenzó a atudir a Alyne, lo que en un comienzo fue tan solo una pequeña molestia comenzó a convertirse en un verdadero incordio. Imposibilitada de concentrarse llevó las manos a sus oídos intentando amortiguarlo, pero apenas lo hizo se vió expuesta ante el golpe de la cría. No suficiente con eso pronto divisó al trío de velocipreys que acudían a la ayuda de la madre. Debían darle muerte rápido y luego huir, pero era lo que había intentando todo ese rato y nada parecía surtir efecto.

Se acercó con la espada, intentando mantenerse alejada de la cría, pero sin importar que pusiera todo su esmero en alzar su espada cada vez que separaba las manos de sus orejas el gorjeo potente de la bestia le traspasaba los tímpanos, haciendole perder el equilibrio y la concentración. 

- ¡Ya callate! - Chilló exasperada, pero apenas si lograba oir su propia voz. ¿Acaso iba a regresar con un nuevo fallo para su historial?

Las velociprey llegaron, llegaron justo en el momento en que tu estabas tan mal gracias al grito de la velocidrome, no podían atacar, estaban cansadas por el sprint que habían tenido que hacer pero ahora sin duda estabas en inferioridad numérica. Lumina se quedo mirando a las criaturas y golpeaba el suelo con su cuerno, intentando alejarlas pero en manada eran de lo mas peligrosas.

El golpe de la velocidrome no te llego, intento darte con la cola pero como pudiste tiraste hacia atrás en el momento en que la velociprey que te había estado hostigando, saltaba a tu cuello para darte un buen zarpazo en esa zona antes de saltar cerca de su madre, contenta con el resultado de todo aquello.

La balanza no estaba equilibrada, pero habían posibilidades, estabas en las ultimas, pero la velocidrome estaba igual o peor que tu, era un combate de resistencias y solo quedaba averiguar si el azar estaria contigo o no. -Devolverás...la criá que has matado...- Relamiéndose la velocidrome.- Y parirás a muchas mas.

- ¡Nos rodean! ¡Huye Lu! - Alayne estaba agotada, pero al menos podría ganar tiempo para que la felyne huyera. Con eso en mente se arrojó contra la velocidrome con sus ultimas migajas de energía. Con algo de suerte podría noquearla y tratar de intimidar al resto, pero ni para eso le alcanzaba la energía. Tal vez debía haberse tomado un descanso más largo, pero sin importar la razón sus esfuerzos fueron insuficientes y sus piernas le fallaron a ultimo instante. 

Estaba aturdida por el sonido y nerviosa por la presencia de las velociprey que ya comenzaban a rodearle. Un sudor frío comenzó a recorrerle la espalda y ya solo una cosa cruzaba por su mente, la derrota. Pero no iba a dejarse derrotar tan facil, aun tenía una haz bajo la manga...

Se llevó ambas manos al pecho y comenzó a contorsionarse como si fuera víctima de un ataque al corazón. Diversas caras y gestos se sumaron a su actuación y a sus exclamaciones.

- ¡Argh! ¡Me muero! - Con una pantomima final dió un giro sobre si misma y se dejó caer al suelo de espaldas, con la lengua afuera, y fingiendo estar muerta. Incluso contuvo la respiración ligermente para que no se percibiera el movimiento ascendente y descendente de su pecho. Con el cabello cubriendole en parte el rostro, echó un vistazo hacia Lumina, esperando que tuviese tiempo a huir entre la confusión. 

Lumina te miro, su mirada lo decía todo, todo, estaba decepcionada contigo, levanto una ceja al ver como intentabas hacer ver que te estaba dando un ataque al corazón, sus orejas se movieron levemente antes de que las velociprey comenzaran a ignorarte y ir hacia ella. Podrías haber creído que todo había salido bien hasta que un fuerte pisotón en tu espalda y un roce de algo afilado en tu cuello te indico que no, la Velocidrome estaba encima de ti y te mantenía quieta ahora que estabas en una posición desventajosa.

La gata empezo a mover el cuerno de lado a lado para que las pequeñas no se acercaran, ellas mordían el aire como ansiosas por conseguir una presa mas deliciosa de lo que eras tu. Lumina se enfrento a ellas con fuego en la mirada y llevándose una mano a una de sus bolsitas, saco una esfera y tirándola al suelo un montón de humo empezó a expandirse por alrededor suya y cuando las velociprey intentaron alcanzarla, Lumina no estaba, no sabían como pero ella había desaparecido.

-Tu...reemplazaras...la criá...- Relamió la Velociprey que te noqueo haciendo que cayeras en la inconsciencia una vez mas, fue un simple toque de su cuerpo el que hizo que tus energías desfallecieran. Cuando te despertaste estabas no en el mismo sitio, pero seguías en la llanura, estabas al aire libre y eso lo sentias en tu piel por el viento, lo sentías perfectamente. Tu armadura estaba quitada, no echa añicos pero si a un lado bastante dañada, tu espada estaba lejos, clavada en huesos y seguramente seria difícil quitarla con rapidez de allí. Te sentías extraña, miraste y era porque tenias las manos atadas en la espalda por algo húmedo, no querías preguntar que era pero seguro que era orgánico y muy resistente porque no podías soltarte.

La Velocidrome estaba tumbada, lamiéndose las heridas mientras una de las criás la mimaba, lamiendo ella también mientras se acariciaba a su cuerpo con bastante mimo, aunque fueran carnívoras la Velocidrome era una alfa y tenia a sus hijas. Al ver que despertabas sonrió de forma afilada. -Mis hijas te violaran durante semanas. -Repitió la amenaza que te había dado mientras la reconocías, la velociprey que habia estado luchando todo el tiempo con la Velocidrome se acercaba a ti y junto a ellas, dos mas que observaban tu cuerpo mientras reían y mordían al aire.

Alay procuró estar lo más quieta, posible, incluso cuando la bestia le colocó las garras encima. Aun no estaba segura de si habían caído en el engaño y no podía dejar que se descubriera. Entrecerró los ojos hasta que de ellos solo quedó una rendija por la que podía observar la situación. Con alivio percibio que Lumina lograba huir, aunque aquella mirada acusatoria hizo que se le encogiera el corazón. ¿Que más pretendía que hiciera?Había dado todo de sí y había sido derrotada, no podría haber enfrentado a las cuatro bestias a la vez. Ni siquiera con su ayuda. 

Por desgracia no tuvo demasiado tiempo para meditar sobre que hubiese pretendido que hiciera Lumina. Un golpe en el cuello la tomó desprevenida y se desvaneció al instante. Cuando despertó estaba desnuda y con las manos amarradas o eso creyó en un principio. Al tratar de liberarse se percató de que se trataba de algo viscoso pero resistente. Iugh ¿Moco de velociprey? ¿Acaso sus desdichas no acabarían más?

No tardó en recibir respuesta a esa pregunta. La voz de la velocidrome se notaba cansada, pero ya estaba recibiendo la atención necesaria para ponerse a punto. Por alguna razón la visión de la criatura lamiendo su cuerpo desnudo, y la cría haciendo lo propio con ella, causó cierta excitación en Alayne. Fue entonces que se percató de la situación en la que se encontraba, cuando su miembro comenzó a alzarse libremente. 

Tarde comprendió que eso era un error, aunque no había forma de controlar su propio cuerpo. Las velocipreys se le acercaban desde todas direcciones y no había nada que ella pudiera hacer al respecto. Maniatada como estaba la única opción a su alcance era dar patadas, pero incluso eso parecía inutil. Sobre todo cuando en su mente se llenaba de imágenes libidinosas. - ¡Ja! Entonces vengan aquí. Puedo con ustedes tres y con muchas más.

Como no podía moverse demasiado sus fanfarronadas quedaron en mera palabrería, pero por otro lado su miembro si había alcanzado un tamaño que podría ser preocupante para las velocipreys más pequeñas. El glande hinchado y rozado exudaba un ligero líquido traslucido y brillante desde la punta.

-Ggggrrrr...- La velociprey se empezó como a enfadar contigo pero las otras dos comenzaron a reir sobretodo con tu miembro porque te estabas poniendo cachonda de esa situación. La Velocidrome al ver eso se quedo mirando y luego sonrio de forma afilada mientras pasaba la lengua por la mejilla de su hija que parecía de lo mas cómoda siendo atendida por su madre y viceversa. -No hara falta...te acordaras de este día...humana...- Amenazo ella antes de que las prey comenzaran ya a estar muy cerca de ti.

El cuerpo de las prey eran muy similares a las de una humana en tema constitución y tamaño, un poco mas bajas pero al menos algo similar, lo que cambiaba sobretodo era que sus manos acababan en afiladas garras, en sus escamas azuladas y en sus patas. Pero quitando eso todas tenían un aspecto juvenil, no tenían demasiado pecho pero lo que tenían parecía de lo mas blandito. Al ya tenerte a rango ambas prey te cogieron de los muslos y empezaron a tirar de ti hacia arriba, inmovilizandote bien y de paso abriéndote mientras curvaban tu espalda hacia arriba obligándote a tener la cintura muy hacia arriba ya expuesta a la velociprey que ya conocías.

Esta miro tu miembro y lo tomo no con demasiada fuerza, pero sentías las afiladas garras que por el momento no te cortaban pero te daba una sensación muy extraña.- Humana cachonda...grrrr...pero tu molestar a madre...- Abrió la boca mostrando sus dientes y hizo un gesto como de querer morderte el miembro antes de que una de las que te sujetaban mordiera cerca de ella para que no lo hiciera, haciendo una especie de duelo de mordiscos en el aire todo cerca de tu miembro antes de que dijeran. -Si tu matar, no diversión.- Le pidieron antes de que esta suspirara resignada y escupiera en tu miembro sin meterlo en su boca y comenzara a masturbarlo para lubricarlo.

Alayne sonrío con confianza, pero cuando las pequeñas se acercaron a levantarle las piernas nada pudo hacer por evitarlo. El cuerpo esbelto y torneado de la muchacha destacaba una musculatura trabajada por el constante ejercicio de las cazadoras. En aquella posición se vio obligada a poner a trabajar los abdominales cuando el peso de la mitad de su cuerpo recayó sobre su abdomen. Hubiese cedido en cuestión de minutos si no fuera porque las velocipreys sostenían sus piernas por debajo de los muslos. 

En aquella posición su sus testículos quedaron colgando ligeramente separados y cuando las criaturas la forzaron a abrir las piernas tanto sus glúteos como la entrada de su coñito quedaron expuestos. La piel de la muchacha era tersa y bronceada, pero en su interior se percibía de un rosa muy pálido que contrastaba en singular medida con el resto. 

Alay en un principio no parecía estar pasándolo tan mal, ya que su miembro seguía erecto, pero empezó a preocuparse inevitablemente conforme aquel pequeño duelo de mordiscos tenía lugar a escasos centímetros de su polla. Se había jactado de más y no hubiese creído que iban a morderle, pero los dientes agudos y afilados de las tres pequeñas se habían convertido en un problema. Por fortuna no duró demasiado y aquella que estaba más dispuesta a arrancarle la polla se resignó ante la presión de las otras dos.

Las cosas iban como Alay las había planeado. Al menos quitando la parte en la que era derrotada y amarrada. Si lograba agotar a las tres crías, podría intentar llegar hasta su espada, liberarse y luego ir a por la madre. Tal vez amparada por la oscuridad no fuese una tarea tan descabellada, de modo que se puso manos a la obra. 

- Si lo que buscan es diversión deberían soltarme las manos. Así podría atenderlas a las tres al mismo tiempo. - sonrió fingiendo inocencia. Dobló las piernas por detrás de la velociprey que estaba masturbandola y la obligó a acercarse más a ella.  

- Estoy segura de que quieres más que solo tocarlo... - Dijo con picardía conforme su miembro adquiría un mayor tamaño y firmeza a medida que las manos de garras afiladas lo recorrían de arriba a abajo. Aquella constante amenaza de ser cortada era incluso más exitante para Alay que una caricia suave.

De por si, tenias una idea en la cabeza, y podía ser una idea que valiera la pena sopesar. Si te soltaban, podías intentar alcanzar tu arma, aunque esta a simple vista estaba clavada con fuerza en un hueso, no sabias si podrías sacarla antes de que cualquiera de las criaturas te mordiera y acabara con tu vida, pero de todas maneras lo intentaste. Las velociprey te estuvieron mirando en todo momento, relamiéndose hasta que comenzaste a hablar, entonces la que tenia el miembro entre sus garras comenzó a apretar con fuerza volviendo la masturbación agradable en una mas incomoda.

-Parece que la humana quiere jugar...- Escuchaste detrás de las prey, hacia la Velocidrome que se levanto con aire altiva mientras la pequeña la seguía a todas partes, tal vez era una Velociprey mas joven que el resto. En cuanto lo dijo las prey se alejaron de ti haciendo que tu cintura cayera al suelo de nuevo, aun excitada. -Juguemos...- Dijo con lascivia. El cuerpo de la Velocidrome era mucho mas maduro que el de las velociprey, sus pechos eran mas grandes, tenia una mejor cintura y se notaba que tenia mas experiencia que las pequeñas, pero lejos de querer seducirte, su idea era algo peor. -Dejare lo suficiente de ti, para que...ellas lo disfruten.- Y aquello ya no tuvo tanta lascivia.

Los dientes afilados de la Velocidrome se empezaron a marcar con bastante fuerza antes de que un mordisco en tu hombro te obligara a gritar, no fue como cuando luchabais, ahora no había armadura que parara el como los dientes se clavaban en tu carne, al mismo tiempo las pequeñas comenzaron a arañarte entera, desde las piernas hasta el vientre como si buscaran el hacerte daño solo por disfrutarlo, gritaban contentar por tener una victima a la que morder y las prey parecía que querían hacerse ahora ya no con tu sexualidad, si no con tu vida.

Suerte, suerte que no estabas sola. Cuando ya la sangre manaba de tu cuerpo escuchaste de nuevo un sonido bastante peculiar, el sonido de los disparos de ballesta alzándose en el suelo y unas bombas que iluminaron todo el nido. Las prey empapadas en tu sangre se lanzaron contra las figuras pequeñas que empezaron a emerger de las sombras, una de ellas llevaba una espada enorme mientras que la segunda llevaba dos escudos defendiendo a la primera. Los disparos continuaron antes de que varias explosiones hicieron que te acabaras de marear tanto por el dolor, como por la herida como por la perdida de sangre antes de que un par de impactos leves alcanzaran a la Velocidrome, luego tan solo el sonido de un par de maullidos y algo fuerte agarrándote del cuerpo.

Te despertaste, no te encontrabas en tu improvisada casa, te encontrabas en una habitación mas pequeña e iluminada por una ventana que no estaba rota. Solo había un armario, una mesita, la cama donde estabas y una pica con varias toallas todas ellas con sangre. Te dolía el cuerpo y al mirarte podías ver que tenias muchas vendas que te apretaban el cuerpo y una mayor con un cataplasma en el hombro, quizás eso es lo que te había salvado la vida. Tenias tu espada cerca y una armadura que no recordabas que fuera tuya, pero que se parecía mucho a la que habías tenido, tenia aspecto de antigua pero valdría para vestirte y protegerte.

Alay despertó de forma inesperada. Esta vez la sensación que la recibió no fu completamente agradable. Su cuerpo escocía en infinidad de sitios y notaba los  músculos agarrotados. Observó a su alrededor para comprobar que se encontraba en una sala desconocida. - Una habitación de la taberna - aventuró en su cabeza.

Le habían dejado una armadura "nueva" y su espada, al menos eso no había cambiado. A pesar de las reciente seguidilla de derrotas no quería separarse de su arma, re cuerdo que le quedaba de su ya fallecida madre. Al tratar de incorporarse le llegaron de pronto las imágenes de la tarde anterior: Como las velocipreys se habían lanzado sobre ella de improviso para clavar sus colmillos y sus garras por todo su cuerpo. A pesar de haberse resistido dando patada y tratando de liberarse. Claramente no lo había conseguido y allí estaba tumbada.

Por fortuna alguien se había encargado de tratar sus heridas. ¿Habría sido Baba?O tal vez Felicity o Lu. En cualquier caso debía agradecerle a todas ellas, de no ser por la intervención de las felynes esta vez parecería que no hubiese salido con vida. Por ende trató una vez más de incorporarse a pesar del dolor y se vistió con las ropa que allí le aguardaba. 

Con movimientos lentos y torpes pero constantes se acercó a la puerta y la atravesó, dispuesta a terminar de dilucidar la situación en la que se encontraba y descubrir quien era su anfitrión. Trató de alzar la voz, pero solo salió un murmullo débil - ¿Hola?

La ultima vez que te había derrotado, viste el escuadrón felyne siendo recompensado por haberte salvado la vida, pero en esta ocasión no estaban, porque no había pasado un día. -Por fin despiertas.- Fueron las palabras de Felicity al verte, parecía que ella era la que te había estado cuidando porque tenia las mangas llenas de sangre, aun así dejo lo que estaba haciendo para ayudarte a caminar un poco y sentarte en una de las sillas de la barra y pudieras descansar el cuerpo. Lumina no estaba por ninguna parte al menos no de forma visible.

-Esta vez parece que a ido a mas eh.- Intentando quitar hierro al asunto. -Las Felyne dijeron que te sacaron de ahí por los pelos, a sido un duro golpe pero no te preocupes que estas bien. Tus heridas sanaran pronto y pronto podrás volver a combatir a las monster, si nada puede contigo.- Te dio una palmadita suave en la espalda, pero parecía estar pensando en otra cosa porque lo que te decía era un poco como el típico consuelo que le darías a una conocida.

Alay salió de la habitación sosteniendose de las paredes y atravesando los pasillos con cuidado. No tardó en reconocer el lugar, estaba en la sala del gremio, tal como había supuesto. Como no podía ser de otra forma descubrió que fue Felicity quien le sanó las heridas- Se acercó a ella con intenciones de agradecerle, pero en lugar de eso se vió obligada a aceptar su ayuda y permitir que la guiase hasta uno de los asientos.

Contestó de manera pausada, tras escuchar con tranquilidad las palabras de la encargada - Esos bichos de las praderas se resisten a que les den caza - Sonrió de lado, pero de pronto la invadió un dolor agudo de una de sus heridas y cambió su expresión. - Creo que hice que se molestaran por acabar con una de sus cría. Eran más de las que pensaba.

uhm... - Miró a la muchacha de reojo; no se le había pasado por alto su abstracción. - ¿Hay algo que te preocupa? 

Suspiro largamente antes de pasar la mano por tus vendas y cuidarlas un poco, como afianzandolas bien a tu piel para que no se soltaran o asegurándose de que estaban correctamente colocadas. -Veras...es Lumina.

-Vino corriendo desde la llanura para avisar al equipo felyne, eso en general no es malo porque están para eso, para cubrir accidentes pero...no fue todo. Ella esta bien, físicamente no le pasa nada, pero...digamos que ahora mismo no quiere volver contigo.

-Se encuentra en la caravana de Baba y no quiere verte, lo a pedido expresamente, a dicho que haces algunas cosas que...que no te tomas en serio la caza, te pones en peligro tontamente y bueno...- Se quedo un momento en silencio antes de continuar. -Puedes pedir a Baba otra compañera que quiera acompañarte o puedes intentar convencer a Lumina de que vuelva a tu lado...no quería decírtelo así y menos cuando te estas recuperando pero creo que tenias que saberlo.

Mientras que escuchaba con la cabeza gacha observaba las manos de Felicity actuar sobre sus vendajes. Suspiró antes de volver a alzar la vista cuando la encargada del gremio terminó de hablar. - No puedo culparla por ello. Digamos que... las cosas no fueron demasiado bien durante el combate y tuve que intentar distraer a las velocipreys para que ella huyera. 

Se quedó pensativa un instante. En su cabeza pasaban varias escenas del combate y supuso que se había confiado en algunos momentos. Pasó una mano por su propia nuca y volvió la vista hacia Felicity. - No, está bien. Gracias por contarme esto. No creo que quiera volver conmigo, pero al menos puedo disculparme con ella.

Alay se fue incorporando y le dió un par de palmaditas perezosas en el hombro de la muchacha. No quería forzar demasiado sus vendajes ya que no sabía si sus heridas podrían volverse a abrir. - También a ti te agradezco por lo de las heridas. Iré a buscar a Lumina y luego regresaré por alguna nueva misión. 

Tras despedirse de la chica salió de la estancia para ir en busqueda de la Caravana de Baba. Mientras que deambulaba por allí meditaba sobre la posibilidad de cambiar de compañera; la idea no le hacía la menor gracia. Lumina se había convertido en su compañera y le había ayudado varias veces, no podía dejar que se fuera decepcionada. 

Sus pasos enseguida la llevaron hasta el campamento de las felynes. Observando los alrededores por si veía a Lumina se acercó para preguntar por ella.